53.JUICIO FINAL PT-II
"El mal despierta vengativo, se cuidadoso con lo que deseas"
INTRODUCIR: NOT TOMORROW - EXTENDED
[No es la primera vez que utilizo mi quirk y dudo que sea la última. Pero si eh de estar de acuerdo en algo, posiblemente esta vez sea una de las ocasiones mas extrañas que me he encontrado al utilizar EGO.]
Su ultimo recuerdo era casi ambiguo. No era más que señas de algo que su mente se obligo a olvidar y fragmentos que intento recordar.
Ozda recuerda solo estar en la cima de aquella colina frente a aquel fenómeno de luz que ocurre simultáneamente con la existencia de aquella mente. Rememora los murmullos a su alrededor, las voces que provienen del centro de esa alma y voces que provienen de otros lugares lejanos.
El hombre se mira a sí mismo en a la cima junto a un niño quien parece estar mirando la infinidad del cielo donde la luz crece en intensidad.
[Cuando estaba de pie frente a ese lugar no podía evitar lo que siempre sentía cuando me aproximo al núcleo de las personas. Ese sentimiento de nostalgia, de pesar. Es, el corazón humano lo que se converge en su EGO. Es un lugar hermoso el cual, quizás, no lo sé... Nadie mas que yo pueda acceder.]
Sin embargo, algo le resulta extraño.
Al mirar hacia un lado y encontrarse con la silueta del pequeño niño sentado en la orilla del acantilado se pregunta: ¿Qué tan extraño es verlo por aquí?
¿Qué era el sentido de esa pregunta?
Ozda miro sus manos translucidas. Juro ver un reflejo en el oscuro opal debajo de si mismo. Era como un cristal tan pulido debajo de él como el diamante mas caro del universo.
Apenas unos segundos despues de dejar de mirar sus palmas logro percibir algo, un movimiento, uno que provenia del niño a su costado.
El niño cae.
Un parpadeo, Ozda despierta de un sueño.
Mira a su alrededor.
Ya no hay oscuridad que lo somete. Luz por doquier, un sol abrasador que lo ciega por segundos. En sus pies vuelve a sentir el toque de la arena. La brisa del viento lo envuelte en una emoción añorante.
[El camino... debo seguir el camino.]
Desconcertado, algo... desorientado mira a su alrededor. Sus ojos, sus pupilas como el azabache se mueven como bolas de billar en una mesa por la extensa blancura en sus ojos. Su iris refleja las nubes en el cielo azul, el reflejo celeste en el agua y el amarillento de la arena casi blanca como su piel.
El sol tan segador que es...
*Tap*
Ozda da un paso y de repente el mundo se le gira en torno a él.
Ahora esta de cabeza y su pie bajo un escalón.
El mundo giro, y el desciende por unas escaleras que se forman en la arena.
Hundiéndose a través de ella una lluvia de granos blancos trae consigo un cuerpo que baja del cielo hacia la tierra. Ozda sale de la arena bajando escalones tras escalones para luego emerger en una larga calle entre casas a su alrededor.
El mundo que antes estaba de cabeza ahora estaba normal.
Sin embargo, el sol ya no es tan vivido como antes... el sol muere.
El atardecer a llegado y el carmesí de una noche próxima da la suficiente luz tenue para que la sombras de Ozda avance simultáneamente con él.
[Las personas suelen enredar su mentalidad en ciertos lugares. Quizás en base a sus recuerdos y experiencias, casi en automático su cerebro acorde a la naturalidad de cada memoria decide donde colocar reacciones emocionales. Un ejemplo de ellos sería un recuerdo feliz donde "Feliz" será un agregado. Como un niño que aprende a andar en bicicleta sin caer, el cerebro en automático lo agregara a una sección feliz. Pero, si este niño cae... será doloroso.]
Ozda camina a través de una calle vacía.
Dando pasos a través de un concreto que debajo de este en vez de tuberías hay un sinfín de reflejos de si mismo que avanzan como una estación de hormigas.
Un Ozda por ahí, un Ozda por allá.
Son solo reflejos de un subconsciente evasivo.
―¿Cómo esta él? ―pregunto una voz masculina―. ¿Cómo esta tu padre?
Al cruce de una esquina, Ozda se detiene en una especie de barranco sin un final claro. Delante de él un mar de oscuridad forma una distancia hacia una isla flotante. En ella, una pequeña banca acompañada de dos personas. Un niño de cabello verde y un hombre calvo bastante adulto con bata de doctor.
―¿Hmm? ―Izuku era el niño quien miraba a aquel doctor―. ¿Sabe algo acerca de mi padre?
―Si...
Ozda se detuvo al filo de la caída y miro hacia el frente donde ambos parecían estar hablando mientras la isla flotaba y giraba en su propio eje sin que estos se vieran afectados por algun tipo de gravedad o restricción física.
―Bueno, su progreso no ha sido muy bueno hasta ahora. Las cosas han sido como un golpe duro por ese hecho durante estos días. Pero, todavía tengo mucho que agradecerle. Es por el que logre aguantar hasta donde estoy ―apenas un suspiro audible salio de su boca. Una mariposa posaría encima suya sobrevolando su cabeza―. Pero... aunque parezca que soy ingrato... estoy empezando a creer que seria mejor si el no vuelve a despertar.
Ozda observo como la mariposa que se había posado en la cabeza del chico por un segundo despegaba de su cabeza hacia los exteriores de la isla hasta que simplemente al cruzar algun tipo de umbral invisible, la mariposa se desvaneció.
Entonces el niño volvió a hablar.
―Lo he visto sonreír en sus sueños. Algunas veces. Entonces el dice el nombre de alguien que, entre murmullos, no puede ser el mío. El obviamente sigue pensando en ella. ―no era una desilusión con el tono que hablaba, era más como irritación―. Muy a menudo me pregunto si esto que estoy viviendo ahora no es mas que el mismo sueño. Día con día se siente más real, sin embargo, al final siempre despiertas y eres solo tu. ¿No es así como siempre funciona? Todo humano tiene un papel importante en la vida. Solo sé que no se dan cuenta de cual es y así me pregunto día tras día la misma basura... ¿Quién eres?
Ozda estaba quieto, escuchando cada palabra del chico. Pero, cuando espero escuchar mas una brisa empujo su cabellera hacia un lado y por la calidad del viento provoco que cerrara sus ojos por un instante.
Cubrió su rostro con sus palmas y al abrir de nuevo sus ojos lo que se encontró fue con un sitio vacío. La isla había desaparecido, el recuerdo del niño se había desvanecido.
Ozda miro a su alrededor y despues decidió seguir caminando.
[Al principio era algo complicado usar mi quirk. Era despistado, siempre me perdia en los recuerdos de los demás y a veces llegaba a olvidar que el lugar donde estaba no era algo "Real". Pero, a pesar de todas esas cosas jamás pensé que fuera algo terrorífico. Claro, he estado en mentes tan retorcidas de asesinos en serie, violadores o simplemente enfermos mentales que ven el mundo de maneras tan diferentes que en veces al despertar pensaba que tan digna era mi vida a comparación de ellos. Hmph... me daba el lujo de comparar mi bondad.]
*Tap*
Ozda dio un paso y algo resonó. El tacón de su zapato había alcanzado un escalón más. Sin percatarse ahora estaba caminando hacia el final de una calle que se dirigía a un lugar aún más vacío.
En un parpadeo, Ozda estaba bajando unas escaleras por una especie de pasaje que estaba rodeado de tuberías.
El final de las escaleras no era visible y los muros a sus costados estaban tan cerca de él que, si no fuera por todos estos años de uso con su quirk, posiblemente estaria asustado.
Ozda no se pregunto a donde se dirigían las escaleras, el solamente se digno a bajarlas y seguir, no sin antes mirar detrás suya y darse cuenta de que con cada escalón que bajaba la oscuridad detrás de él consumía lo avanzado.
Ahora mismo el descendia en un espiral de escalones vacíos con tuberías que parecían producir un sonido quisquilloso. Rechinaban, se agitaban y se golpeaban entre ellas.
[Cada persona en el mundo no es consciente de su verdadera naturaleza hasta que un detonante las hace golpear el fondo. Puede que una persona gentil y amable que ha sido paciente toda su vida y que jamás se haya encontrado con situaciones adversas se tope con un paraje totalmente diferente a sus experiencias. Esto provocaría en el un estado de confusión. No habría manera de describir sus emociones, pero seguramente este completamente en shock. Pero, como un sistema multitareas, su cerebro estaria trabajando en segundo plano intentando descifrar una manera de poder luchar contra esa situación... incluso si tuviera que destrozar todos sus conocimientos previos.]
"¿Puedo tener miedo de las personas que me señalan? ¿puedo tener miedo de las personas que me atacan? Dime... ¿puedo tener miedo a morir?"
El eco agua a presión en las tuberías se convirtió en un eco de voces.
"Despues de todo lo que he aprendido sobre el mundo, aun hay mucho que desconozco. Hah... en verdad quería tener una ventaja solo esta vez."
Oda miro a su costado.
Ozda parpadeo y en un segundo los muros parecían cristales que reflejaban un paraje en las alcantarillas donde un lago divida dos caminos. En uno de ellos una masa verde se deshacía y caía al rio mientras que al otro lado un niño empapado, asustado y confundido miraba al hombre y escuchaba sus palabras.
―Desde que perdi mi forma humana todo se ha distorsionado una y otra vez hasta terminar orillándome a esto... Fragmentándome. Es que acaso, ¿aún tengo esperanza? Yo... ―la masa verde que aun permanecía inmóvil y que poco a poco se vertía sobre el rio mantenía su pupila en ristre hacia el niño―. Mi madre siempre me dijo que mientras me aferre a mi esperanza, no hay nada que no pueda lograr. Que jamás seria momento para sentir lastima por mi mismo, pero tan solo mírame... solo soy un bulto de lodo asqueroso luchando pro sobrevivir en un mundo de ensueño, en un mundo lleno de soñadores.
Ozda seguía bajando las escaleras y cada escalón que dejaba atrás y era consumido por la oscuridad le permitía escuchar mas a fondo aquella conversación.
―Este lugar solo es un mundo de soñadores donde no todos podemos soñar.
La declaración de aquel hombre quedo sembrada sobre la expresión del chico. Sentado a una orilla de aquel rio que los separaba, en el niño habitaba algo.
El chirrido de las tuberías volvió y en el pasillo de escaleras el vapor comenzo a inundar el lugar llegando a bloquear la visión de Majiro.
Cubrió su rostro y oculto su nariz, cerro sus ojos y nuevamente una voz hablo.
―Odiar es algo muy fuerte. Es algo que no creo poder hacer, mas bien, creo no tener el derecho de hacerlo. Lo que yo siento al respecto sobre mi quirk es algo curioso... ―el humo se disperso y en un segundo Ozda se encontraba envuelto en una brisa delgada. El sol abrasador había vuelto y las estelas de vapores y chirridos habían desaparecido―. Desde ese día donde yo abrí los ojos, desde que tengo memoria ya había tenido una vida antes que to pudiera sentirlo. Fue gracias a esta vida que las personas comenzaron a odiarme, aborrecerme y simplemente a apuntarme. Todo gracias a mi quirk, todos gracias a deterioro.
Las escaleras habían desaparecido. El suelo debajo de Majiro era arena y delante de él un quiosco donde esas dos personas charlaban parecía estar flotando en la nada. Todo parecía tan distorsionado. El espacio alrededor del techo, del suelo y los barandales metálicos, incluso, las caras de esas personas.
Uno de ellos era Midoriya Izuku, pero ¿y el otro?
―Aunque to no pueda recordar haber hecho lo que dicen que hice, me siento culpable. Todo por el quirk que tengo.
―¿Te sientes culpable?
―La muerte de mi madre por el estrés, por toda la presión de la sociedad apuntando a su hijo. El repentino desplome de mi padre por todo lo que tuvo que soportar al tenerme como su hijo. Claramente me siento culpable.
―¿Sentir? Sigues diciendo una y otra vez que te sientes culpable por todo y en ninguna ocasión escuche de ti decir que, "Eres culpable". Aun y con todos esos dedos apuntándote, en tu interior no quieres tener la culpa y eso es natural. ¿A quién le gustaría ser culpado? Lo que haces no es querer cargar con la culpa, lo que haces es cargar con la responsabilidad r3ecaida sobre ti por todas las acciones que desencadenaron tu quirk. Tu te sientes culpable por que las personas te dicen que todo es tu culpa.
Ozda pensó acerca de eso.
En una parte creyó que sentir culpa a realmente creer que la culpa es de uno es un paso muy grande en un corazón.
Muchas de las veces en las que ha visitado los interiores de otros se ha percatado de una u otra cosa. Una de estas cosas es que mientras más una persona se niegue a aceptar algo, tarde o temprano será obligado a enfrentarlo, pero, en otro caso casi contradictorio con este, una persona que inventa una mentira y durante mucho tiempo la cuenta, puede que en algun punto se la crea y la vuelva su verdad.
En este caso, si se empleara esa lógica con la aceptación, entonces verdaderamente el humano no acepta o niega algo, simplemente se miente a sí mismo.
Majiro pensó que quizás una de las fuertes razones por las cuales Midoriya Izuku parecía tan distante era que él se había mentido tanto que en algun punto la mentira tomo su realidad y la retorció. Quizás, tan solo quizás el haber sufrido el accidente que le rompió el cráneo fue lo que creo una mentira y de ahí, una nueva verdad intentando aceptar su entorno.
Replanteando desde otro ángulo, quizás Izuku era una persona sumamente mentirosa.
―Has tenido mala suerte.
La voz del hombre rubio hizo vibrar por un instante el lugar y con ello la venida de una nueva brisa que como si fuera un agua limpiadora, contra su rostro vino y su cabello se sacudió.
Los ojos de Majiro se agrandaron, el hombre finalmente se había revelado.
Delgado, con ojos hundidos, pero bastante algo.
―N-No...n-no... no es justo
―¿Huh?
―E-Es como... hacer trampa.
―No tienes que seguir aferrándote a tu pasado.
―Es... a-aún más difícil de lo que cree... P-Para mi no es algo que pueda dejar ir de un día para otro. Para mi... n-no es justo ―Izuku levanto su rostro―. S-Se que ya lo eh preguntando, pero... aun sigo sin entender. ¿Por qué yo? N-no tiene... ¡Sentido! Tengo un quirk que mas que salvar, daña a las personas. Estoy quebrado por dentro y no creo tener futuro. De nada serviría ayudar a alguien como...
―Es justamente por todo eso que te escogí a ti ―interrumpió Toshinori―. No se trata de simplemente extender la mano a cualquiera. Eso al principio puede servir, pero, cuanto mas tiempo pasa debes de aprender que es mas importante, que puedas sobreponer sobre otras cosas. To quiero ayudarte a ti por que sobre todo eso que has dicho de ti mismo, aun sigues avanzando, ¿No es verdad, joven Midoriya?
Izuku bajo su rostro y Ozda se acercó un poco más.
―Aun cuando restriegas a ti todo el peso del mundo y te culpas por todos esos dedos que te han apuntado, aun así, negándote el sueño de ser un héroe. Repitiéndote una y otra vez que no puedes hacerlo... Sigues intentándolo inconscientemente por que ese es tu sueño.
Aquel rostro viejo y arrugado comenzo a hincharse y mientras tanto su voz se volvió mas fuerte al igual que su cuerpo.
―La razón de que quieres ser un héroe no solo termina en ayudar a la gente, no. Tu quieres convertirte en un héroe para reparar todo el daño que causaste ¿verdad? Por qué tú, desde el fondo de tu corazón quieres decirle a la gente que eres como ellos, ¡¿No es así?
Izuku sostuvo su pecho y Ozda abrió cada vez mas sus ojos hasta que estos no pudieron mas y su boca comenzo a hacerlo lo mismo.
El se detuvo al final de la arena cuando sus pies rosaron el vació al cual el ni si quiera se inmuto. Sin prestarle ninguna atención al final de aquel fragmento, Ozda, incrédulo siguió mirando.
―N-no... ―Izuku se arrodillo al no tener fuerzas en sus piernas―. D-Desde el principio todo ha sido mi culpa. Y-Yo... ¡Yo! He molestado a la gente desde el comienzo y solo he sido un descarado con un quirk. Así que yo... Yo, n-no... no puedo
―Ahora mismo nadie necesita actuar. Eres tú el único que puede decidir eso, una persona vergonzosa y con culpa cargando sobre sus hombros, alguien que simplemente tiene un quirk diferente. Aun así, todo esto me conmovió. Lo entiendes ¿no? Todas las historias terminan de la misma forma, esas historias de personas que nacieron para ayudar a otros finalizan en la frase, "Mi cuerpo se movió solo"
Lagrimas resbalaron del rostro de Izuku y cayeron hacia sus muslos.
[No...]
Ozda no lo podía creer.
―Pero, esto solo es el final de tus días oscuros donde se marca el inicio de tu camino hacia la luz ―Toshinori Yagi, aquel hombre delgado ahora era un hombre fuerte, un hombre con mano en pecho y con voz fuerte―. ¡¿Por qué eso es lo que te paso verdad?! ¡Tu cuerpo reacciono sin que te dieras cuenta por que tu...!
All Might estaba de pie frente a Midoriya Izuku.
―¡Naciste para ayudar a las personas! ―Ozda se agito hacia delante―. ¡Tu...!
All Might apunto hacia el chico y grito.
―¡Puedes convertirte en héroe!
[No puede ser...]
Ozda dio un paso en falso y su pie derecho cayo hacia el vacío, su cuerpo se tambaleo hacia delante pero antes de caer extendió su mano al barandal logrando sostenerse, pero al hacerlo, al tener contacto con ese lugar, ocurrió un estallido de energía.
Sintió como todo su cuerpo era tirado hacia delante y entonces en un chispazo salio volando hacia arriba aun sosteniéndose del barandal del quiosco.
Todo a su alrededor se convirtió en una especie de túnel Gargantúa de cientos de luces que colisionaban unas con otras mientras que, voces a la lejanía se transformaban en imágenes remanentes que flotaban alrededor de Majiro.
...
"Heredaras mi poder"
...
Majiro observo a su costado al mismo hombre, a All Might.
...
"El One For All es un poder heredado de generación en generación con el objetivo de mantener la paz. Es una llama que se ha transmitido de persona en persona para que así, la esperanza persista. Ahora tú serás el noveno portador del One For All. Midoriya Izuku, tu eres el siguiente ."
...
Las dos siluetas flameantes desaparecieron delante de Majiro quien apenas podía soportar el viaje a grandes velocidades por aquel túnel de luz.
Volando casi simultáneamente alrededor de Ozda, fragmentos de luces formaban recuerdos y dichos recuerdos eran vistos por el hombre. Susurros, gritos, lamentos. Cada aspecto de la vida de Izuku Midoriya fue desvelándose ante ojos y oídos de un hombre que apenas podía sostenerse en aquel lugar.
Con apenas las fuerzas suficientes para mantener sus dedos entrelazados al metal del barandal, grietas avanzaron desde el techo del quiosco y un estruendo golpeo el sitio. Era como un meteorito impactando con la tierra y al momento estallando en cientos de pedazos.
*¡KRAAASH!*
Ozda soltó el barandal y las grietas consumieron en un instante el lugar.
Sin apenas pasar mas de cinco segundos, el cuerpo que caía desde el cielo alcanzo el suelo firme. Rodando un par de metros, Majiro termino en una gran explanada oscura.
Las luces, todos los brillantes colores habían desaparecido en un solo momento y el eco en los golpes de su cuerpo terminaron por estallar en sus oídos. Parecía que todo se acumulaba en su cabeza hasta el punto de sentir como un martillo lo golpeaba con dureza una y otra vez.
"Heredaras mi poder..."
Ozda clavo sus codos en el suelo y se apoyo con ellos para luego sostener su cabeza con ambas manos en cada oído.
"Volviste a crecer. Realmente tome la decisión correcta al haberte heredado el One For All."
[Este niño...]
Aterrorizado, incrédulo... asombrado. Su rostro reflejaba tantas emociones mezcladas en una sola mirada que reflejaba su propio rostro en un suelo cristalino de tonos azabaches.
"En la oscuridad solo existe la penumbra, y entre esta penumbra que apenas se logra alcanzar a ver algo, una mano se alzó. Diferente a las anteriores, mucho más grande, fuerte... oscura. Y detrás de esta mano, una enorme sonrisa de oreja a oreja se dibujaba en los cielos..."
[E-Este niño...]
"Su nombre era All For One."
Ozda tenia algunos indicios debido a los registros y algunos documentos que databan de hace algunos años sobre una pelea entre el individuo "All Might" y el villano conocido como "All For One". Además, en una de las tantas historias que su abuelo le contaba de su pasado, uno de esos relatos hablaba de un hombre con un poder aterrador capaz de deformar el mundo a su placer.
Su abuelo lo describía como alguien que creía que el mundo le pertenecía.
Pero, jamás pensó en que algo pudiera estar tan conectado directamente de esta forma.
En los recuerdos, en los fragmentos dispersos en la mente de Izuku Midoriya había visto algo que no esperaba encontrar ahí.
Un secreto mucho mas oculto de lo que creía.
Pero hubo algo que no esperaba encontrar en ese instante... un secreto mucho más oculto.
[¿Quién...?]
Hay algo en el interior de cada ser humano que jamás debe de tocarse.
Como Ozda lo entendía, el EGO de las personas se haya en dos lugares diferentes; sus deseos mas profundos y su persona construida a partir del entorno en que vive.
Sea regido bajo una cultura, religión o leyes. El ser humano esta dispuesto naturalmente a ir en contra de alguna de estas tres.
Pero es aquí lo interesante.
¿De dónde viene ese deseo?
[¿Quién eres...?]
Hubo un llanto, uno que interrumpió los cientos de susurros de personas ajenas a ese lugar. Enseguida el plano de oscuridad se quedo en silencio mientras que, aquellos sollozos se intercalaban con un zumbido.
Ozda levanto su mirada y esclarecido el exterior de sus ojos hasta lograr ver un camino frente a él.
Un largo pasillo con puertas cerradas.
Eran quizás unos seis o siete metros de distancia hasta el final del pasillo de madera donde las puertas adornaban los muros a su costado. Al final, una puerta estaba abierta de par en par.
Aun de rodillas, Ozda separo sus manos de sus oídos y comenzo a escuchar más claramente los sollozos.
Entonces...
*¡RUMBLE!*
Un relámpago cayo al final del pasillo dentro de la habitación.
Parecía ser que una tormenta estaba tocando a la puerta.
Enseguida el pasillo se ilumino a tientas por la luz de los relámpagos que constantemente resonaban junto a los sollozos de un niño.
Ozda se puso de pie.
Extendió una de sus manos hacia un muro cercano y a tientas comenzo a caminar a través de la vieja madera que rechinaba constantemente con cada paso. A la vez, los relámpagos golpeaban mas fuerte el final del pasillo.
La oscuridad comenzaba a disiparse y la luz casi pulcra del cielo que atravesaba las ventanas de la habitación comenzo a inundar los pies de Ozda, luego sus rodillas y al final se detuvo en su cintura cuando el hombre se detuvo a dos metros de la habitación.
Con su mano sobre el muro a su derecha los ojos se le abrieron al instante cuando observo un charco de sangre provenir de la habitación.
Su mirada siguió el charco mientras las luces parpadeantes comenzaban a levantar una silueta al origen de la sangre.
Ozda siguió el charco poco a poco hasta que termino en la espalda de un pequeño niño que lloraba a los pies de alguien.
*Clap*
[¿Huh?]
Sin querer, Ozda alcanzo la perilla de la puerta a su costado y entonces este la giro. La puerta se abrió y delante de él una luz infesto el pasillo.
Un niño salio corriendo, atravesando a Ozda como si este fuera nada. Enseguida el hombre se dio la vuelta y al minúsculo parpadeo, el pasillo se ilumino y el muro que debería haber estado a su espalda desapareció.
Ahora había una cocina.
―¡Mamá, mamá!
―Tranquilo Izuku, la comida ya esta lista.
―¡No, no! ¡Eso no! All Might, ¡Otra vez All Might salio en vivo! ―el pequeño infante subido en la silla de madera lanzo golpes por doquier mientras giraba hacia atrás―. Lo vi saltar y golpear. Venció a varios villanos y salvo a las personas. ¡Fue genial! Mañana le voy a preguntar a kacchan si lo vio.
―Que bueno hijo. Pero ¿podrías bajarte de la silla? Podrías caerte y dudo que puedas soportar la caída como All Might.
―¡No lo sabre si no lo intento! ¡¿Me tiro!?
Inko ignoro la pregunta y tomo el sartén en la pequeña parrilla delante de ella cuando escucho un estruendo. Ella se dio la vuelta al instante para encontrarse con el pequeño pecoso tirado en el suelo de la cocina con la cara picada en la madera.
―¡Izuku!
Al momento de que Inko sale de la cocina toda la visión se vuelve borrosa y la luz se desvanece al igual que aquel lugar. Un giro de eventos se torna en un remolino que hace girar al hombre hacia el lado contrario encontrando un arenal en medio de un pequeño parque comunal.
―Izuku ¡Feliz cumpleaños!
Una madre amable y un niño gentil.
―¡Gracias! ―tomando con sus manos una pequeña caja envuelta en papel brillante la llevo a su pecho―. ¿Lo puedo abrir?
―Claro.
―¡¿Enserio lo puedo abrir!?
―Claro, dije. Es tu cumpleaños así que ábrelo, hijo.
Dentro de la caja, delante de la caja y el niño el hombre miraba el interior.
Era un peluche de All Might.
Los ojos del niño se iluminaron y cuando este estaba a punto de decirle algo a su madre nuevamente el llanto sucumbio ante la escena.
Ozda levanto su cabeza y miro hacia atrás mientras un fulgor se sombras avanzaba dominando todo y enviando al hombre a un reino de sombras donde aquella habitación revelaba a aquel niño llorando a los pies de un cuerpo colgado.
INTRODUCIR: THE FIRST HUNTER - BLOODBORNE
[Este lugar... ¿Dónde estoy?]
Se había creado una especie de viento que golpeaba contra el rostro cubierto de Ozda por sus propios brazos.
[Me siento perdido, no se dónde estoy.]
Durante los largos años de uso de su quirk, jamás había entrado en un estado de hiperventilación como en el que estaba entrando ahora. ¿Por qué? Porque, como los sueños, al momento de que el cerebro comienza a excitarse proveerá al cuerpo de sensaciones que lo harán despertare.
[¿E-Estoy...? ¿A-Acaso...?]
El llanto poco a poco se convirtió en risas.
[¡¿Temblando?!]
Cuando se percato de esta realidad se dio cuenta de algo más. Aquel infante en el suelo a los pies del cuerpo que colgaba de una soga comenzo a ponerse de pie. Una larga cabellera rubia se agito por un instante, pero luego de un parpadeo de Ozda esta cabellera fue remplazada por una de color verde fango.
Una especie de bruma comenzo a consumir la habitación borrando la sangre y los muros, las ventanas y los truenos.
Lo ultimo que devoro la oscuridad fue a aquel infante.
La risa se hizo más fuerte y entonces Ozda levanto su voz:
―¡¿Quién...?!
Durante 20 años jamás había interactuado en una mente ajena. Esto era debido a que él no era mas que un invasor en un lugar ajeno. En los casos mas especiales pudo llegar a ser un invitado, pero mas que eso, siempre era un espectador en las sombras de los cuartos. Siempre expectante a los sucesos y jamás intermediario en ellos.
Pero esta vez el recito una pregunta...
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―¡¡¿QUIÉN ERES?!!
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El niño se dio la vuelta y la oscuridad lo consumió sin que antes contestara la pregunta.
Hubo un corto silencio en aquel lugar, pero sin previo aviso, en el lienzo de lo sombrío la mitad de un rostro infantil se dibujo al exterior de este revelándosele a Ozda.
Seguido a esto una mano emergió desde las sombras extendiéndose hacia delante, precipitándose hacia el suelo. Casi previos momentos antes de que la mano del niño tocase el suelo, Ozda pudo escuchar a todo su ser gritándole que corriese, pero, en un símbolo contradictorio todo su cuerpo se palmo sobre el lugar que se encontraba.
Incapaz de moverse, sus pupilas hicieron todo el trabajo en aquel corto periodo de tiempo que fue el viaje de la palma hacia el suelo. El como cada yema de sus dedos alcanzaba el tacto final.
Justo a cinco centímetros, a solo tres, a solo un centímetro...
A menos de 2 milímetros.
*Ha... ha, ha... ha*
El cuerpo de Ozda reacciono.
*Ha, ha, ha... ha*
Hubo un crujido, en un segundo el suelo se cuarteo y cientos de decenas de grietas avanzaron por todos lados. Desde el suelo hacia muros lejanos, hacia un techo en forma de túnel.
Las grietas como telarañas llenaron el lugar.
*HA, HA, HA, HA, HA*
Ozda se dio a la vuelta y comenzo a correr. Atravesó el largo pasillo con un pie delante de otro, constantemente seguido de un sonido sordo que le perseguía sin reparo alguno.
*¡HA, HA, HA, HA!*
Una simple risotada que se convirtió en una burla.
[¿Por qué corro? ¿Tengo miedo? ¿Qué ocurre? Yo no... ¿Moriré? Yo no puedo morir aquí. Solo soy un invitado. Entonces, ¿Por qué...?]
El gran pasillo oscuro se alargaba hacia delante como las grietas se abrían paso detrás de él formando la silueta de un gran túnel mientras que franjas blancas resonaban a la destrucción de trozos de muros negros. Madera de las puertas, perillas de estas salían volando en una lluvia de escombros que perseguía a Ozda como una tormenta.
Hubo un sentimiento que recorrió su consciencia y su cuerpo. Ese sentir que solo sucede en los sueños mas profundos que poco a poco se convierten en pesadillas. Al correr sentía que sus piernas no daban todo lo que podía dar.
Podía escuchar el piso quebrandose detrás de él. Podía ver como las grietas se expandían por encima suya destruyendo el techo y liberando una amalgama de colores que iban y venían como fusiones de reactores.
Entonces estallo finalmente el suelo y los muros abriéndose paso en un plano blanco revuelto entre viseras de recuerdos abultados en islas fragmentadas.
El aire se le escapo del pecho al instante en que el suelo delante de él se borró en un instante. Su mente se torció, sintió mareos y nauseas.
Ozda estaba de pie en una pequeña franja de piso que se mantenía flotando alrededor de decenas de escombros. Debajo de la una gran ciudad se extendía largamente hacia el cielo mientras que trozos de personas iban y venían de un lado a otro.
Hubo un tremendo silencio pues al momento del cambio de lugares ocurrió como si Ozda fuera expulsado de una nave en el espacio exterior. De un estruendo resonante a un silencio abrupto. Tan solo sus pensamientos hacían ruido en su cabeza
Ozda se había tranquilizado un poco lo que provoco un sobresalto al percatarse que se había olvidado del deterioro. El giro instantáneamente hacia atrás para encontrarse con un camino a medias construir o más bien, medias destruir. Había un espacio entre su pequeño trozo de isla y aquel camino que flotaba hacia una sola dirección.
Una gran oscuridad la cual parecía palpitar a cada segundo que sus ojos la miraban.
Cuando su cuerpo había girado completamente hacia el centro de oscuridad todo parecía tornarse para la vista de Majiro de un tono gris. El silencio que solo era adornado con sus pensamientos finalmente fue interrumpido por un sonido blanco.
No era como algo en específico, era más un cumulo de sonidos que se mezclaban en una misma frecuencia, casi como la estática de un televisor descompuesto o una radio en una estación fantasma.
Ozda comenzo a sentirse extrañamente mal. Sentía sus hombros pesados, su mirada cansada y con muchas ganas de caer hacia un lado. Sus dedos se contraían en puños y sus pies temblaban como sus rodillas.
Sentía frio, pero estaba caliente. Sudaba a mares, pero no sentía nada de calor.
¿Cómo era posible sentirse así en un lugar como este? Era la primera vez que había dejado de ser un solo espectador y había comenzado a ser parte de la consciencia de alguien más. Era como si los recuerdos, emociones y sentimientos de esta persona lo estuvieran infectando como si se tratase de algun tipo de virus mortal.
Sus pupilas se dilataron, sus ojos se secaron y el moqueo en su nariz lo hizo parecer mas enfermo de lo que ya estaba. Su piel se tornó pálida y su postura decaída.
Cada vez le era más difícil respirar o mantener los ojos abiertos.
Su vista ahora estaba en torno hacia esa oscuridad que parecía palpitar cada vez mas en un sonoro y frio sonido que no paraba, que golpeaba su cerebro constantemente.
Para Ozda el sonido se había convertido en algo espantoso he inexplicable que solo pudo pensar en algo mas que su propio fin. Sabia que no estaba soñando, era consciente de donde estaba y que tenia que hacer para salir de ahí, pero, estaba atrapado.
Era como si algo externo lo estuviera anclando a ese momento.
Entonces Ozda comenzo a escucharlo, pasos. Curiosamente sin que el pudiera percatarse de ello, los pasos provenían detrás de él.
El sonido constante se había mezclado con el de su corazón palpitando.
*Lub Dup*
Para entonces Ozda no pudo darse la vuelta.
*LUP DUP*
Escucho el sonido de los pasos precipitándose hacia él.
Incapaz de mirar hacia atrás, congelado en el lugar donde estaba con los hombros bajo y la mirada caída sobre la oscuridad.
*¡LUP DUP!*
El corazón se le estaba a punto de salir del pecho. Fue entonces cuando un dolor extremadamente fuerte comenzo a inundar sus pies, sus tobillos, rodillas y cintura. Este mismo dolor fue lo que le propicio la fuerza suficiente como para poder mover un poco la mirada y darse cuenta de que desde el suelo que tenia debajo de él, grietas se expandían hacia su cuerpo abriéndose paso por cada centímetro de su piel.
Ozda estaba deteriorándose poco a poco.
Y con su mirada en sus pies, con la fuerza que había ganado y que poco a poco se perdia entre los gritos internos de sufrimiento, el pudo girar su cabeza hacia atrás, apenas lo suficiente para que, a través del rabillo de su ojo pudiera divisar algo que lo dejo helado.
*¡LUP DUP, LUP DUP, LUP DUP!*
Ozda parecía estar convulsionando en el lugar, de pie, mirando hacia atrás.
Lo que había visto apenas hace unos segundos, antes de darse la vuelta hacia la oscuridad era un plano blanco repleto de escombros flotantes, pero ahora solo había cuerpos colgando de la nada en un cielo oscuro.
Los cuerpos no tenían cara, solo la soga que se ataba a su cuello y colgaba de la cima.
Y entre ese bosque de cuerpos flotantes, había un niño avanzando en un camino que se construía con cada paso.
Desde lo profundo del abismo el chico ascendía poco a poco hacia Majiro a través de un suelo agrietado y lleno de sangre.
Cuando observo su rostro lo único que pudo ganar fue más terror.
Su alma grito.
Ozda estaba aterrorizado.
[¡CORRE!]
Esto no era una visita.
Era una pesadilla.
[¡CORRE!]
No estaba soñando.
Estaba en medio de una verdadera pesadilla.
[¡CORRE!]
―H-Hah... h-hh-ha...
Arranco la carne pegada al suelo de sus pies y uno de ellos se alzo por delante de otro. Ozda giro su cabeza, su cuello parecía haber crujido tremendamente con ese movimiento y parte de su cintura, el juro sentir como esta se quebraba, pero, por algun milagro pudo salir corriendo.
Detrás de él la oscuridad consumía todo y del mismo abismo en aquel lugar el sonido seco y frio se convirtieron en campanadas que aproximaban destrucción.
Su alma volvió a gritar:
__________________________________________________
[¡CORRE!
__________________________________________________
Con su cuerpo volviéndose pedazos a cada paso que daba mientras que el niño que se alzaba a través de un sendero que se construía con sus pasos Majiro alcanzo aquel camino que lo dirigía hacia el núcleo de oscuridad palpitante, su único camino libre, el único camino que tenía.
*¡HAHAHAHAHAHA!*
La risa detrás de él volvió y estruendos ocasionales comenzaron a estallar alrededor de él.
El tiempo se congelo por un instante, con su cuerpo lleno de grietas y su mirada casi perdida, Ozda extendió su mano hacia delante llegando a un momentum.
Una luz apareció.
Un portal hacia un lugar diferente del cual una mano emergió y de Ozda tiro.
*¡Tic Tac!*
Ozda parpadeo y cayo duramente a un suelo de roca.
―¿―?
Tenia sus codos sobre el suelo junto a sus rodillas. Su cara apuntaba al suelo debajo de él y la confusión lo había atontado lo suficiente como para no percatarse de una sombra por delante de él.
Ni si quiera había podido procesar lo que había ocurrido hace unos momentos cuando una voz capto su atención.
―¿Estas bien?
Sus tímpanos apenas estaban recuperandose del sonido blanco y campanas cuando una voz masculina formo parte de ellos.
Una voz que el parecía haber reconocido.
INTRODUCIR: SPECIALZ
"...pero estos comics son geniales."
Con su mente hecha revuelo el levanto su rostro encontrándose con un grupo de personas delante de él en lo que era una especie de isla flotante en pleno cielo tormentoso.
Un total de ocho enormes sillas colocadas en orden mientras que en ellas unos cuantos de esas personas estaban sentadas mirando hacia él hombre.
―¿Q-Que...?
Ozda apenas pudo murmurar cuando la voz de aquel que lo llamo volvió a hablar una vez más.
―Parece que la pasaste bastante duro allá abajo ―un joven de cabello blanco y ojos verdes como la esmeralda le dirigió la palabra―. ¿Fue difícil?
El extendió su mano hacia Ozda mientras este aun miraba en shock.
―¿Seguro que fue buena idea traerlo aquí? ―pregunto Daigoro quien estaba recargado en el respaldo trasero de su silla.
―Estamos repletos de fisgones... ―comento con desdén En―. Ya no tenemos nada de privacidad ninguno de nosotros ¿O qué?
En estaba sentado en una de las sillas al costado de una flama con silueta humana que miraba desde los seguros al hombre de rodillas.
―Los quirks de estas generaciones son bastante irregulares. ¿Es a esto a lo que se refería con la teoría del juicio final?
―No te dejes guiar por sus palabras Bruce. Esto no es más que una casualidad.
―Pero...
―Además ―un hombre de cabello rojizo camino a través de dos personas, una mujer y un hombre colocándose detrás del joven de cabello blanco―. Este es otro molesto problema que ese chico nos viene a embarrar.
―Kudou-San...
―¿Por qué lo trajiste Yoichi? Entiendes los riesgos que trae esto. Posiblemente este hombre esté relacionado con All For One. No es normal que el contacto con el chico se haya perdido y que de repente alguien aparezca de la nada comenzando a fisgonear lugares donde nadie debería ir.
―¿Tocaste el interior del chico no es así? ―pregunto Hikage―. ¿Cómo funciona tu quirk?
―Demasiadas preguntas. Creo entender parte de lo que trata de decir Kudou así que sería mejor que verifiquemos que tan peligroso podría ser este hombre.
―Shimura-San yo no creo que él sea un peligro ―contesto Yoichi―. Si fuera un peligro quizás Decay...
―Decay nos repudia hasta nosotros primero. Así que dudo que cualquier fuera externa pueda tener un buen contacto con ese quirk ―dijo el hombre de coleta quien estaba sentado en otra de las ocho sillas―. Es por eso por lo que me parece curioso que hayas aguantado lo suficiente hasta que te encontráramos. Usualmente ni si quiera deja los restos ese tipo.
[¿Eh?]
Ozda no tomo la mano de Yoichi, en cambio se puso de pie por mano propia.
―¿Ese tipo? ―fue lo primero que pregunto.
Bruce apunto su dedo índice hacia Ozda.
―Tu quirk es útil. Algo único ya que puedes estar hablando con nosotros. Además, ya estas lo suficientemente grande así que supongo que puedes entender como funcionan los quirks, ¿No? ―Bruce ahora contrajo su dedo índice y con su pulgar apunto abajo―. El tipo de recién que casi te mata no es alguien amable que realmente debas de contactar.
―Opino que seria mejor haberlo dejado que pagara las consecuencias de su arrogancia. Además, ¿Qué este no es parte de esos idiotas que atacaron a Izuku?
―Nosotros no somos de ese modo Daigoro-San ―contesto Yoichi―. Además, sea quien sea... Izuku-Kun no estaria contento de dejar a alguien a su suerte.
―¿Izuku-Kun? ¿El tipo de allá abajo? ¿Quirks? ―Ozda se abrumo―. U-Un segundo... ¿Quiénes...?
―No te hagas el tonto ―soltó en alarido Daigoro―. ¿Reconoces al tipo de ese lugar?
Dijo apuntando a la flama con silueta humana.
Ozda miro por encima de los hombros de Yoichi hacia donde la flama yacia. La observo por unos breves instantes y algo vino a su memoria.
"Un poder heredado de generación en generación.
Sus ojos se abrieron en grande como dos pares de ventanas de una casa abandonada.
"Hasta ahora un total de 8 personas, 9 contando contigo han tomado este poder."
No le tomo mas de uno segundos entrelazar información hasta poder llegar a una conclusión rápida. Una de la cual no pudo decir pues aún seguía algo conmocionado por lo ocurrido. Su cuerpo y su mente seguían escapando del terror viviendo que aun residía en su cuerpo.
―E-Este sitio... ―Ozda comenzo a mirar alrededor suyo observando cada detalle―. Ustedes...
Su mirada termino sobre Yoichi.
―Tenemos mucho que hablar. Por ahora sería mejor presentarnos ―nuevamente Yoichi extendió su mano hacia el hombre ignorando el disgusto de Kudou―. Mi nombre es Shigaraki Yoichi y este lugar es...
Con un cumulo de luces a través de una tormenta purpura en cielos cubiertos, la singularidad de contactos ocurre y muy dentro de su corazón transcurre un juicio de nueva cuenta.
Sus manos se entrelazan y Yoichi pronuncia:
[El One For All.]
...
[Un día de hace 11 años vuelve a ser rememorado, pero etas vez desde la perspectiva de la verdad. Un recuerdo perdido entre los fragmentos de una mente destrozada. De un niño que se convirtió en aquel que ríe... de un niño demonio.]
Próximo capitulo: El quirk de la devastación.
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