Capítulo 35

Terminé llevando a los niños a desayunar wafles con helado.

Salsa de chocolate para mí y Megan, Jack se decidió por la de caramelo, esa es su favorita, y como buen hijo criado por un boxeador, se comió diez de una sentada ¿Dónde cabe tanta comida? ¿Alguien me lo puede decir? Porque yo me comí dos y siento que me quedó atorado en la garganta la mitad del segundo que estaba tragando, lo terminé única y exclusivamente porque estaban jodidamente deliciosos.

— Mami, padeta.

Dijo Megan.

Señalando al hombrecito que cargaba un loro en su hombro, moviendo una palanca en una especia de... ¿Caja? ¿Carrito? ¿Qué case de brujería es esta? ¿Por qué es tan divertido y por qué suena tan bien?

Además de la paleta tenía caleidoscopios, pistolitas con burbujas, espadas con burbujas dentro, cabe destacar que las burbujas eran enormes, y un montón de golosinas bien dispuestas por aquí y por allá, era tan colorido, animado y novedoso, al menos para mí, que todo el mundo se arremolinaba alrededor del señor y su lorito que se movía al son de la canción.

— Yo quiero un caleidoscopio, Lu ¿Me lo compras?

Dijo Jack.

Tan embobado como yo.

— Y una espada.

Dijo Megan.

Ok, estos niños me dejarán en la bancarrota, pero vale completamente la pena.

— Vamos a ver como baila el lorito — Dije. Acercándome con ambos— así pueden ver mejor que es lo que querrán.

Gran error.

Megan terminó queriendo el lorito, nunca le especifiqué qué tipo de cosas podía elegir, se puso a llorar, el hombre le permitió acariciar a su loro, este se llamaba Pepe, quien voló hasta la cabeza de mi niña, quien primero se asustó, tembló de pies a cabeza, luego el loro le dijo "Niña bonita" unas tres veces, lo que hizo reír a la pequeña, y dejó de temerle, comenzando a reír.

Por supuesto que no salió gratis el post visita de Pepe, Megan quiso burbujas, una paleta, un caleidoscopio para copiarle a Jack, un maní... ni siquiera le permito comer maní, pero dijo que era para su mami así que... terminé comprándolo, yo sinceramente no sé decir que no.

Y con las cosas ya compradas, nos fuimos directo a la playa, compré un par de baldes, unas palas, unos moldes con forma de conchitas, caballos de mar y estrellitas y nos instalamos en la arena, jugando a hacer castillos enormes, luego acompañé a Megan a tocar el agua, sus carcajadas y expresiones eran lo mejor, jamás la había traído al mar, espero que esta sea una de esas experiencias que recuerdan de su niñez, aunque quizá no recuerde mucho, aún es pequeña.

— ¡Lu, tu móvil está sonando!

Dijo Jack desde la arena, dónde seguía construyéndole un castillo a mi princesa.

— ¡Voy!

Dije.

— Vamos princesa, pueden ser los abuelos.

— ¡Abelos!

Dijo emocionada.

Los adora.

La cargué en brazos, sin importar que mojara mi ropa con sus piecitos mojados, caminando de regreso con Jack, recibí el móvil, senté a Megan con él para que se divirtieran con el castillo, mientras yo hablaba por el móvil, se trata de Travis.

Espero que las cosas no salieran mal... estaba muy ilusionada con pasar estos días con él.

— ¿Diga?

Siempre cautelosa.

No puedo estar segura de si es Travis o Isi la que está llamando, esa zorra es astuta.

— Ya se fue, la vi subir al avión y despegó ¿Almorzamos juntos? ¿Dónde estás?

Suspiré de alivio.

Al menos algo nos estaba saliendo bien.

— Estoy en Playa del Carmen ¿Dónde estás tú?

— Iré para allá, estoy saliendo del aeropuerto ¿Estás con tu familia?

— Sólo los niños, a mis padres se les antojó el cuarto a solas.

— Oh... ya veo — dijo— Es mi oportunidad para que Jack me perdone, hablaré con el y le explicaré las cosas, ya no es un niño, él sabe de Los Diablos ¿No es así?

— Sí, lo sabe todo.

— Bien, entonces le explicaré por qué tomé esa decisión, puede que siga odiándome, pero espero que con el tiempo logre perdonarme.

— Si ve que yo estoy bien, no te dará guerra, sólo... por favor... no la cagues de nuevo ¿Sí? Me costó horrores comprender y perdonar.

— No volveré a hacerlo, te lo juro. Lo prometí antes ¿No? Te lo contaré todo siempre, antes de cualquier cosa, te lo contaré todo.

Hablamos durante todo lo que tardó en venir hasta nosotros, para entonces, Jack ya tenía un gran castillo y un puente, Megan jugaba con sus burbujas muy atenta a lo que él le decía, me gusta mucho que ambos se lleven bien.

— Hola guapa — dijo Travis, besando mis labios a modo de saludo— ¿Disfrutando del día?

Tomando asiento a mi lado.

— Así es, aprovechando que debo estar a las tres en el gimnasio, disfruto con mis peques.

Sonrojándome.

Había olvidado como se sentían las demostraciones de afecto.

— Compré bloqueador en el camino, es temprano, pero el sol es peligroso de todas maneras, Megan no me conoce así que...

Entregándome el bloqueador.

— Gracias, siempre estás pensando en todo.

Besé su mejilla, y sonriente, miré a los niños.

— Jack, Megan, a ponerse bloqueador, no quiero que se quemen.

Jack cargó a Megan y vino hasta mí, mirando mal a Travis.

— ¿Qué hace él aquí?

Preguntó mi hermano de mala gana.

Ay mierda.

— Travis tiene algo que decir, escúchalo — recibiendo a la pequeña— yo no lo escuché en su momento, tuvimos una conversación ayer — omito el sexo, obvio— Y... lo perdoné, él y yo volveremos a estar juntos, pero cuando lleguemos a casa... tendremos que volver a ser desconocidos.

— Pero hermana, él... él... — señalando a Travis— Te mintió, te trató mal, te hizo llorar ¿Cómo pudiste perdonarlo?

— Jack — dijo Travis— tú sabes sobre Los Ángeles caídos y Los Diablos ¿Cierto? Tiene que ver con eso, eres un niño grande, voy a contarte la verdad.

Poniéndose de pie, sacudiendo la arena de su ropa.

— Lo sé, sé todo eso, estoy esperando a cumplir la edad necesaria para que me permitan entrar a la pandilla.

La determinación de Jack es admirable.

— Pues te contaré una historia, te contaré todo.

Jack me miró.

— Ve con él, estará todo bien, te lo prometo.

Asintió no muy convencido, ambos se quitaron las zapatillas, doblaron sus joggers y fueron al agua, caminando por la orilla de esta, Jack con sus brazos cruzados y Travis con ambas manos en sus bolsillos, yendo y viniendo, recorriendo el mismo tramo de agua y arena mientras le ponía bloqueador a Megan por todas partes.

— Mami, yo hame.

Dijo mi niña.

Sobando su pancita.

— Tienes hambre — dije. No sé como es que las mamás entendemos este difícil lenguaje— Esperemos a que el tío Jack y Travis regresen e iremos a comer — observando el reloj, doce veintitrés PM— Podemos comer pescado con papitas ¿Qué dices?

— ¡Papitas!

Celebró, poniéndose de pie, comenzando a dar brincos, rodeando mi cuello con sus pequeños bracitos pegajosos por el bloqueador que aún no se seca.

— Papitas deliciosas, y un juguito de mmm ¿Frutilla?

Pregunté.

Ese es el favorito de Megan.

— ¡Sí! ¡Si quelo!

Me soltó y comenzó a bailar, daba vueltas por la arena y luego saltaba, imitando mis pasos de ballet, en ocasiones la llevaba conmigo al cuarto de espejos, siempre intenta imitarme, se ve muy graciosa haciéndolo, y como parece gustarle, intento enseñarle lo básico, así como mamá lo hizo conmigo en su tiempo.

Así nos quedamos un rato, bailando, hablando sobre comidas deliciosas o viendo videos en mi móvil hasta que Travis regresó con Jack, que ya tenía mejor semblante.

— Hermana, una cosa ¿Tú estás bien?

Tan serio mi hermanito.

— Estoy de maravilla, nunca me sentí mejor.

Sonriendo.

— ¿Juras que vas a cuidar a mi hermana?

Le preguntó al pelinegro de hoyuelos bonitos.

— Te lo juro, por eso debemos seguir manteniendo nuestra relación en silencio, es la única manera.

Respondió Travis.

— Bien, si mi hermana dice que está todo bien, pues está todo bien — suspiró— Te perdono.

Estirando su mano para estrechar la de Travis.

— Gracias Jack, te juro que no volveré a hacerla llorar.

Mi pelinegro tiró de la mano de mi hermano para poder abrazarlo, el alivio era claro en su rostro.

— ¡Abasho! Yo tamen.

Dijo Megan, abrazando la pierna de Jack y Travis, una con cada bracito.

Ella también quería un abrazo.

— ¿Quieres que te cargue? Puedo subirte a mis hombros, verías todo desde muy muy arriba, como una princesa.

Le dijo Travis, intentando ganarse a mi hija.

— Mami... — mi pequeña volteó lentamente para observarme— ¿Pedo?

Pellizcando su labio.

La idea de ver desde muy alto era tentadora para ella.

— Claro cielo, estaré a tu lado todo el tiempo, si te lleva Travis, no te dolerán los pies y verás desde muy muy arriba.

— ¡Sí! — celebró, mirando a Travis— Si pedo. Mami... ¡Sí!

Travis me miró sin entender nada.

— Dice que, si puede, porque su mamá le dijo que sí — reí— no creas que es fácil comprender su lenguaje, es práctica, puedo entender la mayor parte de lo que dice.

Viéndola subir a la pequeña por detrás de su cabeza, pasando cada uno de sus piernas por sus hombros.

— Ok Megan, no te tires para atrás ¿De acuerdo? — Le dijo mi pelinegro— yo te sujetaré en todo momento.

Tomando sus piernas, viendo a Megan apoyar ambas manos en su cabello.

Se ven muy divertidos y... es una imagen que me gustaría ver siempre.

— ¿Qué pasa?

Preguntó mi chico, sonriendo.

— Nada... es que... me gusta cómo se ven así.

Admití, sonrojada.

— ¿Y si nos hacemos unas fotos? Jack ¿Podrías tomarlas?

El rostro de Travis se iluminó.

— Claro, yo lo hago.

Dijo mi hermano, quitándome el móvil de las manos.

— Ponte junto a ellos, Lu — Dijo— Les haré muchas fotos.

Travis tiró de mi mano para colocarnos juntos.

La primera fotografía fue de ambos bien pegados uno al otro, Megan sonreía amplia en su cabeza. La siguiente ambos nos besábamos, Megan tocaba el cabello de ambos, luego hicimos caras graciosas, en la siguiente, Travis cargó a Megan en sus brazos mientras mi niña feliz se colgaba de su cuello.

¿Habrá un futuro en el que los tres seamos una familia?

— Espera un poco, debo contestar.

Dijo entre risas, cargando a Megan con una mano, contestando con la otra, llevando el móvil a su oreja.

— Silencio, mi cielo — le dije en susurro a Megan— Jugaremos a los ratoncitos, silenciosos... shh...

Cubrió su boca con ambas manos, riendo por lo bajo.

Adorable.

— Espera ¿Qué? ¿Cómo que no lo pueden encontrar?

Me entregó a Megan, deslizando los dedos por su cabello.

— ¿Y a quien tenía yo vigilándolo? ¿Estás eligiendo bandos? Porque bien sabes que puedo matarte si se me da la gana ¿Lo entiendes?

Me miró de reojo con preocupación, algo estaba pasando.

— Encuentra a mi padre. Si cruza al territorio de Los Diablos, tu cabeza será la que cortaré en cuanto regrese.

Eso fue suficiente para que mi mundo comenzara a girar violentamente otra vez.








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BUENAS BUENAS MIS AMOREEEES

ADORO VER A LUCIA FELIZ, DISFRUTANDO DE SU HIJA, DE SU VIDA EN FAMILIA

VIVIENDO LA NORMALIDAD DE MEXICO, DISFRUTANDO DE LOS PEQUEÑOS PLACERES DE LA VIDA

ME GUSTA QUE TRAVIS TRATE A JACK COMO UNA PERSONA GRANDE Y LE EXPLIQUE LAS RAZONES TRAS SU EXTRAÑO COMPORTAMIENTO

Y LA DETERMINACIÓN DE JACK? ÉL ESTÁ DECIDIDO A SER PARTE DE LOS DIABLOS, ES QUE ESTE NIÑO VA A SER LITERAL UNA BOMBA DE TIEMPO Y UNA MAQUINA MORTAL, SE ESTÁ PREPARANDO DESDE PEQUEÑO PARA SER PARTICIPE DE ELLO

AAAAH!!! JACK VA A SER TODO UN BOMBÓN CUANDO CREZCA

Y LAS FOTOS QUE SE ESTABAN TOMANDO? FUE TAN ROMANTICOOOOOO

PERO EL PUTO DE TRAVIS PADRE SE PERDIÓ JODER, NADIE SABE DÓNDE ESTÁ ¿Y AHORA QUÉ?

¿ALGUIEN PUEDE DECIRME QUÉ JODER PASARÁ AHORA? 

MIEEEEERDAAAAAAAAA

LLAMEN A LA MIRACULOS, LLAMEN A CATNUAAAAIIIIIR

NOS LEEMOS PRONTO MIS AMORES

BESITOS EN LA COLAAA

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