Nunca he sido fuerte... Siempre me he sentido encerrado, encerrado en mí, sin poder ser yo. Soy famoso pero siempre me he ahogado en una máscara, una máscara que no deseo ser, solo deseo ser yo.

Adrien, Adrien Agreste, ese es mi nombre y apellido, un apellido que no deseo tener porque significa para mi él siempre estar encadenado. Llego un buen día que me llego algo apareció, el miraculous del gato, poseedor del poder de la destrucción, Plagg.

Siempre me he sentido solo, la soledad es con lo que más he vivido. Mi padre solo me usa para ser su modelo y la gente me ve como alguien perfecto, y yo no soy así.

Gracias a ese kwami, tengo el poder de transformarme en Chat noir, en un superhéroe. Realmente cuando soy así, soy más yo pero... Siento que aún no soy yo, no soy ese verdadero yo, hay algo que dentro de mí que aún está encerrado. Algo grita dentro de mí, pidiendo salir.

Ladybug... Bueno, ¿Qué digo de ella? Ella me ve como un peón más, como un "sidekick", cuando estoy a su lado siento que soy menos que ella, incluso otros héroes son más importantes más para ella que yo, que estuve con ella desde el principio, y admito que yo puede que me haya comportado como un estúpido, como un estúpido enamorado con ella, pero ella... Ella se alejó de mí, incluso la ayude cuando ella pensó que yo era Félix pasándose por mí. Conseguimos recuperar los miraculous, todos pero... ¿¡Que hizo ella!? Dejarme de lado. Pedir a sus amiguitos que la ayuden siempre y a mi muchas veces dejándome de lado.

Tengo de novia a Marinette, pero digamos que es muy recelosa de la compañía que tengo, desde que empezamos a salir ha sido así. Y mi padre se sigue comportándose como antes, pero hay algo que no me cuadra... Hay algo que no cuadra y me lo intenta ocultar, pero algo positivo, y lo único que puedo decir es que mi padre me deja ahora volver a pie a casa, no esta tan lejos el instituto de mi casa así que ya no hay motivo para ir en coche, aunque eso sí, me dijo en cierto momento que iba a dejar de ser modelo y cuando el proyecto de "Alliance" se fue a la mierda y los Tsurugis dejaron de trabajar con él me dijo que volviese.

Hoy ha sido agotador, estuve hasta las tantas haciendo fotos, tuve que estudiar para un examen complicado de matemáticas, y no sé qué he sacado, puede que haya cateado.

He salido del instituto hoy y camine hacia mi casa, la verdad es que hoy me sentía extraño hasta que de pronto escuche algo.

—Anda, ya deja a esa criatura, está ya mal.

Escuche esto y gire mi vista a ver algo que hizo que mi sangre hirviese, vi a unos tipos pateando a un pequeño gato negro. Vi esto y mi rabia estallo, me acerque con rabia a esos tipos y con todo, le di a un tipo un fuerte puñetazo, lo tire al suelo por esto y al otro hombre le di un puñetazo al otro. De pronto al que golpee y de pronto me dio un puñetazo al rostro haciendo que cayese al suelo, sentí de pronto algo caer por mi nariz, me limpio y vi que era sangre, mi sangre.

—Vaya, ¿Este es el niño pijo? ¿El Agreste? Jajajajajaja.

—Que ridículo es este niñato.

Sentí algo dentro de mí arder con intensidad, algo que deseaba apagar, que rugía con un deseo fuerte que no había sentido en mi vida. Me levante de un salto y los dos tipos fueron a por mí al verme levantado. Me adelante y golpeé con un fuerte puñetazo a uno de los tipos para seguido tomar del cuello de la ropa que llevaba ese tipo y golpee el estómago a ese tipo, al otro le conseguí golpear el estómago de una patada.

Los chicos en eso se alejaron de allí, yo me gire a verlos y vi que los rostros de estos cambiaron a una de pavor y huyeron. Vi en eso al gato malherido, tumbado en el suelo, me agache y vi al pequeño felino y lo toque de primeras y vi sangre. Tomé al gato en mis brazos y observe a esa inocente cría débil, con heridas, con sangre, note la respiración de aquel pequeño ser y noté que su seguía respirando, pero débilmente.

Algo dentro de mi pecho, algo dentro gritaba de rabia, rugía más furiosamente ante esto, sentí que ese gato, ese cachorro era un espejo de mí, de todo lo que había pasado.

Corrí dirección hacía un veterinario cercano que vi cerca, a un par de calles y entre lo más rápido que pude con él cachorro en mis manos.

Llegue con la veterinaria, que cuando vio al gato lo tomo.

— ¿Qué es lo que le ha pasado a este pequeñín? — me pregunto la adulta preocupada.

—Unos niñatos estaban golpeando al gato. — respondí directamente.

La mujer solo se llevó al gato rápidamente de allí mientras que me quede ahí, vi mis manos con sangre, sangre de un ser inocente que salve, que tal vez no pueda vivir mucho tiempo pero lo salve. Esa sensación, eso que gritaba dentro de mi estaba como loco, rugiendo como una bestia desbocada, martilleaba dentro de mi como si estuviese golpeando una puerta que lo dejase salir era tan abrumadora esa sensación que me metí en el baño.

Me acerque a uno de los lavabos ya dentro del baño de ese lugar y vi mis manos, tenía los nudillos rojos por los puñetazos y la sangre del cachorro que había rescatado, me lavé las manos para quitarme la sangre de las manos y para que me aliviase el dolor para seguido lavarme la cara. Me apoyé en el lavabo con la cara mojada, no entendía nada, solo sentía rabia, furia, pero no era una furia normal... No, esa una mezcla de cosas. Hastió, enfado, cansancio del mundo... Tal vez esto fuese normal, Tal vez.

En eso Plagg salió de mi chaqueta y me vio.

—Hoy estas teniendo un día horrible. — comento Plagg.

—Sí, lo había visto, no seas don obvio— respondí molesto al kwami.

Restregué mis dedos cerca de mis ojos para calmarme y note de pronto la mirada de mi kwami, también llevaba tiempo de que Plagg me estaba ocultando, no le pregunté nada pero me entro curiosidad.

—Plagg... ¿Me estas ocultando algo? ¿No me has contado nada que no tenga que yo saber? Si lo estás haciendo, dímelo.

Plagg intento hacer un amago para no decir nada pero de pronto salió de su boca una frase, que pareció ser involuntaria.

—Sí, te estoy ocultando algo.

Plagg dijo eso y automáticamente se tapó la boca como si hubiera dicho algo malo, lo vi alarmado por algo y eso acrecentó más mis ganas de saber qué demonios me estaba ocultando.

— ¿Qué es lo que me estas ocultando? — pregunte sin rodeos a Plagg.

Plagg intento no decirlo, pero al ser un kwami, estaba obligado a contarme.

— ¡Vale! ¡Ayude a Ladybug a que Gabriel dejase de buscar su objetivo con el poder absoluto!

Vi un momento a Plagg quedarse en shock, como si no debía de haber dicho algo que no debió de decir y yo me extrañe cuando menciono a mi padre por lo que seguí preguntando, y más con eso que había dicho.

—Plagg, ¿En que estaba involucrado mi padre? ¿Por qué Ladybug uso el poder absoluto?

Plagg intento no decirlo, pero al ser mi kwami estaba obligado a contármelo y lo que escuche, me dejo en shock.

—Tú padre era Hawk Moth... El tenia a tu madre encerrada dentro de una vitrina, Ladybug uso el poder absoluto para que tu padre dejase de buscarle una solución a tu madre, que renunciase a buscarle solución a su estado de coma.

Hija de perra... Cabronazo... ¿Mi padre era el villano que tanto tiempo ha estado aterrando la ciudad? ¿Ladybug me ha ocultado esto? ¡Serán cabrones! ¡¿Por qué demonios no me han contado esto?! ¡Es mi madre la involucrada! ¡Es mi familia la que está involucrada en esto! Crysalid ahora era quien estaba causando caos y puede que la que haya dejado la oportunidad de hacer escapar el miraculous de la mariposa haya sido la misma Ladybug

Apreté los puños de ira y me apoyé en el lavabo, ahora sí que eso que tenía dentro de mi rugía, rugía con unas ansias que antes no, una cólera, una ira que deseaba retener pero eso que me había contado Plagg... Era imperdonable.

— ¿Quién es Ladybug? — hable con voz sentenciaría—No tienes que decime el nombre, sé que eso no puedes, pero descríbemela, dime dos palabras que me hagan reconocerla.

Plagg intento decir algo, vi que Plagg me vio a los ojos y su gesto, su rostro, era claramente uno de preocupación.

—Tu novia. Es ella.

Con esas 4 palabras me bastaron para saber a quién se refería Plagg y sentí como alguien me hubiera lanzado una jarra de agua congelada con cubitos y todo que me hicieron daño. Iba a decirle todo a Marinette, a romper con ella y acabar con el causante de que mi vida fuese una mierda absoluta, mi padre.

—Adrien, por favor, piensa un poco mejor lo que vas a hacer. — me dijo Plagg intentando calmarme.

— ¿Para qué? ¿Para qué me vuelvan a ningunear y no me cuenten nada? Estoy harto de que lo hagan, que me lo hagan.

Solo le hice un gesto al kwami para que se ocultase de nuevo y salí del baño, en eso la veterinaria y se acercó a mí y me hablo, se le veía triste.

—El cachorro que has traído ha fallecido, las heridas que tenía el pobrecito han hecho que el pequeño no pueda sobrevivir.

Eso hizo que mi corazón golpease con fuerza y vi a la mujer, cerraba los puños con ira y le hable.

—Espero que ahora el cachorro este bien donde este ahora.

Salí del veterinario y me dirigí directo a la casa de Marinette, eso que rugía dentro de mí no paraba, atormentaba mi cabeza y me pedía salir, me decía dentro de mí de cómo había sido tan idiota, como había caído con alguien como ella, el como nunca me defendí de la gente que me hizo daño, soy un completo idiota como para no haberme dado cuenta hasta ahora.

Llegue a la casa, entre y vi que no había nadie, seguramente los padres de Marinette estuviesen en la panadería, y llegue a las escaleras de la habitación de mi novia, que dentro de nada se convertiría en mi exnovia. Toque la puerta de la habitación y le hable.

—Marinette, tenemos que hablar.

Marinette abrió la puerta y pasé allí, vi a Marinette directamente y vi que esta se espantó, se dio cuenta de mi mirada.

Subí allí y en eso mire a Marinette y hable, conteniendo todo lo que estaba pasando.

— ¿Hasta cuánto me ibas a ocultarlo? —

— ¿Qué? No sé qué a que te refieres— Genial, ahora está haciéndose la loca.

— ¿¡El qué!? ¿El que usaste el poder del miraculous del gato y el de la mariquita para hacer que mi padre, el villano de la ciudad, se rindiese en buscarle una solución a mi madre que estaba en coma y no me dijiste una mierda sobre todo esto? — respondí con furia en mi voz.

Marinette se vio en shock ante estas mis palabras.

—Ya no debe de haber secretos, ¡Tú eres Ladybug! Lo sé ¡Yo soy Chat noir! ¡Al que siempre has estado ninguneando! — hable furioso, ya eso re rugía dentro de mi estaba saliendo.

—Eso es imposible... — llego a tartamudear Marinette, Plagg salió en eso y vio a la franco-china.

—Lo siento, he tenido que contarle todo— fue lo único que dijo Plagg a Marinette.

Marinette intento tomarme de la mano pero me aleje de ella para verla con desprecio.

—Siempre es lo mismo, hacen siempre lo mismo conmigo, me usan, me ven como alguien menos, ¡Me usaste! ¡Nunca me contaste nada sobre esto! Se supone que soy tu compañero, ¡Y mira como me has estado tratando!

—Adrien, podemos arreglarlo...

Me intento de nuevo tomar la mano y le aparte la mano, eso que rugía dentro de mi estaba ya suelto, solo podía ver a Marinette como a una embustera, una falsa. Una sed de destruir lo que he sido, lo que soy, se apodero de mí como veneno o un afrodisiaco.

—No, no voy a arreglar contigo, ¡Es más! ¡Rompemos! ¡No quiero saber nada más de ti!

Subí a la terraza, acompañado del kwami y dije aquellas palabras que me permitían transformarme.

—Plagg... Garras fuera.

Y me transforme, pero no era como Chat noir, ni como CatWalker, un alter-ego que tuve en una ocasión. Era diferente, el traje parecía como si fuese una fina capa de llamas negras como la noche, como pelaje, y en mi pecho, por el corazón, tenía una marca verde brillante bastante profunda de la que salía como venas por todo el pecho y parte del estómago. Ví contoneándose por mi espalda baja no una cola, sino dos colas que tenían una curiosa llama verde encendida en la punta.

De pronto note que una mariposa purpura iba hacia mí y cuando se posó en el traje, se quemó y se convirtió polvo. Al parecer el traje estaba infundido en energía de la destrucción, haciéndome inmune a los akumas.

Marinette llego, la escuche y la mire con ira y su expresión era de pavor total, yo solo la vi, salte y me fui de allí para por fin acabar con quien ha estado fastidiando y por fin ser libre.

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Milán, Italia. Tiempo después de todo lo ocurrido:

Estaba tomándome un café tranquilamente, en una cafetería sencilla hasta que en eso alguien se sentó al lado mío.

Era una chica de pelo rubio ondulado hasta la mitad de su espalda, tenía una chupa de cuero negro, camiseta blanca, pantalones vaqueros y botas rojas y llevaba unas gafas de aviador negras en sus ojos, impidiéndome ver los ojos de esta.

—Tú eres el niño gato que mató a Gabriel Agreste, ¿No?

Me quede extrañado ante estas palabras de la mujer por el hecho de que sabía quién era.

— ¿Eres alguien de la Europool o qué? — cuestione.

—No lo soy, relájate. He venido porque me has interesado. Destruiste el cuello de tu padre, lo decapitaste.

Me quede en silencio y la chica me hablo.

—Mi nombre es Holly Snitfez, vengo a reclutarte para una cosa, ¿Quieres destruir a gente mala por un poco de dinero? Aunque la pasta es lo que menos te debe de faltar.

— ¿Qué otra cosa me puedes ofrecer? — pregunte.

—Una nueva identidad, una nueva vida... No ser Adrien Agreste más y ser una persona diferente.

Eso me tentó, no tenía donde ir, escapé de mi hogar antes de que la noticia del asesinato de mi padre saltase y hable.

— ¿Y a quien debo de matar?

¿Sabéis? He destruido a Adrien, ya no soy él, ya no soy débil más y nunca más lo ser.

FIN

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Consigna usada:

Cuarta Consigna: Fuerte, Gato y Destruccion.

Numero de palabras: 2507