47.¿CUAL ES TU ROL?

"Tus acciones son temerosas, no temas. Sal al mundo y pruébate a ti misma"


Tadeo Misayama, padre de hikari-

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Cuando finalmente se dio cuenta de su cruel realidad toda la lluvia que caía sobre su cuerpo parecía volverse tan pesada que sentía como si cientos de cuchillas fueran clavadas en sus carnes.

Ella empujaba los trozos de escombros de su camino, usaba su quirk para atravesar pequeñas aperturas de entre las rocas. Su cuerpo se disolvía por un segundo y nuevamente se formaba de un lado diferente.

Era la primera vez que usaba su quirk de manera tan especifica. Siempre se le había complicado hacerlo pero durante estos últimos minutos ella parecía haber desarrollado un especie de afín a sí misma.

Sin embargo esto no cambiaria el resultado al que ella fue expuesta.

Temerosa, temblorosa, aterrada. Su cuerpo tenia espasmos cada cierto tiempo, sentía su garganta seca y sus ojos ardientes. Su respiración exhalaba pequeñas estelas de vapor de forma intermitente con su aspiración. Sus manos llenas de rasguños colocadas sobre las rocas puntiagudas que sobresalían del suelo.
*¡CRUKH!*

Detrás de ella un golpe sordo de una roca cayendo.

Al darse la vuelta puede observar una pequeña fisura de luz que se cuela por una de las ventilas al descubierto de lo que quedaba del edificio.

La gran bruma de humo que se extendía por todo su campo visual solo provocaba que le fuera más difícil el respirar, pero, aun así ella seguía avanzando.

Sobre cristales rotos, desechos de habitación y el cumulo de rocas, escombros y tierra que se encontraban a su alrededor.

Finalmente despues de unos breves instantes por fin había llegado un espacio libre donde una gran llamarada de luz parecía descender de una apertura en el techo.

*WROOOM*

Roca tras roca caía a la vez que varios derrumbes ocurrían a la par de sus pasos. Detrás de ella y más allá de los muros restantes aun de pie en medio de tal derrumbe se podían escuchar las sirenas de policía, los bomberos y ambulancias. Si guardaba silencio por un momento quizás era capaz de hasta escuchar los pasos rápidos de varias personas yendo de un lugar a otro.

―¡Shima-San!

Al segundo, por encima de todo el sonido ambiental fue la voz de High Light bramando el nombre de su mentora.

Su pecho iba y venia de adelanta hacia atrás. Su rostro estaba lleno de tierra y sangre mientras que uno de sus ojos parecía habérsele pegado ya que no podía abrirlo. Tenia la nariz rota, uno de sus labios cuarteados y su larga cabellera rubia estaba desecha pues tenia gran parte del hemisferio izquierdo quemado.

Su traje de héroe estaba a penas sostenido por tiras de tela.

Aun así, ella solo le importo encontrarla a ella.

―¡S-Shima...!

Grito con aun mas fuerza que la anterior vez.

Poso su mano derecha sobre una roca que tenia a su lado y dio un paso subiendo un par de escombros.

Nuevamente bramo:

―¡¿E-estas aquí...?! ―Hikari miro hacia su alrededor buscando entre la densa nube de polvo―. ¡Contesta por favor!

Agobiada comenzo a movilizar su cabeza en todas direcciones devanando cada centímetro del lugar donde se encontraba.

*Hah... hah...*

Sus fuerzas eran casi nulas pero se esforzaba por seguir.

―¡Shima!

Llegados a este punto, la mente de Hikari empezaba a nublarse, y no podía pensar con claridad. Hacia tiempo que le faltaba el oxígeno.

Sentía que no podía hacer nada bien aunque lo quisiera, se sentía tan inútil y abrumada por el hecho de que quizás todo lo que la rodeaba y atosigaba en ese momento había sido totalmente su culpa.

―¡S-shi...

Su garganta se cerró.

*¡COF, COF, COF!*

Ella cayo de rodillas y lo único que hizo fue sostener su garganta mientras dejaba escapar una pequeña imitación en forma de rugido del aullido de ira.

Sus oídos zumbaban.

El sonido era como el delgado y agudo grito de una niña que fue asustada.

El dolor en sus intestinos asalto las mas profundas partes de su mente.

Sentía que su cuello fuera a romperse en cualquier momento con tan solo moverlo un poco. Es por eso que decidió mirar a través del rabillo de sus ojos

Su boca se abría y se cerraba por si sola, separada del pensamiento consciente. Ahora su garganta cerrada y su lengua enredada le era incapaz de gritar su nombre. Tan solo el producir aquel sonido seco era lo único que podía hacer.

¿Esto era una mentira no? ¿No podía ser real? Sus pensamientos comenzaban a atacarla.

Enseguida comenzo a pensar en la verdadera magnitud de la situación por lo cual solamente pudo pensar una y otra vez en lo malo que era.

Cubierta de sudor sentía anormalmente su cuerpo caliente.

Todo lo que tenia a su alrededor era un gran espacio rocoso lleno de escombros y desechos.

Fue entonces que pudo ver algo a la lejanía, cuando una brisa se había colado empujando un poco la nube de humo que tenía frente a ella.

A unos seis metros sobre el suelo había un cuerpo tirado sobre este.

Enseguida su único ojo abierto se abrió en grande y casi al instante su garganta se abrió.

―¡Shima-San...!

Cuando trato de ponerse de pie enseguida cayo al suelo de cara.

*PUFF*

―¡Sh-Shima...san!

Abrió su palma y enterro sus dedos al frente de si misma. Con ayuda de todo su cuerpo comenzo a arrastrarse como se le fuera posible.

Finalmente llego a su lado.

*Hah...hah...*

Dejo escapar dos suspiros de preocupación rápidamente.

Al comprobar el estado de la mujer noto lo maltratada que estaba de pies a cabeza.

Se habían quemado pedazos de su larga capa y ropa de héroe, revelando su piel blanca y desnuda, que estaba marcada por innumerables quemaduras. Su pierna derecha, envuelta en su capa, estaba doblada en un ángulo raro.

Estaba rota.

Al parecer su rostro presentaba las mismas quemaduras de su cuerpo siendo así que ambos parpados de sus ojos se habían derretido y habían quedado pegados.

Lo mas cruel era el hecho de que a su lado estaba un charco de sangre justo en el muñón de su brazo faltante.

Su brazo derecho totalmente hecho trizas dejando solamente tirones de carne a partir de su codo.

Hikari hizo un esfuerzo sobre humano lográndose sentar sobre sus piernas y tomando de los estrechos hombros a su mentora. Acercándola con sus temblorosos dedos que se negaban a obedecerla.

―¡Shima-San, Shima-san... Shima-san...!

Como una niña pequeña que lloraba por su hermana mayor, la llamo una y otra vez.

No podía pensar. Su mente estaba en blanco.

Cuando finalmente la tenia en sus piernas con su cuerpo alrededor de sus brazos pudo sentir el gorgoteo de la sangre proveniente de su estómago.

Fue ahí cuando sucedió.

Hikari observo una gran apertura en el estómago de Shima.

―¡¡¡―!!!

Su respiración se aceleró. Hikari comenzo a hiperventilar.

*¡Huff... Huff... Huff!*

Sus pulmones estaban en llamas. Poco a poco el sudor que caía sobre su cuerpo se mezclo con las lagrimas que no se detenían. Su garganta ardía.

Lanzo su mirada hacia el frente, había un pasillo.

[¡NO!]

El pasillo estaba cubierto de rocas que le impedían ir por ese lugar.

Giro hacia atrás y comenzo a escudriñar entre el sonido del viento. ¿Por qué ya no escuchaba las ambulancias? ¿Qué tanto había caminado hasta ahora?

Ni si quiera se había dado cuenta cuanto camino había recorrido que su mente en blanco perdió de vista todas las señales de una salida.

*CRK*

Fragmentos de piedra y roca cayeron hacia el suelo desde el techo a un costado del sitio.

Fue en ese momento que el cuerpo de Hikari se congelo por un instante al sentir algo que goteo en su cabeza. Miro hacia arriba como si su mirada fuera atraída hacia el techo.

Agua, tuberías... algo también caía de la bóveda de oscuridad, que bloqueaba su visión del techo. No podía entender lo que sucedía en base a esa información visual limitada.

Pero entonces el sonido volvió.

Definitivamente había escuchado algo mas que un silencio sonido agudo dentro de su cabeza. Era un ruido como algo cayendo, quebrandose.

Todo estaba crepitando en ese lugar.

¿El techo?

Todo estaba derrumbándose alrededor de ella.

Su corazón latía más rápido mientras pensaba en cómo salir de ahí.

―¡Hiii...!!! ―ella gimió y luego grito―. ¡Yahhhh!

El combustible del miedo y ansiedad había inyectado en su cuerpo adrenalina suficiente

[¡CORRE!]

Se grito a sí misma.

Forzó toda su fuerza interna y se levantó, aun apoyando a Shima. En el segundo que lo hizo, de repente sintió como si alguien hubiera prendido su cuerpo en fuego. Su abrupto movimiento revivió toda la agonía que se había adormecido en un momento.

Las heridas de Shima abiertas gotearon sangre al suelo.

Hikari dio un paso hacia delante, aun podía correr, incluso más que antes.

Fue que dio el segundo paso, el tercero, el quinto... el décimo.

Ella estaba corriendo pero en primera instancia, ella no pudo percatarse de algo importante, ¿A dónde correr?

Se había arrinconado sin si quiera poder darse la vuelta para enfrentarlo.

El techo se derrumbó.

―¡¡¡...!!!

Con lo que pudo cubrió a Shima con su cuerpo pero antes de que el gran trozo de roca cayera sobre ambas, un especie de portal se abrió debajo de ambas y hubo un sonido de algo tragándose el aire del lugar.

*¡GULP!*

Al otro lado del lugar , el lecho de roca retumbo y comenzo a caer como si todo el sitio estuviera derrumbándose como la primera habitación.

Fue entonces que el sonio de cascadas de rocas finalmente se detuvo.

Despues de rodar por el suelo y aterrizar boca abajo, por fin logro levantar la mirada. A medida que el polvo se despejaba, se dio cuenta que el amplio pasillo al que ambas habían sido transportadas tenia un camino libre hacia una especie de luz blanca.

Estaba algo lejos, pero se podía ver.

Era una gran golpe de suerte.

Hikari sonrió pero entonces un poderoso deseo de dejar que su fuerza se desvaneciera la inundo. Poco a poco su rostro cayo hacia delante, acostándose boca abajo en el suelo y cerrando sus ojos. Todo el esfuerzo había cobrado factura y abrumada por el colapso mental total, estaba a la deriva entre los deseos cuando...

―¿Hik...ari...?

―¡...!

Salto ante las palabras susurradas.

Cuando movió su mirada hacia Shima se oído a si misma. ¿Cómo podría haberlo olvidado? ¡Tenia que llevarse a Shima ahora mismo.

Ella, su mentora boca arriba en el suelo pudo ver que estaba con una mano apuntando hacia el techo.

Claro, era ella quien las había salvado.

Su quirk: Gargantúa.

Era una de las principales razones por las cuales ella había tomado bajo tutela a Hikari. Ambos quirks eran perfectos para poder rescatar personas. Shima podría abrir pequeñas fisuras entre lugar y lugar con la ligera condición de haber estado ya antes en el sitio.

―¡Shima-San...!

Al instante, alejo el deseo que dulcemente le convencía de que se rindiera. Fue capaz de alejarlo.

No podía dejar que ella muriera... no quería que nadie mas muriera por su culpa.

Ya había cometido suficientes errores.

Así que ella se maldijo a si misma por dejar que los gemidos y quejas le controlaran momentáneamente. Se mordió el labio y se levanto un poco, de verdad esta vez.

Se arrastro hacia Shima y se hundio en el suelo en ambas rodillas.

Ella se sentó nuevamente y tomo el cuerpo maltratado de Shima.

―Tie...nes que... s-salir... ―Shima tomo un largo respiro―. De... a-aquí... Hikari...

No pudo ocultar su desesperación mientras que su mentora hablaba. Tropezando una y otra vez con sus palabras, aun así, Shima se seguía preocupando por el bienestar de Hikari.

―¡Lo siento, lo siento! ―sus manos temblorosas escudriñaban los mechones de cabello en el rostro de Shima revelando su rostro quemado el cual tenia los ojos dañados permanentemente―. ¡Me equivoque, es mi culpa...!

Entre lágrimas sostenía el cuerpo de su mentora.

―Yo... ¡Yo lo arruine...! ―dijo ella―. ¡Deje que todos murieran...! ¡Deje que esto pasara...! ¡Yo te lastime...!

Pese a que Shima era incapaz de verla, aun así pudo posar su mano, su única mano sobre una de las mejillas de Hikari.

...

[Hay muchas cosas que me culpo de aquel día hace años. A día de hoy no siento asombro ni alivio por todas las acciones que cometí. Siento que haber muerto hubiera sido un buen final para mí, pero quizás... tan solo quizás vivir era un castigo necesario.]

...

―...lo siento, Hikari. Mis ojos se fueron...

Golpeada por la tremenda naturalidad de sus palabras, Hikari miro hacia el otro extremo del pasillo. Algo estaba crepitando... el derrumbe continuaba.

―Tenemos que salir...

―Ya no puedo verte...

―¡―!

―Hikari...

Los ojos de Hikari se llenaron de lágrimas.

...

[Cuando miro hacia atrás en mis sueños están de pie todas esas personas que deje morir. Y enfrente de todas ellas... Shima esta de pie sin un rostro aparente que yo pueda ver.]

...

Lamentos se derramaron de ella como si la estuvieran destrozando.

Cientos de emociones se mezclaron en perfecta armonía, marcando a Hikari como algo sin valor

Sus aullidos internos se convirtieron en una pequeña ascua de fuego.

―Vámonos... ―dijo Hikari tomando la muñeca de Shima―. Tenemos que salir de aquí...

Apenas ella se dio la vuelta con Shima en brazos todo su cuerpo colapso.

Finalmente se había quedado sin fuerzas.

El sinónimo de la destrucción detrás de ella se había transmutado en un shock que la detuvo completamente confusa.

―No... ―Hikari volvió hacia Shima y la miro―. Puedo moverme.

Cuando el terror remplazo la pequeña flama en su interior se dio cuenta de que el techo estaba poco a poco quebrandose al final del pasillo creando una grieta que continuaba hacia ella.

La desesperación como un mar la ahogo.

Entonces se percató;

―¡Usa Gargantúa...! ―exclamo Shima―. ¡Sácanos de aquí!

Con una sonrisa recién nacida la esperanza parecía abogar entre el bosque de sombras.

Sin embargo...

―Hikari... ―ella nuevamente toco la mejilla de su subordinada―. Aun... no me has hablado de ti lo suficiente.

Hikari estaba aturdida. Registro las palabras de Shima y escucho su tos la cual la hacía convulsionar mientras escupía sangre. Nuevamente, de manera temblorosa miro hacia el final del pasillo donde todo se derrumbaba y luego al otro extremo donde estaba la luz.

Eran unos 15, 20 metros tal vez para poder salir.

―Shima-San... ―su mirada transitoria viajo a través de todo el cuerpo de Shima. Observo su sonrisa en su rostro mientras sangre gorgoteaba desde su estomago al exterior al igual que desde su boca hacia el resto de su rostro―. S-Shima-San...

Era imposible describir su desesperación en ese momento.

...

[Aunque quería negarlo, sabia a que Shima no lo lograría. Estaba en ese momento llamado "Lucidez terminal" hasta ese momento no me había preguntado como es que ella seguía con vida pero mas tarde me di cuenta de ello. No había forma de salvarla. Ese gran agujero en su estómago, su brazo desmembrado y sus ojos que se habían derretido junto a sus globos oculares... no había forma de salvarla y todo era mi culpa.]

...

Momentos antes del destrozo, aun yendo en contra de las ordenes de su mentora, Hikari Misayama fue directamente al penúltimo piso son preocuparse de las bombas. Pensó que era lo suficientemente fuerte, que podría hacerlo ella sola. Estaba claro que con su quirk moverse de un lado a otro le sería fácil y podría terminar todo en un segundo.

Era su momento de demostrárselo a ella, lo fuerte que se había vuelto.

Sin embargo se topo con un gran muro.

Ella se había equivocado.

―¡S-Sh-Shima-San...! ―su voz entrecortada, casi vidriosa―. ¡P-por favor...!

Ella cerro sus ojos y sus lágrimas no pararon.

―¡Te lo suplico...!

Shima ya había usado lo ultimo que su alma tenia en salvarla de aquel derrumbe pero ahora, solamente eran sus palabras las que quedaban libres de su alma.

―C-cuéntame... háblame... ―Shima gentilmente acaricio el rostro de Hikari―. Ya no puedo verte más...

Sonriendo con al boca abierta la sangre salía a mares de ella comenzando a ahogarla.

Hikari lucho por no sollozar, no quería que Shima la escuchara. Retorció su rostro, frunció su ceño y torció su cuello mirando hacia todos lados luchando por no gritar.

Desgarro su propia alma soportando sus ganas de rendirse.

Entonces...

...

["Vive" ...fue la ligereza de esas palabras que salieron de su boca.]

...

Su mirada final era pura amabilidad.

―Cuéntame algo...

Hikari finalmente se había rendido. Sus brazos temblorosos dejaron a Shima en el suelo y entro en un shock que solamente la tiro al suelo.

Ella comenzo a arrastrarse hacia la luz.

Hikari ya no podía, por que era una niña con el corazón roto que no quería morir. Ella tembló, aun llorando y luchando con las ganas de no querer romperse completamente.

»Lo siento...

Shima extendió su mano hacia algo que ella no podía ver.

―C-cuen-c-huc...

La sangre en su garganta solo gorgoteaba con sus palabras.

"Cuéntame algo..."

...

[Había una historia que recordé, un relato que mi madre me contaba proveniente de mi tierra.]

...

INTRODUCIR: NOT MEET DOUBT

*¡PLAF!*

Hikari extendió su mano dejándola caer delante suya he impulsándose con ella hacia delante.

―¡ggghhhaaaa...!

...

[Cielos distantes, estrellas redundantes, ríos tranquilos y bestias amables. Millares de constelaciones fijadas en una eterna noche...]

...

Hikari se había equivocado, arrogantemente ataco a uno de los villanos provocando que este estallara las primeras bombas lo que hizo colapsar parte del edificio. Dado a que esto causo estragos, Hikari encontró su ira dirigida hacia los demás villanos restantes.

―¡High Light, no! ―reclamo Shima apareciendo al final de la habitación.

Uno de los villanos se había arrojado contra Hikari amordazándola y tomándola de sus extremidades.

―¡¡―!!

Shima se abalanzo hacia ellos pero sin darse cuenta, un brazo vino hacia ella volando hacia una increíble velocidad y sin dificultad atravesó su cuerpo, pudiendo notar como su puño atravesaba su estómago hiriéndola claramente de muerte.

El hombre saco el puño de su estómago permitiéndole a Shima ver completamente su brazo cubierto de sangre para finalmente caer en un charco de este.

En el borde de su visión, pudo ver a Hikari y ella a Shima, desde el suelo con una mirada vacía sus ojos se cruzaron.

―¡Ahhh... ah... Shi... Shim...... ¡¡¡SHIMA...!!!

Mientras la consciencia de Shima se iba desvaneciendo, tuvo un pensamiento extrañamente calmado.

Ella pensó en que quizás la próxima vez que estuvieran en una misión juntas podrían hablar del pueblo de Hikari.

―¡¡¡UWAAAAAAAAHHHHHHH!!!!!!
Hikari, su cuerpo se había inundado de una gran luz mientras que, los rayos del sol que entraban por la ventana se acumulaban en su pecho.

Los villanos retrocedieron y las personas en el ultimo piso sintieron el temblor.

Lo ultimo que vio Shima fue una gran luz que estallo con el tremendo frito de frustración de Hikari provocando que la gran luz quemara sus retinas y todo su cuerpo.

...

[Dentro de un bosque las bestias escucharan una débil voz, mi voz que otorga una protección de amor. Por favor, estrellas del poniente, traigan a mi una luz de piedad sobre aquellos abandonados...]

...

Los gritos de Hikari eran inconmensurables mientras ella luchaba por arrastrarse hacia la luz del final del pasillo mientras que detrás de ella todo se venía abajo.

Entonces la mano de Shima cayo hacia donde Hikari estaba y suplico una vez más: «Un relato de su pueblo».

Pero sin poder decirlo, su ultimo pensamiento antes de que una roca la aplastara fue hacia Hikari.

Shima deseaba conocer más de Hikari.

...

[Ven a mí, luz de luces, errantes estrellas viajeras en las edades antiguas. Brillantes y esbeltas que nos proveen de protección. Pues la luz de una luna que baja sobre nuestras tierras es tan bella como el verde de la vida debajo de ellas.]

...

Cuando Hikari logro salir de ahí fue encontrada por el ejército. Rápidamente fue tratada y puesta bajo vigilancia. Nadie más que ellos sabían que Hikari estaba viva y más tarde, la misma Hikari se entero de que ella era la única sobreviviente de aquel ataque.

Ninguno de los cien secuestrados, ni los villanos... ni Shima habían sobrevivido a la explosión del penúltimo piso.

Al principio no la culparon debido a que ellos no habían previsto que podría haber otro explosivo en el penúltimo piso, sin embargo, Hikari sabia la verdad...

No fue un explosivo lo que estallo, fue el quirk de Hikari lo que provoco todo esto.

...

[A través de los cielos, a través de los campos, más rápido que cualquiera, mas lejos que todos... la vida de aquel que protege y nos guía....]

...

Hubo un hombre que se presentó ante ella.

―Para ser honestos la mejor opción que tienes es seguir desaparecida hasta que te den por muerta.

Hikari levanto su rostro ante el hombre.

―No hay mucho que puedan ofrecerte despues de esto. De hecho ni si quiera debería estar aquí ayudándote con algo así pero por alguna razón me he enganchado. Finalmente me pregunte si realmente vale la pena... hoy he venido aquí para ver si es así o no. Hikari Misayama.

...

[Luz que nace de las estrellas y muere en mis enemigos, resplandor que purifica todas las cosas. Maldad, pecado y miseria... aquello que lo extingue todo tanto que resplandece el camino a ser seguido, guiado por mi...]

...

―¿Cómo reaccionara cuando la vea? ¿Qué clase de escena presenciare frente a mí? Una vez que esa idea había arraigado en mi cerebro, nada más parecía importar. Así que no podía dejar de jugar con la idea. Y así es como suele pasar cuando llevas demasiado tiempo solo... Lamentablemente esta es tu única opción Hikari Misayama.

El tiempo había pasado y las sombras la habían consumido.

En un lugar oscuro de aire contaminado el hombre a través de la puerta luminosa extendió su mano entre las sombras tomando el de Hikari.

―Hay muchas cosas por las que luchar haciendo otras cosas que incluso podrían ponerte en la misma línea del enemigo pero es por eso que las personas dispuestas a sacrificar su bondad por el bien de los demás son las mas poderosas. Y si eso ocurre, entonces podrás convertir aquellos pensamientos que por muy geniales que son, en grandes ideas que podrás llevar a cabo sin miedo a volverlas en meras divagaciones irracionales.

Hikari apenas lo miro pero por alguna razón decidió hablar.

―No hay nada mas que culpa... yo no puedo pagar el aire que respiro, no puedo ver a las personas que tengo delante de mí. Mi corazón tiende a quebrarse y siento que no merezco esta vida ―Hikari abrió su rostro de entre sus piernas―. Yo no puedo ser un... héroe.

La culpa la había sumido en la desesperación.

Aquel hombre sonrió.

―No tienes por que actuar correctamente. Nadie es un dios ni perfecto... somos humanos y cometemos errores. La mejor manera de enmendarlos es luchar y vivir por el bien de otros. Si aun deseas ser una heroína, es mejor que lo seas. Un poder como el tuyo fue hecho para ayudar a la gente... Tu, puedes ser un héroe.

Entre las sombras de aquella habitación, el hombre quien estaba de pie era el director de la comisión de seguridad pública.

...

[Gracias al cielo y ala tierra, benditos sean todos aquellos hijos del sol...]

...

Cuando Hikari tomo la mano del director en medio de aquella oscuridad finalmente despertó. Con la mano tendida frente a ella directo hacia un chico frente a ella quien estaba de pie a fuera del edificio rodeado de flamas verdosas que destellaban.

[Ya lo entiendo...]

Izuku estaba mirando a la mujer notando que esta estaba desprendiéndose de sus últimas ascuas de luz. Ante esto, Izuku aparto la mirada de ella y dio un paso hacia atrás dirigiéndose hacia otra dirección.

[Es esta tu perspectiva... ¿Shima?]

Izuku se detuvo.

Escucho un tintineo de campanas.

―¿Eh?

Apenas se percato de esto una gran luz lo ilumino. Una luz que venia desde el cielo tan potente que lo cegó por un instante al darse la vuelta.

*¡¡¡¡¡ZOOOOOOOOOOOOOOOOONK!!!!*

Su sensor de peligro estallo dentro de su cerebro.

¿Qué carajos era eso? Pensó Izuku al ver una gran aureola encima del distrito, un aureola que poco a poco estaba lanzando destellos de luz al centro el cual era él.

[Perdóname Shima-San... no pude contarte jamás el final de mi relato.]

Hikari apunto su mano hacia el cielo y poco a poco sus ojos se iluminaron en un blanco absoluto.

Su ultimo pensamiento fue hacia Shima.

[Luz del polvo estelar...]

Hikari deseaba tanto poder haberle relatado una historia a Shima.

Con lagrimas pro su rostro y su garganta temblando, Hikari lanzo su último ataque.

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Reflejo de Shima!]

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...

"Shima" Viene del kanji que hace referencia a uno de los elementos que integran un jardín japones. En concreto se usa para designar a las rocas del jardín y al recinto que las contiene, y finalmente por extensión a todo el jardín"

...

Izuku dio un paso hacia tras.

*¡CRAAAACK!*

No pudo gritar de dolor.

El tiempo limite del Nox Lunar había llegado. Con nueve cargas acumuladas en su cuerpo no soportaron mas por salir y una de sus piernas estallo. Su pierna derecha desde adentro hacia afuera fue rota sin lanzar el último ataque.

Nox Lunar abandono su cuerpo he Izuku cayo de rodilla al suelo.

Hubo una inundación de luz, una tormenta de enormes brillos destellantes.

El viento brillante se trago al asombrado Izuku junto con la calle de intersecciones.

Violentas oleadas de luz sacudieron las cuatro calles

Cuando la luz finalmente había desaparecido, un enorme hoy había tomado su lugar.

La luz que finalmente se había desvanecido de los cielos dejo como victima a Midoriya Izuku. Tumbado sobre una cama de escombros al final de lo que era una especia de drenaje masivo. Un cuarto enorme con un centenar de pilares redondos por todo el radio del lugar.

La enorme estructura, larga como dos campos de futbol y sostenida por pilares de 500 toneladas, es los suficientemente profunda como para contener la estatua de la libertad.

Un lugar subterráneo para canalizar y redirigir el exceso de agua de las tormentas, protegiendo Musutafu.

*Cof, Cof, Cof*

Cuando Izuku cayo por el suelo destruido, cayo directamente al enorme vacío de aquella prolongación que lo esperaba.

El gran agujero que conducía a esas alcantarillas enormes.

*Cof, Cof, Cof*

Cuando volvió en sí, fue atormentado por un dolor abrasador que lo hubiera matado instantáneamente si su cuerpo no estuviera acostumbrado al dolor.

Tosió un coagulo de sangre atrapado en su garganta y abrió los ojos.

Estaba acostado de espaldas, y muy por encima, podía ver la noche oscura. Debía ser la luz de la luna que brillaba a través del gran agujero encima suya. El interior del subterráneo parecía poco iluminado, casi obscuro, tal vez porque el colapso había apagado las lámparas cercanas.

Una parte de un gran pilar se había visto comprometido y un chorro algo fuerte estaba cayendo justo a su costado.

Izuku yacia inmóvil sobre una cama de escombros. El colapso también debió haber dañado el suelo del subterráneo, porque los pilares tenían una red de fisuras y brillaban en una fosforescencia débil.

Mientras que Izuku miraba la negrura sobre su cabeza, con su mente moviéndose lentamente, un dolor nuevo arropo su corazón.

Su pierna derecha estaba destrozada. Era la primera vez que sentía ese tipo de rompimiento. Desde todas las veces anteriores donde se había roto las extremidades, jamás había sentido tal dolor.

Era diferente.

A la vez que no sentía su pierna, sentía cada centímetro de dolor en su pierna acumulado. Liberándose en cada palpitación de sus músculos.

Movió su cabeza con dificultad para mirar su pierna. Apenas la levanto un poco un intenso dolor en la espalda provoco que este dejara caer su cabeza sobre la cama de escombros nuevamente. Su cabello oscilo descubriendo su rostro lleno de algunas quemaduras.

Su traje de héroe estaba casi desecho. La tela estaba casi chamuscada en un 60%, ya ni si quiera se podía considerar que su traje fuera de color verde.

Las partes de acero parecían aun mantenerse bien pero, se podía notar el desgaste.

Tardo unos breves momentos en darse cuenta que a su lado había una lampara aun encendida.

Tardo unos segundos mas en percatarse por que estaba tan centrado en ese hecho.

Tardo un solo instante en enterarse por que le preocupaba esa lampara.

Entonces... en un parpadeo una luz comenzo a brillar con intensidad.

La lampara brillo mas que nunca y una luz cayó delante de él.

―...¡―!!

Ante el sonido, Izuku invoco lo que restaba de su fuerza y levanto la cabeza. Eva estaba quieta a su lado como una vencedora triunfante.

―Sobreviviste a la vehemencia de Diocles, igual al reflejo de Shima. Me gustaría estar sorprendida pero despues de ver tus antecedentes, lo que me sorprende es que no estes de pie.

¿Cómo era posible aquel hecho? Pensó Izuku al instante que vio a Eva de pie frente a él.

¿Cómo ella seguía de pie? El golpe que Izuku había acertado en su costado debería haber sido suficiente para derrotarla, incluso la vio tirada en el suelo pero ahora...

―¡¿―!?

El costado de Eva, su abdomen estaba en una fluides celeste, un vapor que se desprendía el interior de sus intestinos.

―¿Hmm? ―Eva miro su propio cuerpo, despues observo la expresión de Izuku―. Pareces preocupado. Aun despues de haberme golpeado con esa fuerza. ¿Es hipocresía lo que veo?

Eva despego su mirada de Izuku y miro el gran hoyo en el techo.

―¿Qué es lo que planea la comisión? ¿Qué quiere el presidente de la comisión? Debes estar lo suficientemente confundido ―Eva bajo su mirada, observo su alrededor. Aquel enorme espacio rodeado de enormes pilares y lámparas divergentes―. Aun con todas las explicaciones de Fobos. Creo que debes comenzar a aceptar las cosas como son, Laughing Boy. El mundo que tienes por delante de tus ojos y el mundo que crees merecer no son las mismas cosas.

Poco a poco la carne de Eva parecía unirse a una estela de vapor que brillaba. El humo a su alrededor se arremolinaba aun lado y finalmente estaba completa otra vez.

Eva suspiro un largo respiro. Sostuvo su estomago y miro directamente hacia Izuku.

―Tienes un gran poder. Cualquiera que nos hubiera enfrentado ni si quiera habría podido con uno de nosotros. Solo pocos de nuestra generación están a nuestra altura y de nueva generación no he conocido a nadie capaz de ello. Así que déjame felicitarte, eres fuerte.

ella sonrió, sin embargo, era una sonrisa miserable

*CLICK*

Una pieza de aquel rompecabezas fue conectada.

Izuku recordó algo.

...

[Momentos de tristeza o dolor, ese tipo de respuesta de nuestra carga genética. Es leve y asimétrica, con una expresión de profunda tristeza... una sonrisa miserable.]

Cuando Midoriya Izuku tenia alrededor de 7 años su madre lo llevo a la playa un día sábado justo al medio día.

[Aunque era pequeño, sabia muchas cosas. Quizás era por la percepción que tenia de mi alrededor al ser tratado como basura y separado de todos los demás. Creo que esas es la razón por la cual llegue a una conclusión de muchas otras. Un hijo no debe ser una estorbo para sus padres.]

Desde que la puerta de su hogar se cerraba, desde que Izuku miraba las palabras talladas en ella y dibujadas con tinta que citaban palabras tan crueles de las cuales algunas el no tenia idea que significaban pero en el fondo sabia que eran igual que las demás.

Siempre ante las miradas crueles de las demás personas. En la calle, en el autobús, en el metro, sea donde sea que ellos fueran las miradas recriminatorias jamás se detenían.

[Mi madre siempre sostenía mi mano yendo dos pasos por delante de mí. Debido a que yo iba detrás de ella era capaz de ver las miradas prejuiciosas que iban dirigidas hacia ella y hacia mí. Siempre me pregunte como es que ella no las veía. A pesar de que iba detrás de él podía ver como su mirada iba siempre recto, jamás mirando a los lados y solamente mirando hacia atrás cuando me buscaba.]

La mano gentil y la mirada triste...

[Mi madre también tenía una sonrisa miserable.]

...


INTRODUCIR: ONE'S INNERMOST THOUGHTS

*CRUEK*

La cama de escombros crepito.

―...¿...?

Pequeñas rocas golpetearon de lado a lado en el piso mientras que Izuku se ponía de pie ante la grata sorpresa de Eva quien no pudo evitar mirar la pierna ensangrentada de Izuku. Ella juraba ver algo protuberante golpear la tela del pantalón de Izuku, debajo de su muslo y rodilla, a un costado.

¿Acaso era un hueso? La sangre caía y manchaba el suelo.

―¿Aun planeas luchar? Puede que tengas creadas falsas esperanzas por haber sobrevivido en Osaka. Pero el tipo que peleo contigo solamente era fuerte debido a su quirk. Todos nosotros tenemos un quirk fuerte pero no solo eso, es fuerte por que nosotros somos fuertes. Laughing Boy, no estas a nuestro nivel. Rindete de una buena vez y muere por el bien de todos.

Esta vez ni si quiera Eva movió un musculo, estaba como nueva. Su temple había vuelto, no parecía ni molesta ni eufórica como antes.

Solamente parecía desilusionada.

Parecía que su corazón suplicaba por que Izuku se rindiera.

[Lo siento...]

Eva abrió los ojos un poco más.

―Aun no puedo morir ―dijo Izuku con una voz tranquila.

―¿Por qué? ¿No estas cansado de esto? Las miradas, las palabras... todo el mundo en tu contra... ¿Por qué sigues peleando? No sería más fácil para ti pasar de esto y dejar que todo se acabe de una buena vez, ¿Laughing Boy?

La respiración de Izuku no era firme. A veces exhalaba fuertemente, otras débil. Inhalaba algunas cantidades grandes de oxigeno pero casi enseguida quería toser. Sangre salía desde su nariz y sentía un mar de sangre en su garganta. Aun así, despues de todo esto su voz era firme.

―Aun tengo que compensarlo ―respondió.

―¿Compensar qué?

―Mis acciones.

*¡Rumble!*

Los relámpagos rodearon a Izuku.

―¿Tus acciones? ¿Te refieres a la muerte de todos ellos? Ah... ah, entiendo, entiendo. Mira, no soy como tal igual que los otros. Nacht es del pito justiciero que te culparía sobre la muerte de esos niños y los profesores pero yo no. A final de cuentas no es tu culpa, ¿No? Solo eras un niño que despertó su quirk sorpresivamente. Haber cobrado la vida de inocentes no te hace culpable.

―¿...?

―Hah, lo que trato de decir, bueno, el haberte reído quizás ocasiono todo esto. Aunque puedo admitir que si no te hubiera reído de igual forma te hubieran tratado como un asesino. Sin embargo, no ven todo el panorama, que solamente eras un niño ―Eva sacudió su cabeza―. Tienes que entender una cosa. No estas siendo cazado por tus acciones pasadas, estas siendo cazado por tus acciones futuras. Tu quirk es demasiado peligroso como para dejarlo por ahí afuera con tanta libertad. Todo eso acerca de las mas de treinta vidas arrebatas solo es una cortina de humo para que los altos mandos no tengan problema en dar libre rienda a tu ejecución. Realmente a nadie le interesa los muertos.

Izuku sintió un abismo en su pecho y en su rostro se vio reflejado.

[¿Qué...?]

―¿No lo entiendes? Ay por dios. ¿Crees que eres el único que le ha sucedido esto? ¿Qué acaso no has conocido a alguien parecido a ti? Alrededor del mundo personas como tu causan estragos cada cierto tiempo por la misma razón, quirks que despiertan sin consideración o control. Aunque los casos sean encubiertos sigue siendo algo cotidiano. Realmente que mueran unos quince, treinta o cientos da igual. El mundo no se va a detener por unos cuantos. Lo que nos preocupa es el daño a largo plazo. El descontrol del equilibrio. En otras palabras, el estatuto quo.

No era que Izuku no lo hubiera pensado. Sabía que él no podía ser el único. Despues de conocer a Hanna, despues de lo que paso con ella había tomado la decisión de poder crear un lugar donde las personas como ellos no tuvieran que sufrir como ambos.

Pero, la forma en que lo explico Eva era como si fuera algo normal, como si no tuviera ninguna importancia.

Era como si estuviera quitándole el peso de los hombros pero, ¿Por qué no se sentía bien? Todo se sentía tan artificial. Sus palabras, sus expresiones... todo. Era antinatural que se refiriera a las vidas de las personas como desechables y que solamente lo que sigue construido importara.

Nada que ayuda a la edificación importa, solamente que la edificación continue.

―La vida va y viene, solo somos herramientas de lo que se deja para el futuro. Cada uno tiene un rol en la sociedad. Hasta aquellos que su rol es morir o sobrevivir, castigar o ser castigado, sufrir o hacer sufrir a otros. Mi rol es mantener el equilibrio de lo que se ha construido y tu rol... ¿Cuál es tu rol? ¿Seguir luchando en contra de la corriente como si fueras diferente? Ridículo. Ni si quiera eres consiente de tu alrededor y crees de manera esperanzadora que algo vendrá ayudarte. A final de cuentas conozco a los de tu calaña. En cuando reciben algo de ayuda y palabras motivacionales se dejan la vida tratando de compensar, contribuir y incluso corresponder a las expectativas de los demás. Eres simplemente manipulable. Eres un niño con un rol planificado desde la muerte de esas personas. Así que, hagamos lo que hagamos estamos sentenciados a seguir un rol. Solo hagamos lo que tenemos que hacer para sobrevivir.

...

[No tenemos nada más que eso.]

...

El corazón es vacilante y frágil. Sin importar cuando protejas tu corazón con fuertes músculos, con una piel resistente a las balas y un fuerte carácter, las palabras mas hirientes son como tajos de la espada más filosa del mundo.

"Controla tu corazón, así controlaras tu poder."

[¿Morir... es su rol?]

Los huesos de Izuku crujieron, sus músculos rechinaron y los relámpagos a su alrededor azotaban el suelo como latigos tan largos y delgados que retumbaban en los oídos de Eva.

Aquellos relámpagos vibraban y parecían arder, parecían deformarse... parecían oscurecerse por momentos.

*Hah... hah... ha...¡Ha!*

La respiración de izuku se acelero y su postura se curveo.

La energía que estaba liberando hizo que sus pupilas se desenvolvieran dentro de sus ojos comenzando a agitarse como una flama que se extendía por fuera de sus globos oculares cubriendo una gran zona de sus ojos.

Unió su dentadura y mostro aquellos dientes rechinantes ante Eva.

[Si ella quiere sentirse miserable, que lo haga...]

El cuerpo de Izuku comenzo a liberar una masiva cantidad de energía que lo empezó a rodear. En un segundo abrió su boca y más energía salio liberada de esta.

[¿Cuál es mi rol?]

Izuku cayo hacia el suelo enterrando sus dedos sobre el concreto.

[¿¡Cual es... mi rol?!]

Había cierta curiosidad en muchas personas. Cierto grupo de ellas cuando siente dolor o incomodidad la respuesta de su mente es una ligera risa o a veces una gran risotada tratando de convertir aquel sentimiento de rechazo en algo conocido que se asemeja a la risa.

En el caso de Izuku... es igual.

*HA,HA, HA, HA, HA*

El rechazo se convierte en risa y su postura en una de un animal salvaje.

―¡MI ROL...!

Enterrando aun mas sus dedos en el concreto este los cerro en un impulso causando un estrago redundante en el suelo.

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[¡¡ES DERROTARTE!!]


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Con una furiosa reacción el poder del One For All nuevamente se descontrola.

...






[El corazón fracturado y las ideas redundantes son aquellas lo suficientemente fuertes como para cambiar el rumbo de una pelea.]

Proximo capitulo: La cruda realidad del mundo.

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