8. " Cinco Días "
Luz irrumpió en el salón E7, y la puerta pegó ruidosamente contra el respaldo de una silla que había quedado demasiado cerca.
-¿Puedo ayudarla?- preguntó el Sr. Carlos con su puchero característico y un arco de sus cejas demasiado depiladas.
Luz empujó sus gafas de regreso a su nariz. -Sí. Lo siento... pero la Dra. Blight necesita ver a Boscha Reed inmediatamente-. Boo la vio a los ojos y supo de inmediato que era una mentira. El Sr. Carlos la despidió con un gesto de su brazo.
-De acuerdo. Será mejor que vayas a ver lo que quiere-.
-Sí, señor-. Boo acomodó la silla y se echó la bolsa al hombro.
Luz se dirigió de nuevo al pasillo, uno de los más estériles con olor a plástico por la nueva dependencia. El ala Millar había abierto durante su primer año en Hexside, todo era de ladrillo expuesto y posters de inspiración: ERES EXCEPCIONAL.
-¿Qué está pasando? Parece que como si hubieras sobrevivido a algo- dijo Boo con un movimiento de su cabello rosa chicle.
-Boo, sé lo que le pasó a Willow-.
-O, P y D. ¡Sabía que ocultabas algo!-. Luz la arrastró fuera del aula, y de cualquier fisgón, hacia el hueco de la escalera.
-Creo... Creo que fue Lilith Mary-.
Boo esperaba el final del chiste. -¿Que dijiste? ¿Sobre esto es lo que balbuceabas anoche?-.
Luz suspiró, frustrada. -Lo digo en serio. Hace cinco días Willow dijo “Lilith Mary” cinco veces en el espejo de su dormitorio y ahora se ha ido. Después de que lo hicimos, vi un mensaje en el espejo que decía “cinco días”. Ojalá estuviera bromeando. Pero no lo hago-. La cara de Boo cambió antes de que la sacudiera. La chica más alta se rio por lo bajo. -¿Qué?- Preguntó Luz.
-De ninguna manera. Simplemente... no. Esta debe ser la parte final de la pequeña broma de Willow. Chica, cuando la vea, voy a...-.
Luz supo de inmediato que había algo más. Boo era muchas cosas, pero una mentirosa eficaz no era una de ellas. -Boo, ¿qué es?-.
-No es nada-.
-Boscha...-
Boo buscó en su bolso de mano de algodón. Sacó su planificador de clases. -Mira. Algúna imbécil hizo un dibujo en él-.
Luz tomó el diario y se dirigió a la semana en curso. En pequeñas letras de tinta ásperas estaban las palabras cinco días, escrito en el cuadro para el domingo
El mismo día que había recibido el mensaje en el espejo.
Luz inhaló como si le faltara el aliento. -Oh Dios-.
-Oh, vamos, todo esto podría ser parte de un plan de Willow...-.
-¡No!- espetó Luz, más fuerte de lo que pretendía. Tenía las mejillas sonrojadas. -¿Willow también puede jugar con mis ojos? ¿Y mis sueños? Estoy viendo cosas, Boo-.
Boscha puso los ojos en blanco antes de tomar el asimiento de la corbata de Luz y llevarla por el pasillo del primer piso como un perro. Cuando llegaron a la máquina expendedora, Boo colocó algunas monedas en la ranura antes que una lata cayera en el dispensador. Le pasó a Luz una Coca-Cola.
-Aquí. Ten esto. Tus ojos están haciendo una cosa extraña como si se hincharan y me está espantando-.
Luz aceptó la Coca-Cola y tomó un sorbo. No se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba el azúcar. Había algunas sillas acolchadas fuera de la oficina de carreras y Luz cayó sobre una, sintiendo las piernas sin fuerza. -Gracias-.
Boo se sentó junto a ella. Vamos a reorganizarnos. ¿Realmente piensas que un fantasma mató a Willow? Lu…-.
-No lo sé. Puede ser. La gente no sólo se desvanece. Oh Dios, pobre Willow... debe haber estado tan asustada-.
-Lucy...-.
-Lo sé. Suena como cincuenta sombras de locura. ¿Pero conoces ese algo en las películas donde sólo quieres que todo el mundo se apresure y acepten que lo aparentemente imposible es una posibilidad? Bueno... es así-.
Boo dirigió una risa irónica. -He oído eso. Pero... está un poco distante. Ni siquiera creo en fantasmas-.
-Yo tampoco hasta que vi uno-. Luz bebió de la Coca-Cola. -Es demasiado. El día después de que dijimos que su nombre, ambas recibimos mensajes. Todos tuvimos hemorragias nasales. Vi a una chica en la planta baja... Mary. Soñé con ella... en el sueño yo era ella. Hablar de fantasmas es bastante estúpido, pero también lo es negar lo que está justo frente a ti-.
Boo respiró profundo teatralmente. -Bueno. Supongamos por un segundo que creo en todo esto. ¿Qué quieres hacer al respecto?-.
-No lo sé. Sólo tenemos hasta el jueves...-.
-¿Hasta qué?-.
-No lo sé-. Un bulto puntiagudo se alojó en su garganta. -Hasta qué lo que sea que le pasó a Willow nos suceda a nosotros-.
La verdad finalmente pareció golpear a Boo. Sus mejillas perdieron su brillo, desvaneciéndose del color sonrosado, hasta tornarse de un tono lechoso. -Oh Dios-.
Era el turno de Luz ser el apoyo ahora. Ella agarró el brazo de Boo. -No, está bien. Eso significa que todavía tenemos casi cuatro días para detenerla. Espero. Ayer por la noche, si hubiera querido hacerme daño, podría haberlo hecho, pero no lo hizo. Por alguna razón, nos ha dado cinco días-.
-Para decir adiós-.
-Ese es el espíritu- reprendió Luz. -Creo que quiere algo.
Mira, tal vez, si podemos descubrir quién era... es... lo que le pasó. Tiene que haber una manera de detenerla-.
-¿Qué? ¿Crees que podemos convencerla de que no rasgue nuestra piel para quitárnosla o lo que sea?-. Luz hizo una mueca.
-Podría ser un fantasma amistoso... como Casper-.
-Cariño, dile eso a Willow y a cualquiera tan tonto como para hacer lo que hicimos-.
Luz apretó la Coca-Cola demasiado duro y una fuente se esparció sobre sus medias y la silla entre sus piernas. -Boo, amor mío, eres una genio-.
-¿Lo soy?-.
-Sí. Esto ha ocurrido antes-.
Con la escuela en caos total, chaquetas de policía fluorescentes brillaban dentro y fuera de las aulas y de las casas como avispas, nadie se dio cuenta, o no les importaba que Luz y Boo no hubieran regresado a sus clases. Chicas estaban siendo sacadas de lecciones a un ritmo constante para ser interrogadas sobre Willow así que tomaron el máximo provecho de la locura.
Se fueron a las salas de lectura de la biblioteca, a sabiendas de que dos Avanzadas no se verían demasiado fuera de lugar. Según sabía el bibliotecario, estaban en períodos libres. Luz verificó que nadie estuviera mirando antes de iniciar sesión en el sistema y acceder a internet.
-¿Qué estás buscando?- preguntó Boo. Luz no le hizo caso y escribió LILITH MARY WORTHINGTON HEXSIDE. Las primeras búsquedas eran acerca del “instituto más antiguo de Ohio” que al parecer había sido propiedad de una Mary Worthington. Los siguientes diez más o menos hacían referencia a un personaje en la serie de televisión Supernatural. La leyenda de esta chica estaba en todo el mundo. La mayoría de los éxitos de Google eran páginas de Facebook de hoy en día, de Mary Worthington de la vida real.
-¿Algo?- solicitó Boo.
-Nada útil. Oh, espera... mira esto-. Luz hizo clic en un enlace. Era uno de esos horribles sitios web de “pregunta cualquier cosa” donde la gente publica preguntas antes de que ingresen los miembros y contesten. Luz leyó la entrada original en voz alta. -“Vimos el episodio Bloody Mary de Supernatural. ¿Es esto como una cosa real? ¡Bueno, da miedo Jajaja!” Hay un montón de respuestas y entonces alguien dijo esto: “He oído de un amigo en el Reino Unido que realmente sucedió en algún internado lujoso”-.
-Mierda santa-. Boo llevó su silla más cerca. -Esos somos nosotras-.
-Sí-.
Boo se inclinó. -¿Qué pasa con la página de ex alumnos en la página web de la escuela? Si ella era una estudiante de aquí...-. Luz podría haberla besado, ¿por qué no había pensado en eso?.
-¿Ves? Por eso te amo. Eres hermosa e inteligente-.
-Obvio- Sonrió Boo.
Luz encontró el sitio web de Hexside y luego hizo clic en el enlace a las páginas de ex alumnos. Estaba dividido en secciones, década tras década. -Debe haber miles y miles de chicas de aquí-.
Boo se mordió el labio. -¿Había algo en tu sueño? ¿Cómo señales de bengala y esas cosas?-.
-No-. Luz se quitó las gafas y frotó los ojos. -En una estimación diría treinta o cuarenta años-.
-Vale la pena revisar-.
Luz hizo así, también comprobando desde los años 1920’s hasta 1950’s como medida de precaución, pero no había constancia de una Mary Worthington entre las listas de los antiguos alumnos.
-Eso es raro. En el sueño, yo… me refiero a ella… era sin duda un estudiante. Usaba uniforme-.
-En la historia, ella se suicidó- dijo Boo. Luz alteró la búsqueda a HEXSIDE SUICIDIO. Esta vez hubo un resultado positivo, pero se trataba de una niña de Hexside que se había suicidado en los años noventa, mientras estaba en casa. Luz hizo caso omiso de ella y Boo se encogió de hombros, por la pérdida. Otra idea se le ocurrió a Luz.
-¿Te acuerdas? La noche del sábado, Willow dijo que algo había sucedido mientras que su hermana venía aquí-.
-Sí-.
-¿Sabes su nombre?-.
Boo negó con la cabeza. -No… la hermana del medio venía aquí al mismo tiempo que nosotras, pero la mayor se había ido por el momento en que llegamos. Sólo tienes que buscar Park… no pudo haber sido hace mucho tiempo-.
Luz miró a través de las dos últimas décadas.
Efectivamente había una Sadie Park que se había graduado cuatro años antes y ahora estaba en Oxford, y luego hubo una Mía Park que se había ido trece años antes. Eso era un poco más viejo que Willow; Luz se preguntó si quizás eran hermanastras. Luz hizo subir la lista de ex alumnos para el año de graduación de Mía. Recorrió los nombres hasta que algo le llamó la atención.
-Oh, eso es raro. Mira-.
-¿Qué estoy mirando?- Luz señaló a los dos nombres al final de la lista.
Selene Hanson y Skara Keane… siempre en nuestros pensamientos.
-Bueno, ¿Qué se supone que significa eso?-.
-Vamos a ver-. Ahora en completo modo de detective, Luz buscó SELENE HANSON HEXSIDE y pulsó enter. Lotería,
esta vez habían encontrado oro.
Policía intensifica búsqueda por colegialas desaparecidas…
Petición de los padres del par desaparecido...
No hay evidencia de asesinato en doble desaparición...
Cada historia venía con una imagen adjunta de las dos chicas.
Selene fue una chica devastadoramente linda con pómulos para morirse mientras que Skara parecía una animadora o algo así, toda la piel bronceada y despeinado cabello con mechas blancas.
-¿Cómo no hemos oído hablar de esto?- preguntó Luz en voz alta.
-Si no había cuerpos, supongo que no había caso-.
Luz abrió uno de los informes de prensa. Había sido noticia nacional, pero en ese momento tenía alrededor de cuatro años y vivía en su limitado mundo infantil. Las dos chicas habían desaparecido de sus hogares: Selene en Londres y Skara en la frontera con Gales. Eso no tenía sentido. Aparentemente no había tenido mucho sentido a la policía tampoco. Dos niñas que desaparecen en la misma fecha, a kilómetros de distancia. De lo que Luz podía decir, la única pista era que las dos chicas habían huido juntas, aunque ninguna se llevó ninguna pertenencia.
Se habían desvanecido. Al igual que Willow.
Una áspera sensación helada enfrió a Luz de adentro hacia fuera, partiendo de su columna vertebral expandiéndose a través de los huesos.
-Literalmente apostaría cualquier cosa en el mundo a que cinco días antes de que se desvanecieran estuvieron delante de algún espejo...- Ella no necesitaba terminar.
-Intenta buscar más chicas desaparecidas- sugirió Boo.
Luz lo hizo y sólo había un resultado relacionado. Otra chica de Hexside unos ocho años antes de que Selene y Skara. La misma historia… otra chica que parecía haber desaparecido de la faz de la tierra. Boo infló sus mejillas
-Apuesto a que hay más… desde antes de que todo estuviera en línea. ¿Por qué no todos sabemos sobre esto?. Mi mamá me habría enviado a una escuela diferente...-.
-¿Quién lo creería?- Los ojos de Luz estaban completamente abiertos. -Lilith Mary es una historia de fantasmas. Cientos de niños deben hacerlo todos los días... sólo los que lo hacen aquí se desvanecen en una nube de humo. ¿Y sabes qué es lo realmente gracioso? ¡No podemos decir que no nos advirtieron! Willow nos dijo exactamente lo que iba a suceder-.
-Luz, ¿vamos a desaparecer, no? Algo va a venir por nosotras-.
Luz quería decir Sí, parece bastante probable, pero no pudo… no podía decírselo a Boo y no podía admitirlo en voz alta. Se sentía como renunciar. -No. Todavía tenemos tres días y medio. Podemos... detenerla de alguna manera-.
-¿Cómo?-.
-Yo... no lo sé. Ya se me ocurrirá algo. Estoy segura de que se nos ha dado cinco días por una razón. En mi sueño... yo... ella no se sentía maligna. Principalmente se sentía triste-.
-Tal vez si habláramos con la hermana de Willow o algo...-.
La búsqueda final de la primera página de Google llamó la atención de Luz.
-Puede que no tengamos que hacerlo. Mira-.
Hexside Embrujado. La VERDAD sobre Selene y Skara.
Luz hizo clic en el enlace. Era una revista en línea bastante básica. En la búsqueda de una obsesión decidida, ni la creatividad o segundos pensamientos se habían puesto a disposición del diseño del blog. Cada entrada era acerca de Lilith Mary. La más reciente, en la parte superior de la página, era poco más que un torrente de conocimiento.
Cuanto más lo digo menos gente me cree.
No sé por qué me molesto o cuántas veces puedo decirlo... Lo que no entienden es que ella está en mi cabeza. Ella me está mirando, también.
La autora del blog era una tal Edalyn Clawthorne, de acuerdo con el banner en la parte superior de la página. Incluso la entrada más reciente era de hace casi diez años. Luz deslizó la página hacia abajo. Entre más viejas las publicaciones, más cohesionadas y coherentes parecían. Boo la detuvo.
-Mira ese-.
Le dije a la policía todo lo que sabía. Les hablé del desafío. Les hablé de L.M. Estoy segura de que pueden adivinar cuál fue su reacción.
No sé qué más puedo hacer, salvo advertir a la gente. Nunca, nunca digan su nombre.
-Un poco tarde para eso, ¿no?-. Luz retiró su cabello de la cara. -¡Espera! Si esta Edalyn era una chica de Hexside...-. Luz cambió de pestaña a la página de ex alumnos. Efectivamente había un Edalyn Clawthorne en la lista. Un clic y aparecieron sus datos de contacto. -¡Ta-da!-.
-¿Crees que los contactos se mantienen al día?-.
-Deberían… ellos envían un boletín y los invitan al almuerzo anual y esas cosas. Sabes el lema...-.
-Una hermandad que dura toda la vida-. Boo hizo una muy buena imitación de la Dra. Blight.
-Vale la pena intentar-.
Fueron a almorzar como siempre, conscientes de que habían perdido toda la sesión de la mañana. Luz no fue capaz de pasar la más mínima cantidad de alimento. El único bocado de pasta boloñesa empapada que ingirió se volvió cartón en su lengua, requiriendo un trago de agua para forzarlo a bajar. Su pie golpeaba impacientemente debajo de la larga mesa de comedor, esperando que sonara la campana para la sesión de la tarde para que pudiera continuar con su misión.
Esta tarde tenía un período libre adecuado, pero Boo una vez más tenía que faltar clase. Se volvía un poco arriesgado.
Había tantas reglas en Hexside, y las había obedecido sin discusión por tanto tiempo que Luz a menudo olvidaba lo ridículas que eran. Ahora mismo, el hecho de que sólo se permitía utilizar los teléfonos móviles de siete a diez de la noche, y sólo entonces, en sus dormitorios, parecía completamente loco. Pero esta era la institución que tenía caminos especiales y corredores para estudiantes de último año y una prohibición general de calcetines negros. Otra regla era que las chicas no tenían permitido ir a los dormitorios entre clases o durante las sesiones de estudio, el pensamiento (correcto) era que usarían sus tiempos libres para dormir.
Cuando la campana sonó y todos los demás se dirigieron al cuarto período, Luz y Boo tuvieron que ir a la casa de campo para usar el teléfono.
-¿Crees que alguien nos vio?- preguntó Boo.
-No lo creo. Pero tal vez deberías ir a Teatro sólo para estar seguras-.
-¿Estás loca? No me voy a perder esto para escuchar a la señorita Flemming estallar sobre el maldito Sistema Stanislavski-.
Luz se rio entre dientes y comprobó que no hubiera moros en la costa. Sólo Dios sabía dónde estaba la señorita Odalia… ella estaba fuera de servicio hasta las cinco.
En algún lugar del pasillo una aspiradora ronroneó mientras los limpiadores pasaban por las habitaciones. La actividad que rodeaba la habitación de Willow en la casa Christie parecía haber disminuido, aunque los coches de la policía en la entrada sugerían que los oficiales aún no habían salido. Con un poco de suerte, su presencia mantendría a los profesores fuera de su camino.
Tomando el trozo arrugado de papel de su bolsillo de la chaqueta, Luz comenzó a marcar el último número de la lista de Edalyn Clawthorne.
-¿Quieres que yo lo haga?-.
-No, está bien-. Luz escuchó el timbre del teléfono.
-Tal vez están todos fuera… es la mitad del día-.
-O tal vez el número está mal…- Al sexto timbre, alguien contestó.
-¿Hola?-.
-Oh, hola. ¿Edalyn?-.
-No. ¿Quién es usted?-.
Luz tenía un nombre listo de la lista de ex alumnos.
-Soy Clarissa True. Estaba en el año de Edalyn en la escuela-.
La voz en el otro extremo era tentativa, nerviosa. -Oh. Bueno, querida, soy su madre-.
-¿Se encuentra Edalyn?- Luz sabía que luego de más de diez años de graduarse de Hexside, era muy poco probable que Edalyn todavía viviera en casa, pero esperaba que pudieran llegar a su nuevo número.
-¿Dijiste que tu nombre era Clarissa?-.
Se sentía como su hubiera burbujas en su corazón. -Sí-.
-¿Nos conocimos alguna vez, querida?-.
-Creo que sí-. Luz andaba a tientas. -En ese espectáculo...-.
-¿Y conocieron bien a Edalyn?-.
No le gustaba el tiempo pasado ni un poco.
-Éramos cercanas en la escuela, pero ya sabes, sólo perdimos contacto... después de lo que pasó-.
Parecía una apuesta segura que una inexplicable doble desaparición se había interpuesto en el grupo.
Hubo una pausa en el otro extremo de la línea.
-Ya veo. Bueno, muchas gracias por ponerte en contacto. Voy a asegurarme de decirle a Edalyn que llamaste-.
Luz escarbó para mantenerla en el teléfono.
-¿No hay una manera de que pudiera hablar con ella?-.
-¿En el hospital?-.
-Sí-. Las habilidades para engañar de Luz estaban siendo probadas al máximo. -¿No tienen como un momento en que podría llamar?-.
Hubo otra pausa: un apenas audible, triste suspiro. Aunque su tono estaba tan lleno de alegría forzada como pintura amarilla, la madre de Edalyn sonaba cansada.
-Eso es dulce de tu parte, pero Edalyn realmente no dice mucho más. Y menos aún en el teléfono-.
Luz miró a Boo, quien se encogió de hombros.
-Ehh... ¿Cuál era el nombre del hospital de nuevo? Voy a enviar una carta-.
-¡Oh, eso sería lindo…! Creo que ella realmente lo apreciaría. No ha habido demasiadas cartas o llamadas telefónicas desde que entró en la atención a tiempo completo. Es la Unidad de Atención Psiquiátrica del hospital Royal Seahaven-.
Luz se encargó de mantener la victoria fuera de su voz.
-Gracias, señora Clawthorne, voy a enviar una tarjeta el día de hoy-.
-Gracias, Clarissa. Cuídate-.
Ella terminó la llamada telefónica y miró a Boo. -Esto se pone cada vez más y más enredado. Edalyn está en una institución mental en Seahaven.
-De ninguna manera. Eso es un poco más allá Oxsley-.
Luz asintió.
-Lo sé. Creo que tenemos que hacer…- Se detuvo en seco.
Una silueta se alzaba alta en el panel de la puerta de cristal esmerilado.
La puerta se abrió, la esbelta figura de la Dra. Blight de alguna manera llenando el espacio. El corazón de Luz se desplomó en su pecho y le disparó a la garganta al mismo tiempo.
Los ojos de la directora se estrecharon, lanzando dagas hacia ellas.
-¿Y ustedes dos qué creen que están haciendo?-.
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