23.LA GRAN CALAMIDAD.

INTRODUCIR: GYUTARO MAIN THEME.

Las calles estaban en vueltas en bullicio.

Lamentablemente el cielo estaba nublado, pero cada una de las calles, avenidas mostraba una actividad en su centro.

Desde policías, héroes y ambulancias llenando al repleto todos los lugares.

A lo lejos de las calles y avenidas se extendía un camino hacia un enorme castillo de aspecto antiguo situado en medio de un lago del cual se reparten cuatro secciones de bosques donde, el tercer bosque a la derecha esta completamente destruido.

Los troncos de los arboles se encuentran sobre la tierra recostados. Las raíces sueltas están y las hojas de los arboles se mueven con la brisa fría de la lluvia elevándose por alrededor de aquellas ambas siluetas, una al lado de la otra.

Una de ellas se encuentra elevándose hacia arriba desde el suelo.

―...Las nubes son desagradables.

Su voz era seca pero tranquila, segura de si misma. Aunque mostraba algo de disgusto por las nubes, no parecía que esto molestara en lo absoluto su moral.

―¿...?

Las orejas de Miruko en segundos se alzaron y sus ojos se abrieron en grande. Poco a poco ella giro su cabeza encontrándose con la espalda inclinada hacia delante de Six quien estaba colocándose de pie.

―Aunque la lluvia parece agradable.

Como el viento. Como si obstruyera su vista. La voz de Six llego al corazón de Rumi.

[¿Qué es esto...?]

Sus pupilas se contrajeron, su pelaje se erizo en lo absoluto. En un segundo sintió como si todo su cuerpo se hubiera convertido en piedra. Su ceño paso de alivio a una incesante ansiedad y una gran sensación de peligro. Ella cerro sus puños y prontamente todo su cuerpo volvió a calentarse comenzando a emanar vapor de su piel. Parecía que su tez morena se había tornado roja.

Dentro de la mente de Miruko que se quedo parada sin moverse, sus pensamientos saltaban como fuegos artificiales que estallaban en todas direcciones.

Sin percibir la existencia de la gota que corría por su mejilla, no siendo esta una de lluvia, el sudor era por nerviosismo.

[El... es peligroso.]

Finalmente, sus pupilas se encendieron en un rojo carmesí que ardía bajo la lluvia.

[¡Es absolutamente peligroso!]

Mientras sentía la sequedad en su lengua, pregunto.

―¿Quién...? ¿...eres?

―¿Um? ―Six se dio la vuelta, tan solo su cabeza y su mirada giro.

Sus ojos se encontraron con los de Miruko.

Es correcto decir que la sangre se le subió a la cabeza. Miruko vertió sus instintos en una declaración alrededor de todo su cuerpo con un gran cambio de expresión he ímpetu.

―Que interesante habilidad la tuya ―Six finalmente irguió la espalda y se dio la vuelta al completo―. Tu sangre arde desde dentro de ti y esto provoca que tus músculos se fortifiquen. Al estar ardiendo parece que fluye más rápido dentro de tu cuerpo. ¡Hmph! Eso debe de tomar mucho oxigeno de tus pulmones. ¿Te duelen?

Mas interesado en el aspecto de Miruko. Ella quien estaba totalmente ajena al interés de Six lanzo una vez mas la franca pregunta que había hecho antes.

―¡¿Quién...―

En un segundo se detuvo.

Su voz, su garganta parecía haber sido obstruida.

*¡Dokun!*

El pecho de Miruko temblaba como un gran terremoto.

Era como una advertencia final.

―La luna los ha bendecido y el mundo los ha guiado. Sinceramente jamás preste tanta atención a tu gente. Pero no puedo creer que de verdad hayas explorado esa manera de usar tu quirk. Es impresionante señorita heroína.

El corazón de Miruko estaba totalmente descontrolado.

Cada célula de su cuerpo estaba recibiendo señales y creando mensajes a cada parte de su cuerpo ordenando que se moviera.

Todo su ser estaba totalmente en alerta al peligro respondiendo a sus instintos más básicos.

»Mūndansu...

―Oye... ¿Es muy pronto no crees?

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DANZA DEL DIOS T―



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SMECK!*

―¿¡...?!

La sangre había estallado.

Miruko había quedado de pie y por detrás de ella el zumbido eléctrico dejaba de escucharse. Pasando sobre su hombre se encontraba Six dándole la espalda con una de sus manos delante de su rostro. El movía sus dedos como si estuviera manejando un títere.

*Pop*

La parte derecha de su vista se había oscurecido. Al suelo habían caído tres dedos siendo dos meñiques y un dedo anular. Y de su boca broto tanta sangre que sus piernas perdieron fuerza provocando que una de sus rodillas tocara la tierra lodosa.

Todo su cuerpo se había llenado de cortes tan profundos que la mayoría, a pesar de ser pequeños, seguían siendo laceraciones.

La mas provista se encontraba en su rostro, justo en su ojo derecho el cual estaba cerrado.

*Huff, Buff...*

Poco a poco ella bajo sus brazos hacia abajo mientras que sangre emergía de los muñones en sus dedos mutilados.

[N-no pude verlo...]

*Cof, Cof, Cof*

Los oídos de Rumi le zumbaban.

El sonido era como el grito agudo de un niño que acababa de despertarse de una pesadilla.

Un grito de la razón, gritando en negación de la realidad.

El chillido de sus instintos asalto las profundidades de su mente.

[¡No lo vi en lo absoluto!]

Con su único ojo sano ella giro su cabeza mirándolo desde el rabillo de su mirada.

El fragmento susurrado de un pensamiento cayo de sus labios y se derritió en la tormentosa tarde.

La lluvia perforaba sus oídos.

Los latidos de su corazón retumbaban en todo su cuerpo.

La sombría y fría aura del lugar la abrazaba.

―...!...! ...agh...!

Su boca se abría y se cerraba por si sola, separada del pensamiento consciente. Su lengua estaba enredada, incapaz de formar palabras.

Solo podía escuchar el sonido que producía su seca y rasposa garganta como si solamente estuviera tratando de respirar y aun así fallar.

Alrededor de Six crepitaban pequeños fragmentos eléctricos de color dorado.

―A través de los ojos de este inepto observe cada uno de tus movimientos. Analice tu patrón y tu inercia. Debo de admitir, eres talentosa. Pero si tuviera que agregarte a una pirámide de estatus... ni si quiera tu nombre seria visible en la escala.

Six se dio la vuelta mientras todo su rostro se llenaba de franjas anaranjadas. Los pequeños relámpagos a su alrededor se convirtieron en una tormenta de estos que comenzo a rodearlo.

―Ondas electromagnéticas plus bombardeo, plus aumento de musculatura...}

Miruko se congelo cuando observo los destellos alrededor de su brazo.

Escalofríos atormentaban el cuerpo de Rumi, pero su corazón, sabia la verdad. Si no se movía, si no luchaba iba a morir.

Su corazón latía más rápido mientras pensaba en su abuela, su madre y su padre.

El combustible de aquella incesante inquietud había sido arrojado a su mente.

[¡PELEA, PELEA!]

Ese único deseo fue para que su mente y cuerpo congelados se movieran nuevamente.

Ella forzó sus extremidades y se levantó, aun apoyando su rodilla en el suelo se impulsó hacia atrás. Y en el segundo que lo hizo, nuevamente sintió como si su sangre volviera a calentarse dentro de su cuerpo. Las llamas en su corazón hicieron que en un abrupto movimiento luchara contra toda la agonía de sus heridas.

Llovió sangre junto a el agua de los cielos. Su piel cortada y lacerada.

Ella se lanzó hacia atrás. Todo su rostro se ilumino de una luz dorada y un segundo despues...

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*¡¡¡¡BOOOOOM!!!*


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Una extensión de luz dorada provino de la palma de Six comenzando a crecer en una esfera de fuego y relámpagos que se disparo en forma de una onda que arraso con todo en diagonal hacia abajo.

La mitad de la extensión de esa parte de lo que quedaba de bosque se vio devastada mientras que Miruko se cubrió de aquella luz anaranjada desvaneciéndose en ella.

Todo el lugar, desde la entrada al castillo de Osaka hasta la otra punta del bosque retumbo en la gran explosión que hizo que el lago mismo se sacudiera con fuerza.

Un enorme pilar de agua salio disparado hacia el cielo donde a los pocos segundos comenzo a descender sobre la nube oscura la cual se estaba disipando poco a poco revelando la larga cabellera mojada de six que cubría parte de su rostro con mechones del mismo.

Uno de estos mechones estaba ubicado justo al medio de ambos ojos cuando este con la misma mano empujo su cabello hacia atrás.

Al peinar suavemente sus dedos a través de su cabello, cambio su semblante a uno mucho más relajado.

―Acortaste demasiado el tiempo de uso en este cuerpo Six. Los quirks que tomaste se han desvanecido por completo. Tan solo quedan los de Hood y los tuyos ―Six miro hacia un lado―. Supongo que será mas que suficiente para recolectar algo de interés. ¡Hmph! Con que tu ira no fue lo suficientemente grande. Lo siento tanto por ti, pero ahora mismo tenemos un trabajo que completar.

Su cabeza hizo un movimiento extraño y los huesos de su espalda crepito. Se dio la vuelta dándole la espalda al enorme desastre detrás suya como si no le importara en lo más mínimo.

Nuevamente su espalda crepito.

―Jets plus power, plus aumento de musculatura...

De la parte posterior de sus hombros emergieron una especie de aperturas en forma de tubos de carne que comenzaron a exhalar vapor. Sus piernas crecieron en tamaño y la tierra debajo suya crepito mientras se llenaba de grietas.

*¡THOOOOM!*

Un enorme y poderoso salto lo impulso hacia delante desapareciendo entre la neblina de la tormenta, al mismo tiempo en el otro lado de la ciudad parecía que alguien había abierto los ojos de golpe.

Midoriya Izuku se encontraba despertando de un largo letargo en la esquina de la habitación donde él se había desmayado.

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CAPITULO 23.

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*¡Huff, puff...!*

Jadeando con sus ojos en pleno, sintió como su espalda entera ardía a tal punto que sentía que dentro de sus carnes se hallaba un horno encendido.

Tanto su estomago como una parte de su costado le dolía a tal punto que juraba que algo estaba golpeandolo constantemente, casi ese algo como un gran mazo.

Sentía un hormigueo en su boca y un desagradable sentimiento de asco provoco que lo primero que hiciera tras despertar fuera lanzarse a un costado a vomitar.

*¡BLUAHG!*

Con sus ojos llenándose de lagrimas debido a la fuerza con la cual sacaba lo poco que tenía dentro suya, casi al instante que tomo su estomago para intentar mitigar el dolor por el esfuerzo, logro sentir una tela diferente a su traje, una tela mucho más áspera.

En su cabeza paso un rápido pensamiento que rápidamente fue confirmado con ayuda de sus ojos llorosos. Al intentar mover su brazo derecho pudo ver como esta tenía una tablilla junto a vendas que rodeaban su brazo, tal y como su pierna derecha. Todo su torso estaba vendado y parte de la venda en su costado estaba manchada de sangre.

Cuando este intento sentarse nuevamente sobre el muro como originalmente estaba se percato de que el dolor de su espalda dejo solo ser un ardor infernal si no que ahora era una especie de picazón extrema. Era como si tuviera algo pinchando sus pieles.

El esta vagando en su mente. Exhalo un aliento caliente. Trozos del caparazón de somnolencia comenzo a desprenderse de su cerebro y entonces el finalmente había despertado al completo.

Lo primero que se dio cuenta y lo que termino por sacarlo de su ensimismamiento fue el hecho de recordar acerca de sus heridas.

Eran heridas profundas.

Silenciosamente reviso su cuerpo con esos ojos aun sollozando confirmando que su torso había sido tratado. Su pierna y brazo por igual. Y al parecer esa picazón en su espalda era lo que parecían ser puntadas.

Las tres laceraciones en su espalda estaban suturadas al igual, y lo mas posible que su costado.

Uno de sus ojos que parecía haberse cerrado como si algo hubiera quemado su parpado ya podía abrirse. Aunque solo eran milímetros, el chico podía ver un poco mejor con ese ojo.

Claro, a pesar de ser tratado se sentía débil. Y no era menos, despues de todo él había perdido una gran cantidad de sangre durante el tiempo que estuvo sobre aquellas rocas.

»¿Rocas...?

Su mente nuevamente hizo una movida prominente. Cayo en cuenta que ahora mismo estaba a un costado de la gran apertura en el edificio, recargado en el muro y no, sobre el lecho de escombros delante suya donde el agua aun caía a cantaros.

Podría estar herido y algo perdido en sí. Pero estaba seguro que la ultima vez que estaba despierto y justo antes de desmayarse fue encima del lecho ese.

Pensó rápidamente que quizás Miruko lo pudo haber curado, pero casi al mismo tiempo también pensó en Six.

No podía ser posible.

No había manera de que lo curara si Six estaba ahí.

[¿Quizas lo derroto?]

Era imposible. Si en ese caso lo hubiera derrotado, «¿Por qué no estaba ahí con él?».

Lo único que era claro para él era el hecho de que todo el alboroto que estaba fuera de su edificio interrumpió sus pensamientos.

Apunto su rostro inclinando hacia un lado para poder escuchar a través de la tormenta lo que sucedía en las calles, pero debido a la lluvia que caía a cantaros no podía ni si quiera distinguir algunas palabras de las personas que estaban debajo de él.

»¿Qué esta sucediendo...?

Sintió algo de frustración lo cual hizo que esta misma ansiedad se convirtiera en un combustible.

Si no estaba a gusto con el dolor que sentía. Todavía tumbado lentamente en el suelo, presiono su mano contra la herida y trato de desesperadamente calmar su dolor con la respiración.

El estaba preparándose para el gran esfuerzo que iba a hacer.

Izuku se poyo contra el muro y con rugidos que nacían de su dolor el empezó a levantarse.

―¡...Ahr... agrh... hhhgkkk...!

Estallo en sudor por el sobre esfuerzo. Y, al mismo tiempo, quería ser consumido por el impulso de llorar y tirarse al suelo a descansar, pero su consciencia no se lo permitiría.

»Las... personas, ¿Estan bien?

Él quería echar un vistazo. Si mal no recuerda, esa apertura debería permitirle ver la calle plagada de personas. Ver enteramente toda la cuadra desecha por el ataque de Six.

Lo único que él quería saber era si esas sirenas que sonaban eran de una ambulancia. Si esos murmullos que apenas eran audibles para él, eran de personas que venían a apoyar a los lastimados.

El sudor goteaba por su cuerpo y su corazón latía con fuerza, pero aun así quería seguir.

Finalmente logro plantar su mano izquierda sobre unos ladrillos que sobresalían de la apertura y así ganar un impulso.

―¡A-agggh...! ¡Ahhh...! ―izuku empujo su cuerpo hacia delante―. ¡Du-d-duele...!

Los tablones de madera mojado que servían de tablillas para el brazo y pierna de izuku crepitaron cuando este se puso de pie y empujo su espalda contra el muro.

El soltó un grito desgarrador que resonó en eco en la habitación.

Por un segundo pensó que iba a caerse al suelo, pero antes de poder si quiera perder el equilibrio sintió un susurro que vino desde dentro de su cabeza.

[¡Aun no, noveno!]

Daba la impresión que la fuerza de este grito fue la misma que gano para lograr sostenerse de pie.

»¿Noveno...? Esa era la voz de ese hombre. El ¿Cuarto? No, era alguien mas parecido a él. Esas personas... ¿Eran los demás antecesores?

Como si el recuerdo se transmutara en algo fresco comenzo a recordar ese breve sueño que tuvo mientras estaba en el mundo de la inconsciencia.

»No es la primera vez que veo dentro de mí, pero... esta vez fue diferente. Ese lugar tras el velo, se sentía tan familiar. Tan mío... ¿Ese era, el núcleo? ¿Ahí residen ellos? ¿Por qué ahora...?

Izuku pensaba acerca de las ultimas horas. Como aquel lienzo de oscuridad dentro suyo comenzo a cambiar.

El despertar del quirk del cuarto portador.

Últimamente el estaba comenzando a conectarse consigo mismo, con su pasado. Ahora mismo él había conectado con los antecesores.

Mientras pensaba sobre esto el se dio la vuelta observando decenas de ambulancias, personas sentadas en las orillas casi dentro de estas. Podía ver a personas en carpas descansando mientras un médico las atendía.

Al parecer, las personas estaban siendo tratadas justo ahí.

Sintió un gran alivio que se reflejo en una sonrisa honesta en su rostro.

―¡Ghk...! ―casi al mismo tiempo que aquel alivio, sucumbio al dolor de su brazo derecho.

"Hazlo un par de veces mas y lo mas seguro es que jamás vuelvas a vivir con brazos funcionales"

Despues de confirmar el bienestar de las personas dirigió su mirada hacia su brazo.

»Aun puedo moverlo...

Lo levanto y a la vez movió sus dedos.

Aun sentía su brazo, aunque realmente no quería sentirlo si fuera una opción a tomar.

El frio se apoderaba poco a poco de su cuerpo. Ya era bastante que durante todo este tiempo no se hubiera percatado de ello, pero al parecer el traje que Mei había hecho con tanto esmero también lo protegía del frio. Pero al haber estado tanto tiempo expuesto a la lluvia y todo el daño que había soportado el traje, había llegado a su límite.

Izuku tenía frio.

Era una sensación extraña la que sentía pues varias partes de su cuerpo ardían como si estuvieran quemándose mientras otras temblaban del frio.

No sabia como enfrentarse a eso.

Pensó que seria buena idea bajar y que alguno de los médicos lo atendiera, pero por otro lado considero la idea de seguir adelante, de buscar a Miruko.

Si el llegase a ir a alguna ambulancia puede que esta lo retenga, y era algo que no quería verdaderamente.

Él quería saber que sucedió mientras estuvo inconsciente.

Cada vez la lluvia se hacia mas intensa.

A lo largo de la ciudad una niebla indescriptible comenzaba a dominar sobre la luz de los edificios, autos y farolas.

Parecía que esta lluvia estaba convirtiéndose en un tifón pues el frio, el viento que arrojaba las copas de los arboles hacia un lado con una fuerza increíble comenzaba a resonar con mas fuerza en la cabeza de izuku.

*¡Rumble!*

Los relámpagos cayeron a lo lejos.

La niebla parecía adentrarse en la habitación y los ojos de izuku poco a poco estaban alcanzando la misma visibilidad.

―Debería de seguir...

El miro hacia el otro lado del muro observando una puerta metálica la cual estaba entre abierta dejando ver una ligera luz que invadía desde lo que parecía ser un largo pasillo hacia la gran sala.

*¡Rumble!*

Nuevamente un par de relámpagos caían a la lejanía y la gran resplandeciente luz que nacía con el destello de estos iluminaba aquel lugar.

El ambiente se torno de un tono gris y frio. Parecía que se encontraba en la parte mas alta de alguna montaña pues las fuertes ventiscas, el frio, la neblina se unía en un arremolinado sentimiento de inquietud.

*Tap, Tap, Tap*

El agua que caía a través del gran agujero en el techo ya estaba haciendo su trabajo inundando la gran sala pues había un enorme charco que izuku piso provocando que su mismo pie quebrara su reflejo sobre el agua.

*Huff...*

El jadeaba.

*Puff...*

Finalmente llego a la puerta con gran esfuerzo de su parte.

Aquella habitación a su espalda que estaba en ruinas donde se habían abierto enormes aperturas en los muros, suelos y techo.

INTRODUCIR: THE POWER OF ALL FOR ONE.

*Glu...*


Izuku deglutió la poca saliva que tenía en su boca.

»¿Eh?

Su mano izquierda estaba temblando en el pomo de la puerta. Parecía que no podía empujarla. Era como si no fuera capaz de hacer una acción.

*¡Rumble!*

Un relámpago resonó con tal fuerza que el sitio parecía haber temblado.

Izuku miro hacia abajo y noto como su reflejo en el charco estaba quebrandose con ondas que provenían detrás suya.

El corazón de izuku palpito con gran fuerza llegando a sentir por un segundo un gran vacío cuando su corazón se había contraído.

»¿Qué...? ¿Q-que...? P-por...por...p-pp-or...

No solo su mano, no solo su brazo.

Izuku miro con más detenimiento su reflejo notando como sus piernas estaban temblando, como su cabeza se movía de lado a lado. Él podía ver sus ambas pupilas contraerse una y otra vez.

Su sangre se había helado y el calor que nacía de sus heridas parecía haberse calmado, o más bien parecía que algo más había ocupado su atención.

»...¿e-es-este... s-sentimiento...?

El detuvo su jadeo.

*¡Huff...!*

Lo detuvo tanto como pudo.

[Ni si quiera tuve tiempo de darme vuelta. Todo ocurrió en un solo instante.]

Sus músculos se contraían, su pecho por igual lo hacía y su cerebro por instantes olvidaba que tenia que respirar.

[No tenia idea de lo que había pasado. En un solo instante, en menos de un segundo... el aura de este tipo no era la de antes...]

Los ojos de izuku se habían expandido tanto que parecía que en cualquier segundo podrían salírsele de las cuencas los globos oculares.

[Esa aura...]

Izuku tembló, incapaz incluso de respirar.

Era como si su corazón y alma se hubieran hecho pedazos en un segundo, he incapaz de agacharse a recoger los restos de dichas partes, simplemente se aferrará a lo único real para él, lo único que lo mantenía erguido.

El suelo.

Era lo único en lo que podía confiar.

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*Fshhhhh...*


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El viento sopla con el susurro de la muerte acompañante.

Con lagrimas corriendo por su rostro y su garganta temblando, izuku poco a poco giro su cabeza hacia atrás mientras despegaba la mano del pomo y la dirigía hacia su pecho. Sosteniendo su camisa con fuerza y pegando su puño al corazón sostuvo los últimos restos de su alma.

[Esa aura... Sentía que era mi muerte.]

Hubo una inundación de luz, una tormenta de brillo blanquecino tras un par de relámpagos.

La oscuridad que por un segundo se había tragado la habitación se vio iluminada mostrando la mitad del cuerpo de aquel hombre.

[Él era Six, pero... no lo era.]

En el instante en que la luz se trago la oscuridad y un nuevo relámpago golpeo el suelo de las calles a la lejanía, por un instante lo pudo ver.

"Un día, tu tendrás que enfrentarte a él... tendrás un combate a muerte con la calamidad más grande que existe."

Los ojos esmeraldas de izuku se encontraron con una oscura bruma que se desprendía de su cuerpo formando una imagen remanente que parecía superponerse en Six por momentos.

[¿El es...? ¿...este hombre...?]


Rumble!*




...

»Entre otras noticias. Se puede observar que el tifón que estaba pensado, ocurriría en los próximos días termino por adelantarse, golpeando con fuerza las costas de Osaka y extendiéndose por todo el centro de la ciudad. Al igual, esperamos actualizaciones sobre los ataques ocurridos esta misma―

*Sa~*

―Toshinori-San.

Tras el hombre la sombra del padre de Tenko se asomaba.

―¿Qué sucede Kotarou-San?

―Gran Torino tiene que hablar algo contigo. Dice que es respecto a Tenko.

―¿Paso algo?

―No quiso decirme. Simplemente menciono que reacciono.

All Might poco a poco bajo el control de la televisión. Al haberla silenciado él había perdido total interés sobre esta. El dejo caer sobre el sofá el control remoto poniéndose de pie.

―Vamos ―dijo este.

Dejando atrás la televisión encendida, parecía que no se había percatado las imágenes que se transmitían a través de ella.

Nubes y pilares de humo negro que se extendían por ciertas zonas de Osaka.

Se mostraban tres fotografías en particular.

La primera de ellas era de Hex anunciando su llegada al hospital central. La segunda foto de ellas era sobre Miruko y sus apariciones de ultimo momento a los alrededores del castillo de Osaka.

Y la última foto...

Era de Midoriya Izuku, con el título debajo de su nombre; "Laughing Boy".

...



[Entonces... el es esa gran calamidad, ¿All Might...?]

Con una sonrisa en su rostro, Six miraba a izuku.

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[¡¡¿Es... All For One?!!]



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Tanto como la heroína profesional Miruko masacrada en un parpadeo. La más grande calamidad sobre la tierra parece haber tomado el control.

Sin duda alguna, él era ese monstruo.


Rumble!*








...

[Definitivamente ese hombre está detrás de todo. Aquel monstruo que alguna vez All Might enfrento de cara como el titiritero del telón que oculta la obra de los destinos. Cara a cara el noveno sucesor de One For All y el gran mal de la humanidad.]

Proximo capitulo: Por el bien de todos.

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