Capítulo 45 "Especial san Valentín Oren y Luca"

ESPECIAL SAN VALENTIN OREN Y LUCA.

LUCA.

Catorce de febrero, tenía pensado salir a algún lugar con Jess, llevé a Jack al gimnasio de boxeo hace unas dos horas, Lucia probablemente se mataría a helado y chocolates hoy, extrañando a Travis, Oren y Marcus supongo que harán sus cosas. Sí, es un plan perfecto, invitaré a Jess a una comida en el restaurant más caro que encuentre, mi chica refinada necesita sólo lo mejor.

Abrí los ojos, tanteando el lado derecho de la cama, vacío y frío.

Pero ¿Qué pasó?

Me levanté y fui directo al baño, pensando que quizá estaba ahí, pero también estaba vacío. Lavé mis dientes, oriné, me lavé las manos, me afeité y salí otra vez, dispuesto a buscar a Jessa, pero me encontré con la sorpresa, de mi chica vistiendo un bonito babydoll negro con transparencia, llevaba una diminuta tanga debajo y podía ver sus rosados pezones con toda claridad.

Tragué grueso.

Luego miré hacia la derecha, y ahí estaba Oren, con una falda de pliegues negra y corta, de cuero, llevaba también un bonito accesorio en su muslo, de cuero, con un corazón de metal en el centro, sonreía con malicia, se dio media vuelta y levantándose la falda, me mostró que llevaba un pompón en el trasero, como una cola de conejo.

— ¡Feliz día de san Valentín!

Dijeron al unísono.

— Yo les dije que te ibas a infartar, pero no me hacen caso — Dijo Marcus, viendo fijamente el problema que tenía en el bóxer— Hay que cuidar tu corazón, amigo.

Riendo.

Él llevaba un pequeño short de tipo policial que simulaba el cuero, de seguro prepararon todo esto sin avisarme.

— Luca, ya di algo.

Carcajeó Jessa.

— ¿O es que el pene te duele demasiado para pensar?

Carcajeó Oren.

— B-bueno... todos se ven muy guapos, acabo de despertar ¿Qué más quieren? Estoy asimilando todo.

Viendo a Marcus subir a la cama también.

Bendito sea el día en el que decidí comprar una cama grande, muy grande, para que los niños vinieran a dormir con nosotros si tenían pesadillas.

— Jessa ¿Puedo comenzar?

Le preguntó Oren a mi esposa.

— Todo tuyo.

Oren tiró de mi brazo, hasta tenerme de espaldas en la cama, se subió sobre mis caderas, colocando un pie a cada lado de mi cuerpo, frotándose conmigo, mirándome malicioso.

— No llevo ropa interior...

Dijo casi en susurro.

Cerré los ojos, apreté los dientes y gemí.

— No te mueras, viejito, tenemos mucho sexo que tener aún.

Dijo mi mujer, besándome.

— Sabes que te amo Jessa, y sabes que me gustan las piernas de Oren ¿Por qué me hacen esto?

— No solo te gustan mis piernas. También te gusta mi culo, y te gusta follarme, y te gusta ver a Marcus follándome y te gusta ver como nos follamos a Jessa ¿O no?

Oren siempre decía las cosas sin ningún tipo de filtro, lo que hacía... que fuera más sexy.

Mierda... voy a explotar.

— Ustedes dos — viendo a mi mujer y a mi amigo— ¿Quieren que me de un infarto? Se ven demasiado bien — regañándolos— y tú también Marcus, bonito culo.

Señalándolo.

— ¿Piedra, papel o tijera sobre quien va primero?

Le preguntó Jessa a Oren.

— Trato hecho.

Emocionado.

lo que provocó que se moviera otra vez, rozando su pene con el mío.

— No me dejen afuera, yo también quiero jugar — dijo Marcus— Esa revisión técnica yo necesito aprobarla.

Sentándose en la cama junto a los otros dos, extendiendo su mano, listo para jugar.

Oren se movió otra vez, con esa sonrisa maliciosa bailándole en los labios, lo hacía a propósito.

— Nada de juegos, acabo de elegir.

Dije.

Moviéndome con rapidez, giré en la cama, llevando a Oren conmigo, en cinco segundos, tenía a Oren boca abajo en la cama, el brazo derecho doblado sobre su espalda y su trasero expuesto.

— ¿Te gusta tentarme Oren? ¿Llevar mi paciencia al límite? — Quitándole el plug de conejito que llevaba en el culo, escuchándolo gemir— Pues serás el primero en ser castigado por ello, Marcus, más te vale llenarle esa boca para que se calle de una vez por todas.

Quitándome el bóxer, viendo a Marcus hacer lo mismo con su short de policía.

— Jessa, no creas que te has salvado del castigo — observándola— Preservativo, por favor.

Gimió, estirando su mano hacia la mesa de noche, tomando una tira.

— Adoro cuando te pones mandón ¿Puedes enojarte más, por favor?

Mordí mi labio inferior, viendo el festín que tenía delante de mis ojos.

Pero que buen puto San Valentín.

Jessa me observaba con mejillas sonrojadas y ojos brillantes mientras se relamía los labios.

Mierda...

Tan deliciosa...

Sin apartar la vista de mi mujer, penetré a Oren, escuchando sus protestas y maldiciones mientras le clavaba los dedos de mi mano libre en la cadera, acercándolo a mí cuerpo, con la intención de ir lo más profundo posible, esto era un castigo, no sería delicado.

— M-mierda... — gimió Oren, sujetando las sabanas frente a él— E-es demasiado... D-demasiado profundo, sácala un poco, s-sácala...

Carcajee grueso, acercando mi boca a su oído.

— ¿No querías esto, amigo? — sacándola un poco, volviéndola a meter con la misma rapidez— Abre esa bonita boca para que tu esposo la llene por completo, haber si así aprendes a dejar de tentar al resto.

Mordisqueando su oreja, viendo a Marcus llenando la boca de Oren, mientras besaba a Jessa y utilizaba sus dedos para darle placer.

¿Me puedes explicar por qué esto me excita y no hace que me ponga celoso? Es como si esto fuera algo completamente normal, digo... para nosotros esto es normal, es pan de cada día.

Desde que Jessa se enteró de que Oren en falda me excita, cada vez que quiere jugar, le pide a Oren que se ponga una de estas.

Mi esposa es la mejor.

Apreté el brazo de Oren, inmovilizándolo un poco más, dándole una nalgada a su culo, penetrándolo cada vez más rápido, cerrando los ojos, disfrutando la sensación, escuchando los gemidos de todos en el cuarto, conocía esos grititos de Jessa, estaba a punto de llegar, Oren me está apretando, pronto se correrá, y como yo no soy tan malo...

Solté su brazo y guie mi mano hasta su pene, masturbándolo rápido, frotando mi palma en su glande, escuchándolo gritar de placer y decir incoherencias mientras lo penetraba con mayor dureza, escuchando los sonidos que producían nuestros cuerpos al chocar.

Dato curioso numero mil: el glande es nuestra zona erógena más sensible, tú frótalo en círculos y llegaremos a la gloria vergonzosamente en poco tiempo.

Oren se corrió en grandes descargas en mi mano, su cuerpo tembló y su culo me apretó de forma deliciosa, fue imposible no correrme, no mucho después se corrió Marcus, y con la emoción, frotó más rápido los dedos en el clítoris de mi esposa, que apretó las piernas, mordió su mano y llegó al orgasmo luciendo tan angelical y malvada como siempre.

¿Cómo es eso posible? Que alguien tan angelical pueda ser Satán en persona.

— Yo creo que no ha tenido suficiente castigo, Luca — dijo Marcus— ¿Por qué no lo haces aprender la lección una vez más?

Sonriendo malicioso.

— Por eso tú y yo somos amigos — le dije— Voy a asegurarme de que aprenda bien en esta ocasión.

Salí de Oren, escuchando un quejido de su parte, me quité el condón, le hice un nudo en la punta y lo tiré a la papelera, tomando uno nuevo, entregándole uno a Marcus, ambos listos para la acción.

Me puse un nuevo preservativo y sujeté a Oren por detrás de las rodillas y lo alcé, pegando su espalda a mi pecho.

De pie, se sentiría mucho más profundo, mejor para mí... mucho mejor.

— No... Luca no te atrevas.

Dijo cuando metí únicamente la punta.

— ¿No te gustaba jugar con fuego?

Besando su cuello, metiéndola un poco más, escuchándolo gemir, mientras arañaba mi brazo.

— P-pero... es... m-muy profundo...

Lamí mis labios y empujé, metiéndola por completo.

— Felicidades, ganaste tu sentencia de muerte hoy, bonito.

Sujetándolo bien, moví mis caderas para penetrarlo una y otra vez, una y otra vez, tan duro y tan fuerte como podía, escuchando el desastre que se volvía Oren.

Me sorprendió cuando su mano fue a parar a mi mejilla para voltear mi rostro, su lengua implacable me atacó rápidamente, devorándome en medio de un beso hambriento y necesitado en medio de lagrimas de placer que se perdían en nuestras bocas, Oren seguía corriéndose, tan sensible... tan dispuesto siempre.

¿Cómo demonios no me va a gustar follar con él?

Por esa razón, terminé follando un par de veces más ese bonito culo que siempre estaba dispuesto a ser follado por mí.

Para cuando terminé con Oren... espera...

— Oren ¿Estás vivo?

Moviéndolo en la cama.

— ¿Oren?

Moviéndolo más fuerte.

— No siento las piernas...

Fue todo lo que dijo, con ojos cerrados.

— Oren, fueron sólo cinco veces, no seas llorón — le dije— ¿Quieres tomar un baño? Eso te ayudará.

— Te voy a demandar por dejarme parapléjico ¡Jessa! ¡Tu animal sin correa me dejó parapléjico! Mira esto — levantó la cabeza, observando su cuerpo— ¡Nada! ¡No pasa nada! ¡Ayuda! ¡Un doctor! ¡Cómprame la silla de ruedas, diablo, quiero una costosa que se maneje con una palanca! ¡Pídela! ¡Pídela!

Jessa carcajeó, recostándose de espaldas en la cama.

— Yo quiero quedarme así un ratito también, Marcus es un bruto, ya veo por qué te enamoraste de su pene, amigo.

Le dijo a Oren, acariciando su cabello.

— ¿Cierto que tiene buena herramienta? — le decía Oren— Te lleva al orgasmo o a la muerte, nunca se sabe — carcajeó— igual que tu esposo.

— Ustedes dos sigan muriendo en paz — Dijo Marcus— Que de aquí no me voy sin mi revisión técnica.

Dijo acercándose a mí.

Acomodé mi cabello y lo observé con una media sonrisa en el rostro, tomando otro preservativo.

— Ok. Yo no le digo que no al sexo nunca, así que ven aquí Marcus ¿Quieres salir caminando o te dejo como a Oren?

— ¿Nunca le dices que no, amor?

Dijo Jessa, alzando una ceja.

— A ti, amor, te tengo un miedo terrible, eres insaciable y me asustas.

Señalándola.

Ella carcajeó.

— Catorce rounds. Tenemos que llegar a los quince un día de estos, siento que Lucia me va a pasar cuando Travis regrese.

— No hables de mi hija teniendo sexo mientras tengo sexo, sucia.

Le dije.

Lo cual no la incomodó ni un poco.

— Céntrate en mí, deja a ese par morir en silencio en la cama.

Dijo Marcus, acariciando mi rostro.

— Ok, no me hago responsable de las consecuencias de mis actos.

Doblando a Marcus en la cama, viéndolo apoyar los antebrazos en esta, mostrándome el culo.

Me incliné sobre él, metiéndole dos dedos en la boca exigiéndole que los chupara bien, debía comprobar que estuviera bien dilatado, no quería lastimarlo, y para cuando lo estuvo, lentamente lo penetré, siendo inaugurado por mi pene.

Listo.

Todas las personas en este cuarto han sido follados por mí, deberían darme un premio por esto.

— Sigo sin sentir las piernas Luca — Dijo Oren, mirándome mal— Cuando vea a Lucia, te voy a acusar, le voy a contar todo lo que me hiciste y le voy a mostrar todos los chupones que me dejaste.

— Ay cielo, ven aquí y deja de hacer escándalo.

Le dijo Jessa, tomó un preservativo, se lo puso a Oren y a horcajadas de él, se autopenetró, subiendo y bajando, montando a Oren con profesionalismo mientras este intentaba cantar la vaca lola para no venirse vergonzosamente rápido, intentando no mirar a mi sexy mujer, estaba muy sensible después de todo el sexo que tuvimos.

Es divertido de ver como Jessa le toma las manos para que este masajee esos pechos perfectos que tiene mientras ella baja a besarlo, y entre beso y beso, el idiota sigue cantando.

Mi familia está un poco loca, pero no la cambiaría por nada.

Y bueno... el soplón de Oren si le contó todo a Lucia, al menos, ella se toma todo con humor, desde el hecho de que será hermana mayor de nuevo, hasta la discusión que tuvo con Jessa retándola a ver quién hacia durar más a su pareja. Yo insisto, Travis debería correr lejos antes de que mi hija lo deje K.O. por un día completo.





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BUENAS BUENAS AMORES BELLOS

COMO LO PIDIERON, SE LOS TRAJE JAJAJAJAJA EL ESPECIAL DE OREN Y LUCA

EN EL QUE LAS PAREJAS CAMBIAN DE PAREJAS 

Y OREN QUEDA SIN CAMINAR

JESSA SE TOMA TODO CON HUMOR

A TODOS LES DA LO MISMO CON QUIEN FOLLE CADA QUIEN MIENTRAS SEA SÓLO ENTRE ELLOS AJAJAJAJAJAJAJA

YA SABEMOS LA DEBILIDAD DE LUCA POR OREN 

A MARCUS LE GUSTA LA HERRAMIENTA DE LUCA

JESSA Y OREN PIENSAN IGUAL SOBRE MACUS O LOS LLEVA AL ORGASMO O A LA MUERTE JAJAJAJA

AMO A ESTOS CUATRO, SON MUY DIVERTIDOS

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO CON LUCIA Y TRAVIS

BESITOS EN LA COLAA

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