Capítulo 2

Alice se encontraba preparando lo necesario para la expedición que se haría al día siguiente. Preparó un bolso con lo necesario como palas, linterna, brocha para sacudir, botiquín de primeros auxilios, cámara, libreta y bolígrafo. También preparó ropa de expedición, el cual era de un color beige y unos zapatos de montaña, además un sombrero de safari.

Tras preparar sus cosas de mañana, Alice procedió a darse una ducha, no fue muy larga pero era para poder mantenerse limpia y fresca por la noche. Se colocó la pijama y cepilló sus dientes antes de entrar a la cama, era cómoda y cálida.

La chica se acurrucó entre las sábanas y cerró los ojos tratando de dormir, pero le era imposible, el hecho de saber que mañana sería su primera expedición la emocionaba al punto de no dejarla conciliar el sueño.

- Cielos, no puedo dormir - Susurró la pelinaranja mientras se removía en la cama tratando de buscar la posición más cómoda para poder conciliar el sueño, pero por más que lo intentara no lo lograba.

La de ojos caramelo sin encontrar alguna solución sólo cerró sus ojos y respiró profundo, pensaba en algo que la entretuviera, como por ejemplo su amor platónico Light Yagami.

El castaño era un joven que asistía a algunas clases en el mismo salón que ella, era un joven inteligente y bastante hábil siendo siempre el mayor promedio en toda la universidad, siendo Alice la segunda que ocupaba ese puesto. Light era carismático y amable, aparte de su gran atractivo, también tenía muchas otras cualidades. Pero era un sueño imposible, pues aquel castaño era novio de la idol Misa Amane. Alice simplemente no podría ser rival para ella, o eso pensaba.

Misa era muy hermosa y famosa, pero no poseía las grandes cualidades que la pelinaranja poseía.

Belleza, inteligencia, talento, ingenio, creatividad, originalidad, amabilidad, bondad, alegría, optimismo, dulzura. Esas eran algunas de las cualidades que describían mejor a Alice Bosconovich. Claro, no todo en ella era bueno, también era torpe, ingenua, confianzuda, llorona, olvidadiza y despistada.

La chica aún recordaba cuando conoció a Light por primera vez.

*Flashback*

Era el primer día de clases en la Universidad de Tokio después de las vacaciones de invierno. Sería una nueva primavera para los jóvenes de primer año.

Alice había sido uno de los promedios más altos de todos los exámenes teniendo calificación perfecta junto a otros dos chicos: Light Yagami y Hideki Ryuga.

La chica usaba un traje negro con falda plisada, medias largas con zapatos de muñeca negros.

A su lado se encontraban los jóvenes que habían obtenido la perfecta calificación al igual que ella, se trataba de un joven de cabellos y ojos castaños, y un joven de ojos y cabello completamente negros con ojeras bastante marcadas.

Ambos chicos conversaban por lo bajo, algo que Alice simplemente no podía escuchar. Ella y aquellos chicos debían dar el discurso de apertura por ser los que obtuvieron calificación perfecta en todas las asignaturas. Tras el final de la ceremonia la chica suspiró y sonrió, la ponía un poco nerviosa al ser su primer día, solía ser muy tímida con las personas al momento de conocerlas.

La joven caminó por los alrededores de la institución explorando el campus y las instalaciones que tenía aquel enorme lugar, se sentía realmente emocionada.

Al caminar de espaldas por estar mirado el lugar chocó contra alguien, se sentía más como un pecho masculino.

- Lo lamento - Dijo ella volteando para disculparse con la persona con la cual había chocado. Se trataba de aquel chico de calificación perfecta, Light.

- No te preocupes por eso, parece que quedaste maravillada con el lugar - Dijo el castaño amablemente mientras tenía una leve sonrisa en su rostro. Su tono de voz era suave y refinado.

- Aún así, lamento la molestia, no pretendía chocar contigo - La chica hizo una reverencia en modo de disculpa tras esas palabras.

- No ha sido molestia - Dijo negando con sus manos - Soy Light Yagami, un placer - Dijo extendiendo su mano hacia ella.

- Alice Bosconovich - Dijo la pelinaranja, estrechando la mano de Light, con una sonrisa sincera asomándose por sus finos labios.

- Oh, tú fuiste la única chica que tuvo una calificación perfecta -

- No es la gran cosa - Pronunció apenada rascando su mejilla y desviando la mirada.

- Vaya que eres modesta, Bosconovich, no pretendía incomodarte - Dijo el castaño rascando su nuca apenado.

- Para nada - Dijo ella sonriendo.

*Fin del Flashback*

Después de aquel momento la chica asistía a algunas clases con Light, no solían hablar mucho, de hecho, muy rara vez hablaban a menos que fuesen cosas de la universidad.

Ante aquellos recuerdos, sin notarlo, había caído en los brazos de Morfeo quien la arrullaba con una dulce melodía.

Al día siguiente a primera hora, todos los estudiantes partieron al Monte Olimpo. Allí cada quien comenzó a hacer su propia búsqueda por los alrededores de aquel gran y majestuoso monte.

Alice al ser hija de arqueólogos, buscaba los lugares que se vieran con posibilidades de tener algo oculto en sus tierras, hasta que un pequeño brillo llamó su atención, pero ese brillo estaba lejos del grupo.

Al ser una chica curiosa, Alice se dejó guiar por el brillo a través de algunos arbustos de por allí. Ese brillo la llevó hacia un lugar sin salida, era como una clase de acantilado, pero no tan alto. En la pared que estaba frente a ella habían varias letras escritas, pero estas se encontraban en latín por lo cual no pudo entenderlo.

La chica se acercó al lugar de donde provenía ese pequeño brillo, se acercó a la pared, allí había un pequeño túnel cubierto por una roca.

- ¿Qué será? -

La de ojos caramelo empujó la roca que cubría el túnel con cierta dificultad, pues esta era bastante pesada. Al lograr mover la roca pudo ver lo que parecía ser una caja.

- ¿Qué hace esto aquí? - Preguntó mirando la caja dentro del túnel.

La chica sacó esa caja del lugar y la miró, estaba cubierta de polvo. La chica sacó la brocha y sacudió aquella caja, la cual resultó siendo un cofre.

No era una cofre muy grande, se podría decir que era rectangular, de largo medía aproximadamente veinte centímetros y de ancho unos quince centímetros. Esta era de oro y en la parte de la tapa tenía un sol tallado. También tenía una cerradura en forma de sol.

Alice rebuscó en aquel pequeño túnel tratando de encontrar una llave, teniendo éxito en ello. Era una llave dorada en forma de sol. Quiso proceder a abrir el cofre.

- ¡Alice! - Exclamó su madre corriendo hacia donde se encontraba ella, deteniéndose a un par de metros de su hija.

- Mamá ¿Qué sucede? - Preguntó la de rizos naranja volteando hacia su madre.

- Estaba tan preocupada - Dijo la mujer de cabello azabache con cierta preocupación en su voz - ¿Por qué te alejaste del grupo? - Preguntó seriamente.

- Lo siento, vi algo que me llamó la atención - Se disculpó la de rizos naranja agachado la mirada con arrepentimiento.

- No vuelvas a preocuparme así - Dijo su madre con una sonrisa - Ven, tenemos que volver con tu padre y tus compañeros - Dijo la de cabello negro caminando en dirección hacia donde se encontraba el grupo.

- Sí -

Alice miró el cofre de oro y lo tomó guardándolo en su mochila, la llave tenía una cadenilla por lo cual se colgó la llave en el cuello, y así, siguió el camino que había tomado su madre para reunirse con los demás.

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