EL HEROE RETIRADO.

La oscuridad nace dentro de él y un mundo de sombras se extiende en su mente.

»Yo - Shimura Tenko, nací el 4 de abril de 2129. Se supone que cumplo 16 este año, peor por alguna razón toda mi vida en realidad parece no haber sido mía. Tal vez sea porque no recuerdo verdaderamente cuando este sentimiento comenzo a surgir.

La velocidad de un tren bala es capaz de alcanzar los 200 Km/h en vías adaptadas, y desde 250 en vías específicamente diseñadas para ellos.

De esta manera es que el chico viaja a través de Musutafu Japón, saliendo a las afueras de esta ciudad donde el llego hace años.

»Mi padre biológico se llama Shimura Kotaró y mi madre biológica es Shimura Nao. También tengo una hermana, Shimura Hanna. Una chica algo extraña pues no solamente su quirk la hace única si no que su forma de pensar la hace totalmente diferente a quien soy yo. He de admitir que durante la infancia pensé muchas veces que ella no podría ser mi hermana. Siempre la observe desde lejos pensando en lo diferente que era a mí y que tan lejos estaba de mi alcance pero mientras el tiempo pasaba me percate que ella de verdad era mi hermana.

Las aves que se encuentran en vuelo a unos metros encima de las vías son rápidamente dispersadas por la presión del viento que se abre al paso del tren bala. Incluso las vías que tiemblan por unos segundos causa que todo parezca desvanecerse a su paso.

»En cualquier caso, es por eso que no siento mucho apego por mi propio cumpleaños desde que este sentimiento vino a mi cuando tenía diez años. Mis ánimos se mantuvieron alejados y en el peor de los casos, en mi segundo año de secundaria, celebre a la fuerza mi cumpleaños en nuestra casa. Llegando al punto de hacer llorar a mi madre. Y por obvias razones he reflexionado profundamente sobre tan estúpidas acciones, y a pesar de que hace poco celebre dos cumpleaños, siento aun extraño el sentimiento.

A través de las ventanas ubicadas a los costados de los asientos dúplex de cada cabina se podía observa como las edificaciones de la ciudad iban siendo remplazadas por la extensa naturaleza ubicada en las colinas circundantes a la ciudad, cubriendo totalmente la vista que se podía encontrar en las ventanas.

»Faltan solo diez días para mi cumpleaños. Con 16 años es posible obtener una licencia de conducción lo cual no le veo mucha utilidad en mi caso. Aparentemente, mi madre ya ha comenzado a organizar varios detalles relacionados con mi fiesta, y me había ordenado con bastante seriedad regresar directamente a casa despues de la escuela lo más rápido posible. No puedo negar que estoy emocionado por eso. Pero ahora mismo no puedo detenerme por mi propio cumpleaños.

Los árboles de ramas cafés y hojas verdosas se sacudían con el viento que se expandía a los costados del tren bala. Las nubes que se encontraban en el cielo parecían seguir el tren mientras el cielo azul posaba junto a aquel sol que estaba en el punto más abajo que podía estar, cernido encima de una colina emergiendo hacia la ciudad que despertaba.

»Tengo que encontrar una respuesta rápida. Ahora que todo se ha tornado tan importante siento que esa sensación que nació en mi hace 5 años tiene algo de importancia. Las respuestas del por qué esas voces dentro de mí siempre estuvieron ahí se empiezan a convertir en algo piezas muy importantes de un rompecabezas. Tanto para mí como para Izuku, algo que nos conecta nos tiene que guiar a la respuesta, prepararnos. Yo... me siento diferente.

[¿Estas bien, Shimura-San?]

Poco a poco la luz del sol fue adentrándose en su mundo de oscuridad. Cuando las sombras por fin habían desaparecido él estaba sentado en aquel asiento de tren justo a un lado de un hombre de cabellera rubia, algo despeinada.

Era Toshinori Yagi.

―¿...? ―Tenko miro hacia delante.

Estaba su padre.

―¿Cuánto falta de camino? ―pregunto este al hombre de ojos huecos.

―No mucho. Hosu está justo al lado de Musutafu por lo cual el camino es más corto ―contesto Toshinori.

―¿Con quién nos reuniremos? ―inquirió Tenko―. Han estado con la incógnita desde que salimos de musutafu. Ni si quiera quisiste decirme ayer.

―Es una sorpresa ―dijo plácidamente Yagi mientras levantaba su dedo índice.

―¿Sorpresa? ―el chico mostro una mueca de desagrado. Despues el regreso su mirada a su padre―. ¿Sabes de quien se trata?

―Algo así ―contesto―. No es que lo conozca lo suficiente como para describirte quienes pero al menos recuerdo su nombre y es gracias a eso que con ayuda de All Might logramos contactarlo.

―Mientras estemos solos, está bien que me llamen por mi nombre ―él sonrió.

Tenko desvió la mirada hacia un lado.

―Hmm... todavía estoy pensando.

Su padre lo llamo.

―¿Hijo?

―No importa, no es nada. Solo... raro ―respondió con unas palabras que no encajaban con su tono de voz.

―¿Te refieres al joven Midoriya? ―cuestiono Toshinori―. Él está bien, lo estará seguramente. La numero 6 es una excelente heroína. Seguramente el podrá aprender mucho.

Tenko torció su gesto.

―¿Por qué parece como si lo hubieran apartado? ―pregunto Tenko llevando su rostro otra vez hacia Toshinori―. ¿Por qué él tiene que estar solo?

El parecía preocupado.

―Las razones que tiene la decisión que se tomó se basa en el hecho de que es lo mejor para él. Además, en su situación actual no hay mucho que yo pudiera enseñarle. Quizás pudiera desvelarle algunas cosas del One For All pero él se negaría rotundamente ―se pudo ver una sonrisa tan pequeña en el rostro de All Might que desapareció tras unos momentos―. Él es así.

Tenko no parecía de acuerdo, seguía con sus dudas.

―Creemos que la mejor manera de desarrollar el One For All en tu caso sería con ayuda de todos los que estuvieran conectados a él. Pues en un caso como el tuyo eres completamente diferente a Midoriya-San ―dijo Kotaró tratando de explicarle a su hijo.

―Eso no responde todo ―mascullo―. Puedo entender la parte de que estoy un poco atrás en el camino del Ofa pero, ¿No sería mejor si todo estuviera de un solo lado?

―No se trata de que estes detrás o adelante. Tu caso es diferente. De hecho, si quisiera explicarlo desde tu perspectiva...

Toshinori cruzo los brazos y cerro sus ojos.

Por un segundo el recordó lo sucedido en la playa. Aquel momento donde tenko había encendido el Ofa y este lo había rodeado como una especia de aurora boreal.

[Estas por delante del joven Midoriya.]

Una duda surco el rostro de Tenko.

«¿Él estaba por delante de izuku?» pensó rápidamente. «¿Qué clase de broma era esa?» se preguntó.

Para él, izuku era una persona sumamente fuerte y talentosa en cuanto a emplear su quirk se refiere. La manera en que el empleaba el One For All, la manera en que el puede imitar el estilo de otras personas. No cualquier tipo de humano podría tener esa capacidad de asimilación lo que hacia a izuku una persona de temer.

Y ahora, que All Might viniera y le dijera que estaba por encima de su propio sucesor le pareció casi una mentira. Obviamente quiso objetar contra eso, de verdad estaba desconcertado y eso lo podía reflejar su rostro.

Sacudiendo su cabeza lentamente, murmuro en voz baja.

[Mentira.]

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CAPITULO 4

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Todo lo que fue el resto de la tarde, Shimura Tenko pareció distante pues no dijo ni una sola palabra más. Sentado en aquel asiento al lado Toshinori y con su padre delante, hablando sobre distintos temas con el símbolo de la paz de los cuales tenko pareció ignorar todos y cada uno de ellos. Solo hubo uno que otro el cual le hizo que levantara su oreja y fue cuando hablaban sobre su abuela y que relación tenia con el viaje que estaban emprendiendo ahora.

Lo que él había logrado escuchar era sobre un hombre, alguien ya adulto que alguna vez fue un héroe, uno que kotarou conoció cuando era solo un niño.

Originalmente, Kotarou no era mucho de desvelar sus emociones como un vertedero pero cuando estaba delante de All Might o Izuku, parecía que este se tornaba en la actitud de un niño pequeño. De verdad era muy aficionado a los héroes y tener la oportunidad de charlar con el más grande héroe de Japón, Kotarou de verdad dejaba fluir todas y cada una de sus enciclopedias mentales.

Usualmente Tenko no hubiera dicho nada o si quiera prestado atención pero últimamente el de verdad se irritaba rápido. Y no por poca razón. El estrés de tener aquella sombra detrás suya... aunque a veces el pareciera admisible al lado de izuku, casi tonto, otras veces de verdad el se tomaba las cosas más enserio que nadie.

Incluso el día de ayer parecía más flexible que hoy.

«¿Qué había cambiado?» nada en realidad. Quizás esta era una de las cosas que de verdad confirmaba que él y su hermana de verdad eran familiares. El cambio de actitud de verdad detonaba su parentesco.

*PLAT*

El no pudo evitar patear una lata.

Aunque sus ojos estaban completamente atrapados entre las calles vacías, más allá de las concurridas calles que hace unos minutos habían transitado en aquella ciudad de Hosu, el trio se adentro en un estrecho callejón y giro un par de esquinas.

Una vez que el ruido detrás de él desapareció por completo, camino hasta el final de la calle.

―...

El levanto su cabeza para mirar un edificio que tenia de frente.

En la profundidad de esa pequeña calle impopular estaba una dañada edificación de tres pisos.

También se podía ver que este edificio de tres pisos utilizado para, quizás, hospedar a un par de familias, estaba casi completamente destruido. Por la apariencia, había restos de piedras rotos por todas partes. Sería fácil sentir que había pasado por muchos años y había desaparecido de la memoria de las personas, ese tipo de tristeza.

Sobre la entrada principal, un especie de cartel hecho jirones y con mas de la mitad de madera hecha trizas estaba casi al filo de caer, sosteniéndose por un solo clavo enterrado en el concreto agrietado de la fachada.

»Oh...

Aunque no había necesidad de confirmarlo, todavía giro su cabeza y reviso si había alguien alrededor. Entonces inmediatamente confirmo que no había manera de que alguien estuviera en aquel lugar. Básicamente era una parte de la ciudad que podría ser llamada, «Zona en ruinas».

Tengo llego a pensar que él edificio tenía un grado de destrucción comparable al exterior. Desde la brecha entre las ventanas agrietadas, crecieron densas malezas que salían desde el pavimento a los costados de los cimientos. También estaba el hecho de que había un pequeño agujero en la zona superior derecha que estaba cubierta con tablas de madera.

―¿Me trajeron a un matadero? ―pregunto girando hacia el par de adultos detrás de él.

―¿Estas seguro que es aquí, Kotarou-San? ―Toshinori dirigió su mirada hacia el azabache quien camino hacia delante, colocándose a un lado de su hijo―. Se ve algo... ¿Extraño? Para ser de un héroe.

―Uno ya retirado hace décadas, All Might ―respondió cohibido.

Kotaró dio un paso más y este parecía haber encajado su mirada sobre aquel edificio. Justo el árbol que se encontraba al lado de la edificación estaba dejando caer pequeñas hojas secas sobre el pavimento de la acera.

―Hace mucho tiempo, «Los héroes» aparecieron en nuestra sociedad... de acuerdo con sus palabras, era un lugar llamado «Mundo de las sombras». Aunque había muchas explicaciones del por que sucedieron estas cosas, poco a poco estos libertadores nos sacaron de la oscuridad y tomaron el manto de la luz. Ellos se convirtieron en héroes para todo el mundo ―Kotaró comenzo a avanzar hasta la entrada―. Esa era una parte de la historia que me contaba mi madre.

Él se había detenido justo a un palmo del dual de puertas de madera color roble nogal. Estaban desechas con el tiempo, hinchadas con la humedad y casi carcomidas por los insectos.

Aun así se mantenían en pie.

―La edad de las sombras... ―murmuro All Might mientras cerraba los puños.

―Cuando los quirks aparecieron hubo muchos revuelos alrededor del mundo. No más de dos décadas despues todo se vino abajo, y pocos pudieron mantenerse de pie. Aquellos de todos ellos que se mantuvieron de pie, uno de ellos tenia la mano mas grande, lo suficiente para cubrir el sol ―Kotaró toco la puerta―. El poder de tomar poder.

Su ceño se frunció.

―All For One... ―dijo en voz baja Tenko.

―El tomo el control muy rápido y creo su ejército. Muchas cosas pasaron y todo se convirtió en un remolino de sucesos que nos guio hasta el día de hoy. La muerte de mi madre, tu abuela. El deceso de la edad de sombras y la ascensión de la luz ―kotarou tomo una bocanada de aire―. Detrás de esta puerta...

Sus pulmones se inflaron como un par de globos y entonces...

*Click*

La puerta fue abierta.

Las intenciones de Kotarou de gritar aquel nombre cesaron por un momento pues la puerta que pensaba él que no se abriría, lo hizo. Sorpresivamente ese par de puertas viejas, una de ellas se abrió hacia adentro y la luz parecía entrar derrochando pureza en ese lugar de sombras.

Un segundo despues...

―¡¡GYAAAAAUUUU!!

Un grito agudo vino antes de un golpe sordo.

*¡PAFH!*

En un segundo la espalda de Kotarou había tocado el suelo mientras un bote de un liquido rojo estaba volando por encima de donde su cabeza estaba hace unos momentos.

La caída fue estrepitosa pues los pequeños tres escalones que estaban para subir hacia la entrada fueron abruptamente los causantes del dolor de espalda que Kotaró iba a sentir por los próximos días.

―¡Papá!

―¡Kotarou-San!

Tenko y Toshinori salieron al rescate.

El hombre yacía con la espalda justo por debajo de la ultima escalera tocando el pavimento de la cera mientras su cintura estaba sobre dos escalones. Su cabeza se tambaleaba de lado a lado intentando mitigar el dolor. Kotarou soltaba bufidos y quejidos, casi era como si quisiera llorar del dolor.

Podría decirse que antes de que su cabeza tocara el suelo, el sonido de algo quebrandose debajo de su nuca se escuchó.

―¿Qué paso? ―pregunto Tenko.

―¿Estas bien, Kotarou-San?

Ambos se habían puesto al costado de cada hombre ayudándolo a levantarse hasta que pudo sentarse en la cera, sosteniendo su espalda inferior con el dorsal de su mano.

Cuando Tenko dejo de ver a su padre, observo el pequeño frasco que había volado por el aire despues de impactar en la cabeza de Kotarou el cual estaba ahora mismo sobre el desnivel producido por las escaleras.

Justo al filo, derramando un espeso liquido rojo que parecía baba de animal.

»¿...?

Entonces Tenko llevo su mirada hacia la entrada.

*Tap, Tap*

Debido a que era temprano por la mañana, no había ninguna persona ni héroes por los alrededores, bueno, también estaba el hecho de que por la zona no había mucha vida que se diga.

―¿Me gane el odio de algo? ―cuestiono Kotarou.

Tenko aun miraba al frente preguntándose que fue ese grito. Los pasos se hicieron mas fuerte y una silueta se formaba en la puerta de madera. Desde el cielo las nubes navegaban hacia la dirección del viento como barcos de pesca. Poco a poco estabas nubes pequeñas, grandes y medianas se abrían entre la tensa luz del sol que bajaba a través de ellas, entre sus aberturas y dibujando amalgamas de colores.

Todo se reflejo en sus ojos y como una cascada de luz, la entrada se ilumino y los ojos de Tenko se abrieron.

Justo delante de él, a la entrada fuera de aquel edificio había emergido una persona. Era pequeño, casi como un niño pero tan regordete de sus extremidades como un adulto. Un cabello blanco hecho de puras canas y ojos filosos. Tomando en su mano derecha un bastón y con su mano izquierda sosteniéndose a la puerta.

Su nombre...

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[Gran Torino.]

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Él era... un héroe retirado.

...





INTRODUCIR: GO Beyond!! -bnha

Si se pudiera describir el momento exacto en que sus rostros habían retrocedido en aquel segundo, la mejor manera de hacerlos seria con un cuadro, dibujado por el mejor artista de todos los tiempos. Quizás pablo Picasso. Pudiera ser Leonardo Da Vinci. Tal vez Alberto Durero o Pedro Pablo Rubens. En última instancia, Rembrandt.

Sin embargo sería muy difícil decidir quién pudiera retratar esto.

Sus pómulos hundidos, sus ojos desorbitados y la saliva saliendo hacia los alrededores. Sus cabezas torcidas hacia un lado y sus cinturas girando mientras sus puños se adentran mas y mas en sus propias mejillas.

La expresión de determinación, ira eh interés.

Personalidades opuestas que se encuentran con sus puños. Con un brillo sin igual en ambos ojos de ellos. Carmesí, Esmeralda, uniéndose en un remolino de luces opacas en aquella oscuridad controlada.

La luz que se adentra desde la entrada y por las aberturas del laminado se expanden como una pequeña cometa hacia los lados posteriores a ellos, rodeándolos como mándalas de figuras inexplicables.

Los destellos de colores que de su brazo emergen, marcados como tatuajes fosforescentes, llenos de energía pura. Chocando con su rostro moreno, empujando sus pómulos y deformando sus mejillas mostrando de esta manera, a la fuerza su dentadura. De igual forma su rostro se deforma gracias a los nudillos de la mujer.

Ambos, plantando sus pies sobre la tierra, sus talones firmemente sobre el cemento del suelo, agrietado pro el tiempo y descuido de la mano de obra.

Una marea de viento se abre como una onda expansiva y el polvo los rodea mientras se levantaba, sobrevolando alrededor suyo como una lluvia de pétalos en un otoño.

El chico que su pasado lo marco y que su futuro el trata de deformar. Poseedor del One For All y Decay. Por fin había sido capaz de plantarle cara a pesar de tener la gran barrera profesional de aspirante y héroe de verdad.

Por el otro lado, la mujer que escalo un mundo de hombres y consiguió la fuerza suficiente para ser considerada una de las mejores. La portadora de un par de orejas blancas y una cola esponjosa pero con una musculatura que envidiar y fuerza que desear.

Fuerzas casi comparables.

Dos monstruos atados con sus garras como animales salvajes.

Toda la presión de sus puños se acumuló...

*¡THOM!*

La fuerza de sus golpes por fin había estallado.

Los cuerpos de ellos salieron hacia atrás, retrocedidos por su propia fuerza hasta el punto que ambos brazos de ellos salieron disparados hacia arriba, con palmas abiertas y dedos ondulando de lado a lado.

Ambos con el ceño fruncido.

La energía de su brazo desapareció.

»Ga... Ja...

Una gran bocanada de aire salio junto a su áspera respiración y cayó sobre sus pies. Izuku se mantuvo en posición vertical, aunque el en realidad estaba tembloroso, casi con ganas de llorar. Le dolía el brazo, el puño y todo el hombro pero... no sentía que fuese a romperse. Se sentía mas fuerte que antes, incluso aun con su piel como gallina, el estaba seguro que podía continuar.

Izuku pensó que quizás se trataba del brazalete y vendajes que Mei había hecho para él lo que pudo soportar el peso de sus golpes, realmente puede ser esa la respuesta, sin embargo...

Él también se había hecho fuerte.

―¡¡TE MATARE!!

Por encima de él, justo delante suya se levantaba el cuerpo de Miruko, con su brazo derecho preparando un golpe, por su puesto izuku estaba debajo de ella.

―¡¡...!!
pudo ver una delgada línea de color carmesí ser dejada por los ojos de aquella mujer. El aire de repente vibro y la silueta comenzo a girar tan rápido que comenzo a volverse borrosa. Lanzando un rugido vigoroso como un tornado, siguió en caída directamente hacia izuku.

Los ojos de izuku se ensancharon.

Nuevamente el choque del aire a su alrededor convirtió el espejo de la realidad en un relampagueante suceso que rodeo a izuku. Sus pupilas parecían haberse hecho mas pequeñas pero la figura de miruko en ellas había tomado todo su campo de visión. Todo lo que izuku tenia en su vista era el puño de la mujer, por delante suya, encima de él.

Ahora, se disponían a clavar sus garras en el corazón del otro.

Un rugido por parte de ambos desato una marea de sombras que se movían a tal velocidad que se volvían borrosas al ojo humano, fragmentando sus propios cuerpos en restos que se quedaban como aire vacío a su paso.

Puños, patadas y demás por parte de miruko eran esquivados por izuku tan rápidamente que solo dejaban imágenes remanentes que se mezclaban entre sí, en un espacio tan pequeño que parecía que fuera un oleaje de copias de ellos luchando como un ejército.

―¡¡Sh-Shi-...!!!

Golpe.

Conciencia borrosa.

El dolor de sus heridas lo sacudieron.

Izuku había perdido la cuenta de cuantas veces había pasado por este proceso.

Como si estuviera siendo arrastrado deliberadamente fuera de la pela, la numero seis, Miruko, ni una sola vez sufrió algún tipo de lesión fatal. Pero izuku sabia claramente que la sangre que flui de sus numerosas heridas que se abrían en sus brazos, es decir, su cantidad total de sangre que se marcaba en las vendas era la prueba de que sus golpes estaban acertando en la piel morena de la mujer.

Sin embargo, el sabia claramente que a este paso no la alcanzara...

*¡GAWP!*

Un puñetazo directo a su estomago fue conectado por el puño de Miruko. Provocando que izuku tuviera que retroceder, curveando su postura hacia delante.

Incluso aunque el estaba haciendo frente con todo el cuerpo adolorido y sus brazos cubierto de heridas, la estamina de Miruko no parecía tener fin.

No importaba cuán lejos podía leer sus movimientos, si su cuerpo no puede seguir el ritmo de esos movimientos no tiene oportunidad.

*¡FLUP!*

Una poderosa patada había acertado en su hombro destrozando su camiseta un poco más.

―¡¿Eso es todo?! ―exclamo Miruko―. ¡Y eso que finalmente habías conseguido seguirme el paso!

Entonces ella tomo fortuitamente el brazo de izuku, desde su muñeca.

―¡GUAHH...!

Desde su mano hasta el hombro pudo sentir que algo arrancaba su extremidad. Miruko había tirado de él hacia ella.

―¡¿Te duele?! ¡¿Estas sufriendo?! ―una vez más, exclamo―. ¡HASTA AQUÍ LLEGASTE!

»M-maldicion...

Yendo hacia ella, la propia heroína preparaba un fuerte golpe.

»¿E-es que no puedo ganar? Yo... ¡¿Tan si quiera no puedo ganar algo?!

A él, alguien nacido en una simple familia donde el mismo cielo le otorgo una maldicion, una triste vida llena de errores y tristezas.

«¿No era tiempo de que pudiera ser diferente al resto?» se preguntó.

Ese cuerpo que no conseguía acostumbrarse al One For All. Aun así, no quería perder.

Por eso, a pesar de su inamovible fuerza, izuku quería ir más allá, superar esa fuerza que ella tenía, que durante varios años ella había llevado al extremo. Entonces sin nada mas en la cabeza se le había ocurrido dejar atrás todos esos delirios y expulso sus temores, pero manteniendo una sola acción dentro de su cabeza.

Contar.

En concreto, el estaba midiendo su propio limite.

»No soy alguien especial...

No lo era.

»No soy tan talentoso como Shimura-San lo cree, o tan valeroso como Uraraka-San piensa. Sin embargo...

Ahora, delante de su puño donde su vida esta tendido sobre las manos de Miruko.

»¡¿En que lugar dice que no puedo intentar serlo?!

[Desde cero...]

*¡WHAM!*

El rostro de izuku había sido golpeado tan fuerte que todo el mundo a su alrededor desapareció quedando en blanco. Toda su realidad se torció y la pureza de la nada lo rodeo.

[1%]

El tiempo había perdido razón en aquel lugar donde poco a poco, tan lentamente como un caracol, su cuerpo se movía hacia atrás.

[5%]

Siendo aspirada su fuerza, se interrumpieron sus pensamientos mas ambiguos. Casi parecía haberse perdido en si mismo, pues ahora mismo estaba sobre una rodilla, con sangre goteando de una nueva herida en su mejilla izquierda donde aun estaba el puño de miruko.

[9%]

Solo un poco más.

[13%]

Un indicio leve disgusto apareció en el rostro de miruko que por lo general carecía de cualquier tipo de expresión parecida a esa. La razón fue que, despues de haber golpeado la mejilla de izuku, una gota de sangre parecía haberse mezclado con el carmesí de su ojo provocando que perdiera profundidad al cerrar su ojo.

[17%]

El mundo en blanco de izuku no se comparo en lo absoluto al que Miruko tenia de frente.

Un mundo de oscuridad donde una sola alma aun estaba resistiéndose a estas sombras.

*Rumble*

Su puño tembló.

»Esta vez...

Su puño dejo la mejilla de izuku y momentos despues, de la boca de izuku dejo de salir sangre para que una densa nube de vapor emergiera mezclándose con el aire de su alrededor.

»¡G-ganar...! ¡¡Quiero ganar!!

Los sentidos del conejo se activaron.

―¿Qué...?

La rodilla de Miruko había tocado el suelo, solo un segundo.

Ahora izuku estaba por delante de ella, encima.

[18%]

En aquel mundo en blanco donde izuku estaba, el dio un paso y un cristal transparente se estaba quebrando mientras parecía unirse a su piel para despues estallar y volar alrededor suyo, con tal violencia que parecía una tormenta relampagueante alrededor suyo.

[19%]

―¡JA!

Miruko uso su rodilla de apoyo, girando en el suelo y lanzando su pierna hacia izuku. Este levanto una vez mas su puño, pero esta vez su cuerpo parecía ir a la misma velocidad que dicho brazo.

―¡¡OOAAAHHH!!
―¡KUAAAA!!

Ambos rugieron uno con otro.

Su brazo...

Su pierna...

[...]

Fragmentos de sombras como hojas de pasto volaron alrededor suyo. El giro a su espalda y toda la pureza había desaparecido entre oscuridad donde encima suya, en el cielo oscuro de nubes de tiniebla viajaban por encima suya una gran cantidad de colores. Estallando de un lugar a otro como cometas.

Un mundo nuevo para él, uno que nunca había visto.

[20% Full Cowling.]

Sin percatarse, no tenia voz, no tenia cuerpo, solo la mitad de su rostro y una mano.

Él era... nada.

Y desde ese momento, lo ultimo que pudo ver, fue a lo lejos una sombra blanca la cual estaba acompañada por otra mas. Pudo distinguir una especia de cabellera y...

*ZZZzzz*

―...

Incluso mientras su cuerpo había caído al lado suyo, el rostro de Miruko se mantenía carente de otra expresión que no fuerza sorpresa. Esos ojos carmesí apenas miraban sorpresivamente el techo vacío como trozos de cristal.

*PUFF*

El instante en que ella recobro la razón, el cuerpo del chico había caído a su lado chocando con el frio concreto. Ella siguió mirando al frente donde su pierna aun estaba alzada.

Momentos despues, tan solo unos instantes, su mejilla goteo un liquido que viajo por su cuello hasta el suelo.

Un ligero corte apareció en su pómulo.

Ella reacciono y bajo su pierna pare luego erguir la espalda y ponerse de pie. Se dio la vuelta y observo el cuerpo boca debajo de izuku. Tumbado en el suelo en un sueño profundo.

Miruko abrió la boca y murmuro en voz baja. Finalmente ella había vuelto en si.

Sus sentidos de conejo que habían estallado en un segundo frente a izuku por fin se habían controlado. El peligro que ella había sentido por un momento provoco que ahora mismo no pudiera borrar la impresión de su rostro.

*Buff*

Ella suspiro.

―Interesante.

Con una sonrisa miro el rostro de izuku que parecía mostrar un sueño placido, como si ni si quiera mostrara un resto de dificultad al dormir. Parecía un niño pequeño cansado despues de jugar todo el día en el parque.

Sonriendo de nuevo, Miruko se arrodillo. Mientras notaba que las heridas de izuku sangraban simplemente tomo su brazo izquierdo y lo levanto hasta pasarlo por alrededor de su cuello levantando a izuku.

―Buen esquive, mocoso ―dijo ella.

Justo un instante antes de que la pierna de Miruko conectara con el rostro de izuku, este se movió tan rápido que provoco que miruko quedara libre, lo suficiente para golpearla y mandarla al mismo lugar donde izuku estaba, por que ella entendía por sus sentidos que si izuku la golpeaba en ese preciso momento, quizás el...

*¡HA-HA-HA!*

Una risotada estridente estallo en aquel almacén mientras izuku era llevado por Miruko hacia afuera de este, llegando de nuevo a aquel lugar donde todo parecía abandonada y descuidado. Aun con esa sonriente mirada en su rostro, la mujer comenzo a caminar con el pequeño dormilón en su costado.

―Es la primera vez en un largo tiempo que pruebo el miedo a la derrota ―dijo ella―. Eres verdaderamente interesante, Midoriya Izuku.

Con una sonrisa soñolienta en su rostro, izuku dormía plácidamente al costado del rostro de miruko.

El sol los ilumino y las pasantías por fin habían iniciado.

...













[Las calles son inseguras, las personas buscan ayuda y los héroes escasean. La ciudad que las sombras consumió.]

Próximo capitulo: Calles perdidas y peligros.

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