Hasta pronto Dawn [FINAL]

– Sabes que no soy alguien que guarde rencor, y lo sabes muy bien - Comenté con certeza, No le reprocho nada a él, después de todo, en aquel instante yo también me deje llevar.

Decidí meterme en algo que no debía, menos cuando estaba confundida conmigo misma y aún así lo hice. Obviamente que estaba furiosa en esos instantes. Pero después de todo, a Shadow no le importaba. ¿Qué podía decirle?

Fue solo por instinto.

Intentó mirarme de nuevo, sostenerme la mirada mientras pensaba lo que dije, en parte tengo razón. Si no puedo perdonar a Dawn, no tengo por qué perdonarlo a él. Ni a nadie más.

– ¿Qué diferencia encuentras a lo que hizo Dawn con lo que tú hiciste? - Intenté mover mis pies, me cuesta y ese cosquilleo comienza a aparecer.

– Yo...

– Te perdoné hace mucho tiempo, después de lo que pasó era obvio que estaba furiosa contigo, ¡Te fuiste dejándome sola!, Y días después me enteré de que regresaste a la tierra, ¿tienes idea de cómo me sentí? - Apreté las sábanas de la camilla, reprimiendo el dolor en mi pecho y las ganas de llorar.

– Me sentía confundido, entiendo que mis acciones no fueron correctas, mucho menos debí haberte hecho aquello. Pero...sigo sin comprender, "Dawn" ¿Por qué se ha vuelto tan importante para ti?, no deberías.

– Vi sus recuerdos como ella los míos, lo sabe todo. La conozco mejor que todos aquí y creo que debo detenerla antes de que haga lo que creo que piensa hacer. Destruir la raza humana.

Entonces debes detenerla antes de que sea tarde - Se acercó a mí, y en un rápido movimiento me cargó al estilo nupcial. Sentí su pelaje blanco en mi rostro, tan suave como lo recordaba.

– No quiero que sigas sintiendo culpa por aquello, pero eres el menos indicado para decirme a quien debo perdonar y a quien no. Qué eso quedé claro Shadow - Ascendió suspirando, estar así, es algo cómodamente incómodo después de todo.

– Quería llegar a esta plática contigo, la forma en la que te trate, pensé que te habías enfocado en olvidarlo cuando me saludaste en el elevador - Caminó sin prisa a la salida.

– Hablé como si nada por qué, tu comenzaste, ¿No lo recuerdas?, Jajaja fuiste el primero en hablarme y supuse que, tampoco querías rencores. No lo sé, solo, creo que es mejor así.

– ¿Olvidarlo? - La pregunta sonó como si pidiera a gritos que no, como si lo hubiera sorprendido aún más. Negué con la cabeza al momento en que abría la puerta.

– ¡No es eso!, Me refiero, que podemos seguir sin rencores, sin preocupaciones, ¿Qué me dices?.

– Suena bien - Sonrió de soslayo, concentrándose, lo más seguro es que use el Chaos control.

– ¿Qué pasará con la tierra?, ¿Piensas quedarte?, Tienes un trabajo y...

– No lo sé - me interrumpió - No entiendo muy bien lo que siento pero, quiero quedarme en donde tú estés. Si deseas irte, si deseas quedarte. Quiero estar contigo.

Observé sus ojos, brillantes y con emociones que nunca antes había visto en él. Puedo sentir mis mejillas encenderse y unas extrañas e incontrolables ganas de sonreír como tonta enamorada.

Mi corazón de saltos de felicidad y emoción; ¿Será que?, ¿podamos quedarnos juntos esta vez?.

Ambos desaparecidos en un instante, el brillo de la esmeralda y nos trasladamos a lo que parece ser la bodega en donde guardan las naves.

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Llegamos y lo primero que vi fueron grandes avionetas, aviones y algunos misiles. Incluyendo otras naves extrañas y con parecidos similares a algunas del doctor Eggman.

– La puerta está abierta - Dijo Shadow, observé y tenía razón, la gran puerta metálica estaba abierta, esa daba el paso al la pista de aterrizaje y despegue.

Corrió conmigo en brazos hasta llegar a la pista, donde mis amigos estaban viendo la nave de Dawn realmente asombrados. Es...demasiado grande.

La vi con un control en sus manos, estaba caminando hacia la entrada de su propia nave mientras las compuertas se abrían, dando paso a los que parecían ser luces de distintos colores y un fondo obscuro.

Se giró hacía atrás, viéndonos a todos y deteniendo su mirada en mi. Jalé del brazo de Shadow, mirándolo, le indique que me dejara bajar. Lo hizo y al instante casí caigo al suelo si no fuera por sus reflejos.

Me ayudó a sostenerme poniendo su brazo sobre mi cintura, mientras yo me sostenía de su hombro. El aire fresco que estaba provocando la nave hacia revolver mis púas.

Su mirada era anaranjada ardiente, su pelaje blanco y las líneas y dibujos azules en sus manos. Levantó ambas manos y la nave comenzó a despegarse del suelo poco a poco.

¡Humanos como ustedes no merecen vivir en un planeta con tanto que dar! - Su voz de seguro podría escucharse hasta la otra punta de la ciudad, los trabajadores y oficiales de la base comenzaron a salir y proteger este lugar de cualquier ataque.

¡Son codiciosos!, ¡son egoístas y no pueden habitar este lugar en paz!, No merecen vivir aquí ni en ningún otro lugar. - Los observó a todos, sus grandes ojos naranjas miraron a cada soldado con furia.

Intenté caminar, Shadow me ayudó hasta quedar a una distancia donde ella pudiera ponerme atención solo a mí.

– ¡No debes hacerlo Dawn! - Expulsé con fuerza, atrayendo su atención - Los humanos se equivocan, ¡Pero ellos deben de aprender!, No debes destruir una raza tan importante.

¿¡Importante?!, ¡Lo único que hacen es que cuando encuentran algo que no entienden!, Lo experimentan rosa, lo usan a su favor sin importarles los riesgos. ¡Yo por ejemplo!, Me sometieron a experimentos horribles solo para su bienestar.

– ¡Pero no es culpa de todos!, El científico Harry solo quería lo mejor para su mundo, de formas crueles con las que lo hizo, sus intenciones eran buenas, pero malas por sus acciones. Podían investigarte con una charla solamente, sin obligarte a hacer experimentos nunca más. Cualquiera puede equivocarse.

¿Intentas convencerme de perdonarlo?, Eso no funciona conmigo - De la nave salieron varios cañones de plasma destructivo.

– Te equivocas, no pido que lo perdones, digo que... ¡La humanidad tiene mucho que ofrecer!, ¡Hay gente que de verdad vale la pena salvar!, ¡Tienes que entenderme Dawn!, Este mundo puede ser mejor con las siguientes generaciones de vida.

Sus ojos anaranjados brillaron, las líneas azules de su cuerpo comenzaron a brillar y los cañones también.

¡Basta! - Escuchamos el gritó de alguíen. Avatar estaba frente a ella, mirándola y tratando de calmarla para que no destruyera este planeta.

Sus ojos se apagaron y las líneas azules bajaron un poco el color brilloso que tenían.

– Mi odio por los humanos es similar al tuyo, pero la señorita Amelia tiene razón, la humanidad aún tiene algo que ofrecerle a este planeta - Intentó razonar con ella. El punto es, ¿Funcionaria?.

No voy a quedarme en un planeta como este, es hermoso. Pero los habitantes son de lo peor - Escupió con enojo, subiendo por las rampas de su nave hasta llegar a su puerta. Avatar la miraba asombrado.

– Dawn - Susurré, podía sentir de alguna forma su temor de vuelta. Sus sentimientos a flote combinados con los míos por unos cortos segundos.

Voy a dejar este planeta, te debo una Rosa - Me observó, dedicándome un profundo gracias con una corta reverencia - Si algún día buscan un tratado de paz con seres de otros planetas, mundos, o realidades. Procuren ser pacientes raza humana, el mundo está por cambiar. Pocos serán los elegidos para proteger realmente lo que aman, ¡Protege como debe de ser!, Y si para ustedes la violencia sigue siendo la respuesta. Terminarán boca abajo.

El comandante de la base quedó realmente asombrados por sus palabras, sentí ese choqué eléctrico con ella, como si sus palabras tuvieran un cierto sentido de que algo posible se aproximaba.

– Dawn - Avatar la observo, seguía haciéndolo mientras en sus manos permanecía lo que parecía ser una pulsera en sus manos.

No volverán a encontrarme, no por ahora - Nos observó por última vez, devolviendo su mirada al lobo a un lado de ella – ¿Te gustaría dar una vuelta por el espacio conmigo? - le guiñó coqueta.

– Con todo gusto señorita - A pesar de los gritos por parte de sus servidores y trabajadores, Avatar sostuvo la mano de Dawn en cuando entraron a la nave.

Las puertas se cerraron de golpe y cuando menos lo esperábamos, fuimos lanzados hacia atrás por la corriente fuerte de aire, la nave en teoría nos tiró al suelo mientras despegaba y se perdía en los cielos.

Con algo de esfuerzo, sentí el cuerpo del azabache sobre mi protegiendo me de las rocas que había tirado.

– Se fueron - Exclamó Sticks viendo el cielo.

– Y parece que no será la última vez que los veamos. A ellos, y posiblemente, a algunos otros - Exclamó el general, asustandonos a todos.

– ¿Entonces que significa?  - Tails susurró para si mismo.

La advertencia de Dawn, realmente me deja con incógnitas y una gran lección que dar para la raza humana. No sonó como una amenaza.

Más bien pareció una advertencia.
¿Alguien más vendrá a la tierra?

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Esta historia ha llegado a su final, pero quiero decir que había pensado en hacer una segunda temporada para esta historia 7u7

Igualmente gracias a todos ustedes por quedarse a leer esta historia hasta el final, se que los llenará a algunos de nostalgia. Muchas gracias por todo el apoyo 💕

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