Prólogo

Oscuridad era lo único que veía, solo recordaba aquella bala traspasar su pecho, pero el dolor había desaparecido.

Por arte de magia.

Todo era oscuro, todo era negro, vacío, tristeza, soledad.

Nada.

— ¿Estoy muerto..? —se dijo a sí mismo.

— No, aún no —respondió una voz a sus espaldas, que poco a poco fue acercándose hasta volverse la figura de un rubio de ojos azules—. Pero que yo esté aquí es que pronto lo estarás.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top