09•

De inmediato, cientos de manos se levantaron, y Jimin se sintió inmediatamente gratificado por ello, pero desde luego, él tenía recientes y adquiridas ganas de jugar, así que encontrando el par de orbes achocolatados una vez más, volvió a aclararse la garganta.

»— ¿Qué me dice usted, señor Jungkook ?

— Que se ve muy caliente hoy, profesor Jimin . — Respondió, un tono natural seguido de pequeñas risas ahogadas. Jimin prensó los labios, entrelazando sus dedos entre sí y sin siquiera apartar la mirada de la contraria. Jungkook pareciendo coqueto, y Jimin evitando caer en aquellos insoportables encantos, de nuevo.

— Muchas gracias, pero sabe que no me refiero especialmente a eso — respondió, intentando sonar indiferente, Jungkook ladeó una sonrisa y arqueó una ceja, jocoso— . Dígame que entendió del primer capítulo. ¿Por qué Hanna es de aquella manera con Sohyung? ¿Y por qué Sohyung es tan insistente con ella?

— Porque Hanna está buena, eso es seguro — dijo, moviendo su mano con despreocupación. Jimin se rio, no pudiendo evitarlo, al igual que el resto— . Y bueno, ella es así con él porque no quiere aceptar que realmente le gusta. La vuelve loca.

— ¿Por qué crees eso? — Se atrevió a preguntar, entrecerrando los ojos. Estaba cien por ciento seguro que Jungkook ni siquiera sabía de lo que estaban hablando, aunque, por supuesto, él le dio un sentido muchísimo más interesante— . Hanna puede simplemente no estar interesada en Sohyung porque le parece increíblemente fastidioso. Las personas insistentes cansan, ella lo sabe. Todos deberían saberlo.

Jungkook sonrió, mordiendo el interior de su mejilla al darse cuenta del giro que habían tomado las cosas— . Hanna está loca por Sohyung, y le encanta que sea tan ridículo e insistente. Es más, pongo mis manos al fuego a que se masturba pensando en él.

— Pero... ¿De qué hablas? De eso no se trata el libro, Jungkook — interrumpió una chica, demasiado nerd como para llamar la atención del pelinegro, quien tras echarle una mirada a ella y a Jimin , se rio recordando a la novia de su profesor— . El libro se trata de Hanna, una mujer pueblerina que cae bajo la mirada de Sohyung, un hombre rico de ciudad. Él intenta conquistarla y ella...

— Gracias, Minha, pero creo que el señor Jungkook tiene cerebro propio como para responder a mis cuestiones — dijo Jimin , frenándola con un tono cansado. Todos hicieron ruidos de burla, y Jungkook lo miró con coquetería— . Ahora, señor Jungkook , ¿cómo está tan seguro de que Hanna siquiera está interesada en Sohyung? Además, ¿cómo puede siquiera afirmarlo si ni se dignó a leer el título de la obra?

— Estoy seguro, no hay otra respuesta — soltó, cruzando los brazos sobre su pecho y miró rápidamente a sus dos mejores amigos, quienes soltaron una predecible risilla— . Se le nota, sus acciones, sus palabras... todo dice "Sohyung, fóllame" pero otra cosa es que ella no tenga la suficiente valentía como para aceptarlo frente a él... como para decirle "Oye, Sohyung, quiero que me folles hasta perder la conciencia". Quizá sea porque Hanna tenga miedo a enamorarse de Sohyung, porque es un hombre que no parece de su tipo, o tan sólo quizá sea porque ya está tan ridículamente enamorada de él, que no es capaz de arriesgarse y conseguir un corazón roto.

De inmediato, el silencio se hizo en el salón. Todos admirando hacia el vacío, aunque algunas miradas confundidas y cuchicheos indiscretos se hacían presentes ante Jungkook , quien tan sólo mantuvo su mirada fija en la contraria; ambas colisionando fugazmente cuando Jimin elevó las comisuras de su boca en una ligera sonrisa. Y es que la acción fue completamente inesperada para el pelinegro.

— Bien, pueden irse. Para la próxima clase quiero una síntesis argumentada del primer capítulo... Y por favor, no copien las palabras de Jungkook . Gracias, que tengan un buen día — soltó, riendo en su interior y comenzando a guardar todas sus cosas.

Cuando el salón estuvo solo, Jimin se permitió reírse de toda aquella escena, evitando sentirse demasiado nervioso por todas las suposiciones que tenía Jungkook a su disposición sobre aquella relación no— formalmente— empezada. Preguntándose qué estaría pasando por la cabeza del pelinegro en aquel momento, él se puso de pie, dispuesto a irse y preguntándose qué le pasaría a Jungkook para no quedarse un tiempo adicional en el aula; extrañando aquella acción.

Antes de poder poner marcha hacia la puerta, ésta se abrió y su corazón comenzó un fuerte repiqueteo al darse cuenta de que sus pensamientos resultaban ser por completo acertados y horripilantemente predecibles. Cuando la blanca sonrisa se hizo presente a su frente, él no encontró una salida sencilla, porque cuando quiso echar a correr y escapar, Jungkook lo había acorralado contra el escritorio. Recordándole de inmediato aquél catastrófico y glorioso día en que las cosas empeoraron... o mejoraron.

— Creí que ya te habías ido a otro lugar, lejos de aquí — habló el ojimiel, intentando que su voz no flaquease ante la insoportable cercanía. Aquella sonrisa imperturbable y por completo sugestiva adornaba el precioso rostro perfectamente esculpido, y el aroma de su colonia lo embriagó en cuestión de segundos. De inmediato, sus nervios volvieron a dispararse, pero ésta vez por el hecho de tener a Jungkook a escasos centímetros de distancia y mirándolo fijamente; como si fuera algún tipo de presa.

— Pensé en hacerlo... — Contestó, su voz baja y seductora a los oídos del morocho— . Pero realmente prefiero acosarte, supongo que es mi pasatiempo favorito.

— Ya veo. Ahora... ¿Qué fue todo eso de Hanna y Sohyung? ¿Acaso intentabas insinuarme alguna cosa con toda aquella palabrería? — Preguntó, deseando saber la propia respuesta de aquellos carnosos labios. Relamió los suyos instintivamente.

Su corazón permanecía loco, y las distintas emociones comenzaron a maltratarlo sin piedad. Estaba recientemente desesperado, y aquello tan sólo lo causaba la presencia de Jungkook . El pelinegro se encogió de hombros, un paso más cerca y sus pechos estuvieron rozándose, con las manos del más alto sobre la cintura del rubio, quien tragó saliva y no desvió la mirada de la contraria.

— Sólo quería parecer inteligente y que me notaras en tu clase por primera vez, con algo más factible que fastidiarte — respondió, sincero. Cerrando los ojos, acercó su rostro al contrario, y cuando ambas narices estuvieron juntas, él rubio respiró erráticamente.

— Me has fastidiado — aseguró, riendo ahogadamente cuando sintió que sus pulmones se vaciaban— . Creo que... creo que deberías alejarte un poco.

— Realmente no deseo hacerlo — murmuró, sus dedos apretando los huesos de la cadera de Jimin , y éste sintiendo escalofríos de excitación recorrer toda su espina dorsal.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top