12.HEX
[Por ahora usa esto.]
Sobre su cabeza cayo una capa de cuerpo entero.
Oscura, llena de mugre y con algunos puntos de cocida salidos. Se podía notar a leguas lo viejo que era, y para nada el olor era agradable. Izuku llegaba a distinguir un toque de alcohol y tierra hundiéndose con el fino hedor de su traje de héroe.
Sentía que el mismo se estaba volviendo uno con la tierra.
―Debería de ser suficiente con eso ―dijo la voz gruesa de Kuroiwa.
Por su lado, Kuroiwa había retrocedido dos pasos dejando a izuku al frente suya mientras que se colocaba al costado de Miruko.
―Que gran plan ―entono Rumi―. ¿No seria mejor si pateamos el trasero de todos y entramos por la fuerza?
―Buscamos información, no una guerra civil ―respondió―. Además, como dije antes. Ese sitio es demasiado peligroso para hacer un ataque de frente. Y si por alguna razón tuviéramos la suficiente suerte para poder si quiera llegar a la esquina al final del callejón, créeme que en aquel edificio hay decenas de personas dispuestas a arruinarle la vida a cualquiera que altere el ambiente.
―Hmm... no me convence en lo absoluto.
―Se lo que piensas, y claro que me gustaría ir de una pero lamentablemente tu estatus y tu apariencia resaltarían mucho y para mi pues... ―Kuroiwa observo la capa de viaje de Izuku―. Esa era mi entrada. Si voy con mi gabardina y mi cubierta de rostro me reconocerían. Ya causé muchos problemas allá adentro por lo cual tenemos que buscar una forma de entrar tú y yo muy por encima de la del chico.
―Entonces déjame ver si entiendo bien. El plan consiste en dejar que el mocoso entre solo en un callejón lleno de criminales de todo tipo, capaces de causarle problema al número dos de Japón y que quizás, en cuanto se den cuenta de que hay un problema se arme un alboroto mientras que nosotros buscamos otra manera de entrar.
―Si esas orejas fueran fáciles de ocultar...
―¡¡¿Qué?!!
―Bien chico. Escucha bien.
Izuku levanto el rostro encontrando su mirada con la del hombre.
―No dejes tu mascara por nada. Con esa capa y tu mascara das el perfil suficiente de un criminal para poder entrar de una en ese lugar.
Izuku no supo si sentirse halagado o atacado. Era bien sabido por el que quizás su traje no daba la mejor impresión de un héroe pero tampoco era para tanto. Hay muchos héroes que usan mascara, «¿Qué de diferencia tenia el con los otros?» nada en lo especial, él pensaba.
Pero al parecer estaba equivocado.
―No bajes la mirada, no te distraigas y muy importante siempre avanza hacia delante, no mires atrás. Ellos buscan una señal fuera de lo común. Debilidad. Algún tono fuera del negro y gris que los haga actuar. Si caminas rápido y vas a donde tienes que ir sin mirar a nadie... supongo que estarás bien.
―¿S-supongo...? ―pregunto con inquietud.
―Y si en el caso de que algo saliera mal... ―Kuroiwa dirigió su atención a Miruko―. ¿Ella te esta enseñando no? supongamos que puedes brincar lo suficientemente alto como ella.
―¿¡Me estas llamando cobarde?!
―No.
A partir de ese momento izuku no estaba completamente seguro de lo que estaba por hacer ni en lo que se iba a meter. Tampoco creía que lo que estaba haciendo fuera aceptado por All Might o por la regulación de la comisión de seguridad pública. Sentía que estaba haciendo algo mal, casi dando la impresión de que pensaba que Miruko y Kuroiwa eran una mala influencia.
Los típicos chicos problemas que arrastran a todos hacia el embrollo.
Aun así, tenia que hacerlo. Se lo dijo para si mismo una y otra vez repitiéndolo en su cabeza hasta creérselo.
Pues sabia a plenitud que esto era necesario para poder entender mas sobre aquel hombre llamado All For One.
Por que si era cierto, si de verdad ese hombre estaba vivo e iba tras él, tras Tenko y All Might, posiblemente todos los demás sean implicados en eso y puedan salir heridos.
Y él no quería nada de eso.
Pero por otra parte...
Las cosas no darían un buen giro ese día.
―Una ultima cosa... ―dijo Kuroiwa―. Busca a un hombre, su nombre es...
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CAPITULO 12
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Las voces mezclándose unas con otras. Los golpes secos sobre las mesas y los botes de alcohol cayendo en la barra tan larga que alcanza los 6 metros de ancho. Gotas de bebidas que se derraman de las bocas de los borrachos y una gran nube de vapor que se forma en el techo deteriorado por el tiempo.
Los cigarrillos caen como colilla o son simplemente dejados sobre los vasos. Las cenizas caen de entre los dedos o de la barba de algunos.
La música estallaba en un beat mientras que las luces de los faroles del techo brillaban en diferentes colores y tonalidades.
Era un bar en toda regla.
Fue no apenas hace dos segundos que izuku dio un paso que sintió el hedor atravesar incluso el filtro en su mascara.
Le seco la garganta en un instante. Tanto así que se le hizo difícil respirar por un segundo, lo suficiente para que sus pulmones se acostumbraran al tipo de oxigeno que se respiraba allí adentro.
Ciertamente era extraño un lugar así para él, y era lo mas normal del mundo ya que la idea de que un chico de quince años se encuentre en bar de mala muerte es completamente reacia. Aun así, izuku estaba intrigado. Cada aspecto del lugar le parecía «¿Interesante?» no, no podría describir el humo de cigarro, el alcohol y ese polvo blanco en las mesas como algo interesante.
Quizás no sepa mucho de cosas de adolescentes o de sí mismo pero no es tonto. Quizás ignore algunos aspectos de las cosas externas pero a final de cuentas el era un chico inteligente y perspicaz.
Ese lugar no era bueno para él.
Incluso oculto bajo esa mascara, a veces sentía un cumulo de miradas perpetrantés de las personas adentrarse en los orificios oscuros en su mascara. Y aunque el estuviera seguro de que era caso imposible que supieran que él los estaba viendo, seguía teniendo la sensación de que lo sabían.
En ese lugar había algunas mesas redondas recluidas dentro de pequeños cuartos justo al lado de los muros del bar. En estos cuartos «Privados» las personas bebían y disfrutaban de la música mientras charlaban entre ellos.
Justo izuku juraría que en una de esas mesas, junto a la cortina que cerraba el pequeño cuarto vislumbro una sombra que parecía adentrarse en la cabeza enorme de un hombre de aspecto horrible. Podría decir que era un monstruo de sus pesadillas pero sería bastante grosero.
El decidió apartar la mirada y seguir su camino.
Una enorme barra que se extendía por lo largo estaba sirviendo tragos un bar tender, aunque «¿Debería llamarlo así?» el tipo de persona que hacen esto en estos tipos de lugares tendrían otro nombre.
«¿Estaba siendo grosero?» se preguntó.
Daba igual honestamente. El lugar en el que estaba era todo menos amable. Que se preocupara de esa forma por sus pensamientos estaba yendo en contra de lo que le advirtió Kuroiwa.
No podía distraerse ni con sus propios pensamientos.
*GONG*
Un sonido agudo. Era el golpeteo de un mazo contra un metal, una campana.
Gritos de furor estallaron a lo lejos, pero lo suficientemente cerca para que izuku notara como varias de las personas en la barra comenzaran a apartarse caminando hacia una gran puerta doble la cual se entre abrió hasta que finalmente las puertas chocaron con el muro y un mar de gente comenzo a entrar, saliendo de la zona de recepción.
Incluido las personas en las mesas.
El show estaba por comenzar.
Un fuerte viento empujo la puerta de entrada y por las ventanas superiores casi al nivel del techo entro un vendaval que arrojo unos centímetros hacia atrás la capa de izuku.
Sintió un latido que lo estremeció.
―¿Te sirvo algo?
Una voz femenil detrás de izuku advirtió su atención.
―¿Ah? ―el se dio la vuelta―. Disculpa...
Una mujer adulta, de cabello suelto con ropa desgastada pero firme a su pecho.
―¿Esa mascara te tapa los oídos? JA, ahora que lo veo no creo que puedas tomar nada ―Ella había notado su mascara. Se dio la vuelta y tomo un vaso de vidrio llevándolo hacia la pequeña tarja de metal que estaba entre los muebles de bebidas alcohólicas―. ¿Eres nuevo por aquí cierto? No cualquiera se quedaría aquí al escuchar la campana. O quizás...
Miro de reojo a izuku, admirando la mascara y la vestimenta que portaba.
―No deberías de husmear tanto en un lugar tan peligroso fingiendo ser nadie.
―¿Cómo?
―Las cosas se van a poner difíciles si alguien se entera que no eres un matón, ¿Sabes? ―ella dejo el vaso despues de una pequeña enjuagada. Este término en un pequeño laminado donde se secaría, esperando portar una nueva bebida―. Muchos de los de por aquí portan mascaras y trajes de todo tipo pero, ninguno se muestra tan limpio como el tuyo. Lo que me hace pensar dos cosas. Una de ellas es el hecho de que eres nuevo en la ciudad y alguien te hablo de aquí o la segunda opción la cual menos deseo que sea y la que menos que creo que pueda optar...
Una mirada filosa, ojos ardientes y sus palmas desnudas sobre la barra mientras que las luces de las lámparas de la barra parecían querer apagarse.
[Aquí no es un lugar para jugar a ser un héroe.]
Izuku se quedo pasmado por un segundo. Su voz tartamudeo pero se logro escuchar perfectamente el eco de su susurro.
―¿Cómo lo se? Es mi trabajo. Como puedes ver, quizás otros no se den cuenta por lo alcoholizados que están o drogados que se encuentran, pero yo estoy limpia. Lo suficiente para captar muchas cosas y escuchar los chisporroteos de colegialas drogadictas ―nuevamente las luces parpadearon y las uñas de la mujer parecieron rechinar.
*ZZZZZzzzzz*
Las esferas verdosas se encendieron a través de la máscara.
―Una vez más te pregunto, ¿Qué es lo que vas a ordenar?
Desde que izuku había entrado al callejón, pequeños chispazos eléctricos azotaban detrás de su cabeza, haciéndolo girarse y mirar a los lados. Pero cuando entro al bar, la sensación se desvaneció por un segundo hasta que esta mujer le dirigió la palabra.
No sabia como describir esta sensación más que... peligro.
«¿Ella lo había descubierto?» sus ojos miraron ese rostro inquisidor. Con severidad miro a través de su oscuro manto, los ojos verdosos que entornados estaban sobre ella.
Por un segundo, izuku sintió algo caer en su costado... como un aviso.
Pero...
―¡Ey! ―exclamo una voz detrás del chico―. ¿Cuánto tiempo más vas a perder?
―¿Eh? ―izuku se dio la vuelta para encontrarse un hombre gordo, con largo bigote en mostacho que le sostuvo el hombro. Al momento de hacerlo dejo de sentir la presión del peligro inminente.
―La lucha va a comenzar, tu eres el primero que se va a enfrentar.
―¿Eh...?
―Señor Hex, un placer verlo por aquí ―con una sencilla inclinación, la mujer mostro respeto al gran hombre.
―Mujer ―de reojo la saludo y este se aparto llevando a izuku consigo mismo.
Izuku no comprendía que estaba pasando. Dejo fluir la situación según su confusión se lo permitía. Y justo antes de cruzar las enormes puertas dobles, miro hacia atrás, por el rabillo de su ojo.
Observo a la mujer de ojos ardientes, ella aun no dejaba de mirarlo fijamente.
INTRODUCIR: PLAYGROUND-BEA MILLER
Izuku por un momento volvió a sentir esa sensación de peligro.
Pero no fue hasta que comenzaron a bajar unas escaleras las cuales parecían llevarte al mismo infierno.
Enormes y numerosas, parecía que estaba bajando piso tras piso, larga distancia mucho mas de lo que izuku pensaba que un hombre de la contextura como la de él podría aguantar.
Entonces comenzo a escuchar una voz, una narración.
»¡Celebrando este nuevo encuentro de la semana! Por favor disfrutemos los encuentros de este día. A todos los reunidos aquí les doy una enorme bienvenida.
Era como escuchar a Mic-Sensei narrar cualquier tipo de evento pero este, esta voz se sentía más fría pero a la vez emocionada.
No sabia como describirla mas que la idea de que la emoción de que algo estaba por venir se vertió en el vaso interior de izuku.
Los rugidos de varias personas en forma de celebración estallaron. Fue ahí donde izuku por fin bajo hasta lo que parecía ser un sótano, iluminado por luces celestes las cuales creaban un camino entre la estela de humo creado por distintas sustancias que en su vida había proveído.
Un mar de gente tras el marco sin puerta. Un suelo lleno de humedad y sangre. Delante de izuku se extendía un enorme cuarto que daba la impresión a ser un pequeño estadio bajo tierra.
Mas de 50 metros cuadrados lleno de gente y justo en el medio, un hoyo que descendía un par de metros mas donde las peleas más sangrientas se llevarían a cabo.
Un lugar infestado de violencia y salvajismo donde la baba nacía de los gritos de los depravados que izuku tenía a su alrededor, rodeándolo.
―La comisión de seguridad publica no es muy lista, ¿Verdad muchachito? ―la voz de Hex había silenciado por un momento los gritos en los oídos de izuku.
El chico solo presto atención a las palabras del hombre.
―¿Pareces asustado? O claro, eso diría si pudiera ver tu rostro. Pero lamentablemente no creo que sea buena opción. ¿No lo crees así...?
El se acercó a su oído.
[Laughing Boy...]
Izuku sacudió su brazo hacia el hombre pero este se lo detuvo... con gran fuerza. De la muñeca este le sostuvo y con un gesto burlesco miro al niño.
―Años desde que comenzamos este negocio, años desde que la vida en estas calles se lleno de miseria para personas como nosotros. Tan solo mira a tu alrededor... ―Hex guio con su mirada la de izuku. Mostrándole a cada tipo de persona que le rodeaba. Distintas mutaciones, distintos semblantes y quirks llenos de misterio.
«¿Por qué ellos estaban ahí?»
―Muchas preguntas pero al final pocas respuestas. Solo somos una minoría para la sociedad que al ya no poder encontrar una manera sana de sobrevivir terminamos en el hoyo mas profundo de la humanidad. Monstruos tachados de simples sombras entre ellos. ¿Lo puedes entender? No, claro que lo entiendes pero eres del tipo que le ataron las manos y el cuello... una mascota que se oculta tras una mascara de deseos externos a las de él mismo.
Izuku estaba frunciendo el ceño.
El plan había salido completamente mal, absolutamente mal. «¿Cómo carajos el sabia quien era?» no entendía que estaba pasando.
―Nos llaman malditos por nacer diferentes pero no creo que estemos malditos... simplemente es como un maleficio, nuestro mundo es eso. Un conjunto de diferentes brebajes, remedios, formulas y acciones de magia o hechicería que se dan, se dicen que realizan un daño. Así es como son las personas como nosotros... ―el soltó la muñeca de izuku y este dio un paso adelante del chico obligándolo a detenerse―. ¡Somos un Hex en la sociedad!
La risa estridente estallo con los gritos y choques de copas y metales por todos lados.
Izuku miro a todo su alrededor, cubierto por ese manto, por la máscara. Su corazón era lo único que estaba oculto tras esa mascara pues si el hombre pudiera ver el rostro del chico sabría que estaba hundiéndose en el terror, inquietud y desesperación.
«¿Acaso todos sabían de él?»
―Y tu... ―él se volvió a acercar hacia el muchacho―. Eres el mayor exponencial de ese maleficio en la sociedad actual. Así que permítenos ver la magia del chico tras la máscara... muéstranos tus hermosas manos.
»¡LA PRIMERA PELEA DE ESTA NOCHE!
El grito del presentador alerto a izuku.
»¡LA BESTIA MAS FILOSA DE TODAS Y GANADORA DE LOS ULTIMOS DOS AÑOS!
*¡¡ZZZZZzzzzz!!*
El dolor en su cabeza se intensifico. Un camino entre el mar de gente se abrió permitiéndole al chico observar aquello que marchaba retumbando el suelo hasta quedar al filo del enorme hoyo de lucha.
»¡SCALEMAIL!
Mas de dos metros de puro musculo. Piel oscura y rostro deformado cubierto por vendas que caían como volantes en un vestido. La parte inferior de su cuerpo solo tenia una escarcela que le cubría la entrepierna y parte de las piernas. Todo su torso y pecho estaba desnudo.
Un rugido proveniente del grito de guerra.
*¡THOOOOM!*
El brinco al hoyo y los gritos tras el estruendo de la caída fueron dirigidos hacia la siguiente presentación.
»¡DEL OTRO LADO TENEMOS A LA RISA MAS BURLESCA DE TODAS! ¡EL DEMONIO DE MUSUTAFU!
Los ojos de izuku se abrieron. Las cuencas oscuras de su mascara se iluminaron y los destellos de energía le rodearon.
Su cabeza de verdad estaba a punto de estallar.
»¡¡LAUGHING BOY!!
Esto definitivamente era una trampa. Alguien les había traicionado.
Alguien que definitivamente tenia contra la espada y la pared a Midoriya Izuku, a Miruko.
*¡SLASHHH!!!*
La sangre goteo de su oreja lacerada.
Cayo sobre el suelo del techo y el filo que la corto cayo justo al costado del hombre que se preparaba para el siguiente ataque.
Miruko quien su cabello blanco se mancho de un rojo carmesí parecía fuera de si.
Estaba furiosa y no solo eso, sorprendida también pues no esperaba que las cosas se desarrollaran de esa manera y mucho menos que el tipo delante de ella fuera nada mas y nada menos que KnuckleDuster quien sostenga el cuchillo de combate.
Había muchos cosas que quería decirle en ese momento pero, solamente pudo preguntar una cosa.
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[¿Por qué?]
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Kuroiwa, KnuckleDuster... como sea que el quisiese llamar no respondió. El inclino su cuchillo hacia delante y tomo una postura de combate. Miruko por su parte dejo de lado las preguntas, no sin antes pensar en el chico que seguramente estaría en la misma situación que él.
Lo único que pudo hacer es desearle suerte.
...
[Cuchillas como escamas cortan todo a su paso. El manto oscuro desaparece y las grietas en el traje de héroe se dibujan. Su mascara aun cubre su rostro y corazón, sin embargo su identidad es bien sabida. Midoriya Izuku libra una lucha a la par que Miruko.]
Proximo capitulo: Descontrol situacional.
...
Psd: No hubo capítulos las anteriores dos semanas debido a año nuevo y navidad pero con este capitulo regresamos a la puntualidad semanal.
Feliz inicio de año para todos.
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