CAPÍTULOㅤㅤㅤ1
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ㅤㅤㅤJASPER HALE CAMINÓ por el bosque. Un recogido atrapaba su cabello rubio, que chocaba contra su nuca. Mientras, Emmett, Rosalie y Alice caminaban detrás de él.

- ¿Qué estamos buscando otra vez? - se escuchó que decía la hermosa voz de Alice. Se oían sus ligeros pasos al lado de Rosalie, cerca de un grupo de árboles.

Jasper no le respondió hasta que sus ojos dejaron de mirar el suelo del bosque. Buscaba algún pliegue que le desvelara lo que andaba buscando.

- Jasper - dijo Emmett, haciendo que el rubio vampiro mirase hacia arriba. Emmett estaba a unos pocos metros. Su gran cuerpo contrastaba con los árboles delgados que lo sostenían -, creo que la encontré.

A ella.

Jasper casi se estremeció ante la mención. Pues sabía que aquella chica atrapada dentro de la tumba había sido enterrada bajo siglos de odio y resentimiento.

Charlotte Everett siempre sería una chica a la que Jasper no podría olvidar. Ella manchó con cada toque sus recuerdos pasados. Tenía un rostro inolvidable, que se había grabado en la mente de Jasper.

Sus manos colocaron las cadenas alrededor de su cuerpo en un agarre firme, mientras María enterraba a la única persona que la había amado plenamente. Le llevó años darse cuenta de que nunca había amado a María, solo pensaba que lo hacía. Charlotte, sin embargo, la había amado con todo su corazón. María, por el contrario, estaba demasiado ciega para ver nada más allá de su propio ego y su hambre de controlar el mundo.

Jasper caminó hacia Emmett, agachándose en el suelo mientras empezaba a quitar las malas hierbas de la tumba de Charlotte. Era tal como Jasper lo recordaba hace años; en sus piedras, estaba tallado el escudo del aquelarre de María. Lo que probaba que ella podía atrapar a Charlotte tal y como lo había hecho.

Un pliegue se hizo visible en la tierra, a medida que Jasper cavaba más profundamente con sus manos ahora sucias. Finalmente, colocó una de sus frías palmas sobre la tapa de la tumba. Aquella tapa estaba encantada, por lo que no importaba cuánto gritase Charlotte. Nadie habría sido capaz de oírla; ni siquiera los vampiros.

- Ayúdame a abrir esto. - dijo Jasper, tratando de levantar la losa de mármol con la punta de sus dedos.

Rosalie y Alice miraban desde los árboles, con curiosidad por ver como Emmett ayudaba a Jasper a levantar la losa de mármol. La oscuridad era todo lo que podían ver en la tumba, seguida del olor a moho y podredumbre.

Frunciendo el ceño, Jasper intentó pensar si María había hecho múltiples tumbas para todos sus enemigos cuando un puño cual tiza blanca salió de la oscuridad y lo lanzó de espaldas a un árbol. El árbol se partió por la mitad y cayó a tierra provocando un fuerte estruendo.

Jasper refunfuñó. Le dolía la cabeza con solo ver la silueta de la mujer que portaba aquel destartalado vestido azul, levantarse de la tumba. Charlotte se quedó quieta como una estatua, con su cara hundida alrededor de sus pómulos, ojos y labios.

Parecía un esqueleto, pero aún tenía una capa de fina piel; como papel que cubría cada centímetro de su cuerpo. Gruesos mechones de cabello castaño caían enmarañados sobre sus hombros, llenos de ramitas y escombros. Un gran gruñido brotó de la garganta de Charlotte; era un sonido tan amenazador que hizo que Jasper se hiciera una idea instantánea de cómo debe sentirse el infierno.

Una ola de resentimiento casi logró que Jasper se ahogara. Era un sentimiento pútrido, plagado de rabia, tristeza y sed de venganza. Charlotte lo miró fijamente con ojos rabiosos, mientras intentaba buscar una sola debilidad para derribarlo.

- Está enfadada. - dijo Emmett, justo cuando Charlotte empezó a correr en dirección a Jasper. Sus piernas esqueléticas parecían estar apunto de romperse conforme a cada pesado paso que ella daba en su dirección.

Estaba a unos pocos centímetros cuando Rosalie extendió su brazo, envolviéndolo alrededor de la delgada cintura de Charlotte. Impidiéndole gracias a su fuerza, hacer más movimientos en dirección al vampiro.

- Charlotte. - dijo Jasper, haciendo que la chica gruñera más violentamente desde los brazos de Rosalie.

Jasper no se dejaba llevar por el sonido. Y, si lo hacía, no lo aparentaba. En cambio, caminó hacia donde Rosalie sostenía a la chica con brazos de hierro -. Charlotte, di algo. Necesitamos saber que puedes entendernos.

Charlotte apretó los labios. Jasper frunció el ceño, apretando los dientes. Debería haber sabido que la morena sería complicada. Entonces, se encontraron con que Charlotte habló de repente. Su tono tan venenoso como la mordedura de una serpiente -. Te odio.

Jasper, que sintió la verdad detrás de sus palabras, asintió con la cabeza -. Comprensible.

Charlotte generó un sonido de desagrado proveniente de lo más hondo de su garganta. Trató de golpear una vez más a quien le impedía llegar a él, su cuerpo temblando aún con el aire de México. Sin embargo, Jasper sabía que Charlotte no temblaba porque tuviese frío.

Alice miró a Jasper con ojos preocupados. La voz del vampiró flaqueó, para finalmente decidirse por apartar la vista del rostro de Alice -. Necesitamos tu ayuda.

Charlotte temblaba suavemente entre los brazos de Rosalie, haciendo que la rubia vampiresa apretase aún más sus brazos alrededor de la temblorosa chica. Charlotte se mofó enérgicamente, con un sonido desagradable que provenía de su garganta seca.

- ¿Ayudarte a ti? ¿Quieres que yo, te ayude a ti? - Charlotte mantenía su cuerpo tenso.

- Alguien que conocemos está muriendo. - dijo Alice, con sus dorados y brillantes ojos fijos en ella. Intentó acercarse a Charlotte, pero un gruñido de la peligrosa morena le hizo replantearse la acción.

- ¿Es esa persona importante para ti?- preguntó Charlotte, contemplando a Jasper durante aquel extraño momento de cordura.

Jasper asintió con la cabeza -. Es mi cuñada.

Charlotte sonrió, antes de responder -. Espero que muera lentamente, entonces.

Los labios de Alice dejaron salir un sonido ahogado. Mientras, Jasper sintió la satisfacción brotar en potentes olas provenientes de Charlotte. La morena quería causarle dolor de cualquier manera que pudiera. Si eso significaba ir tras su familia, estaba dispuesta a hacerlo.

- Ayúdanos y te daremos lo que sea. - suplicó Jasper, acercándose a ella.

Charlotte apretó su mandíbula -. Quiero lo que siempre he anhelado durante los últimos siglos que me has tenido encerrada ahí abajo.

- María, ella. . .

- ¡No quiero a María! - Charlotte le gritó. Luego sacudió la cabeza, mirando en dirección a este de forma enérgica -. Que se joda María. Espero que la hayan despedazado pieza por pieza. Yo quiero libertad. Siempre he querido libertad.

- Tienes que ayudar a Bella primero. - acotó Alice, ganándose otra mirada de Charlotte.

- Tengo que alimentarme primero - comentó, echando un breve vistazo a su piel, cuya textura era similar a las alas de una abeja -. No seré de ninguna ayuda así.

Rosalie sacudía la cabeza, mirando a sus hermanos -. De ninguna manera. Edward no permitirá que alguien que no conoce esté cerca de Bella. Especialmente alguien que no se ha alimentado en años.

- Carlisle querría que la ayudáramos - declaró Emmett -. Tenemos que intentar. Tal vez ella es la única que puede ayudar a Bella. Quiero decir, para eso la liberamos. ¿Verdad?

Jasper asintió con la cabeza -. Emmett tiene razón, Rose.

Alice se mordió el labio inferior, pensando en aquello -. Tendremos que vigilarla.

Rosalie frunció el ceño -. No me gusta este plan. No pienso vigilarla ni un solo minuto. Si la dejamos entrar en nuestra casa, matará a Bella y a su bebé.

- Rose - dijo Alice, dándole a la rubia vampiresa una mirada significativa -, déjalo ir... solo por ahora. Hasta que Edward haga alguna aportación al respecto.
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Hubo demasiado silencio cuando comenzaron a caminar de regreso al auto.

De alguna manera, Emmett había logrado convencer a Charlotte de que aceptara que la llevara en sus brazos. Charlotte permaneció en silencio todo el viaje. Su cuerpo seguía temblando incluso cuando la subieron al auto con ellos y la pusieron entre Emmett y Alice, ambos alejándola de las puertas.

Llevó horas. Horas despiadadas para Charlotte, que lloriqueaba suavemente mientras el hambre la ponía al límite. Emmett la llevó dentro de la casa. Aunque no la acercó a ningún lugar contiguo a donde estaba Bella, el olor de la humana hizo que la morena siseara y gruñera al ser colocada en el dormitorio de invitados.

Después de veinte lentos minutos, en los que Emmett sujetó a Charlotte contra la pared, Carlisle bajó, sosteniendo en sus manos dos tazas de sangre provenientes de la nevera.

Charlotte le arrebató la bebida de la mano. Bebió a tragos tan rápidos, que se ahogó un poco por la prisa. Su piel comenzó a recuperar aquel suave color caramelo de siempre, y para cuando ella empezaba a recuperar su salud de antaño, tomó la segunda copa de Carlisle. Una vez que terminó, se recostó contra la pared del cuarto de huéspedes.

Sus ojos vagaban aturdidos. Miraban la habitación con un cierto tipo de "asombro" que obligó a Jasper, a recordar que Charlotte no había visto la sociedad en años. Todo era nuevo para ella, y poco a poco tendría que acostumbrarse a todas esas cosas nuevas.

El mundo del que había sido excluida, ahora era diferente.

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- ¿Cuál es tu don? - preguntó Edward, mirando a la morena.

Charlotte miró a Edward con sus ojos rojos. Después de que la sangre de animal hubiese entrado en su sistema, el negro que una vez cubrió sus pupilas se vio desangrado. Charlotte frunció los labios en un gesto que, francamente, la hizo lucir atractiva.

- Ella puede manipular la energía - Jasper habló por Charlotte, al presenciar el silencio por parte de esta -. Puede disminuir o aumentar el poder de cualquier vampiro con un don. En nuestro tiempo juntos, solía apagar la empatía por mí cuando teníamos que reclutar neófitos. Así evitaba que me sintiera culpable por hacerlo.

- ¿Y para los humanos?

- Puedo aumentar su fuerza, resistencia y salud. - dijo Charlotte para que Jasper no tuviera que hacerlo. Ella no se encontró con sus ojos esta vez, sino que solo vio los de Edward -. Puedo hacer que la vida de esa humana de arriba sea un poco más fácil de manejar. Especialmente ahora que su resistencia está fallando.

- ¿Qué es lo que quieres? - preguntó Edward, haciendo que Charlotte se pusiera tensa.

- Quiero libertad. - dijo Charlotte. Sus ojos rojos miraban el alfombrado suelo de la habitación de invitados. Tenía gotas de sangre de cuando le arrebató la copa de la mano a Carlisle, en su apuro por beber el contenido.

- Si lastimas a Bella...

- No lo haré. - dijo Charlotte en voz baja, interrumpiendo a Edward -. No asesino a gente inocente.

Jasper se puso tenso ante las palabras de Charlotte. El código moral de Charlotte, aquel que le impedía asesinar a gente inocente, fue el que la llevó al aprieto en el que se encontraba en aquel momento. Había decidido renunciar a todo, a siglos de su vida, para quedarse sin la sangre de una inocente manchando sus manos.

Edward debió haber estado mirando los pensamientos de Jasper, pues estaba mirando los ojos de Charlotte. Una nueva emoción brillaba en estos.

- Muy bien - estuvo de acuerdo, con la postura aún rígida -. Si ayudas a Bella a superar este... embarazo, te dejaremos ir después.

Todo lo que Charlotte hizo fue asentir con la cabeza.

- Charlotte está tan débil como Bella. - informó Jasper -. Estuvo en una tumba durante cientos de años. Sin nada ni nadie. Necesita estar más saludable antes de poder empezar a marcar una diferencia en la salud de Bella.

- Tenemos más sangre en la nevera. - dijo Edward, parado en medio de la habitación -. Puedo conseguirle un poco, para que esté sana. Carlisle puede empezar a hacerle más pruebas a Bella mientras tanto.

- Quiero ayudar. - susurró Charlotte suavemente. Casi para sí misma. Se veía tan pequeña y delgada...

Fue entonces cuando Edward leyó sus pensamientos. Notando que no eran otra cosa sino puros. En el fondo sabía que eso cambiaría cuando ella, finalmente, pudiera pensar con claridad. Pero de todas formas, asintió con la cabeza, ofreciéndole una sonrisa a Charlotte.

Alice parecía ser uno de los pensamientos de Edward, pues se volvió hacia su hermano adoptivo. Una suave sonrisa rozaba sus labios, como si supiera algo que los demás no sabían. Sus ojos escudriñaron a Jasper, y ella sonrió aún más.

- Ella marcará la diferencia. - dijo Alice, logrando que Jasper arquease una ceja en su dirección.

Edward miró fijamente a Alice durante unos segundos, ahorrándole a Charlotte otra mirada antes de salir de la habitación de invitados. Alice y Emmett pronto lo siguieron, dejando a Carlisle agachándose frente a Charlotte para examinarla.

Con una última mirada a la morena, Jasper salió de la habitación. Tendría cosas que decir sobre el pasado que volvía a atormentarle. Además, en su caso; su pasado estaba en la habitación de invitados, dispuesta a ayudar al único hombre que alguna vez la había dejado indefensa.

Charlotte había pasado años sufriendo. Y aún así, ella seguía siendo amable.
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⡛⡛ꪾꪷ͢꧇:historia original de seIcouth:🍲❟ㅤ

Bueno, este es el comienzo oficial de Deathㅤ
Hours, a partir de aquí iremos acorde aㅤ
la trama de Amanecer parte I, aunque enㅤ
este primer acto lo más importante no vaㅤ
a ser la relación entre Rose y Charlotte.ㅤ

Como habréis notado, Charlotte no está delㅤ
todo bien después de lo que le pasó, asíㅤ
que claramente tiene que superar a Maríaㅤ
primero. Ah, y claro, su resentimientoㅤ
hacia Jasper, que es mucho xd.ㅤ

Pero bueno, gente bella, estaré leyendo losㅤ
comentarios para contestar todas lasㅤ
dudas que hayan podido surgir. Espero yㅤ
hayas disfrutado del capítulo, nosㅤ
leemos en el próximo. ♡ㅤ