VI
Mientras ellos me levantaban la voz, yo los seguí ignorando, hasta,que uno de ellos me quitó la manzana y me pegó una bofetada en la nuca y me siguieron diciendo cosas con respecto a mis apodos. Acto seguido se retiraron sin nada más que decirme o hacerme.
Gracias al cielo no me golpearon como otras veces, simplemente me sacaron el almuerzo y se fueron. Pero eso no hizo que me tranquilice, teniendo miedo, haciéndome enojar y angustiarme en silencio.
Suena la campana, el receso termino, siguió la clase y yo volví a mirar hacia el exterior. Esta vez, para imaginar a los grandes símbolos del terror atormentando a los bravucones ¿Y porque no? A cada uno de los que me veían como a una especie de engendro extraño.
Michael Myers estaba masacrando a golpes a Willy, Freedy Kruger rebanaba las tripas de Sam y Jason Voorhees incrustaba su machete en el cráneo sin vida de Robbie.
Esas escenas sanguinolentas me daban mucho placer.
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