5
Vacilo al estar frente a la puerta e hizo una mueca, no podía irse, solo estaba esa solución frente a él. Toco y espero con el corazón desbocado en su pecho, esperando que fuera Margaret quien le abriera.
La joven abrió la puerta y le vio sorprendida, pero aliviada de que estuviera bien.
—Yuuri—saludo contenta abrazándole de inmediato. —Como has estado? Creí...creí que no ibas a volver.
—Solo...vengo por una emergencia, créeme.
—Pasa—se hizo a un lado y la jalo con ella. —Cuéntame que tienes, puedo ayudarte?
—Bueno...no quisiera decirte esto pero...no veo otra solución y creo que esto es lo correcto.
—Cielos Yuuri, estás asustándome—murmuró haciendo que se sentará a su lado en el sillón.
—Lo siento...lo siento mucho
Negó y le tomó de las manos.
—Puedes decirme, no pasa nada.
El joven se mordió el labio y vacilo un poco, se sentía tan mal.
—Recuerdas...recuerdas el favor que le pediste a Stefano?
—Sobre marcarte?—preguntó algo confundida para después hilar todo. —Oh Yuuri...
El muchacho bajo la cabeza y asintió.
—L-lo siento...no sabía si venir y decirles pero...creo que esto es lo correcto...
—Eres tan inocente...—murmuró pensando que cualquier otro omega hubiera tenido al niño y exigido dinero por él.
—Él está?
—Si...le llamaré, espera aquí por favor.
Asintió solo viendo a la mujer ponerse de pie para caminar a las escaleras, Yuuri comenzó a jugar con sus dedos, no podía estar más nervioso.
Escucho los pasos molestos en la planta de arriba y cerró los ojos, esperando a que él terminara de bajar, ansioso por la reacción que tendría. Stefano se paró en la entrada de la sala y bufo, acercándose a él.
—Yuuri, creí haber sido muy claro cuando dije que no volvieras por acá, no quiero nada contigo.
—Es importante.
—Tus sentimientos no son importantes para mí, sabes que lo hice porque Margaret me lo pidió y nada más.
El muchacho hizo una mueca y desvío la mirada.
—No vengo a buscarte por eso—murmuró con rapidez, colocando una mano en su vientre. —Lo qué pasa es que...estoy...
—Tienes que estar bromeando—gruño el alfa, pellizcando el puente de su nariz.
—No bromeo.
—Fuiste al medico?
El menor asintió casi frenético, algo ofendido por la incredulidad pero lo entendía, hasta cierto punto.
—Y no abortaste?
—No lo haré—cruzó ambos brazos frente a vientre. —Merece vivir, no tiene la culpa de nada.
—Pues yo no voy a hacerme cargo si es lo que buscas.
—Eres su padre!...y yo...no puedo...
—Ah, que bien, así que lo tienes, me lo dejas y así puedes librarte por completo de las responsabilidades, no?
Yuuri le vio confundido, de qué hablaba?
—Pues no voy a quedármelo, no quiero saber nada de él y si en serio planeas quedártelo tendrás que arreglártelas solo.
—Ni siquiera lo vas a conocer?
—No! Tengo una familia, yo no voy a perder el tiempo jugando con un niño!
Yuuri apretó los puños y lo vio caminar al estudio en la habitación contigua a la sala.
—No puedes ser tan malo, aún no nace y ni siquiera le das la oportunidad.
—No cabe en mi vida—dijo mientras escribía algo en una hoja blanca. —JJ y Margaret son mi familia, aparte de ellos no hay nadie más—doblo la hoja y la metió en un sobre, firmándolo. —Puedes hacer con él lo que quieras, no me importa, con esa carta jamás tendremos que vernos las caras de nuevo.
Observó el sobre entre sus manos y volteo a verlo, Stefano le tomó del brazo y le guió a la salida aunque el menor se resistiera.
—Debes estar bromeando...es tu hijo...—murmuró cruzando el umbral de la puerta.
—No quiero volver a verte, Yuuri, ni a ti ni a tu hijo—sentenció cerrándole la puerta en la cara.
El omega se quedo paralizado ahí un rato, observando la puerta y la carta, como tratando de analizar lo que acababa de pasar.
Suspiro y bajo la mirada, a final de cuentas se las iba a tener que arreglar solo.
-/-/-/-
Se abrochó el delantal con paciencia, eran las siete de la mañana y no había nada de gente a esa hora así que podía limpiar la barra con calma y prepararse un chocolate antes de empezar.
Según el calendario recién empezaba su sexto mes de embarazo y su vientre había crecido considerablemente, hacia solo unos días había cumplido quince años y jamás se había sentido tan lleno de responsabilidades como en ese momento, siempre pensó que si vida sería más sencilla si salía de casa...vaya error.
Entro a la cocina para dejar sus instrumentos de limpieza y lavo sus manos para volver a la parte de enfrente, como cada mañana andaba perdido en sus pensamientos y casi sintió que le daba un paro cuando descubrió una persona parada frente a la caja registradora.
—Lo lamento—murmuró en su gracioso inglés.
Yuuri sonrió al reconocer ese acento, era el extranjero de días atrás.
—Llame pero nadie me contesto.
—No pasa nada—suspiro y bajo la mirada como si se asegurará que su hijo siguiera ahí después del susto. —En que puedo ayudarte, extranjero?
—Quisiera tomar un latte—pidió rebuscando el dinero en sus bolsillos, según sus cuentas podía comprar uno sin afectar los gastos del mes.
—Claro, toma asiento—pidió señalando los bancos para después darse vuelta y caminar a la máquina.
—Solo tú trabajas aquí?
—No, tengo un compañero pero usualmente está en la cocina, y a veces Leo nos ayuda cargando cosas y así.
—Ah, el chico que trabaja aquí es pareja de Leo.
—Exacto—sonrió viéndole de reojo, volviendo la mirada a su trabajo casi de inmediato.
—Ya lo conozco entonces.
Yuuri volteo y le pasó la taza despacio con un pequeño plato donde había un par de magdalenas.
—Con el café está bien—dijo tratando de disimular un poco que no podía pagar el pan extra.
—Tranquilo, lo invito yo—sonrió. —El café y el pan, por la ayuda de la otra vez.
—De verdad?
Asintió de inmediato viéndolo suspirar.
—Gracias—murmuró aliviado, se había quedado sin despensa y no sabía que hacer.
Yuuri hizo una mueca, pensativo.
—Oye, te propongo un trato.
—Te escucho.
—Si pasas todas las mañanas por aquí te daré de desayunar, pero a cambio tendrás que traerme la comida por la tarde.
—Estás seguro? Trabajas en una cafetería puedes comer lo que quieras.
—Supongo, pero no puedo vivir a base de sándwiches y hamburguesas, mi hijo necesita más variedad—dijo pasando la mano por su vientre como una suave caricia.
Viktor sonrió, enternecido y se recargó de la barra.
—Piensas pagar todos mis desayunos? Es por qué te gusto?
Yuuri se rió bajito y negó.
—Hablare con el señor Celestino y le diré del intercambio, no creo que se moleste.
—Espero que no, ya bastante ha hecho por nosotros.
Ambos asintieron, no sabían en qué circunstancias había llegado el otro ahí pero seguro había sido bien acogido por el italiano, era un buen hombre.
Viktor vio al omega beber de una taza, estaba recargado de la meseta pegada a la pared, contaba unas pastillas en la mano y veía la hora como si quisiera adelantar el reloj.
—Cuantos meses tienes? —preguntó cuándo ya no pudo contener la curiosidad.
—Seis, recién cumplidos.
—Y años?
—Quince, recién cumplidos—sonrió, tratando de restarle un poco la seriedad del asunto.
—Por que tan joven?
Yuuri prefirió encogerse de hombros a soltar explicaciones qué tal vez el otro no entendería. Viktor solo suspiro asintiendo.
—Y estás bien con eso?
—Si—respondió luego de un rato de pensarlo, tampoco tenía otra opción.
—Valiente—murmuró el alfa bebiendo lo último que quedaba de su café, vio el reloj de pared y suspiro limpiando su boca para ponerse de pie. —Me voy, gracias por el desayuno.
—Mañana será mejor, lo prometo—sonrió, acercándose para tomar los trates sucios. —Te espero en la tarde con mi comida.
El otro asintió y, después de agitar la mano en señal de despedida, camino a la salida con algo de prisa, se le hacía tarde. Se detuvo antes de cruzar la puerta y volteo a ver al chico.
—El embarazo te sienta bien—aseguró con una sonrisa, saliendo finalmente.
Yuuri se quedo estático, avergonzado y sorprendido, lo había escuchado antes de Guang Hong, de Leo y Pichit...pero con ellos no se había sentido tan apenado como en ese momento.
-/-/-/-
Viktor soltó un suspiro enorme, su turno recién terminaba, ya había comido y solo esperaba la comida de Yuuri...era gracioso, con una semana había sido suficiente para que se le hiciera rutina.
Se levantaba temprano, pasaba a la cafetería, desayunaba con el omega y se iba a trabajar, comía al terminar el turno y esperaba la comida que Pichit preparaba especialmente para Yuuri, se la llevaba y a veces se quedaba a ayudarles a cargar cosas o solo ver a Guang Hong preparar el pan, era un gran distractor, y no porque no le gustará llegar a su casa sino que estar sólo tanto tiempo le hacía pensar en muchas tonterías sobre su situación, usualmente siempre terminaba en pésimos escenarios. Además, comenzaba a llevarse con más gente ahí y poco a poco iba aprendiendo palabras en italiano, no se quejaba.
Jugo con la taza entre sus manos y vio a Yuuri revolotear atrás de él, siempre estaba activo y tratando de tener contentos a sus clientes. Enjuago el traste con algo de cansancio y pereza, se había preguntado porque no se tomaba descansos por la tarde pero Guang Hong le había contado que ahorraba para el parto de su hijo así que tomaba doble turno. Le parecía algo peligroso que estuviera en el sexto mes así de activo pero no era nadie para juzgarlo.
Lavo el resto de los trastes con algo de pereza y se asusto cuando escucho una taza romperse y una maldición en inglés, volteo de inmediato y vio a Yuuri en el suelo, jadeando y sosteniendo su vientre con fuerza.
Dejo las cosas de lado y se inclinó frente a él.
—Estás bien?
—Si...solo me caí...
—Te duele?—pregunto poniendo una mano sobre la del omega.
—Un poco...no es nada, sólo necesito levantarme.
—Creo que mejor te tomas un descanso, le avisaré a Guang para que ocupe tu lugar.
—No puedo dejarlo solo.
—Tranquilo, le ayudaré...—se levanto y se inclinó para poder ayudarle, comprobando que no hubiera sangre en el piso o algo que indicara malas noticias. —Relájate un poco—murmuró sentándole despacio en la silla más cercana.
—No me digas que me relaje—frunció el ceño levemente. —Si fueras padre soltero a punto de tener un hijo estarías como yo.
—No lo sé, todos los padre son distintos—suspiro encogiéndose de hombros. —Pero si se que matándote no le ayudas en nada, debes descansar.
—Ah?—frunció el ceño y alzó la mirada, fulminando a Viktor...casi de inmediato noto su gesto y lo suavizó para desviar la mirada. —Lo siento...
—No pasa nada—murmuró sorprendido por verlo enfadado por primera vez, aunque fuera un segundo. —Me haré cargo del resto del turno, bien? Pero te sugiero que consideres en serio lo del permiso maternal.
Yuuri asintió incapaz de decir nada más, sentía que moría de vergüenza.
Viktor asintió y se dio la vuelta para caminar sin prisa a la cocina, avisando de inmediato al omega lo que había pasado. Estaba...divertido, jamás se imaginó ver a alguien como Yuuri enfadado, así que parecía un evento único, algo realmente adorable, y el hecho de que se disculpara casi enseguida lo hacía aún más tierno, quien lo diría?
Yuuri era un chico interesante, era bueno tenerlo como amigo.
------------------------------
Hola! Bueno xD aquí el cap siguiente, ahora no me tarde mucho, aunque me estoy muriendo de sueño XDD
Gracias por su paciencia (de nuevo) sus lindos deseos sobre mi compu y lo bien que han aceptado el fic "incompleto" mil gracias!
No me quedo más porque me duermo sobre el cel XDD les loveo con mi jart y mi hipotalamo xD como siempre!
Rave~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top