Extra 01

Después del caos y la tragedia, Yoongi decidió mudarse a las afueras de la ciudad. La tranquilidad del campo y la distancia de los recuerdos oscuros eran lo que necesitaba para intentar sanar. O al menos, eso pensaba.

En su nueva y solitaria cabaña, lejos del bullicio, Yoongi intentaba reconstruir su vida. Pero las noches eran largas y silenciosas, dejando mucho espacio para los pensamientos perturbadores. Los recuerdos de Jimin, su mirada desquiciada y los últimos momentos de Taehyung, se volvían más vívidos con cada día que pasaba.

Una noche, mientras la luna llena iluminaba débilmente el interior de la cabaña, Yoongi sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Se giró y, en la penumbra, vio una figura familiar. Era Jimin, o al menos, su espectro. Su figura era etérea, pero su presencia era inconfundible.

"Yoongi... ¿Por qué me dejaste?", susurró el fantasma de Jimin, su voz resonando en el silencio como una canción triste.

Yoongi se frotó los ojos, convencido de que estaba perdiendo la razón. Pero Jimin seguía allí, con su mirada fija en él, acusadora y llena de dolor.

"No quería que esto pasara, Jimin", respondió Yoongi, su voz temblando. "Pero tú... tú te volviste loco."

El espectro de Jimin avanzó, sus ojos llenos de una tristeza insondable. "Yo sólo quería estar contigo. ¿Era eso tan malo?"

Cada noche, la aparición de Jimin regresaba, y cada noche, Yoongi se hundía más en su propio abismo de culpa y desesperación. La soledad que había buscado para sanar se convirtió en una cárcel de delirios, donde los fantasmas del pasado lo atormentaban sin cesar.

El día y la noche perdían sentido para Yoongi, mientras el espectro de Jimin permanecía inquebrantable a su lado, recordándole constantemente el precio de sus decisiones. La cabaña, que alguna vez fue un refugio, se transformó en un infierno personal, donde no había escapatoria del tormento de la obsesión y la pérdida.

Las noches se volvieron interminables para Yoongi. Cada vez que cerraba los ojos, el espectro de Jimin aparecía, susurrando palabras llenas de dolor y resentimiento. La culpa y el remordimiento se apoderaban de Yoongi, haciéndolo cuestionar su propia cordura.

"Yoongi, ¿por qué me dejaste?", repetía el fantasma de Jimin, su voz resonando en la mente de Yoongi como un eco interminable. "No merezco estar solo en este infierno. Ven conmigo."

Yoongi intentaba ignorar las voces, pero cada día se volvía más difícil. El espectro de Jimin se hacía más persistente, apareciendo en cada rincón de la cabaña, sus ojos llenos de una tristeza que parecía no tener fin.

Una noche, mientras la tormenta rugía afuera, Yoongi se encontró al borde de la desesperación. El fantasma de Jimin estaba más cerca que nunca, susurrando palabras que lo tentaban a acabar con su propia vida.

"Todo este dolor puede terminar, Yoongi", dijo el espectro, su voz suave pero llena de una oscura persuasión. "Solo tienes que dar un paso más. Ven conmigo y estaremos juntos para siempre."

Yoongi, debilitado por la culpa y el tormento, se acercó a la ventana, mirando la oscuridad exterior. La lluvia golpeaba el cristal con fuerza, reflejando su propio caos interno. Las palabras de Jimin resonaban en su mente, tentándolo a dar el paso final.

Y entonces abrió la ventana miró al vacío y alzo sus brazos a los lados y un sonido en seco se escuchó alrededor, mientras truenos y rayos caían al fondo.

Yacia un cuerpo inerte y solo en el fondo del bosque, cubierto de lodo y bichos en su entorno.

Como había dicho jimin, el y yoongi siempre estarían juntos incluso en el mismo infierno.

Fin.

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