Capítulo 24

Las cosas comenzaron a ponerse algo calientes en la primera planta, Jacob no dejaba de toquetear el cuerpo de Travis para excitarlo, tirando de sus pezones bajo la camiseta, apretándole el paquete sobre el pantalón, o jalándolo de estos mismos para frotarse con él, mientras mi pelinegro apretaba la quijada intentando no emitir gemidos, aunque todos sabemos que importa una mierda eso, todo el juego previo comienza aquí y termina en la planta superior, sin ropa, sudados y enredados con el cuerpo contrario.

El contraste entre ellos dos era... exquisito, no hay que olvidar que Jay Jay era rubio, muy rubio, natural, y luego estaba mi pelinegro de hoyuelos sexys, desorientado y con esa mirada oscura llena de deseo, deseaba más contacto con el rubio frente a él, y mierda, eso me tenía con el corazón a mil.

- Vamos a subir.

Dije mirando a Harry, dejando de manosearlo, ya estaba lo suficientemente duro y probablemente sólo le estoy provocando dolor.

- Mi cuarto.

Asintió el castaño.

- Hecho.

Empujando a ambos chicos frente a nosotros directo a las escaleras, llevando una botella de vodka con nosotros, parando cada cierta cantidad de escalones para unos besos locos o un par de apretones en zonas indecorosas, intercambiando parejas para no hacer esto monótono o demostrar preferencias.

- Tanta prisa que tienen ustedes dos ¿Nadie les dijo que el juego previo es importante?

Carcajeó Jay Jay, caminando directo al mini refrigerador para tomar el chocolate.

- Sí, como digas - dije, empujando a Travis contra la puerta- Demasiada ropa abajo - quitándome la camiseta- Necesito acción.

Enredé mis dedos en su cabello, jalando para que quedara a mi altura, yendo por esos deliciosos labios rojos e inflamados, chupando, succionando y deslizando mi lengua en su interior, gimiendo del gusto.

- Ay... no me dejen fuera, yo también quiero mimos.

Dijo Harry.

Segundos después, sin camiseta, se pegó a mi espalda, repartiendo besos por mis hombros, deslizando sus hábiles manos por mi cintura, abdomen, atrapando mis pechos por sobre el deportivo, masajeándolos con rudeza y luego con dulzura, sin dejar de succionar, mordisquear y besar la piel a su alcance.

- Mmgh... - gemí del gusto, dejando de besar a Travis, ladeando la cabeza para darle mayor acceso a Harry, sin dejar de observar al pelinegro- Harry... creo que Travis tiene un gran problema...

Estirando mis manos hasta desabrochar su pantalón, liberando su duro pene con el glande brillante por el liquido pre seminal que escurría de él.

- Amiga, deja que yo lo solucione...

Dejó de atender mi cuerpo, arrodillándose frente al pelinegro, tomando su pene y guiándolo directo a su boca, ahuecando las mejillas cada vez que succionaba. La respiración de Travis se hizo más profunda, jadeaba con los labios entreabierta, soltando pequeños gemidos cada tanto, enredando sus dedos en el cabello del castaño y la otra apoyada en la puerta, completamente extasiado.

- Lu ¿Por qué no me das atención a mí también?

Dijo Jay, con los ojos brillantes de lujuria, masturbándose.

- Estaba esperando que dejaras el chocolate para hacer justamente eso.

Arrodillándome sin dudar, pegando mi espalda a Harry, tomé el pene de Jacob con mi diestra, moviéndola hacia arriba y hacia abajo, conectando miradas con él, luego me lo metí en la boca, usando la lengua para darle placer a su piel sensible, sintiendo su pene palpitar dentro de mi garganta mientras lo metía y lo sacaba.

- Mierda... no creí que la vista fuera tan buena...

Travis jaló de Jacob y comenzó a besarlo con rudeza, ese único movimiento hizo que tanto Harry como yo casi nos atragantáramos, el espacio entre ellos dos no era demasiado y como estábamos espalda con espalda no podíamos sacar más de la mitad de sus penes de nuestras bocas.

Tuve que hacer malabares para respirar por la nariz y seguir con la mamada, y les diré que no es nada fácil cuando estás agitada, caliente y vestida de cintura para abajo, todo lo que quería era tocarme y autosatisfacerme.

Te doy un dato inútil: tocar un glande se siente exactamente igual que tocar la piel bajo la lengua, igual de liso, igual de... mojado.

Si tu madre pregunta cómo lo sabes, yo no fui, fue Google.

El pene de Jay se hinchó antes de correrse, metiendo su pene por completo a mi garganta, por lo que tragué todo lo que tenía para darme. Cuando se separó, un hilillo de saliva y semen nos unía, una imagen realmente caliente...

Un tanto desorientada, ladeé la cabeza, viendo el monitor que solté en el piso a mi lado, Megan seguía bien dormida, su pecho subía y bajaba con normalidad. Sigue durmiendo mi amor.

Con piernas temblorosas me puse en pie, tomé el monitor y lo dejé en la mesa de noche para poder estar al pendiente.

Caminé hasta el chocolate, viendo que ya se había derretido, Jay llegó a mi lado, besó mi hombro y me ayudó a ponerlos en los bowls para que se enfriaran un poco antes de ocuparlos.

Miré tras de mí, viendo a Travis terminar en la boca de Harry, mientras mi amigo se masturbaba con rapidez, acabando directo en el piso.

- No sé tú, pero yo quiero follarme a ambos.

Le dije a Jay, quitándome el top.

- Yo voy a comenzar por ti, amiga - dijo sonriente, comenzando a desnudarse- ¿Alguna zona no permitida?

Me desnudé al mismo tiempo, viendo sus piernas largas, bien trabajadas y los tatuajes que recorrían su cuerpo.

- Todo permitido.

Tomando asiento en la cama.

- Entonces, hasta el fondo, bonita, que te voy a devorar.

Me recosté en el centro de la cama, viendo a Jay acercarse con el chocolate blanco, fue todo un detalle que no se detuviera a observar con lastima los moretones que me recorren aún, dudo mucho que se vayan en algún tiempo, aún están cambiando de color. Se sintió bien cuando mi amigo besó cada una de esas marcas, borrando recuerdos feos, grabando otros divertidos, llenos de placer, derramando de ese chocolate sobre mis tetas, lamiendo mis pezones, succionando, mordisqueando, deslizando su lengua por alrededor de ellos, llevándome al paraíso.

- No pienso quedarme afuera - Dijo Travis, separando mis piernas- ¿Puedo?

Acariciando mis muslos.

- ¿Cuándo ha sido necesario que pidas permiso?

Separando más mis piernas a modo de invitación.

- Entonces... - besando mi rodilla- Buen provecho.

Antes de poder analizar lo que eso significaba, Travis acercó su rostro a mi entrepierna, lamiendo todo mi sexo, gemí del gusto, arqueé la espalda, apretando las sabanas bajo mi peso.

Travis no sólo estaba haciendo trabajar su lengua sobre mi clítoris, succionando, raspando delicadamente con sus dientes, acarició con sus dedos mi entrada, introduciendo dos de ellos, moviéndolos rítmicamente golpeando ese punto dulce que me hace ver estrellas, todo eso mientras Jay no dejaba de poner chocolate sobre mi cuerpo, dándome atención, mientras Harry se ponía tras él, besando su espalda con mimo, penetrándolo lentamente.

- Mierda...

Apreté los dientes cuando cambió los dedos por su pene, utilizando estos dos para masajear mi clítoris en círculos, pronto iba a llegar al orgasmo, estaba siendo sobre estimulada.

- Me puse el preservativo, así que no hay problema - enredando sus dedos en mis caderas, penetrándome cada vez más fuerte- Joder Lucia... se siente tan bien...

Sonreí de lado.

Travis es malditamente respetuoso, eso me encanta.

La noche estuvo un poco loca, en cierto punto, estaba siendo doblemente penetrada mientras le hacía un oral a Harry, luego bebimos un poco para remojar la garganta, cosa que no era mi problema porque la había remojado bastante, y continuamos untando los cuerpos del resto con chocolate, sin dejar ni un solo lugar sin lamer, y en cierto punto, era Harry quien montaba a Travis, luego pestañe, y el pelinegro tenía encima a Jacob...

Una locura, fue una locura...

Cinco treinta de la mañana estábamos tomando un baño dispuestos a ir a dormir, completamente muertos y satisfechos.

- Iré a dormir al cuarto, Megan debe estar por despertar para su leche.

Caminando en silencio por el pasillo, hablando a mis amigos.

- No... Lucía... no... - Jacob se negó- ¿Por qué no dormimos juntos? Nuestra cama siempre ha sido grande porque debe caer mucha gente para las fiestas de chocolate, caemos los cuatro acostados y sigue sobrando espacio.

- Durmamos juntos, como en los viejos tiempos.

Complementó Harry.

Miré a Travis.

- Yo preparo la leche, tú dime cómo, iré a poner la tetera abajo, ve por la niña mientras, los chicos cambian las sabanas y nos vamos a dormir ¿Qué dices?

Suspiré.

- Es un trato, a moverse.

Travis y yo fuimos a su cuarto, Harry y Jacob al suyo, Megan seguía profundamente dormida, nosotros aun íbamos en toalla.

- ¿Me prestas ropa interior? Mi ropa quedó con chocolate.

Dije.

- Claro - caminando hacia su closet- camiseta también ¿Quieres calcetines? Las noches están algo frías ya.

Revisando su ropa para prestarme.

- Sí, calcetines también, por favor, los más largos que tengas.

Quitándome la toalla.

- Listo, todo está aquí - entregándome lo que le pedí- si te da frío o necesitas otra cosa, avísame, mi ropa es toda tuya.

Sonreí, parándome en la punta de mis dedos para besar sus labios.

- Te quiero, Travis, gracias.

Sonriendo como boba.

Puedo decir que volví a ser feliz, y lo que viví con su padre fue sólo una horrible pesadilla.

- Yo también te quiero, bonita - acariciando mi mejilla- iré a hacer la leche de Megan ¿Cómo le gusta?

Reí.

Literalmente parecíamos una pareja con una recién nacida en común, aprendiendo a ser padres.

Le di todos los detalles de cómo le gustaba la leche a Megan mientras me vestía, entre eso, la pequeña comenzó a quejarse, había despertado, literalmente ella es un reloj.

Mientras Travis le preparaba el biberón, cambié su pañal, le hice mimos y la cargué yendo directo al cuarto con mis amigos que ya tenían el cuarto completamente ordenado, como si ahí no hubiese pasado nada.

- Que hermosa niña, joder, igual que su mamá - dijo Harry- ¿Puedo cargarla?

Bailando de forma graciosa con los brazos estirados hacia la bebé.

- Claro que sí, cuidado con su cabeza.

Harry la tomó con seguridad, acomodando la cabeza de la pequeña en su brazo, moviéndose con lentitud para mecerla, viéndola con detenimiento.

- Que bien se porta, yo creí que iba a llorar.

Dijo emocionado.

- Mi bebé sabe quienes son su familia, ella estaba destinada a ser un Diablo.

Viendo a Jay rodear la cintura de su novio, apoyando la mejilla en su hombro para ver a la bebé.

- Hola Megan, somos tus padrinos - Dijo animado- Cuando seas más grande te enseñaremos a andar en bicicleta para que nos sigas con las motos, o te amarraremos a esta, no me hago responsable si se te cae un diente, pero te aviso que el ratoncito de los dientes deja dinero por ellos, así que cuando ya te salgan y tengas conciencia de ellos, cae accidentalmente de las escaleras o choca con las puertas, nunca falta.

Reí.

Le estaba hablando un montón de estupideces, pero le estaba hablando estupideces en la que ellos dos se involucraban en su vida y joder... nada me haría más feliz que tenerlos en mi vida por años y años, hasta que uno de nosotros estire la pata primero.

Un diablo es para siempre diablo.

Travis llegó con la leche minutos después, probé que su temperatura fuese correcta y dejé que Jay se la diera, mientras seguía contándole a la pequeña lo que harían juntos en el transcurso de los años, era muy divertido de escuchar.

Fue Travis quien le sacó los gases a la niña, se le veía complicado con un ser tan pequeñito entre sus brazos, pero... se sentía bien no hacer nada sola.

Sería maravilloso si las cosas siempre fueran así.

Estábamos tan agotados, que terminamos recostándonos en la cama, cubriéndonos con las mantas, hacía frío. Megan estaba un poco inquieta, la única manera en la que pudo dormirse fue colocándola sobre mi pecho, le gusta sentir mis latidos.

Y de esa manera... nos dormimos.

***

La puerta se abrió de golpe, chocando con la pared al interior del cuarto, eso nos hizo despertar a todos, incluida a Megan, quien comenzó a quejarse por la interrupción.

- Harry, Jacob ¿Han visto a mi hija? No la encuentro por ninguna... parte...

Moví lentamente mi cabeza siguiendo el sonido de esa voz.

- Miren quien está aquí.

Viendo a papá mientras me sentaba en la cama con Megan encima, dándole leves golpecitos en su trasero para calmarla, se había enojado por la interrupción y estaba refunfuñando.

- Vístete. Nos vamos.

Reí sin gracia.

- No voy a volver a casa, y eso no es una disculpa.

Rodó los ojos, metiendo ambas manos en los bolsillos, tras él, mamá, cruzada de brazos, sonreía.

- ¿Se puede saber qué haces en la cama con ellos tres?

Señaló a un muy dormido Harry abrazándome desde la cintura, un Jay algo desorientado aún, y a Travis, observándolo con pánico.

- Fiesta de chocolate.

Expliqué, encogiéndome de hombros.

- Ay, mierda... yo no aprendo - Dijo desordenando su cabello- No debería preguntar...

- Ya vete a tu casa, Don "Haces lo que yo digo y punto".

Dio un paso más cerca de la cama, apretó los puños y miró en otra dirección.

- Ya. Tienes razón. Se me pasó la mano, deja de lloriquear, lo siento.

Mis tíos estaban junto a mamá, se partían de la risa mientras cubrían su boca con las manos.

- Eso no suena a algo sincero para mí - lo iba a joder lo más posible por lo mal que me hizo sentir- mamá te obligo ¿no es así?

Se cruzó de brazos y no dijo nada.

- Lucia, vamos a ir a buscar una casa - dijo mamá al ver que papá no respondía- Te ayudaremos en todo con tus tíos, yo le dije a tu papá que no querrías volver a casa, se comportó como un idiota.

- Está bien mamá, dame unos minutos y salgo. Harry ¿Mi ropa está en el mismo cajón de siempre?

Se quedó dormido otra vez...

- Sí, Lu - respondió su novio- Dónde siempre, bragas, sujetador, todo.

- Gracias Jay, como siempre, un encanto.

Le di la bebé a Travis y bajé de la cama, estirándome, me dolía el cuerpo de buena manera por toda la actividad de la noche.

- ¿Le cambio el pañal mientras?

Preguntó el pelinegro.

- Está bien, y hay que cambiarle de ropa también, está con pijama.

- ¡Yo le ayudo! - Dijo Tío Oren- Tiempo de calidad tío y sobrina.

Celebró, quitándole a la bebé al pelinegro, que sólo lo siguió hasta su cuarto.

- ¿Tienes pensado dónde quieres vivir? Sector, quiero decir.

Dijo mamá, entrando al cuarto, ambas ignorando por completo a la pareja que volvió a acurrucarse para dormir, completamente ajenos a nosotros.

- Me da igual mientras sea en el territorio de Los Diablos, lejos de esos malditos ángeles.

Buscando lo que me pondría.

- Bien, tengo algunos lugares en la mira, vinimos en auto, así podrás llevar a la bebé de forma segura, también...

- No será necesario.

Dijo papá acercándose.

- ¿Qué no será necesario?

Mirándolo mal.

Si estaba hablando de Megan otra vez, le caería la gorda.

- Compré una casa para ti esta mañana, no podía dormir anoche así que me puse a buscar. siete habitaciones, patio trasero amplio con juegos infantiles, incluida una casa en el árbol. Está amoblada, la compré por remate, así que sólo tienes que darle tu toque y llevar tus cosas, yo... no sé de que otra forma pedir disculpas y que suene sincero, realmente siento que la niña... puede dificultarte las cosas - al menos está cambiando el discurso- Pero Jessa no tuvo problemas contigo y nunca se arrepintió de ello, supongo que tú también sentiste esa conexión mística lunar que las mujeres sienten - suspiró acercándose- Hija, no quise decir todo lo que dije ayer, no me di cuenta de lo que tuvo que haberte dolido hasta que... tu mamá me amenazó y tu tío Oren me extorsionó, yo... tú eres mi bebita ¿Por qué una bebé tendría otra bebé? No lo entiendo...

Ese era su problema, él aún me ve como su bebita.

Suspiré.

- Papá, yo te quiero mucho ¿De acuerdo? Pero en ocasiones tienes tan poco tacto que me sorprende que puedas tener corazón, anoche me dolió horrible lo que dijiste, y sí, dilo como quieras, tengo esa conexión lunar y no sé qué más con Megan, es mi hija, yo soy su mamá, y ayer fíjate que no tuve problemas para tener la mejor fiesta de chocolate de todas teniéndola a ella, porque Megan tiene horarios, como todos los bebés ¿O no recuerdas a Jack? Tienen horario para comer, horario para dormir, llorar sólo cuando algo va mal ¿Qué problemas me va a dar? Estuve pendiente del monitor toda la noche y despertó a las seis de la mañana como cada noche.

- Yo... bueno... si es tu decisión hacerte cargo de ella, quiero que sepas que puedes contar conmigo siempre, y con tu mamá claro. Por cierto... la casa es la que está junto a la nuestra, te compré un auto, entre más cerca estés, mejor, peor supongo que querrás tu espacio ahora.

Rascando su nuca con nerviosismo.

Así es papá, la caga y luego intenta arreglarlo con grandes gestos.

Como esa vez que llegó con todo el merch de Paw Patrol cuando por primera vez intentó acercarse sinceramente a mí, luego de enterarse que era su hija.

- Mira, acepto la casa y el auto, pero lo acepto ofendidísima, que quede claro - sonriendo, no hablaba en serio- Y como penitencia, tendrás que pasar tiempo de calidad con tu nieta.

Le tembló la ceja.

- Jess... tu hija me está haciendo sentir viejo.

Haciendo sus berrinches que no se permitía delante de nadie más que nosotras.

- Tú ya no tienes veinte - respondió mi madre- Madura.

Dejando esa postura rígida, al parecer, también lo perdonó.

- Entonces ¿Vamos a ver tu casa? Ordena las cosas que trajiste mientras, iré a visitar a Nick para tatuarlo, le haré un par de preguntas también.

- Sin violencia.

Señalándolo.

- No le voy a hacer nada, llorona.

- No confío en ti, Diablo.

Papá me dedicó una sonrisa y se acercó para besar mi coronilla.

- Pues haces bien, nunca confíes en el Diablo.

Con la misma sonrisa relajada, dejó el cuarto, sólo entonces comencé a vestirme, tenía un día ocupado por delante.





+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

BUENAS BUENAS MIS AMOREEEEES

TRAJE UN NUEVO CAPITULO BIEN SABROSOOOOOOOO

YA ADMITANLO, A MÍ ESTO ME PASÓ COMO PELICULA EN LA CABEZA Y HASTA SE ME ANTOJO

YO RE VIVO LAS HISTORIAS COMO SABRÁN JAJAJAJAJA

HARRY Y JACOB LITERAL SON TODO LO QUE ESTÁ BIEN EN ESTA VIDA, PARA MÍ QUE TRAVIS OLVIDÓ HASTA SU NOMBRE CUANDO EL CASTAÑO SE LE ARRODILLÓ

A LA MIEEEERRRDAAAAA QUIERO AMIGOS ASIIIII

QUIERO UNA FIESTA DE CHOCOLATE ¿ES MUCHO PEDIR?

AL FINAL, LUCA NO ES EL QUE MANDA Y JESS LO DEJÓ PENSANDO JAJAJAJA LE TIENE TANTO MIEDO A SU ESPOSA QUE HASTA LE COMPRÓ UNA CASA A LA BENDICIÓN A MODO DE DISCULPAS

AY DIOS... LUCA ES TAN SUMISO CUANDO SE TRATA DE SU ESPOSA JAJAJAJAJA ME ENCANTA

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULOOOO

PD: VIERON CUANTAS VISITAS TIENE "LA TENTACIÓN DEL DIABLO" ESTOY RE SORPRENDIDA

SI LLEGAMOS AL MILLÓN, PIENSO HACER OTRO ESPECIAL DE LO QUE QUIERAN

BESITOS EN LA COLA PARA TODAS

GRACIAS POR SIEMPRE ESTAR AQUÍ, POR COMPARTIR, POR COMENTAR, YO LAS RE AMO

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top