Capítulo 13


Me estaba muriendo.

Literalmente estaba muriendo joder ¿Cómo es posible que no tenga piedad por nosotros?

¡Abuelo! ¡Tu nieta fue cogida en posiciones inposicionables sin mi elongación! Ten piedad de mí por favor.

Primero, nos hizo hacer trecientas sentadillas, ya pueden imaginar cómo me dolía el culo, estoy casi segura de que aún tengo manos marcadas en él, porque todos los chicos se lo quedaron viendo en cuanto salí de la tienda.

Segundo, cincuenta burpees ¿Han hecho un burpee? Demonios... ¿Quién fue el idiota que inventó ese ejercicio de tortura? En ese momento, se me cruzó la idea de fingir un desmayo y dormir el resto de la tarde, pero sentí lastima por mis compañeros igual de agonizantes que yo.

Luego nos hizo correr por todo el campamento, diez veces, y al llegar al punto de comienzo, correr hacia el lago y nadar por treinta minutos.

Yo sinceramente no sé cómo no morí, porque estaba tan cansada, y la demanda de oxigeno era tanta que sentía que me ahogaba, me apretaba el pecho y sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento de lo roja que estaba.

Nunca en mi vida hice tanto ejercicio como hoy.

— Bien, grupo de asquerosos animales — Dijo el abuelo viéndonos sentados y recostados en el piso intentando recuperarnos— Les daré tregua. En esta ocasión, haremos un ejercicio para fomentar el compañerismo, está el nombre de todos aquí — moviendo su gorra, dentro había unos papelitos bien doblados— sacarán dos nombres al azar, a esas personas les tocará cocinar, a las dos siguientes preparar la cena, a las dos siguientes preparar el desayuno, y así sucesivamente, se rotarán para preparar la comida de todos, y más les vale que les quede delicioso o los haré ejercitarse hasta la muerte.

Todos temblamos.

Ya me sentía bien cercana a la muerte, es más, quería morir para no volver a sentirme como ahora.

Tal y como dijo, todos comenzamos a sacar los dichosos papelitos.

Travis y Alex preparaban el almuerzo, Parker y Stephen la cena, Joe y yo el desayuno, Noah y Liam el siguiente almuerzo, y así nos turnaremos hasta el fin del campamento... en cuatro días.

Aproveché que tenía tiempo libre hasta la hora del almuerzo, regresé a la tienda, tomé unos shorts para cubrirme el culo y saqué el móvil del bolso, miraría un poco de redes sociales mientras recuperaba el aliento.

Esa era mi intensión antes de ver la cantidad de llamadas perdidas de Harry y Jacob, sin pensármelo dos veces, los llamé.

— ¿Qué pasa prostituto, ya me estás extrañando?

Dije en cuanto atendió el móvil.

— Lucía, algo pasó.

Se me bajó la sangre a los pies con esas palabras y el tono de preocupación de Harry, me vi en la obligación de tomar asiento antes de seguir hablando.

— ¿Qué pasó? ¿Está todo bien?

— Por la mañana, como todos los días, luego del desayuno, salimos a fumar, pero hoy no fue un día normal como todos, había un gato muerto colgado fuera de la puerta de nuestra casa, lo colgaron en el pórtico, fue horrible... toda esa sangre, ese pobre animalito tuvo que haber sufrido tanto...

— Mierda ¿Quién puede ser el enfermo que sea capaz de hacer sufrir un pequeño animalito que todo lo que hace es entregar amor?

Aun recuerdo cuando mi perrita falleció, Lulú fue tímida los primeros días, cuando confió en nosotros tenía tanta confianza, era tan feliz corriendo por el jardín, jugando juntas... ella creció conmigo, iba de vacaciones con nosotros, dormíamos juntas, comíamos juntas...

Las mascotas son pequeños seres que nacen sabiendo amar, nos entregan todo de ellos al momento de conocernos y los humanos seguimos defraudándolos.

— No lo sé, nadie se dio cuenta de cómo llegó el pobre gatito ahí, pero no te preocupes, le dimos buena sepultura y una bonita lapida en el jardín, ese gatito ahora está descansando en paz por fin, luego de morir en manos de la maldad humana — suspiró— lamentablemente eso no fue lo peor de la mañana.

— ¿Qué más pasó?

— El gatito venía con una nota.

— Sé más específico, por favor.

— Una nota que amenazaba de muerte a tus padres, una nota que proviene de los ángeles caídos. Tus padres se metieron en algo grande cuando fueron jóvenes, o eso dicen los mayores, hoy sale de la cárcel un ángel que les hizo la vida imposible, veinte años de cárcel, su delito no fue ninguna broma para tantos años, Diablo peleará con él esta noche, dijeron que lo van a matar Lucía. Oren y Marcus están llevando a tu hermano en estos momentos al aeropuerto, se irá a Rusia con Katherina Petrova, Jess dijo que así él estaría seguro, porque esta amenaza de muerte va en serio, los ángeles son unos bastardos, intentan poner a salvo lo que pueden salvar, en cambio tú... tú eres un diablo, tu padre tuvo una dura pelea con los mayores de la pandilla, quería sacarte del país, no se lo permitieron, debes quedarte, pero dijo que no permitiría que te pusieras en peligro, se supone que no debería contarte esto, recibimos estrictas ordenes de mantenerlo en secreto de ti, pero eres de las mejores peleadoras que tenemos, y si algo llega a pasarle a tus padres, creo que deberías estar ahí.

Mi mente se quedó en blanco por unos segundos que se hicieron eternos, intentando sopesar mis posibilidades que lamentablemente se resumían en dos.

Quedarme en el campamento y confiar en que mis padres podrían manejar esto.

O ir al pacto de la calavera e interferir de ser necesario.

Jack debe estar muy asustado, yendo a otro país, sólo, con un lenguaje que maneja poco, sin amigos, sin familia...

Debe ser algo grande para que mis padres decidieran enviarlo con otra persona para que lo protegiera...

— Harry, esto haremos.

He tomado mi decisión.

— Estoy a tus ordenes, guapa.

Dijo con voz segura.

— Necesito que vengan por mí cerca de las once de la noche, les enviaré la dirección, y debo estar de vuelta antes de las seis para que mi abuelo no note mi ausencia.

Mirando a mi alrededor, no podía arriesgarme a que alguien escuchara mi plan.

— Dalo por hecho.

— Necesito la ropa que dejé en tu cuarto, la que uso para pelear, también las vendas, necesitaré esas malditas si quiero salir con las manos intactas, también mi bate, si las peleas se pondrán duras el día de hoy, necesitaré todo lo que pueda servirme y por favor, no le digas a mis padres.

— Mi boca está sellada, y tranquila, no permitiremos que algo les suceda, los Diablos somos una familia, nos cuidamos la espalda.

— Gracias Harry, y cualquier cosa que sepas... por favor...

— Te avisaré de inmediato, tú no te preocupes saldrá todo bien hoy.

— Eso espero.

Corté la llamada y fui dónde mi abuelo, poniendo mi mejor sonrisa, ocultando mi preocupación.

— Abuelo ¿A qué hora nos levantarás mañana? Para levantarme un poco antes y preparar el desayuno.

— Mi niña siempre tan diligente — acarició mi mejilla— Ocho de la mañana en pie, así que calcula tus tiempos.

— Gracias abuelito, les prepararé algo delicioso.

Besé su mejilla y fui con Travis.

— Tenemos que hablar luego, es importante.

Viendo el desastre que tenía con las patatas, cascara era lo que menos sacaba, estaba dejando papas minúsculas de papas enormes.

— ¿Qué tan importante del uno al diez?

— Diez, veinte quizá.

Asintió.

— Está bien, deja que termine aquí y soy todo tuyo.

De nuevo esa frase.

¿Travis va por la vida insinuándose de forma indirecta a las personas?

— ¿Quieres que te enseñe a pelar una patata? Te veo complicado.

Miró la verdura en sus manos, luego a mí. No dudó en entregármela junto con el cuchillo.

— La técnica está en la muñeca — mostrándole de cerca, Alex también se acercó— sólo debes meter el cuclillo con delicadeza de lado, no en punta, y hacer un circulo con la patata, de esa manera te quedarán dos caras planas, y sólo debes ir quitando de arriba hacia abajo, de arriba hacia abajo, es mucho más fácil que hacerlo de forma circular.

— Ya entiendo... déjame probar.

Tomó una nueva patata previamente lavada y siguió mis pasos, pelando su patata de forma lenta, pero segura, esta conservó su forma y tamaño, lo hemos logrado señores.

— ¡Ahora sí! — celebró animado— Gracias Lu.

— Llámame si necesitas ayuda, o tú Alex.

Guiñándoles un ojo a ambos, di media vuelta y regresé a la tienda, pisando el colchón con insistencia para terminar de inflarlo, mientras leía los mensajes del chat de Los Diablos, todo el mundo decía que hoy sí sería un día caótico, todo el mundo estaba enviando a otros lugares a sus seres queridos más indefensos, perros, gatos, conejos y otras mascotas incluidas, el gato era de un Diablo, pobre...

— Definitivamente no pienso consentir que lastimen a los míos hoy.

Bloqueando el móvil, tomé el cargador y lo llevé al árbol con corriente más cercano, dejándolo ahí.

***

El resto de la tarde pasó con más normalidad de la que creí. Luego del almuerzo, nos pusimos a jugar, a tirar la cuerda, el perdedor caía dentro de una piscina de lodo, luego fue cruzar otra piscina de lodo caminando sobre un tronco ¿Lo difícil? Todos estábamos en el tronco, el primero debía cruzar siendo ayudado por todos los demás, en ese juego quedó la grande otra vez, Parker botó a Travis intencionalmente, mi pelinegro amigo se molestó claramente y lo lanzó al barro con él, golpeándose y girando para tomar ventaja ¿Consecuencia? Diez vueltas al campamento... todos juntos.

Cada vez que haya un accidente, todos pagamos.

Así que decidimos formar buenas migas con el resto de los chicos con tal de no tener más castigos, ya estábamos lo suficientemente cansados.

Ese fue el ultimo accidente de la tarde.

Luego de la cena, todo el mundo se juntó en la fogata que construimos entre todos, tomando asiento en los troncos más grandes en parejas, mientras Joe tocaba la guitarra y todo el mundo coreaba sus canciones, divirtiéndonos como nunca, conociéndonos.

Ese fue mi momento para contarle a Travis lo que sucedía, como pensé, él no tenía idea de nada, es más, palideció por completo cuando le comenté lo de la amenaza de muerte, y el viaje de mi hermano, yo adoro a Jack, no sé que haré estos días que no esté en casa, él es mi hermanito, yo puedo protegerlo...

Malditos ángeles hijos de puta.

— Yo te cubro si llega a suceder algo ¿De acuerdo? ¿O... Quieres que te acompañe? Porque puedo ir si tú quieres.

— No, es mejor que te quedes aquí, es una disputa entre Ángeles y Diablos, dime tú ¿Qué pasaría si uno de tus traicioneros compañeros te delata? Los Diablos no tendrán piedad contigo, hemos pasado demasiado tiempo juntos, tu castigo será... mierda, no quiero ni imaginarlo ¿Puedes sólo quedarte y cubrirme? Volveré antes de las seis AM.

Rascó su nuca contrariado, observando luego el tatuaje de su brazo, el ángel cayendo.

— Está bien, no iré contigo, pero sí que iré a otro lugar, nos reuniremos en la tienda antes de las seis AM, me iré ahora.

Decidido.

— ¿Ahora? Pero el abuelo...

— Está quedándose dormido, creo que deberías decirle que se vaya a dormir, que mantendrás todo controlado.

Miré al entrenador otra vez, se le cae la cabeza y no puede mantener los ojos abiertos, no es tan joven ya, es obvio que su cuerpo le pide descanso.

— Está bien, yo te cubro.

Se acercó, besó mis labios y se alejó sin más de la escena, yendo directo a la tienda.

— ¿Qué... fue... eso...?

Pestañee repetidas veces, levantándome casi de forma mecánica, escuchando los vitoreos de los chicos, los chiflidos y gritos, preguntando qué pasaba entre Travis y yo.

— Agh, cállense idiotas — riendo avergonzada— Yo tampoco lo sé. No sé qué fue eso.

Me acerqué al abuelo, moviendo su hombro ligeramente, mientras le mostraba el dedo medio a todos los demás que intentaban hablar en voz baja ahora que intento despertar al entrenador.

— Abuelo, vamos a tu tienda, ya es hora de dormir, te resfriarás si duermes aquí.

— ¿Resfriarme yo? No soy un vejestorio.

Sin la intención de moverse.

— Abuelo, por favor, ve a la cama para que todos puedan ir a descansar, ha sido un día largo para todos — usando esa carta de "Todos queremos ir a la cama" — mañana debemos levantarnos temprano, son las diez de la noche.

Abrió los ojos y bostezó, asintiendo.

— Sí, tienes razón... — levantándose con mi ayuda, sosteniendo su espalda— Bien chicos, iré a la cama, por favor no se maten ¿De acuerdo? Nos vemos mañana a las ocho de la mañana.

— Buenas noches, entrenador.

Respondieron todos al unísono.

Llevé al abuelo a su tienda, le quité los zapatos y lo ayudé a recostarse, cubriéndolo con las mantas, le desee buenas noches y cerré su tienda, rezando para que durmiera de corrido.

De reojo entonces, vi a Travis escabullirse entre los árboles, directo a la carretera ¿Dónde iba o qué haría? Eso es un misterio para mí.

***

Con el abuelo ya dormido, los demás no tardaron en seguir sus pasos e ir a dormir a sus propias tiendas, literalmente hoy nos molieron, necesitábamos descansar para poder funcionar mañana temprano.

Por aquella razón, a las once de la noche, cuando Harry me avisó que ya estaba esperando por mí, no tuve que mentirle a nadie, era la única en pie. Salí del campamento, saludé a mis amigos, me cambié de ropa en el lugar, aprovechando la oscuridad de la noche, vendas incluidas, monté tras de Harry y partimos.

Necesitábamos llegar con rapidez al pacto de la calavera.

Casi a media noche, estacionamos y prácticamente comenzamos a correr en dirección a los gritos, la pelea ya había comenzado, más bien... esto era una masacre joder, eran demasiados ángeles ¿De dónde salieron tantos? ¿Estos bastardos son los que estaban en la cárcel?

Busqué con desesperación a mis padres, mamá estaba teniendo dificultades, parecía cansada deslizando el dorso de su mano por el rostro, la sangre que escurría de su ceja no la dejaba ver, estaba intentando proteger... a papá, había demasiada sangre joder, demasiados bastardos contra él, contra ellos, y los demás Diablos no podían ayudar, estaban librando su propia batalla, su propia pesada batalla.

— ¿Ultimas palabras, Diablo? — ese era el papá de Travis ¿también salió ese hijo de puta? — Lastima que enviaras a tus niñitos lejos, me hubiese gustado hacerlos llorar un poco.

Acercándose a papá con paso decidido con una navaja bailando entre sus dedos, mamá fue sujetada por tres sujetos, no podía hacer nada, papá estaba demasiado cansado para continuar.

— Mierda, mierda, mierda — comenzando a correr— ¡Mierda! — levantando el bate— ¡A mi papá no lo tocas hijo de puta! ¡Con mi papá no!

Golpeando su rostro con tanta fuerza por el impulso de la carrera, que lo hice caer de bruces al piso, deleitándome al ver su rostro cubierto de sangre.

— Lucía, vete de aquí, vete antes de que...

Intentó decir papá antes de comenzar a toser, sujetando su abdomen.

— Dejarte en este estado es lo mismo que enviarte directo a la tumba, no seas tonto — caminando hacia los bastardos que sujetaban a mamá— ¿Se atreven a meterse con los Diablos? ¿De nuevo? Pues van a ver de lo que somos capaces.

El sujeto que tenía a mamá del cuello, al verme acercar, la soltó y vino por mí, no me di ni siquiera el gusto de entretenerme, clavé mi rodilla en su entrepierna, aproveché la inclinación y clavé el bate en su nuca, viendo su cuerpo caer sin gracia al piso, uno menos.

— Suelta a mi madre, o no respondo.

Dije con furia, estaba realmente enojada, y ellos no quieren verme enojada joder. Es por esta razón que no era partidaria de la violencia, porque cuando me hacen enojar, es muy difícil regresar a mis sentidos, mi mente se nubla y todo en lo que puedo pensar es en el daño que quiero producirle a las otras personas.

— ¿Qué va a hacer una niñita contra nosotros?

Se burló uno de ellos.

— Lucía, vete de aquí, escapa, no sabes con lo que te estás enfrentando, ellos... ellos son unos hijos de puta, no quiero que te pongan las manos encima, no sabes de lo que son capaces.

Dijo mamá con desesperación.

— Bueno mamá, lamento desobedecerte, ya me atendré a las consecuencias más tarde.

Sujetando por la camiseta al sujeto que la mantenía en su lugar por la derecha, levanté el bate dispuesta a golpearlo, pero el dolor llegó antes de poder acertar cualquier golpe, miré de reojos a mis espaldas, viendo al padre de Travis jalarme del cabello, mi error, debí atarlo.

— ¿Qué? ¿Pelearás como las niñitas?

Sonriendo con superioridad.

Si algo he aprendido de mis padres, es a jamás bajar la cabeza ante nadie.

— Te voy a matar, niñita — riendo con fuerza. Su rostro y su voz era la de un desquiciado— ese será el peor castigo para tus padres.

Levantando la navaja.

— ¡Lucía, maldita sea, corre!

Gritó papá con desesperación.

— ¡Lucía!

Mi madre intentó venir en mi dirección, ya no tenía fuerzas para luchar, sólo hacía que sus heridas se abrieran y comenzara a sangrar.

— Vean como su pequeña puta muere ante sus ojos por un error suyo, retuérzanse del dolor en el infierno, pero tranquilos, pronto los enviaré con ella.

Acercó la navaja a mi cuello, estaba demasiado sujeta, muy bien sujeta, de esta manera jamás podría soltarme y sí que moriría, no podía morir así, no podía dejar que mis padres cargaran con esto.

Mierda... estoy asustada...









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BUENAS BUENAS MIS AMOREEEES

EN ESTA OCASIÓN, LES TRAJE UN CAPITULO UN POCO MÁS OSCURO DE LO NORMAL, EL PAPÁ DE TRAVIS SALIÓ DE LA CARCEL LUEGO DE VEINTE AÑOS DISPUESTO A CONSEGUIR SU VENGANZA POR FIN 

LUCA Y JESS ESTÁN FUERA DE COMBATE, YA NO PUEDEN MÁS

JACK ESTÁ A SALVO, DEMASIADO LEJOS PARA SER LASTIMADO

PERO LUCÍA... TENGO MIEDO POR LUCÍA...

¿DÓNDE DEMONIOS FUE TRAVIS? 

HARRY Y JACOB CÓMO SE ESTARÁN SINTIENDO AL VER QUE SALIÓ TODO MAL, QUIZÁ PIENSAN QUE ERA MEJOR IDEA NO CONTARLE NADA A LUCÍA, COMO ESTABA PENSADO EN UN PRINCIPIO

TENGO MIEDO SEÑORE, TENGO MIEDO

NOS LEEMOS PRONTOOOO

MIL BESOOOS

QUE TENGAN BONITA SEMANA


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