---- MINHYUN ----

Aron y yo le explicamos a la Tía Annie que sólo estábamos jugando entre nosotros. En realidad me molesté demasiado al ver a Aron aquí, en éste planeta.

- ¿Sabes? Estamos muy molestas con tu comportamiento. Te encargamos la casa, y tú te vas a no sé dónde, y vienen unos hombres a robar.- me regañó la tía Annie.

- Lo siento.- me disculpé.

- Eres un irresponsable. Te dimos un techo y comida. ¿Así es como nos agradeces?- me siguió gritando.

- La tía Annie tiene razón. Deberías ser más responsable. - habló Abril, muy seria.

- Está bien.

Salí inmediatamente de la casa. Me dirigí a la casa de Jessica.

- No puedo creer que quieras vivir conmigo. - me decía ella.

- Si no tienes problema, puedo quedarme en tu casa. - dije - Así será más fácil entrenarte.

- Si mis padres se enteran que quieres vivir aquí, te van a linchar.

- ¿Linchar? ¿Qué es eso?

- Eres muy gracioso. - rio. - Me refiero a que no dejarán que te quedes aquí. Pero no te preocupes. Tengo un plan.

Jessica y yo faltamos a la escuela. Fuimos con uno de sus amigos, donde nos rentaron un departamento.

- Aquí viviremos... tú y yo. - me decía ella muy contenta.

- ¿Enserio? Se ve muy bien. Pero, ¿Y tus padres?

- Ellos no son mis padres, ya me lo dijiste. Además, así será más fácil entrenar.

- Me parece bien.

Decidí ir por mis cosas a la casa de Abril. Llegué por la tarde, ella aún no llegaba. Empecé a meter todo a mi maleta. Miré alrededor de la pequeña casa. Aunque era muy chica, se podía percibir cierta calidez al convivir con Abril y la tía Annie.

Me dirigía a la puerta, no sin antes darle un último vistazo a la casa. Tenía recuerdos de Abril. Me gustaba verla por las mañanas mientras me iba a despertar, o cuando cantaba mientras se arreglaba para la escuela. Sus bromas. Todo. Sonreí al recordarla.

Me sentía agradecido con ella. Me había enseñado muchas cosas de su planeta. Tomé la chapa de la puerta para abrirla, pero se abrió antes que pudiera tocarla.

Entró Abril. Venía sola, sin su tía.

- Minhyun...- miró mi maleta. - ¿Qué estás haciendo?- me preguntó.

- Me voy de ésta casa. - respondí. La miré directamente a los ojos.

- Oye, no tienes que hacer ésto. ¿Es porque la tía Annie te regañó en la mañana?

- No es por eso...- me detuve un segundo. - Bueno, dijeron que soy irresponsable. Así que no quiero causar más problemas.

- No tienes que irte, Min. Mejor hablemos de nuestros problemas. Quizá podamos resolver los tuyos. He notado que faltaste hoy a la escuela. ¿Pasa algo contigo?

- Abril, lo siento. Me voy.

- Te quiero mucho, Min. - dijo ella, al verme atravesar la puerta, me detuve nuevamente. Di media vuelta para verla.

- ¿Qué?- pregunté.

- Sé que no te habíamos dicho cuánto te apreciamos, y sé que no tienes familia para que alguien te diga lo valioso que eres. Así que, yo seré como esa familia que te hace falta. Te quiero mucho. Eres muy importante para nosotras. - respondió.

La miré nuevamente a los ojos. Me acerqué a ella.

- Te recompensaré por todo lo que has hecho por mí. Te lo aseguro. Pero ahora he encontrado la razón por la que vine a éste planeta. Así que debo irme. - dije serio.

- Me alegra que hayas encontrado algo que te haga feliz. Sólo procura no olvidarnos. ¿De acuerdo? No te cortaremos las alas. ¡Adelante!

- Gracias por entenderlo.- sonreí y ella también.

Noté unas lágrimas cayendo de sus mejillas. Pero eso no fue todo. Sus lágrimas brillaban, como las lágrimas que nosotros los hechiceros tenemos.

Me acerqué más a ella, tomé una lágrima suya.

- ¿Qué haces?- me preguntó.

- Nada, sólo...creí que tenías alguna basura en la mejilla. Será mejor que me vaya.

Salí por fin de la casa. Ella cerró la puerta. En mi mano tenía una estrella de cristal pequeña.

- No, no es posible. Su lágrima se convirtió en estrella de cristal. Sólo las lágrimas del rey suelen convertirse así. - pensé.

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- Lalastar95