11.CALLEJON DE LUCHA.
El días mas frio en lo que iba de primavera se convertía en un silencio amodorrante que se extendía sobre las grande y cuadradas casas que el trio dejaba atrás. Edificios de empresas manufactureras, negocios de comida, ropa o demás se encontraban sus ventanales cubiertos de una delgada capa de frio siendo empañados por estos. Al igual, los coches que estaban aparcados a los lados de las ceras, normalmente relucientes, estaban por igual empañados de esa delgada capa de frio.
Las extensiones de césped que salían de la tierra adornando los arboles alrededor de las calles apenas se encontraban en pleno crecimiento dejando ver mucho de ese color café propio de la tierra.
Dichas calles se encontraban en su punto tranquilo pues la hora de entrada de muchos trabajos ya había pasado. Simplemente se llegaban a encontrar uno que otro grupo de tres, dupla de dos personas o incluso una sola que sale por algo de desayunar dejando solamente a nuestro trio en particular, disfrutes de la amplitud de la calle.
Y de entre todas estas personas, solamente un miembro de aquel trio nos interesaba. Un muchacho que se encontraba caminando detrás del par de adultos delante de él.
Una hermosa mujer de cabello blanco y cuerpo bien trabajado con un par de particulares extensiones en su cuerpo debido a su naturaleza.
Unas orejas y una esponjosa cola.
Izuku no podría decir con certeza si esa sensación palpitante en su pecho es emoción o curiosidad. Ya desde anoche no había sabido responder a ese deseo en su interior.
Él quería apretar la cola de Miruko.
Estaba hipnotizado de cierta forma. Claro, no era de forma morbosa como muchos se pensarían debido a «Temprana adolescencia» por ende, curiosidad adulta. Mas que nada, su propia naturaleza controlaba estos impulsos convirtiéndose en la posible envidia de muchos pues pocos pueden tener tanto control sobre sus pensamientos, aunque, naturalmente al ignorar todo sentimiento romántico, casi extinguiéndolo de su mente lo hace inmune a la morbosidad.
Ese es Midoriya Izuku. Un chico que cree que apretando la cola de su susodicha encargada podría llegar a concederle un deseo.
Quizás, si tan solo quizás lograra darle un buen apretón puede que todos sus deseos fueran cumplidos. Era justamente así como pensaba cada vez que sus ojos se movían como péndulo en búsqueda de la cola esponjosa de color blanco como la nieve.
Tan cerca, tan sencillamente cerca. Solamente tenia que extender su brazo, abrir su puño y mover sus dedos como el oleaje del mar siendo guiado por la madre tierra.
»El edén...
Sus ojos se abrieron en la oscuridad de su mascara. La luz verdosa apareció y todos sus músculos se tensaron. El tiempo se volvió uno consigo mismo y entonces todo parecía convertirse en un remolino donde la cola de Miruko era el centro y todo lo demás era la mano de izuku que solamente tenía ese destino.
*Fuwa*
―¿Ah...?
Mano extendía y agarre firme. Mirada temblorosa y ojos llorosos.
El miedo brota a partir de ojos inocentes.
Miruko como Kuroiwa se dan la vuelta encontrándose con un izuku que sostenía accidentalmente lo que parecían ser dos esponjosas bolas en la cabeza de una pequeña niña que había salido de un negocio de ropa junto a su madre. Siento esta, la que corto el paso del chico y accidentalmente se cruzo en el agarre de izuku.
La niña e izuku cruzaron miradas. Los ojos negros de la niña intentaban vislumbrar en aquella oscuridad sin embargo el miedo de la inocencia le gano y las lagrimas comenzaron a brotar sin reparo. Los jadeos de la niña rápidamente llamaron la atención de la madre quien bajo su mirada para encontrarse a un extraño sosteniendo las bolas esponjosas de la cabeza de su hija. Y aun mas impactante era el aspecto aterrador de este chico pues solo esos orificios oscuros eran suficiente para producirle una mala sensación.
En ese preciso momento izuku había regresado en sí. Por un momento no supo si agradecer que la niña hubiera aparecido o no. Pero al verle el rostro a Miruko agradeció totalmente que esa niña se hubiera cruzado.
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CAPITULO 11
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[¡T-tu quirk...! ¡¿Fue robado no?!]
El tiempo parecía haberse congelado. Aquella declaración dicha al viento exploto en un sonoro jadeo de sorpresa por parte de Kuroiwa. Él se había quedado de pie sosteniendo el marco de la puerta, incrédulo por las palabras que había escuchado. Sus ojos estaban abiertos como un par de ventanas en una casa abandonada. Su expresión no demostraba más que shock.
En un segundo varias cosas pasaron por su cabeza pero antes de decir una sola palabra, Miruko había tomado la delantera.
―¿Cómo es que tu lo sabes? ―pregunto ella lo cual también provoco algo de conmoción en Kuroiwa pues al haber hecho esa pregunta daba a entender que ella también lo sabía.
El hombre rápidamente borro su sorpresa y convirtió su conmoción en una carga de ataque.
―Ey, ey... Miruko, ¿Este niño...?
―¡En la USJ nos enteramos de eso! ―atajo izuku intentando controlar a ambos.
―¿Qué dices? ―pregunto Kuroiwa―. ¿USJ?
―Es el centro de entrenamiento especializado de la U.A según tengo entendido ―respondió Miruko había el hombre de la barba―. Pero, ¿Eso que tiene que ver?
―C-cuando nos ataco ese nomu hubo un hombre que lo trajo aquí y el... ―izuku torció su gesto y dibujo una mueca con su boca―. E-el hablo de un hombre que podía robar poder...
Mintió.
Era claro que no podía decir que All Might, el numero uno de Japón le había dicho tal información y que él estaba ahora mismo en ese lugar para saber mas acerca de ese hombre, All For One. Así que de cierta manera se las había ingeniado para crear una historia pequeña, lo suficiente para poder adentrarse en los secretos de aquel hombre.
El de verdad necesitaba saber más.
―P-por esa razón fue a la USJ... quería tomarnos y llevarnos con él ―volvió a mentir aun con la mueca en su boca.
Miruko torció el gesto y cruzo los brazos. Ella quien fue la primera en darse la vuelta camino severamente hacia izuku. Se había detenido a un paso de este y rápidamente volvió a hablar.
―¿Por qué no habías dicho nada? ―cuestión.
―P-por qué... ―una vez más agito sus cejas y jadeo forzando una buena idea―. ¡P-por que el director Nezu nos pidió no decir nada acerca de esto...!
Ella tercio un mas el gesto y se inclinó hacia delante.
―Puedo creerlo de los demás alumnos pero tú, mocoso, tú eres un caso especial que no puede y no debe guardar secretos hacia la comisión ―ella estaba a unos centímetros de la cabeza de izuku.
El ahora mismo estaba cabizbajo escondiendo su rostro.
―D-dijo que sería... p-peligroso... ―murmuro.
―Estas cosas no se ocultan así como así y luego se desvelan de un momento a otro ―dijo ella mordazmente―. ¿Por qué lo revelas ahora?
Puede que izuku fuera algo más inteligente que el promedio pero bajo presión, no cualquiera puede pensar claramente y lastimosamente para izuku solo unas cuantas veces él podía hacerlo bien, y esta ocasión no era una de ellas.
Se había dejado llevar por el deseo de querer saber más que ni si quiera se percató de todo lo que había dicho.
La tensión iba en aumento por esta misma razón y Miruko cada vez estaba mas cerca de izuku. Casi lo suficiente como para morder su cabeza si lo quisiese mientras que Kuroiwa entrecerró los ojos y en un segundo hablo.
―¿Recuerdas el desastre de hace nueve años Miruko? ―inquirió Kuroiwa.
―¿Eh? Te refieres a ese lugar de luchas clandestinas, ¿Cierto?
Kuroiwa miro con expectante a izuku.
―¿No-Mu? ―el jadeo―. Que nombre mas usual le pusiste chico.
Izuku levanto la mirada de golpe.
―Y-yo no...
Sus miradas se encontraron.
Que idiota había sido. «¿Nomu?», no había muchos que conocieran ese termino pero los que lo hacían, era porque entendían algo.
La naturaleza de esas cosas.
[No eran algo que simplemente nació si no que se creó.]
Kuroiwa aparto su mirada de izuku y la dirigió hacia Miruko.
―¿Te parece si damos una caminata? Tengo un lugar que mostrarles.
Enseguida Miruko entendio a donde quería ir y como si todo se olvidara en un momento, de nuevo esa sonrisa propia de ella aprecio en su rostro.
Sabia perfectamente a donde quería ir. Sin embargo esto no aparto totalmente la atención de izuku quien al haber levantado la mirada y perder la atención de los ojos de Kuroiwa, inevitablemente se encontró con el reojo de la mujer morena.
Ella lo observo por un breve momento.
...
Mas tarde ese mismo día, rondaban las 11 de la mañana en Senboku, Osaka. Las calles estaban algo vacías pero no solas.
Izuku marchaba a unos tres o cuatro pasos atrás de la dupla de adultos. El chico contaba con una de sus orejas verdosas decaídas hacia abajo pues el golpe de la madre con el bolso para soltar a su hija no solo dejo ese aspecto si no que le derribo los ánimos. Aunque de cierta forma prefería eso a pensar que pudo haber tocado la cola de Miruko. «¿En que carajos estaba pensando?» se cuestionó a si mismo.
Por su lado, la platica de Miruko y Kuroiwa seguía siendo lo primordial.
―¿Entonces de esa forma fue que te enteraste? ―pregunto el hombre.
―La comisión de seguridad maneja muy bien su información sin embargo, también hay gente curiosa dentro de ese lugar y para mi buena suerte uno de esos es un buen amigo ―respondió ella.
―Claro, supongo que es así. Aunque debo de admitir que es algo decepcionante que mi información personal simplemente haya pasado como un chisme.
―Mas que un chisme, es algo relevante para lo que ocurre aquí ―dijo ella.
―¿Algo relevante? Creo que deje de ser alguien relevante aquí hace mucho tiempo.
―Como describes las cosas que sucedieron aquí hace cuatro años creo que es muy humilde de tu parte decirlo así. Además, no es como si hubieras desaparecido.
―Creo que fue algo peor... ―Kuroiwa agacho su mirada―. Ser olvidado. Pero no es completamente negativo. Aun me siento en plenitud. Las experiencias siguen siendo suficiente como para hacerme sentir que en algún punto hice algo bien.
―No es como que hayas hecho algo mal, no es su totalidad claro. Hasta donde yo sé, O'Clock fue un héroe esencial para muchos trabajos.
―¿Me estudiaste? ―pregunto algo halagado―. Nah, no soy de ese tipo. Simplemente digo lo que creo. Además, estas orejas no son de adorno como bien sabrás.
Kuroiwa rio.
―Igual de impertinente que hace 9 años.
―Una muy buena cualidad para un héroe, ¿No lo crees, destripador? ―ella también rio por lo alto.
―Me tienes, lo acepto. Pero en mi caso era algo necesario. Tampoco podía estar estallando mi quirk continuamente. Algunas personas tenemos limitaciones y tenemos que adaptarnos a lo que podemos y a lo debemos. Es así como funcionan las cosas. ¿No es lo mismo para ti, top seis?
Ella sonrió.
Despues de esto ella guardo silencio por un momento y Kuroiwa aprovecho para cambiar su tono de voz. Este se severizo y su gesto cambio.
Las cosas habían cambiado un poco.
―Cuando me enfrente a numero Seis hace cuatro años fue debido a que intentaban recrear el mismo evento de hace nueve años. El objetivo de probar las drogas Trigger en personas y con ello este hombre tomara sus quirks. Así que para evitar esto tuve que revisar las azoteas durante el vento del Sky Egg, fue ahí donde me encontré con él.
―¿Sabias quien era en su momento? ―pregunto Miruko.
―Tenia una idea ―contesto este―. No podía simplemente dispararle a alguien que estaba en el techo sin saber quien era. Tuve que asegurarme de que este tipo había tenido presencia antes y por ende di con él.
―Ese tal, Seis... ¿Quién era?
―La pregunta en ese momento me pareció ser mas como, «¿Qué era?». Falle mi disparo y le di en el hombro, lo suficiente par inmovilizar a una persona pero este no parecía afectarle. Era rápido. Yo estaba a mas de 250 metros lejos de él en lo alto de una dupla de edificios y de un segundo a otro estaba en mi espalda ―su ceño se frunció―. Ese idiota tenia mi quirk, «Overclock».
La oreja que estaba caída sobre el rostro de izuku se alzo. Sus oídos se afinaron y este presto mas atención.
―Ese tipo era un hombre que controlaba villanos remodelados. Ni si quiera tenia un nombre. El imbécil no tenia identidad, historia... nada. Lo único que tenia él era mi quirk que de alguna forma llego a sus manos. Tiempo despues pude recordar firmemente el altercado que tuve dos años atrás cuando perdi mi quirk.
―El poder de tomar poder, ¿También da poder? ―Miruko puso su dedo índice sobre su mentón.
―Puede que el hombre de hace seis años sea la completa razón de que ese tipo haya tenido mi quirk. Y estoy seguro de que así fue. Por que durante nuestra pelea me desvelo que el idiota era un simple don nadie sin un nombre real ni participe en el mundo. Dijo que lo llamaban numero seis y que para el no había otro nombre. También que al parecer anhelaba ser el sucesor de O'Clock.
―¿Un fan?
―No creo que sea justo llamarlo de esa forma... el era diferente. Cuando mencione a Koichi, el parecía molesto, lleno de ira. Usualmente en ese tiempo donde All Might estaba siendo el pico mas alto de todos los héroes había muchos que deseaban ser como él pero este parecía aferrado a convertirse en el siguiente O'Clock. Por esta razón, despues de nuestra pelea desaparecí un tiempo.
[Me sentí culpable.]
―Tomaron tu quirk, se lo dieron a alguien mas para hacer lo contrario a lo que tu hacías. Puede que sea una opción sentir culpa pero no era tu responsabilidad ―dijo Rumi.
―Me hubiera gustado pensar eso en su momento. Pero todo me cegó, me hizo sentirme el centro de atención y por ende todos mis problemas llevaron a que Koichi tuviera que cargar con ellos. Fue gracias a mi que el tuvo que pasar por todo lo que paso. Fue ahí donde la doble culpa me abrumo y termine por desaparecer.
―¿Y la razón de que volvieras, cual es? ―pregunto miruko.
―Koichi dejo su lugar no por su propio beneficio. El sacrifico mucho de si mismo por otros... por mi. La única responsabilidad que ahora me consume es el de llenar el espacio que el dejo y hacer todo lo posible para que la oscuridad que hay en este sitio no termine de consumir la poca luz que queda.
Kuroiwa se detuvo un segundo en el filo de la cera, justo en un cruce peatonal.
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[Tengo que resistir hasta que Koichi vuelva.]
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Un hombre enorme, lleno de músculos bien trabajados y sin una pizca de miedo. El de verdad era un terror para los villanos pero aun así, ni si quiera mostraba una pizca de arrogancia.
Kuroiwa, O'Clock, destripador o quien quiera que fuera, es y fuera a ser, su única razón es aquel chico que cargo con sus pecados y lo salvo.
SkyCrawler.
Izuku se había detenido por igual. El pensó sobre SkyCrawler. Era cierto, aunque conocía un poco de él, no conocía la historia completa por lo cual al momento de estudiarlo lo tomo como otro héroe interesante y ya. Pero ahora que estaba escuchando de él, le era difícil creer que una persona tan sencilla como el pensaría se pudiera convertir en un pilar para alguien.
Claro, también a la par se sintió culpable por pensar de esa manera. Despues de todo al tener a All Might de ejemplo, no podía simplemente encasillar a Toshinori Yagi como el único verdadero héroe.
Estaba siendo grosero sin querer con SkyCrawler pero aun así, seguía siéndole difícil creerlo.
El semáforo se puso en verde.
Su caminata continuo.
Al cruzar la calle habían llegado a la zona central se Senboku. Una extensa calle que se extendía a lo largo con diferentes cruces peatonales se abría ante ellos.
Los coches que pasaban a sus costados en la calle eran variados y muchos. Diferentes modelos y tamaños. La cera adornada de postes que servían para producir luz en la noche y otros para guiar electricidad.
Algunos carteles y maquinas expendedoras a sus costados. Arbustos y pequeños árboles. Personas entrando y saliendo de pequeñas tiendas de convivencia. Bicicletas aparcadas en los postes y las personas caminando a sus lados.
Cada que cruzaban una nueva calle esto se repetía.
No fue hasta que en cierto lugar ellos se habían detenido en lo que parecía ser un edificio que tenia una escaleras que descendían por debajo del nivel normal. Había una enorme camioneta de color roja que cubría la entrada la cual estaba estacionada en el filo de la cera.
Este lugar estaba rodeado por edificios de dos o tres pisos. En estos había diversos negocios.
También había algunos barandales donde se encontraban bicicletas recargados en ellos.
―Está bien aquí ―dijo Kuroiwa―. Alla al frente se encuentra la calle privada que nos llevara al callejón de la lucha.
―¿Eh? ―Miruko parecía algo confundida.
―Durante estos últimos años las cosas han cambiado. Las luchas clandestinas tuvieron que cesar durante un tiempo pero con la subida de villanía. Ni si quiera los héroes tienen tiempo de meterse en ese lugar por eso, ustedes dos... bueno, sobre todo tu Miruko tendrás que cambiar de ropa. O al menos cubrirte. En ese lugar no son bienvenidos los héroes, además de que la mayoría de los que están ahí... algunos son criminales.
―¿Ah? ―Miruko jadeo en una queja―. ¿No bastaría con patearles el trasero y ya?
―Las cosas no son tan sencillas Miruko. Me arriesgaría a decir que incluso si Endeavor entrara en ese lugar tendría problemas. Solamente All Might seria capaz de entrar y salir ileso. Así que no es por menos preciarte pero créeme que cuando te digo que ese lugar es peligroso... espero que no me tomes en juego ―Kuroiwa miro a izuku por encima del hombro de Miruko―. Y tu...
[¿Ah?]
...
*PAW*
Un golpe de mesa sacudió un cumulo de papeles que cayeron al suelo.
―¿Estan hablando enserio?
Kazuho hablo en voz alta, mirando al grupo de personas delante de ella.
había cerca de 20 personas reunidas en la sala de reuniones escolares en su instituto.
Los que estaban sentados a su lado eran los miembros originales del grupo de estudios los cuales eran alrededor de cinco mientras que los que estaban de pie al frente de la mesa eran miembros suplementarios enviados por el directivo escolar DEM.
Cryla, uno de los miembros suplementarios respondió.
―Por supuesto. Ya que no lo crees. ¿Te gustaría que te muestre la orden firmada y escrita por el directivo?
―Entonces déjame preguntarlo de otra forma... ¿Estan locos?
A pesar de que Kazuho le cuestiono rudamente, Cryla revelo una sonrisa. La peli rosada aturdida, le volvió a echar un vistazo al documento de la orden. Lo que estaba escrito en el papel era sobre el desmantelamiento del grupo social de apoyo en la universidad.
―Bueno, no podemos ignorar que las cosas no han estadio yendo bien con el club ―dijo uno de los miembros originales.
Un chico de tez pálida y cabello rubio.
―Aun así, la locura de tener que desmantelarlo simplemente por puro capricho del directivo... es algo cruel, ¿No?
Una joven de cabello oscuro lacio con rostro lleno de facciones gatunas había abierto un espacio en el escritorio arrastrando un par de papeleas para tomarlos.
―Solamente tenemos hasta el día lunes para arreglar esto, claro si tiene arreglo ―dijo el chico rubio.
―No te hagas la tonta. ¿Por qué hay mas esfuerzos si sabes que terminara mal? Es tu culpa Haneyama-San. Debiste de haber prestado mas atención pero tu te aferraste a la estúpida idea de estar faltando los últimos meses por...
―¡¿Por qué?! ―la chica de anteojos redondos volvió a golpear el escritorio empujando los papeles aun mas. Su ira desemboco una tensión tan fina que podría cortarse con un cuchillo.
Cryla, una chica de cabello celeste con un par de antenas saliendo de su cabeza y formando un remolino como si fuera un rollo de canela simplemente lanzo el papel a la mesa y se dio la vuelta.
―No pienso discutir mas contigo. Los demás miembros de apoyo dejaran de asistir a partir de ahora. Tenemos cosas que resolver y dudo que tu puedas hacer algo para salvar este sitio. Lo mejor será concentrarnos en otras cosas mas importante.
Kazuho mordió el filo de su labio, frustrada.
Ella había apretado sus dientes mientras miraba a Cryla. Miro el documento de reojo.
―El lunes... ¡Espera! Vamos a ceder el festival Tenou del domingo... ¿Qué demonios piensan?
Kazuho estaba tan ansiosa que estuvo a punto de gritar pero esta vez le había ganado Cryla.
―¡¿Lo ves?! Simplemente te preocupas por tu propio beneficio. Ese maldito festival solo te interesa el tema de los caza talentos. ¡Entiende de una buena vez que por tu ciega ambición perdimos todo!
―¡No entiendo por que tienen que hacer esto! ¿Cuál es exactamente la razón de todo esto? ¡DIME! No te puedo creer que es por mi culpa. Se que tengo que apoyar pero no pueden simplemente dejarme todo el trabajo a mi. Tengo derecho a hacer otras cosas diferentes a lo del club ―arremetió con furor.
―Entonces si hubieras tenido eso en mente antes de aceptar el cargo, ¡No lo hubieras hecho! Nuestro trabajo es el mas importante para la universidad y no pudimos hacerlo bien por que nuestra presidenta se la vive en el sueño de llevar al estrellado a un desconocido. ¡Y todo por que tu sueño se arruino!
Cryla se dio la vuelta.
―¡E-espera!
Kazuho la detuvo, Cryla se paro de repente. Sin embargo, no fue porque la obedeció, Cryla volvió su cabeza hacia Kazuho como si hubiera recordado algo.
―Esperaba que fueras mejor.
―¡Guh...! ―su interior parecía crujir de ira―. ¿¡Por qué... esta sucediendo esto?! ―susurro para ella misma.
Kazuho se enfureció y golpeo la pesa con su puño.
Los libros y documentos sobre la mesa se movieron un poco y algunos papeles cayeron al suelo.
Sus lentes se inclinaron a un lado y ella simplemente se desmorono hacia su asiento, rodeada de sus compañeros mientras que la frustración la consumía.
Por su culpa el festival que cada año se realiza en la universidad construido por el esfuerzo de todos no se podría llevar a cabo debido a que el club en el que ella estaba era para la administración de los tiempos y estudios de la universidad. El trabajo principal de ellos era poder ayudar a todos en el instituto para liberar un buen espacio para que dicho festival se haga pero debido a que Kazuho, presidenta de dicho club había puesto sus intereses por encima de su responsabilidad.
INTRODUCIR: MY ENEMY - IMAGINE
Todo había desembocado en el caos.
Ella tenia que estudiar el día sábado, hoy ella tenia que ir a complementar algunos documentos de una entrevista que tuvo hace unas semanas y el domingo seria el susodicho festival mientras que el lunes su club seria desmantelado.
Ella estaba derrotada.
Nada era fácil y todo era su culpa.
...
[No dejes que esa mascara caiga.]
Incluso aun de día, con la luz del sol iluminando el mundo, dentro de esta luz la oscuridad aun vive y crece... se hace fuerte.
Consume la luz.
Una calle, tan larga que se podría comparar con una pista de carreras. Oculta a simple vista o mas bien, ignorada por todos aquellos que el miedo los domina.
Muros que consumen a los caminantes entre la cera agrietada y los negocios deteriorados.
Personas de distinto estirpe habitando dentro de este callejón. Llenas de heridas que para algunos se convirtieron en las pruebas, en tatuajes que convirtieron su reputación en un peligroso cuchillo que corta las miradas que se cruzan con ellos.
Un humo que asciende desde el suelo dando el parentesco a una neblina grisácea, casi putrefacta. Pues los olores de distintas cosas se mezclan unas con otras y las miradas de aquellos con sus espaldas en los muros agrietados convergen en un remolino de ojos que terminan en él.
Una sombra entre la oscuridad que marcha cubierto de un manto. Su rostro cubierto por metal y tela, sus ojos oscurecidos por la sombra que consume la luz dentro del callejón y hace creer que la noche es eterna en ese lugar.
Un manto oscuro que se sacude con sus pasos y cubre su cuerpo convirtiéndose en la sombra que se extiende desde el suelo hasta su estirpe convirtiéndose en una fina estela que se deja a su paso.
[No bajes tu mirada.]
Firme como una roca en el exterior, tembloroso como una gelatina en el interior.
[Ellos buscan una pizca de debilidad.]
La oscuridad aunque predomine puede ser decorada por otros colores. Desde el color del fuego carmesí hasta el color anaranjado del fuego que ha de morir.
Tendederos que cuelgan techos de lamina y tela que dejan caer distintos colgantes de accesorios. En ellos la escritura «DetNerat».
Negocios de mercado negro.
Cartas caen sobre el riego.
Sin embargo, el peligro aquí no es un juego.
El agita su mirada de lado a lado, de costado a costado encontrándose con la desdicha de la cual muchos desquician.
El alcohol que cae a gotas por sus bocas se desmorona sobre el suelo.
Pasando de hombres de mal aspecto hasta hombres de enorme prospecto. La mascara que oculta su rostro, su corazón fortalece como un tronco.
A sus costados una que otra pelea ocurre y el estruendoso sonido de los puños chocando con la carne adorna sus metálicas pisadas sobre las grietas que se extienden al final de la calle.
Dinero cae sobre la mesa y vasos de alcohol se sacuden con los golpes secos de decenas de hombres borrachos en la cera.
De un momento a otro, el manto oscuro y la mascara verdosa se topan de golpe con el hombro de un extraño.
Cabellera oscura, cicatrices de quemaduras... el aparta su mirada y con sorna él sonríe antes de desaparecer de su vista.
El frio viento desaparece con la brisa caliente de un momento entero.
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[Avanza, sin nunca mirar atrás.]
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Una esquina se asoma y las sombras parecen dispersarse con las oleajes de luz que se adentran entre los hoyos de una tela gruesa que se extiende como un techo por encima de un trio de edificios.
El gira a la derecha y un callejón más se asoma a su vista quebrandose en dos direcciones diferentes, en dos caminos que en medio de ellos un enorme edificio de cuatro pisos, ancho a mas no poder casi siendo dos en uno solo se encuentra edificado ahí.
Grietas del suelo ascienden a la horrorosa instalación de la cual un cumulo de gente sale y entra.
Los gritos se vuelven mas fuerte y la oscuridad al final es disipada.
Las risas estallan y él ha llegado.
Alzando su mirada hacia delante, con un mar de gente maliciosa pasando a su lado, la gama de sombras se unifica en aquel edificio donde la música estalla junto a los gritos de victoria, abucheos y demás.
En los huecos oscuros el verde se enciende como una pequeña llama esférica. Con su cabeza inclinada hacia un lado el verde oscuro de su mascara reluce con el del moho del suelo.
...
[Dentro de la instalación un bar lleno de alcohol y drogas. Un lugar perfecto de apuestas en una ciudad la cual olvido lo mas importante de la noche... que esta consume el día.]
Proximo capitulo: Hex.
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