EL DEMONIO Y EL CONEJO.

La luz diurna estaba en escases. Pronto la noche estaba por asechar sobre la cabina de tren donde aquellos cinco estaban.

A través de los ventanales el sol daba sus últimos rayos de sol ante la mirada en tabuco de una mujer morena.

―Es mejor así ―dijo Hawks.

―Lo entiendo, pero no será algo apresurado. ¿Y si sale algo mal? ―cuestiono Kamui en rápida sucesión.

―Mientras podamos separar a Kano de los demás estará todo bien. ―Hawks giro su mirada hacia Miruko―. ¿Estarás bien con él?

Discretamente evito el encuentro de miradas con Hawks mientras agitaba su mano derecha sin desprender su mirada del frente a la ventanilla en una seña que decía; "Estoy de acuerdo".

―Ahí lo tienes.

―Okey, lo entiendo. Yu y yo nos encargaremos de la mujer de luz, ¿Eva no es así? Y tu te encargaras de Nacht. ¿Quién se encargará de Fobos?

Ante la pregunta Hawks reclino su espalda y miro por delante de la espalda de Miruko al costado del pasillo, era Bakugou quien estaba pensante.

―Niño, tu...

―No soy un niño ―respondió casi enseguida.

―Para mi lo eres. Para todos los que estamos aquí lo eres. Pero eso no es lo importante. Bueno, ahora que lo pienso más detenidamente... ¿Por qué fue que te dejamos venir? De hecho, ¿Podrías recordarme tu nombre?

―Bakugou ―el peli cenizo levanto su cabeza y torció su cuello mirando a Hawks―. Bakugou Katsuki.

―¿Y tú eres...?

―Compañero de Izuku ―respondió Miruko.

―¿Lo conoces Rumi?

La mujer finalmente había sentido algo de interés morboso por lo cual giro y puso más atención a la plática.

―Si. Izuku me ha hablado de él... de ti ―dijo mirando a Bakugou―. Ese golpe tuyo... parece serio.

Al mirar mas detenidamente al chico noto la sangre que parecía seca en su vendaje, pero por alguna razón estaba mas roja que una sangre recién emergida.

―¿Fue buena idea traerlo? ―pregunto Yu.

―Tuvo contacto con ellos y al parecer sobrevivió, quizás...

―Tú también sobreviviste.

―Por error del francotirador.

―Nagant no falla ―casi al instante Hawks salió en asalto rápidamente―. Fuera lo que fuera, fallar no es parte de su abecedario.

―¿Entonces como explicas esto? ―Kamui apunto a su oído vendado o bueno, lo que quedaba de este.

―Posiblemente tuvo alguna razón o quizás tu no eras el blanco. Pero créeme que cuando digo que esa mujer es muy habilidosa, lo es.

―De hecho, ahora que hablamos de esa mujer. ¿Quién carajos se va a encargar de ella? ―cuestiono Yu―. Si Kamui y yo estaremos contra esa tal Eva... ¿no seria mejor que solo fuera uno?

―Para nada. Eva es demasiado para cualquiera de los dos. Si van ustedes dos juntos seguramente tengan una oportunidad. Además, está agotada, sus posibilidades son aún más satisfactorias.

―En parte me siento ofendido y en otra consternado. Si es tan poderosa como es que ella se deja mangonear por un tipo como ese vejestorio de la comisión, ¿Eh? ―Kamui desvió la mirada―. Me gustaría juzgar el hecho de que el chico pudo derrotarla, pero tiene a esta bestia de aquí al lado inundándolo de ideas supremacistas.

―¡¿Perdón?!

―En todo caso. Nagant no hará nada mientras que el presidente se encuentre en peligro. Solo necesitamos encargarnos de los que realmente representan un problema y darle una oportunidad al chico para huir.

―¿Qué nos dice que Midoriya estará despierto? ―pregunto Yu.

―Realmente no lo es ―respondió Hawks―. ¿Qué nos lo dice, Rumi?

Miruko sonrió mientras que la luz del día finalmente se acababa y la luz de luna inundo el paisaje que fuera del tren habitaba.











La luz nocturna inundaba la tierra debajo del cielo.

Miruko estaba imbuida de la luz lunar que por encima de ella se alzaba. Delante de ella, Kano de pie se alzaba.

―Entonces es así... ―murmuro Miruko conteniendo sus emociones.

Martillo sobre sus tendones un paso delante de ella mientras sus muslos se engrandecían. Kano en un fin sus extremidades remanecían

―Era natural que conocieras a mi familia. Después tú y tu pueblo―

―No es mi pueblo ―interrumpió ella con desgana.

La sangre que yacía a los pies de Kano era tragada por debajo de la falda de sus ropaje mientras este se ponía de pie y miraba hacia delante.

―Con que es así, ¿Eh? Entiendo, lo entiendo. Ese sentimiento de repudio... lo veo ―sus ojos destellaron en un tono parecido al rubí―. ¡Lo entiendo perfectamente Miruko!

―No entiendes nada.

Sin chistar, Miruko había terminado de cargar su fuerza.

Sus piernas, sus músculos que chillaban con la contracción produjeron una inconmensurable fuerza que termino en un estallido casi ensordecedor.

*¡THUD!*

INTRODUCIR: FIX RELEASE

La planta del pie derecho de Miruko impacto en una densa capa de sangre por delante de la palma izquierda de Kano.

―Eso es, personas como nosotros no necesitan de habla ¿Verdad? El idioma en palabras es molesto, ¿Verdad? Solo los puños y carne que choca con carne es lo verdaderamente innovador. Es algo que nos permite transmitir, ¡¿Verdad?! ―Kano contrajo su sangre y tomo la pierna de Miruko―. ¡¡HMPH!!

Tiro de ella hacia él y lanzo su puño de lleno dejando a la mujer desnuda al ataque.

Miruko cubrió su cara con ambos brazos en cruz.

*¡VWAK!

―¡¡¡―!!!

Miruko sintió como los huesos de ambos antebrazos se abrían al puñetazo del hombre.

[Su fuerza es parecida a la de él...]

Delante de Miruko a través de un recuerdo la espalda de Midoriya Izuku ve como un reflejo.

*¡WOOMP!*

Salió despedida hacia atrás varios metros.

Rebotando en el duro suelo de la entrada de aquel edificio finalmente se estrella en una gran maseta exterior donde un árbol mediano se derrumba hacia la gran avenida llena de autos abandonados.

Detrás de allá los faroles comienzan a marcar entre verde y rojo.

La mirada de Miruko oscila entre la luz y la oscuridad. Aquel golpe realmente fue poderoso, lo suficiente como para sacudirle su mundo.

*Sigh, Sigh, Sigh...*

Delante de ella entre los huecos de aquellos muros abiertos Kano avanza a paso lento.

Miruko se reincorpora poco a poco hasta ponerse de pie mientras sudor cae de su rostro.

Ella estaba realmente tensa.

[El comienzo lo sentí amenazador. Podía sentir que fallar un esquive me costaría la vida, pero ahora... es como si estuviera jugando, pero sus golpes no son un juego. ¿Es acaso por eso que Hawks aun no aparece?]

Mirando de reojo al escaparate destruido busca entre la apertura alguna señal del hombre.

―No deberías...

―¿¿¡...!??

―¡De distraerte!

*¡FWOOOSH!*

El espectro de Kano desapareció en un destello de polvo hasta reaparecer al lado de Miruko con el puño despedido hacia el rostro de la mujer.

En un acto milagroso y de gran habilidad, Rumi apenas mueve su cabeza unos centímetros hacia un lado logrando un esquive. Aun conmocionada, sin una reacción rápida recibí un impacto seco en el vientre del segundo brazo de Kano.

―¡Buagh...!~

Apenas el cuerpo de Miruko retrocedió un centímetro de los nudillos de Kano, una estela sanguínea se desplego de la espalda de Kano hacia la espalda de Miruko. Entre un farol y un árbol se creo una especie de gruesa malla parecida a la telaraña de una araña.

[¡¿Qué?!]

―Te tengo.

Con una sonrisa maliciosa el cuerpo de Miruko termino atorado en la extensa malla siendo convertida en un saco de box continuo.

Uno.

Dos.

Tres.

Siete.

Doce.

Treinta y seis.

El mundo de oscuridad y el mundo real continuaba en una oscila miento virtuoso. Con sus músculos continuamente siendo apaleados por una lluvia de golpes toda su consciencia estaba temblando.

Su estomago siendo duramente golpeado, su pecho herido mallugado y su rostro machacado, a Miruko no le quedo de otra que su lengua morder en una extraña forma de mantenerse cuerda ante la indetenible sarta de golpes.

―¡―!

En una estampida de plumas Kano se desliga de Miruko apartándose en un salto hacia atrás mientras la cama de sangre desaparece dejando caer el cuerpo de la mujer hacia atrás. Y con su mente en un constante cambio de realidades... Hawks había entrado en escena.

...

―No hay muchos detalles acerca de su quirk, como mencione antes. O al menos es a lo que yo he podido acceder. Pero referente a sus habilidades o ataques es parecido al héroe profesional Vlad King.

―¿Vlad King? ―Miruko se quedo pensante―. ¿Quién es ese?

―Es un profesor de la U.A... ¿Qué no has oído hablar de él? ―pregunto Kamui.

―Nah, no me suena.

―Pero si has ido a la academia... olvídalo ―Kamui no quiso entrar más en detalles.

―Bueno, Vlad King tiene un quirk algo curioso ―Hawks levando su dedo índice―. Manipulación de sangre.

―¿...?

...

[Vlad King es capaz de manipular su sangre de diferentes maneras, pero todo se centra en expulsarla, endurecerla y absorberla. A partir de ahí dependerá de como el usuario decida compenetrar eso con sus propias habilidades. En el caso de Kano... el también puede manipular la sangre.]

...


INTRODUCIR:DIANA- TONY ANDERSON

*¡Bluagh!*

Sangre salió de la boca de Miruko mientras caía de espaldas al duro concreto de la calle.

*PFFF*

Su cuerpo rebota en el suelo.

―¡KANO!

―¿Ah?

Por encima del hombre en un ataque como el de una ave rapaz, Hawks lo alcanza con una espada hecha con sus plumas.

*¡CLANCK!*

El sonido metálico y chispas saliendo de la fricción del choque avisa al hombre de una mala mano que juega.

Sin ningún daño aparente, la espada de Hawks golpea duramente en la mejilla endurecida de sangre de Kano mientras este solo lo ignora.

―Aburrido.

Antes de si quiera pasara de largo, a una velocidad indescriptible, el dorsal de Kano golpea la mejilla de Hawks enviándolo al suelo a su costado.

El impacto es abrumador y todas sus plumas se arrugan mientras que Hawks solo rueda varios metros hasta el muro donde Kano estaba hace un instante.

*Hah... Hah... Hah...*

Todo el cuerpo de Hawks tiembla, su mente tiembla. A duras penas lucha por mantenerse consciente mientras su cuerpo se retuerce.

[¡¿S-Solo dos golpes...?! S-Sabia que era fuerte p-pero... ¡Pero esto es ridículo!]

Apoyándose sobre sus antebrazos Hawks alza la voz:

―D-Detente...

―No ―Kano sigue adelante.

Ante esta acción Hawks envía dos de sus plumas hacia Kano directo hacia su rostro, pero este simplemente las aparta con un gesto de sus manos.

―¡Ngh...!

Hawks miro con frustración.

[Si tan solo estuviera en mejor estado... Estúpida Rumi, aun no puedo recuperarme de la paliza de ayer.]

Al igual que Rumi, Hawks estaba entre la línea de la luz y la oscuridad observando como la silueta de Kano caminaba hacia el cuerpo de Rumi mientras que esta no dejaba de escupir sangre de su boca.

Miruko había recibido alrededor de cincuenta y siete golpes seguidos de Kano en un lapso de diez segundos provocando en ella algún tipo de traumatismo interno.

Era un milagro de por si que ella siguiera respirando y uno aun mayor que siguiera luchando por el control de su consciencia.

Ante sus ojos la luz de la luna poco a poco se apagaba. Aquella luna encima de ella estaba volviéndose oscura mientras la sangre que salía de su boca inundaba su rostro.

Ella estaba dejando de escuchar.

Ella estaba perdiéndose en ella misma...

Ella...

*Crack*

Una rama se quebró debajo de su pie.

―¿Me estas escuchando? ―pregunto Rumiko quien caminaba por delante de la adolescente.

―¿Ah? ¿Qué dices?

―Te pregunto si me estas escuchando.

Rumi aun permanecía atenta al suelo del bosque antes que a su abuela.

―Si, si... claro.

Estaba algo exhausta por aquellas lecciones y se denotaba en su forma de hablar o actuar. Ya llevaba tiempo que Rumi parecía querer un buen descanso, pero debido al corto periodo de tiempo que ella estaría con su abuela, la mujer de edad avanzada la había puesto a memorizar cada aspecto de cada paso de aquella danza Kagura.

Rumiko no era tonta y podía notar esto provenir de su joven nieta por lo cual decidió algo.

―¿Qué te parece si te cuento una historia mientras vamos a casa?

―¿Eh, una historia? ¿Qué tipo de historia?

―Hmm...

―¿Sera otro cuento como el del conejo y el dios?

―No ―respondió Rumiko―. Me gustaría algo más interesante.

―¡Ja!~ sabia que el cuento del conejo te aburria.

―¿Qué? No. A lo que me refiero con interesante es algo para ti. Algo que no sepas y pueda hacer nacer curiosidad he interés en ti. ¿Me entiendes?

―A... ja...

Rumiko suspiro.

―Bien. Que te parece... ¿Hmm? ¡Oh, lo tengo!

Rumiko giro hacia su nieta y se detuvo hasta que ella la alcanzo.

―¿Y será...?

―¿Habías preguntado sobre otras danzas verdad?

―Si...

―Cuando hable acerca de nuestra danza preguntaste si la nuestra era mas fuerte. Yo te respondí que no. Teóricamente hablando y con guía de la historia... creo dar un aproximado de unas cuarenta estilos de danza únicas en el mundo, incluyendo la nuestra.

―No iras a creer que me voy a tragar la historia de las cuarenta danzas... ¿Verdad?

―Jajaja~ Me encanta que seas tan honesta, aunque a futuro te traerá problemas una actitud así. Ni tu padre ni tu madre son así. Me pregunto de donde vendrá esa parte de ti.

―¿Tiene que venir de alguien? Hugh... son tan de ¿Antaño?

―Esta bien. No te contare la historia de las cuarenta danzas, pero al menos déjame hablarte de las mas interesantes de ellas. ¿Qué te parece?

―¿Habrá partes de animales sacrificándose por dioses?

Rumiko se quedo pensante por un segundo.

―No, solo la nuestra cuenta con eso.

―Eso es... perturbador ―dijo Rumi con un gesto de desagrado.

―Muchas de las danzas cuentan con algo de origen único. Aunque a ti te de asco, la historia del conejo y el dios Tsukuyomi es muy hermoso. Puede que algo fantasioso, pero tiene un simbolismo. ¡Que tal! Una de las danzas antiguas que data de hace mas de diez siglos habla sobre un grupo de mujeres que...

Lo que resto de esa noche Rumi no perteneció totalmente a su abuela. De hecho, aún seguía concentrada en pisar las ramas mientras la boca de su abuela no paraba de hablar acerca de la historia de danzas diferentes.

...

[Honestamente no recuerdo mucho. Siempre he sido así. Incluso para la escuela siempre tenia la mala costumbre de recordar todo en el ultimo momento con la mínima estimulación. Por ejemplo, en primaria siempre me costaba trabajo dividir con el estúpido método, pero cuando lo veía en el Pizarrón podía recordarlo perfectamente. Ahora, quizás fuera por las palabras de Hawks y el estimulo del uso del quirk de aquel tipo pude recordar algo de aquellas historias de mi abuela. Recordé cuando hablo de una familia... una que su posesión mas preciada era su sangre.]

...

Los conejos miran a sus alrededores en búsqueda de un depredador mientras buscan que comer. Si por alguna razón en aquellos gesticulosos ojos suyos se refleja alguna señal de peligro, el conejo huira inmediatamente por que, para ellos, el instinto de supervivencia es el mas grande que existe en sus almas.

Pero Miruko... ella no es un conejo completamente.

*Hah... Hah...*

―Vaya...

Reincorporándose a la pelea, Miruko esta de lado usando su palma para apoyarse en el suelo mientras sostiene su estomago con su otra mano. Terminando de vomitar los últimos globos de sangre de su interior la mujer pone una pierna por delante de la otra y se impulsa hacia arriba.

Aun sosteniendo su estomago gira poco a poco hasta que un mechón de cabello cae sobre uno de sus ojos y el otro queda libre, lo suficiente para hacer contacto visual con Kano.

―No esperaría menos de ti. No después de haber visto lo que vi en esos videos tuyos ―Kano sonrío―. Eres una reliquia como tal.

Miruko estaba disgustada. Soltó su estomago y finalmente se dio la vuelta mirando con desagrado a Kano.

Cerro sus ojos un instante y respiro hondamente recuperando el aliento.

*SPLIT*

Miruko escupió al suelo delante de ella una gran baba de sangre, sus ojos se abrieron y tomo una pose ofensiva.

Ella sonrió.

―¿Por qué no te tragas eso? Maldito pervertido de la sangre.

Kano perdió su sonrisa.

Entre ambos una divisa de viento se había dibujado mientras que los edificios ocultaban la luz de luna a pies de Kano y a Rumi le iluminaba aquella luz nocturna.

Ante la oscuridad y ante la sangre.

El demonio y el conejo.

[Tu...]

*¡FWP!*

Puño tras puño.

*¡FWP!*

Patada tras patada.

*¡FWP!*

Un choque de dos personalidades en medio de la anticlimática ciudad de Tokio en el filo de la oscuridad y la luz.

*¡FWP!*

En un intercambio de golpes en medio de la calle son ambos contrincantes los que se encuentran.

―¡OLEAJE!

Por encima de Kano.

―¡CRUOR!

Por debajo de Miruko.

De su patada a su puño.

*¡CLANCK!*

Las chispas vuelan con cada golpe correspondiente.

[Su quirk es basado en ello, su poder, su sangre... ahora lo recuerdo. No es solo eso, es más que ello.]

Ambos se separan instintivamente tanto como se los permite el impulso de sus golpes. Miruko termino en la parte delantera de un coche vacío y Kano justo donde empezó la pelea. Separados por unos 7 metros ambos se impulsan hacia delante.

Nuevamente su puño y su pierna chocan en un sonido sordo.

*¡THUD!*

[Fortalece sus músculos, fortalece sus órganos, fortalece cada parte de su interior y aun así usa lo que resta para el exterior. La manera en que usa su cuerpo como una herramienta demuestra que no es solo un estilo de lucha, es la unión de diferentes artes unificadas en el error de muchas otras. Al igual que Mündansu utiliza distintivos movimientos de estilos de lucha totalmente ajenos uno al otro provocando que no sea capaz de identificar su siguiente ataque. En consecuencia, a eso, estoy gastando demasiada energía en mantenerme a su ritmo.]

Cada despliegue de golpes alrededor de Miruko era una sarta de ataques imprevisibles. No había manera de que pudiera encontrar una manera de descifrar a donde iría el siguiente golpe. Ni si quiera a partir de su afinado oído o su fuerte olfato. Fuera a donde temblara el musculo del hombre al moverse la sangre que impulsaba y fortificaba su puño era más rápido de lo que Miruko podía anticipar.

Miruko pensó en Six, recordó su pelea.

Esa fue la sensación que le trajo aquella lucha.

Era casi como el tic tac de un reloj.

*Tic*

Encima de los coches, en medio de la avenida.

*Tac*

Sus golpes se abren en una amalgama de neblina carmesí que nubla su visión y oscurece sus sentidos.

*Tic*

El mundo alrededor de ambos se retuerce y el cielo encima de ellos se fracciona en un reflejo memorial permitiendo ver aquella pelea de hace meses.

*Tac*

Six contra Miruko.

*Tic*

Miruko contra Six.

*Tac*

Kano contra Miruko.

*Tic*

El conejo contra el demonio.

*¡TAC!*

Ambos mundos reflejos uno del otro se quebrantó en un rugido señorial. Ambos lugares vieron ambas distintas tempestades, una bajo una tormentosa tarde y otra sobre una noche limpia.

Sus cuerpos como dos péndulos donde la distancia entre ambos se va a haciendo cada vez mas pequeña mientras los segundos transcurren.

[Si hubiera puesto toda la atención que mi abuela me pedía estaría en una mejor posición.]

Mientras estaba cayendo, mantuvo sus ojos en Kano usando todos sus sentidos.

Kano también estuvo alerta desde el momento en que ella retrocedió.

[Espera... ¿Estaría en una mejor posición? ¿Eso sería así? El es realmente abrumador. Cada golpe suyo carga con una fuerza parecida a la de Izuku, pero con una ligera diferencia. Mas que explosivos sus golpes parecen mas como un mazo cayendo...]

Miruko se había percatado de algo.

El tiempo transcurrido desde el choque de golpes fue menos de quince segundos.

[¿Una mazo cayendo? Ya entiendo... es eso, ¿Verdad?]

La velocidad de ambos era normal. Pero el efecto de la inercia aun permaneció después del choque por lo cual Miruko no pudo detener su velocidad tan abruptamente así que con una de sus piernas redujo la velocidad arrastrando su otra pierna por el concreto de la avenida abriendo un camino frondoso a su alrededor.

[Los golpes que ha estado usando hasta ahora han sido en caída. Siempre que lanza un puño, el comienza desde arriba y termina abajo. Gira y esquiva como yo, pero de una manera mas sutil. El esta golpeando como si fuera algo parecido al Fa Jin... pero no es Fa Jin.]

Miruko estaba escudriñando cada detalle de su cuerpo, cada aspecto de sus movimientos. No dejaba de verlo, ni por un segundo.

Tanto fue así que el corto periodo de tiempo que gano libre del combate una vez se coloco de pie lejos de Kano sostuvo su mente en una tabla de picar.

Fileteo su cerebro y busco entre las delgadas tiras de carne algún tipo de información que le fuera útil. Era ahora, si su mente le estaba haciendo recordar cosas de su pasado era ahora que podía darse la libertad de pensar sin remordimiento alguno. Y como empezó, termino.

Entre los pliegues de su cerebro lo había descifrado.

[¡INCERCIA!]

¡EUREKA!

Kano había saltado hacia ella acortando la distancia entre ambos.

Miruko lo había descubierto. El punto fuerte del estilo de pelea de ese hombre era la inercia. Inercia por movimiento, por golpe o por salto. Todo lo que produjera algún tipo de retroceso en su cuerpo lo balanceaba como si fuera un péndulo lejos de él y de vuelta a él.

Miruko que tenia a un lado un auto no dudo ni un segundo en darle un pisotón al capo produciendo que este se levantara de la parte trasera y creara un caso dentro del automóvil mientras esta mujer giro lanzando una patada a la parte de abajo del coche y arrojándolo hacia Kano.

―¡Que fuerza...! ―Kano observo asombrado y este partió al coche a la mitad produciendo un chirrido y después...

*¡BOOOM!*

Detrás de Kano una explosión sacudió la avenida. Varios de los coches consecuentes a este salieron volando alrededor de ambos mientras este no se detuvo ni un segundo.

Miruko alzo su pierna giro y lanzo una patada al rostro de Kano que por venir ni si quiera dudo en recibirlo.

*¡CLANCK!*

El chirrido metálico de su rostro endurecido y el calzado metálico de la mujer causaron una lluvia de chispas la cual cayo por delante del rostro de ambos.

―Tu tiempo de reacción se a reducido. Eres descuidada y llena de aperturas. Permitiste que me acercara aun con tu urgido plan de lanzarme un coche a sabiendas que no me detendría. Un juego de niños a mi parecer.

Miruko no pudo decir nada como represalia.

Ciertamente es así.

Ella había dejado de pensar en Kano como una persona incompetente hace rato. Tanto su fuerza como su habilidad sobresalía mucho mas que la de ella, pero por alguna razón en vez de molesta parecía emocionada.

A diferencia de la pelea que tuvo con Six, ella parecía que esta vez estaba en una situación mas apegada a su instinto. Ya que, la pelea de Six fue mas una pelea de animales que no le permitió ver como se podría desenvolver realmente en un combate cuerpo a cuerpo. Pero, ahora con Kano era diferente.

Este hombre portaba una fuerza abrumadora, una habilidad pulida completamente y una toma de decisiones que rivalizaba con la de Izuku.

Era su todo en uno.

Por eso Miruko pensó sobre sus posibilidades de ganar. Casi al instante recobro mas que su propio valor. Nada era nulo, pero tampoco asegurado.

En esta crucial batalla que ahora se había decantado por un gusto extraño, la mujer tomo la decisión de escrudiñar un poco más acerca de su origen.



INTRODUCIR: MORE THAN WORDS

Entonces la pierna de Miruko piso el suelo nuevamente y su postura se afirmó.

Kano bajo sus puños y miro a la cara a Miruko.

Solo medio metro los separaba en esa avenida llena de humo negro y algunas flamas ardiendo.

―... Déjame hacerte una ultima pregunta. ¿Eres verdaderamente uno de los Nakoano?

―Si, soy de la rama principal de la ya extinguida familia.

―Ya veo. Entonces los rumores eran ciertos.

Miruko recordó.

―¿Qué rumores? ―pregunto Kano.

El hombre vestido de una especie de yukata masculina tercio su gesto y cogió su velo.

Cuando Miruko recibió la pregunta ella cernió su gesto hacia delante.

―La familia Nakoano poseía una gran fortuna y como prueba de ello hace décadas concibieron un pueblo en el cual habitaron distintos tipos de familia. Cuando los quirks vinieron al mundo esta familia adquirió un distintivo que se sumo a su ya poderío. Se convirtieron en monstruos bebedores de sangre como la leyenda del emperador Drácula data. Se dice que hace un par de años ocurrió una tragedia donde todo el pueblo fue masacrado y la familia murió. Tan solo un niño vivió. Ese niño eres tú, ¿Verdad?

El fuego vibraba junto al suelo que temblaba con el estallar de un par de autos a la lejanía. Este sonido abrupto se unía al de las sirenas de los autos de policía que se cernían sobre las calles circundantes a la avenida principal.

Hawks quien estaba en el suelo justo en la cera observo a Miruko de cara al hombre se rodeada de un mar de niebla negra mientras el fuego se avivaba dentro de aquel sitio.

―Rumi... ―murmuro su nombre con sangre cayendo de su frente al suelo.

De vuelta al interior del centro ardiente los ropajes de Kano caen al suelo y el destello carmesí en sus azabaches ojos arde como las llamas que vibran alrededor suyo.

―¿Quién sabe? ―respondió Kano.

La parte superior de su ropa había descendido de sus hombros dejando ver su torso completamente desnudo.

En su pecho tenia una gran marca como la cicatriz de un impacto enorme.

Era como su un meteorito hubiera impactado en la tierra dejándole una marca por la eternidad.

―¿Lo dije no? Las palabras no tienen una verdadero significado en mi naturaleza. Hablar no tiene un valor en verdad. Muchos dicen que mientras se dialogue se podrá llegar a entender, pero no es cierto. La única verdad yace en el poder de doblegar a alguien más. La única vía para poder transmitir tus deseos y anhelos esta en el dominar sobre alguien. Si no posees tal fuerza no podrás ni ir en búsqueda del verdadero significado de vivir.

―¿Cómo dices? ¿Significado de vivir? Hablar mucho para ser alguien que no le gusta hablar.

―Es un reflejo de la vida que he vivido durante este tiempo. En palabras simples, es solo cordialidad.

―¿¡Modales?! ¡HA!~ eso no me va a mí.

―Eso lo puedo ver con claridad. Pero esta bien, no es algo que necesitemos a partir de este punto. Ni modales, ni palabras, ni ningún otro tipo de cosa que no contribuya a nuestras carne golpeándose poco a poco hasta convertirse en simple trozos de carne molida.

―Creo que en algo podemos estar de acuerdo.

―Bien, ¿Qué te parece algo? ―dijo Kano alzando uno de sus dedos―. Si logras al menos hacer que mi cara toque el suelo responderé cualquier pregunta que quieras a partir de ahora.

―¡¿En serio?! ¡Que alucinante...! Por que ahora que lo dices has comenzado a picar un poco en mi curiosidad. ¿Qué te parece si al menos me das una prueba de eso? Ya sabes, esa danza de tu familia.

―¿Danza? Oh, esos villancicos.

―¿Villancicos? ―pregunto Miruko.

―Suficiente. Si quieres saber más, ya sabes lo que tienes que hacer ―los puños de carne se encendieron en un rojo carmesí como si una lampara se le fuera puesta en sus manos mientras que sus ojos se inyectaron en sangre. Lanzo un par de puños al aire y se poso delante de Miruko ofensivamente―. Dejemos que nuestra carne hable.

―Supongo que tienes razón...

El flujo que el viento empujaba hacia Miruko permitía su cabello ondular de un lado a otro mientras su fija mirada sobre Kano se posicionaba por encima de su hombro.

Por un mínimo instante Miruko y Hawks se miraron. Fue tan corto que apenas fue visible para ambos pues la cortina de humo y fuego se había formado completamente.

*¡FWOOOSH!*

Alrededor de ambos combatientes muros de fuego se habían alzado dando, así como inicio a la verdadera pelea que está por venir.

Miruko estiro su pierna para luego contraerla. Giro su cadera de lado a lado, después dejo caer sus brazos colgantes de sus hombros y se inclinó hacia delante.

Un mechón de su cabello plateado se sacudió en frente de su rostro ocultando sus ojos que se cerraron y abrieron en un instante permitiendo ver un brillo plateado en sus ojos.

La luna en alto y el fuego ardiente.

Todo el cuerpo de Miruko se calentó y vapor empezó a brotar de su piel.

A partir de ahora, el demonio de la sangre y el conejo lunar irán a su 100%.

Los policías que estaban llegando desde la otra calle pudieron observar los muros de fuego desplegarse hacia los cielos cuando un estallido ocurrió casi al mismo tiempo que una voz se alzó.

―¡¡RUMI!!

*¡¡¡GRWHOOOOM!!!*

La mitad de la avenida de ambos carriles se derrumbo y varios postes de luz y faroles se vinieron abajo mientras una lluvia de escombros comenzó a sacudir las cortinas de humo con más polvo.

Por encima de aquel lugar dos siluetas salieron disparadas hacia el cielo nocturno justo en pleno de la luna.

En dirección hacia un edificio, ambos se estrellaron y terminaron en su interior mientras que Hawks los perdía de vista.

―¡Cuidado!

―¡¿―?!

Una voz lejos de Hawks le aviso del inminente impacto.

Uno de los coches que salió volando iba directamente a él.

Lejos de ahí, justo en la cima del edificio de la comisión, un cometa iba y venia desapareciendo y apareciendo en el gran lienzo oscuro del cielo mientras que el cuerpo de una enorme mujer agitaba sus brazos por todo el oscuro espacio.

Seguido de esto, Kamui estaba moviéndose alrededor del cuerpo de Yu hasta encontrarse cara a cara con Eva que recién se formaba nuevamente de un gran estallido de luz.

Debajo de ellos, precisamente unos dos pisos, una gran esfera de humo negro estaba rodeando a Bakugou Katsuki mientras que fuera de esta esfera Fobos reía desquiciadamente.

Y por debajo de ellos, el vapor que salía del hoyo donde la bala se incrusto en medio de las piernas de Ozda quien por delante de Izuku estaba.

[¿Fallo...?]

Pensó Ozda mirando de reojo el hoyo a sus pies.

[Ella en verdad... ¿¿¡Fallo!??]

Mientras tanto Izuku estaba en una batalla algo ilusoria consigo mismo pues su cuerpo no paraba de sentirse tan ligero como una pluma mientras que la sensación de estar flotando sobre las nubes opacaba su juicio retorciendo su mente en delirios a causa de las altas temperaturas en su cuerpo.

Y si seguimos por el largo pasillo del cual provino Nagant, al final de este una gran apertura permite ver un ascensor atorado en el sexto piso.

En su interior, el presidente Kinoshita.







...

[En aquel sueño rememora su pasado. El niño aterrado por el niño que ríe despierta sus verdaderos terrores. Bakugou Katsuki se enfrenta a su pasado.]

Próximo capitulo: The Terrified Boy.

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