O'CLOCK
El refrán dice; «Si llega la primavera, ¿Puede el invierno estar muy lejos?», pero a juzgar por la fecha de hoy, 9 de marzo, apenas acababa de comenzar la primavera, y el invierno todavía estaba muy lejos.
Como demostrando eso, tal vez debido al cielo despejado, parecía ser el día mas fresco de la temporada. Y cada vez que las ramas de los arboles llenos de pequeños brotes de hojas se sacudían, Midoriya Izuku tuvo que bostezar.
El cielo era de un color azul ya que las nubes parecían haberse extinguido de Osaka. La razón era que la temperatura de la primavera permitía que las ventosas empujaran con fuerza las nubes produciendo este clima tan fresco.
Izuku tenía la sensación de que el aire estaba limpio, podría ser por que el frio le recordaba al hielo transparente, o por que la gente pensaba que el frio debilitaba a las bacterias y otras sustancias nocivas. Bueno, por supuesto, era muy posible que solo fuera por que sus sentidos estaban entumidos.
Y había una muy buena razón para ello.
Aun a pesar de ser una hora tan temprana en la mañana, las personas que tenía por delante parecían estar muy bien despiertas, al contrario de él quien aún parecía algo adormilado, pero sobre todo adolorido.
Izuku utilizo su aliento para poder ver que tan fresca estaba la mañana, el como el aire frio se adentraba por la única ventana abierta del recinto.
―Haaa... se siente como si se hubiera vuelto frio de repente ―dijo Rumi―. ¿Debería comprar una nueva bufanda y guantes?
Mientras frotaba sus manos, izuku exhalo de nuevo.
―No hace mucho salimos de invierno, es normal que el clima este tan fresco. Además, ¿No se supone que por como eres deberías de aguantar más el frio?
La despeinada cabellera rosada quien se encontraba de un lado a otro tomando cosas como una bolsa, un cepillo, un bote de agua y demás, colocándolo al final en su bolso.
Ella parecía algo apresurada.
―Como... ¿Soy? ―Rumi frunció el ceño―. ¿Cómo soy?
―Ya sabes... ―Kazuho hizo un gesto con sus manos intentando imitar un par de orejas al lado de su cabeza―, Un conejo.
Rumi solo suspiro.
―¿Sabes que existen varios tipos verdad? Y muchos de ellos tienen cualidades que otros no.
―¿Enserio? ¡Qué bien! ¿Y qué conejo eres tú?
―Eso no tiene importancia. Por cierto, ¿Por qué tanta prisa?
―Quizás haya olvidado mencionarlo anoche pero soy una universitaria en problemas... ―Kazuho arrojo un par de almohadas de su cama hacia una esquina del cuarto―, ¡Por dios! ¿Dónde lo deje...?
―¿Buscas esto?
Justo al costado de Miruko, un hombre de gran tamaño con una barba monstruosa extendió un celular hacia la pequeña chica quien giro mal humorada.
―Gracias ―dijo con desgana.
Rumi se volvió hacia Izuku, quien al igual que ella giro su mirada. Con su pelo del color de una esmeralda volaba en el viento fresco. Sus fantásticos ojos cristalinos miraron a Miruko.
Ella llevaba aun su traje de héroe con la excepción de que portaba una manta a cuadros en sus muslos.
Su táctica era infalible para protegerse contra el frio.
―¿Sigues enojado? ―pregunto ella con un tono desinteresado.
―No ―respondió secamente.
―No lo parece.
Ambos no se separaban la mirada.
Miruko que sostenía su mentón en su dorsal he izuku que se encontraba con las piernas cruzadas y los brazos de igual forma.
Parecían dos estatuas mirándose una a la otra mientras que fuera del mundo de ambos, Kazuho se encontraba peleando con aquel hombre.
―¿Tú también? ―Kazuho parecía más irritada que anoche.
―Deberías de cuidar tus estudios. Como la señorita Makoto te apoya, seria lo mejor que aprovecharas lo que podría ser capaz de enseñarte ―KnuckleDuster trato de ser lógico pero Kazuho lamentablemente le dominaban las emociones.
Casi como un animal salvaje.
―Como si les importara.
―Pop...
―¡No me llames así! ―reclamo ella tomando por último un pequeño bote de agua el cual apreto con fuerza.
Detenida en la puerta esta parecía estar acechando el cuello de aquel barbudo.
―Hah... ―Kazuho respiro Hondo―. Viejo, por favor. Tengo cosas mas importantes que hacer que estar peleando contigo. También tu tienes cosa que resolver con ellos.
Kazuho miro hacia el dúo de estatuas quienes parecían alejarse de toda palabra y atención. Ella llevaba un grueso abrigo cálido sobre su ropa, estaba envuelta en una bufanda, también llevaba unos guantes tipo manopla, e incluso llevaba unas botas gruesas que parecían ser un poco calidas.
―Haneyama, Koichi no estar muy feliz.
Ella abrió la boca un poco, como si fuera a decir una palabra pero antes de hacerlo, ella simplemente aparto la vista y se dirigió hacia la puerta.
[Como si me importara.]
Cabellera esponjosa, casi como la de Mei pero completamente diferente. Color rosado en sus ojos y cabello con una complexión delgada. Unas gafas de cuello de botella y una mirada calculadora... adolorida.
Ella salio de su hogar dejando al trio.
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CAPITULO 10
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Una pequeña casa de unos 5 x 5 la cual estaba ubicada en la cima de un edificio el cual estaba rodeado de un par de edificios más grandes.
Este pequeño cuarto por así decirlo, se le podía ver desde el exterior dos ventanas y una mas pequeña. Una de las ventanas mas grandes estaba al lado de la puerta mientras que la pequeña se encontraba al otro lado siendo esta del pequeño cuarto de baño. La segunda ventana mas grande estaba ubicada al costado donde tenia al lado un generador eléctrico con un par de tubos saliendo de este llevando consigo la electricidad dentro del pequeño recinto.
Tenia unas pequeñas dos escaleras que hacían sub nivel para entrar.
Era una casa humilde.
Y dentro de esta humilde posada se encontraba Midoriya Izuku limpiando un poco de suciedad de sus brazaletes. Ya hace un rato él había decidido quitarse la parte superior del traje de héroe solo dejándose los pantalones y una camisa negra de licra que se encontraba pegada contra su piel donde fácilmente se notaba su cuerpo bien trabajado.
El estaba pegado al muro de la ventana cerca de la puerta, alejado de Miruko.
Honestamente la razón era que el estaba un poco molesto con la mujer heroína ya que la noche anterior. Justo cuando este estaba por acertar un golpe seguro al rostro de KnuckleDuster, ella apareció dándole una buena patada, lo suficiente para mandarlo a dormir el resto de la noche despertando a las 7 Am encontrándose con el trio ya despierto.
No había hablado en lo absoluto con ninguno de ellos, ni si quiera parecía existir, no hasta que Miruko decidiera lo contrario.
―¡Kuku! Con que así terminaste despues de todo, señor O'Clock ―Miruko lanzo su espalda hacia atrás apoyándose con ambos brazos y estirando sus piernas cubiertas.
―Takehi Kuroiwa, señorita Miruko. O dime, debería llamarte por tu apodo, ¿Eh, Tiger Bunny?
Miruko torció el gesto he izuku miro por el rabillo de su ojo.
―¿Entonces me recuerdas perfectamente?
―Como no hacerlo. No te encuentras a niñas tan impertinentes día tras día. Es más fácil encontrar dinero que a tipas como tú.
―Debo decir que para mi defensa eran incursiones para mejorar. Y de cierta manera funcionaron. Soy la numero seis ―dijo con orgullo.
―Lo puedo ver ―con una sonrisa escondida entre su barba expreso―. No miento que no me sorprendió cuando supe de tu debut y mucho mas cuando fuiste nombrada como miembro de los diez héroes de todo Japón. Dime, ¿En qué rango entraste?
―En el octavo rango. Toda una prodigio ―expuso con arrogancia.
―Te saltaste un rango, excelente. Tus 8 años de trayectoria han ido bien señorita.
―Me gustaría decir lo mismo de ti Kuroiwa.
Takehi sonrió aun mas en grande mientras cruzo sus enormes brazos como tubos de metal.
―¿Qué dices? A mi me ha ido de maravilla. Quizás no lo veas como yo lo veo pero las cosas que han sucedido en estos últimos años me han hecho una mejor persona. Además, pude resolver muchas cosas que antes no podía por el tema heroico.
―Quizás pero... ¿Ese aspecto a que viene? ―pregunto.
―Ya lo había dicho anoche ¿No? Alguien me dejo el trabajo así que tengo que tomar su lugar hasta que el vuelva.
―Te refieres a ese chico verdad, ¿Cómo era su nombre? Juro haberlo escuchado en una reunión por parte de Beast Jeanist... ―Miruko se sumió en sus pensamientos un tiempo, y luego de golpeo sus manos como si hubiera pensado en algo―. The Crawler, ¿Cierto?
―SkyCrawler.
Esto llamo la atención de izuku pues el reconocía ese nombre ya que como es costumbre, ese hobbies de investigar héroes no solamente se detuvo en Japón si no que sobre paso las barreras de la cultura llegando a otros países. Dado esto, el mismo hizo una libreta especial para los héroes de otros países llenándola de cientos de estos donde ese nombre estaba apuntado.
Izuku dejo de lado el brazalete y presto atención.
―Escuche que el tipo tuvo problemas aquí en Japón por ende tuvo que irse, ¿Es eso cierto? ―inquirió Miruko.
―En efecto. Pero gracias a Captain Celebrity pudo tener una especie de puesto con él. Bueno eso fue cuando empezó hace cuatro años. Ahora él está por su cuenta ―Kuroiwa esbozo una ligera sonrisa―. De verdad que las cosas le han ido de maravilla a Koichi.
―Ya veo... Entonces resumiéndolo todo, ¿Ustedes tres eran los vigilantes de Senboku?
―Koichi empezó como un simple chico de vecindario que ayudaba con compras y a cruzar la calle. Era alguien común hasta que yo interferí en su vida y guie todos mis problemas hasta él. Una persona normal se hubiera vuelto loca o simplemente no lo hubiera soportado. Pero el, un chico con una bondad dentro mas grande de las que haya visto jamás. Alguien que nunca perdió la oportunidad de ayudar a otros. De hecho, soy una de las personas que él salvo.
Kuroiwa agacho su mirada y esa sonrisa no se desvaneció en lo absoluto.
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[Es un verdadero héroe.]
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Izuku conocía al héroe SkyCrawler por ende sabia de sus logros. Sabia que al debutar como héroe lo hizo como un ayudante y posteriormente logro independizarse y volverse un héroe independiente. Claro, aun trabajaba con otros héroes sin embargo, usualmente el llevaba a cabo todas las operaciones solo.
Además, el quirk que el poseía «Deslizamiento» al estudiarlo pudo saber que él había desarrollado de manera exitosa el máximo potencial de su poder, explotándolo.
SkyCrawler era un héroe de temer y ahora comenzaba a conocer su pasado.
―Bueno, bueno. Ya hemos hablado lo suficiente de mí, ¿Qué sucede con ustedes dos? Y más importante, ¿Tu eres...?
Kuroiwa borro la sonrisa de su rostro y entrecerró sus ojos.
[Laughing Boy.]
Mentiría si se dijera que izuku no se sintió incomodo al escuchar ese nombre. Aun así no se dejo venir abajo y miro con certeza al hombre.
No supo si afirmar o negar hasta que él volvió a hablar.
―Debería de presentarlos apropiadamente ―dijo Miruko―. Mocoso, el es el ya retirado héroe O'Clock. Y tú señor vigilante, este chico ya sabes quién es al parecer.
―Solo un tonto que vive en una cueva no sabría quien es él. Con los escándalos de las ultimas semanas tu nombre ha estado por los cielos chico.
Izuku no sabia como sentirse al respecto. Lo único que sabia es que tenia delante a la persona que quizás tenia alguna pista sobre All For One. La emoción que desprendía se mezclaba con la incómoda sensación de que la mirada de O'Clock estuviera fija sobre él.
―Supongo que debiste de tenerla difícil ―dijo Kuroiwa tomando por sorpresa a izuku ―. Aunque es bastante sorprendente que All Might te haya apoyado de esa forma. Debe de ser bastantes cercanos.
―Oye eso es cierto. Quería preguntarte sobre eso mocoso. ¿Qué relación tienes con el fuertote?
Ahora envuelto de toda la atención el nerviosismo lo ataco. Era claro que no podía decir que All Might era su maestro y le había entregado un poder sumamente poderoso para hacer el bien.
No, claro que no podía decir eso.
―E-el da clases en la U.A y eso ―dijo abiertamente.
―Lo entiendo, eso lo entendemos pero para que alguien haya hecho lo que el hizo por ti... debe de haber algo ahí, ¿No lo crees señorita Miruko?
―Ciertamente... ―rumi entrecerró sus ojos y miro con incertidumbre a izuku.
El comenzo a sudar nerviosamente intentando apartar la mirada pero cada vez que lo intentaba sentía una fuerza invisible que lo ataba a los ojos de Rumi.
Era como si el pensara que si desviaba la cabeza hacia un lado, Rumi le aplastaría la cabeza en un santiamén.
Cada segundo que pasaba sentía como la inquisitiva mirada de Miruko se convertía en una filosa daga que entraba en su temperamento, su resistencia mental y demás.
Sentía que estaba quebrandose.
―Como sea ―dijo Miruko restándole importancia.
―...
Izuku agacho la mirada totalmente derrotado, respirando a duras penas en búsqueda de la supervivencia.
―A todo esto, ¿Qué hacen en Osaka? Justo aquí mas bien.
―Deberías de intuirlo. Un héroe no se inmiscuiría a menos de que hubiera una razón en específico ―respondió ella.
―Bueno ―dijo el señor Takehi, balanceando un poco los brazos mientras trataba de encontrar palabras con las que responder al comentario de la mujer―. Supongo que...
―Hay muchas preguntas y seguramente habrá muchas respuestas pero por ahora solo me intriga algo ―atajo Miruko―. ¿Tu donación...?
―Hmm... ¿Esa es la razón? Entonces me estabas buscando. ¿Por qué? No creo que sea simplemente por la donación que hice.
―Puede que tengas razón y no me interese la donación en sí, si no la razón del por qué. Se que ese hospital trato a tu mujer he hija pero no bastaba con un simple, ¿Gracias?
―¿Esto se convirtió en un interrogatorio? Que lastima, yo pensaba que era una reunión de viejos compañeros de trabajo.
―¡Ja! Si no fuera por que tu abriste tu boca hace unos años yo quizás no hubiera tenido tantos problemas con mis escuela en aquellos días.
―Te lo dije o no en su momento señorita Tiger Bunny. Iba a hablar con tu escuela ya que lo que sucedió no fue nada común. Pudiste haber salido herida. Pero regresando al tema. Es cierto, un simple gracias hubiera sido suficiente pero un hombre como yo tiene su moral bien en alto. Despues de todo la implicación de mi hija con las toxinas de la madre abeja fueron ocultadas por el mismo hospital.
―Ya veo...
Al tanto que Miruko torció el gesto, izuku prestaba más atención.
»¿Toxinas de madre abeja?
Izuku pensó en que era eso. Creyó que tenia que verse ligado a lo de hace cuatro años que ocurrió aquí en Osaka donde una gran batalla se libro causado por un solo villano y un grupo de sombras. O eso era lo que decían los periódicos. Al final, en un articulo mencionaron algo sobre unas abejas.
―Entonces para entenderlo bien. La razón de que la donación apareciera fue para agradecer que tu hija fue absuelta de la relación de las abejas, ¿Es así o me equivoco? ―inquirió ella.
―Justo así.
―¿Pero por lo que se ella podría haber sido catalogada como víctima y zafarse de toda la tonteria? ¿Por qué aferrarse a esa absolución monetaria?
―No es tan fácil señorita Miruko ―Kuroiwa entrelazo sus dedos pegando sus manos hacia la mesa―. Apicultora es el quirk que desato todo esto y fue ligado a mi hija. Aun a pesar de que se encontraron pruebas de que ella si había sido víctima, les pareció más factible a la comisión de seguridad publica decir que fue un descontrol de quirk antes de un ataque terrorista. Pero al final, muchas llamas despues logramos encontrar una manera de que ella fue absuelta.
Miruko había empujado su cuerpo hacia delante. Ella despego sus manos del suelo del cuarto he irguió su espalda. Ahora un poco mas firme miro al hombre.
―Entonces todo va ligado a apicultora. Por ende, a alguien más externo. En ese caso... ¿Ese tipo de hace cuatro años?
―Número seis.
―¿Número seis? ―Miruko puso una cara mas seria mientras que izuku parecía acercar su atención al punto clímax.
―Bueno. Supongo que si hubiera sido el pasado no podría darte las respuestas concretas que te daré ahora. Todo esto fue gracias a las conclusiones que Koichi y Makoto me transfirieron hace un tiempo junto a mi experiencia... ―Kuroiwa guardo su línea cuando miro a izuku―. No creo que esto es un tema adecuado para hablar libremente.
―Ah...
―Lo siento chico pero esto es algo mas profesional. No creo que tu puedas escucharlo de mí. Incluso que ahora se lo diga a esta mujer ya es un favor pasado. Aun debo las gracias por ayudarme hace 9 años así que tómalo como un cambio.
Izuku sintió que se le fue el aire cuando Miruko lo observo y esta se puso de pie.
―Vamos a fuera ―le dijo a él mientras que mirando a izuku le ordeno quedarse adentro.
―¿Qué...? ―farfullo.
Kuroiwa se puso de pie seguido de Miruko para luego ambos caminar hacia la puerta dejando a izuku sentado como si no fuera importante.
Entonces izuku deposito un pronunciado «No» en la habitación.
―¿Eh? ―Kuroiwa se dio la vuelta al igual que Miruko.
Izuku apreto los dientes y cerro sus puños.
"Debe ser una buena suerte, ¿No crees? Ahora tienes la oportunidad de averiguar algo que ninguno de nosotros sabemos y que con eso, quizás podamos saber cual es su siguiente movimiento. Así que asegúrate de saberlo, asegúrate de que ella te lo diga."
Las palabras de All Might resonaron en su cabeza junto al recuerdo de sus libretas de anotaciones para futuro donde no solo los héroes extranjeros tenían una libreta para ellos solos si no que aquellos alguna vez estuvieron en las calles ahora se encontraban dentro de la libreta de Izuku y uno de ellos era claramente O'Clock donde debajo de su nombre se mencionaba que este se había retirado.
[¿Por qué?]
Una jugada arriesgada apareció en la mente de izuku cuando comenzo a ligar una cosa con otra. Recordando que All Might dijo que aquel hombre seguramente tuvo que ver con All For One y que ahora este retirado.
Solo había una posibilidad.
Entonces el grito...
―¡Tu quirk...! ¡¿Fue robado?!
La subida atención de O'Clock cayó sobre el chico.
Su jugada al parecer había dado en el clavo.
...
El sol brilla con fuerza, la suficiente como para cegar a alguien por unos cuantos segundos. Obligándolo a cubrir su rostro de manos desnudas.
Un largo respiro y su cabello oscuro se sacude con el viento que viene del oeste.
Loas arboles parecen moverse pero mas que nada son las hojas en las copas las cuales se tambalean.
Cuando pasan los segundos el al fin puede abrir sus ojos encontrándose en el claro de un bosque, en la cima de una montaña donde se puede observar mas allá del claro una ciudad.
Entre sus par de azabaches ojos reluce una cicatriz y este no puede evitar sonreír cuando la voz de su cabeza toma forma de una sombra a su costado.
Una vez más... él está ahí.
―Hoy hace muy buen tiempo...
La voz seca pero tranquila.
[El cielo se arrastra hacia mí.]
Su mano extendida al cielo azul.
...
[Osaka se ha convertido en una ciudad donde la oscuridad y la luz conviven a pleno día. El trio se dirigí hacia el callejón de la oscuridad mientras hablan del pasado. Mientras tanto la cabeza de izuku no deja de palpitar. El dolor y la electricidad hacen vibrar sus sentidos.]
Proximo capitulo: El callejon de la lucha.
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