EL QUIRK DE LA DEVASTACION.
Un quince de julio, cuatro generaciones después del primer bebé registrado con superpoderes alrededor de la tierra, nace un nuevo niño.
Sus ojos apenas abriéndose, reflejando en sus pupilas la luz de un nuevo día.
La mano de una joven mujer que se extiende por encima del rostro del bebé mientras este es rodeado por los amorosos brazos de su madre. Él mira el mundo a su alrededor y lo que en una primera instancia ocurre fue un cálido abrazo.
El reflejo de sus ojos esmeralda ahora se había convertido en una bella mujer.
El bebé extiende su pequeña mano hacia el rostro de su madre y entonces siente el toque de su piel. Aquella pequeña mano es sostenida en una mucho más grande.
Ese día nace Midoriya Izuku, un bebé inocente.
...
[Habilidades sobrenaturales, super poderes, dones, regalos, maldiciones. Durante estas últimas generaciones se les fue concebido innumerables apodos a aquellas mutaciones que el ser humano sufrió. Esta mutación provee al ser humano de habilidades sobre naturales más allá de la imaginación. Desde poder controlar el fuego, crear hielo o mover cosas con la mente que, antes se creía imposible. Para ese día hace décadas esto se volvió posible.]
...
Su infancia no fue muy diferente a la de otros niños. Él vivía en un hogar cálido, con el amor de sus padres y querido como nadie más.
Salía a jugar con sus amigos, se divertía incluso tras la pantalla en su monitor. Aun cuando salía con sus padres a caminar siempre aprendía cosas nuevas. Pues, para su corta edad, Midoriya Izuku era un niño bendecido.
...
[La primera época, la era más primitiva de este nuevo mundo comenzó cuando los poderes vivieron. Recién nacidos, adolescentes en su etapa terminar de la pubertad. Muchas cosas cambiaron sea para bien o para mal... pero, sobre todo, mal.]
...
Es muy extraño que un adulto pueda recordar sus primeros años de vida, incluso es algo difícil para un niño recordar sus primeros meses.
Se es bien sabido que casi la mayoría de las personas no adquirimos consciencia de nuestro alrededor hasta que llegados a cierta edad en un simple silbido uno se hace consciente del entorno.
Sin embargo, Midoriya Izuku era diferente. Desde el momento en que abrió los ojos hasta el momento de que la roca cayo en su cabeza el recordaba con sumo detalle su corta vida de cuatro años.
Sea por la mutación para las nuevas generaciones, la mente de aquel niño fue algo prodigiosa para su corta edad, cuya particularidad de él fue algo que traspaso las barreras de la amnesia.
Sea por su quirk o no, lo que paso ese día hace más de diez años fue lo que marcaría su futuro.
El futuro del niño que ríe.
~Hace 11 años~
[Un lunes por la mañana, Midoriya Izuku de 4 años siente un ligero dolor en sus manos.]
El sol ha salido y los niños son acompañados por sus padres alrededor de las calles del vecindario.
El clima es templado y el sol parece estar brillando más que ayer. Aun con ligeras nubes apartando el cielo azul de las miradas de los niños, el sol parece estar despejando la bruma mañanera.
Coches, bicicletas y demás vehículos parecen comenzar a circular con más notoriedad esa mañana. Negocios desde pequeñas panaderías hasta grandes restaurantes están preparándose para abrir sus puertas al público. Empleados de dichos establecimientos se pueden ver abriendo cortinas de sus negocios mientras los adultos tomados de las manos de sus pequeños hijos avanzan por la cera al costado de la tienda.
A través de los escaparates de otras tiendas los niños se reflejan a sí mismos mientras hacen caras graciosas.
Ese día era brillante y todo estaba tranquilo.
El tiempo transcurrió y una campana sonó. Los niños comenzaron a despedirse de sus padres y comenzando a entrar al colegio donde niños de todas las edades se agrupaban en un largo pasillo rodeado de muros azulejados.
El gran pasillo se dividía en varios caminos los cuales poco a poco funcionaban de filtros para liberar el camino principal y guiar a los mayores a su parte respectiva de la escuela mientras que los niños pequeños eran guiados por adultos hacia sus salones de clases.
Entre los grupos de jóvenes que seguían a los adultos y entre otros que se separaban para subir algunas escaleras, un niño de cabellera verde seguía a paso lento a los demás.
―¡Escucha, escucha! ―dijo el niño―. ¡Lo vi en televisión en vivo ayer!
―¡Yo también!
―¿Viste cuando detuvo el camión?
―¡Si! En un segundo lo detuvo. ¡Iba muy rápido!
Detrás del grupo de niños iba una pareja de amigos. Una cabellera verdosa y una cabellera rubia cenizas. Ambos estaban muy entusiasmados por lo que parecía ser el resultado de un encuentro entre héroes y villanos el día de ayer en televisión abierta.
―El camión iba a 60km por hora y All Might lo detuvo sin lastimar a nadie.
―¡All Might es genial!
El nombre de los niños era Bakugou Katsuki quien tenía los puños en ristre.
―¡All Might es muy fuerte!
Y el nombre del otro niño; Midoriya Izuku.
*RIIIIIIING*
Nuevamente la campana había sonado.
El lunes de esa semana estaba pasando más rápido de lo usual.
Por alguna razón para Izuku este día resultaba ser muy ensordecedor. ¿En qué sentido? Izuku pensaba que si miraba el reloj continuamente el tiempo no pasaría.
Él no era así, siempre hacia caso a sus profesores, pero ese día parecía más distraído de lo usual. La razón de ello era ese dolor que sentía en su muñeca el cual se extendía hacia su palma.
Sus dedos, las yemas de ellos se sentía entumecidos desde la mañana lo cual el intento contarle a su madre, pero no lo hizo.
Izuku tenía miedo.
En ese momento Izuku sintió una débil pero real sensación. Mirando por una eternidad ficticia aquellas manecillas del reloj, solo le basto un parpadeo para que la campana sonase otra vez.
Por supuesto, como solo era un niño, fue absolutamente nueva esa sensación para Izuku. El sentía que algo iba a nacer de él.
Él era un niño pequeño, lo suficiente como para preocuparse de que algún día el mundo podría ser invadido por cosas como marmotas gigantes. Creía en los planetas redondos que orbitaban alrededor de la tierra y que esta era el centro del universo. Miraba el cereal sobre la cama de leche y se preguntaba si podía nadar en ella.
Izuku era el típico niño que apenas estaba viendo más allá de los muros de su hogar. Cada día, durante el tiempo en que él había adquirido consciencia de sí mismo observo todo en silencio.
Claro, había cosas que lo motivaban a hablar o gritar emocionado. Cosas como los héroes, cosas como All Might.
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[¿Lo viste otra vez?]
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Izuku lanzo una sarta de palabrerías que no tenían mucho sentido, pero su padre lo miraba entusiasmado.
―¡Me gustaría verlo en persona! Kacchan dijo que habrá un festival pronto.
―¿Un festival? ―se detuvo por un segundo a pensar―. Oh, el festival.
Sentados en la sala de su hogar ambos miraban la televisión después de un largo día de laburo para su padre y de estudio para su hijo. Su madre, en la cocina parecía estar concentrada en sus labores diarios mientras que ambos parecían estar en una plática bastante seria acerca de los deseos del niño.
―¡Si! Habrá muchos héroes y puede que All Might vaya. ¿Podemos ir?
―Eso es al oeste de Musutafu, cerca de la carretera hacia Hosu... no sabría decirte si podremos ir.
―¡Kacchan ira!
Los ojos del pequeño de cuatro años se encendían en fuego.
No podía parar de imaginarse rodeado de grandes hombres y mujeres en trajes heroicos. No paraba de creer que cuando entrara por la puerta de aquel lugar, dentro del festival encontraría un camino entre héroes directo hacia el más grande de todos ellos.
Nubes de colores, arcoíris y un crisol de brillos que viajan como cometas alrededor de un espacio brillante. Era el cosmos donde planetas giran alrededor de un pedazo de tierra.
Era la imaginación de un pequeño niño que había olvidado su hora de dormir por tal excitación.
Ese día Izuku soñó acerca de muchas cosas. Al día siguiente que despertó hubo una incógnita que llevo a Izuku a un estado mental indescriptible.
Él era un niño muy listo para su corta edad, demasiado de hecho.
Pero había muchas cosas que no entendía y era el concepto de confusión. Él se sentía confundido y no podía entender por qué. El dolor en sus manos, la picazón en su muñeca que poco a poco se extendía por sus brazos hasta llegar a su cuello aumentaba día tras día.
Siempre eran así sus mañanas hasta que poco a poco el día avanzaba y su cabeza se llenaba de más cosas aparte de la incomodidad.
Las mañanas se tornaron dolorosas, las tardes tranquilas y las noches confusas.
Izuku comenzó una investigación.
Enfermedad, accidentes, catástrofes, traición. Este cumulo de cosas solo era resultado y productor de una sensación que Izuku quería comprender. Sin percatarse, a sus cuatro años comenzó un viaje mental que ningún niño de esa edad debería de ver si quiera.
Al querer comprender que era la confusión termino más confundido de lo que estaban antes.
[Él no lo entendía, para nada entendía... no entendía.]
Esa noche Izuku no paro de pensar en que si no entendía algo debería preguntar, pero, también creía que si preguntaba podría estar equivocándose. ¿Por qué? Realmente no había sentido. Simplemente era el dolor que sentía día tras día aflorando desde su interior.
Era una flor que estaba llegando a su temporada y que poco a poco salía por su boca.
Izuku se convertía en la maseta para dicha flor.
Entonces un día leyó algo;
»Las personas que poseen desconfianza y sospecha son prueba de que sufren mala salud. Una persona que no sonríe siempre estará mal. Una persona que no sonríe lo suficiente a lo largo de su vida, su felicidad se esfumara.
Izuku comenzó a sonreír más.
Para ser sinceros, Izuku no era muy aficionado a poner sonrisas falsas. Él era un niño que entendía que una persona feliz sonríe y una persona que no es feliz no sonríe. No entendía por qué debía sonreír incluso si no era feliz, pero aquel articulo decía lo contrario.
[Incluso una persona triste sonríe.]
Él no estaba triste, él estaba confundido, adolorido.
Izuku sufría.
Esto lleva formular una pregunta, ¿Por qué no pedía ayuda a sus padres? Izuku era un chico brillante, no era tonto. Él era alguien perspicaz, podía ver a su padre cansado al llegar. Él era capaz de diferenciar los estados de ánimo de sus padres gracias a todas las cosas que comenzó a leer que poco a poco comprendía mucho más allá de lo que era la confusión para sí mismo.
El entendió más de aquello ajeno a sus problemas que su propio problema.
Él no quería molestar, él quería resolver sus propios problemas.
Sin embargo...
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[¿Crees que All Might le duela algo?]
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―¿Cómo?
Era la hora del desayuno, Bakugou estaba sentado bajo un árbol sobre una especie de machuelo. Izuku estaba a su lado sosteniendo una cuchara vacía. Ambos niños estaban mirando hacia un lado diferente cada uno de ellos.
―Yo me refiero... quiero decir ¿Un brazo, una pierna... algo?
―No entiendo ―respondió Bakugou.
―Lo que sucede es que quiero saber si el dolor es algo natural.
―¿Ah?
Izuku aun sostenía su cuchara vacía.
―Él siempre sonríe, ¿sentirá dolor?
Izuku se había dejado guiar por las palabras que había leído.
En algún lado del corazón de Izuku buscaba que su amigo pudiera entender sus palabras. Era algo de lo cual más deseaba en el mundo.
Pero... Bakugou no pudo entenderlo.
La cuchara que sostenía en su mano había caído dentro de la comida nuevamente he Izuku ese día simplemente volvió a seguir pensando.
El tiempo paso y semanas más tarde, Katsuki Bakugou había despertado su quirk. Para Izuku fue un shock que lo trajo a un mundo que había dejado atrás. La inocencia en el sueño que compartían había vuelto a su cabeza y por un tiempo él había olvidado todas esas dudas en su cabeza.
El recordó que quería ser un gran héroe, que quería un gran quirk, que...
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*SLAP*
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INTRODUCIR: TSUBASA WO KUDASAI TRIBUTE
El lápiz había caído de su mano hacia el suelo.
Izuku sintió un ligero dolor en su mano, en su palma lo que propicio que el lápiz cayera rápidamente al suelo.
Era un viernes por la tarde, estaba algo nublado he Izuku miro su palma por un momento. El dolor vino una y otra vez... solo pudo sonreír.
El colegio donde él estudiaba formaba parte de un instituto donde se unían jardines de niños, primaria y secundaria. Aunque por fuera pareciera un edificio algo pequeño, dentro del pequeño campo el lugar era gigante.
Tenía un gran gimnasio, tenía salones por doquier y en ellos un grupo de niños cantaba al son de un piano.
El canto de niños venia con un fuerte deseo.
...
[Si yo pudiera pedir un deseo, uno que se haga realidad... pediría un par de alas.]
...
*Ba-Dump*
Las pupilas de Izuku se contrajeron. Mientras su mano se extendía hacia delante desde su asiento hacia el suelo donde estaba el lápiz, uso su otra mano para apoyarse en su mesa y no caer.
Entonces comenzó un frenético latido en su corazón, era un latido tan fuerte que Izuku comenzó a tener miedo de que fuera a salir volando.
...
[Por favor concédeme unas alas blancas. Sobre mi espalda como las de un pájaro. En este inmenso cielo quiero difundir mis alas y volar hacia el cielo libre sin tristeza.]
...
Hubo un cielo oscuro lleno de estrellas que iluminan el cosmos. A través de aquel lienzo un astro se dibujaba como al rayado de una lapicera sobre un cuaderno.
Lentamente en su mirada, recordando memorias dispersas aquí y allá que formaban su tan corta vida en aquel lugar solo podía verse a sí mismo.
Su corazón se negaba a detener los latidos frenéticos.
La sangre que comenzó a fluir a través de su cuerpo lo calentó tanto que no se percató de que su mano que funcionaba de apoyo comenzó a presionar con más fuerza cada vez que se precipitaba sobre el suelo.
Katsuki que estaba a un lado en la fila al costado noto algo curioso, la mano que se contraía en la madera comenzó a producir un sonido que pocos empezaron a escuchar.
Hubo un crujido.
...
[Quiero mover mis alas y volar muy alto. Todavía sueño con esas cosas que he soñado cuando era pequeño. En este inmenso cielo quiero difundir mis alas y volar hacia el cielo libre sin tristeza. Quiero mover mis alas y volar alto.]
...
Los dedos de Izuku se contrajeron en la madera y esta crujía.
Entonces aquella sensación que parecía nacer de él finalmente había sido dada a luz.
*HUSH-CRK*¨
Bakugou susurro y en un segundo, debajo de las demás de su mano izquierda, una grieta creció a través de la madera de su mesa.
Izuku estaba por alcanzar el lápiz cuando un par de grietas comenzaron a aparecer con más frecuencia. Ese en ese momento que el dolor se intensifico he Izuku comenzó a sonreír más y más pensando en que quizás lo que había leído de verdad era cierto y que si sonreía más él podría curarse.
Una vida sonriente le dará salud.
Izuku pensó que quizás debería olvidar el dolor, que quizás debería pensar en algo más, que quizás quería ser como los demás.
Él quería un quirk fuerte y poder olvidar el dolor.
...
[¿Izuku...?]
...
*¡CRACK!*
La sonrisa se rompió al igual que la mesa que servía de apoyo para Izuku.
A unos milímetros de alcanzar el lápiz, el cayo hacia delante mientras la mesa detrás de él se hacía añicos. El estruendo rápidamente llamo la atención de todos girando casi enseguida. Fue cuando la mano de Izuku que estaba por alcanzar el lápiz cayó sobre este y sobre el suelo que grietas empezaron a avanzar por todo el suelo del salón de clases.
El maestro que estaba encargado solo pudo ver como rápidamente estas grietas crecieron por un costado suyo cuando las patas de las mesas comenzaron a crujir y con ello el primer grito resonó.
―¡¡AHHHH!!
Una niña de cuatro años de cabello castaño cayo hacia el suelo mientras su pierna se volvía pedazos. Al instante en que su cuerpo había estado en contacto completo con los azulejos agrietados, una parte del salón estallo y gran parte del alumnado salió disparado hacia un extremo del salón de clases.
Fue esa niña la primera víctima pues la sangre que estallo casi al instante junto con el suelo trajo terror hacia los niños que aun parecían arrastrarse por un lado de él.
Ocurrió una sentencia en su alrededor.
Los murmuro del mundo exterior que entrar por sus oídos adentrándose en su corazón se convirtieron en aire vació.
Una parte del salón de clases con la mitad de los niños se esfumo y las grietas avanzaron a través de las rocas que sobresalían del azulejo hasta los muros alcanzando las ventanas al igual que el exterior.
Por fuera del salón de clases las grietas avanzaron por las paredes alcanzando el salón de la parte de arriba.
Un niño que estaba al borde de la ventana solo pudo sentir un ligero dolor cuando parte de su pierna comenzó a caerse a pedazos.
Enseguida al mirar estallo en gritos y lágrimas.
El segundo piso comenzó a venirse debajo de costado como si estuviera ocurriendo un deslave.
Aquel colegio era una especie de "U" mirando desde arriba. Parte del palo derecho de la "U" comenzó a derrumbarse y con ello el estruendo, temblores y demás ocasionados llamaron la atención del salón de arte donde el grupo de niños seguía cantando.
Mirando por la ventana pudieron ver la parte del edificio del frente venirse abajo y como el resto del largo pasillo comenzaba a agrietarse y estallar en escombros.
―¡Miren! ―grito un niño que se detuvo de cantar.
Pronto todos lanzaron su atención hacia las ventanas. Varios de ellos vieron a un par de niños correr por el largo pasillo que conectaba los edificios alargados viendo como estos caían mientras las grietas los consumían.
El prado que continuaba en el jardín del centro de la escuela parecía temblar junto a la pequeña fuente al costado de un árbol anciano.
De vuelta al salón de clases donde todo esto se originó, una lluvia de vidrios, azulejos y trozos de concreto volaban como una lluvia de cenizas tras un gran incendio.
En el centro de tal destrucción se podía observar a un niño de cabello verde suplicando por ayuda en su interior más profundo.
Delante suya un niño corría en su dirección, era Bakugou quien corría hacia él, pero antes de poder alcanzarlo pudo ver su mano derecha agrietarse.
Hubo un sinfín de cosas que sucedieron en aquel instante tan corto como el veraniego viento que azota la pradera.
Sentimientos desbordantes, dolores retumbantes y tristes recordatorios luchando con la veracidad de los sucesos.
Cuando finalmente sus miradas colapsaron una con la otra hubo algo que se sembró en ese instante. En aquellas grietas crecientes y en aquellas miradas aterradas convertidas en una sola, en un solo instante.
Bakugou pensó; el creyó:
»Izuku es aterrador.
Temiendo por su vida, tanto a su alrededor como dentro suya todo colapso.
...
[Ocurrido hace 22 de abril del 2135.]
...
Las estaciones de policías reciben la primera llamada a las 11:34 A.M.
Lo siguiente se puede describir como una llamada abrumadora.
Gritos, llantos y lamentos llenaban el campo auditivo de las personas que poco a poco recibían información de lo que había ocurrido; un ataque.
Lo que muchos creyeron, alejados de aquel salón de clases originario lo llegaron a describir como un ataque de un villano que aterrorizo a una escuela de niños pequeños y adolescentes entrando en la verdadera pubertad.
Lo próximo a esto fueron las llamadas a las agencias de héroes mas cercanas las cuales al instante comenzaron a movilizar recursos hacia la escuela.
Hubo un gran alboroto ese día en especifico alrededor de toda la ciudad. Ambulancias, coches de policías y héroes corriendo por todas las calles, avenidas y techos de hogares.
Y mientras el día avanzaba, la lluvia se cernía sobre Musutafu.
Cerca de la escuela, guardado en torno a un bello arroyo, personas que solían cruzar por aquel sitio sus días a días fueron usados por distintas personas.
Gente habida con ojos graves, lentos con gran autoridad en su semblante: hablantes de poco y mucho, con voces duras y suaves.
...
[No tardo mucho en que la información corriera. Un niño del jardín de niños había despertado su quirk. Esto no era muy extraño en esta época de la vida de un infante, pero, algo resulto inusual. El quirk que este niño había despertado era una sin igual. Según los que pudieron ver directamente el desastre sin perecer en el acto lo describen como una total devastación. Grietas y crujidos por todos lugares antes de que todo se derrumbara, inclusive ellos mismos.]
...
El 22 de abril de ese año se despertó un quirk muy diferente a lo esperado por los padres de aquel niño.
Una mutación ocurrió que más tarde se daría a la luz.
Midoriya Izuku había despertado su quirk.
Y entre risas bajo una lluvia que se cernía en las cabezas de los presentes y luces entre rojo y azules que parpadeaban constantemente a la lejanía.
Todo se volvió un espectáculo, un acto de una obra sublime de terror.
Pues las obras mas hermosas son aquellas que nos causan llanto.
El niño que ríe había nacido y con su quirk había despertado terror en los corazones de todos.
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[El quirk de la devastación había despertado.]
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Ozda miraba desde lejos aquel centro de atención de un niño que parecía burlarse de todo mientras la lluvia caía sobre su rostro, sobre los escombros y restos que yacían alrededor suyo.
Un espectáculo para aclamar.
No fue hasta que un trozo de roca se soltó de un muro tembloroso y cayo sobre su cabeza causando un sonido sordo que envolvió todo en una bruma densa.
[Y es así... como todo verdaderamente comenzó.]
La voz narradora había llamado a Ozda quien sin darse la vuelta yacía parado mirando ahora la nada en aquella isla flotante.
Nana Shimura estaba de pie detrás de él.
―Un niño que fue rápidamente envuelto en las mentiras para adultos en la sociedad real. Producto de tales actos solo fueron el pináculo de la mentira.
―Una victima por igual...
Susurrando, Ozda apenas la miro de reojo.
―Nadie realmente puede saber lo que hay en el corazón de otras personas. Es natural que no lo hagamos por eso existe el idioma. Es la forma de expresar a las demás personas como realmente nos sentimos o somos. Muchas veces es gracias a la capacidad de expresarnos que muchos problemas se resuelven y otros nacen.
―Pero en este caso...
Nana postro una expresión mórbida.
―No hubo verdad.
Ozda se dio la vuelta y delante de él estaban todas las demás figuras dentro de aquel poder que aun residía en una reacia idea en la cabeza de Ozda pero que rápidamente estaba tomando forma como una verdad real.
―Nadie puede ser totalmente inocente, como nadie puede ser totalmente culpable. Esa es la única verdad a la cual todos parecen tenerle miedo ―Yoichi había hablado―. No es como que el al ser un niño se libre de toda la responsabilidad y así poderlo llamarlo totalmente una victima tal cual, pero, tampoco merece todo el odio dirigido hacia él.
―Hay muchas personas que ligan el dolor con una risa. Tratan de volver algo incomodo en un sentimiento conocido. En este caso es posible que él al tratar de ligar todas esas emociones que ocurrían en su interior con aquella frase que leyó delibero en el aquel resultado. Reír para no sufrir ―Nana no parecía totalmente a gusto con el tema, pero, tenía una mejor forma de digerir esta información que Ozda―. No fue una burla hacia sus actos, fue una risa en búsqueda de la tranquilidad.
―No esperamos que realmente lo comprendas a la primera. Tampoco fue fácil para nosotros aprender de esto, pero es la verdad. La única y verdadera, certeza.
―Aun así, esto es demasiado ―respondió Ozda a Yoichi―. Cuan mas pensemos en esto solo se convierte en una inútil cacería de brujas. Quemamos a alguien inocente por creer que era...
―El mundo siempre ha funcionado de esa manera. No se dé que te sorprendes.
Dentro de lo que parecía ser una plática de tres, rápidamente se introdujo un cuarto. Kudou quien aun estaba reacio a esta platica con aquel hombre se había hecho un ligero espacio entre los tres―.Están convirtiendo algo que para ti debería ser normal en un exuberante caso. A este paso solamente traerán otro tipo de era oscura al mundo, si es que aun hay luz en este bodrio lugar.
Ozda se mantuvo al margen unos instantes hasta que recurrió a una duda que yacía en su cabeza.
―¿Qué ocurrió antes? ―pregunto refiriéndose al encuentro con la oscuridad.
―¿No es algo que deberías ya de saber? ―contesto En―. Puedo comenzar a entender como funciona tu quirk. Así que debo de creer que tu sabes mucho mejor el funcionamiento de la cabeza de las personas no. O más bien, los quirk.
―¿Cómo nos percibes? ―pregunto Yoichi.
Ozda resguardo silencio por un instante, tratando de pensar en la respuesta idónea hasta que la obtuvo.
Respondiendo de manera casi segura y con su mano en su mentón miro a todos.
―Personas ―Ozda dejo su mentón―. Percibo a todos como si fueran personas reales.
―Por que en parte lo somos ―respondió Bruce―. La fluctuación de los quirks es algo casi nulo de comprender en las personas. Aun siguen viendo esto como una plaga o una infección que proveo de una mutación al gen humano pero la realidad es que se basa mas al borde de la ficción. Tanto como tu como nosotros somos participes de algo que va más allá de la compresión humana. Antes era algo mecánico, ahora con el tiempo se ha convertido en algo mas espiritual y eso lo confirman One For All y All For One.
Posado a un extremo de la silla que tiene detrás suya, Bruce se dirigió directamente Ozda.
―Pero eso no explica totalmente todo. ¿Ustedes viven dentro del chico o dentro del poder?
―En ambos ―respondió Yoichi―. Cuando el One For All es heredado, el siguiente portador consta de todos nosotros, pero solo es gracias a toda la energía acumulad que logro ganar All Might que nuestra presencia se hizo más corpórea. Antes para cada uno de nosotros solo era una comunicación de una sola dirección. Ahora que el chico heredo el poder es que quizás pudiste encontrarte con nosotros.
―Durante las últimas décadas hemos estado ocultos en el núcleo de este poder. Ahora mismo estamos fuera como guardianes de este. Se podría decir que somos guías ―expreso Nana.
―Pero entonces ¿Qué fue eso? Toda su psique parece tan fragmentada... este lugar es tan diferente a lo que es cuando estuve allá afuera.
―Es por que lo está. La mente de este chico recibió un gran impacto externo como interno. Cuando llegamos a un nuevo usuario somos capaces de ver algunas cosas de su vida y poco a poco, inconscientemente nos va revelando el resto de su historia. Pero en este caso, con Midoriya-San ha sido una odisea. Sea lo que sea que te encontraste en el lugar mas profundo de su mente fue lo que este arraigado a sus traumas.
―Llevo años entrando en la cabeza de tantas personas para juzgarlos. Jamás me había visto como algo mas que un simple espectador. Pero ahora parecía que yo era parte de todo. Sus sentimientos, su dolor. Muchas cosas que había en él se dirigieron directamente a mí.
―De cierta manera cuando el One For All se pasa al siguiente usuario, tanto el poder que tenía esta persona antes del OFA se potencia gracias a la energía traspasada.
―Entonces eso...
―No ―interrumpió Yoichi tomando la voz en cabeza―. Nuestros quirk somos nosotros, la consciencia es parte de todo esto por ende al momento de que OFA es traspasado una parte de nosotros, sea espiritual o mental se pasa de manera casi automática al siguiente. En todo caso, podría ser una explicación algo tonta, pero diría que el OFA le da vida y voz a nuestros quirks, les da consciencia. Nosotros somos consciencias. Pero, Midoriya-San, su quirk parece ya tenerla.
―O eso es lo que creemos hasta cierto punto ―dijo Nana.
―No hay muchos quirks que puedan gozar de una comunicación. Es como explicar el hablar contigo mismo. Partir de un punto y dividirte en dos como mirarse al espejo ―explico Bruno.
―Mi quirk se basa en el EGO de las personas. En teoría quien habla con ustedes ahora mismo seria...
―Tu quirk, una copia de tu consciencia. Pero, quizás tu quirk tiene otro tipo de función. Puede que estes entrelazado y tu super yo y tu yo mismo no sean conscientes de que son distintos tipos de tu... Creo que me perdiste ahí ¿no?
―No, entiendo. Mi quirk transmite las cosas a mi yo real lo que hace pareces que somos uno solo.
―All For One mas que tomar quirks, una función oculta sería el hecho de poder entrar en contacto con las consciencias humanas. One For All lo hace desde la parte de consenso.
―Si partimos de ese punto, el quirk de ese niño no es solo devastación.
Yoichi miro a Nana, ambos se dirigieron miradas inquisitivas.
―Todos los quirks tienen partes ocultas. Quizás en base a sus traumas y eventos problemáticos su quirk alcanzo un punto extremista. Su psique al momento de fragmentarse también lo hizo junto a su quirk creando lo que encontraste haya abajo, en lo profundo de su ser. Además, eso podría explicar un poco el hecho del deterioro.
En el instante en que bruno menciono eso, Ozda miro extrañado. Todos parecían dudosos de este tema, pero el único que pudo notar la extrañeza en a la mirada de Ozda fue un solo hombre.
Hikage Shinomori.
―Los quirks fluyen dentro nuestro como un rio en el borde de un bosque. Si introdujeras mas agua de lo que el arroyo puede manejar, este rio se desbordaría. En otras palabras, a lo que ellos se refieren con el deterioro es la inminente sentencia de muerte al heredar este poder.
―¿¡Sentencia de muerte?! ―Ozda vocifero.
En ese instante Hikage aparto un mechón de su rostro revelando una cicatriz parecida a la que Izuku tenía en su rostro.
―Mantuve el poder por aproximadamente 18 años mientras vivía en las montañas. Sin embargo, comencé a mostrar marcas debido al uso excesivo del One For All provocando que muriera de vejez a los cuarenta años.
―Pero All Might...
―El único especial entre nosotros es aquel que en este tiempo fue el menos especial de todo el mundo. Un chico que no poseía nada.
Nana miro por debajo de su hombro.
―Una elección al azar que trajo una era de paz ―dijo Yoichi.
―El único de nosotros que no tenía un quirk.
El camino se abrió y ante Ozda, aquella figura en flamas lo miro fijamente desde su asiento en la octava silla.
Era el efímero vestigio del octavo portador, All Might.
Yoichi sonrió mientras Nana parecía afligida.
―Por mucho tiempo ella pensó que había condenado a alguien inocente cuando se entero que la posible causa de su muerte seria ella, pero cuando el tiempo paso y All Might en vez de decaer como lo hizo Hikage, el siguió fortaleciéndose Nana se sintió mucho mejor, ¿No es así?
Nana miro sus manos y no pudo evitar recordar el pasado.
Las llamas, la destrucción... la sombra del descenso y la mirada de un chico que buscaba salvar a las personas detrás de él.
Fue en aquel instante cuando ella lo decidió, pensando en su hijo, pensando en su futuro y pensando en el fin de su vida.
Shimura Nana heredo su poder a un completo desconocido hace ya varias décadas.
―El One For All no puede ser portado por una persona ordinaria. Pasé todo lo que era mi "Turno" entrenando este poder pues al saber que no era rival para ese enemigo decidí hacerlo crecer. Pero en los últimos años de mi vida estas marcas aparecieron. Llegamos a la conclusión de que el excesivo poder en un cuerpo podría causar las secuelas suficientes para desgastarlo y morir de lo que sería vejez.
Hikage sostuvo su pecho un instante.
―¿Condenaron a un niño a la horca? ―dijo Ozda.
―Como ustedes mismos lo hicieron ―respondió Kudou―. Ningún lado está libre de pecado. Pero en nuestra defensa podría ser que quizás ni si quiera le hayamos puesto la cuerda al cuello. Como dijimos antes. Los quirks tienen un factor oculto más allá de lo que se considera mecánico.
―Su quirk no solo se basa en destruir, sino que también en defender ―continuo bruno―. Cuando alguien tiene un trauma extremo la mente crea barreras para protegerse a si mismo. Un ejemplo de ello seria las personas con múltiple personalidad. En todo caso, Midoriya Izuku, su quirk quizás no es solo para devastar.
―Aquel rio que se desborda en la pradera, es quizás una posibilidad que el agua que sale del rio se evapora antes de tocar la pradera ―agrego Hikage―. Es posible que quizás Decay lo proteja de todo.
Yoichi y Nana miraron hacia un extremo de la isla, justo hacia un punto donde las sillas cubrían una puerta de metal la cual crujió al momento de abrirse.
[Ese quizás sea su factor oculto.]
En aquel momento, la puerta de metal crujió una vez más y esta comenzó a abrirse en un rechinido renuente.
Ozda miro más allá de la flama en la silla la cual se abrió paso permitiendo ver aquella luz deslumbrante tragarse todo el lugar.
Un destello y todo se cubrió de luz.
Ozda Majiro, de pie ante la nada.
...
[La historia continua y las verdades salen a la luz. Quizás solo una charla era necesaria para cumplir con lo que el corazón le suplica. Cernido a sus impulsos, el chico que alguna vez tuvo miedo, debe comenzar a enfrentarlo por que el pasado siempre te definirá.]
Próximo Capitulo: El niño que alguna vez se rio.
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