-------- ABRIL NICOLE ----------

- Oye, Abril, ¿Dónde estabas, amiga? Se están peleando en el salón. Es un chico nuevo contra James - me hablaba mi amiga Jane

- ¿Chico nuevo?- pregunté y recordé al chico que vi y que llevé con Jessica.

Entré al salón, enmedio de la multitud y James había empujado al chico nuevo al suelo. Todos gritaban que pelearan.

- ¡James! Déjalo tranquilo - le dije

- ¿Y por qué habría de dejarlo? Intentó meterse con mi chica y trae puesto el mismo atuendo que yo

- Él no te quitará a Jessica, porque él es...un amigo mío y tiene novia - mentí - Vino a verme realmente. Ya no le pegues, déjalo

Me interpuse entre James y aquel chico. Le dí la mano al chico para ayudarlo a levantarse. Salimos del salón.

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- Será mejor que te vayas de aquí o te meterás en más problemas - le aconsejé al chico.

- Pero no puedo irme, debo estar a lado de Jessica - me respondió algo insistente

- Si, si...ya sé que te gusta mucho ella, pero tiene novio. De seguro te mintió cuando chateaste con ella por internet y te dijo que era soltera

- Tú no lo entiendes. ¡Necesito a Jessica! Ella es una persona muy importante

- Ya sé que es popular. Pero entiende que no te hará caso - lo miré de arriba abajo - O bueno, a lo mejor sí. Eres su tipo. Quizás deje a James algún día por ti

- Abril! Ya va a empezar la clase - me habló Jane

- ¡Ya voy! - le respondí - Me tengo que ir, espero haberte ayudado - dije pero él me tomó del brazo.

- Espera!, ¿Cuál es tu nombre? Soy Hwang Minhyun

- Sólo llámame Abril

- Abril, necesito que me ayudes a estar cerca de Jessica - me dijo con tanta insistencia

- No entiendo por qué te aferras tanto a ella. Creo que necesitas ir a terapia - dije burlándome y me metí al salón.

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Saliendo de la escuela, caminaba hacia casa de la tía Anne. Presentí que alguien me seguía, pero no le tomé importancia y seguí caminando.  A diferencia de la mayoría de mis compañeros, yo no tengo padres y nunca los conocí. Mi tía dice que ellos desaparecieron en un viaje y me dejaron con ella. He vivido con ella toda mi vida.

- ¿Lista para ir al trabajo?- me preguntó ella

- Así es - respondí

- Me puse a limpiar la casa, y me encontré algo que tal vez te interese

- ¿Qué encontraste?

- Una foto de tu madre

- ¿De mi madre?

- Así es... - me dio una fotografía y la miré

Nunca había tenido alguna foto de mis padres, por eso me emocioné al ver la foto. Recordé la foto que me había mostrado ese chico nuevo... Minhyun. La chica de la foto que tenía en mis manos, se parecía mucho a la chica que me mostró él en su foto. No, no podía ser. De seguro las estoy confundiendo.

- Gracias, Tía Anne

- No hay por qué agradecer

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La tía Anne siempre ha trabajado en un club nocturno como mesera, desde que tengo memoria. Desde que yo tenía 16 años, también he trabajado como mesera y cantante en el mismo club. Aunque también soy bailarina cuando lo requieren. Es algo de lo que no me gusta hablar, ni siquiera los pocos amigos que tengo lo saben.

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- ¡Quedaste hermosa! - me decía Hana, otra mesera joven que se encargaba de arreglarme cada noche, para salir a dar mi espectáculo.

- Gracias - respondí

- Enserio no sé por qué nunca te arreglas para ir a la escuela. Eres muy hermosa, con esos ojos azules. Eres todo un ángel

- Sabes que no me gusta que estén conmigo sólo por mi apariencia

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Todos me aplaudían al salir al escenario para cantar. Todos en el club me conocían sólo por mi segundo nombre "Nicole", pero en la escuela era "Abril" para todos, mi primer nombre.

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Después de una larga noche trabajando en el club, mi tía y yo regresamos a casa en autobús. Vivíamos en Los Ángeles, pero en un vecindario pobre. Aún debíamos la renta de dos meses atrasada. Necesitaba conseguir otro empleo además del que teníamos.

- No estoy de acuerdo con que consigas otro empleo. Debes ir a la universidad. Estás atrasada por dos años en la escuela

- Iré, Tía Anne. Pero no puedes mantenernos tú sola. Quiero ayudarte

- Está bien, pero no descuides tus estudios, ¿Está bien?

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Bajamos del autobús. Caminaba detrás de ella, hasta que de nuevo sentí que alguien nos seguía. En realidad me estaba asustando. Me detuve viendo detrás de nosotras.

- ¿Pasa algo, querida?- me preguntó ella

- No, tía. ¿Por qué no te adelantas? Ahorita te alcanzo

La Tía Anne se metió a la casa. Agarré una escoba que teníamos para barrer el pequeño jardín.

- ¡Maldito pervertido! ¡Sé que estás ahí! ¡Sal de una vez! - exclamé tomando con fuerza la escoba.

Escuché ruido en un árbol. Me acerqué lentamente. Estaba lista para darle su merecido al delincuente que se encontraba arriba del árbol. Empecé a golpear el árbol con la misma escoba, así hasta que cayó al fin y me di cuenta que era ...

- ¿Tú aquí? - pregunté viendo a Minhyun tirado bajo el árbol

- Golpeas muy duro - dijo sobándose las rodillas, con una expresión de dolor en su rostro.

- No puedo creerlo. Después de que te salvé de una golpiza, ¿Te atreves a seguirme hasta mi casa? ¡Eres un pervertido!- le di otros escobazos

- ¡Auch! ¡Ya basta! ¡Déjame!- suplicaba

- ¿Qué vienes a buscar a mi casa? ¿Ah?

- Te explicaré todo, pero deja de golpearme

Dejé de pegarle.

- Bien, ¿Qué es lo que quieres?- pregunté, aún con la escoba en la mano

- En primer lugar, déjame quedar en tu casa. No tengo una casa donde vivir aquí - respondió muy serio

Bajé la escoba lentamente.

- ¿Tú...tampoco tienes padres? ¿No tienes familia?- pregunté

- Aquí, en éste planeta no - me respondió

Tragué saliva al escucharlo decir eso. Le extendí mi mano para que la tomara y así ayudarlo a levantarse.

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- Tu amigo es muy extraño. No se ve que sea alguien de éste vecindario. Incluso tiene cara de alguien con dinero. Es muy guapo - me hablaba en voz baja la Tía Anne con una sonrisa en sus labios, mirando a Minhyun sentado en nuestro sofá.

- Tía Anne, no empieces a juzgar - dije tomando el botiquín de la cocina - Iré a curarle los raspones que le hice con la escoba

Me senté a lado de Minhyun.

- Muéstrame tus heridas - le dije

- ¿Heridas? No, ya no tengo heridas - me respondió

- Te pegué muy fuerte. ¿Cómo no vas a tener?

- ¿Me puedo quedar aquí? - me preguntó

- Por supuesto, hijo. Puedes quedarte con nosotras - respondió de lejos la tía Anne.

- Tía...- dije insinuándole con la mirada que en realidad no teníamos más espacio en la casa, ni para nosotras.

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Lalastar95