Capítulo 33

TRAVIS

Cargué a Lucia directo a su cuarto, cerrando la puerta tras nosotros, suspirando, realmente no se me hacía nada tentador follarme a Lucia ebria, quizá si la llevo a la cama y me acurruco con ella se duerma.

— ¿Y bien?

Dijo Lucia.

Saltó al piso, observándome.

— ¿Y bien, qué?

Dije.

Pegando la espalda a la puerta, intentando retroceder, la forma en la que me mira me da miedo, siento que seré violado esta noche.

— Quítate la ropa, estamos aquí para tener sexo ¿No?

Levantó el brazo derecho, sujetó el borde inferior izquierdo de su top y tiró de este, descubriendo sus pechos.

Cerré los ojos y pensé en cosas feas, aun así, no funcionó, mi pene se puso duro al ver las tetas perfectas de Lucia, y sus pezones rosados erguido...

— Ay mierda...

Abriendo los ojos, observando a la Lucia coqueta que me observaba entre sus pestañas, luciendo muy segura su semi desnudez.

— Veo que ya te animaste — acercándose— ¿Quieres que te ayude?

Apoyando su mano en el frente de mi pantalón, apretando con la suficiente fuerza para hacerme gemir.

— Lucia...

Jadeando.

— Sí... cambia... cambia... — arrodillándose frente a mí— quiero que el sádico tú sea quien me folle — tirando de mis joggers hasta mis tobillos junto con mi bóxer, sujetando mi pene— Mmm... hace tanto tiempo que no me como uno de estos...

Lamiendo toda mi extensión, besando la punta.

Llevé mi mano a su cabello, mordiendo mi labio inferior, observando la imagen de ella tragándose mi pene rítmicamente sin bajar la mirada, estaba tentándome, quería que la cogiera sin cuidado.

Y yo quería hacerla llorar de placer...

— ¿Estás segura?

Pregunté.

Asintió aun con mi pene en la boca, haciendo eso que me mataba.

Mi pene estaba hasta su garganta, y Lucia hacía ese movimiento como si estuviese tragando, apretando mi pene cada vez que su mojada garganta se contraía... mierda...

Mierda... mierda... mierda...

Estoy por perder la cabeza.

— No lo pienses demasiado — Dijo— Sólo toma el control — apretando con su mano la que yo mantenía en su cabello— Hazme llorar de lo llena que me sienta, aquí... — deslizando las uñas por su garganta— Y aquí... — tocando su vagina sobre el short— Quiero sentirme muy llena, por eso vine contigo, cuando se trata del sexo, el tamaño sí importa, y tú no eres ninguna broma.

Deslizando la lengua por mi glande lentamente, en círculos, viendo como me contraía por las sensaciones que recorren mi cuerpo, y al mismo tiempo, su mano libre acariciaba mi muslo, deslizándola por mis oblicuos, abdomen, descendiendo otra vez.

— Lucia... ok, mañana nos arrepentiremos de esto.

Caí.

Tomé mi pene y lo guíe hacia su boca, viendo a Lucia abriendo bien para recibirlo. Lentamente penetré su húmeda cavidad, gimiendo del gusto, hace tanto tiempo que deseaba poder tocarla, besarla, amarla, poseerla, hacerla llorar de esta manera...

Enredé los dedos en su cabello, comenzando a mover las caderas cada vez más rápido, viendo como aparecía una protuberancia en su garganta cada vez que lo metía hasta el fondo, viendo los ojos llorosos de Lucia, escuchando sus intentos por aguantar las arcadas cuando lo mantenía ahí, sacándolo rápidamente después, viendo la forma apresurada en la que intentaba respirar, regalándome una sonrisa sádica y satisfecha, yendo directo a la acción otra vez, jugando con mis bolas, rasguñando mis muslos con sus cortas uñas, todo sin perder contacto visual, produciendo esos húmedos sonidos mientras colocaba una cara demasiado lasciva, lo que me llevó al mejor de los orgasmos, viendo a Lucia tragarlo todo, besando la punta de mi pene al final.

— Sigues siendo la misma chica sexy del pasado.

— Ahora soy peor ¿Sabes cuanto tiempo me he contenido? El sexo con chicas es ir al cielo, no te mentiré, pero contigo... — levantándose— Contigo me quemo, ardo de deseo y de placer, eso jamás se comparará con nada que haya hecho antes.

Me quité la camiseta, pateando la ropa en mis tobillos y las zapatillas, dando un paso al costado para liberarme de las molestas prendas, caminando hacia ella.

— Deja que te haga arder en el infierno otra vez ¿Querías al Travis sádico? Eso voy a darte, preciosa.

Desabrochando su short con premura, tirando de la tira hacia abajo, deslizándola por sus estilizadas piernas mientras ella pateaba las zapatillas en algún lugar de la habitación.

Sonrió con malicia y caminó hasta la cama, tomó asiento y separó las piernas a todo dar, quedando completamente expuesta.

— Quiero tu rostro justo aquí — lamiendo dos de sus dedos lentamente, llevándolos a su vagina— Quiero que uses esa bendita lengua y me hagas acabar.

Dijo.

Tragué grueso, sintiendo mi pene dolorosamente duro otra vez.

Lucia irradiaba sensualidad hoy.

— Todo lo que quieras, es tuyo.

Dije.

Recorriendo los escasos metros que nos separaban, me arrodillé frente a sus piernas, acercando mi rostro a la cara interna de sus muslos, acariciándola suavemente con mi nariz, regresando al inicio otra vez, justo al lado de su rodilla, repartiendo húmedos besos, primer en una pierna, luego en la otra, llevando mi pulgar a su clítoris, masajeando lentamente en círculos, apliqué un poco de presión y luego acaricié lentamente otra vez de arriba hacia abajo, escuchando los deliciosos gemidos de Lucia, quien me observaba detenidamente con ojos vidriosos y quijada apretada, levemente sonrojada por el alcohol y el placer.

No quise hacerla esperar por más, dijo que quería mi lengua y exactamente eso es lo que va a tener. Acerqué mi rostro a su sexo, depositando un beso en este, propinando una extensa lamida con mi lengua plana desde abajo hacia arriba, sintiendo su sabor dulzón, aquel que tanto extrañaba, era realmente oportuno que supiera exactamente cómo y dónde le gustaba, no la haría rogar hoy, la haría tocar el infierno, quería que se corriera con tanta fuerza que ni ebria podrá olvidar este polvo, debo hacer que me extrañe, que me anhele y acepte que aún me ama, debo convencerla de que sigo siendo suyo a pesar de todo.

Lamí su clítoris de abajo hacia arriba, succionando y ahuecando mis mejillas, sin detener el movimiento de mi lengua, eso la vuelve loca. Lucia intentó cerrar mis piernas, error, mi rostro estaba justo entre ellas, todo lo que consiguió es que mis lamidas fueran más duras y mis succiones más intensas, escucharla gemir era todo un placer para mí.

— Joder... Travis... me voy a correr... ya... ya no puedo más...

Enredando los dedos en mi cabello, moviendo las caderas mientras guiaba mi boca hacia su punto dulce, buscando su propio placer.

Siempre he dicho que hay que poner atención a este tipo de movimientos, porque nos está mostrando exactamente cómo le gusta, y luego podrás replicarlo.

No separé mi boca de su vagina mientras ella buscaba su propia liberación, usándome, es más, introduje uno de mis dedos, presionando hacia arriba, escuchando sus gemidos aumentar en volumen, tirando más fuerte de mi cabello, presionándome contra su vagina.

Apenas puse mi segundo dedo dentro, se corrió, ese no fue impedimento para detener el movimiento de estos en su interior, escuchando el húmedo sonido que producía, mezclándose con sus dulces sonidos y bajas maldiciones mientras su cuerpo se contrae y sus piernas se tensan.

No le di tiempo de componerse cuando tomé uno de los preservativos, lo abrí y deslicé por mi pene y lentamente la penetré, haciendo contacto visual con ella en todo momento mientras llevaba esos dos dedos que estuvieron dentro de ella hace unos segundos, lamiéndolos lentamente, entre ellos, por delante y por detrás, metiéndolos por completo dentro de mi boca, viéndola mordisquear su labio inferior, atrapando las sabanas bajo sus puños, moviendo sus caderas, invitándome a llegar más profundo y volverla loca.

— Deliciosa...

Dije.

Sujetando sus caderas, comenzando a moverme lento y fuerte, luego rápido y duro, escuchando los lascivos sonidos que producen nuestros cuerpos al chocar mientras Lucia clava sus dedos en mis brazos, respirando rápido y profundo, observándome mientras atrapa esos deliciosos labios entre sus dientes con tal fuerza que terminó lastimándose.

— Bésame, joder, bésame.

Dijo.

Tiró de mi cabello, acercando mi boca a la suya, introduciendo su lengua en mi cavidad, acariciando mi lengua con la suya, enrollándolas y luego soltándome para mordisquear mi labio inferior, lamer y volver a meterme la lengua, todo sin dejar de mecer sus caderas y clavarme las uñas, completamente entregada al placer.

No sentía hace mucho tiempo este tipo de placer, esta emoción de sentirse caliente y enamorado al mismo tiempo, por lo que no tardé en correrme sin detener mi movimiento, sintiendo como la vagina de Lucia me apresaba mientras ella llevaba la cabeza hacia atrás, disfrutando de su propio orgasmo.

Salí de ella quitándome el preservativo, anudé la punta y lo tiré a la papelera, tomando otro, lo abrí y lo deslicé por mi pene otra vez, listo para la acción, ver a Lucia desnuda lo tenía muy despierto y activo.

— Lo haré como te gusta —Volteándola— adoro este trasero...

Dándole una nalgada, viendo su cuerpo contraerse de la impresión. Acerqué mi rostro a la zona que comenzaba a tornarse enrojecida y con la forma de mi mano, deposité un beso y luego lo mordí, succioné y chupé, escuchando los gemidos en protesta de mi chica.

Lentamente me alejé, viendo mi obra de arte, un bonito chupón con mis dientes en él, este no se borraría en días, quería que me recordara ya sea por días o semanas, que fue mía otra vez, que nuestra compatibilidad no podría encontrarla con nadie más, y que sigo siendo suyo, tal y como el primer día.

Levanté su trasero, separé sus piernas y empujé su espalda hacia abajo, viendo a Lucia apoyar el pecho en el colchón junto con el rostro, los brazos inertes a ambos lados, ladeo levemente el rostro, y me observó.

— ¿Qué esperas? Tenemos diez preservativos, rápido — moviendo las caderas— mételo dentro... mételo...

Claro que le di en el gusto, sujeté sus caderas y la penetré de un golpe, sin darle tiempo ni siquiera para pensar, penetrándola fuerte y rápido, sintiendo como se corría una y otra vez, las piernas le temblaban, sus pechos duros y erguidos, su rostro cargado de placer, sus gemidos...

Dios...

Amo esto.

Lo amo, lo amo...

El siguiente preservativo lo utilizamos mientras Lucia apoyaba ambas manos en la pared y levantaba el culo.

El siguiente en la misma pared, mientras la cargaba y apoyaba su espalda en esta, yendo más profundo de lo que había ido en mi vida.

El siguiente sobre el mesón en la cocina, clavando mis dedos en esos deliciosos muslos mientras la penetraba como a ella le gustaba.

El siguiente en el sofá, Lucía decidió entregarme su bonito culo, pobre de él.

El siguiente contra la puerta, intentaba distraerla, aún estaba ebria y estaba decidida a ir al cuarto de sus padres para pedirles más preservativos, el señor Luca me mataría si sabe todo lo que estoy haciéndole a su hija.

El siguiente en la ducha, necesitábamos refrescarnos, peligroso, sí, pero nada mejor que su cuerpo suave y mojado contra el mío, haciéndolo lento y dulce mientras nuestras lenguas se entrelazaban.

El siguiente en la cama, mientras Lucia me montaba, apoyando sus bonitas manos en mi pecho, mientras las mías descansaban en sus caderas, ayudándola a subir y bajar.

El siguiente... yo ya no podía más, pero el monstruo sexual que tengo encima no me permitió parar. Al menos con eso fue suficiente para que ambos termináramos completamente rendidos entre las sabanas...

Besé su hombro, la cubrí con las mantas, pegándome completamente a su espalda, rodeando su cintura con ambos brazos.

Disfrutaría lo que queda de noche antes de que ella vuelva a odiarme.

Cuando su respiración se hizo lenta y pausada, aferrándose con fuerza a mi cuerpo... solo entonces, me dormí.











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BUENAS BUENAS MIS AMOREEEES

YO LES DIJE QUE ESTE CAPITULO SERIA DE ESOS QUE SE LEEN CON UNA SOLA MANO JAJAJAJAJA

LUCIA EL DEMONIO SEXUAL ATRACANDO A TRAVIS JAJAJAJA INSISTO QUE AMO SU VERSIÓN BORRACHA

Y LUEGO... MAMADAAAAS, LLEVE SUS MAMADAAAAS

Y TRAVIS TERMINÓ CAYENDO EN LA TENTACIÓN DE LA HIJA DEL DIABLO

LUEGO TRAVIS LE DEVOLVIÓ EL FAVOR

UUUUF

ESTOS DOS LITERAL SE QUEMAN SOLITOS, AMOOO

Y OCUPARON LOS DIEZ PRESERVATIVOS JAJAJAJAJA

LUCIA CUMPLE LO QUE DICE

Y LA LOCA QUERÍA IR A PEDIRLE MÁS A SU PAPÁ JAJAJAJAJA LUCA DEBE SEGUIR DESPIERTO PENSANDO EN LO QUE ESTÁ PASANDO EN LA HABITACIÓN CONTIGUA

ACURRUCADOS Y AUN AMANDOSE, PERO... ¿HASTA CUANDO?

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO MIS AMORES

BESITOS EN LA COLAAA

QUE TENGAN EXCELENTE FIN DE SEMANA

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