50.DECLARACION DE UNA MUJER.

23 de noviembre.

Las puertas de un pequeño departamento de policías fueron abiertas de golpe. Un hombre arribo a la recepción mientras que detrás de él una lluvia se cernía sobre la ciudad.

Bajando de su cabeza un folio de papeles descubrió su rostro empapado.

Este hombre no podía tener más de cuarenta años.

Vestido de un traje oscuro de cuero humedecido el hombre camina hasta la recepcionista encontrándose con una joven mujer japonesa.

―Oficina 24, búsqueda y rescate con Kamoku Lazzano.

―¿Visita o cita?

―Ambas ―responde en seguida el hombre―. Vengo por parte de la comisión.

Casi al momento de escuchar tales palabras la mujer extendió su mano hacia un lado, posándola hacia una puerta entreabierta.

―Al fondo subiendo las escaleras encontraras la oficina, justo a un costado del quiosco.

―Gracias.

Sin perder el tiempo el hombre abrió su saco que le llegaba hasta los tobillos y coloco su folio en su axila mientras elevaba un maletín hacia su cintura.

...

[Según los informes la tarde 22 de noviembre fue encontrado un niño vagando a las afueras de un pequeño pueblo al sureste del monte Fuji. Se dice que vivía en un pequeño poblado entre las zonas circundantes a los bosques. Este niño padecía de grandes heridas en su cuerpo siendo cortes y moretones. También se le encontraron hematomas y un gran trauma raquimedular. Al parecer sus pies estaban llenos de sangre debido a que estuvo caminando a lo largo del bosque sin calzado.]

...

Cuando el hombre arribo al segundo piso enseguida paso el quiosco y encontró una gran puerta de vidrio con marcos de madera. El vidrio era opaco y tenia un numero en la puerta.

Sin esperar extendió sus nudillos de su mano derecha y golpeo la puerta repetidamente. No paso mucho tiempo para que esta fuera abierta por otro hombre de aspecto ya adulto, quizás unos cincuenta.

El hombre de gran barba blanca vestido formalmente de un traje de oficina sin el gran saco estorboso.

―Un placer, Kamoku Lazzano ―extendió su mano hacia delante siendo tomada―. ¿Usted es Ryuji Kinoshita?

―Espero no llegar en un mal momento.

―Para nada. Recibimos la llamada del presidente solicitando una reunión. Aunque para serte sincero no espere que vinieran hoy ―al soltar el agarre miro detrás del hombre―. ¿Viene usted solo?
Ambos pasaron hacia la oficina tomando asientos en dos respectivos sofás, uno al frente del otro.

―Como director de comunicaciones publicas está en mi trabajo el apoyo en este tipo de situaciones. Además, últimamente los casos como estos han ido en aumento.

―Justo como usted lo menciona. Una pena en verdad ―dijo el oficial.

Ryuji saco de su saco una libreta algo pequeña la cual dejo caer un bolígrafo a su mano.

―Si no es mucha molestia, ¿podría contarme lo sucedido? Al parecer los detalles son de suma importancia.

―Claro ―el oficial reclino su espalda hacia atrás―. Ocurrió el día de ayer apenas entrada la mañana. Recibimos una llamada de un pequeño pueblo a la cercanía de la estación fúngica. Dijeron que una especie de estela de humo estaba alzada atrás de las colinas circundantes. Tardamos un par de horas en acudir y fuimos recibidos con la noticia de que posiblemente el pueblo vecino había sufrido algun tipo de incendio.

―¿Pueblo vecino? Tengo entendido que por esa parte del monte Fuji, la estación fúngica al costado de aquel pueblo deberían ser las únicas residencias.

―También pensábamos lo mismo. Pero despues de indagar un rato pudimos contactar con el ayuntamiento. Según el récord civil, hubo un pequeño movimiento hace unas décadas. Se construyo cerca de ese pueblo oculto entre las colinas una pequeña carretera la cual durante los últimos años ha sido descuidada. Bueno, esto es un tema aparte, pero, tenemos entendido que es mas o menos un pueblo independiente.

―¿Independiente? Eso es raro en los tiempos que estamos.

―Aun mas raro que eso ―Lazzano se inclino hacia delante he hizo un gesto con sus manos―. Al par de horas nos dirigimos a ese lugar por el camino que estaba en el récord solo para tomarnos con el camino bloqueado. Tardamos más de lo esperado, pero cuando finalmente llegamos, el pueblo que ellos mencionaban era un desastre. Llamas que aun persistían a los extremos del pueblo. Casas hechas trizas y lo mas horrible, cuerpos en mares de sangre. Ugh, realmente una imagen horrible, incluso para un hombre como yo.

Ryuji anotaba cada palabra que del hombre salía mientras parecía indagar en si mismo con preguntas. Quería saber más, necesitaba saber más.

Bajo su bolígrafo y levanto su mirada.

―Pero no parece sorprendido.

―¿Asqueado no le es suficiente? ―Lazzano suspiro―. Pero tiene razón. Es cierto, para nada estoy sorprendido. Las cosas solo parecen empeorar con los años.

Lazzano volvió a recostar su espalda en el acolchonado reclinado.

―La luz y la oscuridad persisten ―comento Ryuji en un pensamiento propio rememorando algo.

―¿Cómo dice?

―Lo siento, no es nada ―recobro Ryuji―. Cuénteme acerca de "Eso"

―Hah, ¿Cómo he de empezar? ―mirando al techo de la oficina suspiro. Al bajar su mirada hacia el hombre sentado al frente suya decidió hablar―. Había un niño en el bosque. Estaba lleno de sangre y heridas, parecía que lo habían secuestrado y torturado. Al verle los pies parecía haber estado caminando por horas y horas en el frio del bosque. Es... horrible de solo pensar el dolor que conlleva eso.

―Perdona que lo interrumpa, pero leí en el informe de la llamada hacia la comisión algo acerca de su quirk.

―Eso... es algo mas complicado de lo que parece señor Kinoshita. Debo admitir que me perturba el hecho. Pero así son las cosas...

Lazzano se puso de pie y abrió sus manos hacia delante mientras caminaba hacia una pequeña barra pegada al muro a su derecha con una cafetera.

...

[Durante las ultimas generaciones, familias de gran poder se han elevado. Sea por el estatus, dinero o propiedades, inclusive sus propios quirks. Entre estas familias hay un cumulo de las cuales no tenemos información. Pese a que el rubro de estas familias puede ser algo redundante en la alta sociedad, hay algunas que pese a todo esto permanecen en las sombras. Una de estas familias se encontraba en el pueblo que fue arrasado, mas exactamente a una media hora del lugar. Una gran casa en la cual parece haber sido habitada hasta que esa masacre ocurrió. No se tiene mucho récord de esta familia, solamente que, su quirk es algo influyente en al tabo.]

...

El hombre había servido una taza de café la cual fue cargada y llevada hasta la mesita en medio de ambos siendo extendida a Ryuji.

―Dígame algo, señor Ryuji.

―¿Sí?

Lazzano tomo asiento nuevamente en el sofá.

―Cuando recibí la llamada por parte del presidente tuvo ciertos temas de conversación de los cuales no quiso entablar conmigo y claro, el hacerlo es parte del protocolo debido a nuestros estatus. Lo que me parece curioso aquí es que usted haya sido a quien me envío con quien discutiría todos los detalles. Se que esto no es parte del sistema y eso, pero, es simple curiosidad ―Lazzano miro fijamente a Ryuji―. ¿Por qué tanto interés? Cosas como esto suceden todo el tiempo, en todos lugares. ¿Por qué ahora?

Ryuji bajo su libreta a sus muslos y tomo la oreja de la taza de café.

―¿Usted recuerda la era oscura? ―la pregunta había endurecido aun mas la mirada del oficial―. Lo tomare como un sí. Así nos resumiremos muchas cosas. Lo... que sucede aquí es mas o menos una intromisión forzosa. Mientras las cosas han ido mejoran durante los últimos años no podemos negar que las cosas siguen oscuras, casi como antes o peor a ello. Situaciones que se ven malversadas por eventos de terceros o entornos retorcidos. La comisión de seguridad publica se creo para mantener un control sobre este tipo de cosas, pero parece que vamos muchos pasos atrás. En otras palabras, empezamos tarde la carrera.

Lazzano deglutió.

―Los héroes han comenzado a alzar la voz. Controlar el ruido que hacen con sus gritos puede ser contraproducente.

―Lo se. Lastimosamente soy el único que parece que lo se y es por eso por lo que compartí ese pensamiento a mis superiores y el único en escucharme fue el presidente. Nosotros, todos los que estamos detrás de las caras de la nueva era solo debemos ser simples espectadores y no interferir, pero inevitablemente alguien lo hará, y si no lo hacen de la manera correcta puede llegar a retorcer un futuro en paz ―Ryuji rebusco una vez mas en su saco y tomo unos anteojos los cuales coloco en su rostro―. Es por eso por lo que se me ocurrió algo interesante. Para poder preservar la paz y voluntad que construyen aquellos héroes, la mejor manera de hacerlo es luchar en la oscuridad sin que las personas lo sepan y para ello, la comisión de seguridad publica comenzo algo curioso. Y para que esto resulte funcional, necesitamos... mano de obra.

Lazzano parecía sorprendido. Si él había entendido bien las palabras del hombre bien, lo que el buscaba de aquel niño dentro de esa jaula era...

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[Poder.]

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―Esta sociedad va en subida. Prontamente se convertirá en un mundo de superpoderes donde si todo sale bien podremos crear un mundo de un tono color rosado. Le mostraremos al público solo aquel lado lindo y brillante... un futuro donde nadie tenga que sufrir.

Con tal declaración, Ryuji Kinoshita, un apenas director de comunicaciones publica comienza su camino hacia el ascenso hacia la presidencia de la comisión de seguridad publica reclutando al primer miembro de su brillante equipo.

Un niño proveniente de una familia de poder que sufrió un trágico final pero que, para Ryuji, era apenas el comienzo de un brillante día.

Su nombre era **** Nakoano.







Las patrullas de oficial resuenan entre las calles de Musutafu.

Personas de todo tipo de departamentos públicos se mueven consigo la noche avanza.

Han pasado alrededor de unos quince minutos desde que los estruendos se detuvieron.

Justo a unos kilómetros de ahí la pisada sobre un charco borra el reflejo de un hombre que camina por una calle vacía.

Detrás de él viene Nagant quien camina detrás de Nacht. El hombre de mascara agrietada carga en su espalda a una mujer de cabello rubio húmedo quien se le sacuden las manos con cada paso.

No tardan mucho para llegar a una intersección, ver un par de autos a la lejanía y alejarse de la vista para despues cruzar la calle en cuanto el semáforo marca la posibilidad.

El pitido continuo de "Avance" deja ver en el semáforo el pequeño hombre caminando.

Cruzando la calle. Delante de él, un parque pequeño cubierto de arboles y rodeado de edificios.

No era tan noche como para que no hubiera personas en la calle, pero curiosamente la noche de ese día era tan solitaria que se podía escuchar el fulgor del viento al golpear las ventanas de las casas, edificios y negocios alrededor de parque.

Al entrar a dicho parque un farol iluminaba lo que era un camino de piedra de cantera. El parque era un cuadro rodeado de arboles y en un espiral de ese camino dirigido hacia el centro donde el pasto desaparece y deja una especie de cama de arena donde juegos de niños yacen.

Al frente de dicho juego una banca debajo de un farol permite ver a dos entidades.

Sentado como un monje inamovible mirando con una sonrisa al cielo azul oscuro, a su lado el cuerpo de un joven destrozado.

Sentado, pero con la postura curveada hacia delante dejando colgar sus brazos justo al costado de sus muslos. Detrás de él una mano lo toma para que no caiga de cara.

Su rostro cubierto de manchas oscuras y quemaduras con sus mechones largos y maltratados de cabello verde fangoso.

El hombre sentado en la banca es nada mas y nada menos que Kano, quien instintivamente gira su mirada al pie del otro lado de la cama de arena.

Un trio llego al frente suya en la oscuridad.

―Tardaron ―dijo Kano.

―Lo normal. Avanzaste dos estaciones mas de lo acordado. Además, Eva esta incapacitada como para movernos con rapidez.

Kano miro con desdén el cuerpo de la mujer a espaldas de Nacht.

―Pensé que la dejarían.

―Me hubiera gustado pero dado la situación infructuosa, Eva es un elemento que no podemos desechar como tirar una goma de mascar al suelo. Definitivamente quien la pise se dará cuenta de ello ―respondió Fobos―. Por cierto, ¿Algun detalle?

Kano aparto su mirada de Eva y miro de reojo a Izuku quien estaba inconsciente a su lado.

―Reparé sus pulmones y detuve la hemorragia.

―Parece que te divertiste.

Kano torció el gesto.

[Una decepción...]

―Es una perdida de tiempo que todos estemos aquí. Hubiera preferido quedarme donde estaba ―comento Kano―. Todo esto de la reunión es tiempo perdido. También Hawks parece querer irritarme con su falta de puntualidad.

―Si vinimos todos es porque la comisión era consciente de lo peligroso que podía ser ese chico y realmente lo fue. Debilitar de esa manera a Eva y noquear a Nacht, Huf... un chico duro.

―Solo fue suerte ―murmuro Nacht.

―No me interesa. Perdi el tiempo esperando algo mejor. Quizas hubiera sido mejor ser enviado contra esa mujer.

―El señor presidente creyó conveniente que vinieras con nosotros. Se que no soy quien, para opinar sobre las decisiones de ese hombre o su propio carácter, pero, no olvidemos nuestro lugar Kano-San. Trabajamos por un bien mayor. Nuestros deseos pueden esperar, ¿no?

Kano podía responder a eso, Kano quería responder a eso, pero honestamente sería una perdida de tiempo. Las cosas estaban hechas, el chico fue derrotado y capturado.

Ahora era momento de irse.

Kano se puso de pie.

―Insisto, es tarde. ¿Dónde está Hawks?

Nagant dio media vuelta y toco su intercomunicador.

―No parece conectar ―comento la mujer de cabello tricolor.

―¿Nos vamos ahora? ―pregunto Nacht.

Fobos toco su mentón y pensó.

―Puede que haya surgido algo.

―¿Esa mujer lo habrá...? ―Nacht miro a Fobos.

―Puede ser una opción.

―Hmph, que inútil ―Kano tomo de las ropas a Izuku y como si fuera un trapo lo arrojo hacia Nacht quien apenas pudo atraparlo―. ¿Dónde es la extracción?

―El helicóptero esta por llegar en menos de cinco, justo al este en los edificios de la central de fugoshima ―respondió Nagant.

―Bien, vámonos. Ya he perdido el suficiente tiempo aquí...

Kano se detuvo dando un giro repentino. Algo sintió, algo escucho.

Las fibras de su corazón resintieron el palpitar.

Hubo una luz que provino desde la oscuridad, una luz que en particular salio a relucir tras un estruendo abrumador.

Un estruendo que nadie esperaría, un estruendo que solamente Kano miraría cara a cara.

*¡BOOOM!*

INTRODUCIR: SLIP AWAY- NEVER MEANT TO BELONG

Un corto instante en el que el brillo tras la bruma oscura viajo como un cometa a su costado. Fue donde sus miradas se encontraron o mas bien, la mirada de Kano pudo apreciar una especie de bala humana pasar a una gran velocidad al costado suya.

Por un segundo, una cabellera ceniza paso a su lado y una mano se le extendió al rostro. Un brillo nació del centro de la palma de la persona delante de él. Su pálido rostro, sus oscuras pupilas se iluminaron, Kano recibió de cara aquello que le venía y despues vino un segundo estruendo.

*¡KA-BOOOM!*

La mitad del parque se había evaporado en una ola de fuego y nubes oscuras y aquella bala humana había enterrado sus pies en la arena resbalándose hasta pasar por el lado de Fobos.

―¡¿Quién...?!

Nacht retrocedió he izuku fue tomado con una mano. Nagant enseguida apunto su arma y Fobos comenzo a darse la vuelta.

*¡BOOOOOM!*

Una tercera explosión se trago a Nacht, Eva y Nagant mientras que la onda expansiva arrojo a Fobos hacia un lado y aquel chico salio disparado hacia atrás con un cuerpo cayendo encima de él.

El fuego de aquellas explosiones rodeo rápidamente el parque y entonces el giro su mirada hacia la luz.

Los ojos relucientes de color carmesí destellaron con el cuerpo de Izuku en su hombro derecho sostenido por su brazo derecho. Su mano izquierda se enterro en la arena deteniendo su retroceso cuando algo salio del lugar de la segunda explosión.

Bakugou Katsuki se había girado y tan solo un segundo despues de la bruma llameante emergió el cuerpo impulsado de Kano hacia delante.

La piel se le erizo al igual que sus sentidos se afinaron.

Apenas vio el rostro del hombre salir del fuego sintió como un subidón de adrenalina salio disparado en su cuerpo.

Mares de sudor cayeron de su rostro al ver a Kano.

[Voy a morir.]

Bakugou saco sus dedos de la tierra y levanto su brazo apuntando su palma al frente. Kano apenas estaba a unos centímetros de él con la mano en ristre hacia el rostro de bakugou.

Se le hizo una mueca de terror he ira a bakugou quien en sequito a esto hizo brillar el rostro de Kano una vez más.

*¡TK, TK, TK!

Las chispas crepitaron.

*¡BOOOOM!*

Bakugou se había congelado por un solo instante. Su rostro se había quedado pasmado en una mueca mientras su cara brillaba con el brillante fuego de su explosión.

___________________________________________

[¡HUYE!]

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El corazón de Bakugou grito y por fin su cuerpo reacciono. Aferro su brazo derecho a la espalda de Izuku y lanzo una explosión mas despegando hacia el cielo. El mar de bruma y fuego quedo por debajo de él cuando lanzo explosión tras explosión alejándose mas y mas del parque con Izuku sobre su hombro.

Apenas Bakugou aparto su mirada del parque algo salio disparado del mar de nubes oscuras. Era una especie de masa roja como si fueran tentáculos unidos uno a uno formando una gruesa soga.

*¡GRAP!*

De su tobillo fue tomado.

*¡BANG!*

La carne de su hombro izquierdo se reventó al recibir un disparo.

*¡FWOOOSH!*

El parque se despejo con una estridente oscuridad que en seguida se contrajo.

Apenas bakugou se había elevado unos 7 metros sobre el suelo cuando la bala de nagant le aserto en su hombro y aquel tentáculo de carne roja tomo su tobillo derecho.

―¡Maldicion...!

Bakugou como era tirado de nuevo hacia abajo.

...

[Jamás me había importado. En todo este tiempo no me había importado, pero por que ahora lo hizo, ¿Por qué este día tuve que interesarme?]

...

*¡BOOM! ¡BOOM! ¡BOOM!*¨

La primera para zafarse, la segunda para esquivar el segundo disparo y la tercera para poder huir.

Tres explosiones en diferentes puntos con una sola mano lo que provoco que la tercera bala de Nagant salida de su cañón acertara en un costado de su estomago rasgando el uniforme y su piel.

Bakugou giro en el aire hasta caer dos metros y nuevamente impulsarse hacia delante en dirección hacia una calle que lo llevaba a una avenida concurrida.

―¡Nacht, Kano! ―Fobos miro a ambos consecutivamente.

Nacht soltó a Eva y se disipo en una estela oscura que se elevo por el aire y luego bajo hacia el suelo yendo a toda velocidad como una marea furiosa.

*¡CRKK!*

El suelo crujió.

*¡KRAAASH!*

Kano salio en dirección hacia Bakugou.

...

[Ya hace tiempo había decidido que no prestaría atención. Simplemente me lo había confirmado apenas entramos en la U.A y luche contra él. Es un fastidio, no había manera de hacerlo cambiar de idea. Pensé que sería mejor no torturarme con el pensar que las cosas podrían cambiar y encontrar una respuesta. Así que decidí apartarme y dejar que cada uno siguiera su camino sin embargo... ¡¿Por qué hoy?!]

...

Explosiones consecutivas a unos 8 metros sobre el aire. Bakugou giro en un callejon, subió en la cima de una casa y salio disparado hacia una calle principal donde fue recibido por Nacht.

Una sombra que se eleva a altura de casa y emerge de la oscuridad con un par de grandes espadas que lanza en dirección hacia bakugou.

Apenas tiene la posibilidad de esquivarlas cuando una le corta la cara y la otra el muslo.

*BANG, BANG, BANG!*

Detrás de él proveniente de un lugar que desconoce vienen tres disparos que impactan con los muros a su costado de aquel edificio que lo cubre.

Levanta su rostro y mira a lo lejos, en la cima de una casa que rodea el parque, una mujer aun le apunta con su arma.

Perdido en el instante no se percata de que una sombra se refleja en el techo del edificio atrás de él.

En aquel día de luna llena, Kano esta a espaldas de Bakugou.

*BOOOM*

Bakugou sale disparado hacia el suelo de la calle y Kano impacta con el muro del edificio.

El chico de cabellera ceniza se resbala por el suelo de la avenida al costado de unos coches que avanzan en direcciones contrarias.

La bruma que se alzo con el choque de Kano se eleva y nuevamente una sombra consume todo el humo con su estela oscura.

Dos hombres emergen de aquel mar de bruma en dirección hacia bakugou.

Llegando al final de la calle un nuevo callejon se asoma a su derecha y este colisiona contra la parte trasera de un camión usando su hombro lastimado para evitar que Izuku reciba el impacto.

*¡DWOOOM!*

Kano avanza a tal velocidad que el camino se vuelve un simple dejo del pasado a su paso.

―¡Que rápido...! ―cita Bakugou tratando de retroceder, pero antes de poder emplear su dirección hacia el callejon es impactado.

*¡BLEEEEHG!*

Una gran cantidad de sangre sale de su boca al recibir un golpe de Kano quien lo arroja por la potencia dentro de la cavidad del camino traspasándolo mientras que el cuerpo de Izuku cae a un costado de la calle y Bakugou termina al final de esta rodando varios metros, sin embargo, esto no lo detiene.

Bakugou gira en el propio suelo y sale disparado en un pilar de explosiones hacia el cielo girando en el propio y nocturno manto de oscuridad como un trompo.

Una lluvia de explosiones cae sobre Kano.

*¡DOM, DOM, DOM, DOM!*

Impactando en la calle Bakugou pasa por donde una vez lo hizo girando en el aire para luego percatarse de que al instante en que la bruma se dispersa, Kano ha desaparecido.

[¡No esta!]

Kano se había movido a tal velocidad que dejo en los muros de los edificios que abrana las calles pequeños cráteres hasta que encontró su puño con el rostro de Bakugou. Sin embargo, nunca llego a sus pómulos. Kano tomo el brazo de Bakugou y giro en el hasta quedar espalda con espalda en el aire.

―Deficiente.

―¡¡―!!

Bakugou no comprendido como es que él se había movido tan rápido. Ni si quiera había llegado a entender como lo perdió de vista en un solo instante.

Esto solo lo hizo enfurecer mas comenzando una lucha interna entre su ira y su temor. Su instinto de supervivencia comenzo una gran contradicción provocando un grito interno que se convirtió en un rugido externo.

Bakugou grito y lanzo una explosión con ambas manos girando por encima de Kano para luego quedar frente a este bajando sus brazos, pero apenas lo hizo, las muñecas del chico fueron tomadas y su cuerpo fue tirado hacia el frente quedando cara a cara con Kano.

―Técnica pulida pero no perfecta, ignorante de su entorno lo cual provoca que no puedas reaccionar a tiempo. Dependes de lo que ves y no de lo que sientes. Careces de fuerza suficiente para enfrentar a un enemigo mas fuerte. Solo posees poder, pero mientras este sea menor a la fuerza de tu contrincante serás derrotado, como ahora ―Kano dio una ligera explicación a Bakugou y luego tiro de sus brazos hacia arriba lo cual provoco un gran dolor a Bakugou―. Conclusión... eres un perdedor.

Como un trapo las piernas de Bakugou terminaron arriba, ahora todo su mundo se puso de cabeza y entonces fue lanzado hacia el techo de un edificio girando tantas veces que gano una potencia abismal.

*KRAAAASH!*

Su cuerpo quedo incrustado sobre el concreto del techo mientras que sus ojos habían quedado en blanco.

Algo crujió tan fuerte que parecía que todo su mundo se fuera a quebrar junto a él.

Apenas su espalda toco el suelo mientras que trozos de este se alzaban a su alrededor pudo recordar algo.

Casi como una fotografía instantánea.

El estaba de pie, rodeado de una lluvia de escombros, gritos por doquier, un incesante miedo y dolor que se apoderaban de él a cada segundo, pero, mas que el miedo o el dolor, era preocupación lo que el sentía.

Delante de él estaba Izuku, de rodillas contra el suelo con una de sus manos en el piso resquebrajado y otra extendida por delante de él.

Hubo una grieta en su mirada, una que se abrió a expensas en un segundo.

Estaba solo, en un lugar vació. Fue entonces que escucho una voz.

―¿Bakugou? ―dijo una voz masculina.

...

[¿Qué fue lo que pensé en aquel momento]

...

INTRODUCIR: DARK PIANO - LIAR

Eran apenas las 5 de la tarde, Bakugou miraba la espalda de aquel chico que desaparecía contra esquina.

Había algo raro. A pesar de que había decidido no darles importancia a estas cosas, ¿Por qué de repente parecía tan interesado? Estos últimos días lo que el antes ignoraba tan profundamente parecía que por fin estaban saliendo.

―¡Amigo! ―bramo la voz tras poner su mano sobre su hombro.

―¿Eh? ―bakugou salio de su ensimismamiento―. ¿Qué ocurre?

―¿Qué que ocurre? Llevas un rato como bobo viendo el final del pasillo. ¿Se te perdió algo a casó? Digo, para empezar a buscarlo. No me gustaría llegar a tarde a casa hoy. Últimamente Mina se pone de mal humor.

―¡Ey!

Dentro del salón de clases justo a unos dos metros de Kirishima, la chica de cuernos farfullo. Ejiro miro apenado a la chica quien estaba recogiendo sus cosas.

―Entonces ¿Qué dices? ¿Quieres que te ayude? ―pregunto Ejiro.

Bakugou aparto su mirada por un segundo. Noto su mochila en su hombro y poco más.

―No, recordé algo de último momento ―respondió.

―¿Necesitas ayuda?

―No, para nada. Al parecer había olvidado que el director Nezu quería hablar conmigo.

―Oh, ho... ¿Hiciste algo malo? Si es así seria bastante inusual por parte tuya amigo.

―¿Malo? ―bakugou bufo―. Jamás.

Con una sonrisa el chico levanto su mano.

―Nos vemos luego Ashido-San ―dijo Bakugou.

―¿Eh? Espera, ya casi estoy lista.

―¿No quieres que te esperemos? De todas formas...

Antes de poder responder, Bakugou negó con la cabeza.

―Esta bien. Nada va a pasar por un día que cada uno vaya por su rumbo. Además, creo que era algo que si iba a tomar tiempo y tu no quieres llegar tarde así que esta bien. Nos vemos luego Kirishima.

Con una ceja alzada Kirishima giro hacia Mina y luego hacia bakugou. Alzo sus hombros y cerro sus ojos.

―Como quieras ―dijo con desdén.

―Esa es la actitud.

Bakugou aferro su mano derecha sobre el agarre del cinto de la mochila. La tela de dicha mochila y la tela de aquel vendaje oscuro se habían unido mientras caminaba por el pasillo dejando atrás a Kirishima quien recibía a mina en la puerta. Ambos miraron hacia atrás y despejaron sus mentes.

Bakugou esa tarde había decidido quedarse.

...

[No se como explicarlo. Pareciera como si el mundo me hubiera dado señales ese día. Desde que me desperté hasta que lo vi partir. Esa punzada en mi pecho me daba una mala espina. Había algo, algo que siempre noté pero que este día no pude ignorar.]

...

Camino por los pasillos del segundo piso un buen rato hasta asegurarse que todos los de la clase A se fueran. Incluso pudo ver como Midnight y Mic salían juntos mientras que al pasar por uno de los pasillos de la parte que da hacia el campo trasero de la U.A pudo encontrar a Shimura Tenko con un hombre bastante delgado quien parecía estar dándole indicaciones.

No le dio mucha importancia a eso en verdad.

Paso alrededor de media hora hasta que finalmente decidió regresar al salón A para encontrarse con un aula vacía.

Al salir hacia el pasillo pudo ver a un trio de jóvenes quienes solamente pudo reconocer a una de ellas. Una chica de cabello celeste quien pasaba usualmente las horas de almuerzo en la mesa de los de su salón.

Esa chica era tan apegada a Izuku por alguna razón.

Fue así como decidió esperar un poco más, al menos unos quince minutos.

Cuando el reloj marco las 6 de la tarde Bakugou se encontraba fuera de la U.A lo que lo hizo preguntarse ¿Por qué había hecho eso? No tenia ninguna necesidad de haberse quedado. Entonces pensó en Izuku. Enseguida le vino la idea de que quería tener una charla, pero casi al instante esa idea le parecía absurda.

...

[Durante estos meses las cosas habían seguido un curso. Siempre que él se envolvía en algo hacia que la marea que a todos nos rodeaba cambiara en dirección. Pese a ser casi como un objetivo de odio para muchos, pareciera en vez de olvidarlo solo quisieran recordarlo en un fuerte ciclo de odio continuo. Era tan ridículo.]

...

Ese día Bakugou también estaba pensativo.

Sin darse cuenta había caminado bastante tiempo, dejando de esta manera la estación atrás de él. Tanto que la única opción que le quedaba era caminar a la otra estación mas cercana que tenía en el camino.

Fue cuando para su mala suerte se percato de que el tiempo que había estado caminando sin objetivo claro le cobro al menos una hora de su tiempo alcanzando poco mas de las 7 de la tarde.

Fue cuando el sol finalmente se estaba ocultando por completo.

Podía ver como los negocios comenzaban a encender las luces al igual que los faroles en la calle y las luces en las ventanas de algunas casas y departamentos al igual que oficinas y demás.

Había tantas cosas que rondaban en la cabeza de Bakugou las cuales el día tras día ignoraba. ¿Qué como lo hacía? Fácil, la razón radicaba en su brazo derecho, en su mano vendada.

Siempre que veía hacia esa dirección, había una especia de sensación somnolienta la cual enseguida le daba pereza para seguir pensando o actuando en ciertas circunstancias.

De cualquier forma, durante todos estos años él había sido así. Un chico que carecía de arrebatos emocionales por cosas mundanas. Seguía las reglas, mantenía el orden y siempre hacia lo que se tenia que hacer como cualquier otra persona en ese mundo.

Pero... siempre que estaba él por delante, por algun motivo él se convertía en otra persona diferente.

Furiosa, salvaje... una bestia que no pensaba en las consecuencias.

...

[Honestamente no sabría si llamarlo odio hacia él. Simplemente creo que estoy agotado y siempre que el esta delante de mi funciona como un espejo que me permite ver quien verdaderamente soy y eso... es lo que más me enfurece.]

...

Él había subido al tren.

Faltaba un cuarto para las 8 de la noche cuando en el transcurso del camino no dejo de pensar en todas esas cosas que lo atosigaban día tras día. Pensó que ese jueves era un buen día para poder descargar la carga mental que día tras día había llevado. Estaba solo, no había alguien que lo molestara.

Podía pensar libremente sin tener que estar preparado para darle una respuesta amable a alguien.

Podía ver su mano tan tranquilamente.

...

[Fue entonces que vi una gran luz...]

...

Eran las 8:11 P.M.

Hubo una luz que pudo ver desde la cabina del tren a la lejanía.

...

[Despues hubo un estruendo...]

...

Eran las 8:16 P.M.

Cuando estaba subiendo las escaleras del subterráneo, los barandales temblaron. Antes de que tocara el metal con su mano noto esto lo que provocó que girara su mirada hacia el túnel vacío que parecía estar dando un mensaje.

Era un temblor.

Bakugou salio de la estación del tren lo más rápido que pudo y comenzo a regresar a su casa. Quizas ya había pensado por demás todas esas cosas y comenzaba a irritarse. Lo mejor seria descansar como siempre lo hacía. En silencio... en absoluto control.

...

[Había un hombre al final de la calle...]

...

Bakugou no era de los que tomaban atajos. El era un chico sencillo y por algún modo, adiestrado. Seguía las cosas como deberían ser.

El camino de la escuela a su casa y de su casa a la escuela al píe de la letra.

Siempre, pero esta vez...

No lo hizo.

...

[Ese era...]

...

Su corazón se había detenido.

Su respiración era tan arrastrada como el cuerpo que seguía al hombre a rastras.

Bakugou reconoció al instante aquel traje pese a todo el oscuro de lo chamuscado.

Reconoció esa cabellera verdosa...

Pero no pudo hacer nada en ese momento.

Aquel hombre desprendía un aura tan pesada que al momento de que la cabeza de Bakugou se le cruzo la idea de avanzar un solo paso, pudo sentir como la propia mirada del hombre se posaba sobre este.

Un pensamiento como un cuchillo.

La muerte delante de él.

Bakugou estaba aterrorizado.

En aquel instante donde el muro sostenía su espalda y su mano vendada su pecho podía escuchar el tintineo de una gota de sangre en su interior.

Su corazón palpito.

Sudando a mares, levantando su rostro y mirando hacia delante, el reflejo en el cristal de la ventana lo hizo dar un paso hacia delante.

Cobarde y temeroso de aquel pasado que quería olvidar, su brazo no dejo de doler y su alma de llorar.

Quizas, si ese día Bakugou hubiera podido ignorar todo como siempre lo hacía, justo ahora, delante de él aquel pie no caería directo a su rostro enterrándolo aun mas en el concreto y dejándolo completamente derrotado.

El vendaje de su mano solo eran pequeños tirones de tela los cuales palmaban el aire con la brisa del viento que golpeaba su cuerpo tendido.

Kano levanto su mirada y acerco su dedo índice hacia su oído.

[Nos vamos.]

Con el pie en el rostro del chico y mirando hacia el cielo, Kano no sudo ni una gota.

...








[No...]

Su pie sobre el techo de un edificio dejo marcas rojas.

La cabellera plateada que se sacudia junto a aquella oreja medio cortada.

Sus brazos agitándose con tanta velocidad que parecía estar yendo mucho más rápido que cualquier automóvil en las calles ahora mismo.

Las sirenas de las ambulancias, de los oficiales... personas fuera en las calles siendo entrevistadas.

Parecía que Musutafu estaba movilizándose mientras que, en la U.A un hombre comenzaba a levantarse.

―Me quede dormido... ―murmuro Toshinori Yagi quien estaba lleno de ojeras.

Levanto su rostro del escritorio en aquella oficina vacía con un ojo medio abierto y el otro enfocando algo en la oscuridad.

El buscaba su teléfono celular.

―Me excedí con el joven Shimura hoy. Debería pedirles permiso a sus padres para que este fin de semana salgamos de excursión ―dijo en un pensamiento mientras buscaba a tientas su teléfono celular.

No tardo mas de unos segundos hasta que su vista se acostumbró a la oscuridad.

*Fwooosh*

Una brisa empujo las cortinas de la oficina hacia un lado permitiendo que la luz de la luna entrase iluminando el sitio.

―Lo encontré.

Dijo al ver el teléfono celular a sus pies.

Estaba a un costado del escritorio. Tenía que levantarse para alcanzarlo por lo cual empujo la silla hacia tras saliendo del cubículo.

Toshinori se puso de pie, pero casi al instante que lo hizo el mundo se le sacudió provocando que apenas pudiera mantenerse de pie.

Empujo su antebrazo sobre el escritorio de Midnight detrás de él empujando un cumulo de papeles al suelo.

Su respiración ahora era pesada y constante.

Sus ojeras eran prominentes y su cuerpo débil.

Su pecho le dolio.

No solo se había excedido con Tenko si no que ahora él se había excedido consigo mismo. Pese a que solamente podía ser un héroe alrededor de 1 hora al día, había extendido ese limite para ayudar a Shimura esta tarde.

Estaba agotado y esa fue la principal razón por la cual se había quedado dormido en la oficina. No tenia fuerzas para regresar a casa por lo cual pensó que si dormía un poco se recuperaría.

Yagi no dijo nada y solamente se reincorporo despues de unos instantes.

Respiro profundamente y se agacho por su teléfono celular tomándolo finalmente.

―Hah... ―suspiro derrotado―. No puede ser.

Dijo cuando al encenderlo pudo ver como su pantalla estaba rota. Seguramente lo habría empujado mientras dormía, pensó.

Pese a que estaba rota, el fondo de pantalla el cual era una foto de Izuku y el en la playa se podía ver aun, aunque, el rostro de Izuku estaba bastante deformado por las aperturas de la pantalla.

Nuevamente la brisa detrás de él empujo las cortinas hacia un lado provocando que Toshinori apartara la mirada de la pantalla sin lograr notar que entre las grietas de la pantalla aun se reflejaban un par de mensajes en la bandeja.

Entonces el teléfono celular se apagó.

La oscuridad de la pantalla reflejo la luna en el cielo tras la ventana.

Una luna manchada de... sangre, sangre que mancha el rostro de Miruko.

...

―¡¿Qué dices?! ―con fiereza las palabras como las acciones violentas de Miruko alzan a un debilitado Hawks hasta el muro detrás de él.

Su espalda cruje y tose.

―L-Lo siento R-rumi... pero así son las cosas.

―¡Déjate de juegos estúpidos! ―reclamo ella aferrando sus dedos sobre el cuello del suéter del hombre―. ¡¿Dónde?!

Hawks miro fijamente a la mujer mientras sangre rodeaba su boca y de su nariz caía.

―¡¿DÓNDE?!

*CCRK*

―M-mi trabajo era entretenerte... al menos unos 20 minutos. S-Seguramente a ellos... l-les llevo menos que eso ―respondió.

―No te pregunte cual es tu maldito trabajo... ¡Te... pregunte...! ¡¿DÓNDE?!

Su voz era como el rugido de un león y su agarre tan fuerte como el de un gorila que aprisiona a su víctima.

―N-No... n-no lo... s-se... ―Hawks deglutió―. L-Lo que se es que seguramente... ya se, se... lo hayan... ll-llevado...

Apenas podía hablar con el poco oxigeno que podía respirar con el agarre de Miruko.

Rumi entrecerró sus ojos. Debatió consigo misma si era buena idea intentando excavar en esa mina en búsqueda de oro. No estaba segura si valiese la pena.

Si seguía perdiendo tiempo preguntando por respuestas vacías quizás no podría llegar a él. Pero, por otro lado, no tenía indicios de donde estaba él. Su teléfono celular no recibía llamadas, ni si quiera podía contactarse con Kamui y al parecer al intentarlo con la mujer rubia esta le mandaba a buzón.

Esto solo la frustro a tal punto que cerro sus manos con tal fuerza que en una rabieta de ira arrojo a Hawks contra una banca de metal. El hombre colisiono contra esta y rodo varios metros hasta casi llegar al filo de la estación, justo a unos centímetros de las vías.

Apenas pudo mantenerse consciente cuando su rostro quedo justo varado justo en la dirección de Miruko.

Podía verla, podía ver su rabieta. Con su cabello sobre su rostro y su mano sobre su cara ella estaba rugiendo internamente mientras apretaba sus dedos contra su piel. Ella estaba intentando pensar, estaba desesperada, tanto que ambas manos terminaron en su rostro y comenzo a patalear el suelo.

Su desesperación alcanzo un punto tan errático que ella lanzo su puño hacia el muro y comenzo a maldecir.

―¡MALDITA SEA! ¡MALDITA SEA! ―Rumi golpeaba el muro de la estación con tanta furia que sus nudillos se abrían―. ¡MALDICION!

Hawks no paraba de mirarla.

Esa ira no era propia de ella.

A pesar de que el hombre conocía bastantes facetas de esa mujer y sabia como era su actitud arrogante y mal hablada, jamás la había visto con un arrebato de ira tan personal. Era como si hubieran herido su propio orgullo, no... era algo más.

Hawks no podía negar que esa mujer estaba pasando por ataque psicótico. Entonces pensó en la pregunta de hace tiempo. ¿Por qué él?

"Es fuerte"

Fue la respuesta de la mujer con una sonrisa.

No, había algo más, pensó Hawks.

No podía ser posible que una mujer como ella sin lazos personales profundos de objetivo claro y de vida desorganizada le pudiera importar algo con tanta vehemencia.

La conocía desde hace años y Miruko jamás fue así.

Ella era del tipo de personas que no se aferra a otras. Puede que fuera una cadena de problemas que urge en aferrarse a situaciones con un desenlace pesado, pero lo hacia por que ella era una heroína arrogante.

La sabia el tipo de personas que era Miruko y la mujer delante de él no era Miruko... era Rumi.

―T-te... l-lo dije...

La pupila rojiza de Miruko se movió como una roca sobre el agua cayendo sobre Hawks quien se sentó a un costado de un pilar a su izquierda. Recostó su hombro sobre el azulejo y respirando apesadumbrado hablo.

―L-Las cosas no iban a terminar bien Rumi. Sabias... e-en lo que te metías cuando lo t-tomaste bajo tu tutela. Yo... te lo advertí

El mechón colgadizo frente a su rostro y su mano cubriendo la mitad de este revelo una mirada sangrienta en su cara mordaz.

Miruko estaba ardiendo en furia.

Las venas en su brazo, en su rostro... en su cuerpo entero estaba mostrando la suma opresión sobre sus instintos mas profundos. Ella quería hacer cosas que iban más allá de su moralidad.

Ella estaba explotando internamente pero su consciencia era la suficientemente firme para poder controlarse.

Hawks respiro profundamente y trago saliva. Abrió sus ojos y explico:



INTRODUCIR: NEVER LOOKING BACK - OST


―Las cosas que hacen, las cosas que se tienen que hacer no tienen a veces correlación con nuestro pasado. Simplemente actuamos bajo las ordenes de otros a pesar de ir contra nuestra propia naturaleza por que es la manera de hacer las cosas. Es como una orden de vida, ¿entiendes? Desde el momento en que Midoriya Izuku despertó su quirk, las cosas fueron de mal a peor. Quizas, aunque el no sea el primero que ocasiona tales destrozos, es el primer niño que se le permite vivir para contarlo. Sea cual sea el desenlace de la historia de otros, o desaparecen, mueren, incluso algunos corren la suerte para servir bajo las sombras. Pero jamás viven libremente ―Hawks recargo su hombro sobre el pilar detrás de él y reacomodo su postura―. No puedo entender por que él es al primero que dejan vivir de esta manera. Jamás pude entender la razón y naturaleza de dicha acción. Desde el momento en que sus manos se mancharon de sangre, para el mundo fue mostrado como una masacre andante. Un demonio que no puede ser perdonado ni aceptado. Y a pesar de eso... tu fuiste en contra de esto.

Volviendo su mirada hacia Miruko encontró a la mujer aun viéndolo fijamente.

―¿Por qué te importa tanto? Es solo un producto con fecha de caducidad, ¿entiendes? El no tiene futuro. Jamás lo tuvo ―Hawks sintió un dolor en su costado provocando su silencio momentáneamente―. E-El le dieron algo que no tuvo que tomar. Tiempo... ¿comprendes? Siempre estuvo bajo la tutela de la comisión, esperando a que su tiempo fuera removido. ¿Por qué crees que vivía de esa forma? Tan miserablemente. El sabia Rumi. Lo sabía, cuyo tiempo estaba contado por eso no se esforzaba por intentar luchar contra la marea. Las personas a su alrededor lo apuntaban, lo insultaban y lo condenaban. No es que no lo intentara, es que ni si quiera pensaba en ir contra la corriente. ¿Por qué te esfuerzas por salvar a alguien que no quiere ser salvado?

[¿Por qué lo hacía?]

La respiración agitada de Miruko se calmó. Su espalda brotada bajo y sus hombros por igual lo hicieron. Ella soltó su rostro y bajo su mirada, permitió que su cabello cubriera sus ojos y respiro profusamente.

Hawks pensó en lo peor.

―No me digas... ―el bufo―. No... no. Tu no eres de ese tipo.

Negando con la cabeza, Hawks era reacio a la idea.

―El...

―¡Lo sabias! ―grito Hawks―. ¡Siempre lo supiste! Así que no me vengas con eso ahora Rumi. No te hagas ahora la ignorante mujer. Puede que seas del tipo que no se deja guiar por las palabras de los otros, pero tampoco eres una idiota ignorante. ¡Eso... es hipocresía!

Miruko hablo:

―Se levanta temprano para preparar el desayuno...

―¡Estabas ahí, lo veias, lo escuchabas todos los días! ¡Como maldecían al chico! ―Hawks agito su mano en un ademan―. ¡La tortura hacia un niño mientras tu veias a otro lado!

―Siempre hay comida caliente cuando llego a casa...

Era un camino libre en un plano abierto.

El cielo azul y las nubes blancas. El camino sin piedras pero con un remordimiento interno en la simpatía de una mujer ciega he ignorante.

Una mujer que camina sin mirar a otro lado que no sea el cielo pasando al lado de un pequeño que se arrastra entre las rocas que arrojan hacia él.

Delante de aquella mujer libre al cielo, a sus pies encadenado a la tierra sucia, un niño sin un final fortuito.

Es Rumi y es Izuku quienes ambos extienden sus manos hacia diferentes lugares.

―¡Todo este tiempo...! ―Hawks tosió―. ¡N-Nadie lo ha querido saber a pesar de que ya lo sabían! Al menos... al menos merece un final para todo esto. Su tiempo prestado va a ser removido.

―Ropa limpia, sabanas acogedoras... un lugar al que volver feliz...

―Te encariñaste con una vida soñada a la cima de una colina de tortura. No trates de hacernos ver como los villanos cuando somos quienes vemos más allá del cristal opaco ―Hawks ahora era quien estaba furioso―. Nosotros no apartamos la mirada.

Todos... héroes, policías, enfermeros, personas en todo ámbito... personas en todos lugares. Todos y cada uno de ellos veían la Pochedumbre debajo de sus pies y podían sentir a los gusanos arrastrarse entre la tierra.

Y como si nada les importara solamente pisaban y pisaban ignorando que sus huellas quedarían marcadas en las pieles de aquellas personas desmeritadas y torturadas.

Hawks era uno de esos gusanos que vio la tierra y que ahora puede surcar los cielos.

Casi como un conejo que despega sus pies del suelo segundo tras segundo alcanzando el cielo, un cielo oscuro donde una mujer levanta su brazo hacia un punto en concreto.

A la lejanía, a unos dos kilómetros ella lo puede ver, un helicóptero despegando del techo de un edificio.

...

[Hagas lo que hagas no importa. Las cosas hechas, hechas están. Lo que en su tiempo no te importo, no trates de hacer que ahora sea lo mas importante para ti. Solo deja que el tiempo fluya como todos estos años.]

...

―Esa es... ―Nacht hablo―. ¿Acaso...?

―Huh? ―Fobos, sentado a un lado de él miro hacia un costado por la puerta del helicóptero abierta. Él sonrió burlescamente―. No es verdad.

Podían verla, los tres podían ver a esa mujer correr y saltar a toda velocidad mientras que una bruma de vapor salía de su cuerpo.

―¿Quién lo diría? Vaya. Ryuji va a estar bastante molesto con Hawks ―comento Fobos.

Kano, quien estaba sentado junto a Eva la cual parecía estar en un mundo diferente solo podía mantener su mirada fija sobre el cuerpo del chico en el suelo.

El hombre a su lado, Kano miro a esa mujer.

Escucho sus gritos, sus lamentos en el nombre del niño.

Él sonrió.

―Es rápida ―dijo Nagant poniéndose de pie y agachando su cabeza un poco hasta sacarla del helicóptero y apuntar su arma―. Terminemos con esto ya.

Aquel conejo salto y pudo tocar el cielo.

...

[Solo olvídalo Rumi... no tiene importancia.]

...

Las alas que descienden del cielo y que hunden en el barro debajo del conejo.

Kano baja el arma de Nagant y la aparta.

La mujer finalmente llego a unos tres edificios de aquel helicóptero que esta ganando altura.

Sus ojos carmesíes reflejan la luna y ahora plateados como su cabello, ella salta en dirección hacia el helicóptero.

...

[A final de cuentas... ¿Qué se supone que es para ti? Pareciera que simplemente le tomaste cariño por que te lava la ropa o por que te prepara buena comida. Solo eres una mujer que aprovecha las oportunidades que le brinda la vida. Ni si quiera puedes mirar había abajo, ¿O si, rumi?]

...

Ella abre su palma, sobre el cielo a 8 metros del techo ella extiende su brazo mas que puede hacia el helicóptero. Y cuando cree que esta a punto de alcanzarlo, Kano es quien se muestra ante ella.

Los ojos oscuros del hombre se iluminan en rojo carmesí.

"La luna era rojiza en el pasado, la luna que el dios Tsukuyomi resguardaba y que un día dejo para bajar a la tierra donde conoció a un conejo amable..."

Los plateados ojos de Miruko se encontraron con él.

"El sacrificio de ese conejo nunca seria olvidado y es por eso por lo que la luna que tenemos hoy en día es blanca, en recuerdo a ese honorable ser vivo que dio su vida para poder alimentar a nuestro dios"

Kano sonrió, Miruko creyó tocar el helicóptero.

"¿Qué supone que es para ti?"

El conejo que salta y las plumas que se manchan en el barro.

Rumi quien mira al cielo he Izuku quien se arrastra en el suelo.

Por azares del destino, por hilos del mundo estos se entrelazan y en un camino unido, por un poder mayor ellos cruzan miradas.

"¿Por qué salvar a alguien quien no quiere ser salvado?

[Por que él...]

Al parpadear, la luna los mira desde el cielo.

[Él es...]

Kano emula un arma con sus dedos y de la punta de estos sale una gota de sangre.

*Thud*

Un sonido sordo y el conejo que alguna vez alcanzo el cielo cae sobre el barro en el suelo.

Miruko cae.




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[Por que él es importante para mí]

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En su pecho una apertura se abre y la sangre llueve desde el cielo en su caída desde el mismo.

Desapareciendo entre la jungla de edificios el helicóptero asciende con Midoriya Izuku en él desapareciendo entre la oscura noche dejando a Miruko tirada en un callejon dentro de lo que parece ser un gran contenedor de basura.

El conejo, finalmente se mancha de barro.











...







[Puede que todos caminen los mismos senderos, pero cada uno vera su propia perspectiva de este. El cielo, el suelo, el frente... el final y el comienzo. Sea a donde sea que vayan, inevitablemente llegara un momento en que sus miradas se entrelacen y con ello un nuevo sendero se abra.]

Proximo capitulo: Una solicitud de ayuda.

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