Las manos de Magnus se posaban en el cuerpo del joven modelo, una en la espalda baja y la otra en la pierna. Estaban echados en el sillón muy cómodo de un bar, o mejor dicho, un antro donde los gays iban a estar tranquilos y aislados de la sociedad.

Alec reposaba su cabeza en el respaldo y se dejó besar como había deseado todo el día ser besado y tocado. Estaba tan perdido en el fotógrafo. En su aroma, sus manos, sus ojos achinados, su sonrisa radiante y el sonido de sus risas.

Caminaron de la mano hasta el departamento de Magnus y entraron sin soltarse. Era chistoso como ninguno de los dos había tomado alcohol. Era como si supieran lo que iba a suceder y no querían perderse ni un detalle.

El único sonido que se escuchaba era el de sus besos, sus ropas cayendo al piso, los jadeos que deliberaban los toques no tan suaves ahora. Los llenaba la pasión y el amor repentino que afloraba en sus palpitaciones.

Pasados los minutos el único sonido que comenzó a inundar el lugar era el de las pieles chocando entre sí. Al principio con cuidado pero luego de la aceptación y el pedido de mas, la frecuencia aumento como los jadeos y gemidos.

Las uñas del modelo se clavaron en la espalda de quien le estaba haciendo ver las estrellas del paraíso del placer minutos antes de dejarse llevar.

Las respiraciones agitadas inundaron el repentino silencio y un abrazo fuerte que consolidaba el momento, dio por iniciado algo que sería el principio del fin.

El fin de la búsqueda, el haber encontrado el amor de su vida.

- Me haces feliz... - Susurro Alec sin pensar, un Alec que aun no podía procesar lo mucho que podía aguantar su amante y lo bien que le había hecho el amor.

- Wǒ de xìngfú jiùshì nǐ - Le contestó Magnus una vez que había acomodando su cabeza en el pecho del modelo.

- ¿Y eso? - Cuestiono entre quedándose dormido o desmayado, no sabía aún, pero el placer le había hecho cuestionar hasta su propia realidad.

- Significa.. Mi felicidad sos vos. 

A lo que Alec sonrió y se dejó ir, dándose por vencido al cansancio que sentía. No era que siempre podía sentirse tan seguro y bien....

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