----- ABRIL NICOLE ----

Mi padre subió al estrado para darle un mensaje importante a la población de hechiceros de Sorcerers World. Me encontraba abrazada por Minhyun y eso me hacía sentir muy segura y feliz al mismo tiempo. 

—He decidido que la persona que me va a preceder en el trono, será... Hwang Minhyun, junto a mi querida hija, Nicole. —habló mi padre. 

Minhyun quedó impresionado al escuchar su nombre. Realmente no se lo esperaba, ni yo tampoco. Todos aplaudieron con la noticia del rey.

—Padre... ¿Estás seguro que quieres dejarnos a cargo este planeta? —pregunté incrédula.

—Qué mejor que quede en tus manos y en las manos de mi yerno, Minhyun, quien siempre está dispuesto a sacrificarse por ti. —respondió papá.

Todos sonreímos. 

Por otro lado, Jessica se acercó a mi padre, arrodillándose ante él.

—Por favor, su majestad. ¿Podría liberar a Aron? realmente estoy enamorada de él. No puede dejarlo encerrado. —suplicó ella.

—¿De verdad lo amas? —le preguntó el rey.

—Por supuesto que sí, su majestad.

—Te daré a elegir. Tienes dos opciones: La primera es, estar a lado de Aron, pero estarás encerrada con él en esa celda. Si realmente lo amas, no te importará estar encerrada con él. La segunda opción es, te dejaré ir a la Tierra y olvidarás todo esto. Al fin y al cabo, eres una humana. Tú eliges. —respondió mi padre.

Jessica se levantó y se limpió las lágrimas. 

—Pensándolo bien, no amo tanto a Aron como pensaba. Creo que ya no estábamos bien en nuestro noviazgo. Mejor quiero ir a casa. —respondió Jessica.

Mi padre hizo un hechizo mágico y borró la memoria de Jessica, sobre lo del mundo mágico y lo que había vivido con Aron, para finalmente, llevarla a la Tierra.

Había pasado un buen tiempo, y Minhyun y yo decidimos formalizar nuestra relación. Nos casaríamos. Entré tomada del brazo de mi padre. Creo que él estaba más nervioso que yo. Caminamos hacia el altar, donde Minhyun me esperaba. Miré a nuestros lados y todos los invitados se pusieron de pie, para comenzar la ceremonia. De los invitados, la mitad eran hechiceros disfrazados de humanos, y la otra mitad eran humanos, amigos de la universidad de Minhyun y míos, los amigos de la Tía Anne, y obviamente, la misma Tía Anne, quien era la madrina de bodas. Sí, nos casaríamos en la Tierra.

Llegué finalmente frente a Minhyun. Él me regaló una sonrisa y yo hice lo mismo.

—Sé que mi hija estará en buenas manos. —dijo mi padre, entregando mi mano a Minhyun.

Ambos dimos el famoso "Sí" frente a la iglesia y todos. Nunca pensé tener este momento, es decir, a diferencia de otras chicas que sueñan con este momento desde pequeñas, siempre fui la que nunca anhelaba este momento, pero Minhyun me había hecho tragarme las palabras. 

Nos dimos un gran beso, pactando nuestro matrimonio. Mi abdomen ya se notaba más, tenía cinco meses. Todos aplaudían, mientras Min me abrazaba, acariciando mi abdomen. Estaba más que feliz por que sería padre muy pronto.

---- MINHYUN ----

Corrí como un loco después de haber salido de mi trabajo. No quería perderme el nacimiento de mi hijo. Ren me llevó en su auto hasta el hospital donde estaría Abril. 

—¡Apresúrate! —dije a Ren muy desesperado por llegar a tiempo.

—Tranquilo, amigo, Ni al trabajo llegas tan rápido. No puedo pasarme el semáforo rojo.

Después de batallar en el tráfico, por fin llegamos al hospital. Fui el primero en entrar, mientras Ren estacionaba el auto. 

Llegué hacia la habitación que me habían dicho. Ahí estaban la tía Anne, y el padre de Abril, estaban fuera de la habitación, esperando. Me acerqué a ambos.

—¿Cómo está Abril? —pregunté.

—Ella ya dio a luz. Fue un hermoso niño... —respondió la Tía Anne, muy contenta.

Después de unos minutos, por fin pudimos entrar a ver a Abril y a mi hijo.

—Es tan hermoso como tú... —Comentó Abril, mientras me daba a nuestro hijo en brazos. Pude sentir su pequeño cuerpo entre mis brazos y me sentía tan orgulloso.

—Salió con la misma belleza que su madre. —dije feliz.

—Saldrá igual de valiente que su abuelo...—mencionó el rey y todos reímos. 

Ahora éramos una gran familia, aunque yo debía estar siempre entre ambos planetas, no descuidaría a mi familia por ningún segundo. Afortunadamente el rey se alivió y pudo convivir con su nieto y con nosotros más tiempo. Eso, sin mencionar que, creo que el rey se había fijado en la tía Anne. Ambos se habían vuelto cercanos y solían salir a comer juntos en la Tierra. 

Me encontraba abrazando a mi esposa, mientras veíamos a nuestro hijo, Caleb, jugando en la sala con unos cubos de letras.

—Me parece que nuestro pequeño está jugando solo. ¿Deberíamos darle un hermanito para que tenga con quién jugar? —pregunté bromeando.

—Lo dudo. Aún es pequeño. Deberíamos esperarnos un poco más. —respondió Abril, con una sonrisa.

—Creo que no me entendiste. —sonreí.

—¿Quieres practicar hacer el hermanito?

—Si no practicamos, podría salir mal, ¿No crees?

—Tonto... Vamos... —respondió, dándome un beso. 

Ambos fuimos a nuestra habitación y lo demás, ya se lo imaginarán.

FIN

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Nota: Espero les haya gustado ésta historia. Aunque ya llegó a su fin, de verdad, les agradezco infinitamente que la hayan leído y más aun, que hayan esperado mucho tiempo para las actualizaciones. Me tardé en terminarla, pero aquí está y la pueden volver a leer cuando ustedes gusten. No olviden votar y comentar qué les pareció la historia y el final. ¡Gracias por leer!

- Lalastar95