LA ESTRAFALARIA NUMERO SEIS.

CAPITULO 3

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Él podía sentir que su cuello se había congelado en la posición en que se encontraba, así que movió solo sus ojos entorno a la sombra encima suya. Entonces la vio, formándose en su pupila como la forma de una brumosa nube uniéndose a otra. Fue así que todos sus sentidos saltaron y en su cuerpo se encendió una llama, un grito detrás de su cabeza.

»¡Corre!

Sus ojos se abrieron como un par de ventanas y entonces el chico levanto el maletín encima suya preparándose para el impacto.

Pero nada...

Cerro sus ojos instintivamente y tras dos segundos, tan solo el sonido del viento cambiando de dirección trajo confusión.

―¿...?

*Kck, kck*

Fragmentos de piedra estaban cayendo.

Izuku se congelo.

Fue ahí cuando sucedió.

Apenas el levanto la mirada se encontró con esa misma sombra delante suya, no arriba como hace unos momentos si no que ahora estaba delante suya con la pierna elevada, contraída hacia su pecho y apuntada hacia su estómago.

*¡THOM!*

―¡GAHH...!

De sus manos cayo el maletín y en un parpadeo el salio disparado hacia uno de los edificios de dos pisos, cortando el viento a su paso como una flecha.

Una poderosa patada directa a su estómago lo había lanzado directamente hacia una de las ventanas rotas atravesándolas y terminando dentro del edificio, estrellándose en unas estanterías llenas de latas. Algunas vacías, otras aun derramando la comida podrida y otras simplemente aun llenas.

Un estropicio de sonido retumbo en la calle cerrada.

*Cof* *Cof*

El joven pecoso había caído al suelo, con el uniforme hecho un desastre y vomitando baba mientras trataba de tomar aire pues todo el oxigeno dentro de su cuerpo parecía haberse extinguido.

De repente una estridente y sonora risotada resonó en la calle. Conjunto a esta risa vino un par de aplausos de aquellas manos de tono moreno, casi oscuro. La larga cabellera que ondulaba detrás de su espalda hacia juego con sus orejas blancas y su pequeña y esponjosa cola redonda en su cintura.

*PLAP*

El pie de la mujer alcanzo el suelo.

―¡¿Qué haces ahí adentro mocoso?! ¡Levántate, pelea! ―tan rasposa, agria y dura voz, casi inadmisible para una mujer remontaba hacia el cielo sus palabras como si un mazo cayera sobre una madera vieja quebrándola a su paso.

Los oídos de izuku dejaron de pasar el sonido del ambiente, de su entorno y se centraron en la voz de aquella mujer.

El seguía escupiendo, casi vomitando y luchando por respirar.

El golpe que ella le había dado fue tan inesperado. Ni si quiera pudo reaccionar pues cuando este cayo en cuenta de que su estomago estaba hundido, su espalda ya estaba atravesando los cristales a medio romper de aquel negocio.

Con el suéter del colegio tiritando, el opto por quitárselo de un jalón aunque en el interior le dolió ya que tendría que pagarlo y gastar en eso no estaba en sus planes.

―¿Hmm? ―Miruko había mirado hacia el suelo donde aún estaba el maletín, justo en el pavimento agrietado lleno de rasguños y tierra―. Bien.

Con el movimiento de su pie levanto el maletín de un lado tan solo 5 centímetros del suelo para despues lanzarlo hacia arriba y en un rápido giro lanzo una nueva patada golpeando el maletín y enviándolo dentro del negocio.

*FSHHHH*

Como el cuerpo de izuku, el maletín corto el aire y se estrello contra un estante quedandose incrustado a unos palmos de la cabeza de izuku.

―Tienes dos minutos, Midoriya Izuku ―dijo levantando su dedo índice y dedo medio―. Cuando terminen estos dos minutos iré por ti y te sacare, estes listo o no.

Cuando izuku observo el maletín encima suya, apenas había recuperado el aliento. Ni si quiera dudo, las palabras de aquella mujer fueron tan duras y certeras que ni si quiera pudo seguir pensando en que estaba pasando. Aun cuando se quito los pantalones, las preguntas como; «¿Qué carajos tenia ella en la cabeza?» o también; «¿Por qué demonios me está atacando?», todas estas se desvanecían con el breve sonido de las pisadas constantes de Miruko, casi era como si ella contara el tiempo con sus pisadas.

*Tap*

Un segundo.

*Tap*

Dos segundos.

*Tap*

Tres segundos.

Apenas el chico coloco la armadura en sus piernas dejo de escuchar las pisadas de la mujer. Rápidamente pensó si el tiempo se le había acabado pero él sabía que no podía ser así, apenas había pasado un minuto. Pero a pesar de eso, su corazón latía más rápido mientras pensaba en el tiempo que le quedaba. Sin embargo, el combustible de la ansiedad había sido arrojado a su mente.

»¡Corre!

Le gritaba su cabeza.

El viento, la brisa del aire parecía haber cambiado de dirección entrando como marea dentro de aquel lugar lleno de oscuridad. Y esa sensación de viento golpeando su rostro sirvieron para que su mente y cuerpo congelados se movieran nuevamente.

[¿No te lo dije?]

Izuku forzó energía en sus extremidades y miro hacia arriba suyo mientras los guantes que tenia en manos los estaba desenfundando. Apenas en el segundo que vio aquella sombra encima suya, de repente sintió como si alguien hubiera encendido todo su cuerpo en llamas. Un abrupto movimiento revivió toda la agonía de la ansiedad que se había adormecido momentáneamente.

Miruko estaba encima de él con la pierna en ristre.

[Soy mala con los números.]

Tan solo pasaron 1 minuto y doce segundos cuando nuevamente izuku salio disparado fuera de la tienda.

*PROFFFFF*

Esta vez izuku pudo reaccionar de mejor manera dando pequeños giros en el duro pavimento para girar en si y terminar de cuclillas mirando hacia el frente.

*RUMBLE*

Como si un muro de agua se abriera al paso de izuku y se quebrara como el cristal de un espejo, los restos lo rodearon tornándose en un esmeralda fosforescente que estallo en pequeños destellos alrededor suyo.

El One For All estaba encendido.

Todos sus sentidos se afinaron. Desde su vista hasta su oído, su tacto hasta su sabor y al final, su olfato. El abrió su boca y una pequeña nube de vapor salio pues la temperatura de su cuerpo había aumentado. Este vapor se unió a los relámpagos detrás de su nuca desapareciendo tras unos momentos.

Pareciera como si todo el dolor que había sentido hace unos segundos desapareciera y lo único que quedara fuera un sentimiento de superioridad.

El sentía estar al alcance de cualquiera.

―Que mirada... ―dijo miruko, saliendo de la tienda―... tienes en ese rostro tuyo. ¿Arrogancia? ―ella rio una vez más―. Te la voy a quitar con una patada, mocoso.

Los guantes que apenas estaban en sus brazos por fin se habían ajustado. Llegándole hasta los codos estos se apretaron. La mitad de su traje superior cayo hacia atrás mientras este la amarraba en su cintura pues ya no tenia tiempo para vestirse completamente dejando solamente sus brazaletes de medio brazo y toda la parte inferior de su traje.

Como se había mencionado, los sentidos de izuku se habían intensificado a un punto donde podía sentir cosas que otras personas comunes no serian capaces de hacerlo. Un ejemplo de ello era aquella sensación de peligro que su cuerpo recibía en forma de ondas las cuales emergían detrás de Miruko.

Izuku sabía perfectamente que pensar en otras cosas podía causar que este perdiera la concentración por lo cual dejo de lado todas estas estúpidas preguntas y simplemente acepto que ahora mismo estaba peleando con Miruko. No importaba el por qué o algo más, simplemente importaba que el estaba delante de ella y ella de él.

INTRODUCIR: ASTERIUS OST

No pensaba flaquear.

»11%

Las partículas se intensificaron.

No pensaba en dejar nada a la suerte. Si la pelea había iniciado, él tendría que terminarla y para miruko esta seña tan particular le pareció curiosa. De hecho, Miruko tan solo dio un paso para despues impulsarse hacia delante.

»¿Un ataque frontal? No, esto es...

Las manos de Miruko tocaron el suelo y esta se detuvo a unos palmos de izuku.

*¡FSHHHH!*

»¡Un ataque desde el suelo!

Como un hacha que cae sobre madera, el talón de miruko giro desde un punto A hasta el punto B, pasando a un costado del rostro de izuku. Fue tan rápido el golpe que pareciera un tajo de espada que corta el aire pues el sonido del viento abriéndose paso a un lado de los tímpanos de izuku.

»¿Se ha vuelto más rápida?

No paso más que un instante para que Miruko se recuperara y con ayuda de aquel primer ataque, se impulsó hacia un lado.

Su talón toco el suelo y esta se levanto de un salto quedando por un costado trasero de izuku, de espaldas y con la pierna contraída hacia su estómago.

»¿¡Qu...?!

*CRACK*

Los huesos del brazo izquierdo de izuku crujieron pues recibieron la palma del pie de Miruko.

El dolor se torno intenso he izuku termino por salir disparado hacia un lado para poder evitar la fuerza penetrante de la patada de la mujer.

Calor irradia de ese brazo, que estaba envuelto en esas vendas y ese brazalete. Por un momento regresaron las ganas de querer vomitar. Sus ojos se llenaron de casi lagrimas y le temblaron las extremidades.

«¿Su espirito había colapsado?» aun así, apreto los dientes y pateo el suelo con sus botas. Dio un paso hacia delante y con cada paso, empujaba un lado el agotamiento y el dolor para impulsar su cuerpo.

Todavía era capaz de moverse y correr, correr como ella.

»¡Miruko Style!

Una vena cayo sobre la cien de Miruko.

―¡Que valor! ―exclamo―. Creer que por imitar a una persona podrías estar a su nivel... ¡Que insulto!

Como si se creara un espejo en frente de los dos, cada uno era el reflejo del otro. Izuku imitaba a la perfección la postura de Miruko como si este fuera una marioneta hecha solamente para irle a la par, sin embargo...

*¡POW!*

Un segundo despues izuku había caído de espaldas.

En tan solo un instante Miruko había saltado hacia él acertando una dura patada en su pecho. Ya era el segundo golpe que le había acertado directo en el pecho lo cual dejo una pequeña sensación de vacío en este.

Y tan pronto como las fuertes y metálicas pisadas de miruko resonaron en los oídos de Izuku, el se dio la vuelta y se lanzo hacia un lado. Podía escucharla golpeando detrás de él, provocando una conmoción infernal.

―¡Huff...!

Izuku se había lanzando sin rumbo por aquel lugar de la calle. Sabia que si Miruko lo alcanzaba estaba acabado. Si llegaba a un callejón sin salida, todo terminaría. Si se encontraba con una pared, eso sería todo.

Y para su mala suerte lo hizo.

―Pareces un pequeño cachorro asustado mocoso.

Izuku cambio de dirección una y otra vez, corriendo rápidamente por lo largo de la calle tratando de esquivar las patadas de miruko pero los pasos de la mujer no se desvanecían. En todo caso, ella se estaba acercando cada vez más y más a él.

»¡Huff... Huff... Huff!

Los pulmones de izuku estaban en llama. El sudor no se detenía y su garganta estaba ardiendo. Su cerebro no estaba funcionando bien. Voces inquisitivas se elevaban y se desvanecían como burbujas en el fondo de su mente.

»¿Este era el nivel de un profesional?

»¿De qué serviría seguir huyendo?

»¿No era un mal plan seguir huyendo de un enemigo que, sin duda, me perseguirá hasta el borde de mundo?

»¿Solo estaba ganando tiempo antes de tener que comprometerme con una decisión?

La técnica de Miruko era impecable.

Cada salto, cada giro de su cuerpo o movimiento de su extremidad inferior iba con un orden especifico. Como si toda decisión que tomara estuviera previamente analizada. Casi era imposible pensar que esta mujer pudiera conocer la palabra «Error».

Los olores en el aire, las vibraciones en la tierra, el calor. Toda esa clase de fragmentos de información era recopilada por los sentidos de izuku y al combinarlos eran todos opacados por la suma presión que producía tener la sombra de la numero seis detrás de él.

Aun cuando izuku conocía todos los movimientos que Miruko podía hacer, este no tenia conocimiento del timing con el cual ella los empleaba. El era capaz de descifrar que movimiento haría al momento de que ella moviera un musculo pero al ser tan rápida y eficaz, le era imposible poder contratacar. De hecho, para el ya era un logro estar esquivando sus ataques, a duras penas pero lo hacía.

Tanto así que a Miruko llego a molestarse. No por que no fuera capaz de golpear al chico, ella podía hacerlo si se lo proponía enserio pero, el hecho de que el chico pareciera tan diferente a lo que mostro en el festival... era como si estuviera peleando con un niño miedoso.

Ella no accedió a tenerlo bajo su tutela para perder el tiempo.

De un momento a otro el suelo de la calle tembló y retumbo.

Cuando izuku se dio la vuelta perdió de vista a la mujer, justo ahí la silueta deformada de su sombra parecía unirse a otra y con un solo brazo balanceándose hacia un lado, por debajo de él apareció la mujer girando en sí.

*FSHHHHH*

Izuku perdió el equilibrio cayendo de espaldas.

No había duda al respecto, el golpe que miruko lanzo a los pies de izuku provoco que este cayera de espaldas pero antes de que su espalda tocara el duro pavimento este se apoyo en sus brazos y giro impulsándose hacia atrás dando un par de giros hasta impulsarse dos metros en el aire.

Mal jugada.

Como si le perforara la mirada de aquella mujer, sus orbes rojos se encontraron con sus ojos verdosos.

―¡¿...?!

Tan pronto como se vieron, izuku se dio la vuelta y se lanzo hacia la entrada de aquel almacén sin embargo, Miruko ya estaba a pie de entrada cuando lanzo su pierna hacia arriba acertando en el estómago del chico.

―¡¡GAFH...!!

Una vez más el aire había salio de golpe.

El miedo lleno los ojos de izuku en venas color rojizas y grito de furia. Ignorando la falta de aire y con las nauseas en juego este se aferro a la pierna de miruko y con el apoyo lanzo una patada directo hacia el rostro de la mujer.

―¡ARCO LUNAR!

Su pierna se precipito hacia delante.

―¡Inservible! ―Miruko desvió su cabeza hacia un lado y su cuello se torció dejando un espacio por el cual el pie de izuku paso. Esta tomo su tobillo con sus manos con tal fuerza que sus músculos se marcaron en su piel morena―. ¡No creas que tienes la habilidad!

Un rugido por parte de ella salio de su voz seca y rasposa.

*¡CRASH!*

En la oscuridad del almacén, donde una brecha de luz entraba entre la apertura de la puerta de entrada comenzo a hacerse mas oscura hasta que de un segundo a otro una gran cantidad de luz entro junto con el cuerpo de un chico de cabello cresposo.

El extenso almacén el cual era mas grande que un salón de clases y mas alto que cualquier casa alcanzando los 8 metros de alto, izuku termino rodando un par de metros hasta estrellarse con unas cajas de madera causando un gran estruendo donde salieron a volar trozos de madera y nubes de polvo.

El chico había caído una vez mas de rodillas hasta que su rostro toco el suelo.

En ese momento los relámpagos del Ofa flaquearon casi perdiéndose entre la oscuridad. Fue ahí donde izuku se dio cuenta que esto no era una pelea.

»¡Es una cacería!

«¿Un conejo?» si como no. La persona delante de izuku parecía mas un ser nacido para cazar. Con una sonrisa burlona y una gran aura de sangre.

«¿De verdad era un héroe?» podría entrar perfectamente en el ranking de héroes terroríficos si esta mostrar menos piel y más esa temible aura.

Izuku por fin logro levantar la mirada y a medida que el polvo se despejaba, se dio cuenta de que el amplio lugar había sido completamente bloqueado por las cajas que salieron volando.

»¡Huff... puff... Aah...!

Quizás era un golpe de pura suerte para izuku o tal vez no.

―¿Ya acabaste de temblar? Puedo escuchar tus músculos contraerse ―Miruko quien estaba en la puerta del almacén movió sus orejas como un tintineo de campana―. Llora si quieres, puedes incluso esconderte y suplicar pero, inevitablemente te voy a encontrar.

El se dio un segundo para calmar su respiración irregular, luego intento despegarse del suelo con manos temblorosas. Fallo varias veces. Sus energías parecían haberse agotado al igual que su fuerza física y mental. Era como un fideo mojado, pero aun, estaba a punto de desmayarse.

Los tres golpes directos que Miruko le había dado habían sido suficientes para dejarlo en un estado donde todo su cuerpo dolía, era horrible. Estaba sufriendo.

Por un segundo, un poderoso deseo de dejar que su fuerza se desvaneciera lo inundo. Acostarse boca abajo en el suelo y cerrar sus ojos.

Abrumado por este colapso mental total, estaba a la deriva entre dos deseos.

Luchar o rendirse.

El se puso de pie.

*CLACK-CLACK-CLACK*

Un sonido resonaba hacia él. El sonido seco, como una marioneta rota riendo bruscamente.

Pudo sentir como sus brazos se humedecían bajo las capas del brazalete y las vendas. Él se dio cuenta que quizás sus heridas se habían abierto. Pensó que tal ves detener la pelea fuera una buena decisión pero dudaba que Miruko se fuera a detener.

El humo se había despejado completamente y su mirada se fijo sobre Miruko quien miraba hacia arriba como si estuviera tomando un aire. Pudo notar como los muslos de sus piernas crecían y las pantorrillas de la mujer se tornaban como un par de troncos gordos y duros.

»Aquí viene.

Ella bajo su mirada poco a poco y pudo ver uno de sus ojos cubiertos por un mechón de cabello mientras el otro le miraba fijamente.

*FUF*

―¡¡¡¡¿...?!!!!

Ella era rápida. Esta vez la había perdido completamente de vista.

»¡¡¿Dónde se ha metido?!!

*¡CLACK!*

El metálico sonoro sonido resonó desde los muros de laminado alrededor suyo.

*¡CLACK!*

Una vez más.

*¡CLACK!*

Ella estaba saltando por todo el almacén.

*¡CLACK!*

»¡¡¡La izquierda!!

Izuku lanzo un golpe hacia la izquierda.

*¡FUSH!*

Ella estaba a su derecha, detrás de él.

»¡¿Por la espalda...?!

*¡ZZZZZZzzzz!*

La cabeza de izuku vibro.

Su mano sobre el suelo y su pierna hacia arriba. La patada de Miruko alcanzo el costado del rostro de izuku raspando su piel mientras este retrocedió dando un paso hacia atrás.

―¡¡...!!

A duras penas él lo había esquivado.

―¡JAJA! ―ella rio.

Entonces con un giro lanzo su rodilla hacia el estómago de izuku pero este al retroceder termino por llevarse la mitad de su camiseta blanca descubriendo su abdomen.

―¡¡Guuuh...!!

―¡No creas que aun ha terminado! ―dijo ella con su brazo en ristre.

PAW!*


INTRODUCIR: ARGO VESTA OST

Un golpe directo al rostro del chico con su puño derecho lo lanzo hacia atrás.

Una vez mas izuku rodo por el suelo pero pudo mantenerse consciente.

»S-su puño... no tiene tanta fuerza...

Izuku estaba con una rodilla en el suelo y una mano apoyada sobre esta, mirando hacia delante mientras un delgado hilo de sangre salía por su nariz.

Su respiración irregular y su pecho tan apretado le hacia extremadamente duro mantenerse consciente.

―Ja. Esto es algo digno de elogio. Todavía sigues con la mirada en alto. Puede que el interés que puse sobre ti aun valga la pena ―dijo ella―. Puede que creas que imitarme te va a llevar a algo, estas muy equivocado si es así. No hay manera que una copia sin alma pueda alcanzar al original.

―¿...?

«¿Cómo podía ser tan estupido?» pensó izuku. El seguía automáticamente pensando en las posturas de Miruko aun cuando la diferencia estaba marcada en sus huesos. Pero aun así, fue gracias a que imitaba su estilo que le permitió esquivar todos esos golpes, solo al principio claro. Pues ahora, mientras la pelea avanzaba parecía perder soltura sus movimientos.

Izuku se estaba volviendo lento y tonto mientras que Miruko seguía tan fresca como en el primer ataque.

―Parece que has alcanzado tu limite mocoso ―ella bufo―. ¿Qué mirada es esa? Te lo dije, ¿No? Te iba a quitar esa mirada de arrogancia tuya.

Ya no parecía tener mas que sudor y sangre en su rostro. La sonrisa que nunca estuvo ahí, jamás lo iba a estar. Tan cansado y agotado, algo temeroso eh iracundo.

No era nada de arrogancia si no frustración.

Estaba paralizado por la tensión, incapaz de decidir si esperar a que hiciera un movimiento o atacar primero el mismo.

Pero aun así, volvió a fruncir el ceño.

Miruko sonrió.

―¡¡Bien!! ―exclamo mientras se precipitaba hacia izuku―. No está mal ―Con su puño debajo de ella preparando un oppercut izuku dio un paso hacia atrás―. ¡Ya es hora de decir adiós!

Tan rápido como una flecha, el puño de la mujer corto el viento y paso por delante de la nariz de izuku raspando la punta de esta.

Despues de esto, ella levanto su pierna y giro en si misma lanzando una patada angular hacia izuku quien antepuso su antebrazo deteniéndola en el acto pero la fuerza de sus piernas termino por hacer crujir su brazo derecho.

―¡Ahhhh... Haaa... Gahhh...! ¡GAAAAHHHH!

La garganta de izuku se raspo con su propio grito mientras usaba toda su fuerza para repeler la pierna de Miruko. Tanto fue así que inconscientemente el porcentaje que en su cuerpo estaba encendido había aumentado hasta alcanzar el 13%.

Un rugido en forma de grito.

―¿...?

Miruko retrocedió cuando este logro empujarla.

La mano de izuku estaba crujiendo pero este ignorando el dolor cerro su mano hasta formar un puño. Incluso con el brazalete y las vendas se pudo vislumbrar lo bien entrenado que tenia sus brazos pues sus músculos se marcaron.

Ese 13% aumento hasta un 15% solamente en su brazo derecho y en sus piernas permitiéndole impulsarse hacia Miruko.

Cada momento que el avanzaba, el porcentaje aumentaba de uno en uno hasta quedar a tan solo un palmo de Miruko, el ofa comenzo a desaparecer para dejar en su brazo derecho aquellas franjas carmesí.

Entonces el Ofa alcanzo el 18%.

El frunció el ceño lo más que pudo.

Perder no era una opción. No quería perder. La sangre se le subió a la cabeza. El dolor no se detendría aunque llorara por este.

Al mismo tiempo sus instintos gritaron que tenia que lanzar su puño hacia delante. Inconscientemente, de esta forma logro lanzarlo y el rostro de miruko apareció en el camino de su puño.

[19%...]

El espacio del almacén se cerro en oscuridad donde solamente tenia por delante la luz de los ojos de la mujer. Todo parecía haberse silenciado hasta que solo los sonidos de su corazón llegaban a sus tímpanos.

*LUP-DUP*

Su respiración se volvió tan caliente que parecía vapor salir de su boca.

*LUP-DUP*

Sus ojos se entrecerraban mientras el muro de viento se quebraba como un cristal.

*LUP-DUP*

El rostro de miruko apareció entre la densa oscuridad.

*LUP-DUP*

Privado del sonido y la luz. Lo único que tenia enfrente suya era el rostro de miruko.

―¿Huh?

Entonces...

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[20%]

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Las endorfinas del cerebro de izuku se dispararon mezclándose con la adrenalina. Todo se centró únicamente en su puño que destrozaba el viento a su paso, en los latidos de su corazón y el rostro de Miruko.

Todo parecía perder razón para él más que alcanzar a la mujer.

De 0 a 100 en un segundo parecía que del 19 al 20 había sido un enorme cambio pero la realidad fue que de avanzar desde el 11% hasta el 20%, ese 9% mas impulso a izuku a un momento donde todos sus sentidos se unificaron y entonces ese sonido chirriante en su cabeza provoco que este sintiera un dolor extraño.

*ZZZZZzzzZ*

El sonido de un televisor roto, como interferencia junto al sonido eléctrico.

»Esto duele. Ella es mas fuerte que yo. Esta es la diferencia de nuestro mundo con el de los pro héroes. Pero aun así...

[Aun así...]

La gama de oscuridad se abrió y el puño de Miruko apareció. Delante del rostro de izuku recibiendo el impacto directo al igual que esta.

Un estridente sonido de carne apaleada resonó de los dos lados.

Ambos puños habían colisionado en los rostros de los dos.












...









[Un viejo edificio lleno de mugre. Sangre como ketschup y un hombre desconocido. El encuentro de cuatro personas conectadas por Shimura Nana.]

Proximo capitulo: Un héroe retirado.

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