LABERINTO DE DÉDALO.



FRAGMENTO 4: MEMORIAS PERDIDAS

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—Según el mito tras la historia del laberinto de Dédalo, se habla de un total de doce zonas exteriores, diez zonas interiores y dos zonas centrales. De este modo, se podría decir que el laberinto está conformado por veinticuatro lugares distintos, los cuales conectan con el hogar del Minotauro, que se considera el número veinticinco.

La sala era pequeña y algo sombría, con las sombras danzando en las paredes a medida que las luces parpadeaban en las pantallas dispuestas alrededor de la habitación. Un leve zumbido de las computadoras y el murmuro ocasional del aire acondicionado eran los únicos sonidos que rompían el silencio, creando un ambiente de intensa concentración. Frente a ellos, en el centro de la mesa redonda, el mapa holográfico del laberinto flotaba en el aire, proyectando un resplandor azulado que iluminaba tenuemente el rostro de cada presente.

Snipe, Cementos, Power Loader, Aizawa, Midnight y Vlad estaban reunidos en torno a la mesa, sus miradas fijas en el complejo entramado del laberinto proyectado ante ellos. Cada uno parecía inmerso en sus pensamientos, procesando la información crítica que se desplegaba en la pantalla. Al centro de la mesa, casi delante de las pantallas, el roedor que dirigía la reunión, Nezu, observaba con interés.

—Durante dos meses, con la ayuda principal de Cementos-Sensei y Power-Sensei, se logró recrear a una escala casi exacta—

*¡Ahem!*

Un sonido seco y claro interrumpió al director, resonando en la habitación con un eco inesperado. Todos los presentes giraron hacia el fondo del cuarto, donde un grupo de alumnos, evidentemente cansados y desaliñados, se encontraba acurrucado en bancos, su incomodidad palpable. Las miradas inquisitivas de los profesores se posaron sobre ellos, provocando que los estudiantes se miraran entre sí con nerviosismo, intentando identificar al culpable de la interrupción.

Hasta que...

*¡AHEM!*

El sonido se repitió, esta vez con más énfasis. Todos los presentes voltearon hacia la esquina de la habitación, donde, casi escondida entre las sombras, se encontraba Hatsume Mei. La chica de cabello rosado estaba sentada, completamente inmersa en su cuaderno, haciendo anotaciones sin prestar la menor atención a los demás.

—Señorita Hatsume, ¿tiene algo que decir? —preguntó Nezu amablemente, pero con un tono que no admitía reproches.

Hatsume levantó la vista de su cuaderno, su expresión de concentración apenas cambiando. Mientras sostenía un lapicero en la mano, su mirada se posó sobre Nezu con una mezcla de sorpresa y desafío.

—¿Ayuda principal? —Hatsume preguntó, arqueando una ceja mientras dejaba el lapicero en la mesa con un gesto decidido. —¿No se les olvida alguien?

Power Loader, que estaba al borde de la vergüenza, intentó mantener la calma.

—¡Hatsume! Ya hemos hablado de esto. Si sigues con esa actitud, no vas a llegar a ningún lado —le reprochó el profesor con una mezcla de frustración y pesar.

—No se preocupe, Power-Sensei —dijo Nezu, agitando su pata derecha en un gesto de tranquilidad—. Es cierto, señorita Hatsume. Le pido una disculpa.

*Ehem*

Nezu se aclaró la garganta, un gesto algo inusual para un roedor, pero que en el contexto humano tenía su propio significado. Sus ojos, tan vivos y expresivos, se posaron en Hatsume, quien, a pesar de la situación, sonreía con orgullo.

—El laberinto de Dédalo fue construido con el apoyo central de nuestros dos profesores y de la joven Hatsume Mei, que trabajó día y noche, a pesar de que le dijimos que no podía quedarse hasta tarde... —Nezu dirigió una mirada significativa a Power Loader, quien estaba visiblemente sonrojado—. Y aun así lo hizo.

Hatsume Mei, aun sonriendo, se recostó en su silla con una expresión de satisfacción. La tensión en la sala se disipó lentamente.

Nezu ajustó su postura, dando un ligero movimiento de su pata derecha, como si reorganizara sus pensamientos. La atmósfera en la sala estaba cargada de anticipación, y los rostros de los presentes mostraban una mezcla de interés y cansancio.

El roedor, con su característico porte sereno, comenzó a explicar con claridad.

—Como mencioné anteriormente, hemos recreado el Laberinto de Dédalo a una escala casi exacta, pero para lograrlo, tuvimos que implementar un sistema innovador que nos permitiera replicar las complejidades del original. En lugar de construir el laberinto en un espacio físico tradicional, optamos por un enfoque subterráneo utilizando una red de túneles movibles.

Nezu activó un control remoto y el mapa holográfico del laberinto comenzó a desplegarse en una vista más detallada. Los túneles se iluminaron en diferentes colores, mostrando las secciones móviles y fijas del laberinto.

—El laberinto está compuesto por varias capas de túneles que se mueven y reconfiguran de manera automática. Para conseguir esto, hemos instalado una serie de paneles móviles y mecanismos hidráulicos que permiten que las paredes y pasadizos cambien de posición en intervalos predefinidos. Estos mecanismos están controlados por un sistema central que coordina los movimientos de las distintas secciones para mantener la complejidad del laberinto.

Cementos, que había estado escuchando atentamente, asintió y se dirigió al mapa holográfico.

—Cada túnel está equipado con sensores que monitorizan el progreso y la ubicación de los participantes. Estos sensores también detectan cualquier intento de manipulación o intrusión. Además, los pasadizos están diseñados para simular las trampas y obstáculos del laberinto original, aumentando así el nivel de dificultad.

Hatsume, que había estado escribiendo notas en su cuaderno, levantó la vista y añadió con entusiasmo:

—El sistema de túneles movibles se basa en una combinación de tecnologías avanzadas y ideas de soporte. Los túneles están recubiertos con un material especial que permite cambios rápidos sin perder estabilidad estructural. Esta integración de tecnología no solo garantiza la durabilidad del laberinto, sino que también permite una adaptación en tiempo real a las acciones de los participantes.

Power Loader, aún algo incómodo, intervino con un tono más técnico.

—La recreación del laberinto también incluyó la instalación de trampas de seguridad, tanto físicas como digitales. Los pasadizos están diseñados para desorientar a los intrusos y obligarlos a resolver acertijos o superar pruebas específicas antes de avanzar. Los sistemas de control aseguran que estas trampas sean seguras y que se activen solo en los momentos apropiados.

Aizawa, que había estado observando con una expresión impasible, asintió lentamente.

—Todo esto es parte de nuestro esfuerzo para proporcionar una experiencia que sea lo más cercana posible al mito original, pero adaptada a nuestras necesidades y capacidades actuales. La precisión en la recreación es crucial, tanto para el desafío como para la seguridad.

Nezu concluyó, su voz llena de satisfacción y determinación.

—En resumen, hemos logrado construir una réplica funcional del Laberinto de Dédalo utilizando una combinación de técnicas avanzadas y elementos tradicionales. Esto no solo pone a prueba las habilidades de los participantes, sino que también permite una experiencia educativa y desafiante. La implementación de estas tecnologías y sistemas innovadores demuestra nuestro compromiso con la excelencia en la recreación de uno de los mitos más fascinantes de la historia.

La luz de las pantallas arrojaba reflejos en los rostros de los presentes, y el laberinto holográfico seguía mostrando sus complejidades con cada actualización. La explicación de Nezu había dado un nuevo sentido de claridad y propósito al grupo, y el murmullo de acuerdo y apreciación se sentía en el aire.

Nezu hizo una pausa, dejando que la información se asentara antes de continuar.

—Ahora que hemos repasado los aspectos técnicos, me gustaría discutir los siguientes pasos y la preparación final para la primera prueba en el laberinto.

Nezu terminó su explicación con un gesto que denotaba seriedad y expectación. El ambiente en la sala era de anticipación, con todos los presentes listos para escuchar los próximos pasos del proyecto. Sin embargo, antes de que alguien pudiera responder, Hatsume Mei se levantó de su silla con un movimiento decidido.

Su cabello rosado brillaba bajo la luz de las pantallas, y su sonrisa, cargada de orgullo, tenía un matiz de arrogancia que no pasó desapercibido para los presentes. Caminó con seguridad hacia el centro de la sala, acercándose a la mesa redonda donde Nezu seguía de pie, observando con calma.

—Ahora que hemos repasado los aspectos técnicos del laberinto—dijo Hatsume con un tono que mezclaba emoción y confianza—, me gustaría presentarle mi contribución más destacada a esta recreación.

Sin esperar una respuesta, Hatsume se inclinó hacia Nezu y, con una rapidez inesperada, tomó el control de las patas del roedor.

Los demás observaron con sorpresa mientras Hatsume manipularía el control remoto, sus dedos moviéndose con una precisión y familiaridad que mostraban su dominio sobre la tecnología.

—He estado trabajando en una de las adiciones más importantes y desafiantes al laberinto—continuó, su voz cargada de entusiasmo mientras el holograma del laberinto se ajustaba para mostrar una nueva sección.

En la pantalla, el mapa holográfico comenzó a cambiar, revelando una zona del laberinto que hasta ahora había permanecido oculta. Los detalles de esta nueva sección eran impresionantes: un laberinto interno con paredes adornadas con antiguos símbolos y patrones complejos, y en el centro, un área especialmente destacada.

—Permítanme presentarles el corazón de mi creación: el Minotauro. Este no es solo un diseño estético—dijo Hatsume mientras el holograma mostraba la figura imponente del Minotauro, con detalles meticulosamente elaborados que resaltaban su apariencia aterradora y majestuosa. —He desarrollado una réplica funcional del Minotauro que actúa como el desafío principal dentro del laberinto. No solo es una pieza clave en el diseño, sino que también es una prueba de nuestras habilidades de ingeniería y tecnología.

El Minotauro en el holograma estaba en movimiento, su figura gigantesca y poderosa animada con una precisión que hacía que pareciera casi real. Cada detalle, desde la textura de su piel hasta el brillo de sus ojos, estaba cuidadosamente diseñado para capturar la esencia del mito original.

—Este Minotauro está equipado con una serie de sensores y mecanismos que le permiten interactuar de manera dinámica con los participantes—explicó Hatsume con un tono que denotaba un orgullo palpable—. Sus movimientos están programados para adaptarse a las estrategias y tácticas de quienes se enfrenten a él. Además, he incluido una serie de funciones adicionales que permiten que el Minotauro responda a ciertos estímulos y cambios en su entorno, lo que lo convierte en un adversario formidable y versátil.

Midnight, que había estado observando con una mezcla de sorpresa y admiración, intervino.

—¿Entonces el Minotauro no es solo una figura decorativa, sino que realmente representa un desafío en el laberinto?

Hatsume asintió con una sonrisa satisfecha.

—Exactamente. Mi objetivo fue crear un desafío que no solo sea visualmente impresionante, sino que también ponga a prueba la habilidad y el ingenio de los participantes. Quería que el Minotauro fuera una prueba real y significativa, algo que realmente capture la esencia del mito mientras se adapta a nuestras capacidades actuales.

Power Loader, aún algo abrumado por el impacto de la presentación, se acercó al holograma para examinarlo más de cerca.

Mientras Hatsume Mei se apartaba del holograma del Minotauro, su mente se llenó de un torrente de pensamientos y emociones. En su interior, un monólogo de orgullo y arrogancia comenzaba a tomar forma.

[¡Por fin! Lo he logrado. La perfección en su máxima expresión. Este laberinto, con todos sus intricados túneles y el formidable Minotauro, es mi obra maestra. Cada detalle, cada mecanismo, cada trampa, ha sido diseñado con la precisión de un relojero. La gente a mi alrededor puede que no lo vea, pero yo sé que este laberinto será recordado como uno de los mayores logros de la historia.]

Exhalo humo por su nariz.

[Y, por supuesto, no puedo olvidar el Minotauro. ¡Ese impresionante desafío! No solo es una réplica impresionante del mito, sino que también está equipado con la tecnología más avanzada. Los participantes se enfrentarán a una prueba como ninguna otra, y todo será gracias a mi ingenio y habilidad. Ellos podrán ver el laberinto, pero lo que realmente importa es cómo se sienten al enfrentarse a él. Y, francamente, solo yo podría haber creado algo tan espectacular.]

Hatsume dejó escapar una sonrisa satisfecha, casi despectiva, mientras sus pensamientos seguían su curso.

[¿Quién necesita humildad cuando tienes talento y creatividad como la mía? Los elogios son sólo una confirmación de lo que ya sé: soy una de las mejores. Todos verán y entenderán que mi trabajo no es sólo impresionante, es insuperable. Lo que he creado no es simplemente un desafío, es una obra de arte.]

Se le inflo el pecho con orgullo de si misma.

De repente, un ruido en el fondo de la habitación la sacó de su ensueño. Hatsume se giró para ver qué estaba ocurriendo y notó a un grupo de alumnos de la Clase B acurrucados en los bancos, con miradas de cansancio y derrota.

Al observar más de cerca, reconoció a algunos de ellos, y su expresión de orgullo se transformó en sorpresa.

Monoma, el conocido líder de la Clase B, se levantó lentamente, con una expresión de mezcla entre exasperación y confusión. Levantó la mano, como si estuviera en clase, y su voz resonó con una mezcla de frustración.

—¡Eh! ¡¿Por qué nos están contando todo esto ahora?! —Monoma exclamó, sacudiendo la cabeza. —¡Nosotros ya pasamos por el laberinto! ¡Y para colmo, estamos aquí sentados, derrotados, escuchando sobre lo increíble que es el Minotauro! ¡¿Cómo si no lo supiéramos?!

El grupo de la Clase B murmuró en acuerdo, con algunos asintiendo y otros frunciendo el ceño. La tensión en el ambiente cambió de la admiración a una sensación incómoda, y la mirada de los profesores se volvió hacia ellos con sorpresa.

Hatsume Mei, atrapada entre su orgullo y la realidad de la situación, intentó mantener su compostura. Su sonrisa se desvaneció un poco, y su mirada pasó de la satisfacción a una mezcla de sorpresa y confusión.

—Es cierto.

Monoma jadeo exasperado.

—¡Tetsutetsu aun sigo en shock por haber caído en esa trampa de muros asfixiantes! ¡Sen perdió la mitad del cabello de su nuca! ¡Manga sigue con esa onomatopeya...! —Monoma se le quedo viendo a manga a su costado el cual seguía diciendo "¡BUAAAAAH!" —¡¿Ves?!

Mei se les quedo viendo por un segundo. Sostuvo su mentón y después sonrió con un "A" de comprensión.

—¡¿CÓMO QUE A?! —exclamo frustrado Monoma.

—Monoma-Kun cálmate. Se que fue difícil al ser los primeros pero no deberías ponerte así en frente de todos y menos del director —explico Vlad.

—¡¿Qué me ponga así?! ¡Vlad-Sensei! ¿Pero si quiera esta viendo el estado de sus alumnos?! —Monoma apunto a un chico a su lado. Era un joven de cabello oscuro y piel blanca.

—¿Quién es ese? —pregunto Vlad confundido.

—¡ES SHIHAI! ¡¡SHIHAI!! —repitió.

Vlad abrió los ojos al reconocer al chico.

—¡¿Qué le paso?!

—¡No se!

Shihai quien naturalmente era de piel sumamente oscura y cabello blanco, ahora se habían intercambiado de lugar.

—¡Tsunotori-Chan! perdió uno de sus cuernos y todavía no se le regenera! Jurota-Kun no puede hablar desde que salió de ahí y mire... ¡Mire! —Monoma apunto a Kosei—. ¡SE LE QUEDO LA CARA DE IDIOTA!

—¡EY! —exclamo Kosei.

—Monoma-Kun deberías calmarte. Se que las cosas fueron difíciles allá dentro y por lo mismo me gustaría que no lo fueran aquí afuera —hablo Kendo tratando de calmar al chico.

—¡Pero! —reclamo Monoma—. ¡Mira a todos! Shoda-Kun no puede ni si quiera tomar agua por que se le sale por la nariz. Rin perdió sus cejas y... ¡Yanagi-San no deja de hablar con fantasmas!

—Bueno, lo de Reiko-Chan es normal... —murmuro Kendo mirando hacia un costado—. Por favor Monoma-Kun, dejémoslo así por ahora.

—¡Es que... es que...! —Jadeo antes de que perdiera las fuerzas y se le salieran lagrimas—. ¡Fuimos conejillos de indias!

Se arrojo a los brazos de Kendo quien a pesar de que posiblemente era la mas afectada, pudo consolar a Monoma. "Es el infierno..." pensó Kendo con ojos que parecían de personas con post trauma.

Los miembros de la Clase B, acurrucados en los brazos de Kendo, miraban con recelo a sus profesores, sus expresiones mezcladas con un toque de resignación y malestar. "Sí, fuimos conejillos de indias," pensaron casi en unísono, con un sentimiento de culpa.

A excepción de Nezu, quien mantenía una sonrisa que ocultaba su propio divertimento, intentando restablecer el orden en la sala, la atmósfera era tensa.

—Es por eso mismo que les queremos dar las gracias. Fue gracias a ustedes que se pudieron arreglar bastantes errores y mejorar el laberinto —dijo Nezu con una sonrisa que podía ser interpretada como siniestra.

"¡FUIMOS CONEJILLOS DE INDIAS!" pensaron todos al unísono, un pensamiento colectivo que resonaba con la frustración acumulada. Los profesores presentes comenzaron a cuestionarse entre sí si Nezu realmente era un buen director, y si sus métodos no estaban cruzando una línea.

—Como premio de consolación, podrán ver con nosotros los frutos de su sacrificio —anunció Nezu con un tono que mezclaba emoción y algo de ironía.

"¡NI SIQUIERA LE IMPORTA LO QUE SUFRIMOS!" Algunos profesores comenzaron a murmurar entre ellos, cuestionando la decisión de Nezu y si era una medida adecuada para consolar a los estudiantes.

—Señorita Hatsume, ¿podría presionar el botón rojo? —preguntó Nezu, señalando un control de mando en la mesa.

—Hmm... —Hatsume se quedó mirando el control de mando con una mezcla de curiosidad y nerviosismo—. ¿El que dice "prueba letal"?

El roedor Nezu, a pesar de no necesitar aclarar la garganta, se mostró visiblemente inquieto y casi se atragantó con su propia saliva al escuchar el nombre del botón.

—¡N-N-No...! —tosió, intentando recuperar la compostura—. E-Ese... n-no...

—¡director Nezu! —exclamaron varios profesores, levantándose para intervenir en el caos que parecía estar desatándose.

Nezu levantó una pata en un gesto de "Estoy bien" mientras aclaraba su garganta con un *ehem* que parecía intentar tranquilizar a todos. Miró a los alumnos que estaban al fondo del cuarto, aterrorizados y decepcionados. La atmósfera se volvió aún más tensa mientras los estudiantes esperaban la decisión final.

—¡Dame eso! —gritó Power Loader, en un arrebato de urgencia. Se acercó a Hatsume Mei, le quitó el control de mando y presionó otro botón con decisión.

En las pantallas, el canal cambió abruptamente y lo que antes era un mapa holográfico se transformó en transmisiones en vivo. Los monitores mostraban a un grupo de alumnos divididos en parejas, en distintos lugares del laberinto.

Algunas parejas estaban en zonas oscuras y confusas, mientras otras se encontraban en habitaciones llenas de trampas y obstáculos, con los estudiantes mostrando expresiones de determinación, miedo y sorpresa. Los espectadores podían ver cómo cada grupo enfrentaba sus respectivos desafíos, desde lidiar con trampas ocultas hasta resolver complejos rompecabezas.

—Midoriya...

Monoma se aparto de Kendo por un momento mientras que todos los demás le siguieron el paso poco a poco.

Delante de la clase B, las pantallas comenzaron a mostrar recuadros de cada uno de los participantes, claramente en parejas una al lado del otro mientras que por debajo la transmisión en vivo que cambiaba constantemente entre parejas..

Era la clase A la segunda en ingresar al laberinto de Dédalo.

Mei quien estaba volviendo a su lugar movió su mirada por el rabillo de su ojo echando un vistazo a Izuku.

—¡EY! —exclamo molesta.

Nuevamente todos volvieron sus miradas hacia ella. En un segundo exclamo.

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[¡¿Dónde está su traje?!]

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Una pregunta que no solo ella tenía. Una pregunta que quizás resolvía muchas dudas pero habría otras más.

Una pregunta de una chica que parecía estar molesta por otra cosa.





Izuku estaba de pie en el laberinto, mirando hacia un lado donde Momo Yaoyorozu lo observaba fijamente. La mirada de Momo era penetrante, casi intimidante, y la sensación era incómoda para Izuku.

A pesar de que ambos eran compañeros de clase, la distancia entre ellos se había acentuado en las últimas semanas. Desde el regreso de Izuku después del incidente en Tokio, Momo había mantenido una actitud distante, como si hubiera algo que no estaba dispuesto a olvidar o perdonar.

Izuku, confundido, se preguntaba sobre el motivo detrás de la actitud de Momo. Recordó, con un leve sentimiento de culpa, que había olvidado una promesa que le había hecho hace dos meses.

Era una promesa que se había desvanecido en su mente durante el caos de los eventos recientes, y ahora le parecía difusa y esquiva. "¿De qué trataba la promesa?" se preguntó con un aire de frustración. Sabía que debía haber sido importante, pero el estrés de los acontecimientos recientes había borrado el recuerdo preciso.

Fue entonces que...

*¡ZONK!*

El sensor de peligro hizo que Izuku abriera los ojos de golpe. Momo, con una rapidez y precisión sorprendentes, había desplegado un bastón desde el velo de tela roja que llevaba, y este iba directo hacia la cara de Izuku. Instintivamente, él inclinó su cabeza hacia la izquierda y, con reflejos rápidos, extendió su brazo izquierdo para tomar la punta del bastón.

En ese instante, Izuku sintió la fuerza de Momo fluyendo a través del bastón, una fuerza que indicaba que estaba lista para realizar un movimiento poderoso. Sus ojos se encendieron con un resplandor esmeralda, una manifestación de la energía del "One For All" que empezaba a fluir a través de él.

Con un movimiento ágil, Izuku desvió el bastón de Momo hacia un lado y la miró con una mezcla de sorpresa y determinación. El bastón se movió con la fuerza de la habilidad de Momo, y él pudo sentir el desafío que ella estaba presentando.

—Yaoyorozu-San, ¿qué estás haciendo? —el OFA no termino de imbuir el cuerpo de Izuku cuando sus ojos se tornaron nuevamente apagados.

Momo soltó el bastón con un movimiento decidido y, con un rápido gesto, creó otro más robusto con su quirk. El nuevo bastón se materializó en sus manos, y ella lo alzó con una expresión de concentración y determinación.

Izuku, con el OFA aún en proceso de imbuir completamente su cuerpo, miró a Momo con una mezcla de sorpresa y preocupación. A medida que Momo se preparaba para atacar, él dio un paso atrás, levantando la mano en un gesto de calma.

—Yaoyorozu-san, ¿por qué quieres pelear? —preguntó Izuku, su voz cargada de confusión. —No tenemos que hacer esto.

Momo no respondió. Su mirada permaneció fija en él, y sin apartar la vista, lanzó un golpe poderoso con el bastón. Izuku, se movió con rapidez, esquivando el ataque con un ágil salto hacia un costado. El bastón de Momo se hundió en el suelo con un fuerte impacto, levantando una nube de polvo.

Momo no vaciló. Con un rápido giro, levantó su bastón nuevamente y lanzó una serie de ataques rápidos y precisos. Izuku se deslizó y rodó, esquivando los golpes con movimientos calculados y utilizando su percepción para anticipar cada nuevo ataque.

—¡Yaoyorozu-San! —volvió a llamar, su tono implorante. —¿No podemos resolver esto de otra manera?

Momo continuó con su ofensiva, sin detenerse ni un momento. Cada ataque estaba meticulosamente dirigido, como si estuviera siguiendo un plan. Los bastones de Momo se movían con una coordinación impecable, y ella los manejaba con una precisión que no dejaba margen para errores.

Izuku se movía rápidamente, esquivando cada golpe. Se daba cuenta de que Momo estaba completamente centrada en su objetivo y no mostraba signos de detenerse. Cada vez que creía tener un momento para hablar, el bastón de Momo se dirigía hacia él con una fuerza incesante.

—¡Por favor! —insistió Izuku, saltando para esquivar otro golpe. —¿Por qué estás haciendo esto? ¡Podemos encontrar otra solución!

Momo, aún con el ceño fruncido, se mantuvo firme en su propósito.

Izuku, aunque estaba claramente renuente a pelear, supo que debía mantenerse alerta para evitar los ataques de Momo, cuya determinación parecía inquebrantable.

A pesar de que un bastón no era un arma letal, cada golpe que Momo fallaba y se estrellaba contra el suelo dejaba una marca profunda, lo que llevó a Izuku a concluir que no sería muy prudente recibir uno de esos ataques directamente.

*¡ZONK!*

"Derecha..." pensó Izuku, moviendo solamente sus pupilas a través de su esclerótica. Su brazo izquierdo se encendió en relámpagos verdosos, y detuvo el bastón de Momo en seco. La fuerza del impacto fue suficiente para inmovilizar temporalmente a Momo.

*¡ZONK!*

El sensor de peligro se activó de nuevo. "¿Ahora qué hará?" se preguntó Izuku mientras observaba el suelo. Algo cayó con un sonido seco.

*THUD*

Esta vez, el sensor de peligro no sonó, pero Izuku sintió que algo estaba mal. La atmósfera parecía cargada, y una inquietante sensación de urgencia se apoderó de él.

—Yaoyorozu-san, no creo que sea buena idea que—

—¡Cállate! —interrumpió Momo, su voz cargada de frustración y determinación. Mientras hablaba, soltó el bastón, que cayó al suelo con un *clink* metálico. Luego, con una rapidez sorprendente, creó una serie de nuevos bastones que aparecieron de golpe emergiendo del velo rojo que recubre el cuerpo de Momo.

"Usa el manto para ocultar sus creaciones..." una idea acertada "Pero..." Izuku abrió bien los ojos.

[Aún hay algo más...]

¿De donde provino ese sonido seco?

Izuku, aún sin poder procesar completamente la situación, se preparó para el siguiente movimiento. Momo, con su mirada fija en él, estaba claramente decidida a continuar la pelea, sin mostrar signos de querer ceder.

Izuku se movió con agilidad, utilizando su sensor de peligro para anticipar cada ataque que Momo lanzaba desde diferentes direcciones. Cada nuevo bastón creado por ella se dirigía hacia él con precisión, obligándolo a mantenerse en constante movimiento.

—¡No puedo simplemente dejar que esto termine así! —gritó Momo, mientras los bastones se desplazaban en una coreografía implacable de golpes y barreras.

Izuku, aunque seguía esquivando con destreza, no podía evitar sentirse preocupado por el empeño de Momo. Se dio cuenta de que su compañera estaba completamente absorta en su objetivo, y no podía evitar preguntarse si había alguna otra manera de resolver la situación sin recurrir a la violencia.

Cada movimiento de Momo era meticuloso, y su habilidad para generar bastones no parecía tener límite. Izuku sabía que necesitaría toda su agilidad y astucia para mantenerse al tanto y buscar una forma de cambiar el curso de la batalla, mientras intentaba entender el motivo detrás de la insistencia de Momo en continuar la pelea.

Izuku seguía preguntándose sobre el sonido seco que habia escuchado hace un momento. Mientras tanto esquivaba otro golpe de uno de los bastones de Momo, noto que el manto que recubría a momo se movía de manera inusual.

Algo caía al suelo con un *Clink*¨constante.

Su oído lo capto, eran dos, no, tres... "¡Diez!" el sensor de peligro volvió a reaccionar y el mano rojo que cubría a Momo finalmente desvelo lo que caía a sus pies mientras ella soltaba el bastón frente Izuku.

*¡ZONK!*

"¿Matrioskas?" no, no solo eran eso. "¡...!" el corazón de Izuku se acelero cuando momo salto hacia atrás y las matrioskas se abrieron revelando...

—¡¿Granadas?! —exclamo Izuku mirando al frente observando como Momo se arrodillaba cubriéndose detrás de su manto.

Ella creo tapones en sus oídos y cerro sus ojos dejando a Izuku a expensas de la explosión.

Eran granadas de conmoción.

Los ojos de Izuku se iluminaron a tal grado que dejaron de ser verdes para tornarse blancos cuando todo el pasaje que estaba inundado de oscuridad rápidamente se esclareció con un mar de luz blanca.

La luz blanca de las granadas de conmoción estalló en una explosión ensordecedora. Un resplandor cegador llenó el pasillo del laberinto, acompañado por una onda expansiva que hizo que las paredes temblaran. El sonido retumbante de la explosión reverberó a lo largo del pasillo, creando un eco ensordecedor que parecía durar una eternidad.

El pasillo en el que ambos estaban "peleando" se transformó en un caos absoluto. Las paredes de metal y concreto se vieron afectadas por la onda expansiva; algunas se agrietaron y fragmentaron, y el suelo se cubrió con escombros y polvo. Los restos de las matrioskas y los fragmentos de las granadas de conmoción se esparcieron por el suelo, junto con los fragmentos de las paredes dañadas.

La luz blanca y el estruendo comenzaron a desvanecerse, y el pasillo, que antes estaba iluminado por el resplandor de la explosión, volvió a sumergirse en la penumbra. El aire estaba denso con humo y polvo, y el ambiente era un desorden de escombros y restos de la pelea.

Momo, con el manto aun parcialmente cubriéndola, se encontraba en una posición encorvada, aun temblando ligeramente por el impacto de las granadas. Con cuidado, comenzó a removerse el manto, sacándose los tapones de los oídos y parpadeando para recuperar la vista.

—¿Lo logré? —pensó Momo, mientras el polvo se asentaba a su alrededor. Su mente estaba ocupada en la convicción de que la explosión había sido suficiente para incapacitar a Izuku.

Finalmente, con el manto casi completamente retirado, Momo se levantó, mirando alrededor con cautela. El pasillo estaba envuelto en una niebla de humo, y los escombros esparcidos por el suelo no ayudaban a aclarar la visión.

Pero, al buscar a Izuku con la mirada, se dio cuenta de algo alarmante: él ya no estaba allí. La sensación de triunfo que había sentido momentos antes se desvaneció rápidamente y fue reemplazada por una creciente inquietud.

—¿Dónde está? —se preguntó Momo en voz baja, mientras examinaba el área desordenada. El pasillo, ahora lleno de sombras y escombros, no ofrecía ninguna pista clara sobre el paradero de Izuku. Ella se movió con precaución, levantando parcialmente el manto para ver mejor a través del humo, buscando cualquier señal de su oponente.

La ansiedad comenzó a apoderarse de Momo. Había estado tan concentrada en su estrategia y en la explosión que no había considerado la posibilidad de que Izuku pudiera haber evadido el impacto de las granadas. Su mente corría a mil por hora, tratando de reconstruir lo que había sucedido y de anticipar los movimientos de Izuku.

—No puede haber desaparecido así... —pensó Momo, su corazón latiendo con fuerza. Su determinación se mantuvo firme, pero ahora estaba acompañada por una preocupación creciente. Sabía que debía estar alerta; Izuku era un oponente formidable, y no podía permitirse subestimar su capacidad para moverse y recuperarse.

El pasillo se encontraba sumido en la penumbra, la explosión había dejado un rastro de escombros y polvo. Momo, con el manto aún en sus manos, se movía cautelosamente a través del caos, intentando despejar el humo que se disipaba lentamente. La luz blanca que había inundado el lugar se estaba desvaneciendo, y la oscuridad volvía a tomar su lugar, aunque el polvo y el escombro todavía dificultaban la visibilidad.

Cada paso que daba resonaba en el eco de la devastación, y el ambiente era pesado con el olor a polvo y quemado. Mientras Momo avanzaba, sus movimientos eran lentos y calculados, buscando cualquier señal de Izuku entre los restos. Su corazón latía con fuerza en su pecho, y la adrenalina aún corría por sus venas, impulsando una mezcla de ansiedad y determinación.

De repente, un escalofrío recorrió su espalda, y Momo se detuvo en seco. Sin darse cuenta, se había acercado a una sección del pasillo que parecía más sombría. A medida que el humo se disipaba, el entorno comenzaba a aclararse, y la penumbra revelaba más detalles. Sin embargo, la inquietud en su pecho no desapareció; en lugar de eso, se intensificó.

Una luz verdosa comenzó a brillar detrás de ella, débil al principio pero cada vez más intensa.

Momo se giró lentamente, su cuerpo tensado por una sensación de peligro inminente.

Los ojos de un verde profundo y penetrante se destacaban en la oscuridad, brillando con una intensidad que hacía que parecieran casi sobrenaturales.

Para Momo, esos ojos se sentían como los de un cazador, observándola con una calma inquietante.

El contacto visual fue casi palpable, y la presión en su pecho se volvió casi insoportable. Su corazón latía desbocado, golpeando contra sus costillas con cada latido que parecía más rápido y más fuerte que el anterior.

El terror se apoderó de ella en un instante.

¿Habia sido una tonta al pensar que esto se habia acabado? Ella concluyo que si.

Sus manos temblaban, y la sensación de estar observada con una intención hostil la hizo sentir vulnerable y expuesta.

La luz verdosa proyectaba sombras siniestras en las paredes, y los ojos que la miraban eran como garras invisibles, listos para atacar.

Momo trató de mantenerse tranquila, pero el sudor comenzó a formarse en su frente y sus respiraciones se hicieron rápidas y entrecortadas. Sentía que su mente se nublaba por la ansiedad y el miedo, y la certeza de que Izuku estaba cerca, en la penumbra, se hizo cada vez más real.

Los ojos verdes que habían causado el terror en Momo se movieron con precisión. Una estela verde iluminando la penumbra, Momo pensó en ella como una aureola boreal. De repente, un resplandor verde esmeralda estallo en el fondo del pasillo iluminando el área con una intensidad cegadora.

El relámpago verde de Izuku se materializo con un destello brillante, deteniéndose justo frente a Momo que solo le bastón un parpadeo para encontrarse con Izuku delante de ella, completamente ileso.

Sus miradas se cruzaron por un momento.

"¡Alto!" la voz era fuerte y clara, y parecía llenar cada rincón de aquel pasillo en el laberinto. Al instante, una gran pantalla holográfica se materializo en el pasillo, mostrando la imagen del director Nezu, el roedor con aspecto de ratón, que estaba en una postura firme y severa. Su expresión era de preocupación y confusión.

En voz urgente hablo "¡¡¿QUÉ ESTAN HACIENDO PAR DE TONTOS?!!" Izuku apago en ese instante el OFA. Momo, aun temblando por el reciente encuentro, giro su mirada hacia la pantalla holográfica a su costado con una expresión de confusión. Los ojos del director Nezu estaban fijos en ella, y el contraste entre la calma de su imagen y la tensión de la batalla que acaba de ocurrir era...

—¡¿director Nezu?! —exclamo Izuku.

—¿D-director...? —balbuceo. Sus ojos aun ampliamente abiertos trataban de procesar la situación.

El director Nezu miro a ambos con una mezcla de incredulidad y desaprobación, y su tono a cambio a uno más serio.

"¿Por qué están peleando?" pregunto a lo cual Izuku parpadeo. Honestamente no estaba seguro de que debería contestar en verdad. ¿Momo le habia comenzando a pegar? ¿La chica busco pleitos? En realidad ¿Cuál era la buena respuesta.

"¡Son equipo tontos!" la voz de Nezu parecía exasperada.

—¡¿Ah?! —Momo salto. Recuperada miro hacia el holograma—. ¿¡Equipo?! P-Pero si usted dijo que los equipos eran mentiras.

Nezu negó con la cabeza.

"¡No, no, no! Lo entendió todo mal señorita Yaoyorozu" el roedor suspiro "Para ser una Yaoyorozu es bastante despistada en verdad" Momo se sonrojo. "A lo que me refería con lo del equipo es que sus parejas no eran sus parejas. Si se dieron cuenta los tubos los separaron y los volvieron a unir con otra persona. Persona que es su pareja con la cual tendrán que pasar el laberinto. ¡No luchar con ella!"

Izuku suspiro de alivio lo cual Momo escucho volteando completamente hirviendo de la vergüenza a lo cual Izuku alzo ambas manos en forma de rendición.

"A partir de ahora hagan las cosas correctamente. Dejen de perder el tiempo y sigan adelante con la actividad. Ustedes dos son los más atrasados" Nezu les apunto con uno de sus dedos "Adelante, ¡Anden, ahora!" el holograma se terminó.

Nuevamente volvieron a la oscuridad.

Momo quien estaba viendo Izuku rápidamente se sonrojo cuando el silencio golpeo su puerta. Inevitablemente Izuku solo trago saliva lo cual hizo más incómodo el silencio.

Aun ruborizada y tratando de calmarse, mientras que Izuku parecía mas preocupado por el malentendido que por el regaño en sí, decidió finalmente romper el hielo...

—Oye, Yaoyorozu-San, ¿Sabias que en el pasado algunas granadas fueron diseñadas para parecerse a frutas o verduras para engañar al enemigo? —Izuku bajo su mano izquierda y alzo el índice—. Por ejemplo, en la primera guerra mundial, se fabricaron granadas en forma de manzanas para tratar de pasar desapercibidas en el campo de batalla.

"Lo esta diciendo por..." Momo suspiro por lo bajo "Ay dios..." enseguida el rubor se le borro del rostro y la vergüenza se habia pasado al chico delante suya quien rio nervioso.

—Andando...

Momo agito su capa hacia atrás revelando su cuerpo a la intemperie dejando ver su traje de héroe oculto bajo la tela roja. Izuku por su parte sacudió el polvo en sus hombros, aliviado de que la disputa habia terminado aunque...

Aun habia una por saldar.

—Yaoyorozu-San...

Momo comenzó a centrar en su mano una luz de varios colores que por naturaleza estaba volviéndose en forma de una lampara de mano.

—No tenemos tiempo para las charlas —Momo miro un reloj en su costado—. Ya perdimos diez minutos en esta tontería.

—B-Bueno si... pero estamos caminando así que no creo que se problema que hablemos —rio nervioso—. Ya sabes... ¿Hablar?

Nuevamente se exaspero. Momo creía entender a donde Iba todo lo que Izuku trataba de hacer por lo cual perdió de vista el camino mientras agitaba la lampara en sus manos antes de encenderla. Ella se dio la vuelta y dirigió su palabra a Izuku.

—Midoriya-San por favor... —*Clink* el pie derecho de Momo habia pisado algo—. ¿...?

Miro habia sus pies y noto una loza hundida. Izuku la miro, confundido y al mismo tiempo ambos comenzaron a sentir una sensacion extraña bajo sus pies.

—¿Qué fue eso? —pregunto Izuku.

Momo, con una expresión de sorpresa, miro hacia abajo justo a tiempo para ver como el suelo comenzaba a abrirse bajo ellos. Un sonido de mecanismo activado se escuchó, y en un parpadeo ambos cayeron al vacío con gritos de sorpresa.

—¡Haaaaah!

—¡Yahhhhh!

Poco a poco sus gritos en eco comenzaron a desaparecer mientras la plataforma volvía a cerrarse.

Ambos habían caído en una trampa.

[...]






INTRODUCIR: DEMON'S BANE - EVAN CALL 





En un cuarto lleno de mecanismos extraños y trampas ingeniosas, Sero y Denki se encontraban cara a cara con Tokoyami y Asui. El lugar estaba repleto de puzles complicados y trampas que se activaban con el menor movimiento incorrecto.

Tokoyami, con la sombra de su alter ego envolviendo su figura, se movía con precisión, sus ojos fijos en Denki que intentaba ajustar un complicado mecanismo de engranajes en la pared. Denki, con un destello de electricidad chisporroteando a su alrededor, intentaba resolver el puzle mientras evitaba que la corriente eléctrica de la trampa lo alcanzara.

—¡Cuidado con el mecanismo a tu izquierda! *Kero*—gritó Asui, mientras saltaba ágilmente para esquivar un pistón que se activó inesperadamente.

Sero estaba ocupado intentando bloquear las trampas con su cinta adhesiva, pero las trampas parecían estar diseñadas para contrarrestar sus intentos. Su cinta se enredaba en los mecanismos, creando una red enredada de adhesivo y cables.

—¡Vamos, Sero! ¡Tienes que ser más rápido! —exclamó Denki, su voz llena de urgencia mientras la presión aumentaba con el tiempo.

Tokoyami mantuvo su calma imperturbable, moviendo la sombra de Dark Shadow para desactivar una trampa cercana, mientras observaba los movimientos de sus oponentes. La tensión en el cuarto crecía, y el sonido de los mecanismos y trampas resonaba en el ambiente cerrado, creando una atmósfera de constante peligro.

—¡Ya casi...! —Sero estaba mas cerca de terminar el puzle mientras los engranajes en la puerta estaban girando—. ¡YA CASI LO TENGO...!

—¡Vamos, Sero! Este engranaje esta casi en su sitio —dijo Denki, su voz llena de entusiasmo y desesperación a la vez.

—¡Lo estoy intentando! Pero estos engranajes no se alinean fácilmente —respondió Sero, su frente perlada de sudor mientras se esforzaba por mantener la pieza en su lugar.

En el otro lado de la sala, Tokoyami y Asui trabajan en la misma situación, intensa como ellos saben. Tokoyami manipulaba la sombra de Dark Shadow para alcanzar engranajes difíciles de llegar, mientras Asui con agilidad y su destreza, giraba en el techo y ajustaba piezas con precisión casi quirúrgica.

—¡Cuidado con el engranaje superior! Esta a punto de activar la trampa *Kero* —advirtió Asui, con sus ojos atentos a los mecanismos que giraban peligrosamente cerca de Tokoyami.

—¡Lo tengo! —respondió Tokoyami, su sombra envolviendo el engranaje para mantenerlo en su lugar mientras giraba el ajuste con habilidad.

El cuarto estaba lleno de sonidos metálicos y el constante zumbido de los circuitos. Ambos equipos estaban en una carrera contra el tiempo.

Sero y Denki se miraron el uno al otro. El último engranaje estaba casi listo. De repente, Sero lanzo una mirada hacia el otro equipo y grito:

—¡Detrás de ti!

Tokoyami se distrajo y fallo en colocar el engranaje.

—¡JA! —Sero triunfante giro el ultimo que ellos tenían y finalmente el sonido metálico estridente inundo el cuarto. Las luces colgantes en el techo se iluminaron en un neón azulado y la gran puerta metálica se abrió—. ¡Hazlo, Denki!

Tokoyami observo la puerta.

—¡Tsuyu-San!

—¡Lo se! —salto hacia Tokoyami y Dark Shadow la tomo. Ella lanzo su lengua hacia la cintura de Tokoyami y Dark Shadow la lanzo hacia la apertura en la puerta.

Ambos equipos que estaban separados por el sin fin de trampas en medio de la habitación finalmente se encontraron en un cara a cara el comienzo de la siguiente sala del laberinto de dédalo.

Denki salto y se deslizo con sus dedos marcando un camino eléctrico a su pasar mientras Sero se mantuvo encima de él colgado de su cinta.

Asui soltó a Tokoyami y ella se aferro a un especie de ancla en el techo mientras que Tokoyami estaba cara a cara con Denki.

—Buen trabajo, Kaminari-Kun. No esperaba menos de ti —le dijo Tokoyami mientras Dark Shadow se volvía a reformar detrás de él.

—Igualmente, Tokoyami-Kun —le respondió Denki—. Has hecho un gran trabajo. Pero, parece que las reglas no nos permiten estar de cara a cara sin que uno de los dos alcance el suelo.

Asui y Sero se miraron desafiantes uno con el otro, sin embargo, algo notaron mucho antes que sus respectivos compañeros.

—¿Entonces que dices Tokoyami-Kun? —Denki con la electricidad chisporroteando a su alrededor se inclino hacia delante—. ¿Dark Shadow esta libre para el baile?

Tokoyami asintió agresivamente.

"Oigan..." en unisonó la voz de Asui y Sero se unió a la conversación mientras ambos caían a las espaldas de sus parejas.

—Nos quedan unos minutos antes de que la sirena suena así que creo que es mas que suficiente. Hagamos esto rápido Kaminari-Kun —le dijo Tokoyami mientras Dark Shadow celebraba con la frase "¡Vamos allá!" exaltado igual que su portador, ambos estaban listos para pelear.

Sin embargo...

Tarde, pero lo hicieron, al igual que Sero y Asui lo notaron. Una presencia más en la habitación. Poco a poco Denki como Tokoyami giraron a la par que las miradas de los cuatro se unificaron en un solo lugar. En el fondo de la habitación se encontraba Mineta, estaba sentado, en un especie de trono mirando con regocijo a quienes delante de él se le plantaban.

"¿...?" de los cuatro presentes que miraron con curiosidad, poco a poco en unisonó produjeron un jadeo junto a una gota de sudor surcando sus rostros al ver una sombra delante de Mineta quien sonreía con arrogancia.

Delante del chico, flotando en el aire habia algo. Algo que hizo que las dos parejas que estaban a punto de enfrentarse dejaran de estar cara a cara y ahora ambos equipos dedicaran total atención a su frente.

—Dijo que no se permitían equipos entre parejas, ¿Cierto? —pregunto Sero.

—Si —respondió Tokoyami con una expresión que poco a poco rosaba con el estrés extremo.

Denki sonreía nerviosamente mientras se inclinaba hacia delante.

—No estamos haciendo equipo, solo pelearemos primero contra él, ¿No? ¿Es válido, ¿No? —repitió nervioso.

Asui deglutió.

Mineta se recostó en su trono hundiendo su sonrisa macabra en la oscuridad mientras que encima de él aquella sombra flotante descendía revelándose finalmente ante las dos parejas.

—Además, ¿Snipe dijo que si incumplíamos reglas el vendría personalmente verdad? —volvió a preguntar Sero.

Tokoyami asintió mientras Dark Shadow también estaba nervioso.

*Heh...*

"Maldito desgraciado con suerte..." pensó Denki. Por un momento pensó que quizás este entrenamiento era mas un maldito gacha que nada más pues quien podría gozar de tanta suerte para que le saliera un cinco estrellas SSR en su primera tirada...

Si, ese era mineta.

—¡Maldicion! —exclamo Denki—. ¡Snipe-Sensei, si va a venir... hágalo ahora!

Denki exaltado libero una gran cantidad de electricidad de su cuerpo. "¡Maldito idiota!" Denki lo maldijo mientras que Tokoyami, Sero y Asui se mostraban en ofensiva contra aquella persona delante de ellos.

El aire estaba cargado de tensión y energía mientras los cuatro estudiantes se preparaban para enfrentar el desafío que mineta habia presentado.

—¿N-No es buen momento para la barra de vida...? Digo, ¿Soy el único que escucho la música de jefe? —Denki casi estaba que lloraba.

—Cierra la boca viejo... —Sero también sonrió, pero mas por temor de lo que pasaría de ahora en adelante—. Que puta mala suerte... ¡¿Tu?!

El ojo le hacía un Tic.

—N-No soy mucho de videojuegos como tu Kaminari-Kun... —Dark Shadow rugió amenazadoramente—. Pero tengo entendido que cuando no hay una barra de vida significa que...

Denki asintió.






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[No se puede derrotar.]

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Del cielo descendiendo de forma majestuosa y vibrante, meciendo su capa al aire con una sonrisa en su rostro y poco a poco aquellas flamantes aureolas boreales rodeándole de un color purpura.

Shimura Tenko habia aparecido de forma virtuosa.


...

P.D 

Se supone que el siguiente fragmento empezaba en el anterior capitulo. Lo olvide. De hecho tambien reconsidere si era correcto meterlo ahora y no despues ya que el tema que tocaremos en esta parte de la historia que viene sera algo centrado en Toga. Pense que seria mejor idea meterlo en cuanto acabara lo del laberinto pero creo que, habra algunos detalles interesantes por lo cual valdra la pena meter este "Mini arco" en el fragmento cuatro. 

Sin mas dilacion, gracias por leer.

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