Epílogo 2(?)

Hola! Aclaro algunas cosas antes de que empiecen a leer, porque puede que el contenido de este capítulo sea incómodo para algunos.

1) Esto es puro sexo. Lo pongo aquí porque pega muy bien como epílogo 2, pero bien podría publicarlo como un one-shot aparte. Edité algunas partes para que tuviera sentido con la trama, pero no tienes que leerlo si no te gusta el porno, no interfiere en nada con la historia.

2) Para mi Floyd sería un Pomefiore si no perteneciera a Octavinille (Es mi headcanon y me lo respetan, gracias). Además, me gusta pensar que Rook está enamorado de él, así que si tiene sentido que Floyd pase tiempo en Pomefiore.

3) Aquí hay Leechcest, los hermanos se van a dar como cajón que no cierra, y si a Azul no le importa a ti tampoco ¿Ok? Si no te gusta este contenido simplemente no lo leas.

4) Todos aquí van a tener su momento como tops. Me gusta pensar que los tres quieren experimentar todo tipo de placeres con sus cuerpos humanos, así que si no te gustan esos roles simplemente no leas.

5) Hay algunas escenas donde se hace mención de sangre, son muy pocas y no llega a ser gore, pero me pareció necesario advertirlo. Los gemelos tienen dientes muy peculiares, es obvio que va a haber sangre.

Llevo escribiendo esto durante varios meses, me cuesta mucho escribir obscenidades, así que siéntete libre de darme algunos consejos para mejorar, también puedes decirme todo lo que no te gusta de mi forma de escribir porno. Realmente quiero mejorar en esto y poder entregarles un mejor trabajo.

Este capítulo puede resultar pesado para algunos, son más de 6000 palabras de puro sexo y estoy seguro de que puede resultar incómodo para muchos. Pero, si decides leerlo, espero que disfrutes de tu lectura 7u7

Ahora sí, ¡Iniciemos!


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La intención principal de juntarse esa noche era muy simple: ver una película y obligar a Azul y Jade a que se pusieran una de las muchas mascarillas que Rook le había regalado a Floyd.

Desde hace algunos días Floyd estaba muy insistente con eso de pasar una noche todos juntos, ver un par de películas y dormir. Lo ha estado diciendo desde que pasó esa experiencia con los chicos de Pomefiore, porque realmente disfrutó de esa pijamada y quiere que sus novios lo experimenten también.

Claro que las cosas no salen cómo él lo planea, aunque realmente no le importa.

Luego de que Floyd les enseñará una rutina básica de skincare para la noche, y que Azul se quejara como un niño pequeño por tener la sensación viscosa de la mascarilla sobre su piel, simplemente fueron a ver una película.

Azul se quedó dormido unos 20 minutos después de que pusieron la película, y a ninguno de los gemelos le importaba realmente. Ellos siguen viendo la película, pero en una posición más cómoda, en la cual pueden dejar dormir a Azul.

Están en el cuarto de los gemelos, en la cama de Jade, pero los Leech cambian de cama para dejarle todo el espacio a Azul. Seguramente vuelvan a esa cama cuando quieran dormir, y despierten a Azul unos minutos para poder acomodarse los tres juntos. De momento estarán separados.

Jade se recuesta en el respaldo de la cama y Floyd se acomoda a su lado, dejando que su cabeza se recueste en el hombro de Jade.

Pasan en silencio unos 20 minutos antes de que ambos se aburran. Floyd puso una película que Rook le recomendó, pero es una extraña, lenta y muy aburrida película. No la entienden por más atención que le pongan (El equivalente a cine francés para mamadores).

Jade decide centrar su atención en otra cosa, en otra persona.

El pijama de Floyd es… ¿Cómo decirlo? Muy inapropiado para cualquiera.

Tiene unos pequeños shorts, que no son ajustados, pero que apenas llegan a cubrir un poco sus muslos, y una camiseta tipo croptop que no deja nada a la imaginación.

No está muy seguro de si debe agradecer o asesinar a los chicos de Pomefiore por hacer que su hermano se interese en ese tipo de ropa tan… reveladora. Le gusta, pero solo para que él la vea.

Una de sus manos se desliza lentamente sobre la pierna de Floyd, subiendo por su muslo hasta llegar al borde del short y luego vuelve a bajar, con la misma lentitud de antes. Ese movimiento se repite varias veces hasta que su mano pasa por debajo de la tela. No hay ropa interior.

Floyd se deja hacer, pero no se queda atrás. Su mano se desliza dentro del pantalón de pijama y los calzoncillos de Jade. Él no va con rodeos, simplemente toma el miembro semi duro en su mano y comienza a masajearlo.

El movimiento es muy lento, demasiado, pero a Jade le gusta que se tomen su tiempo, así que no importa.

Floyd se muerde los labios para no gemir cuando Jade aprieta el glande en un movimiento hacia arriba y eso termina de calentarlos a ambos.

Se miran unos segundos antes de sonreírse con complicidad y abalanzarse sobre el otro. Jade termina estando arriba de Floyd.

Comienzan un beso bastante intenso, en cuanto sus labios entran en contacto ya tienen la lengua en la boca del otro, enredándose entre ellas y comenzando una pequeña batalla para dejar al otro sin aliento.

Floyd pasa uno de sus brazos por el cuello de Jade y empuja su nuca para profundizar aún más ese beso; Jade acaricia por debajo del short dándole el mismo trato que Floyd le está propinando.

Se mantienen así unos minutos hasta quedarse sin aliento. Se separan con un sonido bastante fuerte y pegajoso, sus labios están un poco hinchados, y hay un pequeño hilo de saliva deslizándose por la comisura de los labios de Floyd. Ambos están jadeando.

Jade sonríe y empieza a dejar un camino de besos desde la barbilla hasta el pecho de su hermano. Besa por sobre la tela y centra su atención en uno de los pezones. Están duros y eso le gusta.

Chupa un poco, aún por sobre la tela, haciendo que esta se transparente más al entrar en contacto con su saliva, y luego muerde un poco, solo lo suficiente como para dejar una linda marca rosa en la pálida piel de Floyd. No quiere hacerlo sangrar… Aún.

Los besos continúan y bajan lentamente hasta llegar al elástico del short. Floyd levanta un poco la cadera para que Jade pueda quitarle la ropa más fácilmente, lo cual hace.

Se levanta unos segundos para observar a Floyd y se inclina para susurrarle algo al oído. Ambos ríen y continúan con lo suyo.

Jade es muy hábil con la boca y no hace esperar a su hermano. Pasa su lengua lentamente desde la base hasta la punta del pene de Floyd, y seguidamente engulle una pequeña parte. Su lengua se mueve alrededor de la punta mientras chupa con fuerza, pero son solo unos segundos antes de liberar la polla de su hermano, porque él quiere hacer algo más interesante.

Levanta las piernas de Floyd para dejar expuesta su entrada y no pierde ni un segundo para que su lengua se deslice dentro de él.

Floyd gime con bastante fuerza y arquea la espalda, fue tan repentino… Pero eso le gusta, le encanta no saber qué es lo que Jade hará, que le tome por sorpresa y así liberar adrenalina. Además, Jade es muy hábil utilizando la lengua.

Jade empieza a masturbarse al mismo ritmo con el que le come el culo a su hermano. Se siente tan bien escuchar los gemidos desvergonzados de Floyd y la respiración agitada de Azul, porque si, Azul los está viendo y ellos lo saben.

Llevan saliendo ya un tiempo y aún así no han llegado más allá de los besos. Pero si Azul no ha dicho nada y trata de mantenerse en silencio, es porque quiere seguir viendo. Quizá desea participar, pero ninguno de los gemelos va a invitarlo, ambos quieren que Azul se acerque a ellos.

Jade se separa de Floyd y reemplaza rápidamente su lengua por dos dedos. Floyd se muerde los labios con fuerza, provocando que sangren, pero eso solo prende aún más a Jade.

El pene de Azul duele, está necesitado de atención pero no quiere tocarse. Siente algo extraño por estar viendo como sus novios tienen sexo y no le invitan a participar. Le gusta, pero le gustaría aún más estar en medio de ellos.

Jade se acerca a la mesita de noche que tienen en medio de ambas camas y saca unos condones del gabinete. Se asegura de hacer contacto visual con azul mientras abre el primer paquete, quiere que el peliblanco sepa que ellos saben que los está mirando.

—¿Vas a usar eso? —dice Floyd algo molesto

—¿Vas a limpiar luego si no lo uso?

—No

—Exacto.

Se pone el condón y se posiciona de la mejor manera entre las piernas de su hermano. Esta no es su posición favorita, el prefiere tener a Floyd en 4, y así tener libre acceso a la fornida espalda de su hermano, para poder dejar marcas de posesividad; pero no va a decirle nada a Floyd cuando está siendo tan cooperativo con él. Son raras las ocasiones en las que Floyd está de humor para dejar que Jade tome el control, así que a aprovechar cada segundo.

Se desliza lentamente en su interior, sacándole un par de gemidos conforme avanza cada pulgada. Quiere que Azul tenga una buena vista, así que levanta las piernas de Floyd y las acomoda sobre sus hombros; eso le permite llegar un poco más adentro, y lo agradece.

Los movimientos inician muy despacio, más que nada para dejar que Floyd se acostumbre a él. No quiere lastimarlo esa noche, quiere que Azul vea lo placentero que es el tener sexo con ellos, así tal vez decida unirse por su propia cuenta.

—Apresúrate —exige Floyd, no le gusta llevar todo tan lento, le hace sentir demasiado cada pequeño movimiento de su hermano… No quiere sobreestimularse, eso solo sería incómodo y agotador.

Agradece que Jade es igual de impaciente que él. Siente que las caderas de su hermano toman un ritmo más acelerado, bastante más abusivo que hace unos pocos segundos. Le gusta.

Los gemidos no se hacen esperar, ambos gemelos están muy excitados; quizá porque es la primera vez en un tiempo que Floyd quiere ser quién reciba, o tal vez porque ambos sienten la mirada deseosa de Azul sobre sus cuerpos. Sea cual sea el motivo, hace que ambos estén mucho más excitados que de costumbre y que cada sensación recorra sus cuerpos con más fuerza.

Floyd se aferra a la espalda de jade y clava sus uñas en la carne, deja una dolorosa marca rojiza, con algunas gotas de sangre donde sus uñas alcanzaron a desgarrar la piel. A ninguno le molesta el dolor.

Jade tampoco se queda atrás, separa aún más las piernas de su hermano y se inclina hacia adelante para llegar lo más profundo que pueda en esa posición. Se inclina para morder con fuerza el pecho de Floyd, dejando una nueva marca de que tardará algunos días en sanar, le gusta sentir el sabor de la sangre de su hermano. Lame la herida y hace varias más mientras retoma el movimiento de sus caderas.

Su ritmo se acelera conforme siente que va a llegar al orgasmo, quiere mantenerse calmado, pero no puede, no puede evitar jadear y gemir cuando siente como Floyd se contrae a su alrededor, puede sentir el latido de Floyd alrededor de su polla, está tan apretado…

Aumenta un poco el ritmo, llegando un poco más profundo y golpea la próstata de su hermano, arrancándole un gemido demasiado agudo para el gusto de Floyd, haciendo que se corra. El orgasmo de Floyd lo tensa, hace que apriete aún más su interior y eso le da a Jade el plus que necesitaba para llegar al orgasmo también.

Ambos gemelos gimen con fuerza y sin preocuparse de que alguien los escuche. Azul se muerde la lengua para no gemir también; acaba de correrse viendo a los gemelos, sin siquiera usar sus manos. Es excitante, delicioso. Nunca imaginó que la primera vez que vería a los gemelos tener sexo sería con Floyd debajo de Jade, y eso solo le causa más morbo.

Poco a poco la respiración de todos en ese cuarto se va normalizando.

Jade le sonríe a Floyd y le da un pequeño beso. Le gusta cuando Floyd es tan cooperativo, cuando le deja hacer lo que quiera sin protestar.

—¿Quieres hacerlo de nuevo, Floyd?

—Sería divertido, Jade —Las manos de Floyd se posicionan en la cintura de su hermano y las baja lentamente hasta la cadera— Pero hay algo que quiero hacer primero, y estoy seguro que Azul también quiere, ¿Verdad, Azul?

Los gemelos voltean para ver a Azul. Es una vista bastante buena, pueden ver cómo tiembla, pueden ver sus mejillas sonrojadas y escuchan perfectamente como su respiración agita ahora que ambos se dirigen a él en silencio.

Jade se aparta, sacándole un fuerte jadeo a Floyd cuando sale de él, para que su hermano pueda hacer lo que sea que quiere hacer.

—No seas muy duro con él.

La sonrisa de Floyd es un poco aterradora, más de lo usual, hace que Azul se estremezca cuando tiene a Floyd frente a él.

—Azul —dice en un tono que Azul nunca ha escuchado, pero que provoca una reacción en su cuerpo, casi se pone duro de nuevo y sólo puede cubrirse con las mantas para no sentirse tan intimidado—, ¿Quieres hacer lo mismo que Jade?

Azul se estremece, ¿Floyd le está ofreciendo el culo? ¿Así nada más? Es extrañamente excitante. Descubre su rostro para observar a Floyd, no parece estar bromeando, tampoco parece tener paciencia suficiente cómo para esperar demasiado tiempo por una respuesta.

—S-si… —se apresura a decir y se sienta en la orilla de la cama cuando Floyd se lo imdica. Está nervioso, esta es la primera vez que va a hacer algo así.

—Quítate la ropa.

Floyd termina de desvestirse y observa atentamente como Azul lo hace también. A diferencia de él, y su falta de vergüenza o pudor con su elección de ropa, Azul tiene un pijama de seda bastante completo que cubre casi todo su cuerpo.

La camisa es la parte más difícil de quitar, sus manos se vuelven torpes y no puede quitar los botones con la velocidad que le gustaría. Está temblando, nervioso por tener a los gemelos observando su cuerpo…

—Déjame ayudarte, Azul —dice Jade. Azul estaba tan concentrado en los botones de la camisa, que no se dió cuenta de cuándo Jade se puso detrás de él.

Las manos de Jade no tiemblan, le es muy fácil desvestir a Azul y ser desvergonzado cuando toca su piel de manera "accidental". Azul se siente un poco mareado, quizá por la excitación, quizá por el calor que hay en la habitación, no lo sabe con claridad, pero es un mareo agradable que le aturde un poco de manera placentera.

Jade termina de quitarle la camisa y luego lo levanta, sujetándolo por la cintura, para que Floyd pueda quitarle el resto de la ropa.

Jade lo sienta sobre sus piernas, puede sentir la fría piel del pecho de la anguila contra su espalda, pero se avergüenza un poco más por la sensación de una polla algo dura contra su cuerpo. Está demasiado centrado en Jade, que no nota cuando Floyd se pone entre las piernas de ambos, ni siquiera se había percatado de que sus piernas estaban abiertas.

Floyd quiere descubrir rápidamente cuales son los puntos sensibles de Azul, y tiene el presentimiento de que algún lugar de sus piernas es uno de ellos.

Extiende una de las piernas de Azul, para tener un mejor alcance, y comienza su recorrido de besos y mordiscos. Empieza por los dedos de su pie y va subiendo poco a poco, muerde con suavidad cuando llega al tobillo y aplica un poco más de fuerza cuando llega a los gemelos, dejando que sus dientes se ensarten un poco sobre la piel que recubre esos músculos, Azul gime en voz baja, es extraño porque Floyd ya le ha mordido antes, pero nunca se ha sentido así de bien.

Floyd continúa subiendo, por la parte interna de la pierna, mordiendo fuertemente cuando llega al muslo. La parte interna de esa zona resulta ser bastante erógena para Azul y eso le gusta.

Se pone la pierna de Azul sobre el hombro y continúa con su recorrido, hasta quedar a la altura de la polla del pulpo.

—Azul es más grande de lo que imaginé —dice Floyd de manera descarada, dejando que su aliento golpee contra la cabeza de azul y este se cubre la boca en un intento por no liberar su voz. Pudo mantenerse tranquilo cuando Floyd le mordió la pierna, pero no puede con el aliento frío sobre la cabeza de su miembro…

Azul se estremece cuando la lengua de Floyd recorre su polla, desde los testículos hasta la punta. Cierra los ojos con fuerza y trata de cerrar las piernas, pero el cuerpo de Floyd se lo impide. El Leech más alto sonríe al ver la reacción de Azul; le gusta verlo de esa manera, así que repite la acción, pero está vez no se separa de Azul cuando llega a la cabeza, se encarga de poner la punta entre sus labios y chupar con un poco de fuerza.

Jade se encarga de sujetar las manos de Azul, quiere escuchar los gemidos del peliblanco. Le sujeta con fuerza por las muñecas y las separa de su boca. Azul se siente desprotegido y un poco asustado, su cuerpo se siente demasiado caliente y le gusta, pero no puede evitar pensar en que los gemelos podrían decepcionarse de él.

Azul está nervioso, bastante tenso, los gemelos lo notan. Jade se encarga de sacarle los pensamientos de la cabeza cuando besa su cuello y deja algunas mordidas suaves, no va a dejar marcas, al menos no esa vez; Floyd también quiere que Azul se relaje, así que inclina la cabeza hacia adelante y engulle parte del miembro de Azul, dejando que su lengua recorra la base, chupando con fuerza cuando sube y llega a la punta.

Es la primera vez que Azul recibe una mamada, le gusta, le gusta aún más cuando siente a Jade mordiendo el lóbulo de su oreja y soltando sus muñecas para acariciarlo. Está siendo estimulado por demasiados lugares a la vez.

Los gemidos no se hacen esperar, con Floyd chupándole la polla y Jade descubriendo cada una de sus zonas erógenas, no cree poder durar demasiado antes del orgasmo. Su segundo orgasmo de esa noche.

—Es suficiente… —dice con la voz entrecortada, se siente demasiado bien y no quiere correrse todavía.

Pero esa pequeña protesta solo hace que los gemelos se exciten aún más. Floyd mueve la cabeza con más rapidez, solo lo suficiente para arrancarle más gemidos al pulpo y Jade deja que sus manos se encarguen de los pezones de Azul mientras deja algunas marcas en sus hombros, no clava los dientes lo suficiente cómo para desgarrar la piel, pero si dejará unas lindas marcas rojizas y moradas.

Azul vuelve a cubrirse la boca, pero esta vez se muerde el dorso de la mano con fuerza, está demasiado cerca del orgasmo y los gemelos ni siquiera se han tocado, no quiere correrse todavía porque siente que va a ser el final. Pero no puede combatir contra la liberación por demasiado tiempo, no cuando Floyd le masturba al mismo tiempo que chupa la punta de su miembro, mucho menos cuando Jade le acaricia los pezones y le susurra al oído lo hermosa que es su voz temblorosa.

Se muerde los labios con fuerza provocando una herida y arquea la espalda mientras siente la liberación. Floyd no se mueve de dónde está y deja que Azul se corra en su boca y Jade le encaja los dientes con fuerza en el hombro, demasiado cerca del cuello, cosa que resulta muy estimulante para Azul.

Los orgasmos que ha tenido antes no se compran en nada con esto, su cuerpo entero tiembla, sus ojos se llenan de lágrimas, y sus labios no son suficientes para contener el gemido tan intenso que se escapa de su garganta, un sonido demasiado agudo para su gusto. Se ha lastimado mientras se mordía el interior de los labios, y la boca le sabe a sangre, pero no le importa.

Floyd se levanta y se sienta en su cama, para tener una mejor vista. Ya está duro, pero siente como su polla se estremece cuando ve a Jade separarse del hombro de Azul, dejando que algunas gotas de sangre se deslicen por su pecho. La forma tan provocativa en la que Jade lo mira mientras lame lentamente la herida en el hombro de Azul es casi suficiente para correrse. Pero no sé lo permite, su control sobre su cuerpo es suficiente para mantenerse tranquilo con una vista tan erótica como esa.

Azul normaliza su respiración y deja ir los últimos estímulos posteriores al orgasmo, esa fue una experiencia increíble, pero ahora que ha terminado…

—Jade, Azul es muy lindo cuando llora —dice Floyd como un comentario aleatorio.

—Lo es.

Azul se siente más avergonzado por lo que acaban de decir que por las acciones de hace un minuto, es extraño como los gemelos tienen ese efecto sobre su cuerpo y sus emociones. Supone que es normal si hace unas semanas estaba a punto de morir por ellos.

—Quiero hacerlo llorar más —la mirada de Floyd es asesina, sus ojos parecen brillar mientras dice eso y la sonrisa en sus labios le da escalofríos.

—Yo también —Jade es incluso más aterrador que Floyd cuando deja salir su registro grave justo al lado de su oreja.

Jade se levanta, junto con Azul, cargándolo de una forma demasiado femenina para su gusto, pero sabe que no está en posición de quejarse, porque no sabe qué es lo que los gemelos harán ahora, y eso le preocupa.

Es dejado suavemente sobre la cama, y los gemelos empiezan a susurrar entre ellos. Es hasta ese momento, cuando tiene a ambos parados enfrente de él, que puede observar sus cuerpos con claridad. Ambos son bastante altos y tienen los músculos muy marcados, Floyd tiene mejor trabajados los brazos, quizá por el baloncesto. La vista de Azul baja lentamente, los abdominales de ambos se ven demasiado bien.

No es la primera vez que los ve desnudos, pero es mucho más erotico ver como algunas gotas de sudor se deslizan por los pectorales y recorren todo el camino hacia abajo hasta perderse en un punto del cual Azul no quiere bajar la vista.

Pudo sentir el pene de Jade contra su cuerpo y eso fue suficiente para hacerse una idea de qué tan grande es. 9 o quizá 10 pulgadas.

Ya ha visto a los gemelos sin ropa en el pasado, pero nunca erectos.

Baja la vista un poco más y ahí confirma su teoría, los gemelos son demasiado grandes, en todos los sentidos. Aparta la mirada rápidamente y se sonroja, siente que podría tener otra erección y no han pasado más de dos minutos desde que se corrió. Su respiración se vuelve pesada otra vez, se está excitando.

—Yo seré el primero esta vez —dice Floyd en voz alta, se había olvidado por completo que los gemelos estaban susurrando entre ellos.

—No me opondré, pero yo quiero prepararlo.

—Bien.

—Azul —se estremece solo de escuchar su nombre salir de los labios de Jade— ¿Podrías acostarte boca abajo y levantar la cadera?

Azul sabe que va a pasar, sabe lo que le van a hacer. Tiene algo de miedo luego de ver las 10 o quizá 11 pulgadas que los gemelos tienen entre las piernas, y aún así obedece sin la más mínima resistencia.

Nunca ha hecho nada parecido. Sabe lo que pasará porque Jade ya lo hizo con Floyd, pero no sabe lo que se siente, nunca ha tocado esa área.

Escucha el sonido de un cajón abriéndose y luego siente algo frío y viscoso entre sus nalgas, es extraño y bastante desagradable, pero no va a protestar, no todavía.

Jade va a tomarse su tiempo, si tiene la oportunidad de molestar a Floyd con eso, va a hacerlo. Pero también quiere que Azul lo disfrute lo más que pueda y eso solo se va a lograr si lo estira de la manera adecuada.

Empieza con un dedo, haciendo movimientos circulares suavemente sobre la entrada de Azul, estirando levemente los pliegues en el área de vez en cuando y haciendo una leve presión sin llegar a penetrar. Se mantiene así unos minutos hasta que Azul está completamente duro. Es en ese momento que el primer falange se abre paso dentro de su cuerpo.

La sensación es realmente extraña, no es dolorosa, pero si bastante incómoda. Es una intrusión que su cuerpo no conoce, una nueva experiencia que no sabe cómo afrontar. El dedo de Jade se abre paso dentro suyo lentamente, acariciando las paredes internas hasta que toca un punto sensible dentro de Azul, provocando que un gemido salga de su boca sin que pueda evitarlo.

Ese toque le estremece, la sensación es de puro placer. Esa sensación se apodera lentamente de su cuerpo cuando toda la incomodidad es reemplazada por deseo: deseo de más.

La petición no dicha de Azul se cumple cuando un segundo dedo entra y empieza a estirar lentamente su entrada. Azul cierra fuertemente los ojos cuando Jade se centra en su próstata, siente un escalofrío recorrer su cuerpo, terminando en un hormigueo demasiado placentero que no se desvanece. Jade lo está tocando demasiado bien.

Pronto un tercer dedo se abre paso lentamente. Han pasado varios minutos, así que la sensación no es dolorosa, Jade se está tomando su tiempo, pero vuelve a sentirse extraño. Su vientre bajo hormiguea con cada toque, y siente sus piernas temblar cuando Jade rosa su punto G; siente que le falta el aire, su boca produce más saliva de la que le gustaría y su cuerpo tiembla cuando los dedos salen y vuelven a entrar. Es un placer extraño que no ha experimentado antes, pero le gusta, le gusta lo suficiente como para hacerlo llorar.

Para Floyd, o él mismo, 3 dedos serían suficientes para estirar esa zona, pero es porque ambos disfrutan muchísimo del leve dolor que se provocan mutuamente; pero para Azul no es así. Azul es virgen. Y si bien planean sacar el lado masoquista y sumiso de Azul en algún punto, en este momento todo lo que Jade quiere es que Azul disfrute lo más posible de esta nueva experiencia, así que, tomando en consideración el tamaño de su hermano, introduce un cuarto dedo.

Los movimientos se vuelven más profundos, llegando hasta el final del falange proximal. En ningún momento deja de estimular la próstata de Azul, pero se centra más en estirar el esfínter que en causar placer. Sabe que puede hacer que Azul se corra solo con sus dedos, pero eso molestaría a Floyd y no quiere hacer eso, al menos no ahora.

Cuando Azul está hecho un desastre total, sudoroso, dejando que la saliva corra por la comisura de sus labios, que las lágrimas se acumulen en sus bellos ojos, temblando ante el mínimo toque y estando a nada de la sobreestimulación, decide que es momento de parar y darle paso libre a Floyd.

La sensación de vacío que tiene Azul cuando los dedos de Jade salen de él es extraña, siente que necesita ser llenado de nuevo, pero no va a decirlo en voz alta. Aunque el jadeo de incomodidad es suficiente para que los gemelos se den cuenta de ello.

—Todo tuyo —dice Jade, alejándose un poco para sentarse sobre la cama de Floyd, esperando el lindo espectáculo que va a recibir ahora.

—Deberías prepárate —le susurra Floyd, es claro que tiene un plan que involucra a Jade, quizá abierto de piernas, luego de probar a Azul por su cuenta—. Azul se ve muy lindo así.

Para este punto Azul está jadeando sobre la cama, tratando de normalizar su respiración y frotándose levemente contra las sábanas para conseguir un poco de alivio y estimulación en su pene. Floyd se sienta a su lado y lo atrae hacia él para que se siente sobre sus piernas, viéndose a los ojos.

Mueve un poco la cadera para que Azul sienta como su pene se frota en medio de sus nalgas, y este se aferra con fuerza a los hombros de la anguila. Su cuerpo tiembla cuando siente al mer frotándose contra su entrada.

Floyd alcanza el lubricante, que está casi vacío, y deja que el líquido frío se deslice sobre su pene y entre las nalgas de Azul.

Las paredes de Azul se contraen cuando siente la cabeza de Floyd deslizándose dentro de él. Es más grande que los cuatro dedos de Jade, pero se siente bien. La intrusión es extraña, pero gratificante.

Floyd está siendo muy considerado, tomándose su tiempo para que su miembro entre lentamente y así no causarle daño al pulpo, aunque se da cuenta de que Azul es muy flexible, cualquier otro chillaría de dolor por tener algo tan grande metido en el culo, pero todos los sonidos que salen de la boca de Azul son de puro placer.

Azul esconde su rostro en el cuello de Floyd, dejándose llevar hasta que todo está dentro de él, tan profundo que lo siente en su estómago. Se quedan en esa posición un minuto, para que Azul controle su respiración y se relaje un poco, porque está apretando con demasiada fuerza alrededor de Floyd, impidiendo que se mueva.

Cuando Azul por fin se relaja Floyd sale casi por completo, levantando la cadera de Azul, y entra con una estocada rápida.

Azul grita. El movimiento tan repentino y profundo hace que arquee la espalda y tire la cabeza hacia atrás. El placer recorre su cuerpo rápidamente, activando todos sus nervios mientras Floyd repite el movimiento una y otra vez.

Floyd se deja caer de espaldas, llevando consigo a Azul y lo folla en esa posición. La fricción que hay entre sus cuerpos es estimulante, suficiente para que ambos tengan problemas para respirar adecuadamente.

Poco a poco Azul va buscando más placer, dejando que sus caderas se muevan por su cuenta para que Floyd llegue más profundo, presionando contra su punto G, llevándolo cada vez más cerca del orgasmo.

Se despega del cuerpo de Floyd cuando arque la espalda y se obliga a enderezarse, provocando que Floyd quede completamente dentro de él por el peso de su cuerpo. Floyd se queda quieto y las caderas de Azul se mueven por su cuenta, montando a Floyd.

Se siente demasiado bien, demasiado profundo, arrastrando todo el placer hasta que se concentra en su vientre...

Pero Floyd detiene el movimiento y sale por completo de Azul, dejándolo demasiado cerca de su orgasmo y creando una sensación de vacío muy molesta.

Floyd sabe lo que quiere. Y Jade también.

—Azul no debe ser egoísta, Jade también está esperando por Azul.

La voz de Floyd sale demasiado ronca, en un tono tan profundo que hace que Azul se estremezca.

Floyd hace que ambos se pongan de pie, aunque las piernas de Azul apenas son suficiente para que pueda mantener el equilibrio, Floyd le ayuda sujetándolo de la cadera, haciendo que se voltee para que pueda ver a Jade.

La otra anguila está sentada en la cama de Floyd, con una sonrisa suave en los labios, pero una mirada de complicidad hacia Floyd.

—Sabes lo que quiero hacer, ¿Verdad?

—Lo sé.

Azul no entiende muy bien lo que los gemelos están diciendo, hasta que Floyd lo empuja con un poco de fuerza para que caiga sobre el cuerpo de Jade. A penas tuvo tiempo para hacer que sus brazos detuvieran el impacto.

Floyd toma la cadera de Azul y la saca hacia afuera para volver a hundirse profundamente en él. Su cuerpo tiembla y un jadeo se escapa de su boca.

—Levanta la cadera, Jade.

Y es en ese momento que Azul se da cuenta de lo que Floyd quiere hacer.

Las piernas de Jade se envuelven alrededor de la cintura de Azul, y Floyd los acomoda a ambos para que, de un empujón, Azul se hunda dentro de Jade.

Se quedan quietos un momento. Floyd está sosteniendo la cadera de Azul para que no pueda moverse y eso le molesta. La sensación de Jade apretando alrededor de su pene es increíble, demasiado buena, más cuando Floyd vuelve a empujar hacia adelante, haciendo que su próstata se estimule.

—¿Se siente bien? —Floyd está muy satisfecho de ver a ambos chicos respirando con dificultad, jadeando debajo de él.

Nadie dice nada y Floyd vuelve a empujar, está vez con más fuerza.

Los movimientos de Floyd no son suaves ni tranquilos, inicia con fuerza a una velocidad que quizá es demasiado alta, pero nadie se queja, no podrían quejarse cuando todos se sienten tan bien.

Azul tiene la impresión de que Floyd se está follando a Jade por medio de su cuerpo, pero eso solo le causa más morbo, le da más placer.

Jade tira del cuello de Azul para poder besarlo, dejando que su lengua se abra paso en su boca mientras dejan que Floyd los folle a ambos.

Y de pronto todo el estímulo es demasiado cuando Floyd aumenta la velocidad y Jade aprieta más fuerte a su alrededor. Es demasiado placentero, suficiente para que se sienta incómodo, sobreestimulado, ansioso por la liberación. No sabe en qué momento empezó a mover su cadera para acompañar las estocadas de Floyd, ni cuando empezó a llorar, pero deja que su cuerpo haga lo que quiera, en ese momento no puede pensar en nada que no sea lo bien que se siente todo esto.

Siente el hormiguero subir por su vientre, y el escalofrío recorrer toda su espalda. Su boca se separa de la de Jade y tira la cabeza hacia atrás mientras su espalda se arquea con demasiada fuerza. Siente el placer recorrer todo su cuerpo y culminar en la punta de su pene con la liberación que le fue negada hace unos minutos. Su cuerpo tiembla y contrae todos los músculos, apretando más alrededor de Floyd y dejando que el semen salga de su cuerpo en el interior de Jade.

Jade se corre junto con él, arañando su espalda y apretando a su alrededor cuando su orgasmo la alcanza. Un par de estocadas más son suficientes para que Floyd los alcance, no sin antes encajar sus dientes con mucha fuerza en uno de los hombros de Azul, del lado opuesto al que Jade mordió antes, dejando una herida profunda que tardará algunos días en sanar.

Azul se deja caer sobre el pecho de Jade y jadea, tratando de normalizar su respiración y controlar el temblor que se apodera de él mientras los últimos rastros del mejor orgasmo de su vida van dejando su cuerpo. Gime cuando Floyd sale de él, tirando de su cadera para que también libere a Jade.

Los tres se dejan caer sobre la cama, agotados. Están pegajosos y sudorosos, la sensación del semen de Floyd saliendo de su cuerpo es extraña, pero a ninguno le importa eso en ese momento, todo lo que necesitan es un largo descanso. Pasan los minutos lentamente hasta que están calmados y respirando con más normalidad.

Floyd está abrazando a Azul por la espalda, dejando algunos besos sobre las marcas que han dejado ambos gemelos, pasando la lengua lentamente sobre los rastros de sangre; Jade le está besando el cuello con demasiada delicadeza, como si fuese capaz de romper a Azul.

El pulpo solo puede cerrar los ojos y dejarse llevar por los mimos que le causan tanto placer, un placer diferente al del sexo, pero igual de agradable.

Se quedan así unos minutos hasta que el ruido blanco del proyector se va, haciéndoles saber que la película que ninguno ha visto ya ha terminado. Es ahí cuando Azul se empieza a sentir incómodo por la sensación pegajosa que el sudor y semen han dejado en su cuerpo.

El primero en levantarse en Jade, quién va en dirección al baño para preparar la bañera para todos. Es lo suficientemente grande como para que entren los tres, aunque seguramente tomen una ducha primero.

—Eso fue divertido —dice Jade cuando sale del baño y ayuda a Azul a sentarse.

Ahora que han pasado unos minutos se da cuenta del dolor que siente en la cadera, quizá Floyd fue demasiado abusivo al final.

—Lo fue —dice Floyd mientras se pone de pie—. Hay que hacerlo más seguido.

Floyd está de muy buen humor. Todos lo están.

Floyd se lleva a Azul al baño, lo toma en sus brazos, obligándolo a que sus piernas se envuelvan alrededor de su cintura y sus brazos alrededor de su cuello. Esa posición es demasiado cómoda para Floyd.

Jade se une a ellos luego de unos minutos.

Toman una ducha de agua tibia, tal vez demasiado larga y se relajan en la tina durante, al menos, una hora. Los tres caben perfectamente ahí.

Azul y Floyd casi se quedan dormidos, pasan mucho tiempo ahí metidos, suficiente para que el agua se enfríe.

Cuando salen del baño se dan cuenta que Jade ya ha cambiado las sábanas de ambas camas y que la ropa que dejaron tirada ahora está en el cesto de lavandería. Jade es demasiado diligente a veces.

Azul y Jade se ponen un pijama limpio. Floyd no, él decide que quiere dormir desnudo y nadie lo va a detener.

Los tres se acurrucan en la cama de Jade. Azul está en medio, su espalda está pegada al pecho de Jade, Floyd los abraza a ambos.

—Jade dejó una linda marca en el cuello de Azul —se burla Floyd, porque él sólo dejó marcas que la ropa puede cubrir.

—Así todos sabrán que Azul es nuestro —dice Jade, dejando un beso en el cuello de Azul, justo dónde está la marca de sus dientes.

Nadie dice nada más esa noche, sólo dejan que el calor de sus cuerpos los envuelva para poder dormir hasta que la alarma suene al día siguiente..
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Extra

Kalim no es nada sutil, quizá por lo inocente que es o por lo preocupado que está por Azul cuando lo ve caminando de forma extraña.

—Azul ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? —dice Kalim, mientras corre en dirección al pulpo. Está realmente preocupado.

—¿Por qué no le cuentas a Kalim que fue lo que pasó? —Jade se burla de él, provocando que el rostro de Azul se ponga rojo por la vergüenza y la ira.

—¿Azul tiene fiebre? —Kalim solo se preocupa más— ¡Jamil! Hay que llevar a Azul a la enfermería, claramente está enfermo.

Jamil no es tan inocente como Kalim, él comprende rápidamente la situación cuando ve a Jade reír, y todo termina de encajar cuando ve la marca en el cuello de Azul (Marca que se ve realmente dolorosa). Y eso hace que también se sonroje.

—Deberían ser más discretos… —Jamil está realmente incómodo— Kalim, vamos a llegar tarde a clase.

Jamil no quiere quedarse a ver cómo Jade coquetea sádicamente con Azul, mucho menos cuando ve a Floyd a lo lejos, caminando justo en dirección a ellos, así que se lleva a Kalim a la fuerza para que tampoco sea testigos de la falta de vergüenza que tienen los chicos de Octavinelle.

—¡Pero tenemos que llevar a Azul a la enfermería! ¡Está enfermo y herido!

Jamil se sonroja aún más. Está realmente incómodo, pero agradece que el príncipe no entienda la situación y que su mente sea lo suficientemente inocente como para no hacer preguntas al respecto.

—Eso no es de nuestra incumbencia.

Azul se lleva muchos comentarios a lo largo del día, junto con un tip de maquillaje de parte de Vil (sintió lástima al ver a Azul tan incómodo por las marcas en su cuello y decidió ayudarlo).

Un día muy largo para Azul y muy satisfactorio para los gemelos. Ya luego se encargaría de establecer algunas reglas para cuando vuelvan a compartir cama.

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¡Hola! Si llegaste hasta aquí espero que hayas disfrutado de la lectura, este último capítulo seguramente fue algo pesado, así que espero que haya cumplido con tus espectativas.

Me costó mucho escribir está parte, porque no suelo escribir cosas +18, al menos no porno... Así que si tienes algún consejo para mí puedes dejarlo por aquí, así puedo mejorar en mis puntos débiles.

Muchas gracias por leer esto hasta el final, aunque el final es el epílogo 1.5, y esto es sólo un capricho mío, pero bueno... este es el cierre definitivo de esta historia.

Si te gusta mi estilo de escritura y quieres que escriba algo sobre alguna pareja en específico puedes decírmelo aquí, puede que lo haga en un futuro.

De nuevo gracias por leer. Nos vemos en otro capítulo o en otra historia 💖. Yo soy Yue y esto fue "Debimos haber hablado antes".

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