👑 ፧ 𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗶𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 • ✦⁾

Un confundido Jongseong estaba de pie con la mirada perdida mientras el ahora despierto Jungwon se encontraba sentadito en la cama, tomándose la infusión de plantas medicinales que el mayor había preparado. 

Apenas pasaron unas horas desde que enfermó, y seguía siendo de noche, pero puede decir que ahora se encuentra mucho mejor. 

—La miel le da un punto —comentó alegre al terminarse la infusión. 

—¿Cómo te encuentras? 

—Solo me molesta un poco la garganta, pero es soportable. 

Jongseong sonrió satisfecho—. Bien, ahora debes dormir para que se te pase del todo. Iré al salón —avisó, pero antes de salir de la habitación unos bracitos lo abrazaron por la espalda—. ¿Qué-? 

No llegó a formular la pregunta pues había sido tirado en la cama en un movimiento rápido, y de un momento a otro tenía a Jungwon sentado en sus piernas. 

—Ya no tengo sueño y me gustaría hablar contigo. ¿Por qué siempre que enfermo te quedas en el salón? —cuestionó serio con un puchero triste—. Pudiste haberme dejado ahí y quedarte aquí durmiendo tranquilo. 

Siempre pasaba de esa forma: enfermaba, se dejaba dormir teniendo a Jongseong al lado y al despertar se encontraba solo en la cama, dándose cuenta luego de que Jongseong  durmió en el sillón. Es por eso que esta vez fue él quien se había ido pensando que tal vez a Park le molestaba lo escandaloso que puede ser al toser o estornudar. 

—P-Para que duermas bien —respondió tímido en pocas palabras, algo que hizo a Jungwon fruncir el ceño. 

—Quiero la respuesta larga, no la simple. 

Viendo que Jungwon no planeaba dejarle levantarse hasta que obedeciera, suspiró algo nervioso—. Te da mucho calor cuando  enfermas, y yo tiendo a ser muy pegajoso al dormir. Dudo que te guste tener a alguien pegado a tu cuerpo cuando de por sí te sientes muy caluroso —admitió finalmente, sin poder establecer contacto visual. 

—Oh, con que es eso —pensó en alto, ahora  alegre de saber que no era por ser una molestia, si no porque Jongseong se sentía el que molestaba—. Pero a mí sí me gusta tenerte pegado. De hecho, me siento muy solito si no estás. 

Jongseong se tapó el rostro con ambas manos para que Jungwon no viera su sonrojado rostro—. Por favor, no digas cosas tan vergonzosas a la ligera —es malo para mi corazón, finalizó mentalmente. 

El menor soltó una risita—. ¡Pero es la verdad! —exclamó mientras se levantaba, dejando completamente libre al contrario—. Jongseong-ah, estos días me he dado cuenta de algo... —comentó con seriedad al cruzarse de brazos. 

—¿Qué es? 

—Tú... Te valoras muy poco, ¿verdad? ¿Puedo preguntar por qué? 

Jongseong alzó la cabeza algo confundido por la pregunta—. ¿Me valoro poco...? —murmuró para sí mismo. 

El menor asintió—. Siempre haces lo mejor para mí sin tener en cuenta tu propio bienestar... 

—Oh, eso... —Jongseong meditó un poco. Es cierto que no se molesta en cuidar de sí mismo, pero para él era algo normal, siempre fue así—. Supongo que es porque eres lo único que tengo. 

—¿De verdad? 

—No tengo familia, mucho menos amigos. Solo tú, y quiero lo mejor para tí. 

Esa respuesta pilló a Jungwon con la guardia baja. No sabe si la fiebre le subió de nuevo o realmente estaba conmovido y triste a la vez, pero sus mejillas se calentaron un poco.

—Aún así... —empezó a juguetear con su cabello algo tímido—...Deberías pensar también en tí, darte tus propios caprichos de vez en cuando y buscar tu comodidad —formuló en voz baja. 

Jongseong no sabía qué decir. Primero porque su comodidad es estar con Jungwon. Y segundo, ¿darse sus propios caprichos? Prácticamente todo lo que quería incluía a Jungwon, y ya ha estado auto consintiéndose a base de abrazarlo, dormir con él, darle besitos en la barriga, etc. Pero sabe que Jungwon se refiere a otro tipo de caprichos, uno donde no incluye a nadie más que Jongseong. 

—Pero no tengo nada en mente para mí... 

Una tierna sonrisita se formó en los labios de Jungwon—. Yo te ayudaré a descubrirlo —soltó con mucha determinación, y se sentó al lado de Jongseong luego de tomar papel y lápiz para empezar la investigación—. Primero dime, ¿hay algo que de pequeño querías tener o hacer? 

—Mmmmhhh... —se quedó varios segundos pensativo con la mirada en el techo. Nunca tuvo oportunidad de vivir una agradable infancia antes de llegar a la torre, siempre se la pasaba solo, abatido y muchas veces hasta desmayado. Pero algo llegó a su mente. 

Aún lo recuerda. Vivía como búho en un lugar muy lujoso donde le trataban como a un trozo de basura al que mantenían enjaulado y muy descuidado. Su vida era así desde que tiene uso de consciencia, por lo que Jongseong estaba más que acostumbrado al malestar y a ser —como le decía su amo— una mierda inútil, llegando incluso a despreocuparse por completo de su propia vida. 

¿Si no sirvo de nada para qué preocuparse? Solía pensar. O eso era hasta que conoció a Jungwon, el único que mostró algo de amabilidad hacia él, alguien que le hizo sentir que sí valía algo, aunque inconscientemente seguía sin preocuparse mucho por sí mismo a pesar de todo, pero es por costumbre. 

El caso es que una vez, su amo hizo una especie de reunión familiar, una donde Jongseong pudo presenciar con sus propios ojos cómo realmente existía algo como el cariño. Estaba sorprendido, de verdad pensaba que ese tipo de cosas eran algo ficticio. Pero lo que más le llamó la atención en ese momento era... 

—...Hacer galletas —murmuró algo avergonzado. Recuerda haber visto a los nietos de su amo muy felices cocinando eso llamado galleta. No sabía exactamente qué era, pero se veía divertido al punto de fantasear con querer intentarlo. 

Jungwon rió con ternura y sorpresa—. Eso es más lindo de lo que esperaba. Mañana haremos galletas, y serán las mejores que hayas podido probar. 

—Lo estoy deseando —una amplia sonrisa se formó en su rostro. Nunca había probado las galletas, pero si lo hacían juntos definitivamente iban a ser deliciosas. 

Luego de eso, Jungwon siguió haciéndole preguntas y logró sacarle a Jongseong sus más ocultos deseos, escribiéndolo todo para que este no los olvidara a pesar de ser muy poquitos.

En algún punto el menor se quedó dormido, y fue Jongseong que lo posicionó bien en la cama para poder arroparlo. 

Estuvo a punto de irse al salón, pero recordó cómo Jungwon admitió que incluso enfermo le gustaba tenerlo consigo, por lo que se acostó a su lado y, con cuidado, atrajo su cuerpo para poder abrazarlo. 

A él también le gustaba mucho estar al lado del menor, y en ese momento en específico se encontraba muy bien consigo mismo cómo para mantener pensamientos positivos. Y como no, si la persona que ama se estaba preocupando mucho por él. Jongseong jamás pensó que llegaría a pasar por una situación así, y es gracias a Jungwon que siente la autoestima suficiente como para verse capaz de tener una oportunidad con él.

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