Capítulo 22

Harry me ayudó a ponerme de pie, luego de derribarme y llorarme encima, completamente horrorizado por mi apariencia, sé lo mal que me veo, no es necesario que se me quede viendo así.

— ¿Fue ese hijo de puta?

Preguntó.

No respondí.

— Mierda, Lucía — Jacob se acercó— ¿Ese hijo de puta te lastimó?

— Estoy bien chicos, estoy bien, sólo... no hablemos de eso, no me gusta — dando un paso atrás— Quiero presentarles a dos personas.

Con ambas manos atrás, retrocediendo hasta la camioneta, todos los chicos de la casa se acercaron ¿Dónde está Travis? Creí que estaría aquí...

— ¿Dos personas? ¿Quiénes?

Preguntó Harry.

— Sí ¿Quiénes? — Dijo Jacob— ¿Y por qué pasaste aquí primero? Tu papá mataría por verte ahora.

— Eso es porque necesito que se reúnan Los Diablos, tengo a alguien que quiero reclutar.

Abriendo la puerta trasera de la camioneta, tomando la silla de Megan.

— ¿Quién es ese alguien?

Jinx se acercó.

— Ya lo verán — mirando hacia el interior— Nick, todo está bien, vamos.

Un nervioso Nick bajó del auto, colocándose tras de mí, los ojos de los chicos frente a mí viajaron directo a su brazo derecho dónde el ángel caído descansaba.

— Es un puto ángel.

Dijo Harry, sacando su navaja.

Mierda.

— Alto ahí, guapo, alto ahí — interfiriendo— Nick es como Travis, mala familia, obligado a vivir en ese ambiente, se escapó conmigo, me ha ayudado todo este tiempo, así que no lo lastimes, es de los buenos, le pediré a papá que lo tatúe, se quedará en la casa hermana mientras tanto.

Lo miró con desconfianza, pero de todas maneras guardó la navaja.

— Dejemos las peleas, por favor — Jacob suspiró— Mejor enfoquémonos en lo que traes en esa sillita ¿Puedo descubrirla? Me encantan los bebés, quiero verla.

Sonreí.

Por fin alguien se percataba de que tenía un bebé.

— Chicos, les presento a Megan Landon — colocando la silla sobre los brazos de Nick, cargando a la bebé que dormía plácidamente— Mi hija, la adopté legalmente, por eso escapé, ya es mía y no me quedaría a soportar un infierno de gratis.

La casa se iluminó de pronto gracias al montón de motocicletas que comenzaron a llegar a la casa hermana, entre ellas, el monstruo de papá, la reconocería en cualquier parte.

Cuando por fin llegó, pateó el soporte de la moto y caminó hacia mí lentamente, observándome dolido.

— Nick, sostenla un momento.

Dándole a la niña.

— Claro, guapa.

Miré a mi papá otra vez y corrí hacia él, abrazándolo con fuerza.

— Te dije que iba a estar todo bien — sintiéndome aliviada por fin, estando en los seguros brazos de papá— te prometí que regresaría a casa.

Papá estaba temblando.

— ¡Lucia! — esa era mamá— Ay mi niña... mi pequeña...

Uniéndose al abrazo.

— Estoy bien mamá, estoy bien — intentando no llorar, no quiero preocuparlos— perdón por hacer que te preocupes, perdón por hacer... que veas eso...

— Ese cerdo tiene que pagar, va a pagar — dijo mi madre con odio— por poner... las manos encima a mi niñita...

La abracé con fuerza, dejándola llorar en mi hombro todo lo que quiso mientras papá nos abrazaba a ambas.

— Estoy bien mamá, yo... los golpes se irán en un tiempo, fuera de eso... estoy bien.

Mi labio tembló.

No puedo llorar.

No puedo llorar.

No puedo llorar.

— Lucía, estás temblando — levanté la cabeza para mirar a papá— ¿Tienes frío? — negué— no tienes que fingir estar bien para tranquilizarnos a nosotros, se te permite sentir, sufrir y llorar, no es fácil vivir lo que viviste, tampoco es fácil superarlo, tu madre y yo sabemos lo que se siente estar en tu lugar y...

Mi labio tembló con mayor intensidad.

— P-pero si yo me muestro débil... mi mamá...

Mi progenitora levantó la cabeza, sujetando mi rostro con ambas manos.

— Yo sufro por ti, mi niña, lloro por ti, si tú no estás bien, yo tampoco, y si estás bien, yo estaré mejor, porque mi prioridad eres tú y tu hermano, ustedes son lo más valioso que tengo, y me siento culpable por permitir que algo así te sucediera, estando yo ahí para poder salvarte... y no pude.

— Mamá no es tu culpa — la primera lagrima se derramo— Yo decidí ir, por la bebé, quería salvarla de una vida sin decisiones propias ni felicidad — otra lagrima— Estoy bien, te lo prometo, estaré mejor, soy una mujer fuerte, ustedes me vieron, Travis padre no puede conmigo, se desespera.

Sonriendo.

— Lucia... mi princesita — a papá se le quebró la voz— No tienes que seguir mi mal ejemplo y cuidar tu reputación, vi tu miedo, te vi intentando calmarme a mí, tú eres la hija, yo el padre, yo tengo la obligación de cuidarte y no lo hice, yo tengo que pedirte disculpas a ti, tú no tienes que aparentar ser fuerte, puedes permitirte llorar, papi no volverá a dejar que te lastimen.

Miré a papá y aguante... aguante... aguante...

— ¡Papá! — lanzándome a sus brazos— papá... tuve mucho miedo... ese hijo de puta es un enfermo... — mamá y papá me abrazaron con fuerza— comenzó a drogarme desde la segunda visita porque dijo que era muy aburrida porque no decía nada, y él... él... me pegaba tanto... nunca nadie me trató así de mal... papá... no quiero que vuelva a llevarme...

Escuché a papá sollozar en silencio en mi cabeza, nadie dijo nada, nadie hizo ningún comentario, esta era una instancia para esto, literalmente estaba destruida.

— Lucia... creo que tiene hambre...

Nick.

La voz de Nick.

En algún punto de esto, dejé de escuchar a mi alrededor, pero mi bebé comenzó a llorar, mi deber me llamaba, debo ser fuerte.

Solté a mis padres, sequé mis lagrimas y me abrí paso entre la gente para ir con Nick, Megan estaba llorando.

— El termo con agua caliente está en el bolso ¿Se la puedes preparar?

Secando las lágrimas que seguían cayendo.

— Claro, yo lo hago, dame un momento.

Rápidamente puso la leche y el agua, probando la temperatura, estando en la temperatura optima, me la entregó, la batí y comencé a dársela.

— Ya, cariño, todo está bien, estoy aquí contigo.

Meciéndola con cuidado mientras la alimentaba.

— Lucia ¿Qué vas a hacer con esa bebé? Tienes que devolverla o buscarle una familia.

Dijo papá, acercándose.

Levanté la cabeza lentamente, mirándolo mal.

— La adopté legalmente, Megan no irá a ninguna parte.

Su rostro se desfiguró, dejó de verme con lastima y ahora me miraba con molestia.

— ¿Te das cuenta de que no es tuya? No necesitas cagarte la vida con una mocosa que no necesitas. Deshazte de ese bebé, envíalo a un hogar de menores, qué se yo. Pero no quiero a ese bebé en casa. No quiero llantos, no quiero pañales, no quiero esas comidas de bebés que huelen a mierda, no la quiero ahí.

Megan comenzó a llorar asustada al escuchar a papá alzar la voz.

— ¿Así comenzaste a gritarle a mamá cuando te enteraste que estaba embarazada de mí?

Su rostro se puso rojo de la ira.

— No mezcles esto con eso, estoy pensando en tu futuro, un bebé te va a cagar la carrera y la vida.

— Lucia, a mí no me cagaste ninguno de los dos — dijo mamá— Si quieres criar a esa bebé, que tú eres todo lo que conoce, tú eres su lugar seguro y te reconoce como su madre, porque los bebés tienen buen olfato, ese sexto sentido que sabe quien es bueno y quien no lo es — acariciando la cabeza de la pequeña, con delicadeza— te apoyaré en todo, cielo.

Sonreí.

— Gracias mamá, por entenderme, por apoyarme.

— Jessa ¿Qué estás diciendo? — papá estaba indignado— Sabes bien lo difícil que se te hizo ¿Por qué querrías que Lucia tenga el mismo destino de mierda que tú, su nacimiento te hizo la vida imposible al comienzo?

Se arrepintió apenas dejó salir esas palabras cargadas con odio.

— Ya está, este es el empujón que necesitaba para dejar la casa, me voy a mudar, mañana iré por mis cosas.

No me quedaría en el mismo techo que él si se comportaría así.

— Luca, retráctate — mamá lo miraba mal— Te lo dije el primer día que apareciste en mi vida otra vez, mi hija no fue un error, al menos no para mí, y no permitiré que le digas estas cosas sólo porque no sabes cómo contenerte.

Papá se cruzó de brazos y miró en otra dirección.

No va a retractarse.

— Como líder de pandilla, tienes que tatuar a Nick — dije— él me mantuvo viva mientras estaba allá.

Cortante.

— Vendré mañana a tatuarlo.

Dando media vuelta, caminando hacia su motocicleta.

— Luca, espera, Luca, ella acaba de regresar — dijo mamá— ¿Vas a dejar que se vaya de casa así sin más? Tú tienes que disculparte, la cagaste.

— Bueno, ambos sabíamos que en algún momento se iba a ir, mejor arrancar la curita de un tirón.

Subiendo a su moto, la encendió y se marchó.

Mamá suspiró con cansancio, y vino hacia mí.

— Lucia... tu papá no lo decía en serio, sé que se le va a pasar, sólo quiere lo mejor para ti, él es un bruto, no comprende que el amor maternal aparece en cuanto conectamos con ese pequeñito entre nuestros brazos que depende de nosotros.

— Me voy a ir mamá — encogiéndome de hombros— Me quedaré en la casa hermana mientras encuentro otro lugar, por cierto ¿Dónde está Travis?

— Pero hija...

Mamá estaba triste con todo esto.

— Mami, eso no quiere decir que me voy a alejar, buscaré casa dentro del territorio de Los Diablos, y criaré a Megan, estará todo bien — viendo que estuviera comiendo bien la pequeña que se calmó en cuanto papá arrancó— puedes visitarnos cuantas veces quieras, pero dime, por favor ¿Dónde está Travis?

Ella suspiró.

— Travis... la culpabilidad lo carcome todos los días, ahora debe estar en las peleas, va a quemar energía y llega bastante tarde, come poco, duerme poco... se pondrá feliz cuando te vea.

Suspiré y asentí.

— Bien, está bien — miré a mamá— mañana iré a casa cuando papá no esté, me llevaré lo que pueda y ocuparé uno de los cuartos, hay varios disponibles, ahora presentaré a Nick con el resto ¿Ok? Así que... nos vemos.

Asintió sintiéndose culpable.

— Traje tu móvil, tu cargador... tu cangurera completa, no la he tocado desde que... te llevaron, así que todo lo que dejaste está ahí.

— Gracias mamá— dejando que la colgara en mi hombro— estará todo bien, nos vemos mañana.

Asintió no muy convencida y fui hacia la motocicleta, me miró una ultima vez, asentí, haciéndole saber que todo estaría bien, y se marchó.

Entonces caminé hacia Los Diablos.

— Chicos, quiero presentarles a Nick, comenzará a vivir en la casa desde hoy, es el chico que me ayudó cada vez que papá Travis regresaba, así que... no lo maten ¿Ok? Es un ángel como Travis, hijo de un ángel, fue condenado, por eso lo traje conmigo, merece ser feliz, nosotros somos la mejor alternativa.

Harry fue el primero en acercarse.

— ¿Seguro que eres de los buenos?

Preguntó.

— 100% de los buenos.

Respondió Nick.

— Y gay ¿O me equivoco?

Complementó Jay.

— ¿Por qué? ¿Muy evidente?

Sonrojándose.

— Huelo lo gay, el gay radar jamás falla ¿Soltero?

Dando un paso más hacia él.

— Emm... sí, mi novio terminó conmigo por ser de los ángeles.

— Pues vamos a darte la bienvenida — Harry lo abrazó por los hombros— Vamos Jay Jay — hablando a su novio— Fiesta de chocolate.

— Lucia...

Nick me miró mientras era arrastrado hacia el interior.

— Son mis mejores amigos ¡Las fiestas de chocolate son lo mejor!

Carcajeando al ver que lo aceptaron.

— ¿Y bien? ¿Qué hacemos? ¿Fiesta de bienvenida?

Jinx alzó una ceja con emoción.

— ¡Fiesta de bienvenida! — dije— mi hija duerme toda la noche y los cuartos son insonorizados, así que no hay problema ¡Vamos a beber!

— ¡Lucia Landon! — el ronroneo de un motor a escasos metros— Ven a darle un abrazo a tu tío, mocosa de mierda, casi me da un infarto estás semanas.

Tío Oren vino hacia mí casi corriendo, abrazándome con delicadeza para no pasar a llevar a la bebé.

— No volverá a pasar tío, lo juro — dejándome querer— estoy bien, mi voluntad inquebrantable le tocó las pelotas, me odia — riendo— tuve mucho miedo también, pero... ya estar en casa me hace sentir mejor.

— Ay niña... que bueno que estás bien — Tío Marcus se nos unió— Estábamos algo lejos, por eso nos tomó tiempo llegar aquí, no vuelvas a hacer locuras.

— Nunca más, tío, fue... horrible.

Ambos besaron mi coronilla.

— Cambiemos de tema — Dijo tío Oren— Tu mamá nos contó lo sucedido, así que no hablaremos de eso, mejor cuéntanos ¿Cómo se llama mi sobrina?

— Megan Landon, es preciosa, a que sí.

Mostrándoselas.

— Cosita hermosa — cargándola con delicadeza— Es tan pequeña... Marcus ¿Hace cuanto que no vemos un bebé? — meciéndola con cuidado— Es preciosa Lucia, es hermosa, vas a ser una gran mamá — viéndome con orgullo— si necesitas cualquier cosa, si quieres ayuda, llámanos, tú sabes que siempre estuve para apoyar a tu mamá, y ahora quiero estar para ti también, tú sólo llámame y vendré volando.

Besando mi mejilla.

— Gracias tío, por siempre estar conmigo... A ambos, gracias a ambos... — viendo cómo terminaban de darle la leche a mi bebé, haciéndole mimos— ¿Podría... pedirles un favor?

— Todos los que quieras.

Dijo el tío Marcus.

— ¿Podrían hablar con mi papá? Peleamos feo, y a pesar de que me hizo sentir mal, no me gusta estar peleada con él, si se disculpa... quizá yo... no me vaya de casa, me gusta vivir ahí.

— Hablaremos con él — Dijo tío Oren— te adora, no le durará mucho el enojo, le gustará tenerte dónde sus ojos te vean.

Sonriente.

— ¡Lucia! El cuarto de Travis está abierto, debería llegar en un par de horas, para que duermas ahí ¿O te habilitamos un cuarto?

— Me quedaré con Travis mientras, Jinx ¡Muchas gracias!

— ¡Ok! Guapa, estamos preparando la mesa del alcohol ¡Vamos a celebrar!

Entrando con todo el mundo para comenzar a armar todo para la fiesta.

— ¿Fiesta de bienvenida?

Preguntó tío Oren.

— Así es — asentí— Así que iré a hacer dormir a esta pequeña, traje monitores, así que no habrá problema.

— En ese caso — tío Oren me la regresó— iré a enseñarles a esos novatos como es la verdadera diversión.

— Te daremos una gran bienvenida al estilo de Los Diablos.

Dijo el tío Marcus.

Ambos besaron mis mejillas y entraron.

— Somos tú y yo ahora, Megan — quitando la mamadera, ya se lo bebió todo— iremos al cuarto para sacarte los gases, cambiar pañales y ponerte tu pijama, estaremos muy cómodas aquí.

Fui hasta la camioneta, puse a la bebé en su silla, la sujeté bien y puse en mi hombro libre el bolso con sus cosas y también el bolsito dónde venía la cuna portátil, tomé las llaves de la camioneta y le puse seguro, entrando a la casa, subí las escaleras y entré al cuarto de Travis, dejando la sillita en el suelo para evitar accidentes, comenzando a armar la cuna.

— Megan, enseguida voy contigo, bebé.

Viéndola muy tranquila en su silla.

Mientras armaba la cuna, miré a mi alrededor, el cuarto estaba perfectamente ordenado, ni comparado a como vivía en esa casa, dónde no había nada de comer y todo estaba desordenado, los ángeles caídos debieron ser responsables de ese desastre.

— ¡Listo! — asegurándome de que estuviese bien armada— vamos bebé, mami te sacará esos molestos gases — cargándola otra vez, pañal al hombro, tomando asiento en la cama, dando golpeteo en su espalda para que eructara— Aquí vive tu hermano mayor — dije— es muy guapo, así como tú, y muy alto, también muy fuerte, y pronto vamos a ser felices los tres, lo ayudaremos a salir de esto.

Meciéndola mientras golpeteaba su espaldita.

Terminando de sacarle los eructos, la recosté en la cama sobre su mantita, cambié sus pañales y le cambié la ropa, colocándole su pijama rosado de conejitos, entonces la llevé a la cama conmigo, me recosté junto a ella y le di pequeñas palmaditas en su panza, comenzando a cantarle.

— A dormir... a dormir... a dormir mi bebita, que tus sueños sean siempre, de amor, cariño y paz. A dormir... mi bebé... que los demonios van a cantarte y cuidarte, para que duermas en paz...

Repetí la canción dos veces, viendo que ya comenzaba a cerrar sus ojitos, probablemente con una cantadita más se dormiría.

— ¡Lucia! ¿Estás aquí?

Travis llegó al cuarto con estruendo, chocando la puerta con la pared, mientras gritaba, eso asustó a la bebé y comenzó a llorar con fuerza.

— Ya cariño, no pasa nada, no pasa nada — acercándola a mí cuerpo, golpeteando su pancita— Todo está bien, mamá está aquí, mientras esté aquí, nada te pasará, tranquila... tranquila...

Travis se acercó, observándome con culpabilidad, recostándose en el otro extremo de la cama, viendo maravillado a la bebé que comenzaba a calmarse.

— Lo siento — susurró— no sabía si la bebé estaba contigo... yo... creí que no te vería hasta en varias semanas más.

Sonreí, levantando la cabeza para mirarle.

— Me escapé — sonriente— ese cerdo adelantó el proceso de adopción, estábamos en Pensilvania, apenas llegó el certificado, me largué, y traje un amigo conmigo.

Asintió.

— Lucia... Sabes que... Tengo que irme de todas maneras ¿Cierto?

Abrí mucho los ojos, sintiendo mi corazón latir frenético.

— Pero yo estoy aquí, Megan también está aquí — hablando bajo, comenzaba a dormirse otra vez— no tienes por qué marcharte.

— Sí, si tengo que hacerlo. Mi padre prometió no volver a entrometerse con Los Diablos si me iba con él, no quiero causarles problemas, ellos fueron... fabulosos conmigo, tuve una fiesta de chocolate, perdón.

Carcajee.

— No cuenta como infidelidad si es con ellos, tranquilo, me alegro que te divirtieras — y lo decía en serio— Pero Travis, no tienes que sacrificarte con nosotros, podemos buscar una solución, estoy muy dispuesta a arrancarle todos los dientes con un alicate a tu papá.

Y también lo decía en serio.

— Deja que yo me encargue de él, te vengaré ¿De acuerdo? — posando su mano sobre la mía, Megan se ha dormido— y en cuanto a Megan... si quieres... búscale una familia, yo... en estas condiciones no puedo hacerme cargo, y tampoco te pediré que lo hagas tú, eso sería demasiado.

Dijo con pesar.

— Galán, la adopté con mucho gusto, no voy a dársela a nadie más, yo le di un nombre, la sostuve cuando tuvo miedo, fui su primer calor humano luego de estar en ese maldito saco, yo... me encariñé con ella, soy su mamá, así que no pienses que te la entregaré más adelante, es toda mía.

Ahora era él quien reía.

— Tenemos mucho de qué hablar ¿No crees? Antes de que mi padre se de cuenta de que no estás dónde te dejó, aprovechemos el tiempo.

— ¿Y si me ayudas a buscar una casa? Me iré a vivir sola.

— ¿Sola? ¿Por qué? ¿Y tu casa?

Sorprendido.

— Ah... peleé con papá, le dije que me iba a ir, y me iré, tengo un montón de dinero que no uso, llegó el momento de ser un adulto responsable.

— Lucia, mi promesa es esta — entrelazando sus dedos con los míos— me iré, sí, porque debo hacerlo, pero regresaré a ti pase el tiempo que pase y te reconquistaré. Y también te enviaré dinero cada vez que pueda, Megan también es mi responsabilidad, es mi culpa que ahora estés con ella y-

— Alto ahí — lo interrumpí— No me siento culpable, no me arrepiento ni siento que esté cagándome la vida. Prosigue.

Dejándolo continuar.

— Está bien, no hay arrepentimientos — sonrió— pero quiero hacerme cargo de alguna manera, así que te enviaré dinero cada que pueda, sin que papá se de cuenta, pero quiero que sepas que volveré a ti, pase lo que pase, volveré a ti.

Besó el dorso de mi mano, sellando su promesa

... yo... le creo.

Le creería todo lo que me dijera, aunque supiera que son mentiras.







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 BUENAS BUENAS MIS AMOREEEEES

LES TRAJE UN NUEVO CAPITULO, ESTA VEZ CON UN HARRY Y UN JACOB QUE INVITARON A UN NUEVO NICK A UNA FIESTA DE CHOCOLATE JAJAJAJA ESOS DOS LE PROPONEN FIESTA DE CHOCOLATE A TODO EL MUNDO

QUIERO UNA FIESTA DE CHOCOLATE

Y SE DIERON CUENTA DE QUE TRAVIS TAMBIÉN TUVO UNA? NECESITO DETALLEEEEES

ESCUCHARON MI CORAZÓN ROMPERSE CUANDO LUCA COMENZÓ A DECIRLE A LUCIA QUE SE DESHICIERA DEL BEBÉ? ME DOLIÓ ME DOLIÓ... 

Y JESS SIEMPRE APOYANDO A SU BEBÉ

IGUAL QUE OREN Y MARCUS, AMO A OREN

LA LLEGADA DE TRAVIS? ESTRUENDOSA

SU PROMESA? AMÉ

ÉL ESTÁ DECIDIDO A VOLVER CON ELLA, QUIERE HACERLA FELIZ, QUIERE SER FELIZ CON ELLA

AAAAH MI CORAZÓN DUELEEEE

EL MASOQUISMO SIGUE APODERANDOSE DE MÍ











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