76.¿POR QUE ESTAS AQUI?
Midoriya Izuku ha pasado por tanto en tan poco tiempo que ha logrado forjar en él una actitud fuerte ante los eventos inoportunos. ¿Razón de ello? Sus cuantificables intentos de homicidio hacia su persona. También el hecho de haber estado en el roce de la muerte más de una vez.
Cosas como el miedo a la oscuridad, quizás al miedo a ahogarse o a un miedo constante de que un autobús lo pueda arrollar habían desaparecido de las principales razones de miedo o inseguridad.
Para Izuku muchas cosas habían perdido sentido y otras que antes carecían de este lo han obtenido. En otras palabras, Izuku maduró. Quizás no tanto como un adulto y tal vez no en un especie de curva de aprendizaje normal, pero, Midoriya Izuku había obtenido un carácter lo suficientemente fuerte como para pararse delante del director de una institución, ¡La institución! Conocida como la mejor de todo Japón en producir héroes de calidad ya que la mayoría del top actual asistieron a dicha academia.
Ahora mismo, con una mirada fija sobre el director que no solo le dio una oportunidad de asistir ahí pese a su pasado, sino que también le había advertido que si volvía a lastimarse de forma grave lo expulsaría.
Izuku estaba controlándolo como un campeón, o por lo menos lo hacía al exterior porque si hablamos de su interior... parecía que estuviera derritiéndose su ego como un helado en un verano. No podía dejar los nervios, solo controlarlos.
Al menos unos dos minutos llevaba Izuku parado con la puerta entreabierta.
—¿Oye ese no es Laughing Boy?
—¡¿Volvió?!
—¡Oigan, Laughing Boy volvió!
Menos que un grito, más que un murmuro. Al final del pasillo casi un grupo completo de tercer año estaba asomándose por la gran puerta viendo hacia el otro extremo del pasillo donde una cabellera verdosa se posaba al marco de la puerta del director.
—¡No te creo!
—¡Si es él!
—¡¡OYE TU!!
Izuku estaba con su mirada fija, sería como nunca.
*GULP*
Deglutió por sus nervios acumulados.
—¡¡Laughing Boy!!
Casi al instante una cabellera celeste se asomó detrás de un grupo de chicas cuando la voz del director alcanzo a Izuku.
—¿Por qué no pasas y cierras la puerta? —dijo volviendo a su papeleo—. ¿Quieres hablar no es así?
Casi enseguida Izuku cerró la puerta a su espalda antes de que la joven de ánimo curioso pudiera ver. Dejo escapar un largo suspiro mientras una gota de sudor caía por su costado.
—Darles la espalda a las personas no es de muy buena educación Midoriya Izuku.
—¡L-Lo siento...!
Casi enseguida se dio la vuelta mientras se paraba como si fuera un soldado. Duro como una roca no podía ocultar más su firmeza que con una sonrisa nerviosa.
Nezu alzo su mirada.
—Siéntate —devolvió su vista una vez más a su escritorio—. Hablemos.
Como un relámpago Izuku ya se encontraba sentado en la silla frente al director. Y no por exagerar, un relámpago pues uso algo del One For All para en un parpadeo estar sentado.
Algo extraño la sensacion para Izuku. Un mes que no habia usado ningún tipo de poder lo habia atrofiado tanto que no se percató de que al tomar asiento un par de libros se cayeron del estante al lado de la puerta.
Sin si quiera darse la vuelta solo pudo escuchar el estruendo de las cosas al caer.
[Ah... dios.]
Mucho carácter para un chico que sentía vergüenza.
—Parece que te has recuperado bien —comento Nezu—. ¿Cómo ha ido la rehabilitación con eso?
—¿Mi brazo? —pregunto.
—Claro.
—H-Ha bueno... aún no he hecho nada en realidad. El doctor dijo que al menos otro mes debería tenerlo enyesado. Así que por ahora tendré que arreglármelas con la izquierda.
—Eso puede ser algo duro. Estamos en época de examen y tendrás que usar mucho tu lápiz. ¿Seguro que estarás bien?
—¡C-Claro! No se preocupe por eso, Yaoyorozu-San me habia estado ayudando a aprender a escribir con la izquierda ya que habia perdido algo de movilidad con la derecha...
Izuku se quedó en blanco en un segundo.
*POMP*
En su cabeza como la idealización de una figura. Sobre una roca habia caído una idea que se rompió y trajo un recuerdo fresco a su cabeza. Izuku habia recordado algo.
Se le helo la sangre.
Discretamente miro el calendario de escritorio y observo como el mes y poco más habia transcurrido de forma veloz.
El tiempo era algo aterrador.
—¿Pasa algo Midoriya-San?
—N-No... no...
Izuku pensó en Yaoyorozu Momo y finalmente habia recordado algo importante.
—Toshinori habia mencionado que llegarías el día de ayer. No esperaba que estuvieras aquí tan pronto —reanudo su platica.
—¿E-Eh...? Hmm, sí. Bueno, pasaron algunas cosas. No pagamos alquiler y ahora mismo no tengo lugar donde quedarme, pero los Shimura fueron bastante amables y nos permitieron dormir anoche en su hogar. Hoy Rumi está resolviendo lo del tema del alquiler y All Might dijo que estaba ocupado.
—Wow, eso es mucho por procesar. Pero no responde mis dudas. ¿Por qué estás aquí?
Con tal pregunto el pecho de Izuku se le sumió. Trago saliva y nuevamente aquella faceta de chico nervioso lo domino por completo. No sabía si era miedo o ansiedad lo que estaba surcando los palpitantes golpeos en su pecho.
¿El director Nezu se refería a que hacia un chico que expulso? ¿Lo habia expulsado? Izuku habia sido expulsado entonces. ¿Por qué otra razón preguntaría eso? ¿Además no le habia preguntando por su brazo hace un momento? ¿Exámenes? ¿Por qué le mencionaría exámenes si no pensaba que estaría ahí?
—¿A-Ah que se refiere?
—Bueno, la has pasado bastante feo. Pensé que preferirías estar descansando y procesando todo lo ocurrido.
—¡D-Descanse mucho en el hospital! —alzo su voz algo nervioso, tanto que se percató al instante para luego hablar por lo bajo—. Quería ver como estaban todos...
Nezu se le quedo viendo por un momento.
—¿Seguro que eso es todo? —cuestiono firme.
Izuku se guardó un momento las palabras. Pensó en lo profundo de su cabeza sus deseos. ¿Qué era en verdad lo que quería ahora mismo? ¿Volver a la U.A? ¿Volver a esa vida cotidiana? ¿Volver a ver a sus amigos? ¿Decirles gracias a todos? ¿Disculparse?
¿Qué era en verdad lo que quería Midoriya Izuku?
[Yo...]
Izuku se sintió atrapado en la silla por un momento. Como si el espacio se retorciera y solamente estuviera él ahí sentado frente a la nada.
Él se habia quedado en blanco.
Cosas que antes le sucedían muy a menudo y que constantemente lo atacaban como filosas dagas. Casi le hacía recordar a sus momentos más ambiguos en la secundaria.
Sobrepuso su mano sobre el yeso en su brazo.
—Usted dijo que si volvía a lastimarme me expulsaría —finalmente Izuku reunió valor para hablar—. Yo me lastime mucho.
También para mirar al frente.
—¿Tenias miedo? —pregunto Nezu.
—Todo el tiempo. Desde que Shinji-San cayó al suelo, desde que vi la sangre brotar de su cabeza. El mundo se paralizo para mí. Después cuando llegaron ellos solo podía pensar en el estado de Shinji-San, solo podía pensar en Rumi, All Might, Tenko-San... todos los demás. Tenía miedo.
—¿Tuviste miedo para ti?
—¿Perdón?
—Me refiero, ¿Te aterraba lo que te fuera a pasar a ti?
Quizás si se hubiera tomado tiempo para responder esa pregunta hubiera perdido poder en sus palabras, o quizás si tan solo hubiera jadeado antes de responder su respuesta habría flaqueado pero Izuku ni si quiera pensó que responder, su voz hablo por si sola.
[No.]
Nezu respiro profundo y acomodo su postura.
—¿No? —insistió.
—No, no lo tuve. O más bien no lo pensé. No tenía cabeza para pensarlo. Solo quería saber si Shinji-San estaba bien. Me preguntaba a donde lo llevaría. Me concentre todo el tiempo en él.
—¿Al igual que en Osaka?
Puede que aun habia una cicatriz bastante profunda en la mente de Izuku que hizo que la pregunta le causara una punzada de dolor, frustración he... ira.
—Fue diferente.
—¿Puedes explicarme cómo?
—¿Cómo? Bueno, no sé si podría explicarlo correctamente. De hecho es bastante complicado porque no sentí algo en concreto que pueda recordar, o bueno... creo que sí.
—¿Sentido?
Izuku apretó su puño.
[Sentí ira.]
Rememorando aquella emoción con su puño en el pecho recordó aquel momento donde las personas fuera y dentro de sus hogares gritaban por ayuda, lloraban por sus seres queridos. Recordó el dolor que Six causo a tantas personas en aquel instante.
—Me dolía todo, aún seguía algo entumido y pensaba que no podría alcanzarlo pero mi corazón se encendió. Sentí como si mi cuerpo estuviera ardiendo, ni si quiera me percate del dolor que habia pasado —Izuku miro hacia su mano—. All Might me dijo una vez que llegaría el momento en que tendría que destruir aquello que fuera necesario destruir. En ese instante sentí tanta ira como para destruir aquella persona.
—Y en Tokio...
—¿Huh?
—¿Ocurrió algo parecido?
Se detuvo a pensar.
Habia tenido bastantes charlas hasta entonces considerando que era una carrera por su vida. Eva, Fobos, Ozda y Nagant. Quizás ellos fueron la cabeza de todos los dilemas que nacieron y se resolvieron en el transcurso de esa noche.
—Sentía miedo, pesar, tristeza... y en algún momento sentí ira. Pero al final...
"¡NAGANT!"
[Decidí creer.]
—¿Eh?
Izuku volvió a mirar al director.
—Sentí esperanza —Nezu levanto su mentón, como si analizara lo que acababa de escuchar—. Aunque claro. Es igual de complicado que con lo de Osaka.
INTRODUCIR: YOU CAN STILL BE - YUKI HAYASHI
"No puedes salvar a todos."
Las palabras de Nagant fueron un duro golpe en la consciencia de Izuku pues quedaron incrustada con tanta fuerza que se reflejaba en cada gesto de su rostro.
—Puede que en Osaka la ira fuera lo que predomino y que en Tokio haya sentido esperanza pero no puedo esperar a opacar todo lo que sentí por solo esas dos cosas. Yo también sentí desesperanza. Yo... —el dolor en el pecho de Izuku aumento—... no pude salvarlo.
Algo que habia suprimido hasta ahora. Quizás como una forma de defensa para su mente, para su frágil corazón o quizás su alma.
—No puedes salvarlos a todos... —citó—. Director Nezu, Nagant tenía razón. No puedo salvarlos a todos, no puedo hacerlo.
—No se trata de salvarlos a todos, Midoriya-kun. Ser héroe se trata de salvar a quienes debes, a las personas que están a tu alcance —respondió Nezu con seriedad.
—¿Y si debía salvarlo a él? Estaba a mi alcance. Ozda Majiro estaba delante de mí pero yo... —Izuku jadeó, su voz quebrándose—. Dudé...
¿Realmente había forjado un gran carácter? ¿Qué tipo de carácter era ese? ¿Uno para reprimir? Izuku se sentía como un niño atrapado en el cuerpo de alguien que debía ser más. Intentaba cargar con la responsabilidad de los adultos, pero incluso los adultos a menudo no pueden enfrentar la realidad diaria con una sonrisa en el rostro.
Todos son propensos a tener un mal día. Despiertan mal, viven mal y mueren peor. No hay una selección natural para estas cosas. La mayoría de los eventos que surgen en el mundo pueden parecer aleatorios y fuera de nuestro control. Intentar dominar lo incontrolable solo lleva a la desgracia y a la frustración.
A pesar de creer que se había vuelto indestructible, Izuku sabía en su corazón que simplemente se había vuelto menos sensible a las cosas. No porque una persona sienta menos dolor que otra al ser vacuna, significa que no sufrieron el mismo daño. Ambos lo hicieron. Izuku recordaba vívidamente la mirada tranquila en el rostro de Ozda, una mirada que parecía comprenderlo todo incluso cuando él mismo dudaba y se apartaba.
—Pude ver su rostro, ni siquiera estaba molesto. Parecía saber en qué estaba pensando. Y aun así, tuve el descaro de apartar la mirada y dirigirme en otra dirección.
El peso del dolor y la indecisión pesaban sobre Izuku como una losa. Había heridas que no se podían ver, pero que eran tan reales como cualquier golpe físico.
Nezu suspiró con comprensión, buscando las palabras adecuadas para consolar al joven héroe.
—Midoriya-kun, entiendo tu dolor. Es natural cuestionarse nuestras decisiones, especialmente cuando se trata de vidas humanas. Pero debes entender que ser un héroe implica tomar decisiones difíciles en situaciones críticas. No todos los caminos que elegimos serán perfectos, eso lo debes tener claro ¿no?
Izuku levantó la mirada hacia Nezu, sus ojos llenos de angustia y autocrítica. Aunque las palabras de su director resonaban en su mente, Izuku sabía en lo más profundo de su corazón que tenía razón. Las palabras de Nagant no fueron meras palabras al viento; tenían un poder abrumador sobre su alma porque representaban una verdad absoluta.
Nagant tenía razón, pero aun así, Izuku se resistía a aceptarlo. A pesar de saber que no podía salvar a todos, quería aferrarse a la esperanza de que sí podría haberlo hecho.
—Todos tenemos nuestras dudas y nuestras debilidades. Pero recuerda que eres humano, y los humanos no son perfectos —continuó Nezu, su tono reconfortante pero firme—. Lo que importa es cómo decides seguir adelante a partir de aquí. No te castigues demasiado por lo que podría haber sido. Enfócate en lo que puedes hacer ahora y en honrar la memoria de aquellos que no pudiste salvar.
Las palabras de Nezu resonaron en el silencio tenso que había envuelto la habitación. Izuku cerró los ojos por un momento, dejando que la aceptación gradualmente se filtrara a través de su dolor.
Sin embargo era casi imposible.
Midoriya Izuku era una persona muy terca. No quería aceptarlo tan fácil. En parte sabía que vivir con la responsabilidad de otro fantasma a su espalda era un castigo justo para alguien como él, pero otra contraparte suya luchaba por la ide de gritar de frustración y negarlo. Quizás llorar y gritar no sea malo, pero negar lo que ha ocurrido seria escapar a la verdad.
Eso sería deshonrar la vida de aquellos que ya no están.
"No eres ni bueno ni malo, solo eras un niño inocente."
Y era algo que Izuku no haría.
Así que finalmente, aunque no completamente, lo habia aceptado. Abrió los ojos y miro a Nezu directamente a los ojos.
—¿Entonces? —inquirió Nezu con una sonrisa—. ¿Por qué estás aquí?
La pregunta trampa. ¿Por qué estaba ahí? Le pareció tan absurdo y gracioso a Izuku cuando se dio cuenta de la verdadera razón de esa pregunta.
[Yo...]
"Si quieres echar la culpa a alguien tendrás que echársela a quienes no pueden hacer las cosas como tú. Los que son tan honestos consigo mismo son los que necesitan seguir luchando. Porque cuando conoces a alguien que tiene problemas, tienes que tomar la mejor opción."
"En esta tierra donde he vivido, si alguien se disgusta por que otro intenta ayudar a alguien, me disgustare con esa persona. "
"Tu y quien quieres ser no tienen por qué hacerte sufrir. "
[Cuando estaba en aquel profundo abismo, solo deseaba morir y desparecer. Solo el mero instinto me hizo querer vivir.]
"¿Tu cuerpo se movió solo?"
[Ahora me doy cuenta de algo.]
"¿No es así?"
[Aunque en aquellos días pensaba que no podría llegar a ser un héroe, que yo no debería ser uno...]
"Conozco quién eres, sé qué clase de vida has llevado y lo doloroso que fue para ti."
[Tenía que darle un buen uso a ese poder, a este poder... tanto mi poder como el One For All.]
"¿Tu...?"
[Yo fui escogido y ahora yo escojo.]
"¿Quieres ser un héroe?"
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[¡Quiero convertirme en un héroe!]
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Nezu obtuvo la respuesta que quería he Izuku dio la respuesta que el deseaba.
Caminando nuevamente por los pasillos de la U.A, Izuku se reprochaba internamente el uso innecesario del One For All unos momentos antes en la oficina del director Nezu. Ahora, apoyado contra un muro con su bastón, sostenía su cintura con evidente molestia. No se encontraba en condiciones óptimas para movimientos bruscos.
[Me voy a desmoronar]
Pensó con pesar. Era una verdad en ese momento.
El dolor en su cintura era agudo, sus piernas temblaban como gelatina y una punzada creciente en la espalda baja le impedía moverse con facilidad.
Para alguien conocido por su resistencia al dolor, parecía al borde de las lágrimas. "Me falta adrenalina..." murmuró para sí mismo, recordando una de las razones que solían darle fuerzas en momentos de riesgo.
Apenas habia recobrado algo de fuerzas con respiraciones leves cuando levanto su mirada del azulejo del suelo para encontrarse con una persona que en un segundo hizo presencia, casi como un fantasma que aparece de repente.
—¡Ah!
Izuku soltó un grito. Retrocedió hacia atrás en un traspié cayendo de espaldas mientras que su bastón se fue de lado.
*CRUEK*
El sonido del infierno.
En el interior algo crujió en Izuku lo que provoco que soltara un jadeo con todo el aire que le quedaba en los pulmones. En otras palabras; se le habia ido la vida al momento de caer provocando que solo pudiera hacerse bolita evitando gritar.
—¡¡¿Estas bien?!! —salto la voz femenina que enseguida se acuclillo—. ¡¿Izuku-Kun?!
[Me voy a morir...]
Izuku se estaba poniendo rojo a tal punto que ahora mismo parecía un tomate recién cosechado. El dolor lo estaba haciendo pujar mientras soltaba pequeños soplos de aire luchando contra las punzadas que parecían estocadas.
[M-Me quiero morir...]
—Respira, hondo... respira... ¡Hondo! —la chica comenzó un especie de ¿Cantico?—. Hondo, respira... ¡Hondo! ¡Exhala, inhala...! ¡Exhala!
[Mátenme...]
Izuku estaba tan concentrado en su dolor que no se percató de que aquella voz femenina se acerco tanto que cuando abrió sus ojos se tomo con una melena celeste cayendo a mechones en el suelo mientras que encima de estos pudo ver un rostro muy pegado a él.
—Pareces un tomate —dijo con una risilla y una sonrisa inocente.
—¡...!
Un quejido ahogado en su mente. Nejire Hado estaba con sus manos sobre su boca realzando sus labios a unos centímetros del rostro de Izuku lo que provoco que ahora de tomate recién cosechado pasara a uno hervido.
*WHOAM*
Durante este mes y con todo lo ocurrido Izuku habia olvidado muchas cosas y dejado de prestar atención a otras. La realidad era que habia suprimido algo que no debería suprimirse. Algo que simplemente estallo en el punto exacto pues unas semanas antes de que todo lo de Tokio ocurriera, Izuku estaba despertando ese lado dormido en él durante mucho tiempo, mucho, mucho tiempo.
Su pubertad.
De nuevo volvió para atacar.
El dolor desapareció pero en cambio a eso una sarta de palabras inentendibles comenzaron a salir de la boca de Izuku como luchando por decir algo mientras no dejaba de ver los refinados pero rellenos labios de la joven de tercer año.
Finalmente se rindió, el dolor gano y otra cosa lo hizo por igual.
—¿Izuku? —Nejire observo los ojos sin vida de Izuku que estaba tirado en él suelo—. ¡Izuku-Kun!
Toco su mejilla y no respondió.
Izuku apenas habia vuelto y ya habia perdido su primer batalla, una dura batalla contra un enemigo feral.
Su pubertad.
[...]
Quizás una prueba natural de que la vida cotidiana estaba regresando era el hecho de que el corazón de Izuku se agitaba fácilmente con las faldas de las chicas que se agitaban frente a él en aquel paso de losas alrededor del pequeño jardín de la academia. A veces tragaba saliva, otras se les quedaba viendo y algunas sentía culpa por hacer eso preguntándose qué le estaba pasando.
Aun sentado en aquella banca se sentía raro y aún más cuando se dio cuenta que estaba algo aturdido porque las palabras de Nejire Hado apenas habían logrado alcanzarlo.
—¡Izuku-kun! ― bramó la peli celeste.
―¿A-Ah...? P-Perdón... estaba distraído en... algo.
Fue difícil apartar la vista de esa última chica que pasó delante de él. ¿Qué diablos le pasaba? Izuku no es del tipo como Mineta o cerca de Kaminari que él al menos puede controlarlo pero, ahora mismo no podía explicarse por qué.
―Digo que lo siento.
―¿Perdón...?
―Lo siento por haberte asustado ― dijo Nejire ―. ¿Debió de dolerte la caída? No parecía que pudieras caminar correctamente después de eso.
―Ya no me duele tanto, Nejire-senpai. No te preocupes por eso. ¡Estoy bien! —forzó una sonrisa mientras alzaba su brazo sano hacia arriba—. ¿Ves?
Nejire mantenía aquella expresión con esa sonrisa neutra. Casi como si fuera un robot quien en automático al ver a Izuku solo respondió en seco.
—No te creo.
La sonrisa se le borro a Izuku.
Nejire aparto la mirada de Izuku mirando hacia el frente, justo hacia ese camino de losas enterradas en el pasto.
—¿Sabes algo curioso? Quizás ahora no te lo hayan enseñado pero más adelante cuando estes en segundo año habrá una clase completa sobre cuestiones de singularidades. ¡Mi clase favorita! —dijo con un tono alegre—. Esta clase habla mucho de cosas mas profundas con mucho significado en las singularidades de cada uno. Una de esas cosas de las que habla es la posible evolución por emociones. Dime, Izuku-Kun ¿Sabias que los Quirks pueden evolucionar?
Izuku naturalmente lo sabía. ¿Cómo? La sencilles de la respuesta sorprendería a muchos. Fue gracias a los Shimura que concreto muchas conjeturas que tenía, muchos datos que habia leído.
Izuku era consciente que con una emoción fuerte los quirks pueden alcanzar otra etapa en el crecimiento de la persona.
—Si —el respondió.
—¡Que bien! Yo no sabia hasta que lo dijeron por lo cual me pareció curioso algo más —Nejire regreso su mirada hacia Izuku—. ¿Cómo crees que mi quirk evoluciono?
Izuku conocía que el Quirk de Hado era "Onda" algo que le permitía controlar su vitalidad y usarla por medio de ondas de choque.
Al llegar a esa conclusión pensó que quizás el estado actual de su quirk no era con el que habia nacido. El chico pensó en un estado antes de lo que era ahora luchando por poder escudriñar entre sus ñoños pensamientos una forma menos complicada del uso.
Pensó en primer lugar que antes de poder darle forma de ondas quizás solo era energía que emanaba como si se tratara de una locomotora liberando vapor. Después vino la idea de que podría ser que antes generaba menos energía, apenas lo suficiente para rodear sus brazos y lo de volar vino después...
[No...]
Izuku frunció su ceño.
[La forma de su quirk se basa en su uso. Sería como una forma de aprender a correr con otro estilo, no una evolución como tal. Hmm... no conozco todos los aspectos de su quirk ni lo he visto mucho en acción como para poder dar una conclusión satisfactoria. ¿Quizás podría...? No, tampoco eso. No tiene sentido. ¿En que piensas Midoriya Izuku? Responde la pregunta y ¡Deja de mirarle los labios!]
—N-No lo sé...
Hado abrió su boca.
[Puedo ver cosas.]
Izuku torció su gesto.
—¿Cosas? ¿Cómo fantasmas y eso?
—¿Qué? No —Nejire soltó una risotada—. ¡Aunque eso sería genial!
—S-Si... ya lo creo —respondió Izuku luchando contra la incomodidad que sentía.
Estaba realmente luchando contra su propia mente pues esta no dejaba de distraerlo en cosas que no debería de ver tanto.
Estaba siendo mal educado.
—Puedo ver auras —dijo con uno de sus dedos alzados—. Mi Quirk consiste en manipular mi vitalidad por lo cual lo natural seria llegar a controlar otro tipo de vitalidad en otras personas... o eso dijo el profesor. Algunos quirks de control al usarlos mucho y tras muchos años pueden pasar de una persona a muchas. La cosa aquí es que mi Quirk opto por un camino diferente. Puedo ver el aura de las personas, su vitalidad.
Nejire pensó en el festival deportivo y narro:
[Cuando ocurrió lo del festival pude ver algunas auras de ti. verde con blanco y otra muy oscura. Ambas eran la contraparte una de la otra. Pero la que mas me causo intriga fue un aura que vi diferente en ti... un aura dorada.]
—Soy capaz de leer los colores con las personas. Tardo su tiempo pero logre poder comprender los sentimientos, las sensaciones de los tonos que transmiten las personas. Y casi con exactitud se lo que sienten —Nejire parecía feliz con aquella sonrisa pero, sentía un pesar—. Cuando vi ese tono dorado en ti no supe que sentías. Era la primera vez que lo veía. Odie eso. Me sentí mal por no poder saber cómo te sentías. Pero ahora, ahora puedo saber que sientes... puedo verlo en ti.
Fue como un parpadeo suficiente para que Nejire pudiera verlo. Aquella aura que Izuku habia desprendido en el festival deportivo habia sustituido a todas las demás auras que Izuku obtuvo durante el transcurso de los meses posteriores.
[Ese dorado es diferente. Toques blancos, oscuros, verdes. Puede que si lo viera más de cerca juraría que tiene mas tonos. Son muchos sentimientos los que convergen en ti, tantos que me cuesta descifrarlos todos.]
—No estas bien Izuku-Kun.
Los ojos de Izuku se abrieron en grande.
—Pero tratas de estarlo. Luchas contra esos malos pensamientos, reprimes algunas sensaciones que crees que son malas. Vas en contra de la marea. Puedo decir que en algunos aspectos seria lo natural para una persona pero tu lo llevas al extremo —Nejire dejo de sonreír—. Todas las personas tienen un aura por defecto que predomina en su personalidad. Felicidad, tristeza, odio, miedo... o esperanza. En todas las que he conocido, todas siempre tienen esas auras. Jamás pensé que cambiaran tan drásticamente en ti.
INTRODUCIR: YOU TWO ARE WEIRD - YUKI HAYASHI
[Izuku tu...]
—Nejire-Sempai — antes de poder decir algo Izuku la detuvo—. ¿Recuerdas cuando nos atrapaste a All Might y a mí?
Nejire asintió.
—Aun recuerdo lo que dijiste. Que no estaba bien pensar en no querer ser yo mismo. Yo puedo cambiar, puedo ser mejor de lo que era el día de ayer. Lo único que no tenia permitido era borrar todo lo que era. Eso dijiste.
—S-Si, pero a lo que me refiero...
—Todo lo que ves ahora delante de ti es el conjunto de muchas experiencias. Algunas buenas, otras malas. Algunas... horribles. Soy quien soy ahora mismo por todas las cosas que me han pasado. No negare que aún sigue habiendo cosas... —Izuku se detuvo un segundo, el volvió a pensar en Majiro—... que me gustarían remplazar.
Nejire pudo ver una ola de colores vibrantes alrededor de Izuku que parecían oscurecer una parte de su brillante dorado esmeralda.
[Pero...]
Una nueva oleada de colores borro casi al instante aquella oscuridad.
—Quiero creer.
Los ojos de Hado se iluminaron, tanto como aquella noche cuando estaba en su hogar admirando el televisor junto a sus padres.
Ocurrió en un solo instante. El canal que veían se bloqueó y una transmisión surco su vista enseguida. La primera imagen que vio fue a Izuku. Cubierto de sangre, heridas y barro en medio de una lluvia infernal.
Lo podía ver sufriendo, llorando, gritando y luchando.
Después de un rato vinieron aquellas personas, a través de la radio de su celular, del de sus padres y en la computadora.
Todas esas personas agradeciendo al chico.
"Aun puedo decir que me desprecio, que todo lo que hago o siento puede estar mal pero, hay una sola cosa que se que es correcta en mi vida. Y nada va a cambiar el hecho de aquello que deseo corresponder."
Como aquella noche a Hado se le habia formado un nudo en la garganta.
"Ese sentido de culpa que me llevo al extremo durante estos años, buscando una razón para vivir mientras sufría por el crimen que cometí deseando dejar de ser quien era. Pensé que ya no tenia nada hasta que alguien me extendió una mano."
Una de las tantas imágenes que se le quedo grabada a Hado de aquella transmisión fue el final de esta. El cómo Izuku dio todo de si mientras que Rumi estaba a su lado, aquella chica de cabello rosado se mantenía junto al hombre que impulsaban a Izuku.
"All Might no me trajo problemas, no me hizo sentirme miserable ni tampoco hizo algo tan cruel como crees. El me extendió con su mano esperanza..."
[Izuku yo lo comprendo. Alguien como tu que ha vivido tantas penurias es normal que su aura predilecta sea el miedo. Pero ahora mismo eso no es lo que quiero decir. Yo no puedo comprender como alguien puede luchar tanto. La primera vez que te vi, y ahora que estas delante de mí, tu aura, tu aura es tan...]
"...la suficiente para no tener más miedo."
Delante de Hado, se desprendía aquella aura dorada con toques esmeralda, pero lo que más capturaba su atención eran las profundas franjas de colores que parecían albergar otras luces, iluminando el aura de Izuku con un arcoíris parpadeante y vibrante. Cada matiz era como un eco de poderes pasados y presentes, entrelazados en una danza de energía que emanaba del joven.
Aunque Hado conocía acerca del One For All, aún no estaba al tanto de todos los detalles. No sabía de los sucesores que habían despertado en Izuku, ni cómo cada uno había contribuido a moldear y fortalecer esa energía vital que ahora parecía tan profundamente arraigada en él. Observando el resplandor que envolvía a Izuku, sentía una mezcla de admiración y curiosidad. Era como si cada destello de luz dentro de ese arcoíris fuera una historia en sí misma, una conexión con aquellos que habían portado y transmitido esa herencia de poder y esperanza.
Ante esa visión, Nejire Hado no pudo evitar sentirse conmovida. No era solo la belleza visual del fenómeno, sino la sensación de estar frente a algo más grande y significativo, algo que trascendía las palabras y tocaba lo más profundo de su ser. Algo verdaderamente...
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[Precioso...]
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Si lo que viera no fuera solo para ella, sus pupilas celestes ahora mismo estarían destellando de una infinidad de colores brillantes en ellas.
Habia muchas cosas que sentía. Podía sentirse abrumada por la magnitud del poder que manaba de Izuku. Era como estar frente a un monumento vivo de esperanza y determinación, una inspiración que irradiaba desde lo mas profundo de su ser.
En ese momento, Nejire comprendió que presenciar tal espectáculo de luces no era algo que podría ver todo el tiempo. Por eso mismo, ese momento de ambos lo grabo para el resto de su vida en su corazón.
—Bienvenido —dijo ella con una sonrisa de vuelta—. Bienvenido otra vez Midoriya Izuku.
Algo curioso del quirk de Hado era que ella no era capaz de ver su propia aura. Es natural, los sentimientos son de uno mismo así que en parte ella no lo necesitaba. Sin embargo, a veces las personas comienzan a sentir cosas que no se dan cuenta hasta muy tarde. Y justo en ese día, en ese momento, el aura rosada de Hado habia liberado un destello dorado en ella.
Un cumulo de admiración tan grande que muy adentro de ese brillo algo más... venia escondido.
[...]
Los cielos cubiertos se abren ante el rayo del sol que desciende con todo su poder sobre la tierra. El cabello verdoso de Izuku se sacude entre los pasillos de la U.A., ondeando como una bandera de determinación mientras el traqueteo rítmico de su bastón resuena con cada paso. Los salones de clases, una vez llenos de vida y conversación, ahora yacen vacíos y silenciosos mientras los estudiantes se dirigen hacia los comedores en común para el almuerzo.
Muchos de aquellos que se cruzan con Izuku en los pasillos no pueden evitar detenerse y observarlo furtivamente. Con los recuerdos frescos de los heroicos actos de Midoriya Izuku aún en sus mentes, experimentan una mezcla de admiración y conflicto interior. La figura de
Izuku, ahora un símbolo viviente de valentía y sacrificio, provoca una contradicción en sus corazones. Algunos lo ven como un héroe, un salvador que merece gratitud y respeto por sus acciones desinteresadas.
"¡GRACIAS POR SALVARME!"
El recuerdo fresco de las voces de gratitud transmitidas aquel día.
Pero no todos comparten este sentimiento unánime. Otros, influenciados por la narrativa pública y los eventos pasados, ven a Izuku con suspicacia y temor.
"¡LAUGHING BOY ES UN MONSTRUO!"
Grita la voz del recuerdo del festival.
Reflejando la continua lucha moral que enfrentan muchos en la sociedad. Las opiniones están divididas, entre aquellos que ven a Izuku como un salvador y aquellos que lo temen como un símbolo de tragedia y peligro.
En medio de esta compleja dinámica de percepciones y opiniones, Izuku continúa su camino, cargando no solo con el peso de su pasado y las expectativas del futuro, sino también con la carga emocional de ser visto de manera tan divergente por aquellos a su alrededor.
Midoriya Izuku cruza el gran umbral que representa sus compañeros hasta llegar a una esquina donde para su mala suerte vuelve a toparse con una persona.
Sus ojos esmeralda se encuentran con un tono bicolor.
Todoroki Shoto estaba de pie delante de él.
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