32.HASTA LUEGO, OSAKA.

INTRODUCIR: RUSHING - YUTAKA YAMADA

El espacio se distorsiona.

La realidad se deforma.

No hay luz, solo oscuridad.

No hay viento, no hay calidez.

Los cuerpos crujen como pestes a la orilla del mar.

Apestan como carne de carroñero.

Sus globos oculares se fuerzan.

Las sombras se hablen como neblina y a través de este espacio disforme todas las estructuras parecen ser solo una ilusión acumulada.

Un enorme pasillo aparece, luces tenues de color purpura se expanden a los costados y grandes contenedores de cristales se alzan.

Burbujas gorgotean dentro de estos contenedores y la carne flotante dentro de ellos cruje.

*¡CLAP!*

Los cristales son golpeados con manos amorfas de tonos oscuros.

Rostros antinaturales reflejados en el cristal y lamentos hundidos bajo linfa.

Un casi infinito camino de cuerpos de prueba que se extienden hacia delante donde cada cierto numero de contenedores se expanden habitaciones que brillan en luces celestes.

Gritos casi son ahogados, y suplicas desaparecen a la distancia.

El primer paso es dado.

[¿...?]

El segundo paso es dado.

[¿Este lugar...?]

Dos hombres acaban de cruzar el umbral.

Dentro de la oscuridad, uno encima de otro.

Sus cuerpos se unen y en un vórtice de luces parece que la imagen de ambos se une, se deforma y se transforma.

Ambos se separan.

Espalda con espalda.

Miran hacia delante, miran hacia atrás.

Sus miradas se conectan.

Están de frente.

El tercer paso es dado, un hombre en medio ha llegado.

Un cabellera blanca, una cabellera carmesí y una cabellera azul.

La piel de uno brillaba, la piel de los demás no.

Los tres se miraron con constancia y pronto la neblina en su cabeza se disipo.

Ellos reaccionaron cuando el remolino detrás de ellos se disipo.

[¿Quiénes...?]

*CHIIIIIR*

Un sonido chirriante hizo que los tímpanos de los tres dolieran.

Todo se oscureció y como si alguien encendiera la luz en un cuarto oscuro, la triada de hombres se giro hacia el centro del pilar de luz que descendia del cielo.

Un trono, un hombre sentado en este.

Tan solo la luz que llovía sobre él iluminaba de su pecho hacia sus piernas ocultando su rostro.

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[Sean bienvenidos.]

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Una ola de viento se extendió desde su voz.

Un frio tan gelido que parecía que el planeta tierra había perdido su sol.

Cada uno se sintió al otro extremo del universo.

Estáticos y sin fuerzas.

Sus pupilas luchaban por desencadenarse de la silueta de aquel hombre.

Sus corazones agitados estaban y sus pulmones estaban trabajando de forma agresiva.

Sudaban como cerdos y les faltaba el aire al igual que sentían una sed infernal.

Para ellos cada momento era una distorsión de sus realidades. Era como si estuvieran soñando y de un momento a otro el sueño cambiara y toda la estructura de su comprensión fuera afectada. De este modo, cada uno de los tres presentes parecía totalmente confundido.

[¿Dónde... estamos?]

En unisonó el pensamiento viajo hasta la cabeza de aquel hombre sentado sobre el trono.

Su pierna derecha subió a su izquierda y su mentón recayó sobre el dorsal de su mano, sobre su brazo recargado en el respaldo de la silla.

―Kazuya Nakai

*¡PLAF!*

Sin poder oponerse, las rodillas del hombre de tez azulada brillante cayo hacia el suelo. Uso su mano derecha como apoyo mientras su cabeza parecía apuntar hacia abajo.

―Rikiya Koyama.

Su rodilla derecha sobre el suelo, su brazo izquierdo sobre su pecho.

El temor aumento.

―Y, por último ―levanto su dedo índice y a través de la oscuridad hacia la luz apunto al último hombre de la cabellera blanca―. Yoshio Inue

*¡PLAAAM!*

Los tres estaban de rodillas mirando hacia el suelo sin fuerzas para poder oponerse.

La habitación se ilumino casi al completo con un tono purpura.

Ellos estaban en una habitación rodeada de contenedores de cristal, llenos de cuerpos disformes y antinaturales quienes, a pesar de sus deformidades en los rostros, usaban sus ojos brillantes para verlos.

El trono de aquel hombre en la oscuridad había quedado y en un segundo, un brillo carmesí apareció poco a poco.

Eran dos esferas rojas que miraban a los tres arrodillados.

Quejidos salían de la garganta de ellos como si intentaran objetar.

De esto, el hombre del trono se percató.

Con tan solo un ademan de su boca permitió que el cuerpo de uno se levantara de golpe como si una fuerza invisible lo estuviera usando como un muñeco de juguete. Apresado por la nada y con un sentimiento siniestro recorriendo su cuerpo.

Al costado de aquel hombre una opaca luz se arremolinaba. Poco a poco una niebla tomo forma y esta en la silueta de un hombre se transmuto.

―Mi señor, he traído a todos y cada uno de los que solicito.

El interés de los reunidos se incrementó notoriamente.

Unos se pusieron en tensión, otros se rebulleron inquietos en el lugar donde estaban, y los dos que estaban aun de rodillas se miraron entre sí.

―Fue más rápido de lo que esperaba ―dijo el hombre del trono― Buen trabajo, Kurogiri.

Sus ojos rojos se clavaron en los de aquel hombre de tez azulada, con tal vehemencia que sentía como si su vida fuera abrasada con una ferocidad inexplicable.

No obstante, Kazuya le sostuvo la mirada sin perder la poca calma que le quedaba y, pasados unos instantes, la boca sin rostro de aquel hombre en la oscuridad hablo.

―Bien. Muy bien. Me alegro que todos ustedes estén aquí. Incluido tu ―dijo apuntando a Kazuya―. Puede que sea un monstruo, pero soy alguien muy apegado a mi patria y tener a alguien con tus capacidades colocando una bomba me causa algunos conflictos. Flect Turn.

Tras terminar de hablar soltó una risa espasmódica y los presentes simplemente parecían seguir atrapados en esa pesadilla.

―Eres bastante inteligente. Tienes un gran objetivo, tienes ambición. Pero, desde mi punto de vista solo eres un putrefacto pedazo de basura. Careces de la cualidad mas importante para lograr algo ―con su dedo apuntando aun este se contrajo y su mano entera formo un puño ascendente―. Poder.

Esa fuerza invisible que estaba aprisionando a Kazuya parecía que comenzaba a comprimirlo mas y mas provocando que sus huesos crujieran, sus carnes rugieran y su alma gritara.

Estaba siendo asfixiado.

―Yo puedo ser el pequeño cambio en tus planes. Puedo convertirme en un comodín para tus ambiciones. No esperes que comparta el mismo resultado, pero, ojo por ojo, diente por diente... Favor por favor ―devolviendo su brazo hacia la oscuridad sus ojos se movieron de un lado a otro hasta que el cuerpo de Rikiya fue alzado a la misma altura que el de Kazuya.

―Favores mas favores pagan agradecimiento. He sido benevolente, he sido agraciado. Camino por el sendero de la ambición y hago lo que quiero, pero jamás he sido un desagradecido. Honesto y sin mentiras. Concordamos que ustedes dos son carentes de estas virtudes ―dijo el hombre sin mudar el tono serio y sereno, sin apartar la vista del cuerpo que ascendía―. ¿No les parece algo bueno que me haya fijado en ustedes?

El tercer cuerpo se levantó.

[Tu...]

Al fin los tres hombres estaban de pie frente a aquel hombre que se levantó del trono.

―Yoshio Inue. El doctor me había mencionado algo sobre ti... ―prosiguió y escudriño los tensos semblantes de los presentes―. Manipulación de clima. La capacidad de producir lluvias, relámpagos y fuertes vientos. Es un quirk muy impresionante para alguien de tu calibre. Lamentablemente por lo que puedo ver, desde adentro hacia afuera te estas muriendo.

*Tap*

El temblor en los cuerpos de los tres aumento cuando este dio un paso.

―Rikiya Koyama, ¿O debería llamarte Wolfram? ―con una risa metódica el hombre sustituyo su tono serio por uno mas casual―. Avaricioso y manipulador capaz de aplastar cualquier cosa o persona para obtener lo que deseas. En ese aspecto supongo que tu y yo somos algo parecidos, pero de nuevo, siempre carecen de lo importante...

Paso tras paso la oscuridad le seguía.

Su sombra desaparecía y las luces jugaban de un lado a otro hasta que delante de Kazuya algo parecía brillar.

Dos ojos rojos en medio de la oscuridad a solo dos pasos de él.

[Poder.]

Había una barrera, una invisible que parecía estar en medio del camino.

―Dichoso quirk. La capacidad de reflejar... Bueno, eso es la descripción sencilla, pero si eres un gran coleccionista como yo te podrás percatar que la verdadera naturaleza de este poder yace en la versatilidad de absorber energía y devolverla en la dirección opuesta ―las caras de los reunidos reflejaron sorpresa; era como si acabara de presentar a cada uno de ellos sin que estos mismos lo conocieran―. Un quirk que seria sumamente explosivo en mis manos.

*Pat*

Sobre el aire su mano se detuvo a tan solo treinta centímetros del rostro de Kazuya.

Flect Turn levanto la cabeza. Tenia los ojos hundidos y con ojeras, y el resplandor de los contenedores de cristal daba un tono purpura y aspecto céreo a su cutis.

Cuando hablo, lo hizo en voz ronca.

―¡¿Q-Quien eres...?!

Todo se oscureció.

Una sonrisa apareció en su rostro y la mano que se había detenido por fin destrozo la barrera alcanzando el rostro de Flect.

[Yo...]

El temblor en su mirada no se detuvo y la oscuridad que lo consumía tampoco lo hizo.

Kazuya vio su rostro.

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[Soy el rey de los demonios.]

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Un grito desgarrador y ante los ojos de los otros dos solo vieron masacre pura.

Lo que vieron ese día no era un hombre tomando a otro. Era un monstruo devorando a un ser vivo.

Ese no podría ser un humano.



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CAPITULO 32.

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[El día paso muy rápido.]

El amanecer había llegado nuevamente.

Un sol que nace en los horizontes y desvanece la oscuridad con su presencia.

Como un reloj que avanza simultáneamente el cielo se torna azul y brillante.

[Dos días despues de que desperté finalmente le conté a All Might todo lo ocurrido. Cada detalle, cada cosa que paso desde que llegue a esta ciudad. Le hable a cerca de Six, le hable sobre Hex, sobre el callejon, sobre todo. Lamentablemente confirmamos la teoría que el venia considerando desde hace tiempo... All For One estaba vivo.]

Cuando Toshinori escuchaba cada palabra de Izuku parecía cada vez mas afectado por la situación. Cubriendo su boca con su puño, pensando y pensando infinitamente.

Estaba frustrado.

Sentía que su trabajo de toda la vida había sido derrumbado. La presión, la represión en su pecho acerca de aquel hombre.

Todo su esfuerzo y todo lo que tuvo que sacrificar.

Aun cuando sabía que podría existir la posibilidad de que All For One siguiera vivo, muy en su interior deseaba que no fuera cierto.

Pero la triste realidad vino como un golpe frio.

[También le hable sobre los vestigios. Hikage Shinomori, el hombre que apareció dentro de mi cabeza cuando Hex me tenía dominado. El cuarto sucesor y poseedor del sensor de peligro. Y que gracias a él pude luchar más y más. También de como vi las otras sombras de los demás sucesores y observé por un momento el rostro de quien creemos, es el primer portador del One For All.]

Los temas que tocaron esa mañana variaron.

Cada cosa de la cual hablaban conectaba con otro lugar, tiempo y momento. Todo acerca de los sucesores termino por asombrar a Toshinori ya que en su estadía con el joven Shimura, algo había sucedido.

All Might pensó que todo lo que ocurrió en Osaka hace una semana fue lo que desato ese suceso.

Toshinori creyó que la mejor forma de resolver esto seria teniendo de vuelta una platica con los shimura, con tenko y su padre. También, creyó conveniente agregar a alguien más, a alguien quien era bastante cercano a la mujer quien le heredo su poder.

Gran Torino.

Yagi le explico que tipo de hombre era, como actuaba y en qué cosas parecía pensar.

Al principio Izuku pensó que era un anciano algo extravagante pero cada que escuchaba mas de este, mas ganas tenia de conocerlo.

Quizás, de algun modo todo este tiempo este gran rompecabezas que comenzo con Izuku pudiera comenzar a unirse poco a poco con la ayuda de las personas a su alrededor.

Personas que tienen un pasado que conecta con el One For All y All For One.

[Y de este modo, fue que llegamos justo aquí...]

Esa misma mañana All Might había decidido volver a Musutafu. Tenía cosas que arreglar en la academia, pero le prometió a Izuku que volvería el jueves por la tarde para llevarlo de vuelta a la ciudad. Por ahora lo que tenia que hacer izuku era recuperarse completamente.

Y de esta forma, delante del chico hay dos personas. Una sentada sobre un banco a un costado de la camilla y otro mas de pie al frente suya.

Kuroiwa y Kazuho.

Kazuho estaba sobre el banco sentada, recostada sobre la camilla a los pies de Izuku mirándolo por un costado. Kuroiwa estaba delante del chico en los barandales de la camilla mirándolo fijamente.

Durante un buen rato Izuku ahora era quien escuchaba un relato.

Kazuho y Kuroiwa habían ido a visitarlo, para poder hablar con él y una cosa llevo a la otra dejando como resultado que ambos le contasen al chico cada detalle que ocurrió hace cuatro años en esta ciudad.

Cuando The Crawler aún estaba aquí.

―Koichi Haimawari...

―No era la primera vez que Six ataco esta ciudad. La primera vez fue hace cuatro años. Antes de que Koichi tuviera que irse de Japón ―respondió Kuroiwa.

―Six, Rokuro... cada nombre que uso acorde a la necesidad nos engaño a todos ―dijo Kazuho.

―Por lo que tengo entendido hubo muchos involucrados. All Might, Endeavor, Best Jeanist, Eraser Head entre otros, pero, ustedes fueron los más afectados, ¿Por qué?

―Un conjunto de casualidades. Quizás comenzo en parte por mí, desde que robaron mi quirk. De ahí las cosas fueron conectándose poco a poco hasta que llegaron a mi familia, con mi hija. Fui yo quien termino metiendo a Koichi en esto y por ende todos comenzaron a inmiscuirse.

―¿Inmiscuirse? Qué manera más grosera de decirlo. Si no fuera por nosotros no hubiera salido bien parado.

―Tranquila niña, no lo digo con esta intención. A lo que voy es que cada uno de los momentos cruciales, las cosas se han movido como piezas en un tablero de ajedrez. Todo por ese hombre del que tu hablas. All For One.

―Si...

Kazuho sacudió su cabeza entre sus brazos sobre las sábanas.

―Entonces ese tipo vino tras de ti, ¿Usando el cuerpo de Rokuro como un medio para ello? ―pregunto la peli rosada.

Izuku asintió.

―Creo entender ese sentimiento, incluso decir que corrí con la mala suerte de ser victima de eso. Sin embargo, en mi caso fue por mano propia.

―Pero, Kuroiwa-San, cuando All For One robo tu quirk ¿Hace cuánto tiempo fue?

Kuroiwa tomo su mentón y comenzo a pensar.

―A ver, hace cuatro años ocurrió lo de six con Koichi, cinco años antes de eso mi quirk fue robado. Y es aquí donde volvemos a lo que te digo, todo esta conectado. Cuando aún era un héroe, antes de que mi quirk fuera robado tuve un encuentro en un salón de luchas. Hubo alguien que tenia un quirk curioso, uno tan parecido al que usaba Six en su pelea.

―High End... ―murmuro Izuku.

―¿Cómo dices? ―pregunto Kuroiwa.

―N-Nada, solo... Nada.

―Bueno. Regresando a lo anterior. Lo curioso de ese caso fue que durante nuestra pelea varias personas resultaron envenenadas con una droga que provoco que sus quirks comenzaran a alocarse.

―Trigger ―agrego Kazuho.

―¿La droga americana? ―inquirió Izuku.

―No realmente la americana, pero sí. Pasado de esto los quirks de las personas dentro del salón de luchas comenzaron a ser robadas y si no fuera porque yo estaba ahí, el de tu amiga Miruko también hubiera sido robado.

Izuku se sorprendió.

―¿Entonces es de ahí donde se conocen?

―Si. Rumi Usagiyama metió la cola por completo en aquellos días cuando solo era una estudiante de la escuela... ¡Hggnh...!

―¿Viejo?

―¿Kuroiwa-San?

El hombre decayó sobre el barandal de la camilla.

―Creo que es mejor que tome asiento ―sentándose a los pies de izuku este toco su costado―. La herida aun no sana por completo.

Vendado de su costado y con un parche en su ojo izquierdo el hombre suspiro algo cansado.

―¿Quieres el banco? ―pregunto Kazuho.

―No, no. Tu no puedes caminar, yo sí.

Kazuho tenia la pierna vendada y usaba una muleta para no ponerle mucho peso a su muslo.

Las heridas de la pelea de hace una semana no habían sido curadas completamente. Aun persistían en ellos a pesar de no ser tan graves como las de Izuku o Miruko quienes aun se encontraban en sus camas... o eso debería ser.

*¡STOMP!*

En un estrepito alguien irrumpió en la habitación.

―¡¡POR FAVOR SEÑORITA MIRUKO NO PUEDE HACER ESO!!

―¡¡REGRESE A SU HABITACION!!

―¡¡YA ES LA TERCERA VEZ QUE SE SALE DE SU CAMA!!

―¡¡TIENE QUE CURAR TODAS ESAS HERIDAS!!

Un total de cuatro enfermeros hombres se encontraban tirando de la cintura y brazos a la mujer quien con una gran sonrisa dio un paso como si la fuerza de estos cuatro no significara mas que unas pesas que mover.

―Sere una cola entrometida, pero, ¡Soy la cola entrometida que sigue de pie! ―con su puño en su pecho Miruko entro al completo en la habitación―. ¿Qué sucede? ¿Las heridas del niño no le permiten caminar?

Con burla se dirigió a Kuroiwa.

*Sigh*

Kuroiwa suspiro con una sonrisa.

―Se ha vuelto tan agresiva durante estos últimos años.

―¿Siempre fue así de arrogante? ―pregunto Kazuho.

Vestida con una bata, con yeso en su pierna derecha y la izquierda totalmente vendada. Su ojo derecho estaba cubierto de vendas y un parche. Sus manos tenían por igual vendas que pasaban encima de los muñones de sus tres dedos lacerados. Una de sus orejas estaba algo maltratada y la parte derecha de su larga cabellera estaba desalineada, como si estuviera quemada.

Estaba quemada.

―¡Ey, mocoso! ―Miruko sonrió en grande―. ¡Al fin nos vemos nuevamente!

Un viento entro en la habitación.

Izuku había comenzado a devolverla la sonrisa a Miruko, pero luego su rostro se sonrojo. Ella siguió su mirada y bajo la mirada a su propio cuerpo... luego se dio cuenta.

Como era usualmente Miruko no prestaba atención a muchas cosas tan sencillas. Durante la semana que Izuku estuvo en coma ella se la vivió dormida o pasando el tiempo comiendo frituras frente al televisor de su habitación.

No fue hasta el mismo sábado de hace tres días que decidió comenzar a salir sin importar las indicaciones del médico.

Como ella siempre salía sin que se dieran cuenta he iba a lados donde no había gente no había tenido problema alguno. No fue hasta hace unos momentos que, cuando pasaba al costado de la recepción escucho a un hombre decir algo sobre Midoriya Izuku.

Rumi Usagiyama era una persona muy despistada y despreocupada, a tal grado que ni si quiera se había acordado de Izuku despues de su charla con Hawks.

Y ahora, frente a izuku y a tantas personas se dio cuenta que no llevaba nada que pudiera llamarse correctamente ropa. Solo piezas muy finas de tela. Francamente hablando, ropa interior clínica.

Un par de pantalones cortos blancos en la parte inferior y una pequeña camiseta atada con correas en la parte superior.

Las vendas envueltas alrededor de sus brazos y muslos hacían un mal trabajo al ocultar su piel flexible. Miruko estaba parada con sus ojos muy abiertos, con su rostro poniéndose cada vez más confuso.

Fue hay cuando otra tragedia le sucedió.

Quizás debido a su rápido movimiento, la delgada correa atada a su hombro se había desecho.

Cuando la parte superior cayo al suelo con un crujido, Rumi simplemente soltó un bufido.

*Boing*

―Vaya...

...

Midoriya Izuku, quince años de edad. Cursa ahora mismo el primer grado en la academia U.A de héroes y heroísmo. A lo largo de su vida nunca ha tenido algun tipo de interacción intima con una mujer. De hecho, daba la impresión de que carecía algun instinto natural de reproducción humana. Izuku era el tipo de espécimen ajeno a las relaciones humanas, intimas. Jamás había pensando de manera sexual ni nada parecido. El único pensamiento mas cercano a esto fue aquella vez que sus ojos fueron hipnotizados por la esponjosa cola de Miruko provocando en el un deseo de querer apretar y ahora... nuevamente ese deseo de querer apretar volvió.

...

―Eso es la adultez... ―dijo Kazuho algo celosa.

Kuroiwa solo desvió su mirada hacia un lado.

Por otro lado, una gota de sangre cayo sobre la sabana, luego dos, y luego tres.

Izuku se desplomo hacia atrás en su cama.

Sin percatarse, eran las primeras que Izuku había visto en su vida.

Un gran regalo por haber sobrevivido a Osaka.

...

INTRODUCIR: BOKURANO- EVE


Caminar bajo el cielo azul.

Para Izuku, ese simple acto parecía un increíble lujo y alegría. Simplemente para sentir la luz del sol caer sobre él y el viento soplar contra su piel.

―La luz del sol...

―Si, se siente increíble... muy cálida.

Cuando Izuku se cubrió los ojos con una mano y miro al cielo, su compañero respondió. El hombre que estaba también mirando al cielo sonrió cuando se dio cuenta de que lo estaba mirando.

Izuku estaba caminando a través de las ultimas calles de Osaka antes de llegar a la estación de trenes.

Era un jueves a medio día.

Sonaba divertido decir que había sido dado de alta, pero ya que su tratamiento había terminado, se le permitió seguir con este en Musutafu. Dado que había pasado tantos días en el hospital de Osaka, deambulando en mente y pensando acerca de todo lo ocurrido. All Might pensó que la manera correcta de que izuku se sintiera un poco más libre seria caminando.

Solo parecía correcto que el chico que había superado tantas dificultades volviera a caminar libremente bajo los rayos del sol despues de aquella insufrible tormenta.

Izuku se sentía muy a gusto y esperaba que Miruko por su lado sintiera lo mismo. A pesar de que ella aún se mantendría en el hospital debido a unas complicaciones con su ojo, no parecía ser tan grave.

En el caso de Izuku lo único grave serian sus brazos.

Pero fuera de esto no había nada mas que lo mantuviera atada a ese hospital. Mas que nada era hecho de que si quería seguir siendo tratado de manera más personal lo haría personalmente Recovery Girl.

Al ser una mujer adulta no podría estar yendo y viniendo de ciudad a ciudad tan fácil por lo cual solo pudo venir una sola de vez de dos días enteros para curar a Izuku lo más que pudiera.

―¿Esta bien tu brazo izquierdo?

―Si. Me dijeron que no lo moviera bruscamente. Ya no tiene el mismo rango de movimiento que antes pero no creo que me afecte demasiado.

―¿Lo dices por la señorita Miruko?

Izuku miro su brazo mientras caminaba. Lo que antes había sido un desastre horrible ahora había vuelto a su forma original. Por lo menos, parecía haberse curado casi perfectamente por lo que All Might podía ver.

―Ella dijo que me seguiría ayudando ―el vendaje había desaparecido y en su lugar había unas restricciones de un material mas duro que provocaba cierta presión sobre las articulaciones del codo, la muñeca y los dedos―. Estuvimos hablando en estos últimos dos días y al parecer soy muy compatible con su estilo de lucha.

―Si lo dices de esa forma puedes herir mis sentimientos.

―¿¡E-Eh?!

Toshinori soltó una pequeña risa.

―Es una broma joven, solo eso. Me alegra bastante que encontraras tu propio camino. No es como si quisiera que siguieras todos mis pasos. No tiene que ser así. Cada persona tiene su forma de desenvolverse y la tuya no tiene que ser igual a la mía. Y es principalmente esa razón por la cual me alegro de que la señorita Miruko no haya denegado la admisión a tu tutoría.

El viento soplaba contra sus mejillas, se sentía encantador.

La luz del sol parecía estar limpiando su cuerpo despues de pasar tanto tiempo en esa habitación.

Las sonrisas de los niños que pasaban eran contagiosas.

Los ruidos pacíficos de la calle se mezclaban con el ambiente apacible de la superficie.

Lo asimilaron todo con todo su cuerpo, deambulando dondequiera que su imaginación los llevara. Pasando a través de una maraña de calles, cruzaron un puente que atravesaba un canal y luego subieron la escalera de un callejon, finalmente emergieron en una calle principal que dominaba el oeste de Osaka.

―¿Debes de sentirte mejor?

―¿Cómo?

―Ya sabes, con todo lo que han dicho las personas últimamente acerca de ti. Aquí, en Osaka. Eres considerado alguien amable y heroico.

All Might disfrutaba leer cada fragmento de noticias que relacionaban a Izuku con Osaka.

Todos decían la misma cosa.

Un chico como una bendición.

―¿Me creerías si te dijera que no he visto las noticas últimamente? De hecho, ni si quiera se me había ocurrido.

All Might quedo algo sorprendido.

Era la primera vez que miraba a izuku tan apacible.

En el pasado siempre miraba al chico observando su alrededor, esperando escuchar cualquier palabra de alguien más acerca de él.

Preparándose para el peso de las opiniones, pero ahora, tenía aires totalmente diferentes.

―No hay muchas fotos del combate, pero si hay muchos relatos sobre ustedes. Por ahí pude ver como alguien hablo del como tu quirk los salvo, ¡Decay! ¿Ya lo controlas mucho mejor verdad?

―Si ―respondió alegremente―. Al parecer ya puedo decidir que destruir y que no. Antes era difícil por lo cual tenia que elegir hacia donde se expandiría Decay, pero ahora incluso puedo usarlo sin que las grietas se extiendan sin mi voluntad.

―¡Eso es fantástico! ¡Sabia que de algun modo tu quirk se adaptaría a ti! Porque así eres tú.

Izuku se detuvo en seco, All Might noto esto extraño en el chico por lo cual se detuvo dado unos pasos por delante suya.

Ambos se habían detenido a mitad de la calle mientras que las personas a los costados pasaban y los coches iban y venían.

―¿Ocurre algo? ―pregunto All Might.

Izuku movió su cabeza de lado a lado, como si estuviera pensando.

―Se que hemos hablado de esto antes. Se que ya hemos discutido sobre mi naturaleza, sobre la naturaleza de mi quirk, pero siempre llego al mismo lugar... Destrucción ―Izuku levanto su rostro―. Cuando estaba peleando con Six, cuando hirió a las demás personas en aquella calle por un segundo, en mi interior me invadió una gran ira, una muy grande que me hizo querer destruirlo y convertirlo en cenizas. Yo que he tomado vidas inocentes, yo debo entender lo que es cargar en la consciencia con las muertes de las personas, pero, por un momento pensé que cargar con otra mas no sería tan malo. Yo solo quería matarlo.

Izuku hablo en voz baja mientras se encontraba parado a unos dos metros de All Might.

A sus costados se contemplaba la interminable calle de la ciudad.

Como si el tiempo, como si el mismo sonido se transformara en un silencio absoluto y el mundo se cortará hasta que solo ellos dos estuvieran de pie sobre una calle flotante en medio de la nada, el cielo azul, donde su voz seguía al viento, All Might hablo.

―Yo también he pensado en matar. De hecho, he luchado con esas intenciones y es por eso que durante mucho tiempo pensé que excomulgar ese pensamiento de mi era parte de lo que tenia que hacer. Decirme a mi mismo que yo no podría ser ese quien pensaba en aquello era lo correcto. Pensé que si lo hacía perdería la esperanza que en mi había sido depositada, todo por ser consumido por ese deseo... Pero, no podía ser así. Somos humanos. Odiamos, amamos, repudiamos y negamos, al igual, aceptados y reprendemos nuestras acciones en base a las enseñanzas de otros. No somos lo que somos por el simple hecho de vivir, somos lo que somos por que otros nos ayudan a construir el rompecabezas de nosotros mismos.

Así fue como All Might lo había interpretado en ese momento, pensando que estaba aceptando esa naturaleza en su humanidad bajo su propia voluntad.

El miro hacia el cielo, lejos con una sonrisa.

Tenía razón.

―Como te lo dije una vez, joven Midoriya. Llegará un momento en que habrá algo que no puedas evitar destruir. Tu poder tendrá que reaccionar y corresponder a tus deseos, pero, siempre consiente de que es tu moral la que decide y no tus emociones ―durante todo este tiempo, Toshinori se había esforzado en cuidar su cuerpo y alma, pero la realidad era que el cómo izuku estaban rotos de cierta forma―. Matar nunca podría ser de héroes, pero la voluntad de ponerle fin a una vida no debe ser mancillada con la palabra maldad. No podrán llamarnos héroes si tenemos sangre en nuestras manos, pero no significa que lo dejemos de ser. Son estas decisiones las que forjan el carácter y el futuro de nosotros. Bien o mal, desear tomar una vida dependerá siempre de la situación, del entorno y la necesidad. Héroes o no, personas somos, con un corazón humano que siempre flaqueara, y tal vez vacile. Pero dentro de nosotros existe la llama de voluntad que nos ayudar a elegir lo que es correcto.

[El peso que podemos cargar.]

Izuku observo sus palmas, la sangre, la destrucción... aquel túnel interminable de oscuridad se reflejaba en su interior.

―Si hubiera sabido que mis manos cobrarían las vidas de tantas personas hubiera preferido desmoronarme. Nunca hubiera sido capaz de salir de la oscuridad ni perdonarme a mi mismo. De hecho, a día de hoy no puedo perdonarme. Pero, abandonar el camino que he recorrido hasta ahora no preside de mi como una decisión a tomar ―al bajar sus manos encontró su mirada con All Might―. Lo correcto o lo incorrecto depende de la persona. He avanzando tan lejos que no creo que pueda seguir sintiendo esta culpa como un peso. Quiero que todos estos pensamientos, aun por muy egoísta que suene se conviertan en un impulso. Soy débil, siempre dependo de los demás y gracias a ellos puedo seguir. Si de algun modo, en un futuro lejano pueda ser alguien como todas las personas que me impulsan desde mi espalda, quizás, tan solo tal vez mi vida si haya tenido un significado.

―No dejaste morir a nadie.

―¡Pero―

[A nadie.]

El corazón de izuku se aparto lentamente de los latidos rápidos.

―Escuche, hable y converse con tantas personas en esta semana. Aunque hayan resultado heridos de gravedad, nadie murió. Sea por tu esfuerzo, sea por el de la señorita Miruko. Nadie murió por que ustedes decidieron que nadie muriese ―All Might acorto lentamente la distancia entre ambos―. Si de esta forma pueden decidir que vida se tiene que tomar y salvar, entonces dependerá de la fuerza de tu corazón para aceptar el peso. Y lo sé, es claro que nadie es un dios para decidir quien debe morir, pero somos humanos para intentar decidir quién debe vivir.

―Miruko-San me protegió, pensar en todos los que están de mi me salvo y cuando recordaba tus palabras me abrían los ojos. ―bajo la cálida luz del sol y el claro cielo azul, Izuku dejo ir esa presión en su pecho―. Gracias, All might.

Y luego sonrió.

Ambos se sonrieron mutuamente.

―No, gracias a ti, Izuku.

Los ojos del peliverde florecieron como una hermosa flor natural.

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[Eres un chico al cual puedo respetar y admirar.]



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Soplando un viento a su alrededor, haciendo crujir sus dientes y revolviendo su cabello verdoso. Una sonrisa se extendió pro su rostro.

Izuku estaba tan feliz.

Entre lágrimas el rio.

―Has hecho un trabajo estupendamente.

*Paf*

Sobre su hombro la mano de All Might termino por caer.

―Me hace tan feliz verte sonreír así chico. Eso significa que por fin estas comenzando a ver la vida de una forma tan distinta. Y quizás, complicada. Pero, eso no importa. Mientras puedas entender el valor de todas estas cosas, sé que tu corazón podrá tomar la decisión correcta y si en algun momento vacilas, recuerda a las personas detrás de ti.

En aquel mundo lleno de matices grises donde el negro y blanco luchan por predominar, quizás es por esto aquel algunos no pueden ver el cielo azul.

Una misma historia que continua en donde añadir colores al lienzo del mundo.

Llorando en una pieza, dentro de su propia cabeza, incapaz de permitirse quedarse quieto.

El solo quiere ir más allá.

Aun cuando le cueste caminar, cuando se sienta triste y frustrado, siendo un fugitivo de la luz. El siempre luchara por llegar a ese camino final. Buscando la forma de salvar la paz.

Aun si las ganas de rendirse lo atacan, no importa donde este, tendrá que seguir luchando para corresponder los sentimientos de todos.

Eso es ser un héroe.

Esta es su historia, la historia de Midoriya Izuku.

Y por hoy, el tendrá que decirle hasta luego a esta gran ciudad.








...

[La luz de un nuevo día. Lo que ocurrió hace tres meses aun hace eco en él, pero no de mala forma. Durante todo este tiempo no ha parado de avanzar por aquellas interminables escaleras buscando llegar a la cima. Este es un nuevo capítulo en su vida.]

Proximo capitulo: Un nuevo día.

...














Espero les haya gustado, nos vemos la siguiente semana con el avance de la historia.

Gracias a todos por leer.

Y como es costumbre decirlo, "De aquí hasta el final"

Hasta luego.

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