NUEVO DIA.
14 de Mayo del 2146.
Era un lunes por la mañana y el cielo se encontraba nublado.
Agua descendia del cielo en forma de gotas recurrentes.
Estas mismas se precipitaban sobre el cristal de los ventanales de aquel salón de clases.
Había un especie de ambiente en paz donde la atención sobre las gotas que se resbalaban por los cristales era captada por una mirada en particular.
Midoriya Izuku, 15 años. Actualmente cursa el primer grado de la academia de héroes y heroísmos U.A en la cual ha pasado un total de cinco meses desde que entró a ella.
Durante este tiempo muchas cosas han cambiado, inclusive sin antes entrar a esta.
Un total de un año y tres meses han pasado desde que Izuku conoció cara a cara al hombre que ha sido aclamado alrededor de todo japón y posiblemente de igual manera en América.
Desde que lo conoció toda su vida recibió un cambio al extremo.
Izuku siempre fue un chico con ideales, sueños. Pero, lamentablemente su pasado, la suerte o el destino mismo le tendieron una mala jugada.
A sus cortos cuatro años de edad él se convirtió en Laughing Boy. Al despertar su quirk un desastre ocurrió y la vida de un total de treinta y tres personas fueron cobradas. Entre ellos adultos y niños logrando así, condenar la mayoría de su niñez y parte de su adolescencia.
Su madre murió a la edad de doce años mientras que, su padre cayo en coma un poco despues debido al estrés y demás.
Poco a poco las cosas se fueron acumulando en una montaña de mierda y causo que todo el mundo de izuku se sumiera en una oscuridad infinita.
Plasmado sobre un lienzo en un cuadro de sombras donde solamente su silueta se mueve como olas en el mar.
No fue hasta aquel encuentro fortuito lo cual causo una grieta en ese cuadro.
La luz entro.
La luz lleno todo.
El calor lo hizo sentir vivo nuevamente.
"Tu... puedes ser un héroe."
Cuando el abrió sus ojos el brillante color esmeralda de sus pupilas relucieron ante la cicatriz que baja de su frente hasta su mejilla a través de su ojo derecho.
Poco a poco un cumulo de voces lo alcanzan.
Su sordes desaparece y al mover su mirada hacia un lado se encuentra con dos personas.
―¡Deku-Kun!
Dijo una chica.
―¡Ey, Izuku!
Dijo un chico.
Finalmente, Midoriya Izuku reacciona.
―Uraraka-San, Tenko-San. ¿Ocurre algo? ―pregunta distraídamente.
―¿Cómo que, ¿qué ocurre? ―reprendió Tenko con algo de molestia.
―¿Otra vez estás pensando en eso? Vamos Deku-Kun, va a estar bien.
Izuku torció el gesto como si no quisiera aceptar las palabras de su amiga, pero realmente no tenía algun concepto como para negarla.
―Hah... ―con exasperación parecía rendirse hacia un costado, hundiéndose sobre sus brazos―. No tengo ganas de esto...
―¡¿Enserio?! Oh vamos, ¿La melancolía es tu estado natural? ¡Pareces un vejestorio! ―reclamo Tenko en un recite.
―Déjalo ya Shimura-Kun.
A lo lejos la voz de Iida resonó a través de los pasillos en medio de las mesas.
―Si, sí. Midoriya debe estar cansado. Déjenlo de una buena vez.
Una voz más se le sumo, esta vez era Denki.
―Si gustan podemos tomar algo de té como de costumbre aquí en el salón de clases ―al costado en la misma fila de izuku, Yaoyorozu miro hacia las ventanas, más allá de estas―. La lluvia incluso hasta, a mí, me baja los ánimos.
Tenko no parecía muy conforme con esto. El que sus compañeros se pusieran del lado de Izuku solo hacía que este se sumiera más y más en sí mismo, como tiene la costumbre de hacerlo.
―No me molesta la lluvia tanto, ni me baja los ánimos, pero creo de Yaomomo tiene razón. Quedarnos en el salón de clases seria lo mejor ―dijo Mina.
―A mí me parece una idea estupenda, Kirishima y yo podemos ir a buscar algo de agua caliente para el té. ¿Qué te parece Ashido-San?
A su costado Jirou había terminado de guardar sus cuadernos cuando miro hacia sus compañeras.
―Por mi está bien.
Aclaro Ejiro.
Poco a poco Tenko estaba siendo abrumado por la presión de todos.
―¡Esto no es justo! ―farfullo lanzando su mirada a Uraraka―. Vamos Chako-San, ayúdame en esta.
Uraraka realmente no parecía muy convencida de irse por el lado de Tenko, pero tampoco quería ir en su contra. Sería muy injusto dejarlo seis contra uno. Así que de alguna forma desvió su mirada hacia un lado como si no hubiera escuchado a Tenko.
Poco despues volvió su mirada hacia Izuku y poco a poco se acercó a él como si le fuera a susurrar.
―Ella va estar bien. Dijo que no sería peligroso, ¿No?
Con una voz amable y suave provoco que Izuku se enterrara más y más en sus brazos sentado sobre su silla y recostado sobre su escritorio.
Uraraka toco sus hombros y se acercó un poco más.
―Vamos, Deku-Kun. Tenko-Kun está siendo abatido y tú lo vas a dejar solo. No es nada propio de ti.
De reojo miro a través de sus brazos solo mostrando una parte de su rostro.
―¿Tu lo acabas de ignorar no?
―Hmm... ¿No...?
Uraraka estaba sintiéndose atacada.
*Hah...*
Izuku suspiro.
Salio de su encierro y Uraraka dio un paso hacia atrás.
―No me preocupa la señorita Miruko en sí.
―¿Entonces?
Sentado y con una mirada perdida poco a poco esta se transformó en una de disgusto.
―Se gasto todos mis ahorros ―reprimiendo su ira el chico miro por la ventana y escucho como un relámpago caía desde los cielos―. ¡Estoy sin luz ni agua! ¡Otra vez!
―Uy...
―Vaya...
―Eso es duro...
―¿Otra vez?
―Oh mira, que curioso...
Su reclamo fue escuchado por todos quienes se miraron entre sí y parecían haber concordado que la mejor idea sería ir al comedor. No era por que parecía que Izuku estuviera desplegando un aura super extraña ni nada parecido. A todos les vino que sería mejor estar rodeado de personas con el frio que hacía.
Era algo bueno.
Y como estuvieron dentro del salón, ahora todos estaban fuera de este dejando a Izuku solo frente al ventanal.
Una vez miro a través de este hacia el horizonte donde la ciudad yacia y en una maldicion grito el nombre de la mujer.
[¡MIRUKO!]
Un relámpago había caído y muy lejos de la ciudad al filo del bosque una mujer se encontraba regresando bajo la alebrestada lluvia.
*¡A-CHI!*
―¡Uhhhhh! ―Miruko limpio su nariz de aquel moco colgante mientras cubría su cabeza con el manto blanco―. Me voy a enfermar...
La lluvia apenas había comenzado.
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CAPITULO 33
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Finalmente había parecido que la ira de Izuku termino.
En realidad, no era algo así como ira, más bien era molestia. No era la primera vez que Miruko le había tomado el dinero, no era la primera vez que había dejado al chico en problemas. Casi parecía que para Miruko hacer esto era una manera de decirte «Estoy aquí».
No era algo fácil de acostumbrarse, no era algo que pensara para sí mismo como lo normal, pero, era su realidad.
Y lastimosamente era una realidad que lo obligaba a comer arroz y agua.
Sentado junto a sus demás compañeros alrededor suyo en una pequeña mesa ubicada en el comedor casi vacío de la academia.
Parecía que todos habían tenido la misma idea, quedarse en sus salones de clases y pasar el rato ahí debido a la lluvia.
Esta misma se precipitaba sobre el gran muro de cristal inclinado hacia arriba que permitía ver la gran y basta ciudad debajo de la colina.
Las nubes grises eran enormes, la lluvia era fuerte y algunos relámpagos resonaban a la lejanía.
Izuku estaba de cierta forma perdido en la tormenta.
―¿Enserio no quieres un poco de Onigiri? ―pregunto Iida quien le extendió un poco hacia Izuku.
―No gracias, estoy bien. En serio.
Ya era la tercera vez que Iida le ofrecía a izuku algo de su comida mientras que, para Tenko y Uraraka sería la cuarta esta vez.
―¡Que delicioso que esta el Okonomiyaki! ―bueno, era la forma en que Tenko le intentaba ofrecer a Izuku.
―¡Deku-Kun, Deku-kun! Prueba mi Udon, esta delicioso.
*Sigh*
Izuku se preguntó cuando pararían.
Nuevamente suspiro y miro hacia la tormenta mientras tomaba el vaso al lado de su plato.
Su brazo derecho estaba cubierto con la manga de camisa escolar pero apenas estiraba el brazo tras su muñeca se revelaba una especia de tela oscura que cubría sus mano hasta su hombro.
Esta tela parecía tener divisiones como si de una venda se tratase.
En ambos brazos portaba ambas telas.
*Glup*
Al terminar de beber parecía algo desanimado.
No podría decirse que solo comer arroz no le daba fuerzas suficientes para seguir. Izuku era alguien que realmente no gozaba de comidas muy ostentosas, claro, por su presupuesto y eso es antes de que Miruko llegara a su vida.
El siempre opto por comidas fáciles y sencillas, económicas en otro caso.
Lo que lo tenía tan decaído era la idea de que últimamente no había tenido grandes avances con el One For All.
Durante estos tres meses que habían transcurrido desde la pelea en Osaka, y la charla con uno de esos sucesores pensó que abría un tipo de conexión más afiliada de él hacia ellos pero la realidad fue completamente otra.
No había podido hablar ni si quiera con el cuarto portador en los últimos meses.
*¡ZONK!*
En un instante la cabeza de Izuku se movió hacia un lado y su brazo se levantó en automático recibiendo un proyectil entre sus dedos y palma.
―¡Como amo ese truco! ―exclamo una voz femenina que se aproximaba detrás Izuku.
Uraraka y Tenko giraron mientras que Izuku miro lo que había atrapado.
―¿Cómo están?
―Hola...
―¡¡Buenas!!
Un trio se aproximó enseguida que Izuku agacho la cabeza.
Nejire, Mirio y Tamaki habían llegado a la mesa de los chicos.
―¡Yo'! Yaomomo-Chan ―aquella mesa estaba rodeada por dos lados de grandes masetas las cuales extendían asientos interiores. Nejire se había sentado en un extremo de las grandes masetas saludando a la chica―. ¿Cómo has estado?
―Muy bien. Gracias por preguntar Nejire-Sempai ―le respondió con cortesía―. ¿Cómo has estado tu?
―¡Estupendamente, estupendo!
Al mismo tiempo que Nejire se colocaba en la orilla de la maseta, Mirio se le acercó al trio que estaba de espaldas empujando a Tenko hacia Izuku he izuku siendo empujado hacia Uraraka.
―Oye Mirio, deberías de ser más considerado ―de pie, Tamaki era quien refunfuñaba.
Cubriendo el cuello de Tenko con su brazo Mirio se precipito hacia su plato.
―¿Eso es Okonomiyaki?
Tenko asintió, luego trago.
―¿Quieres?
―¡Quiero!
Ambos comenzaron a devorar el plato de comida de Tenko como si no les importara que estuvieran rodeados.
―Disculpen, otra vez.
―No te preocupes Tamaki-Sempai ―respondió Uraraka―. Es divertido verlos a ambos.
Ambos se sonrieron mutuamente como si estos fueran los únicos normales del grupo.
―¿Qué hacen por aquí? ―pregunto Iida.
―Nuestro salón quiso pasar la tarde en gimnasia y nosotros decidimos venir por algunos Anpan. Por suerte conseguimos unos cuantos ―respondió Nejire mientras que Tamaki alzaba una bolsa con un montón de ellos―. Y si no mal escuche... ¿Otra vez la señorita Miruko verdad?
Izuku quien portaba uno de esos Anpan en su mano aun, lanzo su mirada hacia Nejire.
―Si.
Abrió el empaque de plástico y le dio una gran mordida.
[Dulce...]
Nejire sonrió gentilmente.
―Oh cierto, Izuku-Kun.
―¿Hmm?
―Hatsume-San esta como loca buscándote. La vi en el salón de clases de ustedes. Tenía una maleta y―
*Stomp*
En un segundo izuku golpeo la mesa con ambas palmas impulsándose hacia arriba.
Mirio y Tenko quienes se estaban ahogando a comida a un lado de este solo levantaron sus miradas viendo al chico quien termino de tragar el ultimo trozo de pan.
―¡Por fin!
Como si un revuelo en su corazón comenzara una revolución. Toda su aura deprimente había cambiado de golpe. Paso a un lado de Uraraka, saludo a Tamaki y despues comenzo a correr hacia la puerta de entrada del comedor.
―¡Los veo luego! ―dijo haciendo un gesto con la mano―. ¡Y gracias por el Anpan, Hado-San!
A todos los tomo por sorpresa esta reacción del peliverde.
*¡Glup!*
Mirio quedo con un trozo de arroz en su boca mirando hacia la espalda del chico quien desaparecía en el largo pasillo.
―¿Qué hoy no estaba otra vez en su modo gris? ―pregunto este.
―Hace una semana el director hablo con Hatsume-San y Power Loader-Sensei para unas mejoras en el traje de Midoriya ―respondió Iida.
―Oh, eso sobre la tecnología Americana ¿Verdad? ―inquirió Momo tomando un sorbo a su té.
Al parecer todos estaban contentos con esto. Izuku había hablado de esto mucho antes de que llegaran, unas semanas de hecho.
Gracias a All Might y sus contactos con América, habían conseguido un tipo de tecnología extraña.
Una que era muy beneficiosa para Izuku.
[El síndrome del túnel carpiano.]
El brazo derecho de izuku sufre entumecimiento, hormigueo, debilidad y dolor en la mano, la muñeca y, a veces en el antebrazo.
Este se podría decir que es el resultado más amable en el brazo de Izuku.
Los dedos de su mano derecha, aunque estén cubiertas con aquella tela oscura, como una tela de malla se logra observar como las puntas de sus dedos dejaron de ser redondos. Como si tuviera garras en vez de yemas, la carne y los huesos de sus puntas terminaron por deformarse.
El uso excesivo de Decay, el uso masivo del One For All termino por deformar su mano derecha de tal forma que bajo aquella tela es completamente irreconocible.
Izuku ya no tiene sensación desde sus "Yemas" hasta por encima de su codo.
Todo su brazo está cubierto de manchas negras que se extienden como flamas alrededor de su brazo mientras que las cicatrices de heridas pasadas se dibujan como raíces de un árbol sobre el pasto.
En otras palabras, tanto su brazo derecho como el izquierdo son incapaces de usarse de manera agresiva.
Logro correr con la suerte de poder seguir usando sus brazos para cosas simples como la vida cotidiana, pero con el costo de hacerlo como si fuera un brazo de un anciano.
Claro, el izquierdo un poco menos que el derecho, pero de igual forma, incapaz de poder hacer lo que hacía antes.
Ya no podía formar un puño completamente sin sentir como sus huesos crujían. Si quisiera tocar un instrumento sería totalmente imposible.
De hecho, si no fuera por la ayuda de Yaoyorozu, quizás izuku hubiera tomado más tiempo en volver a aprender a escribir.
Debido a las heridas sus dedos no funcionaban coordinadamente y gracias al apoyo de la azabache, durante las primeras semanas despues de que el volvió a la academia recibió una gran ayuda de ella quien se quedaba hasta tarde en clases para poder guiarlo con su propia mano. Y, aunque su letra jamás vuelva a ser la misma, es mucho mejor que al principio.
Todos de verdad fueron muy amables con él durante este corto periodo de tiempo.
Aunque el sienta esa punzada al ver sus propias manos, no se puede sentir mal al recordar que, gracias a estas, muchas personas lograron seguir viviendo sus vidas.
Izuku pensaba que si hubiera tenido que dar ambos brazos estaria bien.
Ya no lo acomplejaba nada de esto.
Y cuando finalmente llego a su salón de clases empujo la puerta hacia un lado encontrándose con el salón vacío. Enseguida el cerro la puerta y giro hacia su derecha.
Su camino siguió hacia el taller de apoyo.
...
―¿Plexo braquial?
Pregunto Izuku quien estaba sentado en un banquillo delante de Recovery girl.
A su alrededor estaban All Might y Nezu.
―Las lesiones del plexo braquial son lesiones en la red de nervios que proporciona sensibilidad y control a los músculos del hombro, el brazo, el antebrazo, las manos y los dedos. Usualmente son lesiones deportivas comunes, desaparecerían con un buen tratamiento, pero en tu caso es totalmente imposible.
Cicatriz tras cicatriz.
Desde su torso desnudo se observaba un gran remolino de carne abultada. En su pecho había una mancha oscura de carne molida. En su espalda se extendían tres grandes laceraciones cicatrizadas que avanzaban hasta casi llegar a su cintura. Tenía varias quemaduras toxicas marcadas en la parte inferior de su cuello y varios cortes en sus labios, frente y mejillas.
Pero lo más importante era la imagen de sus brazos.
Era horrible.
En ambos brazos había una cantidad enorme de cicatrices protuberantes que avanzaban como raíces. Al igual, existían ciertas manchas oscuras que continuaban desde sus dedos hasta casi llegar a su hombro.
Huesos, carne, todo lo que daba forma a un brazo estaba totalmente deformado.
―No se la verdad si decir que esto es un milagro seria la manera correcta de hacerlo ―Recovery aparto su mirada hacia abajo y suspiro derrotada―. En serio, no puedo con esto.
Quitando de encima sus gafas ella limpio sus ojos.
―Que aun conserves tus brazos no puede ser un simple milagro, joven Midoriya ―dijo Nezu―. Se por lo que pasaste, se por todo lo que tú y la señorita Miruko libraron ese día. Lo sé con tal claridad que pensarías que estuve ahí. Y en serio no tienes una idea de lo mucho que quisiera felicitarte por todas esas vidas que salvaste, pero... no puedo hacerlo.
Nezu tomo asiento en un pequeño banco al lado de una camilla recargando su codo sobre el barandal de esta y luego dejando caer su mentón sobre su dorsal.
El negó con la cabeza.
―Si me permiten entender bien, ¿El One For All tiene la capacidad de potenciar los quirks? Inquirió Nezu.
Izuku asintió.
―El poder se estuvo acumulando durante siete generaciones antes de que yo lo recibiera ―dijo Toshinori en su forma delgada.
―Entonces para entenderlo bien. ¿Durante todos estos años jamás llegaste a romperte un solo hueso?
―En lo absoluto. Casi al momento que recibí el poder tuve un control sobre este al cien por ciento. Claro que estuvo la posibilidad de quebrarme los huesos, pero siempre supe cómo controlar el poder.
Nezu enseguida lanzo una mirada por encima de sus patas hacia Izuku.
―Como tú, ¿No es verdad?
―Y-Yo no―
―No, no, no. No vengamos con ese juego joven Midoriya ―con exasperación Nezu se volvió a poner de pie―. Cuando acepto a alguien en mi academia me las sé de todo a todo sobre esa persona. Tanto como que tú tienes una mente enormemente prodigiosa. No eres como muchos aquí. Y no lo digo con la intención de rebajar a mis demás alumnos, pero, si un día me preguntasen quienes de aquí son los mas talentosos, muy seguramente tu serias uno de los que mencione.
Nezu dio tres pasos hasta llegar al costado de Recovery Girl.
―Se lo mucho que te has esforzado. Conozco la manera en que aprendes y como lo haces. Incluso la señorita Miruko lo ha visto de mano propia. Toshinori igual ―Nezu con su pata toco la pierna de Izuku―. Entonces, por favor explícame ¿Cómo te lastimas tanto? Con una mente tan prodigiosa... ¿Cómo es que no encuentras otro camino? Midoriya-Kun, por favor hazme entender, porque ninguno de los que estamos aquí podríamos soportar más.
―Entendemos el peso que esta en ti. En su debido tiempo Toshinori también tuvo que lidiar con este gran peso. Quizas no compartimos tanta carga como ustedes dos pero, ver que un chico tan joven termine en este estado. Ni en todos los años que llevo siendo heroína pude imaginarme a alguien a tan temprana edad terminar así.
Recovery Girl levanto la mirada. Limpio el poco sudor de debajo de sus ojos y observo a Izuku fijamente.
―Has vivido de una manera horrible. Pero ya no tienes que hacerlo así. Toshinori, Chiyo, yo... Tanto como tu maestro o director, como ella, tu enfermera o guía ―Nezu de reojo miro a All Might―. Como tu antecesor y amigo. No quiero sonar tan malo ni hacerte sentir mal pero es preciso que haga esto. Como ultima oportunidad, Midoriya-Kun, si vuelves a lastimarte de esta manera voy a tener que expulsarte de la U.A.
Cuando Izuku escucho esto sintió como si el corazón se le parara.
Todo su mundo se venía abajo y sus manos de por sí, ya temblorosas comenzaron a temblar de una manera diferente.
Toda la culpa acumulada se había sumado a un terror nacido de aquella advertencia. Aunque, de cierto modo Izuku sintió muy al fondo suyo que lo que había dicho su director ya estaba firmado sobre piedra.
Sabia que era su propio cuerpo y no debería ser responsabilidad de nadie más, pero, como Nezu dijo; cuando un alumno entra en su academia se vuelve parte muy fundamental de él. Todos son importantes.
―Y-Yo...
Izuku intento cerrar sus manos pero no pudo. Apenas llegaba a la mitad del recorrido cuando sentía como sus propios huesos rebotaban hacia delante.
―Tu vida ha dejado de ser solo tuya, Midoriya-Kun ―Nezu alcanzo una mano de Izuku sintiendo la dura carne deformada en allá―. En estas manos, dentro de tu pecho, en tu corazón y alma están las personas que creen en ti, te apoyan y te quieren. Y usar tu vida de esa forma solo lastima a esas personas. Gente que de verdad de aprecia y odiaría tener que verte así. Dime, ¿Tienes una idea de como estaban tus compañeros cuando se enteraron del incidente? Quizás lo hayan reflejado cuando te vieron y quizás crees haber entendido pero no es así. Tu ves lo que ellos quieren que veas, y ellos no quieren que cargues con más. Te lo pido como director, como tu maestro y tu amigo. Piensa en las personas que están contigo antes de actuar.
Izuku se sentía avergonzado, triste y culpable. Era lo normal.
Pero sobre todo esto, se sentía mal.
Era cierto que vivió una vida horrible. Desde que lo recuerda hasta aquello que olvido, las únicas palabras amables de verdad vinieron de su familia. Pero ahora, despues de tanto tiempo palabras, acciones y gestos de amabilidad venían de personas que Izuku jamás pensó tener.
Él se sentía mal por hacer que ellos se preocuparan. En lo absoluto quería convertirse en una carga, no quería que ellos, las personas que lo tratan tan amablemente se sientan responsables de su irresponsabilidad.
Quería disculparse, de verdad que quería hacerlo pero sentía que si lo hacia ellos iban a rechazar esto.
Sentía en el fondo que disculparse no era lo correcto.
Solo, asintió con la cabeza.
[Las personas que se preocupan por ti...]
Al mirar sus manos una vez el cerro sus ojos.
Al abrirlos estaban cubiertas de tela oscura.
Algo así como una confusión, sus pensamientos mas profundos reflejados en recuerdos fueron interrumpidos repentinamente.
El estaba de pie con la mano sobre la perilla, delante de una puerta con un pequeño ventanal que permitía ver el techo de la academia.
No era su primera vez ahí, en el pasado, en las primeras semanas de la academia el acostumbro ir a comer ahí para no molestar a nadie. Solía pensar en ese lugar, solía analizar las mejores maneras de poder ostentar el poder que se le fue conferido.
Ahora, este lugar estaba ocupado por una chica.
Aquellos cortos momentos en su mente le permitieron recordar las palabras de su director.
Cuando miro al frente, Mei Hatsume estaba sentada sobre un mantel, debajo de un gran paraguas metálico. En dicho mantel había una caja de herramientas abierta y muchas de estas esparcidas por lo largo de la tela de látex.
En el centro, Mei estaba con un maletín abierto, moviendo algo dentro de este.
Dejo de mirarla por un segundo, observo la lluvia que caía y las nubes.
Era un día gris.
Cerro sus ojos por un segundo, los relámpagos de aquel día en Osaka retumbaron en su cabeza y los gritos internos recordando aquella batalla infernal hicieron temblar sus manos.
Toco su pecho, su corazón latía a mil.
[Está bien...]
El abrió sus ojos.
La marca sobre su ojo derecho, la cicatriz en forma de grieta se reflejó en el cristal.
El abrió la puerta.
Repentinamente el cuerpo de Izuku se enfrió con la ventisca que vino desde afuera.
»Hace frio.
Pensó.
Al mismo tiempo cubrió su rostro con su mano. Evito la fuerte ventisca y observo a través de la apertura entre sus dedos a la chica que estaba sentada debajo de aquel paraguas. «¿Cómo podía estar ahí? Se pregunto.
Mei no tenia mas que su overol color verde musgoso y sus botas oscuras, al igual, sus guantes y sus grandes gafas protectoras.
Nada más.
Bajo su brazo, escucho los sonidos mecánicos y las gotas de lluvia precipitándose sobre el suelo del techo.
Alzo su mirada.
Lo siguiente que ocurrió fue que, a través de los oídos de la peli rosada se albergo el sonido de un par de pies avanzando. Sus ojos ámbares se alzaron y cuando menos lo espero, Izuku estaba de pie dentro de aquel tapete, bajo aquel paraguas.
―¿Qué haces aquí? ―pregunto Izuku.
Enseguida Mei regreso su atención al maletín.
―Te estuve buscando.
―Lo sé ―respondió.
Mei carraspeo.
Las gotas de lluvia que alcanzaron a mojar el cabello de Izuku resbalaron a través de este llegando a las puntas y cayendo al tapete.
―Nejire-San me dijo que fuiste al salón de clases. Pensé que estarías ahí.
―¿Fuiste a buscarme al taller de apoyo? ―pregunto Mei.
―Lo pensé. Pero creo que no hacerlo fue lo mejor. Siempre tienes la costumbre de pensar sola en este tipo de días.
Izuku poco a poco se sentó sobre sus piernas usando sus manos como apoyo hasta acomodarse delante de Mei.
Ella observó por unos momentos ambas manos de izuku.
―Este lugar es mas acogedor de lo que parece. Aunque el problema del viento debe ser molesto.
Mei inclino su cabeza.
―¿Qué viento?
―¿Hmm?
Por un momento se formó un inaudito silencio, un cementerio de palabras sin voz.
El viento susurraba y la lluvia cantaba.
El techo era un espacio donde solo dos disfrutaban debajo del cielo gris.
Mas allá, la gran Musutafu se hallaba.
―Escuche que tenias un nuevo proyecto con la oficina de apoyo indumentario ―Izuku rompió el silencio.
Mei solo hizo un sonido como si dijera un «Si».
―Power Loader admitió que en verdad estaba sorprendido. El que uno de esos robots pudiera mantenerse en ese estado sin explotar podría ayudar en el futuro a la U.A a reducir gastos en la utilización de estos. O bueno, es mas o menos lo que opina Yaoyorozu-San. Tu sabes que no soy muy listo con estas cosas.
Izuku se rasco la parte posterior de su cabeza con su mano derecha mientras le hablaba a Mei quien mostraba cero interés.
Los sonidos de metal contra metal, el pequeño chirrido de las tuercas girando y las telas abriéndose parecían tomar parte de la atención de Izuku quien trato de mirar por encima del maletín.
*¡PLAT!*
Este se cerro de golpe haciendo retroceder a Izuku.
―Ya está.
Con aquella declaración Mei empujo su postura hacia atrás y se pudo escuchar su espalda crujir.
*Sigh*
Dejo caer la llave inglesa y poco a poco se dejó caer hacia atrás.
―¡Hatsume!
Izuku se alarmo un poco.
La chica cayo con la cabeza hacia atrás y su cabello se deslizo fuera del límite del paraguas.
Extendió sus extremidades por todo el mantel y la chica soltó un gran grito.
―¡Al fin termine tu traje!
―¡¿Fueee~!?
Mei enseguida se repuso. Se sentó nuevamente con sus piernas cruzadas y se apoyó sobre estas mismas. Empujo el maletín al mismo tiempo que lo giraba hacia Izuku.
*¡Clap!*
El seguro se soltó y este se abrió.
Estaba...
―¿Roto...?
Ante el confundido Izuku, Mei instantáneamente perdió la calma.
―¡Roto tu cabeza, tonto! ―le reclamo molesta―. ¡Esta solo mal organizado!
Mientras recibía una mirada de molestia de Mei quien estaba justo delante de él, el chico volvió a mirar dentro del maletín.
Dentro del maletín observo muchos compartimientos. Entre ellos había cosas de distintos colores. Oscuros, rojos, amarillos, verdes y blancos.
Lo que gano su total atención fue la tela verde oscuro la cual resaltaba con tonos amarillos.
El traje de tela fue lo primero que levanto.
―He mejorado bastante en la costura. Ahora son más firmes las uniones y casi imperceptibles. Claro que aun son algo toscas pero recuerda que no soy una diseñadora. Jamás trate con tanta tela en mi vida así que procure hacerlo un poco mas cuidadoso. De igual forma los agregados fueron más una impresión que costura.
Su traje de tela era casi igual al diseño anterior solamente que el tono de la tela era más oscuro y las marcas en sus costados ya no eran oscuras, eran amarillas y la parte de sus hombreras era mas gruesas de un color blanco con acabados dorados.
Al parecer donde se supone que tendría que continuar la tela de los brazos se detenía en una manga corta.
―Prepare una mezcla de fibra de carbono y metales líquidos para poder intentar dar una ligera función a una férula. Esta continuara desde tu espalda hacia ambos brazos como una camiseta pequeña. Cubrirá ambos brazos hasta tus yemas y encima de estas esta la parte más importante.
Con su mano, Mei señalo hacia abajo indicando a Izuku que en un compartimento había dos pulseras rojas, al lado de estas había un par de guantes blancos con nudillos amarillos y acabados azules y dorados.
―El director Nezu dijo que son únicos en Japón. Tanto como en tecnología como en mecanizado. Los ajustes que le di y las pequeñas mejoras que le agregue permitirán que tus brazos vuelvan a ser útiles en batalla, al igual, estarán más protegidos ―Izuku había sacado aquellas dos pulseras―. Colócalas en tus muñecas.
Un pequeño sonido de cierre.
*Click*
Una luz se ilumino y esta comenzo a crecer alrededor del brazo de Izuku. En un segundo sintió una gran presión sobre su piel y carne.
A diferencia de sus anteriores Shooter Sleeves, estos eran rojos y de un material mas duro, pero, de algun modo se sentían bastante flexibles.
―¿Esto es...?
―Nano tecnología.
Izuku algo sobresaltado miro dos veces aquellos Shooter que llevaba en sus brazos.
―América es bastante reservada para comercial su tecnología pero de algun modo el director Nezu logro conseguir esto. Y debo de admitir que no fue fácil adaptarlo a tu traje. Tuve que hacer muchos cambios. Por ejemplo, ¿Ves esas dos medio esferas blancas? Se acoplan al final de las mangas de tu traje y cierran el circuito de los Shooter. Los guantes ahora son retractiles hasta el brazalete permitiendo que puedas usar Decay... Pero no creo que los uses bastante.
Aunque Mei no era muy consciente de todo lo que pasaba alrededor, ella recibió ciertas instrucciones de su profesor.
«Izuku Midoriya no debe de abusar de sus brazos»
La tecnología que "El director Nezu consiguió" en realidad la había conseguido All Might. Esto era algo que Mei no sabía. Al igual, Izuku no sabia que era ese tipo de tecnología, solo sabía que lo ayudaría.
―Me centre totalmente en tus brazos para algo mas defensivo, resistente. Mientras que en tus piernas mejore la carga y el peso que tienes que mover al momento de usarlas. Intente guiarme con el método de Arquímedes para mediar un buen balance al momento de que saltes o gires. Procure que los botines tuvieran suelas mas pesadas y la punta más fina. De esta manera podrás dar golpes contundentes y golpes tan finos que podrías cortar algo.
Dentro del maletín, donde algunos compartimentos tenían las extensiones del traje se podían observar los metales oscuros. Era la parte de debajo de su traje. Rodilleras, pantorrilleras, todo lo que conectaba hasta la parte que cubre los zapatos.
Pero sobre todo, lo mas impresionante era lo que estaba debajo de aquel traje que se levantó enseguida.
[Una máscara.]
Los corazones de las personas temen a lo que no comprenden, a lo que alguna vez los daño o que saben que pueden dañarlos.
"Pueden temerme cuanto quieran, pero ahora tienen que irse de aquí..."
Aun cuando cierto grupo de personas había logrado ver de distinta forma a Izuku, había muchas más personas que jamás podrían verlo de tal forma.
[Ellos temen.]
Izuku soltó el traje y tomo el bozal metálico removiéndolo del compartimento y colocándolo a un costado para tomar la máscara.
Un manto.
Un par de orejas y dos orificios oscuros.
"Una mascara no es solo para ocultar el rostro, es para ocultar el corazón de quien la porta."
[También...]
En su caso, para ocultar el miedo que provee.
―Use todos los recursos que tengo ―dijo Mei―. Es el mejor traje que puedo construir. Es lo mejore que puedo darte.
Ojeras debajo de sus ojos. Mirada tan cansada como sus débiles extremidades que tiemblan sosteniéndose a ella misma sobre el suelo.
Su voz tan suave y agotada.
[Aun no...]
Mientras Izuku pensaba con intranquilidad si había sido lo bastante agradecido con ella, solo él se podía entender en eso.
Aun así, no dijo nada. No debía decir nada.
Viéndola de esa forma, Izuku inclino su cabeza.
«¿Estaba haciendo lo correcto aceptando esto como si nada?»
Hace unos momentos el estaba emocionado, feliz y entusiasmado pero ahora no podía evitarse sentir algo culpable.
Nadie había querido hacer su traje.
Hatsume Mei, una chica de quince años de edad fue quien acepto esa responsabilidad y a día de hoy, cinco meses desde que la conoce, no sabe si en realidad ha sido lo suficientemente agradecido con ella.
Son estos momentos los que provocan que Izuku se sienta de pie en ese mundo en blanco, delante de un gran muro oscuro donde detrás de este se halla alguien sentado, mirando el suelo.
Su propio yo.
Mei aun mostraba una expresión increíblemente seria al mirar los brazos de Izuku.
Izuku se dio cuenta de esto.
Quizás el sabia a que se debía.
Tal vez, ahora podía preguntar y hablar.
―¿Crees que es tu culpa?
Refiriéndose a sus heridas.
―¿Eh?
Su voz era rígida. Claramente sin entonación.
"Piensa en las personas que están contigo antes de actuar."
«¿Era a esto a lo que se refería Nezu?» tal vez izuku había sido demasiado egoísta.
Mei bufo.
―¿...?
Mei, mientras desarrollaba una enigmática batalla con su propia voz que emergía dentro de su corazón, dejo escapar un largo, largo suspiro.
―...Realmente has crecido, ¿Eh, Izuku-Kun?
Y entonces, llena de confianza y con una sensación mas profunda que nadie, dijo.
―Desde ese entonces que nos encontramos, realmente has ido completamente lejos de donde creí.
Al mismo tiempo, le mostro una sonrisa burlona al chico.
[No, no me siento culpable.]
Izuku no lo entendía.
[Me siento atosigada.]
Ella era responsable de crear un traje para un héroe. El deber de aquellos que hacen esto tiene en cuenta el proteger aspectos de este personaje.
Por un lado, naturalmente era cansado, pero, de esta forma es como los inventores ayudan a las personas. Creando he innovando para que los héroes puedan seguir salvando.
Y Mei sentía toda la carga del mundo al ver a Izuku así de lastimado. Se sentía tan agobiada al percatarse que quizás sus trajes no eran lo suficientemente fuerte como para protegerlo.
[He trabajado día y noche intentando hacer un traje que sea lo suficientemente bueno. He cambiado mucho mi estilo, he ido por otros campos y aprendido cosas nuevas y aun así pensé haber llegado a un punto muerto. Y es cuando a veces me siendo derrotada, agotada y enojada. Por eso, cuando miro tus manos no puedo evitar sentir ese enojo conmigo misma.]
Izuku negó con su cabeza, trato de explicar que no era culpa de Mei. Que solamente era su propia culpa. Él tomaba malas decisiones y eso provocaba que saliera tan lastimado. Sus trajes siempre lo salvaron y que no debe sentirse mal por verlo así.
Su estado es culpa suya y de nadie más.
Pero aun así, con su imaginación arbitraria, Mei opto por seguir disgustada.
Ella lo miro directamente, lo llamo por su nombre.
En su interior ella grito fuertemente y sintió su corazón profundamente.
[Por primera vez siento que hice todo lo que estaba en mis manos y aquello que alcanzaba a ver a la lejanía.]
Sus palabras se transmitieron inmediatamente.
[Mi trabajo es crear, mi trabajo es inventar.]
Cunado Izuku retomo su postura, ambos intercambiaron miradas por un tiempo.
Ella le sonrió como si la fuerza la abandonara.
Estaba cansada.
[Déjame seguir creando para ti.]
Un aire fresco hizo sentir su pecho flotar.
Izuku sonrió ampliamente y le respondió instantáneamente.
[¡Si!]
Que felicidad.
Ni si quiera el sabia por estaba tan feliz, pero, a pesar de que había recibido una montaña de palabras de apoyo después de su pelea hasta ahora, el que Mei le dijera eso, lo hizo insoportablemente feliz.
La conexión entre el cielo y la tierra era la lluvia.
Las nubes dejaron de llorar y la conexión entre la tierra y el cielo se cortó.
En ese periodo de tiempo, Mei he Izuku no dejaron de verse.
Su conexión no se cortó, en cambio, se hizo más fuerte.
Y como si un instante fuera suficiente, el mismo cielo parecía abrirse en un nuevo día.
En uno muy brillante donde debajo de un gran paraguas metálico, dos jóvenes sonreían felizmente.
...
[El tiempo cambia y las temporadas pasan. Fluyendo como un rio a través de un bosque las personas se conectan unas con otras. Las conexiones del pasado relucen y las nuevas destellan. Y dentro de la madriguera de ambos, el problema de convivencia aparece.]
Próximo Capitulo: Una vida cotidiana.
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