Capítulo 44: Hogar, dulce hogar

La brisa acariciaba los mechones que sobresalían del gorro de lana que llevaba mi cabeza, los pies me dolían de tanto andar, la espalda también, de tanto ir encorvado, las manos están heladas, ya ni las siento, no hace mucho que las he puesto dentro de los bolsillos del abrigo..aquí todavía nieva, aunque sea enero, eso me hace recordar, dentro de poco vuelven las aburridas clases, pero es mejor centrarse en el ahora, en el presente.

Aunque, que es el presente, ¿no podría ser una percepción?, es decir, lo que acabo de hacer hace 3 segundos, ya es el pasado..¿no?, ¿no podría ser solo ayer y ser justo hoy el presente?.

No importa, lo que importa es lo que ven mis ojos, lo que está pasando ahora es el presente, y lo que mis ojos ven, son la tumba de mi madre, la enterraron en el jardín trasero de mi casa, a la cuál ni si quiera he tenido el valor suficiente para entrar, pero creo que ya es la hora, debo afrontar lo que va a pasar, no he venido a aquí para nada, para irme igual que antes, según mi padre, soy alguien fuerte emocionalmente..así que bueno, vayamos a comprobarlo.

1 paso, 2 pasos..con cada paso me alejo más de la tumba de mi madre, en la cuál he dejado una rosa roja, eso..eso es el pasado, he comprado una rosa y la he dejado en la tumba, ahora, el presente, es justo ahora, lo que hago, abriendo el pomo de la puerta trasera, entrando, el pomo está oxidado..Al pisar el suelo por primera vez en años, compruebo que la madera chirría.

Estoy en la cocina, ahí es donde me encuentro, al lado tengo la encimera, con un microondas, una nevera, horno, y una mesa de madera sucia..No veo esta casa desde que me tuve que mudar por el incidente con Ryu.

Paso al salón, y veo que el sofá tiene varios agujeros, la tele está rota, está caída en el suelo..alguien entró aquí y decidió romper la tele, ya que no recuerdo que yo o mi padre la rompiese.

Luego, ahí estaban las escaleras que llevaban a mi habitación, decidí subirlas, y abrir la puerta, cuando entré, estaba todo casi igual, menos por el color de las paredes, antes todo era de un color rojo fuerte, y ahora es todo gris verdoso polvoriento..un momento, ni si quiera es color, es solo que empapelaron la pared, se nota, además, hay unos cuántos pequeños agujeros, dejando ver el rojo polvoriento y ahora más feo que nunca.

Seguía estando el mueble de la cama, e incluso los cajones marrones, que ahora eran grises.

Había varias cucarachas, pero las ignoraba.

Después miré mi mesita, donde dejé el objeto más importante..no pensé que lo encontraría..Ahora lo recuerdo, yo dejé un tarro de mermelada aquí, junto a la foto mía y de mi madre..e incluso juré volver para llevarla a mi casa.

El tarro de mermelada debe estar cerca..¡Allí estás malnacido!.

Cogí el tarro y lo abrí rápidamente, después comencé a lamerlo..era la mermelada casera de mi madre, el último bote.

No dejé ni un rastro de ella, me la comí entera, entonces fue cuando comencé a notar pelos en mi garganta, y nauseas.

Me fui a donde recordaba que era el baño, pero me equivoqué, y acabé vomitando en la habitación de mis difuntos padres.

-Ahhh-. 

Cuando estuve mejor, me levanté y me limpié con la manga del abrigo, aproveché que ya estaba aquí, y decidí ver un poco más de la habitación.

Paredes empapeladas, ausencia de cama matrimonial, suelo polvoriento, cucarachas, lo único que había aquí era el mueble de la cama, nada más.

Salí de la habitación, es más, salí de la casa, esta vez por la entrada principal.

Me alejé bastante, y después miré detrás mío y la observé, era la única en esta especie de bosque, antes había una carretera aquí que llevaba al colegio, pero ahora, no creo ni que este el colegio, me fijé en algo en lo que no me di cuenta, y es que todavía está el columpio en el que yo me columpiaba de pequeño.

Me acerqué corriendo a él, estaba oxidado, pero me daba igual, uno de los dos asientos estaba roto, así que me senté en el otro, y comencé a moverme, pero al mínimo movimiento que hice, el columpio se rompió, haciéndome daño en el trasero.

-Au-. Dije con seriedad.

Me levanté de allí, y eché un último vistazo a la casa, después me dirigí..a no sé donde, supongo que al aeropuerto..no lo sé..Porque es que ahora mismo no estoy, ahora mismo vivo en el pasado.

Esperando a que llegue el momento de vivir el presente.










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