CENA FAMILIAR ― PARTE I

Habían transcurrido unos días desde la visita del presidente de la comisión de seguridad pública y el sospechoso encuentro de miradas entre Midoriya Izuku y aquella mujer de largos cabellos bicolores.

Durante este tiempo la cabeza de Izuku había estado alrededor de muchas preguntas las cuales trataba de atacar, buscando una respuesta clara.

La primera de ellas era la sensación de conocerla. Claro, si nos refiriéramos al tema de afición se podría decir que Izuku tenia un par de hojas dedicadas a esa mujer en sus libretas de anotaciones, por lo cual, a lo que se refiere al decir «Conocerla» es la moción de que en algun momento estuvieron cara a cara.

Era una duda que realmente lo estaba atosigando, tanto que al paso de los días no pudo mas y termino por llamar a Tenko para una conversación privada.

Justo a la hora del desayuno Tenko había ido a buscarlo al techo de la escuela justo a tiempo con lo que parecían ser unas grandes expectativas de una historia impactante brillando en sus ojos.

Y al parecer acertó. Pues cuando Izuku comenzo a contarle acerca de sus dudas poco a poco llego a la conclusión de que quizás, si sus recuerdos no estaban tan divagados en su cabeza, juraría que vio a una mujer igual aquel día hace meses en Osaka.

―No estoy seguro de que sea ella, pero me causa dudas ―le dijo―. Además las pruebas están ahí. No pude haberme curado yo solo.

El silencio se apodero por un momento. Tenko parecía algo desconcertado mientras tragaba un trozo de Anpan. Despues de un largo momento se enderezo lentamente, golpeo su pecho y trago.

―Siempre has tenido ese desliz con la comisión de seguridad pública, ¿No?

―Podría decirse. Ya sabes por qué ¿no? ―agitando su mano en un ademan de saludo Tenko asintió―. Siempre he sido del tipo a quien le ponen un cartel que dice «Cuidado, muerde»

Tenko rio.

―Tienes razón, aún recuerdo nuestra caminata en la playa con Toshinori. Ese grupo de hombres, ¡Te juro que pensaba que eran espías!

―Bueno, en parte lo son. Su trabajo principalmente es mantenerme vigilado cuando me alejo de las zonas referentes a Kamui-San.

―¡Es casi como tener un guardaespaldas!

―Para nada.

Por alguna razón Izuku sonaba disgustado y Tenko lo noto en nada.

Se había dado cuenta durante los últimos días como la presión sobre su amigo iba en aumento. Usualmente era del tipo callado al fondo del salón pero con una sonrisa amable cada vez que alguien le dirigiera la palabra.

Últimamente parecía que los de la clase no querían ni acercársele. Mina, Toru, incluso asui eran las principales chicas que carecían de una mirada directa resistente.

Siempre que Izuku llegaba a clases lo hacia bastante temprano, claro, no como antes recién se matricularon. Izuku era posiblemente el segundo o tercero en llegar y cuando lo hacia desplegaba una aura oscura tan deprimente y aterradora que Mina varias veces lo confundió con la muerte.

Gritaba una y otra vez debajo de su asiento que venía por su alma.

Tenko admitía que por ese lado a veces le agradaba ver a Izuku de esa forma. Se partía de la risa de las reacciones de los demás y eso realmente lo alegraba el día.

Por otro lado estaba esa voz angelical que le decía que dejar a su amigo en ese estado podría resultar algo conflictivo para Izuku.

Tenko había ideado un par de cosas para poder hacer que Izuku dejara de sobre pensar.

De hecho...

Él tenía una buena idea.

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CAPITULO 37.

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Midoriya Izuku llevaba un alto rendimiento escolar.

Su día estaba repleto de muchas cosas que principalmente funcionaban como un bloqueador de pensamientos pero por algunos momentos que tuviera libre su cabeza comenzaba a llenarse de ideas, preguntas y todo tipo de cosas que parecían abrumarlo.

Desde las 7 am hasta las 9 pm, todos los días ocupado.

Entre la academia, entre el trabajo con Miruko y el trabajo en el hogar.

Podría decirse que en el ultimo año y medio las cosas para izuku habían sido algo más que "Beneficiosas".

Desde su actitud, desde su comportamiento al igual que responsabilidades y demás.

La manera en que él había conllevado todo esto no podría describirse de la mejor manera pero tampoco de la peor. Pero como fuera de ambos casos, las miradas que antes el tenia sobre sus espaldas fueron completamente remplazadas.

El odio, temor y repudio ahora eran respeto.

Muchos de las personas cercanas a Midoriya siempre lo miraban desde atrás, desde lo lejos, pero siempre con la misma idea en su cabeza.

«Una gran persona»

Tanto por la manera que pudo conllevar la culpa, tanto de como lucho por salir de la oscuridad y como resistió dentro de ella.

Gracias a esto, los sentimientos de las personas cercanas fueron extendiéndose por sus alrededores y de alguna manera todo cambio para bien.

U.A, la escuela de héroes y heroicidades que parecía ser un infierno al inicio de su matricula resulto convertirse en uno de sus lugares seguros. Pues ahora, casi medio año desde que el ingreso a la academia la mayoría de alumnos de todos los departamentos y grados conocen con certeza la verdad en el corazón de Izuku.

Alguien que solo busca compensar y que hará todo lo posible por cuidar de las personas.

Desde lo de USJ, el festival deportivo y Osaka... Midoriya Izuku se ha vuelto una persona bastante respetada.

Quizás el pasado no pueda ser borrado y aun siga habiendo gramos de oscuridad dentro de la luz, pero, mientras el pueda seguir avanzando, seguramente llegara hacia un lugar tan brillante como el mismo cielo del medio día.

Pero... aun el camino es largo y rocoso, tanto como para que las piernas le doliesen al caminar.

Tanto que los días continuaban y al momento de que estos terminaran el se tiraba sobre la cama.

Un gran revoltijo de emociones había estado creciendo dentro de él durante los últimos días.

Amargura, tristeza, autocompasión, ira y quien sabe que más.

Ya no podía contenerlas. No podía evitar que estas emociones lo derrumbaran completamente en las noches.

No importaba cuanto se esforzará porque su día fuera lleno de actividades para evitar encontrar algun momento a solas consigo mismo, pero el ciclo siempre se repetía. En cuanto la luna cayese, su mente comenzaba a atacarlo.

Usualmente Miruko volvía al departamento un poco mas tarde que Izuku para poder tener una cena adecuada con él, pero debido a ciertas circunstancias, Izuku había estado evitando esto.

Como una lucha contradictoria consigo mismo, el seguía en esa encrucijada mental.

¿Por qué no puede sacar a esa mujer de su cabeza?

Últimamente había estado demasiado preocupado por cosas tan insignificantes pero que para él eran sumamente importantes.

Quizás era el pequeño sentimiento acumulado de acomplejamiento.

Él quería una nueva pista a seguir.

Desde las ultimas semanas el estancamiento era algo nuevo para él, claro, desde que su mundo volvió a moverse un año y medio atrás.

El seguía sumamente preocupado por un sinfín de cosas que lo abrumaban fuertemente.

El no poder avanzar con el One For All, el no poder conseguir información extra de All For One y la presencia cada vez mas casual de la comisión de seguridad pública.

Había llegado a la conclusión de que no era normal que la comisión estuviera tan cerca de él. En los últimos meses se había tornado así pero no le había prestado tanta atención como lo había hecho ahora.

Y todo esto se remonta a una platica que tuvo con Miruko unos días atrás donde ambos discutieron acerca de lo que le siguió tras la muerte de Hex.

Fue una tarde, mientras se debatía a si mismo con esas preguntas acerca del contacto con los antiguos portadores del One For All.

―¿Qué estás pensando, Izuku?

―¿Eh? Nada en particular ―mintió―. Solo estaba tratando de memorizar a la perfección el ultimo movimiento lunar.

Aun a pesar de que Miruko se había convertido en una persona muy cercana a Midoriya, él no se había sincerado completamente, tampoco es como si se lo haya planteado alguna vez. De hecho, parecía que Izuku no tenia en sus planes decirle a Miruko el origen de su poder.

Ella era del tipo que en ciertas situaciones podría ser algo ingenua.

Hubo un cumulo de veces que ella trato de preguntar el como realmente funcionaba ese acumulo de energía he izuku mentía simultáneamente con que era como una batería solar.

Solo necesitaba estar parado frente a rayos solares y se recargaba.

Miruko al ver su cabellera una y otra vez sin aun acostumbrarse a ese color tan fangoso no tardo en compararlo con una planta y reírse a carcajadas.

―Hmm...

Su interés evidentemente despertado hizo que Miruko se acercara a Izuku y lo mirara de mas cerca.

Ambos encima de una edificio casi al filo del anochecer solo provoco estragos en el corazón de Izuku.

»Muy cerca...

Pensó.

Izuku portaba su mascara de rostro completo y su bozal.

*Sniff, Sniff*

―Mientes.

A través del rabillo de sus ojos observo los puntiagudos ojos de la mujer quien sostenía su cintura.

―¿Ah? Claro que no... ¡D-digo...! No es fácil pensar cuando me tienes de edificio en edificio. Tener este pequeño momento para mi me ayuda a pensar.

―Quizas hubiera funcionado pero no eres del tipo que mira al suelo. No creas que por que tienes esa mascara no puedo ver la mueca que tienes.

Miruko era una persona muy perspicaz de vez en cuando lo cual a Izuku no le terminaba de convencer. Mas bien, no terminaba de entender el como una persona que fuera de ese traje de héroe puede ser tan descuidada que olvida su ropa interior en la sala así como si nada o que incluso cuelga algunas de estas sobre la tina de baño.

Izuku se dio cuenta que esta vez no le seria tan sencillo salir de la atención de la mujer pues ya llevaba varios días de esta forma.

Quizás si liberara su estrés por otro tipo de preguntas.

―En ese caso...

Izuku retiro la mascara de su rostro aun con el bozal puesto lo que aun distorsionaba su voz.

Su cabello se movió en dirección con el viento lanzando una inquisidora mirada a Miruko.

―Quizas estaré divagando mucho, tal vez suene un poco loco pero, ¿La comisión te pidió llevarme a Osaka esa vez?

Una pregunta que molesto en parte a Miruko pero, por otro lado se sintió aliviada de que Izuku quisiese hablar pues aunque ella no fuera muy centrada a lo sentimental, en el fondo le preocupaba Izuku.

―Ya lo hemos hablado ―respingo―. La idea de ir a Osaka fue un plan por parte mío. Creía que seria lo correcto alinear un poco las cosas de aquel lado. Despues de todo el tiempo que vivi por allá lo hizo mi hogar.

*Sigh*

―Lo se. Pero no puedo evitar pensar en que todo fue tan raro. Como es que todas esas cosas se conectaron.

Miruko torció la mirada.

―Mira, las cosas que ocurrieron allá también me siguen causando nauseas. El tipo del callejon de pelea... ¿Cómo era su nombre?

―Hex.

―¡Ese, justo ese! También el tipo del poder ese, Six. No puedo negar que la comisión no estuvo involucrada pero tampoco puedo afirmarlo. Estas cosas no son parte de mi juego, ¿Lo entiendes? Tampoco te estoy mintiendo.

―Lo sé, lo sé... Solo que de verdad quiero saber por que las cosas se tornan de este modo. Siento que a veces parece que retrocedo dos pasos al dar uno, ¿Me entiendes? Las cosas que antes pensaba que eran complicadas no son ni lo mas parecido a lo que lo son ahora. Siento que los detalles se me escapan de las manos.

―Hmph, ¿En serio? Últimamente para mi siento que la vida se ha hecho mas asentada. Un ritmo suave y agradable. Me levanto a la hora que quiero y siempre tengo un buen desayuno. No crees lo mismo, ¿He, Izuku?

―...―...

No parecía contento.

Era normal que Miruko tuviera un buen desayuno y que se sintiera mas agradable, despues de todo pareciera que se había mudado con izuku para que este se convirtiera en el ama de casa.

Ella solo tenia que brindar su presencia y todo lo demás estaba resuelto.

―Pero... ―en un momento el tono de voz de Miruko se volvió mas denso y pesado―. La muerte de Hex ha traído muchas preguntas que rondan por toda la comisión. Preguntas que incluso personas como yo que solamente van a visitar a sus amigos logran escuchar. Y sabes a lo que me refiero. Rumores que se extienden como plagas.

Izuku desvió su mirada hacia el suelo y esta se tornó gris.

Miruko he izuku lo habían hablado muchas veces en el pasado.

Tanto él como ella lo saben a la perfección por que un día ella decidido sincerarse con el chico.

[La comisión publica tiene cosas contra ti. No le agradas en lo absoluto por ende las cosas pueden tornarse feas. Si ese momento llega, recuerda quien está de tu lado.]

Fueron las palabras recurrentes en la cabeza de Izuku durante los últimos días.

...

Días más tarde Izuku se encontraba caminando al lado de Yaoyorozu Momo, ambos cargando un cumulo de papeles que llevaban a la sala de profesores.

Izuku como de costumbre no dejaba de pensar ni un solo segundo. Miraba hacia los cristales, justo a los bordes de la escuela.

Perdido en sus pensamientos el grito molesto de la azabache alcanzo su atención.

―¡Midoriya-San!

La dulce pero dura voz de Momo resonó con fuerza tras los tímpanos de Izuku.

―Ghhhh... ―con un descuido mas y el pilar de papeles caería al suelo―. ¿S-Sucede algo Yaoyorozu?

―Hah... ¿Ni si quiera prestaste atención a un gramo de las cosas que dije verdad?

―... ¿Si...?

Momo miro con designio a Izuku.

―Te estuve preguntando como había ido tu escritura estos últimos días y si, tenias algun plan para este fin de semana.

―¿Eh? ¿Planes?

Izuku ignoro completamente la primera pregunta.

―¿Recuerdas la última sesión de estudios que tuvimos?

―Si, creo que fue justo hace tres semanas.

―Bien. Es bueno que lo recuerdes. ¿Supongo que aun recuerdas el acuerdo?

¿Acuerdo? ¿Qué clase de acuerdo cubría Izuku con una chica tan refinada como Yaoyorozu Momo? Realmente no lo recordaba. Sinceramente Izuku seguía sumido en sus pensamientos a segundo plano por lo cual al momento de que escucho el bufido salir de Momo y notar su mala cara uso todos sus recursos mentales para comenzar a recordad.

―Lo tengo, ¡Era sobre mi recuperación?

Con una mirada abrumadora parecía que le salía humo por las orejas.

Momo estaba realmente molesta con Izuku.

El que este no recordara un acuerdo que ambos habían hecho hace un par de semanas la tenía iracunda.

Es cierto que desde que Izuku regreso a la academia tras lo sucedido en Osaka, Momo se había convertido en una gran amiga para él, su maestra más que nada.

Tanto para ayudarlo a estudiar como para recuperarse y volver a aprender a escribir con el estado de sus manos.

Momo era una persona muy decida a desempeñar su función una vez que alguien le pidiese algo.

Una chica muy dedicada y comprometida.

Izuku se sentía muy agradecido con ella y de verdad que lo hacia sentir como una basura al no poder recordar algo que ella le había pedido.

¿Qué era lo que le había pedido?

El resto de la mañana Momo no le dirigió la palabra a Izuku ni una sola vez.

Cada vez que él le dirigía la mirada esta enseguida le refunfuñaba y parecía que su aura lo alejaba.

Había sido tan grosero con ella.

Ahora sumado a todos sus pensamientos, la culpa de haber sido mal agradecido con una chica tan amable rondaba la cabeza de Izuku por lo cual el resto de esa semana transcurrió intentando recordar que era lo que le había prometido a Momo.

...

El fin de semana había llegado.

Rondaban las cuatro de la tarde cuando varios estudiantes comenzaban a dejar las instalaciones.

Por alguna razón ese día Izuku no había estado rodeado de Tenko o Uraraka. Era como si ambos hubieran desaparecido todo el día. Sin embargo, justo al medio día habían acordado ir juntos a casa.

Esto era casi una costumbre desde hace tiempo ya que los viernes Izuku podía llegar un poco mas tarde al trabajo con Miruko. Esto le servía para despejarse y poder ir con sus amigos.

El estaba esperando en la entrada de la U.A cuando repentinamente una sombra alcanzo su vista.

―Por fin llegaron.

Alzando su mirada de golpe lo que se encontró fue algo que no esperaba.

Una cabellera ceniza como dorada la cual era puntiaguda como un alfiler.

Era Bakugou Katsuki quien se detuvo en seco frente a Midoriya.

Ambos encontraron miradas.

Algo que Izuku no se había percatado era que en cierta parte iba a juego de modas con Bakugou.

Ambos portaban una tela que cubría sus brazos derechos al completo.

Poco a poco el ambiente se torno tenso he incomodo. El silencio parecía ser solo divagado por el sonido de los coches que entre lapsos de momentos pasaban y el viento golpeando la copa de los árboles.

Era la primera vez en un muy buen tiempo en que ambos estaban a solas.

De hecho, ni si quiera podría recordar con certeza en estos últimos cuatro meses si le había dirigido la palabra a bakugou.

El siempre estaba al lado de Mina y Kirishima.

El grupo de tres que habían formado a pesar de que Mina y Kirishima eran bastante cercanos a Tenko y Uraraka no era como si fueran a unificar ambos grupos.

Quizás porque los cuatro entendían la diferencia entre ambos.

―¿Cómo has estado Kacchan? ―pregunto.

Bakugou no contesto. Mantuvo su mirada serena sobre el chico y tras unos segundos simplemente dio un paso hacia un lado de él olvidando si quiera el encuentro.

―Yo he estado bien ―dijo al aire libre Izuku tras unos cuantos segundos que Bakugou avanzo.

Perdiéndose en el giro de la entrada, Izuku quedo solo de nuevo comenzando a hablar solitariamente mientras que unos que otros alumnos de la escuela se le quedaban viendo al pasar.

―El clima ha estado templado. ¿Es muy cómodo no crees? Aunque a veces en el anochecer se siente un calor húmedo. Esto me obliga a tener que darme un baño en las noches y no me gusta mucho, es gastar mucha agua. ¿No piensas así?

Agitando sus manos al viento tratando de realizar una explicación más concisa, varios alumnos simplemente parecían mirarlo con repulsión.

»¿Está loco?

»¿Qué le pasa hoy?

»Supongo que no aguanto la presión de los exámenes.

»Y pensar que antes me daba miedo, ahora me da pena.

Estos y unos cuantos comentarios mas eran sustentados por las bocas de chicos y chicas que pasaban de largo.

Tras unos momentos Izuku se percato de que estaba solo.

Parpadeo un par de veces y pensó en lo estupido que se veía.

*Sigh*

Honestamente Izuku esperaba al menos un saludo de vuelta, sin embargo, a quien quería engañar. En vedad Bakugou no le devolvería ese saludo. La distancia entre ambos parecía haberse acrecentado con el tiempo. Y quizás no había manera de acortarla pero al menos esperaba que en un futuro cercano pudieran discutir sobre el pasado sentados tranquilamente uno al lado del otro.

Y como si mirara hacia el fantasma en la solitaria entrada, pensó una vez más en bakugou.

*PATH*

Una palma sobre su hombro cayo tomándolo por sorpresa.

Izuku se dio la vuelta.

―¿Sorprendido? ―pregunto Tenko―. Siento la demora.

A su lado, Uraraka quien caminaba con la mochila en manos.

―Deku-Kun.

Ambos con brillantes sonrisas en sus rostro.

[Así es como es, ¿Verdad?]

Izuku dio una nueva vista hacia atrás observando el camino que Kacchan dejo atrás y con una jovial sonrisa este giro hacia el par de amigos.

―¿Vamos?

...

La estación del cerca a la U.A estaba repleta durante las mañanas y el anochecer. Solamente había un horario totalmente muerto y eso era alrededor de las cinco de la tarde y seis de la tarde.

Lograbas encontrar los trenes vacíos en su totalidad.

Dichos trenes tenían ventanas por doquier lo cual permitía que la rojiza luz del atardecer atravesara los cristales transparentes iluminando el lugar en un especia de ocre dorado.

Los tres chicos sentados uno al lado del otro.

Midoriya estaba al extremo de Tenko mientras este se miraba en una interesante plática con Uraraka.

Ambos parecían estar discutiendo algo acerca de los exámenes pero lo extraño era que por momentos sus platicas se disparaban en una diagonal hacia otros temas.

Pudo escuchar a Tenko hablar sobre lo mal que cantaba una Idol el otro día en la televisión mientras que Uraraka le aseguraba que ella estaba ronca.

No era su culpa.

Como de costumbre, Izuku lanzaba largas miradas hacia el frente como si no viera nada y a la vez todo. Sumido en sus pensamientos, sus dudas y preguntas sin respuesta aparente.

De vez en cuando las palabras de sus amigos entraban por sus oídos y parecía que fuera a entrar a la platica pero casi enseguida se deshacía de la idea.

Ahora mismo el estaba centrado en una duda existencial.

Si era cierto que la comisión de seguridad publica tuvo ciertas conexiones con lo sucedido en Osaka, podría ser que de esa razón toda la presencia que han estado teniendo tan cerca de él sea por una razón en especifica.

Miruko le había dicho que el representa un peligro y que la comisión no esta contenta de que el este donde este.

Desde hace mas de un año que su vida se volvió a poner en marcha parece que la comisión ha tenido más problemas en tenerlo bajo la mirada.

Pero lo que mas le afectaba eran las tremendas casualidades de que ese día todo haya ocurrido.

All For One busca el One For All, lo busca a él.

¿Pero como este iba a saber que estaba en Osaka?

Izuku recordó una vez que hablo con All Might donde este le comento que en el pasado, ese hombre tenía conexiones por todo Japón. Todo el país se había sumergido en sus telarañas y el era el epicentro de todo esto.

Quizás en el presente aún se mantenían algunas telarañas ocultas a la espera de servir como un método de información directo hacia él.

He aquí donde mas preguntas nacen sin esperar una respuesta.

¿Quiénes están en sus redes?

[Siempre he sido una molestia y posible peligro para la comisión de seguridad pública. Pero durante tantos años jamás decidieron hacer nada contra mí. Parece que todo ha comenzado a actuar desde que ocurrió lo de Osaka... No, desde que herede el poder del One For All, ¿Es acaso desde que todo comenzo? Si, debe ser así. Miruko dijo que tuviera cuidado, que recordara quienes están detrás de mí. Es una señal, una advertencia. No puede ser una coincidencia nada más.]

Mientras mas se sumía en sus pensamientos era más propenso a la torpeza.

Ni si quiera se había dado cuenta de que sus amigos le habían estado hablando desde hace unos momentos.

Tenko y Uraraka se vieron uno al otro.

Parecía que tenían algo entre manos y ambos asintieron.

...

Un tenue resplandor blanquecino aparecía en el horizonte, al este.

Izuku poco a poco abría los ojos.

Las luces destellantes de todos colores parecían brillar con intensidad cada ciertos segundos.

Ya había anochecido y el silencio que abundaba hace un rato fue violentamente interrumpido por un cumulo de personas que charlaban frente a él, a su lado y por todo el vagón.

Casi en su totalidad repleto Izuku reacciono.

»¡Me quede dormido!

Pensó en un sobresalto.

En un segundo lanzo su mano hacia su bolso buscando su teléfono celular pero enseguida llego al lugar donde usualmente lo coloca, no había nada.

Un gran frio recorrió su espalda.

Era casi noche al completo.

[Miruko.]
Se aterro, casi quería llorar.

Pero enseguida que sus pensamientos más temibles se hacían realidad, una voz a su lado hablo.

―Buenos días dormilón ―saludando con el teléfono de Izuku en su mano, Tenko estaba de pie sosteniéndose de un tubo―. Te iba a despertar pero al parecer lo hiciste antes de que dijera algo.

―...?

―Deberías ponerte de pie, nuestra parada es la siguiente.

Por un momento la voz de Izuku no salio.

El trago saliva y enseguida se puso de pie.

―¡Miruko-San...!

―Está informada ―interrumpió Tenko extendiéndole el teléfono celular hacia el chico quien enseguida lo tomo en manos.

Dirigiéndose hacia los mensajes noto una llamada y un par de mensajes.

Tenko le había avisado a Miruko que Izuku no iría a casa el día de hoy.

Por un segundo este se asusto pensando que Miruko estaria completamente furiosa pero mientras bajo la pantalla encontró un «OK» y despues nada.

[¿Ah?]

La angustia en su rostro era evidente pero los nervios rápidamente se disiparon en un solo parpadeo.

Sin percatarse el tiempo transcurrió.

Sin explicaciones en verdad, Tenko ahora se encontraba caminando al lado suya bajo una calle iluminada de faroles.

Estaban en una calle poco transitada al borde de la ciudad, cerca de un barrio de personas de clase alta.

Era muy normal que ese lugar estuviera bastante callado a esas horas de la noche lo cual Tenko trato de explicar a Izuku quien en parte no podía concentrarse en la explicación de su amigo.

El lugar donde ahora Tenko vivía era totalmente diferente a donde lo había visitado hace tiempo.

Izuku se sentía culpable.


INTRODUCIR: BELAF'S LULLABY

La familia Shimura tuvo que mudarse despues de todo lo que ocurrió.

Esta vez tuvieron suerte y no se fueron tan lejos como la ultima vez. El padre, Kotaró Shimura al ser un gran empresario y tener muchos arrendamientos con empresas constructoras el pudo conseguir que en poco tiempo se le fuera entregada una buena casa.

Bastante amplia en verdad y en un muy buen lugar.

Era una persona bastante diligente por lo cual la privacidad fue lo primero que priorizo.

Un barrio de pocas casas pero de extensos terrenos pavimentados.

Al final de la calle a un extremo de esta una enorme casa con grandes muros de concreto se extendían cinco metros hacia el cielo.

Arriba de estos descendían enredaderas al costado de una gran puerta de rejas.

La ultima casa que Izuku había visto antes de llegar a esta estaba al menos a diez minutos a pie.

Era un lugar solitario pero bien iluminado.

―Ya llegamos ―dijo Tenko buscando sus llaves entre sus cosas.

Izuku despego la mirada de los alrededores para luego mirar tras las rejas. Pudo observar como el camino pavimentado se erigía en un sendero rodeado de un gran jardín florar.

Un par de grandes arboles adornados de muchas tipos de plantas y flores.

Podía ver a lo lejos la gran casa rodeada de las mismas enredaderas del muro de concreto.

Era una casa vieja la cual había sido remodelada recientemente.

―Carajo.

―¿Eh?

―Olvide las llaves, ¿O se me cayeron? Ngh... mamá me va a sermonear otra vez. ―tenko lanzo un largo vistazo hacia su casa―. Nah, como sea.

*FLUP*

El viento se agito he izuku giro a su lado, su amigo ya no estaba.

―¿Te vas a quedar ahí?

―¿Cómo dices...? ―Izuku miro hacia el cielo―. Arriba...

Tenko hizo un gesto con su mano diciendo «Ven» y este desapareció de su vista tras un segundo apareciendo de vuelta en el camino hacia la casa.

―Supongo que al ser tu casa eres libre de hacer eso pero yo...

―¡Oh vamos! Ya rompiste el techo de mi casa una vez. Dudo que necesites permiso para saltar un muro.

Izuku se sintió avergonzado.

De hecho, aun no entendía que hacía ahí. Ni si quiera recordaba haberse quedado dormido en el tren. Simplemente lo ultimo que recordaba era una sensación de estar flotando y despues, «¡Pum!» todo se apagó.

¿Debería volver a casa? ¿Miruko estaria enojada? ¿Debería hacer caso a su amigo?

Aun se sentía desconcertado pero miro una vez la espalda de su amigo quien sin mirarlo le hizo una seña de que fuera con él.

*Sigh*

Por un momento los relámpagos brillaron y como si un relámpago cayera al lado de Tenko, Izuku apareció sacudiéndose el saco.

―¿Lo hueles amigo?

―¿El que? ―pregunto izuku.

―El olor a gloria. Esta textura que arremete contra mis sentidos olfativos, la sensación que corre por mi lengua. ¡Ya lo puedo probar!

Parecía que Tenko estaba oliendo algo que provenia de la casa, algo lo cual Izuku le hubiera gustado oler pero recientemente Miruko le había golpeado la nariz tan fuerte que se la termino por mover de lado.

Y desde hace unos días no es como si pudiera oler adecuadamente.

Sin embargo...

Hubo un olor que si pudo percibir.

Era un delicado aroma cítrico. Este portaba un ligero toque a vainilla.

Era como si el chico en un segundo estuviera rodeado de innumerables fragancias femeninas.

¿Cuánto hacía que no veía a los shimura?

Era tal vez, ¿Desde la presentación de sus nombres de héroe?

Se sentía tan lejano todas estas semanas.

había estado tan ocupado, tan disperso en sus propias cosas que había olvidado algo que tenia que hacer con frecuencia.

[El aroma...]

Fue entonces que la puerta de entrada se abrió y una luz inundo el jardín.

Izuku se había dado la vuelta hacia el inmenso jardín lleno de vida. Flores y plantas por doquier. Tantos colores como un arcoíris pueden tener.

Incluso de noche parecía que el color brillaba como destellando.

Había bajado su mirada y a sus pies el pavimento había desaparecido, en medio de las rosas que viajaban en la libera brisa del nocturno cielo vibraba sobre su piel.

Cuando la brisa se disperso el miro hacia atrás.

El sonido llego a sus oídos y el brillo estallo en su mirada.

La puerta abierta que daba hacia la entrada se había iluminado y la silueta de Tenko se hizo hacia un lado.

Una vez más, a la luz de la luna ellos dos se encontraban nuevamente. Pero esta vez cada uno de ellos era diferente.

Cicatrices nuevas en sus pieles y una nueva mirada en su rostro.

Ambos con pequeñas diferencias.

Hanna Shimura portaba una larga cabellera oscura suelta la cual se sacudia al cielo.

Esta portaba un largo mecho de color rojizo mientras que sus ojos brillaban en un café ocre.

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[Bienvenido, Izuku.]

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Por un momento todas las preguntas en su cabeza se disiparon y solamente pensó en ella.

En Hanna.












...


[En sus sueños las ocurrencias siguen pasando. La conexión que ambos tienen es totalmente diferente al igual que el tiempo en donde se conocieron por primera vez. Esta ocasión será más profunda.]

Proximo capitulo: Cena familiar ― Parte II

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