• 7 •

- Hey...zai... - Dazai no entiende como termino observando el cielo cuando hace solo unos segundos estaba de pie - ...¡Dazai! – ese último grito logro traerlo de regreso a la realidad, encontrándose de frente con los preocupados ojos azules - ¿Estas bien? Te pegaste muy fuerte en la cabeza – le comento con una mueca

- ¿Chuuya? – espeto sin dejar de mirarlo ¿Por qué estaba en el suelo?

El pelirrojo suspiro aliviado, sentándose al lado de Dazai en el suelo

- Enserio, no pensé que te fueras a desmayar – espero que le gritara o desapareciera, pero, solo pudo observar consternado como se desmayaba en medio de la calle, tuvo que arrastrarlo hasta la orilla para que los autos no le pasaran por encima

- La muerte no se desmaya, solo estoy descansando – apelo, pero se quedó recostado en el suelo sin dejar de mirar ese hilo rojo que no había desaparecido incluso cuando el pelirrojo ya no le tenía aferrado

- Que idiota, Dazai – la risa del muchacho sonó como campanas llenas de melodías -¿Necesitas un tiempo para procesarlo? – Chuuya estiro su mano acariciando su cabello con una bella sonrisa

El castaño se le quedo mirando fijamente

- Sabias... ¿Qué uno de cada 10 crímenes se hacen en nombre del amor? – susurro cerrando los ojos ante la caricia llena de cariño en su cabello – Creo... que empiezo a entender porque lo hacen

- No es mi culpa que ellos confundan el amor con el enamoramiento – espeto Chuuya con una ceja alzada, aunque no dejo de acariciar el cabello del castaño, quien con lentitud alcanzó esa mano, sujetándolo en la suya sin procesar del todo lo que acababa de ver

.... ¿El amor era su alma gemela?

No... en primer lugar ¿Por qué la muerte tenía alma gemela?...

- Yo...yo - ¿Podía desmayarse dos veces seguidas? – Tiempo... necesito tiempo – Kunikida debía estar riéndose en algún lugar del mundo

Chuuya se rio divertido

- ¿Cuánto tiempo? – comento en cambio con una bella sonrisa

Dazai se incorporó bruscamente a una posición sentada quedando frente a frente con Chuuya

- ¿Unos días?

Amor alzo una ceja ante eso

- Bien, ya esperé un poco más de 100 ¿Qué importa unos días más? – esas palabras desconcertaron aún más a Dazai

- Un poco... mas de 100 años – repitió muerte sin dejar de mirarlo - ¿Chuuya ya sabía de mí?

El pelirrojo pensó en como contestar a eso... era algo...complicado

- Siendo sincero...no pude ver mi hilo rojo hasta que estuve lo suficientemente cerca de ti - sonrió algo avergonzado – Así que, antes de eso, no estaba buscando a mi alma gemela... y maldición... ¿Cómo iba a sospechar que la muerte lo era? ¿Cómo voy a buscar algo que nunca imagine? ¿Comprendes lo que trato de decir? Eres uno de los grandes... y ¡Mi imaginación no es tan amplia! ¡No me desperté un día y dije "Quiero tener un fetiche con la muerte"! ¿Entiendes lo raro que suena? Durante siglos te imagine como un montón de huesos, vestido de negro y con hacha gigante ¡¿Cómo iba a fantasear con algo así?!

- Guadaña – corrigió Dazai aguantándose la risa por el modo en que Chuuya estaba explicando todo

- Eso mismo, mierda, no tengo fantasías con esas cosas – suspiro Amor, antes de que una sonrisa se apoderada de sus facciones – Pero... cuando tuve la oportunidad de estar cerca de tuyo... - una pequeña risa escapo de sus labios – Me sentí idiota por imaginarte como un esqueleto – su mirada sostuvo la de Dazai – Eres malditamente guapo, creo que me hubiera enamorado de ti incluso sin que fueras mi alma gemela

Dazai lo quedo mirando fijamente ante esas ultimas palabras

- ¿Me amas? – no quería que su voz sonara tan temblorosa como salió, pero, no pudo evitarlo, no cuando por fin lograba reconocer aquel sentimiento que tenía Chuuya cada vez que sus ojos se encontraban

El pelirrojo le sonrió con dulzura

- Amo a Dazai desde el primer momento que lo vi sonreír – fue un susurro que parecía querer dejar en un secreto solo para muerte – Tu sonrisa es algo que mantengo siempre en mi corazón, luego amé tus ojos, me gustaba verlos brillar cada vez que leían un libro o miraban el cielo nocturno – Chuuya en ningún momento alejo la mirada de la del castaño, queriendo demostrarle su sinceridad – Son tantas cosas, Dazai, podría estar todo el día diciéndolas para ti - Su voz estaba plagada de un sinceridad y cariño que solo hizo que el castaño alejara la mirada avergonzado – Pero, la primera vez que te vi, desapareciste frente a mis ojos antes de que pudiera alcanzarte... tengo prohibido ir a esa dimensión tuya o de cualquiera de los poderosos – su voz se apago un poco ante eso – Asi que, me prometí... que la próxima vez que te viera... te alcanzaría y te diría todo – se rio sin humor – Solo que para entonces, ya no podías verme, por mucho que te hablara... por mucho que tratara de tocarte... era como si no existiera - Por primera vez Dazai vio a Chuuya romperse un poco, sus ojos se veían opacados por un sentimiento de derrota Me negabas con tanta fuerza que deje de existir en ti – aquella sonrisa triste que le mostraba desde que se conocieron se dibujo en sus labios – Supongo que sabes cuándo dejaste de verme...

Dazai apretó los puños con fuerza ante eso

- Cuando Atsushi se rompió – admitió, dejando caer sus hombros con fuerza

El pelirrojo sonrió con tristeza ante eso

- Te doy miedo ¿Verdad? – Chuuya se dejo caer contra Dazai abrazándolo en busca de consuelo

- El amor... es aterrador... más que la muerte – admitió Dazai, envolviéndolo con sus brazos, era tan extraño sentir a ese hermoso ser con tanta tristeza

- Solo soy aterrador con aquellos que no pueden cuidarme – murmuro cerrando sus ojos en comodidad - ¿Puedes hacer eso por mí?

Dazai se rio en voz baja ante eso

- Supongo que te lo debo por ignorarte por 100 años – aun cuando estaba sonriendo lo abrazo con más fuerza – Pero...no bromeaba cuando te dije que necesitaba tiempo... tengo un pequeño detalle que arreglar con destino

Chuuya se separo un poco para mirarlo a los ojos

- No puede cortar el hilo, Dazai, solo yo puedo – amenazo con sospecha – Y te sacare el corazón si piensas si quiera en preguntarme por ello

- ¿El amor debía ser tan agresivo? – comento el castaño con una ceja alzada

- Si – gruño Chuuya con molestia – Créeme, puedo matarte de dolor si así quisiera

- No puedo morir

- Pero te causara el suficiente dolor como para desear morir, idiota – aunque decía eso, sus ojos estaban asustado de lo que podría querer Dazai de destino

- No quiero cortar ese hilo, Chuuya– tranquilizo con una sonrisa suave – Quiero estar contigo, no soy tan cobarde como para negar lo que está frente a mis ojos – acuno el rostro de Chuuya entre sus manos – Pero, por ahora, puede que tu amor si me vuelva un esqueleto por el dolor – sentencio

Esas palabras si hicieron que amor lo mirara lleno de confusión

- Dejar de verte no fue lo único que paso hace 100 años – se explicó dejándolo ir de entre sus brazos – Desde entonces, se me negó por completo tener acceso al amor, Chuuya – mientras decía eso subió manga de su camisa, comenzando a quitarse de encima las vendas que envolvían esa área – Es una maldición, es como lava en mis venas cada vez que me expongo demasiado a cualquier tipo de amor – termino por decir cuando quedaron a la vista las cicatrices negras en su brazo – El amor duele ¿Verdad? - estaban por casi todo su cuerpo, tarde o temprano cubrirían su rostro por completo

El pelirrojo las miro sorprendido, estirando su mano para tocar la piel expuesta, pero deteniéndose a mitad de camino por miedo a hacerle aun mas daño

- Esta bien, puedes tocar - comento, observando como el pelirrojo cedía a su curiosidad, tocando con la punta de sus dedos cicatrices

-...El amor no debería doler – murmuro amor tratando de encontrar alguna señal en el rostro de Dazai quien solo le sonrió – Esto... es terrible

- Esto me lo cause yo, Chuuya – señalo con un suspiro – En realidad, no me importaba hasta hace poco – Vaya anécdota el que le empezara importar cuando conoció directamente a amor

- Destino tiene la solución ¿Verdad? – Chuuya se encontró con su mirada

- La tiene – contesto con calma, colocando el cabello rojizo que el viento había desordenado tras la oreja de Chuuya - ¿Puedes esperar hasta que habla con él?

Chuuya se rio ante eso

- ...Puedo esperar mil años más por ti y quizás mil después de esos – las mismas palabras que le había dicho y auto repetido por cada año que pasaba - Pero a cambio...ven a buscarme tu esta vez, ven cuando sientas que estas listo... cuando esas marcas hayan desaparecido – sostuvo la mirada de la muerte unos minutos más, como si quisiera recordarlo en su corazón para siempre– Y... no me niegues esta vez, no quiero que vuelvas a pasar por mi lado sin poder verme – termino por decir con una sonrisa, besando la mejilla de Dazai antes de desaparecer del lugar 

Gracias por leer ❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top