AMBICIONES, CREENCIAS Y... REALIDADES.
INTRODUCIR: ONE LAST ADVENTURE
La historia comienza con un relato.
Mientras mas personas entablen contacto, mas la historia se ira alargando.
*GRHHH*
El sonido agudo y ajetreo. Casi como si alguien estuviera sacudiendo algo.
»Oye chica, ¿Está listo?
»Aun no... lo siento.
Rápidamente la oscuridad se ilumina y entre la realidad y la ficción algo se realza.
»¡Listo!
Era una grabación en vivo.
Delante de la cámara que estaba encendida un hombre de mediana edad, algo apenado y no completamente seguro de hacer lo que estaba haciendo se mostraba sentado sobre una silla de madera a las afueras de un gran edificio.
Detrás de la cámara la voz de una chica habla.
»Bien, empecemos. ¿Podría decirnos su nombre primero?
Vestido de un traje de policía cubriendo la mitad de rostro con su gorro oficial. El sacudió su mirada de lado a lado, luego desvío su cabeza hacia abajo. Aferro sus nudillos contra sus muslos y finalmente pudo conseguir algo de valor.
»M-Me llamo Rino Kokeru...
»¿Su edad y a que se dedica?
»Soy oficial de mediano rango. Cuido de zonas especificas de Osaka. Mi trabajo consiste en resguardar el orden y cuidar a las personas en mis patrullas.
Con cada palabra que el hombre decía, su mirada tímida y apenada se sacudía de un lado a otro, aun inseguro.
Una voz mas se avivo en el audio del video.
»¿Segura que esto está bien?
Un juego de voces entre dos chicas estaba fuera de cámara mientras el hombre se detuvo al mirar un costado del suelo, pensativo.
»Esto es lo mejor. Tenemos que hacer las cosas correctamente.
»Seguramente tendremos repercusiones... ¿No crees que ocultaron la verdad por algo?
»No me importa. Yo lo vi, las personas que vivieron ese día lo vieron y el mundo necesita saber la verdad. Además, es parte de mi trabajo. Después es todo lo que quiero, ¿No?
»S-Si, p-pero... ¡Yo te apoyo, pero aun así...!
*¡Czzzz!*
Hubo un corte en cámara oscureciéndose todo. Cuando volvió a grabar el hombre estaba frente a la cámara nuevamente con la mirada firme sin el gorro que cubría su rostro. Parecía que ahora estaba más decidido que antes, pero, no podía ocultar los dejos de ansiedad que cubrían las bolsas debajo de sus ojos.
»Señor Kokeru. ¿Podría contarnos que ocurrió ese día?
El sol brillaba intensamente en ese día permitiendo que los rayos atravesaran las hojas en las copas de los arboles cayendo en la sombra donde se ocultaban.
El viento era presente ya que el cabello del hombre se sacudía al sonido del aire golpeando las hojas.
»Yo...
Las historias más verosímiles son aquellas que las personas cuentan de corazón sin algún carácter de falsedad en sus miradas.
Es justo que puedan sentir ansiedad, miedo, tristeza o felicidad. Todo tipo de sentimientos que proveen a las personas como prueba de su humanidad.
[No recuerdo perfectamente los detalles, ni si quiera puedo ver entre mis recuerdos una manera fácil de describirles todo. Pero si puedo decirles algo.]
En aquel día tormentoso donde la oscuridad habia sumido a una ciudad entera. Donde un fuego que se aviva a los extremos de la ciudad cubría a la ciudad de un humo casi asfixiante. Mientras que la desesperación se cernía sobre los corazones de las personas, donde el temor los arropaba.
Algo en ellos habia.
[Delante de mí, habia una figura...]
A través de la densa oscuridad un brillo aparecía cubriendo un cuerpo que proveía de una gran sombra a las personas detrás de él.
Poco a poco esa luz ilumino una cueva de sombras donde las personas poco a poco comenzaron a levantar sus miradas observando a aquella figura delante de ellos.
Poco a poco sus corazones se llenaron de curiosidad. Miraron mas fijamente hacia el frente y aquella luz que proveía de brillo, ahora era calidez lo que cubría sus corazones.
[Delante de mí...]
Mientras mas corazones se conecten unos con otros los relatos poco a poco se convertirán en una leyenda. Un recuerdo feliz o un recuerdo triste. Sin importar el que sea, mientras las personas sean conscientes de lo vivido, aquel recuerdo trascenderá de una forma u otra. Sea una enseñanza, una advertencia o quizás, simplemente esperanza.
Aunque la verdad se oculte, habrá alguien que desee contarla con el corazón en mano. Aun cuando las manos ocultas en la noche la atosiguen. Dicha persona o grupo de personas se unirán para contar la verdad.
Aun cuando el mundo este en contra de eso.
Detrás de aquella cámara, la cabellera rosada se sacude con el viento de una nueva estación, quizás... de una nueva era.
Al abrir sus ojos admira el hermoso mundo a su alrededor esperando la verdad.
Y entonces se es escuchada dicha verdad:
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[Delante de mí, habia un héroe.]
___________________________________________
Al cubrir su rostro de los rayos del sol ella regresa su mirada hacia el hombre que acaba de hablar.
Esa chica detrás de la cámara, era Kazuho Haneyama. Y estaba a punto de contar una historia.
Un agujero en la oscuridad permite ver el rostro inerte de Izuku.
Sangre que es derramada frente a él mientras que un cuerpo se desploma hacia el suelo. Delante de aquel suceso, del cañón de Nagant escapa vapor volviendo a contraer su rifle hacia ella.
*¡Cough! ¡Cough!*
Ozda habia caído al suelo al frente de Izuku quien tenia la espalda contra el muro con la ventana encima de su cabeza. Mas allá de aquella ventana cientos de estallido se alzaban por la ciudad.
Por su parte, el hombre de mediana edad que en el suelo residía, sostenía su costado mientras la sangre brotaba de este. Agitado, respirando a bocanadas, Ozda levanto su mirada hacia la mujer delante de él.
—No tienen a donde ir. Aparta de una buena vez y déjame hacer mi trabajo —explico Nagant.
Ozda bufo.
—¿T-Tu trabajo...? —volvió a toser—. E-El presidente no estará contento con esto... Señorita.
—¿Tu que sabes que lo mantendrá contento? Además, esto no es de mi interés. Solamente tengo que hacer el trabajo que se me pidió y nada más.
—Por mucho que trate ocultar esto... —el negó con la cabeza intentando reír mientras tosía—. Ya se le fue de las manos mucho mas de lo que creía. ¿Crees que podrá ocultar lo que sucede en verdad? ¿Crees que los altos mandos estarán felices con lo que lograron? Hicieron las cosas mal y pagaran por eso.
Nagant alzo su mirada.
—¿Las cosas mal? Mira quien lo dice. ¿No estabas de nuestro lado hace unos momentos?
—No te lo tomes tan apecho mujer. Además, esto no se trata de que lado es el bueno o no. Simplemente se trata de deseos. Ambiciones. Dime, ¿No tienes una ambición clara? Algo que te haga actuar fuera del psique natural —dijo golpeando con su dedo índice su cabeza—. Es normal tener algo que te motive a—
—¿Romper las reglas? Ir en contra del régimen. No, no. Nada de eso. No todos tenemos un pensamiento tan retorcido como tú. Algunos tenemos mejores cosas que seguir.
—Creo que en eso podemos estar de acuerdo —Nagant miro confundida mientras Ozda volvía su mirada al suelo—. Los perros persiguen el palo en el viento... ¿No es así, servidora?
*¡Tsk!*
—Ya me cansé de esta estúpida platica —Nagant miro por encima de los hombros de Ozda al chico que estaba petrificado detrás del hombre. Algo dentro suyo hizo clic y esta parecía haberse molestado.
[Inútil.]
Pensó ella.
Izuku, el...
*TAP, TAP, TAP*
Sin mas Nagant desplego su rifle hacia atrás y camino fervientemente hacia delante.
—No podrán ir mas lejos que esto. Las personas hablaran Nagant... ¿Hasta donde crees poder seguir antes de que tu pasado te tire de las piernas?
—No es como si fuera la única —Nagant empujo a Ozda hacia un lado mientras este caía sobre su espalda tosiendo y derramando mas sangre de su costado—. Todos pagaremos lo que debemos.
—En eso también tienes razón. Ninguno de nosotros sirve de forma natural. Hacemos lo que tenemos que hacer de forma artificial para poder vivir. O diría, sobrevivir par algunos—. Ozda volvió a toser dejando escapar una risotada—. La diferencia entre tu y yo se basa en creencias y ambiciones mujer. ¿Acaso ganaras mas de lo que crees haciendo lo "Correcto?
Cuando Nagant estuvo lo suficientemente cerca de Izuku noto que este tenia la mirada perdida. Toda su piel que tenia sangre seca estaba adornada de un tono rojizo. Podía ver el vaho de su respiración.
—¿Creencias y ambiciones? Eres un inmundo traidor —respondió ferozmente.
Ozda con cada tosido podía sentir su diafragma golpear su pecho mientras que la sangre salía mas y mas sin poder controlarlo. Aunque en una parte estaba totalmente despreocupado por esto. Su instinto de supervivencia le decía que tenia que buscar ayuda pronto.
Su cuerpo le estaba gritando que se moría.
Aun así...
—Dime Nagant, ¿Cuándo dejamos de ser niños?
—¿...?
—Cuando uno crece olvida muchas cosas que antes deseaba. Gustos, deseos, ideas. Todo se va tergiversando a medida que crecemos. A veces es bueno, a veces es malo. Dependemos de las palabras de otros para darnos un valor justo y a veces nos recriminamos a nosotros mismos por eso. En base a esto, ¿Lo correcto es dejar atrás y seguir avanzando como el mundo nos diga que hagamos? —con el dolor en su costado y con su vida consagrando el peligro inminente, Ozda reunió fuerza—. L-La valentía que sentía de niño... ¿Acaso puedo tenerla nuevamente de adulto?
Apoyando sus manos sobre el suelo y levantando su mirada con su traje revuelto en sangre y tierra, con su cabello despeinado y su corbata desabrochada se echa por encima de Nagant.
—¡¿Q-Que...?! —sosteniéndola del cuello apresa a la mujer en una llave—. ¡¡¿...HACES?!
*¡GULP!*
Empujado hacia atrás, chocando en un escritorio y cayéndole encima desde el computador, pantalla y cajones llenos de papeles, Ozda estaba al filo de la inconsciencia.
Nagant levanta su arma hacia Ozda.
—T-Traidor... ¿M-me llamas...?
*¡COUGH! ¡COUGH!*
[¡HA!]
Ozda suelta una risotada estridente.
—¡¿Quién es la que se traiciona a sí misma?!
Ozda tira del monitor encima de él arrojándolo hacia Nagant quien destroza dicho objeto de un golpe.
—¡Ngh...! ¿Tú qué sabes?
—E-Esta bien seguir las reglas a veces. Vivimos en un mundo donde es así. Ya no hay tal libertad de erigir nuestro propio camino fuera de las reglas como en el pasado. Pero... si se me forzara a olvidar mis deseos por seguir viviendo como lo he hecho toda mi vida... ¡¿Qué tan podrido podría estar?!
Los ojos perdidos de Izuku parecían haberse movido. Su corazón estaba latiendo con fuerza, pero su cuerpo carecía de esta.
Debido a que Izuku era un ser humano único en su especie que habia vivido una vida entera sin ningún tipo de enfermedad. Ni una simple gripe o algo así, ahora recibiendo la carga de la fiebre había destruido todo su sistema.
Se sentía perdido, sin fuerzas. Le costaba mantener fija una cosa en su mirada antes de que se distorsionara.
Quizás rondando más allá de los cuarenta grados, Izuku parecía haber reaccionado.
—¡A veces habrá decisiones cruciales que hemos de tomar y no podremos posponer! —Ozda corrió—. ¡Dime Nagant! ¡¿La decisión ya te llego?!
—¡Ngh!
Extendió su mano hacia la mujer cuando esta lo golpeo en la cara duramente. Apenas una hebra de cabello cruzo sus dedos antes de que le rozara la mejilla.
[¡Soy un idiota!]
Pensó Ozda mientras caía a un costado de Izuku nuevamente después de rozar a Nagant.
[Mi quirk no funciona a menos de que la persona este sumida en un sueño, sin embargo. Tantos años usando mi quirk me han permitido crecer, tanto como persona y tanto mi quirk mismo. Si hace unos momentos hubiera tocado su cabeza firmemente en vez de apresarla en una llave... al menos hubiera podido desorientarla.]
—¡Tu no sabes nada! —Nagant dio una fuerte patada al costado del hombre donde la bala habia entrado y salido.
En un grito desgarrador Ozda salió rodando lejos de ambos. Esta acción provoco que Izuku se impulsara poniéndose de pie, pero casi al instante de hacerlo el mundo debajo de sus pies se agito. Sentía como si el suelo se abriera y todas sus fuerzas fueran succionadas.
Todo su cuerpo se desplomo hacia atrás.
[E-El chico no podrá...]
Ozda estaba hecho bola a un costado de la oficina mirando al chico quien parecía estar ahogándose.
¿Era espuma lo que salía de su boca?
[El jamás se habia enfermado. Esta es la primera vez que lo hace y tenia que hacerlo con una fiebre tan alta... ¿Qué clase de mala broma es esta? ¡¿Por qué ahora?!]
Para un adulto una fiebre quizás no sea mucho pero aun así esta en el filo del riesgo debido a que el cuerpo humano al pasar de los 43° de temperatura comienza la caminata al descenso.
Normalmente las muertes por fiebre ocurren a esos grados, entre 42° y 43°. Ha habido algunos casos de personas que han llegado hasta los 44°, incluso 45° pero en ese punto ya son insalvables.
Ahora, imaginándose que esto ocurre en un bebe recién nacido que jamás ha sufrido de esto... es el breve ejemplo de lo que ocurre con Midoriya Izuku.
Ahora mismo, con espuma en su boca y sufriendo alucinaciones acaba de entrar a los 42° de temperatura.
Sudando a mares, sufriendo escalofríos y temblores. Su cuerpo ardía, su cabeza parecía que iba a estallar mientras perdiendo sus sentidos a medida que los segundos pasaban.
[¿Qué lo esta causando? ¡¿Qué está ocurriendo?!]
La fiebre principalmente ocurre como una reacción natural del cuerpo para incentivar al sistema inmunitario ayudándolo a combatir ciertos organismos que causan enfermedades.
Esto es un tipo de sistema defensivo que el humano posee y que Izuku habia carecido durante toda su vida debido a que su propio sistema defensivo era sin mas ni menos que—DECAY—al tener ese quirk cualquier tipo de organismo o sustancia maligna que dañara su cuerpo era erradicado.
Si el ahora estaba sufriendo fiebre, la razón mas obvia es que algo estaba fallando.
¿Decay estaba fallando?
En su interior algo estaba fuera de lugar.
—¿D-Donde están tus ambiciones...? —pregunto Ozda poniéndose de pie nuevamente—. ¿S-Solo... s-s-s-seguir ordenes es tu destino... f-final?
—La respuesta no te incumbe.
—Q-Q-Q-Quizás no... ¡¡P-pero...!!
"En base a tu veredicto... en base a todo lo que has visto de mí. ¿Soy bueno o soy malo?"
—¡N-no puedo evitar entrometerme!
Ozda arremetió contra Nagant quien alzo su rifle dispuesta a disparar. Cuando su mira estaba puesta en Ozda algo cambio. A través de la mirilla de su rifle ella vio el rostro de un hombre entre suplicas. Todo lo que la rodeaba no era mas que sangre que la atosigaba.
Nagant por un momento se desoriento.
Al parpadeo, Ozda estaba encima de ella.
—¡AGHHHG...!
Nagant cayo al suelo con Ozda encima de este mientras el hombre luchaba por alcanzar la cabeza de la mujer, pero está en un simple chasquido empujo el cuerpo de Ozda con el suyo. Para Nagant no le era nada difícil luchar con un hombre como Ozda físicamente ya que este no era mas que un oficinista obstinado mientras que ella era una heroína entrenada.
Nuevamente como viejo trapo Ozda fue arrojado lejos de la mujer quien ahora ella arremetía duramente contra el hombre.
Camino hasta este y lanzo una fuerte patada a su cara.
—¡Solo haz tu maldito trabajo, hombre! —grito fuertemente asestando una patada en su pecho—. ¡Nada de esto tendría que pasarte si hubieras seguido los protocolos como los últimos años!
Ozda lo único que podía hacer era cubrirse mientras la sangre salpicaba el suelo a su alrededor.
—¡Esa estupidez tuya de ambiciones o deseos no es mas que creencias de ficción básica! Estamos en la realidad, rodeados de malos hábitos, de personas maliciosas. Tenemos un mundo oscuro rodeándonos mientras personas asquerosas nos muerte los tobillos intentando derrumbarnos. ¡Y tienes el descaro de tener ambiciones! ¡Esta es la realidad a la que estamos atados!
Esa ideología, esa manera de pensar hacia que el estomago de Ozda se retorciera mas de lo que estaba. De alguna forma tenia tiempo de pensar. Mientras era golpeado con rabia por parte de la mujer como si esta estuviera sacando a flote sus frustraciones mas grandes, le daba tiempo para pensar.
¿Qué clase de vida habrá tenido esa mujer? ¿en parte servía pensar en eso? Ozda tenia mas claro que nadie la respuesta. Habia estado envuelto en toda esa mierda desde que comenzó su vida de adulto. Sería muy estúpido de su parte sobre pensar acerca de la respuesta.
Tanto Nagant como todos los demás miembros de la comisión están sumidos bajo un tipo de mundo en el cual fueron tirados. Sean cuales sean sus circunstancias el mundo que ellos ven va de la mano con la dolorosa inquietud de no poder ver más allá del horizonte.
Pese a que Ozda era un hombre mayormente regido por las leyes que lo rodeaban, el jamás dudo en seguir al pie de la letra su ambición.
Al tener el quirk que tenia su manera de pensar era más madura que cualquier tipo de persona, además, el creía fuertemente en cierto aspecto del ser humano.
Sus creencias.
En ninguna circunstancia una persona debería de abandonar aquello en lo que cree. Ozda en sus más profundos monólogos se decía a si mismo que la maldad y la bondad no existían como base natural del ser humano.
El ser bueno, o ser malo daba igual. Podrías equivocarte fácilmente o errar, pero, mientras siguieras aquello en lo que creías era lo correcto.
En parte era una lucha de contradicción. Pero es así, Ozda habia llegado a la conclusión de que esto era el ser humano.
Un mar de contradicciones.
Sin embargo, mientras se pudiera avanzar creyendo o soñando por alcanzar sus mas grandes ambiciones era lo correcto. Fuera una persona mala o buena, Ozda lo admiraría.
Es por esta razón que Ozda habia tomado un bando en una guerra que no debería suceder. Ozda habia decidido estar del lado de Midoriya Izuku pues a pesar de tener al mundo sobre él, siempre busco la manera de seguir sus creencias. Claro, vacilaba a veces y sus piernas temblaban, pero jamás, jamás iba en contra de lo que deseaba.
Él lo vio después de todo.
La espalda de un niño aterrado que todo el mundo odia, poniéndose por delante de las personas que necesitan ser salvados.
Esto lo hizo pensar una cosa. Si era acaso posible que alguien como Izuku pudiera llegar a esa conclusión— ¿Qué detendría a otros de alcanzarla?— avergonzado de sí mismo, Ozda estaba llorando.
No era por dolor, no era por miedo a morir... era frustración.
Al mirar atrás suya, encontrar su historia de vida se dio cuenta de lo errado que estaba. No habia nada para considerar una digna vida.
Pues ahora mismo su ambición no era más que la verdad.
Él quería la verdad del mundo por la que tanto lucho.
Aun si tenia que dar su vida a cambio... Ozda se vio reflejado en aquel niñato.
Terminada la temeraria liberación de frustración de Nagant, lo único que quedo fue el cuerpo desprovisto de fuerzas de Ozda.
Tosiendo débilmente mientras la sangre se acumulaba debajo suyo.
La mujer se apartó respirando pesadamente.
Ozda apenas podía mantenerse consciente con la mirada tendida al suelo mirando a través de los pies de Nagant a Izuku que tenia el rostro hundido en el suelo.
—Tenemos... —Nagant respiro pesadamente—. Tenemos que preservar el estatuto.
Dijo con un tono robótico, desesperanzador, sin una pizca de humanidad en su voz.
Ella estaba por darse la vuelta.
"No solo para hacer valer tu confianza es suficiente para mí. No seré un héroe solo para corresponder tus sentimientos, All Might. Aunque suene cruel y grosero, desagradecido diría yo..."
Quizás, si tan solo quizás Ozda hubiera visto más de fondo, quizás si el hubiera querido comprender el verdad aquellas palabras en papel que contaban la desgracia de un niño... tan solo quizás ahora mismo el sistema sería diferente.
"Quiero volverme un héroe que pueda crear un mundo donde personas como Shimura Hanna, como yo... Como muchos mas que viven en este bosque de incertidumbre puedan llegar a ser llamados iguales. Que ninguno de nosotros tenga que sufrir por alcanzar una catarsis. Un mundo donde personas deterioradas como nosotros no tengamos que encerrarnos en una oscuridad por el bien de otros..."
Ozda abrió su boca con los vestigios de sus ultimas fuerzas llamando la atención de Nagant.
...
INTRODUCIR: THE NIFLHEIM EMPIRE - YOKO SHIMOMURA
»Luz del polvo estelar: ¡Reflejo de Shima!
El cielo se abre ante el inminente aro de luz que se forma encima de la gigante mujer.
*¡FGUUUUUM!*
El silbido de las constelaciones contrae consigo la lluvia de luces hacia Mt Lady.
—¡Yu!
Entre quejidos y jadeos, Yu aparta a Kamui lanzándolo hacia el aire mientras aquella cascada de luz la consume comenzando a quemar su traje al igual que chamuscar su cabello.
[¡A-ARDE...!!]
Cubriéndose con sus brazos solo podía resistir el ataque pues mas que nadie sabía que si volvía a su forma normal seria consumida hasta no quedar nada.
Por encima de ella, Eva abre sus brazos a cada costado—¿Un ángel?—se preguntó Kamui al ver a la mujer destellar de aquel brillo pulcro mientras esta dirigía su mirada a él.
Los ojos sin vida de aquel «Ángel» hicieron temblar a Kamui cuando una ráfaga de luces lo acribillo enviándolo al fondo en una caída libre mientras que, entre luces, Yu observo a Kamui cayendo.
Quiso moverse mas que nunca pero su pie enterrado no se lo permitirá. La luz que en ella recaía mucho menos le dejaría. Yu no pudo hacer mas que extender su gran brazo hacia Kamui recibiendo con mas fuerza la onda de luz en su cuerpo haciendo que su postura se curveara hacia delante.
*Crack*
Algo en su cintura hizo un sonido que no debería de hacerse y el pecho de la mujer recayó sobre el edificio mientras que su enorme cabeza quedo colgando fuera de este.
Ella grito de dolor mientras sentía como toda su espalda era quemada.
A cambio de esto ella fue capaz de atrapar a Kamui cubriéndolo de la llamarada de luz con su puño.
Mientras tanto las personas debajo en las calles circundantes al centro estaban observando aquel pilar de luz venir del cielo como si el mismo se estuviera abriendo.
Las personas mas lejanas al centro de Tokio, desde sus edificios empresariales se acercaban a las ventanas observando esto.
Lejos de ahí las estaciones de policía ya habia informado a las agencias mas cercanas las cuales estaban aproximándose junto a los coches de oficiales.
Toda la ciudad estaba moviéndose.
A través de esta también era Miruko quien avanzaba alejándose de bestias sanguinarias que le seguían, desplegadas del cuerpo de Kano quien se deformaba monstruosamente.
El rugido y la risa de Miruko hacían eco en su contienda.
Devuelta a la torre en el interior de esta se encontraba una alta amalgama de explosiones que iban y venían seguidas de un cometa oscuro que le seguía.
*¡FWOSSSSH!*
Atravesando la ciudad a alta velocidad mientras personas seguidas a un hombre en el cielo eran arrastradas como muñecos de tela.
Hawks se habia detenido en un poste de luz liberando una gran cantidad de sus plumas hacia el interior de un edificio departamental comenzando a sacar a las personas de este y llevándolos lejos de ahí mientras que, casi al mismo tiempo más plumas venían de los lejos para acoplarse a él al momento de saltar.
Volando nuevamente a través del trafico que se habia detenido, un mar de plumas iba siguiéndolo.
Por su costado podía ver escalados filos de sangre sobresalir al igual que los estallidos de largas calles.
Hawks ascendió hasta quedar por encima de los edificios.
[El santuario Torikoe, la estación Suehirocho hasta la estación Okachimachi. También Yushima y el parque Origami Kaikan. La pelea de Miruko se está extendiendo en dirección errónea... ¡Esa idiota!]
Hawks levanto su mirada hacia la torre del centro animado.
[Si esto sigue así...]
Mirando a un costado de este lo que era la comisión de seguridad publica pudo ver al horizonte varios helicópteros comenzando a movilizarse al igual que varias unidades policiales por la avenida Yodobashi- Akida.
Todas estas zonas eran circundantes al centro de Tokio y, por ende, al oeste de la comisión de seguridad publica se encontraba la calle mas viva de aquella noche.
[¡Akihabara!]
*¡KA-BOOOM!*
A los alrededores del edificio de la comisión de seguridad publica caía una lluvia de cristales mientras una luz rojiza intermitente era sosegada por una masa oscura que le seguía.
[Tengo que darme prisa ¡Pero...!]
Entre la espada y la pared Hawks observo aquel pilar de luz apagarse en un segundo. Giro hacia atrás. La sangre que caía de su frente fue llevada por las plumas que salieron de su espalda mientras otras llegaban.
Se mantuvo en su altura sacudiendo sus alas mientras miraba a cada lado.
[Las cosas ya se salieron demasiado de control. Como van las cosas irán empeorando a partir de ahora. Una vez que se enteren de los involucrados no seremos mas que brujas a la espera de caza.]
Sus plumas iban y venían en un ciclo continuo como un ola al viento.
[Niño...]
Mirando el interior del edificio, Hawks pensó en Izuku.
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[Esto es parte de tu historia.]
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Esperando a que el niño sea capaz de afrontarla.
Los ojos de Izuku se abren. Todo a su alrededor no es mas que un mar de colores mezclados. El suelo, el techo, Nagant, Ozda, la propia sangre del hombre y todo lo que su vista puede ver no es mas que un remolino continuo de realidad alterada.
La voz de Nagant, el susurro de Ozda, el sonido del entorno se mezcla en un punzante sonido que golpea la cabeza de Izuku.
Temblorosa la mano que se extiende hacia delante.
Aquella mano llena de heridas. Manchada de negro como si estuviera calcinada. Sin yemas como una persona normal, tan solo el hueso puntiagudo de su esqueleto recubierto de aquella piel oscura y arrugada.
El intenta usar su quirk. No el One For All, no el sensor de peligro.
Izuku trata de utilizar Decay, pero es inútil. Desde hace tiempo que con aquella mano es incapaz de usar aquel quirk con el que vino al mundo.
El suelo, puede sentir como el lugar tiembla cada cierto tiempo.
Sabiendo que su quirk no funcionaria, Izuku extiende su otra mano, pero esta no activa Decay tampoco. Por alguna razón Izuku es incapaz de usar Decay.
Ahora mismo solo puede utilizar aquellas palmas oscuras como apoyo.
La espuma que derramaba por su boca caía al suelo—43° de temperatura— el vaho en su respiración era tan notable como en una temporada gélida.
El fervor en sus ojos era tan cálido como la temperatura en sus ojos.
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[De todas formas perderás.]
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Nagant abrió los ojos de pie frente al sonriente Ozda.
—H-Has olvidado... t-tu propia... a-ambición, mujer —Ozda escupió sangre al toser—. E-Ese fue... tu peor error.
Nagant no respondió. En cambio, solo frunció su ceño y levanto poco a poco su rifle dispuesta a disparar. Sin importar el pasado, sin importarle el presente... sin importarle el futuro.
—Haz comenzando a hablar mucho desde que entraste a la mente de ese niño —hubo un "clic" el arma estaba cargada—. Es como dicen, la estupidez se contagia. ¿Debería... terminar con la raíz?
En la mirilla el rostro de Ozda posaba como un péndulo.
Nagant acerco su ojo a la mirilla, lista para disparar.
—Ambiciones, creencias... nada de eso tiene sentido mientras tengamos un trabajo que hacer. Si no lo hacemos nosotros, ¿Quién más lo hará? ¿Quién más mantendrá el color rosa en ese sentido del orden en la gente? Tu sabes como yo lo que pasaría si las personas como nosotros desaparecemos. Somos una pieza importante en el sistema, somos el engranaje que hace funcionar a la máquina. Para que los héroes puedan sonreír y las personas puedan sentirse en paz, siempre tendrá que haber algo de oscuridad más allá de su horizonte. Es esta la realidad, no hay más.
—P-Puede que tengas razón. Sin embargo... no creo que sea totalmente así. Yo... lo he visto.
La sangre brotar, el cielo oscurecerse y el niño llorar. Aun así, por encima del monte que lo cubría este chico lucho por alcanzar la cima para poder ver que habia más allá.
Desgastando su cuerpo, acabando con su propia vida si es necesario. Incluso, quizás de algún modo envenenado con aquel color de rosa que pinta la sociedad.
Pero... no era su caso.
Desde pequeño el supo la oscuridad que aviva los corazones de las personas y por lo que el insistió en algo.
Aunque por mucho tiempo el estuvo perdido en el valle de la incertidumbre, al final pudo ver un claro en toda esta oscuridad.
Aquel niño que reía... habia decidido creer.
Y Ozda había sido espectador de esto. El habia visto una lucha que no tendría sentido en su propia vida o en la de cualquier otro. Llegando a la conclusión de que cualquiera en ese punto podría simplemente haberse quebrado, pero, él no lo hizo.
El habia decidido seguir creyendo en lo imposible.
[Los tiempos cambian mujer.]
Ozda aun sonreía.
—Es el ciclo humano continuo. El sistema... va a caer.
El rio.
Nagant tercio el gesto, irritada por lo que el habia dicho—¿Pero por qué?— quizás, tan solo quizás ella no estaba a gusto con esa idea debido a que, si fuera cierto, todos sus sacrificios serian en vano y ese baño de sangre que siempre está cubriéndola fueron fútiles intentos de hacer su vida un digno engranade funcional.
Fue entonces que las palabras de Ozda se convirtieron en un mártir sobre la mujer.
INTRODUCIR: DEPARTURE - YOKO SHINOMURA
...
[Si seguimos creyendo que nada es posible y que lo que esta más allá del horizonte es incapaz de ser alcanzado, entonces seguramente seguiremos siendo participes de nuestra propia desgracia. Solo aquellos en control de su vida y que saben sobre sus errores son quienes pueden hacer un cambio. En ellos mismos... en otros. Todo comienza con una idea y al final una acción es lo que enciende la llama. Lady Nagant, a partir de ahora los vientos soplan en una nueva dirección hacia un horizonte del que nosotros somos carentes de idea. Un lugar que jamás hemos visto. Este es el comienzo de una nueva era en un mundo...]
...
Los ojos de Ozda comenzaron a quedarse en blancos.
—Un... mundo... donde... —su respiración estaba deteniéndose—. Todos... seamos...
Sus ultimas fuerzas se estaban por desvanecer.
"Quiero volverme un héroe que pueda crear un mundo donde personas como Shimura Hanna, como yo... Como muchos más que viven en este bosque de incertidumbre puedan llegar a ser llamados iguales. Que ninguno de nosotros tenga que sufrir por alcanzar una catarsis. Un mundo donde personas deterioradas como nosotros no tengamos que encerrarnos en una oscuridad por el bien de otros..."
Detrás de Nagant la sombra se habia alzado y la ultima palabra de Ozda salió de su boca.
__________________________________________
[...iguales]
__________________________________________
Ese era la clase de héroe que quería ser Izuku. Alguien capaz de crear un mundo de iguales.
Pudo sentirlo, la oscuridad detrás de ella mientras algo atravesaba con fiereza las sombras. Un puño que cortaba la realidad y venia a ella sin reparo alguno.
[No...]
La gota de sudor de su frente cayo y ella giro de golpe.
[¡Es cierto...!]
Nagant no lo podía creer. El aun...
[¡¿Cómo es que...?!]
Ella apunto su rifle en una nueva dirección, quizás... hacia el horizonte del que Ozda hablaba.
Delante de ella el puño de Midoriya Izuku se aproximaba junto a él en un impulso veraz.
Nagant grito eufórica
—¡¡¿...AUN PUEDES MOVERTE!!??
—¡¡¡AHHHHHH!!!!
Los gritos de ambos convergieron en un cara a cara.
*¡¡KA-BOOOOM!!!*
El fuego de una explosión se avivo fuera del edificio a través de aquel ventanal en ese piso inundando el cuarto con una luz roja que cubría la mitad del rostro de ambos.
...
[Decay esta fallando en su cuerpo. Tanto su sistema de defensa como el ofensivo. Incapaz de usar el quirk con el que nació, tan solo la antorcha del One For All será su guía. Pero, con un cuerpo desecho como ese, tan solo luchar como un muerto viviente es lo que le queda. A través del interior de aquel edificio comienza la lucha entre la asesina de villanos ¡LADY NAGANT! Y aquel niño asesino ¡¡LAUGHING BOY!!]
Próximo capitulo: El horizonte de una nueva generación.
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