7
Miro el reloj y casi en seguida Viktor entro con la misma cara de sueño de todos los días, sonrió y tomó la taza para comenzar a preparar su café.
—Buenos días—saludó el alfa, sentándose en el banco de todos los días.
—Buenos días—respondió aún sin voltear. —No has dormido nada de nuevo?
—No, tú sofá es más cómodo que mi colchón.
Se rió y tomó las pinzas para sacar dos piezas de pan para acompañar el café, y la mitad de su sándwich de ese día. Volteo y le dejo las cosas frente a él.
—Quise hacer un poodle pero no me salió muy bien—se rió al ver la pequeña cabeza hecha con la espuma y se sonrojó, aún no era muy bueno con eso. —Puede que sean igual de viejos, pero si, el sofá es realmente cómodo.
—Puede que te lo cambie mientras duermes—murmuró viendo la taza con atención, la espuma tenía una forma adorable.
—No podrías, yo no duermo, recuerdas?
—Ah si, eres un vampiro...un vampiro embarazado—se rió y tomó la cuchara para comer un poco de la espuma.
Yuuri rodo los ojos y comenzó a comer.
—Trabajaras en Navidad?
—No, Celestino me dio el día libre por mi cumpleaños.
—Cumples años en Navidad?—preguntó sorprendido.
—Es muy raro?
—No, solo...no lo sé, no había pensado en eso...
—El tuyo cuando es? —preguntó antes de beber un poco.
—Noviembre.
—Día?
Sonrió y negó.
—Adivina, si aciertas te dejo mi sofá.
Arqueo una ceja y sonrío.
—El...quince?
—No, gracias por participar—se rió y bebió de su taza.
—Me perdí de un buen premio, dame otra oportunidad.
—Déjame pensarlo—murmuró haciendo una pose pensativa.
La puerta de la cocina se abrió y Guang Hong asomó la cabeza.
—Perdonen que los interrumpa—murmuró acercándose a Yuuri. —Pero es hora de abrir.
Viktor vio el reloj y se puso de pie de un salto, terminándose todo de golpe, estiró una mano para tocar el vientre de Yuuri sin importarle la barra que los separaba y salió del lugar con prisa. El muchacho vio la puerta y luego a su compañero que se quedo estático con un sonrojo notorio en su rostro.
Guang Hong sonrió y cubrió su boca sin desviar la mirada de Yuuri, intercambiaron una mirada y antes de que dijeran algo el japonés salió corriendo a la cocina.
—Vamos, no es tan malo.
—Si lo es, creo que le he dado las señales incorrectas...él...él...comenzará a sentirse con derechos sobre el niño.
—Espera, tranquilo—le detuvo antes de que comenzara a especular ansioso como solía hacer. —Pensemos fuera de eso, no crees que a tu hijo le hará falta su otro padre?
—Pues...
—Viktor no te ha pedido nada hasta ahora, te acompaño al medico, incluso hablo con Celestino sobre tu permiso, tal vez solo se encariño con el bebé y tú no deberías prohibirlo.
—Es que no quiero que piense que es suyo ni...
—Es un alfa y tú un omega que no tiene pareja, además del asunto del embarazo, su instinto es de protección hacia ustedes...—sonrió tranquilo. —Solo dale una oportunidad como padre del bebé, si no te convence habla con él y lo alejas.
Jugo con sus dedos, en realidad no quería alejarse de él.
—Está bien, lo pensare...—le sonrió a su compañero que parecía haberse quedado más tranquilo, todos ahí eran como una gran familia. —Ahora dime, de quién es la idea?
—D-de...qué hablas?—preguntó el otro, con un sonrojo delator en sus mejillas.
—Está no es tu idea, verdad?
Guang Hong bajo la cabeza, apenado.
—Fue idea de Pichit, dice que te gusta Viktor—confesó cubriendo su rostro.
Yuuri sonrió y suspiro, por supuesto que Pichit estaba tras eso, Leo y Guang Hong no solían hablar de eso.
—Bueno, no le digas nada a Pichit, morirá de la curiosidad y vendrá a preguntarme.
Se rió y cubrió su boca, con sus mejillas rojas aún.
—Está bien, gracias por no enfadarte.
—Ah, no es nada para enfadarse, vendrá Leo hoy?
—Si, le ha pedido cambio de turno a Celestino y tal vez se quede con nosotros ahora.
—En serio?
Asintió animado, bajando la mirada.
—También se mudó conmigo, nos ahorramos bastante dinero y así podemos ahorrar para...tener a un niño.
—Eso es genial—tomo sus manos y sonrío. —Tengan cuidado por ahora, si? Ya me ves.
—Oh, no lo digas, te veo bien y estarás bien, ya veras—le abrazo con suavidad para no lastimar su vientre.
—Gracias, eres un buen amigo.
-/-/-/-
Esa noche, veinticuatro de diciembre, habría una cena que Celestino le había organizado a sus empleados -aunque en realidad había dicho "para mis hijos"- para celebrar juntos la Navidad, al día siguiente todos tendrían día libre aunque había unos, como Yuuri, que seguro irían a trabajar.
Viktor no sabía si ir, no tenía ropa para una cena así y menos tenía ganas de salir, pero cuando Yuuri le pidió que lo acompañara no pudo negarse.
La fiesta fue muy agradable, en realidad, nadie llevaba ropa elegante y la comida era más que nada chatarra. Nunca se había divertido tanto con un montón de extraños que le trataron como si se conocieran de toda la vida.
Cuando finalmente era la una de la mañana tuvo que salir de ahí pues Yuuri estaba algo mareado y cansado, planeando irse a casa solo así como estaba. No iba a dejar que algo le pasara con el riesgo que había de tener al bebé en cualquier momento así que se ofreció para acompañarlo.
El aire frío y fresco de afuera le hizo sentir mejor, aunque no estuvieran fumando adentro de la casa, la gente a su alrededor apestaba a nicotina y eso no le hacía nada bien.
Se pasó una mano por la frente y bostezo con flojera, sus ojos se cerraban, nunca se había sentido tan cansado.
—Tienes frío?—preguntó Viktor, que caminaba con las manos en las bolsas de la chamarra.
—Un poco, pero me quito el mareo y el bochorno.
—No trajiste nada para abrigarte.
—Lo olvide cuando salí, espero no enfermarme.
—No lo creo—se quitó la chamarra y se la dio, conteniendo una risita al ver que no le cerraba. —Bueno, ayudará un poco.
—Gracias—murmuró con la vista baja. —Pero tú?
—Soy de Rusia, creo que este frío está bastante decente.
—Buen punto—soltó una risita y se acomodó las mangas en los brazos, divertido con el tramo que le sobraba.
El camino continuó en silencio, la compañía era agradable, el ambiente estaba relajado y se sentía bien, contento, como no lo sentía en años.
—Gracias por acompañarme, has tenido muchos gestos amables conmigo.
—Que puedo decirte? Ahora que me encariñe con el bebe siento que lo tendrás en cualquier momento.
Yuuri rió y negó con la cabeza, acariciando su vientre.
—Eres un exagerado.
—No, el doctor dijo que puedes tenerlo antes, quien me asegura que no es cierto?
—Buen punto—vio hacia abajo donde aún podía ver sus pies. —Me entregaron los resultados de la prueba, por cierto, el bebe no tiene ningún problema.
—Que buena noticia—sonrió tomando sus hombros para hacerle caminar delante de él. —Cuando tienes...la próxima cita?
—La otra semana—hizo la cabeza un poco hacia atrás para verlo. —Quieres ir conmigo?
—Creí que Pichit iría.
—No, me dijo que Seung lo llevará a su casa.
—Se van a Corea?
—Un tiempo, Seung se reconciliara con su hermana y presentará a Pichit como su pareja formal.
—Wow, palabras grandes.
Rió y asintió, restándole importancia, lo bueno era que Seung había tomado a Pichit sin problemas ni perjuicios por lo que había pasado.
—Sus vidas se arreglan, supongo—suspiro. —Me alegro, los veo contentos.
—Dirás Pichit porque Seung no hace ni media expresión.
Yuuri desvío la mirada y se mordió el labio para no soltar una carcajada.
—Tampoco dice media palabra, pero creo que te entiendo.
—Estás siendo grosero.
—No es cierto, digo la verdad—tomó su mano y redujo el paso. —Y no puedes negármelo.
Yuuri observó sus manos entrelazadas, de repente su pecho se sentía cálido y su corazón retumbaba contra sus oídos.
—Lo se—murmuró como respuesta tratando de disimular, clavando la vista al frente. —B-bueno...me imagino que estás cansado, yo...
—Espera—le interrumpió antes de que desapareciera por la puerta del edificio. —Necesito pedirte algo, es importante.
—Dime—murmuró sintiendo su estómago burbujear, era el bebe moviéndose o el nerviosismo?
—Quisiera...que me dejes involucrarme en la vida del bebé—tomó aire y soltó el suspiro más grande hasta el momento. —Se que no tengo derecho sobre ti ni él para pedirte esto pero...por alguna extraña razón quiero hacerlo, quiero cuidarlo y enseñarle muchas cosas que ahora se y que desearía que alguien me hubiera dicho antes...
—Viktor—apenas por mencionar su nombre, se sentía tan conmovido que quería llorar...se sentían igual con respecto al bebé.
—No tienes que contestarme ahora—le aseguro con una leve sonrisa. —Piénsalo bien, sin presiones, solo es una petición.
—Lo haré, lo prometo.
—Gracias, Yuuri—le abrazo, realmente aliviado. —Feliz Navidad.
—Feliz Navidad—murmuró con los ojos cerrados, correspondiendo al gesto.
-/-/-/-
Cuando no pudo estar más tiempo recostado por el dolor en su espalda se levanto. Eran las seis de la mañana y no tenía que trabajar ese día...se aburriría...
Entro al baño y abrió la regadera para darse un baño rápido, el agua siempre salía fría ahí así que no se molestaba en esperar al agua caliente. Cerró las llaves y se seco para salir con prisa a vestirse, tal vez iría a la cafetería a desayunar y se la pasaría ahí en el día.
Tocaron a la puerta y se sorprendió, nunca recibía visitas. Se acomodó la chamarra y abrió la puerta viendo a Yuuri por la pequeña rendija que la cadena le daba.
—Hola—saludó con voz suave y baja, adormilada aún.
—Feliz cumpleaños—felicitó mostrándole la bolsa de papel en su mano. —Entrega a domicilio.
Viktor soltó una risita y cerró para quitar la cadena, dejándole pasar. Yuuri entro, sorprendido por lo pequeño que era el lugar y dejó la bolsa sobre la mesa, había creído que su departamento era pequeño, vaya que estaba mal.
—Como sabías dónde vivo?
—Leo me lo dijo—sonrió, tomando su vaso de chocolate.
—Creí que hoy ibas a trabajar.
—No, Guang Hong no irá y no quería quedarme solo...además tengo algo que proponerte.
Se mordió el labio conteniendo una risita.
—Yuuri, acaso quieres hacer una travesura?
El omega se sonrojó y negó de inmediato, con las manos y la cabeza.
—No es eso, pervertido.
Viktor se rió, sentándose a la mesa, ofreciéndole el otro banco a Yuuri, quien de inmediato se sentó.
—Estuve pensando lo que dijiste anoche—suspiro y cerró los ojos. —Y si de verdad quieres hacerlo tengo una condición—se sintió algo intimidado ante la mirada fija del alfa. —P-por que no...te...mudas conmigo?
Viktor arqueo una ceja, esperando la explicación que estaba seguro venía enseguida.
—Es que...podríamos mantener mejor el departamento entre los dos, a mi...ya no me daría miedo dormir solo y tú puedes descansar mejor en el sillón.
—Lo dices en serio?—preguntó incrédulo pero animado.
—Si, es en serio.
—Me gusta la idea—dijo de inmediato, poniéndose de pie. —Además ahorraríamos dinero que puede ser bueno para el bebe.
—No necesitas ayudarme con los gastos del niño solo...
—Déjame hacerlo, si podré involucrarme en su vida entonces quiero aportar con eso también.
Yuuri mordió su labio y bajo la mirada, no podía negarse si lo veía tan entusiasmado.
—Está bien, pero no exageres.
—Para nada, daré lo necesario.
El omega sonrió y el alfa le devolvió la sonrisa, se sentía tan apoyado por ese hombre que de verdad no le había costado mucho tomar la decisión. Era lindo poder decir que consideraba a Viktor como su amigo, sin dudarlo, pero lo mantendría como un secreto.
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JESUS *relief in irish*(?)
Estoy apenada con ustedes, debí subir capítulo ayer pero es que escribir del teléfono me provoca dolor de cabeza y ayer me dio migraña xD estoy bien, solo es eso, afortunadamente me prestaron una computadora hoy y pude escribir decentemente, espero mañana también pueda pero no prometo nada xD
Gracias por leer, por sus lindos comentarios en los tres fics, holi y bienvenidos a los nuevos lectores, mil gracias a los que me acompañan desde consecuencias, ustedes son un amors~
Me retiro por ahora, si me dejan la compu más rato adelantó lo de mañana xD cuídense! Les loveo con el jart y el hipotálamo <3
Rave~
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