El mexicano soltó un suspiro, se encontraba en la base, esperando a Rusia y al otro país igual a él.

—¿Que sucede?— una pequeña persona se puso a su lado, sentándose en su hombro.
—Ah, oh nada Japón, solo espero a los otros dos...— respondió con una sonrisa, colocando su mirada de nuevo a la pared, su semblante cambió a uno serio y preocupado, estaba claro que algo no andaba bien.

—No me puedes mentir, me mirarás confundido y después vas a soltar una risa, luego, me dirás todo.— el latino la miró con su ceja fruncida junto con una sonrisa, soltó una carcajada y abrazo sus piernas.

—La vestimenta es mucho más cómoda aquí...— acomodo su cabello castaño, mirando de nuevo a la pared.
—Mi mundo fue destruido... Hace años que no teníamos ataques de su parte, pero volvieron...— hablo lentamente.

—¿Quienes?—

—Una raza llamada Kokunus...— la nipona soltó una pequeña risita.
—Si, cuando nos dijeron su nombre también nos reímos.— soltó un suspiro. —Nos atacaron con armas estúpidamente poderosas, nos defendimos... Pero no podíamos solos, yo no puedo matar a mucha gente, estábamos perdidos...— una sonrisa se asomó entre sus labios.

—Fue cuando conocí a un chico, literal, salió de la tierra, dejaba una estela de color negro a su paso, las aves morían, las flores a su alrededor se hacían marchitas...— una suave luz dorada se hizo presente en las manos del tricolor con escudo de águila.

—Una persona diferente a mi...— con aquella estela de luz, dos cuerpos fueron hechos, mostrando como se acercaban más y más, hasta el punto de tocar levemente sus manos.

Una pequeña capa de humo fue vista, cambiando de panorama.

<<Pocas veces hablaba con alguien, pero... Con él...>>

Se mostró otra escena donde se veía a un chico de cabellera blanca siendo seguido por un niño castaño, el cual tenía en sus manos una canasta con algunas frutas, ambos mirándose fijamente.

<<Siempre me preocupe por él, iba detrás suyo, le daba plantas medicinales para sus heridas...>>

Ambos tocaron de nuevo sus manos, entrelazando sus dedos para ponerse frente a frente contra aquellas naves que amenazaban su existencia.

<<Nos hicimos buenos amigos, él fue quien nos ayudó a deshacernos de esas cosas... Pero...>>

El fondo fue cambiado drásticamente a uno oscuro con destellos rojos.

<<El no debía estar ahí.>>

Aquel chico de cabellera blanca fue poco a poco siendo consumido por la ira del tiempo.

<<Esa fue... La última ves que lo vi, durante años espere y espere, quería volver a verlo...>>

Aquel chico de cabellera castaña fue visto caminando por un largo sendero, solitario.

<<Por fin lo volví a ver, nos hicimos amigos y poco después... Más que eso...>>

Ambos fueron mostrados tomando sus manos, caminando aquel sendero que antes, solo el mexicano caminaba.

Aquella estela fue disipada, Japón miró al latino, viendo como tanto México de su mundo y Rusia entraban al lugar, tomando sus manos felizmente.

—Verlos a ellos me recuerdan tanto a mí y a Rusia... Si no regreso... Todo será muy tarde...— soltó un suspiro.

Si

Perdón

Se que he estado inactiva durante mucho, MUCHO tiempo.

Solo les pido su apoyo en mis historias, intentaré actualizar más seguido.

Han sucedido varias cosas, exámenes, peleas, estrés...

En cuanto esté más calmada, actualizaré, lo prometo.

Lxs amo!