UNA CHICA IDIOTA Y UN ZOPENCO.

Eso de recuperarse sanamente no era algo que Izuku pudiera hacer libremente dado las malas circunstancias en las que se mete. Daría la impresión de que el chico tiene un imán bastante intenso para los problemas. Sumado a esto tenemos el tema de las malas relaciones desarrolladas por su poco tacto.

Bueno, aunque algunas simplemente son así por naturaleza...

—¡Midoriya! —bramo la voz adulta de Aizawa—. Si vas a estar perdiendo el tiempo ahí deberías pensar en largarte de vuelta al salón de clases. ¡Todos están en la cima y tú eres el ultimo!

Claro que sería el último en una prueba de escalar con una sola mano... sin uso de quirk. Pues aunque el chico tuviera cierta superioridad física a comparación de sus compañeros, seguía siendo un chico en recuperación porque si no se mal recuerda apenas lleva poco más de dos semanas desde que salió del hospital.

—Lo siento... —se disculpó Izuku quien estaba luchando con la idea interna si volver al salón de clases para evitar más regaños de Aizawa o quedarse y enfrentarlo como Tenko le habia recomendado—. Ahora subo.

—¡Tú puedes Izuku!

—¡Vamos Deku-Kun!

Tenko y Uraraka estaban en la cima animándolo mientras que el chico luchaba por ponerse de pie ante aquel muro de gran tamaño. "¿De verdad esto es posible subir con un brazo?" pensó Izuku mientras estiraba su brazo izquierdo hacia el suelo apoyándose y colocándose de pie.

[Si lo es... que alguien me diga cómo.]

Aquí relucían muchas cosas en el día a día de Izuku. Cosas como el mal-trato que Aizawa le propinaba a Izuku cada vez que podía ya que al principio se habia hablado de subir el muro con el uso de quirks pero cuando una breve mirada de ambos se cruzó por accidente, Izuku lo lamento seriamente.

"¡Sin quirks! Cualquiera que use un don estará en suspensión dos semanas" habia dicho Aizawa en cuanto Izuku lo miro.

El peliverde se preguntaba si era mejor estar peleando con tipos que intentaban matarlo a estar frente a un muro que prácticamente le estaba escupiendo a la cara mientras se caía una y otra vez. Y, aunque haya ganado bastante resistencia todo se lo debe al One For All.

Mucho de su creciente poder se deriva de ese quirk así que al no poder usarlo, quizás su resistencia se vuelve la de un atleta profesional. "¡¿Qué atleta profesional escala un muro de diez metros con una mano?!" reclamo Izuku.

Luchando por no caer y usando la fuerza de sus piernas recién "Recuperadas" iba en contra del malicioso deseo de su profesor encargado que aunque no lo tuviera en la vista juraría que estaba sonriendo, pensando en cómo sería su siguiente caída. ¿Quizás de cabeza o tal vez de trasero? "Es malévolo..." pensó Izuku.

—¡Ustedes dos, si siguen perdiendo el tiempo en la orilla del primer obstáculo se irán a suspensión tres semanas!

A Tenko se le formo una vena en el rostro mientras los ojos se le quedaron en blanco.

—FUFU~ —farfullo Uraraka—. Lo siento Deku-Kun, ¡Nos vemos adelante!

—¡Púdrete anciano! —grito Tenko—. Suerte ¡Izuku!

—¡SHIMURA!

Antes de poder alcanzarlo Tenko corrió detrás de Uraraka dejando nuevamente a Izuku a su suerte.

[Chicos...]

Ahora mismo comenzaba a sufrir las consecuencias de ser un completo idiota.

Tres días de esta semana y ni si quiera se habia podido acercar al taller del profesor Power Loader. Aun cuando se levantaba temprano y se iba lo más tarde posible, Izuku no podía ser capaz de encontrarse con Hatsume Mei. No importaba cuanto se esforzará, le era imposible alcanzarla.

Y ahora mismo...

"SWAP"

[Mierda...]

Nuevamente vuelve a resbalarse.

En un grito resignante rueda una vez más por las rocas golpeándose y rebotando una y otra vez hasta caer en el duro concreto del gimnasio escuchando un ligero bufo a su espalda.

[¡REALMENTE LO DISFRUTA!]

[...]

También se encontraba otro problema. Si, aún más problemas de los que usualmente Izuku Midoriya tiene y este por más casual que parezca sigue siendo producto de su poco tacto y su gran idiotez.

—¡MIDORIYA! Todos ya tienen sus apuntes. Si crees que voy a hacer una excepción por ti comienza a borrarte ese sueño estúpido —ante los ojos mermados de esperanza la pizarra es borrada—. Si no estas a la altura deberías volver a tu casa.

Izuku soltó el lápiz de su mano izquierda con los ojos en blanco mientras que en su cuaderno apenas tenía media página llena de palabras las cuales lastimosamente no se entendían muy bien.

El ojo esmeralda no es que sea muy bueno con la zurda y, aunque tuvo un tiempo de enseñanza con Yaoyorozu, estas clases parecían haberse detenido. Cuando Izuku trataba de hablar con la azabache esta parecía reacia a darle si quiera un segundo de su tiempo lo cual lo volvía al mismo hoyo de siempre "¿Qué hice ahora?" una estúpida pregunta para un idiota que ni si quiera puede leer a las personas, o bueno, refiriéndonos a lo sentimental.

De nuevo habia olvidado la promesa que habia hecho con Yaoyorozu. Aun cuando se supone haber recordado esto en la sala del director hace dos semanas, de nueva cuenta se le habia ido de las manos... mano.

—Tranquilo Izuku, cuando acabe la clase te daré mis apuntes —en un susurro, Tenko le sonrió al chico con un puño por lo alto.

[Un ángel...

Si brillante sonrisa lo cegó. Aun habia personas bondadosas en el mundo.

—¿Si, señorita Yaoyorozu? —Aizawa capto la mano alzada de Momo.

—Mis compañeros de atrás no me permiten escuchar, están hablando de algo acerca de pasarse las notas.

—¡Shimura, tres semanas! —apunto a Tenko—. ¡Midoriya al pasillo!

El teatro se le cayó a Tenko junto con el alma mientras que a Izuku se le corto una parte del corazón cuando de refilo vio la mirada cazadora de Momo quien simplemente parecía haberle contestado con un bastante indignado: "Hmph" realmente la habia cagado y lo peor... "¡¿QUÉ HICE?!" no sabía por qué.

Imbécil.

[...]

Los días pasaron de ser más casuales a sumergirse en una tormenta caótica para Izuku. Al liberarse finalmente del yeso y el bastón, Aizawa, sin la menor vacilación, incrementó la presión sobre él, como si su recuperación le ofreciera una oportunidad para intensificar el entrenamiento. La rigurosidad y la brutalidad de los ejercicios eran tales que Izuku sentía que se encontraba al borde de la muerte en cada sesión.

El estrés y el agotamiento se acumulaban, llevándolo a un punto en el que comparaba su situación con el peligro constante de una batalla real. Extrañamente, en esos momentos de extremo cansancio, deseaba con fervor regresar a enfrentar a Eva, quien, en su mente, parecía menos temible en comparación con la tortura diaria de su entrenamiento.

Mientras tanto, su mente divagaba sobre el destino de Eva. La última vez que había hablado con Hawks, el héroe no había mencionado nada relevante sobre su paradero. Izuku intentó comunicarse con Yu y Kamui, pero ambos estaban tan ocupados que sus intentos de contacto fueron en vano.

La incertidumbre sobre Eva se sumaba a su creciente preocupación, y el vacío de información lo dejaba inquieto, con la mente atrapada en un torbellino de dudas y ansiedades.

"Es un infierno, Izuku, uno al que no deberías aspirar a llegar pronto," le había advertido Rumi, cada vez que la conversación se dirigía hacia la mala administración dentro del mundo de los héroes.

Su frustración se manifestaba claramente en sus palabras, una queja constante contra un sistema que parecía funcionar solo para unos pocos privilegiados. La razón detrás de sus quejas radicaba en su propia investigación sobre Eva. Debido a que Rumi se la pasaba en el departamento, Izuku le pidió de favor que buscara acerca de ella.

A pesar de todos los esfuerzos de Rumi, solo pudo descubrir que Eva había sido enviada a unos especialistas para recibir tratamiento, en lugar de enfrentar una condena de prisión.

Eva, a pesar de su implicación en numerosos eventos oscuros, tenía la suerte de ser una de las menos perjudicadas por el sistema. La ironía era que, a pesar de ser responsable de la muerte de decenas de personas, tanto inocentes como culpables, no enfrentaba la misma justicia que otros.

En contraste, Kano y Nacht habían sido enviados a Tartarus sin mayor consideración, bajo la excusa de "crímenes de guerra," un eufemismo que el gobierno usaba para deshacerse de ellos sin remordimientos. El sistema, en su intento de aparentar justicia, se volvía más corrupto y absurdo a medida que se adentraba en sus propios encubrimientos.

Mientras Izuku se enfrentaba a la cruel realidad del mundo de los héroes, sus pensamientos regresaron a Nagant. Ella, junto con Fobos, se había desvanecido sin dejar rastro, como si la tierra misma los hubiera engullido. Su desaparición causó una conmoción en Izuku, una inquietud que lo perturbaba a ciertas horas del día.

La figura de Nagant, con su rifle letal y su presencia enigmática, seguía presente en sus pensamientos. La posibilidad de que ella pudiera volver a buscarlo se mantenía en el fondo de su mente, una sombra que nunca se desvanecía completamente.

Nagant había dejado una marca indeleble en él, no solo por sus habilidades mortales, sino por la amenaza constante que representaba.

Su ausencia estaba acompañada de una carga mental que Izuku no podía ignorar. La frase que solía repetirse, "No puedes salvar a todos...", resonaba en su mente, un recordatorio cruel de la limitación de sus esfuerzos. Aunque continuaba luchando con esta verdad, el peso de la realidad seguía golpeando su puerta, recordándole la dura verdad sobre su misión y las inevitables pérdidas que enfrentaba.

Ozda Majiro... ese nombre realmente lo torturaba "murió frente a mi" susurro Izuku a la fría luna mientras estaba apoyado en el barandal fuera de su departamento, en aquel pasillo vació.

Rondaban alrededor de las 10:00 P.M "Debería estar dormido..." pensó Izuku inclinándose hacia delante y recargando sus codos en el barandal. Pudo escuchar la risa de Rumi quien parecía haber comenzado otra temporada de esa comedia coreana que tanto ama.

[Hatsume parece no querer que la vea. Creo que ya lo entiendo.]

Izuku habia concluido que habia tenido muchas oportunidades de alcanzarla pero por X o Y razón no podía hacerlo. Se dio cuenta de que si la chica peli rosada no quería recibirlo, no lo iba a lograr.

Reflexiono con esto y creyó que la mejor decisión era darle su espacio. Quizás estaba lastimada.

Un avance para un chico idiota.

[No puedo...]

Por mucho que se esforzara, no podía formar un puño. ¿Pero que tanto necesitaba ese puño? De todas formas habia dejado de usarlo desde que Rumi le heredo aquella danza y que el chico desarrollo Nox lunar. Debería ser suficiente para él. Pudo pelear contra alguien que quizás si estuviera en el top sería un lugar dos o tres.

Eva realmente era poderosa eh Izuku pensó que ni si quiera podría decir que le gano. Ella a pesar de todo se puso de pie y fue por decisión de ella misma que la pelea se detuvo.

Después... vino Kano.

Un dolor punzante golpeo el pecho de Izuku. Y como flashes de una vida pasada era capaz de rememorar el dolor de ese día. Cada vez que cerraba los ojos y se concentraba en ello, podía recordar ese dolor. El frio entre su pierna derramándose hacia el suelo... su miedo a morir.

[Necesito más fuerza.]

Forzó su mano con sus ojos cerrados. No pudo hacerlo.

A pesar de ser tarde Izuku decidió bajar de las nubes un poco aunque terminaría sumergiéndose más en ellas.

Decidió caminar.

Bajo los pisos hasta llegar a la planta baja y salió de la zona departamental comenzando a caminar por las calles oscurecidas solamente iluminadas por los faroles en la cera.

Izuku pensó si faltaba algo, ¿Quizás leche, o tal vez algún tipo de condimento? Quería buscar una razón real por la que bajo a caminar. Era muy tarde como para simplemente divagar. Y aunque en realidad no pudo encontrar un objetivo, ya habia avanzado bastante manzanas hacia delante.

Vestido de su short y una camiseta oscura con cuello, su brazo derecho se sacudia cubierto de vendas oscuras debido a que a pesar de no necesitarlas más, no quería que las personas sintieran repulsión. No era por que fuera a sentirse mal él mismo, solo no quería hacer sentir incomodas a las personas.

También en su brazo izquierdo, al menos tenía una solera y su mano desnuda. Las marcas oscuras que nacieron en el último tramo de la batalla contra Six se habían desvanecido de su cuerpo.




"¡¡ELIJO CREER!!"

«Todo desapareció en un estallido de luces deslumbrante. En ese instante, la energía oscura inundo el cuerpo de Izuku, brotando de él en oleadas tumultuosas. Se extendió hacia los escombros que yacían dispersos, envolviéndolos con una fuerza que los atrajo hacia sí mismo. La masa oscura comenzó a tomar forma lentamente, manifestándose en largos y sinuosos látigos negros que se retorcían con aun intensidad casi palpable»

[Látigos negros... el quirk del quinto portador. El también ¿Me protegió en Osaka?]

Quizás era algo forzado pensar en eso. No es como que haya tenido la oportunidad de hablar con los anteriores sucesores ya que para su mala suerte el sigue teniendo una mala relación con algunos de ellos.

Izuku pensaba que las marcas oscuras en sus brazos quizás haya sido un mecanismo de defensa para ayudar a que no perdiera los brazos. No habia otra razón ya que a pesar de que tenía quemaduras en varias partes de su cuerpo, ninguna de ellas era como esas manchas oscuras las cuales sospechosamente desaparecieron desde que el despertó aquel quirk.

"¿Podre...?" murmuro deteniéndose en un pequeño parque. El pensamiento como un cuchillo corto cada nube que se habia formado en su mente dándole la capacidad de percatarse donde estaba.

Miro a su alrededor, al haber salido del ensimismamiento finalmente se dio cuenta que estaba a unos quince minutos de su casa. "¿Camine tanto?" pensó al mirar hacia atrás "Debería volver..." ya habia pensado suficiente esa noche.

Cuando Izuku se dio la vuelta una voz femenina lo alcanzo.

—¿Deku-Kun?

Al final del parque siguiendo la cera una chica se asomaba por debajo de la luz de un faro que iluminaba en circulo la calle. Izuku quien en la oscuridad estaba solo pudo darse la vuelta viendo por encima de su hombro a Uraraka quien graciosamente vestía casi el mismo estilo de ropa que Izuku.

Un short corto, una camiseta sencilla y unas sandalias mientras cargaba una bolsa de papel con algunas cosas dentro.

—¿Uraraka...San?

Aunque era una chica muy sencilla, en aquel momento Izuku pensó que estaba viendo algo muy impresionante. Quizás era la luz del faro, quizás los reflejos de las intermitentes de los autos que golpeaban en la calle al pasar, tal vez el viento... quizás su mente revoltosa que recién salía de aquel sumergimiento.

—¿Qué haces por aquí? —pregunto inocentemente.

—Yo... —se detuvo un segundo—. Solo paseaba...

Lo primero que habia visto después de aquellos pensamientos tan tumultuosos fue una figura simple, pero encantadora.

La chica movió su cabeza hacia un lado, miro el parque y luego vio a Izuku. Uraraka pensó que el chico se veía algo ¿Decaído? "¿Está bien?" se preguntó.

—Son las diez de la noche Deku-Kun. Nadie de nuestra edad pasea a esa hora.

—Bueno... —se dio la vuelta, algo nervioso—. Quería comprar algunas cosas y luego recordé que olvidé mi dinero... Por cierto, ¿Tu...?

—De compras —atajo Uraraka—. Olvida que necesitaba algo de soya para mañana. Pensé que sería mejor comprarlo ahora y prepararlo para mañana solo llegar a calentarlo de nuevo. Si olvidaste tu dinero puedo prestarte algo.

Rápidamente la chica saco un pequeño monedero viejo y desgastado el cual abrió en un *Clic* mientras escudriñaba dentro.

—Tengo mil doscientos, trescientos... —la chica parecía bastante curiosa contando su dinero lo cual le produjo una sonrisa inocente a Izuku. —¡Mil quinientos yenes!

Con una sonrisa tan grande como el sol provoco que Izuku se le calentara el corazón. Sintió como el peso que usualmente venía a él diariamente cuando estaba solo se disipara.

Suspiro.

—Está bien Uraraka-San, tu ganas.

—¿Gano? ¿Qué gano? —pregunto agitando su cabeza.

El chico miro hacia el interior del parque viendo una pequeña banca vacía bajo un farol.

—¿Tienes algo de tiempo?

Uraraka guiada por la mirada de Izuku observo el banco y luego ambos regresaron sus miradas hacia delante encontrándose una con la otra.

La castaña sonrió.

[Claro.]

Muchas veces Izuku paseaba en su mente preguntándose un cumulo de veces. Ahora y en el pasado era lo mismo. Solamente que ahora la diferencia es que cada duda que tiene depende de una vida que está detrás de él. ¿A que nos referimos? Antes Izuku solamente pensaba para sí mismo en el sentido de que si moría sería un final justo para un sucio asesino.

Ahora él pensaba que si moría, ¿A quién dejaría atrás?

"Piensa en las personas que están a tu espalda."

Rumi tenía razón.

—¿Crees que soy un idiota Uraraka-San? —pregunto Izuku.

—¡¿Perdón?!

Esta pregunta tomo por bastante sorpresa a la castaña quien en seguida se alarmo no sabiendo que contestar.

—Me refiero, bueno... quiero decir. ¡Ya sabes! Ah... —Izuku suspiro con las palabras enredadas en su lengua—. Sigo sin comprender mucho el cómo entender a otras personas.

Uraraka golpeo su palma con su puño.

—Lo dices por lo de Yaomomo, ¿Verdad?

Izuku rasco su nuca. Si, era un idiota.

—S-Si... —mintió.

Izuku pensaba solamente en Hatsume olvidando el hecho de que tenía a dos chicas molestas con él por razones que honestamente desconocía. Aunque con Hatsume podía al menos decir que no habia tenido ¿Tacto? Era un idiota.

—Bueno. Yaomomo no es muy rencorosa que yo sepa. Puede que haya sido grosero lo de acusarte con el profesor pero bueno, ¿Qué fue lo que hiciste?

—Hmm... —nuevamente no supo que decir—. No lo sé...

Avergonzado de sí mismo no tuvo el valor de mirar a Uraraka.

—Eso lo vuelve más complicado Deku-Kun. Si no sabes que hiciste entonces no puedo ayudarte mucho.

—¿Y si no hice nada?

—Creo que ya comienzo a entenderlo —Uraraka miro con desdén a Izuku.

No entendió pero creyó entenderlo.

—Lo siento

—No necesitas disculparte conmigo Izuku. Necesitas disculparte con ella —Uraraka sostuvo su mentón—. Bueno, lógicamente tendrías que disculparte dos veces. Una por olvidar porque te disculpas y otra por disculparte... espera, ¿No deberían ser tres? La tercera seria disculparte por disculparte y luego...

La cabeza de Uraraka le dio vuelta lo que hizo que Izuku se preguntara si era buena idea recurrir a la castaña. Pero a pesar de esto algo le decía que sí.

Después de todo ella era una persona que lo ayudaría aunque no se lo pidiera.

"¿Estas bien? Perdona que haya utilizado mi peculiaridad, Deku-Kun."

Izuku sonrió por lo bajo.

"Pensé que necesitabas ayuda."

El la necesitaba.

[Además...]

Uraraka volvió a hablar, un poco más relajada. Izuku presto atención.

—No te culpes demasiado —su sonrisa era amplia, tanto que Izuku se sentía perdido en ella—. Nunca has sido bueno en esto de las relaciones Deku-Kun.

Con una risilla, Uraraka continuo.

—¿Recuerdas el festival? Lo que paso en la carrera de obstáculos cuando no podías moverte me hizo darme cuenta de algo. Aunque no seas bueno con las relaciones, eres alguien amable, considerado y bueno. Es claro que te falta tacto —obviamente—. Pero es algo que se puede arreglar. Tu llevaste una carga muy pesada durante mucho tiempo y a penas estas logrando caminar fuera de esa oscuridad que te rodeo toda tu vida. Es normal que cometas errores así.

Uraraka recargo su espalda en el soporte del banco mientras apoyaba sus manos sobre la banca mirando a las estrellas.

—Solo quiero evitar que caigas conmigo

~ —cito Uraraka—. Aun lo tengo claro en mi mente.

Ella volvió su mirada a Izuku quien la mirada pasmado.

"¡Solo quiero evitar que caigas conmigo! ¡¿Es tan difícil de entender?! ¿Sabes cómo se siente saber que por tu culpa las personas no pueden avanzar? ¡¡Es demasiado abrumador para mí!!"

"¡Piensas que estas siendo alguien benevolente evitando que las personas se preocupen por ti, pero en realidad solo estas siendo egoísta! ¿No puedes pensar en cómo se sienten las demás personas respecto a ti? ¿No se supone que esa etapa de auto complacimiento habia terminado? ¿No crees que ya es momento de parar? ¡Avívate de una vez!"

Le pareció gracioso y a la vez se sintió algo regañado. Era normal que lo hiciera. Uraraka le habia hecho recordar algo de él que se habia olvidado.

—Me gustaría que estas cosas fueran más sencillas Uraraka-San.

—¡Hazlas sencillas! —declaro con un puño—. ¡Es fácil!

—¿Hacer sencillo las cosas fáciles? —Izuku rio—. Eres la única persona que conozco y sé que lograría hacer algo así. Pero conmigo creo que es algo imposible. Siempre torno las cosas más complicadas de lo que son. A veces me preocupo mucho y otras simplemente dejo al aire cosas que no debería. Doy por hecho muchas cosas que no y otras simplemente digo que sí.

—No se trata de dar las cosas por sentado jamás. Las personas son criaturas que cambian constantemente. Si no fuera así entonces todos estaríamos encerrados en un cubo pequeño —con sus manos formo un intento de cubo algo cómico—. Pero está bien. Como dije, cambiamos de opinión muchas veces y somos cosas complicadas. No está mal sentirse así a veces. Solo demuestra que quieres cambiar y eso está bien. Es lo natural.

Realmente Izuku se sentía muy alegre de hablar con Uraraka. Sentía que cada palabra que salía de su boca era ligera como una pluma y que la siguiente palabra que saliera de su boca lo sería un más como la seda.

Le era tan fácil entrañarse con la chica que irónicamente le parecía irrisorio.

—¿Cómo hacer las cosas bien si ni quiera estoy siendo honesto con todo? Ni si quiera estoy siendo honesto contigo ahora.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, en primer lugar no es solo con Yaoyorozu-San con la que tengo un problema. De hecho estamos hablando de esto porque busco resolver algo que tengo con Hatsume.

—¿Mei Hatsume? ¿La chica de apoyo? —Uraraka hizo un gesto encima de su cabeza—. ¡Su cabello es genial! ¿Qué ocurre?

—Bueno, esa es la cosa —desanimado se inclinó hacia delante—. No lo se.

Dijo con una voz abundante.

—He intentado hacerme a la ide de varias cosas y a la conclusión que siempre llego es que quizás, ¿La decepcione? ¿La herí? ¿Pero de qué forma? También siento que la he obligado a muchas cosas que ella no quería hacer. Parece que siempre la forzó y... —Izuku se detuvo al ver el rostro de Uraraka asustada—. No, eso no.

Aclaro rápidamente con la palma de su mano.

—Uff~

Suspiro aliviada con una mano en su pecho.

—Yo... —se detuvo. Pensó si era correcto hablar de esto con Uraraka—. Le pedí que hiciera algo con mi traje.

Volvió a tragar saliva. No quería preocupar a Uraraka. O más bien no la quería hacer sentir mal. Él sabía que si le contaba acerca de ese mecanismo en sus piernas que le pidió a Mei, seguramente Uraraka se sentiría mal o se enojaría con él "¡Que estúpido!" seguramente le diría.

Tenía miedo.

Pero aun así, hablo:

—Ella no quería hacerlo, pero la persuadí —Izuku reunió el valor y alzo su mirada hacia Uraraka—. Le pedí que hiciera una mejora en mi traje que me permitiera seguir luchando, aun cuando mis huesos fueran quebrados.

Ochako se quedó boquiabierta. No supo que responder.

—No quisiera justificar eso diciendo que ese mecanismo me salvo la vida, pero, la verdad es que si —como pudo entrelazo sus dedos—. Cuando peleé por primera vez con Eva, una mujer enviada por la comisión sufrí varias heridas. Quebró mucho de mí, pero por primera vez ese mecanismo me permitió seguir luchando a pesar de haber roto mis piernas. Y ese mismo mecanismo me permitió seguir peleando hasta el final. Se que Hatsume no quería hacerlo, no entiendo por qué. Pero al menos, después de disculparme quisiera agradecerle. Fue su invento el que me salvo la vida.

Uraraka se replanteo un par de cosas sobre Izuku. Algo que ella pensaba de él pero siempre parecía querer negarlo o simplemente no querer aceptarlo.

Izuku esconde muchas cosas.

Detrás de esa mirada, día, tarde y noche. En clases, de vuelta a casa, en este parque ahora mismo. Siempre hay algo en sus ojos que transmite un sentimiento de pesar. Uraraka es consciente de que al mirar Izuku no solo se encontrara con un chico de quince años, si no que va a encontrarse con un ser humano dañado he incomprensible.

Alguien que está dispuesto a quebrarse toda el alma para poder seguir adelante.

Esto de algún modo la impulsaba, le motivaba a ser mejor. Pensaba que si Izuku era capaz de aquellas cosas, ella podría... ¡No! Ella tendría que hacerlo. Izuku era un gran referente en cuanto a valor y poder se refería, pero también en determinación.

Ella jamás se ha roto nada. Lo más doloroso fue aquella herida que traspaso su hombro en el incidente de USJ protegiendo a Izuku. No era capaz de imaginarse que tanto debería doler un hueso roto y mucho menos el tener tantos de ellos rotos y aun así moverte.

Uraraka realmente estaba impresionada, asombrada, anudada... en shock. Pero sobre todo esto, ella estaba furiosa.

"Eres un idiota" pensó Uraraka mientras fruncia el ceño.

—Cuando resuelva el tema con Hatsume espero poder hacerlo también con Yaoyorozu-San y... —Izuku se detuvo. Miro el rostro de Uraraka "¡¿Está bien?!" se alarmo al verla humear por la cabeza—. ¿U-U-Ura-Uraraka-S-San...?

"¡Estoy comenzando a hartarme de esa forma tuya de ser!"

Izuku estaba aterrado.

—Realmente... —Izuku deglutió—. Midoriya Izuku...

La chica poco a poco alzo su rostro hasta quedar a la vista de Izuku quien sorprendentemente dejo de tener miedo. Ahora, estaba preocupado.

—Uraraka-San...

Ochako, estaba llorando.

Se le hizo un nudo a la garganta a Izuku y sintió como el estómago se le vacío de golpe. Pese a que estaba acostumbrado a sentir culpa de muchas cosas todo el tiempo, esta vez la culpa alcanzo un nuevo nivel.

Habia hecho llorar a Uraraka quien el consideraba un ser de luz, un ángel amable y bondadoso... ¿Qué carajos era él? ¿El diablo?

—...eres un idiota —trato de ocultarlo. Soltó su bolsa y cubrió su rostro. Ella quería ocultarse—. Eres un gran idiota...

Su voz temblaba, luchando con el sentimiento.

Era la primera vez que la estaba viendo llorar.

—¡¿URARAKA-SAN?!

—¡ENSERIO QUE TE GUSTA METERTE CONMIGO!

Izuku se congelo en ese segundo. Ochako sacudió su cabeza y limpio todas las lagrimas de su rostro con una velocidad que parecía que estuviera arrancándose la piel de la cara. Ella se puso de pie y tomo su bolsa.

—¡Es claro que ella iba a estar molesta! ¡Yo estoy molesta! —exclamo con fiereza—. ¡Además eren un zopenco!

—¡¿AH?!

"¡Eres una testaruda!"

"¡Y tu un zopenco, llorón, solitario he idiota chico que solamente sabe molestar a las personas que quieren ayudarlo! ¡Así que deja de jugar tú también y ven aquí!"

Se le torció el gesto en una mueca al recordar que no era la primera vez que Izuku es llamado zopenco. Por un momento la culpa se disipo y le pareció gracioso, al menos lo suficiente para prepararse para un segundo llamado o quizás, insulto. Si, un insulto bien merecido.

—¡Idiota! ¡Tonto! ¡Llorón! —al parecer fue más que uno—. ¡Siempre haces lo mismo! Una y otra vez actúas sin importarte las personas que están a tu alrededor y ocasionas todo esto.

"Espera, ¿Llorón? Quien está llorando eres tú Uraraka-San" pensó Izuku perdiéndose del tema por un segundo.

—¡Lo siento! No es como que me sea fácil pensar en situaciones de muerte segura. Me adapto a lo que me toca y juego con lo que tengo en mano.

—¡Una mano que ya no puedes mover! ¡¿Cierto?!

Auch.

A Izuku le dolió esa, lo suficiente para que se le formara una vena en la frente.

—Pues discúlpame. ¡Te repito, al borde de la muerte! —dijo casi deletreándolo al aire. El se puso de pie—. ¡Quizás el idiota es otro al no entender!

—¡¡¿AHHH?!! —Uraraka salto sobre Izuku—. ¡¿Me llamaste idiota?! ¡Idiota!

—¡¿Y si lo hice que?! ¡Idiota!

—¡Solo un idiota llama a otro idiota! ¡IDI...!

Uraraka se detuvo, analizo y actuó. Ella se apartó.

"Zopenco" murmuro por lo bajo.

Esto por alguna razón le resultaba bastante familiar a Izuku, tanto que debería haberlo calmado pero como las cosas se habían calentado demás, a Izuku se le soltó la boca.

—Supongo que el problema no debo ser yo, ¡¿No?! Como podrían entender ustedes lo que es que personas quieran asesinarte día y noche y hagan hasta lo imposible por lograrlo —Izuku apunto al aire—. ¡Si, debiera disculparme con la chica que trabaja para crear por pedirle que construya algo! ¡SI, ESO DEBERIA DE HACER!

Uraraka se le dibujo una vena palpitante en la frente. En verdad la estaba buscando.

—Tu... —se le quedo viendo con saña—. ¡¿Si entiendes que ese no es el problema?! ¡Tú no entiendes a las personas!

—¡No, no puedo entenderlo! No entiendo por qué la gente se enoja conmigo, por que la gente se aparte de mí, o porque no quieren verme. ¡Es algo que jamás he logrado entender! ¡¡NI CUANDO ERA NIÑO NI AHORA!!

Por alguna razón Uraraka sintió que la habia cagado. Aunque estaba bastante calentada con la discusión, al ser mujer ella tenia una capacidad emocional un poco mejor que la de un chico por lo que pudo recatar la idea de lo que habia dicho, de lo que Izuku contesto.

Era doloroso.

Se sintió mal con ella misma. Era verdad, Izuku habia sufrido mucho. Ella lo habia olvidado por un segundo. "Idiota" se llamó a sí misma.

—Yo no...

—¡Y también perdón por intentar arreglar las cosas cuando soy un idiota! Perdóname por intentar entender a las personas. ¡Yo jamás habia hecho algo así! ¡EN MI VIDA!

El grito era desgarrador. Izuku estaba enfadado. Tanto que olvido por un segundo por que estaba peleando. Sintió que su mente se desvaneció, se le nublaron las ideas. Lo que ahora mismo estaba empujándolo a hablar, quizás era su corazón.

Agitado, con sus hombros subiendo y bajando mientras respiraba rápidamente, Uraraka solo lo miraba con los ojos rojos después de haber llorado. Ella respiro, espero a que se calmara un poco el ambiente y vio como Izuku cerraba una de sus manos mientras que la otra... simplemente no seguía su orden.

—Deku-Kun... —ella trato de hablar pero Izuku casi reacio a esa idea el aparto la mirada. Esto tomo por sorpresa a Uraraka. ¿Lo habia lastimado? Ella pensó.

Ahora la balanza se habia intercambiado. Uraraka sentía una culpa abrumadora mientras que Izuku sentía una emoción intensa.

Apretó su agarre sobre su bolsa y la llevo a su pecho junto con la fuerza que reunió para hablar.

—¡Yo—

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[Lo siento.]

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Izuku se le adelanto. Con la mirada dolida sobre el suelo a su costado, aun así, él se disculpó.

—Perdón por haberte tratado así. No... —entre cerro sus ojos con pesar—. No era mi intención.

*Hah...*

Un largo suspiro he Izuku se reunió de valor para volver a hablar.

—Veras Uraraka-San. Como sabrás yo no he tenido muchas relaciones con las personas. Es apenas que recién comencé a conectar con otros seres humanos... —se detuvo un segundo—. En el pasado yo pude conectar con alguien, pero no funciono. Creo que desde ese momento arraigue muchos traumas a mi presente.

El volvió su cara hacia el frente aun mirando el suelo.

—Tengo miedo —confeso—. Ustedes son del tipo de personas que ayudan a todo el que necesite. Son buenas personas que no quiero que se hundan en el abismo y es por lo que me negaba a unirme a ustedes. Estaba aterrado de lo que podría hacerles y creo que este es parte del resultado que pensaba. No soy bueno hablando con las personas, no soy bueno leyéndolas y comprendiendo sus sentimientos... hago lo que puedo, con lo que tengo pero aun así no es suficiente.

Sentido su corazón golpear su pecho.

—Se a lo que te referías, lo que dije fue tonto. Estaba molesto. Yo entiendo que Hatsume seguramente esta enojada por que me lastime usando sus inventos, ella no quería eso... —su corazón palpito con fuerza—. Ella creo mi traje con la idea de que yo no saliera lastimado. Y al hacerla crear algo que podría mal entenderse diciendo que me lastimare... la lastimo.

Volvió a suspirar por lo bajo.

Se sentía tan abatido que las fuerzas se le habían ido aflojando el puño y dejando que sus dedos llenos de cicatrices se mecieran al aire.

—Entonces empieza por eso —dijo amablemente Uraraka—. Si sabes lo que hiciste, entonces discúlpate por eso.

Izuku algo asombrado levanto su rostro encontrándose con la mirada de Uraraka.

—Pero... ¿Si eso no fue todo? ¿Si hay algo mas que no estoy viendo? Por eso recurrí a ti. Tu eres amable, amigable con todos y una grandiosa persona. Pensaba que tu sabrías ese algo que me falta.

—Deku-Kun —lo miro con pesar—. Lo siento.

El corazón de Izuku se le hundió en el pecho.

—No puedo decirte que te falta —negó con la cabeza—. Eso solamente lo puedes saber tu. Las relaciones de cada persona que se forman a partir de un algo, solamente se decide entre esas personas, un tercero no puede decidir nada. Es claro que podría opinar, pero no serviría de nada, seria llenarte de más dudas. Y eso está mal.

Cuando volvió a mirara a Izuku, el estaba perdido en su mirada. El chico estaba en shock. Se sentía abatido a mas no poder.

Uraraka lo sabía, ese dolor le carcomía. A él, a ella misma por no poder ayudarlo libremente. No por que no quisiera, era porque no debía. Ella tenia que guiarlo, ayudarlo a encontrar la luz, no mostrándole su propia luz.

—Pero, tu mentiste Izuku.

—¿Eh?

—Dices que no puedes entender a las personas, pero te disculpaste conmigo. Aun cuando yo comencé a insultarte, te orille a que te molestaras y todo esto pasara —Uraraka rasco su nuca apenada—. Creo que debería disculparme yo también... lo siento.

Por un segundo Izuku vio luz, pero por otro simplemente volvió su mirada hacia el suelo en picada.

—No, no se trata de eso Uraraka-San. Siempre estoy disculpándome. Es una costumbre que desarrolle por la misma razón de no entender a las personas. Mi madre dijo que una disculpa siempre arregla las cosas. Aun cuando yo no haya hecho nada, debería disculparme.

—¡No! —reclamo Uraraka—. ¡Eso esta mal!

Su ánimo volvió, estaba molesta.

—¡No tienes que disculparte por algo que tu no hiciste Deku-Kun! Eso es horrible. Tu madre se equivoca ...—se detuvo al pensar. Ella recordó—. ¡LO SIENTO!

Se volvió a disculpar. Uraraka recordó que la madre de Izuku estaba muerta por lo que sintió una gran vergüenza al expresarse así de ella.

—¡Lo siento muchísimo! —su cara estaba roja a mas no poder y como Izuku tenia su mirada picada en el suelo.

—No, no te preocupes. Está bien —dijo Izuku alzando su mirada—. No fuiste grosera si eso lo que piensas.

Ambos se miraron nuevamente mientras una línea blanca se dibujaba entre ellos. Cada segundo se habia hecho más grande.

Habían vuelto al punto de inicio.

Cuando Uraraka lo vio de frente, Izuku bajo su mano .

—Odio culpar a otros por mis errores. Vivía... ¿Vivo? No lo se. Esa tonta idea de que las personas a mi alrededor sufrirán un dolor parecido al mío hace que ocurran estas cosas aunque es ridículo, estoy comenzando a intentar justificar mi falta de tacto. No creo que sea justo para Hatsume ni para Yaoyorozu-San. Incluida tu —Uraraka abrió sus ojos—. Yo te lastime. Lo siento.

Él se volvió a disculpar. Uraraka de nuevo se enojó. Pero esta vez era consigo misma. No puede ser que aquel chico, su amigo, quien ahora mismo le estaba pidiendo ayuda prácticamente a gritos...

"¡Quizás el idiota es otro al no entender!"

Bueno, no era precisamente una solicitud de ayuda, pero se entendía. O al menos eso hacia Uraraka lo que cualquier otro consideraría una carta de guerra... para ella era una súplica.

Una chica rara, pero... valiente y sobre todo, amable. Era todo esto, lo suficiente como para dar un paso, dos pasos, hasta tres pasos y acortar la distancia con Izuku.


INTRODUCIR: LUNA OST - ORCHESTRA

*PAT*

Ella alcanzo su mano derecha. Aquella mano que no tenía forma como tal pues sus dedos solo eran huesos con trozos de carne encarnada llena de fisuras cicatrizadas, quemaduras y demás. "Se siente como la cabeza de un brócoli" pensó Uraraka con una risa interior.

—No es tan fácil asimilar lo que uno realmente quiere, Deku-kun

El flujo del viento cambio. Izuku levanto su rostro abatido. En el frente encontró un lugar distinto al presente.

"No es tan fácil asimilar lo que uno realmente quiere. Porque incluso inconscientemente, negamos algo que queremos. Es normal para nosotros evitar constantemente lo que realmente sentimos o pensamos por miedo a no encajar. Desde cosas tontas como admitir que no te gusta algo que a los demás les gusta por que simplemente la masa o considere correcto, está mal, ¿No?"

Estaban en la U.A, en aquel salón de clases al atardecer.

"Lo que al final queda es pura soledad Deku-Kun. Hundirte en el abismo tu solo por que no quieres que nadie mas lo haga... No solo eres cruel contigo, si con nosotros."

Uraraka hablo de nuevo:

—Eres diferente ahora. Antes no querías admitirlo, ahora puedes hacerlo. No eres un inútil en las relaciones, solo tienes algunas complicaciones. Fuiste lo suficiente considerado para pensar porque Hatsume-San ahora mismo no quiere hablarte. Has estado abrumado por querer hablar con ella y resolver todo —Ochako apretó la mano de Izuku. Era claro que no sentía para nada el agarre de la chica pero al menos era capaz de percibir su calor—. No tienes que estar disculpándote todo el tiempo. No te tortures de este modo. Solo discúlpate cuando verdaderamente lo sientas. Si lo haces de corazón y no como una costumbre impuesta, ¡Estoy segura de que tus sentimientos le llegaran a esa persona!

¿Cuándo tiempo?

*Hah...*

¿Cuánto tiempo habia pasado desde la ultima vez que se sentía así? ¿Meses quizás? Si, seguramente sí. Tal vez no era una brecha muy grande pero, para alguien que todo su tiempo estuvo congelado en una espiral de tragedias y soledad, para Izuku este corto periodo de tiempo en su larga vida habia sido... único.

De pie, solos ellos dos mirándose uno al otro en aquel salón de clases mientras que las sombras se sumaban a su alrededor.

[Amigos.]

Lo podía sentir, el vació llenándose.

—Soy... —Izuku contuvo la respiración un segundo soltándola. Respiro nuevamente, tan al fondo—. No se si soy capaz de mantener una amistad sin problemas. No creo tener el tacto suficiente para ser alguien tan amable como tú.

—Las amistades no solo son un mundo color de rosas. Los amigos discuten, pelean y hasta a veces se alejan. Nada es perfecto Deku-Kun. Pero es decisión de uno mismo si quieres que ese sea el final —ella sonrió tan cálidamente mientras tomaba completamente la mano de Izuku—. No tienes que ser como yo. Solo se tu mismo. Al aceptarte a ti mismo puedes aceptar a otros. Es así como funciona la amistad. Es casi como un voto de confianza mutuo.

Izuku sintió los dedos de Uraraka entrelazarse con los suyos. Imposible.

[Es tan fácil como tomarse de las manos, ¿Ves?]

Se le hizo un nudo en la garganta al chico.

El atardecer brillaba delante del rostro sonriente de la chica. Las manos entrelazadas hacían fácil sentir el calor de Uraraka, tanto como ella podía sentir el calor de Izuku.

—Así que por que no hacemos esto, ¿Deku-Kun? —ella dejo caer la bolsa y tomo la otra mano de Izuku, entrelazando sus dedos—. ¡Hay algo que ahora mismo existe, algo que quiero!

Izuku lo recordó.

"Deku-Kun, ahora mismo existe algo que quiero..."

—¡Algo que significa mucho para mí! —su voz alcanzaba a escucharse hasta fuera del parque.

"...Y eso es algo que posiblemente signifique mucho para mí. De esta manera solo me puedo preguntar... ¿Cómo puedo expresarlo?"

—¡¿Cómo podría expresarlo?! —casi como un cantico, grito.

El ceño de Izuku se le frunció. Comenzó una lucha interna que se reflejaba en su rostro. Vergüenza, timidez, ira, tristeza, frustración y finalmente...

—¡¿Cómo es Deku-Kun?!

—...gritándolo.

—¡No te escucho!

El chico tenia los ojos cerrados. Con su izquierda cerro el agarre alcanzando el dorsal de Uraraka con sus dedos mientras que su derecha fue incapaz. Uraraka se encargó de ello.

Ella apretó su mano derecha alcanzando su dorsal.

El cerro sus ojos y alzo la voz. Juntos gritaron a todo pulmón.

—¡¡GRITANDOLO!!

—¡¡GRITANDOLO!!

La ilusión del pasado se destruyo mientras las ventanas con las cortinas se desvanecían, estaban de vuelta al parque, ambos aun sostenidos de las manos con los rostros al aire libre.

[...felicidad.]

El grito zanjo un dolor interno.

Por lo bajo se miraron con sus corazones hechos un revuelo.

[¿Qué es lo que tú quieres Deku-Kun?]

El respondió:

________________________________________________________

[Hablar con Hatsume y disculparme con Yaoyorozu-San.]

________________________________________________________

En una gran sonrisa, Uraraka rio alegrada. Mirando a Izuku, mirando sus manos, sus manos entrelazadas... sintiendo su calor.

—¡Ah!

Enseguida las aparto. Uraraka estaba roja como un tomate, tanto que parecía que su cara destellaba en aquel parque medio iluminado.

—¡¿Uraraka-San?!

—¡E-Estoy bien! —Uraraka agito la cabeza varias veces de lado a lado—. ¡Si, estoy bien!

Comenzó a reír intentando imitar a All Might lo cual no salió nada bien ya que la postura que tomo y el "JUAJAUJAU" no eran nada claros para Izuku.

—¿Uraraka...San? —con ceja alzada pregunto.

Ella siguió riendo, luchando con aquel sentimiento que le surgió en el interior de su pecho. Era cálido, vibrante... ¡Era emocionante! ¿Por qué se sentía así? Se pregunto. Ella no era quien estaba mal, pero, imagino por un segundo que su corazón le pasaba algo.

"¿Ah?" Su rostro estaba rojo y ella sonreía tontamente.

[¿Qué es esto...?]

Una pregunta que apenas estaba procesando una respuesta, una que en el interior poco a poco germinaba.

Izuku miro a la chica quien no paraba de reír mientras que entre pausas para tomar aire, el chico podía admirar completamente aquella sonrisa. Estaba agradecido ¿Cómo no estarlo? Ella realmente era única. Y quizás, como ella le enseño. Si disculparse podría ser lo mismo a decir gracias.

En su corazón el agradeció.

[Gracias Uraraka-San.]

El también estaba lo suficientemente avergonzado al darse cuenta inconscientemente que le agarro firmemente las manos a Uraraka lo cual lo alarmo a tal grado de que ambos eran un par de tomates en medio del parque.

Era raro, ese sentimiento... con Hanna fue diferente.

[¿Qué será...?]

Se pregunto a si mismo mientras comenzaba a reír nerviosamente junto a Uraraka.

¿Qué será lo que realmente palpa los corazones de ambos?




[...]













INTRODUCIR: WHEN YOU'RE GONE - AKIRA YAMAOKA

Ambos se despidieron con una sonrisa y un gesto de la mano izquierda, en el caso de Izuku, y de la derecha, en el caso de Uraraka.

Al extremo de la calle, los dos se quedaron de pie por un momento, antes de girarse y seguir su camino por separado. Uraraka se sentía satisfecha, con una sonrisa tonta en su rostro que reflejaba un profundo orgullo.

"¡Fui útil!" pensó con emoción, incapaz de contener la felicidad por haber podido ayudar a Izuku. A la vez, sostenía su pecho gentilmente, notando que su corazón estaba latiendo con fuerza. "¿Quizás felicidad?" se preguntaba Ochako, sin estar del todo segura de lo que sentía. Aunque la sensación era extraña, no le desagradaba; de hecho, deseaba experimentarla más.

Quería entender de dónde provenía esa emoción que la envolvía. "Tal vez es un sentimiento..." reflexionaba mientras se detenía ante la luz roja de un semáforo.

Los autos pasaban frente a ella a gran velocidad, proyectando destellos rojos y amarillos en su rostro.

Observaba los reflejos con una mezcla de asombro y diversión, analizando lo que había sucedido y los pensamientos que la invadían. No comprendía del todo lo que estaba experimentando, pero encontraba la situación casi cómica. Su euforia era tan intensa que casi sentía que su corazón iba a salirse de su pecho.

Quizás... no era tan malo este sentimiento después de todo. Se sentía tan llena de energía, tan capaz de lograr todo lo que se propusiera.

Llevo ambas manos a sus mejillas y sacudió su rostro de felicidad cuando en un golpe de agua fría noto algo que le faltaba. Frente a sus ojos abrió sus palmas mostrando sus cinco dedos vacíos.

¡Su bolsa! "¡Mi bolsa!" su pequeña bolsa de plástico que tenia su soya y algún otro producto de calidad discutible se habían quedado en el parque.

Ella lo habia olvidado. Entonces apenas el semáforo dio verde ella se dio la vuelta iluminando su rostro de ese color esmeralda mientras que el pitido del —PASE— estaba sonando.

Los ojos de Uraraka se abrieron en grande cuando escucho el sonido del plástico crujir mientras que delante de ella...

*¡ACHUUU!*

—¡Rumi! —reclamo Izuku en un segundo al ser recibido por los mocos de aquella mujer de piel morena.

—¿Dónde estabas...? —pregunto con una voz apacible, parecía como una niña pequeña que estaba recién saliendo de una depresiva etapa—. ¡No estabas!

Rumi se acerco a Izuku con la nariz moqueándole mientras este solo retrocedía.

—E-Espera rumi... —el empujo con su mano la puerta a su espalda cerrándola—. Que... ¿Oye?

Por encima del hombro de la mujer que parecía haber llorado a mares pudo ver al final del pasillo la sala donde la mesita de centro estaba rota.

Izuku no pudo evitar soltar un grito agudo.

—¡No! —grito alarmado corriendo hacia la mesita.

Rumi mientras tanto se quedó atrás caminando, arrastrando los pies.

—¡Ella se murió Izuku, ella al final lo amaba y no pudo llamarlo por su nombre hasta el final! —Rumi estaba volviendo a sollozar—. ¡Y ahora ocurrió un malentendido y él quiere matar a la otra mujer!

Ella hablaba de sus videojuegos.

Izuku estaba en el suelo intentando juntar los trozos de madera "¿Quizás con pegamento?" Izuku pensó rápidamente en su habitación.

—Rumi por favor siéntate ¿Sí? Cuando repare la mesita... ¿por cierto que le hiciste a le mesita...? —se lo replanteo si debiera preguntar—. Olvídalo. Ahora vuelvo. Te prometo que cuando repare la mesita hablamos y te hago algo de comer delicioso ¿Sí?

—¡Izukuuuuu! ~

A regañadientes Rumi se sentó en aquel sofá mientras parte de su abdomen salía en un pequeño rollito de grasa. Izuku corrió hacia su habitación comenzando a escrudiñar entre sus cosas buscando ese pegamento extraño que compro apenas hace unos días. ¿Por qué? Izuku tenia mas dinero libre que nunca en su vida así que pensó que comprar una estupidez podría estar en su lista de deseos de vida.

Como sea, busco y busco abriéndose paso entre todas sus cosas nuevas como antiguas hasta que de repente algo cayo de encima de su ropero.

—¡Lo encontré!

*¡TWHECK!"

El golpe llamo la atención de Izuku quien sostenía el pegamento en la mano. El se dio la vuelta y observo algo tirado en medio de su habitación.


...

[Hay cosas que aún estaban fragmentadas en mi cabeza. Cosas que lucho por recordar, que lucho por poder armar en ese gran rompecabezas que se llama vida.]

...

Dio dos pasos hacia delante "¡Izuku ven ya!" escucho a rumi gritar "Ahora voy, un segundo" contesto el mientras se agachaba para ver entre la oscuridad que solo era invadida por la luz de luna en esa noche tan clara.

...

[Pero hay algo, una contradicción que sobrepasa a mi deseo de recordar. Es casi como... una orden natural.]

...

En medio de la calle el rostro de Ochako era iluminado por la luz verde del semáforo al igual que el de aquella persona a dos pasos de ella.


...

[Aunque luche con Kacchan por algo tan sencillo como pedirle que no olvide... hipócritamente yo lucho por olvidar algo que nadie mas sabe. Que solamente yo he cargado hasta el día de hoy y que temo algún día contar con detalle.]

...

Un secreto que jamás ha dicho en voz alta o al menos no ha contado toda la historia. Un fragmento en su vida que Izuku teme, uno que naturalmente desearía olvidar pero que instintivamente le ha mantenido con vida todo este tiempo con una sola frase.

*¡CHIIIIIR!"

Un auto se salió de la nada a toda velocidad mientras luchaba por bajar su velocidad haciendo chillar a los frenos. En ese segundo, Uraraka fue bañada por aquella luz blanca de los faroles del auto. Sin nada que pudiera hacer abrió sus ojos con el corazón a mil.

Entonces aquella persona corrió.


...

[¿Por qué ahora? ¿Este dolor...?]

...

Izuku se agacho para tomar aquel objeto, era un cuadro. Uno que habia olvidado hace tiempo en ese lugar.

La luz de luna imbuyo su aura mientras que el sonido del auto deteniéndose frente al poste de luz hizo que las personas comenzaran a correr hacia el lugar de impacto donde parecía no haber nada. Aquella chica que estaba a punto de ser golpeada por el auto repentinamente desapareció. Pero lo que nadie se percato es que del otro lado de la cera, contra un muro la chica era retenida por alguien.

[Cuidado...]


...

[Aun puedo recordar...]

...

"Te vas..."

Uraraka abrió los ojos y en unisonó con Izuku, ambos nombraron un nombre.

—Himiko...

—Himiko...


________________________________________________________

[Te vas a morir.]

________________________________________________________









La sonrisa de aquella chica mostraba aquellos colmillos mientras que el dolor en el pecho de Izuku se acrecentaba. El lo sabía, tanto que si lo sabía. Ese algo que deseaba olvidar. Ese algo como un momento, como un lugar... como una persona.

Sosteniendo una fotografía de él y Himiko Toga sintió un gran pesar.

Era un recuerdo destrozado.


















...

FIN DEL FRAGMENTO 3: AQUELLOS DETRÁS DE TI.

...

P.D:

Muchos seguramente habían olvidado el tema de los fragmentos lo cual dije que seria algo muy importante a lo largo de la historia y si se percataron, todo este fragmento que fue sumamente largo... siempre fue enfocado a esas personas que salvarían a Izuku.

Una frase que repetía en varios capítulos "Aquellos detrás de ti".

Ahora el siguiente capitulo tendrá el titulo del siguiente fragmento.

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