BATALLA DE CABALLERIA HUMANA.

Su cabeza estaba llena de pensamientos intrusivos. Eran cosas como; «¿Qué debería hacer ahora?» o también, «El cielo es azul por la atmosfera o por el reflejo del agua». Tonterías sin importancia que caminaban atra vez de su cabeza como si se tratara de un hombre a inicios de un maratón.

Al comienzo el caminaría tranquilamente como si nada en el mundo lo fuera a detener, pero mientras el tiempo avanza y las hojas de los árboles se sacuden con la brisa cálida de aquel verano en que se celebra ese maratón, las pisadas del hombre crecen en rapidez y consigo a ello, este comienza a trotar y correr.

Pensamientos que fluyen como el rio que baja por la ladera de una pequeña colina.

Izuku se encontraba atónito sin nada más que cosas estúpidas en su cabeza en forma de ideas o pensamientos.

Al igual que su mente, su cuerpo estaba enteramente estático en aquella pequeña fracción de tiempo que se cortó del reloj de cronos.

Decenas de trozos de metal, cientos de pequeños fragmentos de roca y miles de motas de polvo de tierra se desprenden del suelo junto a aquel humo color rosado nacido del estallido de la mina delante de él.

No habían pasado ni más de tres segundos cuando el chico arrojo a la joven castaña hacia delante con una fuerza gigantesca.

Debido a esta acción, para que pudiera haber hecho esto tuvo que resistir aquella explosión de mina la cual ocurrió a centímetros de su rostro arrojándolo hacia atrás y levantándolo del suelo un par de metros, a lo mucho, tan solo fueron dos.

Con sus brazos y piernas extendidas, la venda de su brazo izquierdo flotando lejos a una gran altura del cielo y desapareciendo entre el humo rosado.

Midoriya Izuku recibió un enorme impacto de estallido directo al rostro dejándolo turbado, ajeno a sus sentidos pues el oído había sido destrozado por la explosión y su vista estaba nublada. Seguramente este hecho fue causado por la presión del aire extendiéndose hasta romperse en su rostro.

Y apenas, con su vista susceptible a cualquier brusco movimiento logro vislumbrar dos siluetas, una al lado de la otra.

La primera de ellas, algo alta y delgada pero no tanto como para comparársele a Tenko o Iida, era Todoroki Shoto de quien se trataba.

Este joven de cabello bicolor y ojos del mismo suceso, se encontraba detrás de un muro de hielo que casi al instante que observo la primera mina estallar el creo.

Despues, justo a tres metros del aire se encontraba un chico de cabello puntiagudo, casi crespado como el de izuku pero con la diferencia de paleta de colores puesto este portaba un rubio cenizo como si el dorado de un arete de mala calidad se haya despintado con el tiempo.

Era Bakugou Katsuki quien apenas observo como izuku se había detenido se lanzó hacia el aire disparado con ayuda de sus explosiones que emergían de sus palmas con vehemencia.

Lo primero que paso por su cabeza tras verlos fue el pensamiento de haber sido una molestia para ambos. De haber causado un desconcierto en sus tramos de carrera llegando a casi sentirse culpable si no fuera gracias a esa voz detrás de su cerebro que le gritaba una y otra vez...

[Te vas a morir.]

Izuku lo sabía, esa voz no era de nadie más que aquella chica que vagaba en su cabeza durante algunas noches, en algunas situaciones adversas y demás escasos momentos en su vid.

Himiko Toga.

Una chica que para bien o para mal fue la primera tras el incidente de deterioro quien le extendió una mano sin miedo.

Con aquella sonrisa llena de oscuros sentimientos y esos colmillos que extraían algún futuro en izuku, este no podía evitar pensar en ella como un soporto en aquellos días y como un nuevo peldaño en sus días presentes y quizás...

Como un castigo en sus días venideros.

Con esto y más en su cabeza no era capaz de pensar sabiamente ni lógicamente por lo cual, dejándose llevar por el momento el chico se rindió ante todo y como último gesto miro hacia arriba donde como un ave volar, Tenko Shimura, sin algún esfuerzo volaba ignorando todo lo que sucedía abajo.

Algo surco rápidamente su pecho acribillándose directamente en su corazón como un millar de dagas filosas y ardientes que causo al chico un gran remordimiento.

Desde hace ya dos semanas apenas había tenido un tiempo a solas con el chico y ni si quiera un par de palabras se habían cruzado entre los dos.

La razón de ello era muy simple pero para izuku, darles vuelta a los asuntos era cosas de día tras día lo que llevo a la situación actual.

Midoriya Izuku y Tenko Shimura no se habían dirigido la palabra en estas últimas dos semanas lo cual mantuvo en unas increíbles ascuas de remordimiento a izuku.

Como cualquiera pensaría, el creía que lo que le hizo a su casa, a su hermana y quizás a sus padres no tenía perdón. Pues, aunque este se viera como un amigo de Tenko eh izuku creyera firmemente que Tenko lo apreciaba, era incapaz de ocultar el sentimiento de terror al ser el causante de su separación.

Hanna Shimura recluida en un hospital y sus padres vigilados tanto como ella. Que ahora Tenko reciba burlas por su hermana y demás.

«¿Qué clase de persona le haría todo eso a su amigo?»

¿Si quiera tendría el valor de mirarlo a los ojos si tuviera la oportunidad de hacerlo? ¿Acaso el chico tenía el deber moral de disculparse con su amigo? ¿Él era el culpable de todo esto?

No podía pensar en más, despues de todo él fue quien permitió que Hanna peleara con él. A pesar de todo lo que se negó a hacerlo al principio, al final parecía disfrutarlo como si estuviera liberando estrés y esto fue el causante de que las personas en las redes tacharan de enfermos a aquellas dos personas manchadas de ese quirk benigno.

Decay y Podredumbre escarlata.

Al final, Izuku termino por cerrar los ojos y como si cronos, el dios del tiempo se volviera en la idea que alguien robo una fracción de la eternidad, el tomaría cartas en el asunto y con un chasquido.

*¡CHAS!*

El tiempo corrió de nuevo.

*¡BOOM!*

Sonidos atronadores.

*¡WHAM!*

Resonando con fuerza unos con otros.

*¡CRASH!*

Uno tras otro en constante seguimiento.

*¡BOING!*

Eran los sonidos metálicos unidos al sonido carraspeante de la tierra cayendo al suelo en una ola de fuerte resonancia.

Los gritos de los alumnos no se hicieron esperar pues la mayoría cayo de espaldas por la onda expansiva liberada por la enorme explosión ocurrida hace unos instantes.

Estos gritos se unieron a los vociferes de algunos miembros del departamento de heroísmo de la clase de 1B quienes se cubrieron al recibir la ola de viento y tierra que casi arroja a todos al suelo.

―¡Aférrate a mi espalda, Kodai-Chan! ―le espeto la presidenta de la clase de su curso quien había crecido sus manos enterrándolas en el suelo mientras que lanzo la otra palma a su lado cubriendo a sus segunda compañera.

Una chica de cabello verdoso y ojos puntiagudos quien separo por instinto su cabeza del cuerpo elevándola por encima de la mano de la chica observando aquella masiva nube de humo rosado.

―¿¡Que ocurre?! ―bramo un miembro del departamento de apoyo quien casi salía volando de nuevo hacia la gran caída que con mucho esfuerzo logro cruzar.

―¡Los locos de la clase A seguramente! ―dijo con dificultad un chico del departamento de estudios generales quien estaba escondido tras un cumulo de tierra con la espalda pegada a este.

A unos palmos de estos chicos se encontraban un par de jóvenes quienes estaban con ambos brazos en equis, plantados en el suelo como si nada y ni nadie fuera a moverlos.

―¡Resistiré hasta el final! ―dijo uno de ellos con euforia.

―¡Deja esta estupidez y pongámonos a cubierto! ―le replico el otro a su costado.

El chico de cabello y tono plateado soltó un bufido.

―¡¿Esta es la resistencia de los de la clase A?! ¡Qué vergüenza! ―dijo con una atronadora risa.

El joven de cabello rojizo se sonrojo y como si las palabras de este chico le hayan llegado al pecho no se lo pensó más y enterro los pies con más fuerza en el suelo ignorando todos los pequeños trozos de piedra que golpeaban sus espinillas.

Nadie tenía la posibilidad de avanzar pues la presión del viento y la onda expansiva seguía lanzando tierra y metal hacia atrás provocando que los alumnos tuvieran que ponerse a cubierto.

Era una completa locura lo que ocurría.

Tanto fue así que aquella multitud que segundos antes de todo esto se habían puesto de pie, seguían así observando la pantalla con atención, la suficiente como para desaparecer de todos ellos la necesidad de parpadear por un minuto entero pues ese fue el tiempo que duro todo este estruendo hasta que al paso de este minuto, tras dos segundos de que el estadio se haya llenado en el centro un poco más del 60% de humo rosado, de este salio disparado una chica de cabello castaño que termino rodando varios metros hasta quedar en el césped boca arriba con una expresión perdida.

Era como si estuviera desmayada.

Tras tres segundo más, el grito de Mic no se hizo esperar anunciando que esta chica había sido la primer en llegar de la carrera de obstáculos a lo cual, como cualquiera pensaría, sacaría de aquel enfoque zombie que la multitud tenía sobre la pantalla pero no fue así, ellos siguieron aquel hilo que conectaba sus ojos con la pantalla como si nada más en el mundo importara.

Y esto, aunque pareciera extraño, para nada lo era.

Lo que había hecho izuku que provoco que la multitud se levantara fue el hecho de que este chico había usado aquel quirk que a muchos dejo marcados y que a otros a enfermado el tan solo pensar que una persona como Midoriya Izuku, pudiera vivir una vida libre y sin culpabilidad.

El usar deterioro en frente de las cámaras provoco la conmoción y las miradas incautas de todos.

Furiosos y confundidos, incrédulos eh interesados, de esta forma se describían las miradas de todos loas afónicos pues no podían ni producir un sonido más que el gemido mudo de sus gargantas.

Cuando finalmente la presión del viento había cesado, pasaron tan solo unos instantes para que detrás de la chica de cabello castaño llegara un joven de cabello oscuro quien al salir del humo y divisara a la joven en el césped, este corriera a su auxilio o más bien, aterrizara.

―¡Uraraka-Chan! ―voceo a la chica tomándola en brazos y levantando su cabeza hasta el regazo.

Apenas la tenía en brazos cuando estridentes estallidos resonaron en eco justamente en el túnel liberando una gran onda de viento que abrió un camino como una katana cortando una fruta permitiendo ver al joven de cabello cenizo cayendo a unos metros justo delante de Tenko.

―¡Bakugou Katsuki, el tercer lugar! ―exclamo Mic.

Tras este grito se pudo escuchar a duras penas el chasquido de lengua de Bakugou quien camino lentamente hacia delante justo donde tenko tenía sostenida a Uraraka.

A penas este abrió la boca para decir algo, nuevamente el humo se abrió dejando ver a Todoroki Shoto quien entro corriendo detrás de Bakugou.

―¡Como cuarto lugar, Todoroki Shoto!

Apenas enuncio el apellido «Todoroki» las miradas inauditas salieron de aquel trance hacia el televisor y dirigieron sus miradas al centro del estadio donde justamente en el césped se encontraban ya, cuatro alumnos.

«¿Cuatro ya?» pensaron varias personas que ignorando el hecho de que se habían perdido en aquel mundo por segundos, fueron incapaces de percatarse de la llegada de los chicos.

―¿Ese es el hijo de Endeavor? ―pregunto uno entre la multitud―. Tiene su misma mirada, ¿No crees? ―le dijo a su compañero, amigo a un lado.

―Olvida eso, ¡¿Lo viste?! ―ignoro su amigo―. ¡Mira! ―levanto su dedo apuntando su mirada una vez más hacia la pantalla donde vislumbraron las imágenes del campo.

El humo se había dispersado y esto permitió que las personas pudieran ver con claridad los últimos 20 metros de camino hacia el túnel de entrada al estadio el cual estaba reducido a una zanja, casi como una trinchera de guerra.

Llena de trozos metálicos y pequeñas y brumosas nubes de polvo y humo rosado unido a las rocas que sobresalían desde lo más debajo de la tierra.

―Desde lo de la USJ no pensé que fuera a ver esto nuevamente, y menos de tan cerca ―dijo el mismo amigo quien parecía conmocionado―. Este es... Decay.

Poco a poco los mentones de un grupo de la multitud se levantaron para debatir consigo mismos si lo que veían era cierto o no.

Delante de ellos a tan pocos metros de distancia se encontraba el escenario donde Midoriya Izuku «¡LAUGHING BOY!» había usado su quirk.

Muchos ni si quiera les prestaban atención a los alumnos que a duras penas llegaban al centro del estadio como siguientes participantes en el próximo evento.

Poco a poco empezaron a llegar más y más personajes al punto medio del estadio encontrándose así ser con una chica de cabello enredado del departamento de héroes conocida como Shinozaki Ibara de la clase B.

En sexto y séptimo lugar se encontraba Tokoyami Fumikage quien era acompañado por Iida Tenya quien parecía derrotado pues creía que al tener un quirk que consistía en la velocidad, algo tan sencillo como una carrera era pan comido para este pero al final resulto que no fue nada fácil.

Tanto fue así que pisando sus talones se encontraba Sero Hanta acompañado por un par de sombras quienes le pertenecían a un miembro de su clase y otro compañero de Ibara siendo Kirishima Ejiro y Tetsutetsu Tetsutetsu.

―¿Q-quien... te... crees...? ―el joven de cabello y mirada metálica quien se sostenía apoyándose en sus rodillas y con una respiración agitada, abatió contra Kirishima―. ¿Q-que ...e-eres para... estar... a mi par? ―ni si quiera tenía el aire para mantenerse de pie cayendo de cara al suelo dejando una nube pequeña de polvo salir disparado hacia arriba.

Kirishima soltó un estridente bufido de victoria.

―¡Onceavo lugar, perdedor! ―bramo―. ¡Te gane!

Dijo para terminar cayendo a su costado y produciendo el mismo efecto.

Apenas toco el suelo y la nube de humo se unió a la de su par, justo al lado de esta se observó a otro joven de la clase B conocido como Awase Yousetsu junto a Asui Tsuyu, Shoji Mezou, Satou Rikidou, Momo Yaoyorozu y Mineta.

Eran ya 19 personas quienes habían llegado siendo los primeros 20 con aquella sombra perteneciente a Hatsume Mei.

Aún quedaban mas de 20 slots para que pudieran clasificar por lo cual, al paso del tiempo este mismo se convirtió en la moneda inversora la cual transmuto los minutos, segundos y meros instantes en magnificas entradas de los jóvenes de diferentes cursos hasta que solamente habían quedado dos lugares más por rellenar.

El numero de alumnos quienes habían clasificado ya era un total de 40 de ellos de los cuales tan solo eran dos personas de estudios generales, 1 del taller de apoyo y los demás lugares se repartían entre el departamento de héroes de la clase A y B.

No habían pasado mas de 5 minutos desde que Uraraka se convirtió en la primera participante en llegar cuando esta abrió los ojos encontrándose con el rostro de Tenko quien tenia apuntalada su mirada hacia delante. Casi como un hilo que estuviera dirigiendo sus ojos hacia un lugar en común.

El túnel de entrada.

―Shimura-kun... ―dijo en un susurro la chica quien trataba de reincorporarse.

―¡Uraraka-Chan! ―exclamo con sorpresa al ver a la chica erguirse hasta quedar sentada por un lado del chico.

―Ochako-Chan, ¿Estas bien? *Kero* ―pregunto Asui quien se encontraba también a su lado.

Uraraka se encontraba algo arraigada por su aturdides. Apenas hace unos instantes ella había reaccionado despertando de aquel desmayo.

Ella sentía como si tan solo hubiera cerrado los ojos un momento del otro lado del túnel, a lo cual al abrirlos nuevamente ella estaba justo ahí, sentada en el pasto con sus dos amigos a su lado.

―S-si... eso creo ―contesto con ligereza.

Ella comenzo a mover su cabeza de lado a lado buscando algo que posiblemente su cabeza no daba señal de saber quien era hasta que al observar cada rostro de los que estaban delante de ella se percato de aquella persona que ella buscaba.

―Deku-kun.

Tan solo basto un instante para que Tenko cerniera la mirada y Asui mirara hacia delante.

―¿Dónde esta él? ―inquirió uraraka.

Ambos no contestaron hasta que una voz gruesa y sonora se realzo en el silencio formado.

Era Iida.

―Lo vi ―dijo este llamando la total atención de Uraraka.

―¿Lo viste? ―cuestiono atónita―. ¿Dónde?

―Fue justo unos momentos despues de la explosión de todas las minas ―Iida agacho la mirada con una postura avergonzada―. Por un momento lo vi pasar volando al lado mío empujado por la onda de la explosión. Y cuando me di la vuelta para ver donde caería, el mar del humo rosado golpeo a todos y lo perdi de vista ―explico―. Trate de detenerme pero si lo hacía posiblemente la onda de empujo me hubiera llevado a mí también ―dijo este avergonzado por sus acciones―. Lo siento.

Con esto dicho la chica pudo sentir un vuelco en su corazón.

Ahora entendía por que Tenko no separaba la mirada del frente, porque los demás de su clase seguían fijos hacia el túnel esperando algo.

Ese algo que ellos esperaban era Izuku pues este no había llegado.

Una presión en su pecho hizo que ardiera un fuego en su interior que en un segundo provoco que esta se pusiera de pie.

"Gracias."

Puedo escuchar en una voz amable detrás de su cabeza.

Ella se mordió los labios y camino con frenesí hacia delante con un objetivo.

―¿Ochako-Chan? No iras a... ―Asui estaba por hablar cuando está se detuvo al observar algo en el oscuro túnel lleno de pequeñas y brumosas nubes rosadas.

―¡Ey! ―exclamo Mina levantando su dedo índice hacia delante.

Fue entonces que Uraraka quien tenía su ceño fruncido acompañado de una rápido y pesado paso se detuvo en seco zanjando sus pies en el césped y dejando salir un poco de este por arriba de sus pies.

De la oscuridad del túnel salieron dos sombras, una apoyada sobre otra quien ahora mismo dejaba que su cabello liso se sacudiera con el viento hasta que, al costado suyo, un color esmeralda se única al rubio de la cabellera del otro.

―¡No me lo creo...! ―dijo con una sonrisa apenas formándose la joven de cabello anaranjado presidenta de la clase B.

―¡Un suceso inesperado señores! ―enuncio Mic quien volvía a tomar en posesión el micrófono delante de su boca―. ¡Un final de película es como diría que se ha desenvuelto esto!

Aizawa no miro nada contento mientras sus manos en sus muslos presionaban fuerte contra estos.

Las sonrisas en los rostros de los de la clase A no se pudieron hacer esperar mientras que las sonrisas asombradas y llenas de euforia por parte de la clase B tampoco.

―¡Los últimos dos participantes que pasan a cuartos de finales son nada mas y nada menos que el joven Neito Monoma acompañado en el hombro de Midoriya Izuku! ―el ultimo nombre lo recito en un tono veraz.

Los vítores no se hicieron esperar por parte del publico el cual se conformó por un mar de personas que saltaron de sus asientos llenas de emoción y avidez mientras que el otro pequeño rio de personas parecían insatisfechas, casi molestas.

Por parte de All might, este estaba que estallaba en lagrimas por lo cual solo se mantenía sostenido a su asiento. Por otra parte se encontraba Nejire quien estaba suspirando aliviada mientras que a unos metros de ella, la heroína Top 6 se encontraba con una sonrisa arrogante.

―¿Aun duele Midoriya-Kun? ―pregunto Neito quien daba pasos lentos saliendo fuera del túnel.

―M-mucho... ―dijo con una sonrisa apenas visible mientras elevaba su rostro hacia delante encontrándose con todo el estadio saltando y estallando en vítores junto con algunos abucheos―. ¿Seguro que está bien que hagas esto? ―inquirió intranquilo.

Izuku no podía imaginarse lo que podría pasarle a su compañero de otro curso al haberlo ayudado frente a tanto público.

No quería meterlo en problemas.

―Ah, esta bien ―dijo este despreocupado mirando hacia delante y cerniendo el ceño―. Si algo pasa, no seria la primera vez que me tachan de algo. Además, siempre tuve algo de interés por ti. Muchas veces trate de hablar contigo pero usualmente huías como chica que se confiesa a su sempai, ¿Entiendes? ―comento en un hilo de voz.

El chico regreso la mirada hacia Izuku y con una sonrisa hablo una vez más.

―Haberte encontrado casi tieso fue mi oportunidad de oro, ¿No es así, Laughing boy? ―dijo con una risilla.

Izuku no pudo esconder su asombro y con amabilidad este asintió.

―Claro, gracias.

Este era muy agradecido por haber sido ayudado puesto tan solo hace dos minutos el cuerpo de midoriya se encontraba tirado en el suelo boca arriba con los brazos ensanchados hacia cada lado al igual que sus piernas.

Lleno de sudor y con algunas gotas de sangre saliendo de su nariz, se encontraba desorientado con la luz solar que caía en forma de rayos entre las aberturas del humo rosado directo a su rostro provocando que este, al ser levantado no viera a primeras quien era su apoyo.

Tan solo al llegar a pie del túnel, entre las sombras se percato de que aquel chico quien lo estaba ayudando era aquel que había visto una vez cuando miraba a hurtadillas la clase B y Neito lo sorprendió provocando que este saliera corriendo dejándolo con la palabra en la boca.

―¡Deku-Kun! ―exclamo uraraka con mano en alto corriendo felizmente hacia izuku quien alzo la mirada observando a la chica cuando al salir completamente del humo vislumbro una enorme onda, casi como una ola solar caer sobre la cabeza de la chica.

Una vez más, un fragmento de la eternidad había sido arrancado del reloj y entonces con el tiempo casi al filo del barranco izuku no pudo evitar observar aquellas mejillas regordetas y rosadas, cejas delgadas y finas junto a ese cabello castaño como sus ojos.

*LUP-DUP*

Su corazón latió y liberando una onda invisible, aquel fragmento de tiempo se rompió y todo corrió como debió ser.

Sonrió felizmente mientras la chica castaña corría hacia él.

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[CAPITULO 39]



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―¡Muy bien! ―anuncio la voz seductora de la heroína +18 quien tenía la absoluta atención del público―. Los 42 en la cima han conseguido el derecho de avanzar por lo cual, lo siento por los chicos que fallaron pero sopórtenlo, la sensación del festival aún está siendo preparada.

Muchos de aquellos quienes no habían logrado clasificar se sentían completamente molestos y abatidos. La molestia iba dirigida hacia izuku quien se encontraba siendo sostenido por uraraka pues este no podía apoyar completamente las dos piernas.

Varios de los que perdieron supusieron y casi juraron que fue culpa del deterioro y estallido de minas que izuku provoco, lo cual hizo que perdieran.

Toda la culpa la hacían recaer en él que claramente sentía esto y con la mirada agachada no tenía valor de levantarla.

―¡Y ahora para las post preliminares, la selección final! A partir de ahora, incluso el cuerpo de prensa va abundar en un blanco calor de emoción, así que denlo todo ―informo lanzando su mano hacia la pantalla encima de ella―. ¡¡Ahora, en el palpitante segundo evento!! Yo ya se que va a ser, pero el suspenso me esta matando. ¡¿Qué podría ser?! ¡Bueno, se los dire así que admiren!

En un segundo, la pantalla agito su transmisión cambiando en decenas de colores hasta que unas palabras se formaron como una ruleta de casino.

―¡Una batalla de caballería humana! ―clamo por los aires Midnight.

―¿Caballería humana...? ―dijo Denki.

―¡Caballería humana! ―exclamo Mineta ansioso.

―Pero ese no es un juego que funcione con jugadores individuales, ¿Cómo van a hacer que funcione? ―resalto la chica Yaoyorozu.

Enseguida, Midnight volvió a hablar.

―¡Pueden formar equipos libremente de 2 a 4 personas en una forma de caballo! ―dijo esta―. Básicamente son las mismas reglas que una batalla de caballería humana: Tumben enemigos y cuiden a los suyos. Excepto por una sola cosa...

Justo encima de Midnight, la pantalla transmitió un tablero con los nombres de los 42 participantes donde a la cabeza de todos se encontraba uraraka.

―¡Cada uno recibirá cierto puntaje basado en la actuación en la prueba pasada lo que dará valor de puntos a cada caballo de guerra humano quien se encuentre en cabeza!

Uraraka se encogió de hombros al mirar su nombre.

―La cantidad de puntos que valdrás es de 5 puntos si quedaste en ultimo lugar, 10 si quedaste en penúltimo y 15 así sucesivamente con excepción del primer lugar cuya cabeza tiene un valor de...

La chica sintió un mar de emociones en aquel momento.

[¡¡DIEZ MILLONES DE PUNTOS!!]

Ese mar de emociones se sacudió con las olas de feroces miradas que se encendieron en un segundo.

―¡¡Pero!! ―antes de si quiera poder mirara a uraraka, todos mantuvieron sus miradas en Midnight―. ¡El festival deportivo no es sinónimo de individualidad! Este festival esta hecho para mostrarles al mundo que clase de personas aspiran a convertirse en héroes y también enseñarles sus propios valores por lo cual, toda clase de enseñanza será pagada con la misma moneda.

Nezu esbozo una sonrisa.

―¡Neito Monoma! ―las miradas fueron empujadas hacia él―. ¡Uraraka Ochako! ―se dividieron en ella―. ¡Y por último, Midoriya Izuku! ―todas terminaron con él―. ¡El trabajo en equipo y el apoyo incondicional a un compañero o cualquier persona que necesite ayuda es un valor muy importante para cualquier héroe y ustedes demostraron esto con gran fervor! ¡Y es por eso...!

[Estas miradas...]

Izuku miro a su alrededor.

[Todas estas miradas son diferentes a las de la escuela, incluso son diferentes a las que las personas me lanzaban en las calles cuando me reconocían.]

Tanto Ochako, Neito eh Izuku se encontraban atascados en el mismo sitio.

―¡Que los diez millones de puntos serán divididos entre estos tres chicos sin importar su plaza en la carrera! ―anuncio apuntando a los adolescentes―. ¡Aquellos que demostraron la valía de ayudar y apoyarse uno al otro!

Mas de 3 millones para cada uno de ellos provoco que todas las miradas cayeran como una lluvia de balas sobre este trio de jóvenes.

―Que buen resultado, ¿No crees toshinori? ―pregunto Nezu a su costado.

―¿Qué dice?

―Hay cosas que son bueno mantener y otras cambiar. Yo siempre digo que aquello que se ha de desechar es el desprecio y lo que se debe conservar es el deseo de preservar. Incluso cuando a tu chico lo intenten alejar, el aun conserva algo que provoco que otros quieran hacer lo mismo.

Toshinori escuchaba atentamente.

―Veamos qué tipo de resultado llega a conseguir cuando todas las personas a su alrededor que buscaron despreciarlo vean aquello que es valioso para él.

Nezu había movido un peón provocando que el juego comenzara.

Midoriya Izuku se movió a la casilla del frente a expensas del siguiente movimiento del destino.

La batalla de Caballería estaba a punto de comenzar.

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[De 2 a 4 pero para ellos, solo queda una opción... el número 3.]

Proximo capitulo: Enemy.

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