Song 003

Jealous-Labrith

"I'm jealous of the way you're happy without me."

El timbre sonó, marcando el inicio de la clase de historia. Emma y Rodrick entraron juntos al aula, conversando animadamente. Emma, como siempre, se reía de las bromas de Rodrick mientras él le contaba sobre los planes para el próximo ensayo de su banda.

—¿No sería increíble tocar en el festival de la escuela? —dijo Rodrick, emocionado—. Este año vamos a rockear en serio.

Emma lo miró, sonriendo, aunque sabía que Jade, su mejor amiga, seguramente estaría rodando los ojos si escuchara a Rodrick hablar de su banda otra vez. Jade no se había molestado en ocultar su desdén por Rodrick desde el día en que comenzaron a salir.

Cuando Emma llegó a su pupitre, Jade ya estaba allí, sentada con los brazos cruzados y la expresión endurecida. Su amiga no perdía oportunidad para criticar a Rodrick y, aunque Emma intentaba no darle importancia, comenzaba a sentir que había algo más detrás de esa actitud.

—¿Rodrick otra vez con lo de la banda? —murmuró Jade mientras Emma tomaba asiento a su lado—. Me sorprende que todavía le des cuerda.

Emma suspiró, ya acostumbrada a ese tono ácido de Jade. Sin embargo, lo que no sabía era que, detrás de ese aparente odio, Jade ocultaba sentimientos confusos. Porque, en realidad, Jade no le caía nada mal Rodrick, aunque nunca lo admitiría.

La profesora entró al aula, rompiendo el tenso silencio entre ambas.

—Hoy trabajaremos en parejas para el proyecto de historia —anunció—. Las parejas ya han sido asignadas, así que escuchen con atención.

Emma sonrió, segura de que la profesora la pondría con Rodrick como siempre ocurría en los proyectos. Sin embargo, cuando la profesora comenzó a leer las parejas, la sorpresa cayó como un balde de agua fría.

—Jade y Rodrick.

El corazón de Jade se detuvo por un segundo. No podía creer lo que había escuchado. ¿Ella, trabajando con Rodrick? Sentía que el calor subía por sus mejillas mientras evitaba mirar a Emma. Sabía que su amiga estaría confundida, pero no podía hacer nada para cambiar lo que estaba a punto de ocurrir.

Emma arqueó una ceja, mirando a Jade y luego a Rodrick, que estaba al otro lado del salón, rascándose la cabeza. Era la primera vez que los ponían juntos en algo, y la situación no podía ser más incómoda. Emma confiaba en Jade y en Rodrick, pero no podía ignorar la sensación incómoda que la invadía.

Rodrick se levantó de su asiento y se acercó a Jade, quien seguía evitando mirarlo. Emma los observaba desde su pupitre, sin saber qué pensar. Rodrick sonrió despreocupadamente, como siempre.

—Parece que somos compañeros —dijo él, mientras se sentaba junto a Jade.

Jade asintió, incapaz de pronunciar palabra. Aunque solía hablar mal de Rodrick frente a Emma, en el fondo siempre había algo en él que la atraía, algo que le hacía sentirse incómodamente nerviosa cuando estaba cerca.

Emma, desde su lugar, intentó mantener una expresión relajada, pero por dentro comenzaba a sentir un leve malestar. Sabía que Jade decía odiar a Rodrick, pero no podía evitar preguntarse si eso era realmente todo lo que había detrás.

Mientras la clase avanzaba, los tres amigos se encontraban atrapados en una red de emociones que ninguno de ellos sabía cómo manejar. Y aunque Jade intentaba convencerse de que Rodrick era solo un fastidio, su corazón le decía lo contrario cada vez que él le dirigía la palabra.

La biblioteca estaba en calma. Solo se escuchaba el suave susurro de las hojas de los libros pasando y los murmullos ocasionales de algunos estudiantes. Emma estaba sentada en una de las mesas del fondo, con varios libros de historia abiertos frente a ella, tratando de concentrarse en el ensayo que tenía que entregar. A su lado, Rodrick ojeaba algunos papeles, aunque no parecía tan interesado en estudiar.

Emma mordió la punta de su lápiz, concentrada en un párrafo particularmente denso sobre la Revolución Industrial. Sin embargo, su concentración se vio interrumpida cuando sintió el suave roce de los labios de Rodrick en su cuello.

—Rodrick… —susurró ella, tratando de mantenerse enfocada—. Estoy intentando estudiar.

Rodrick se inclinó más cerca, sin dejar de besar su cuello, y sonrió con esa actitud despreocupada que siempre le había gustado a Emma.

—Solo estoy tomando un pequeño descanso —dijo él en voz baja, sus labios rozando la piel de Emma.

Emma suspiró, incapaz de evitar sonreír. Sabía que Rodrick no tomaba los estudios tan en serio como ella, pero a veces, su coquetería lograba distraerla más de lo que le gustaría. Rodrick continuó dejándole pequeños besos, y aunque Emma intentaba ignorarlo, cada uno la hacía perder más y más su concentración.

—De verdad, Rodrick, tengo que terminar este ensayo —dijo ella, aunque sin mucho convencimiento, mientras una sonrisa se asomaba a sus labios.

Antes de que Rodrick pudiera responder, una figura familiar apareció en la entrada de la biblioteca. Era Jade, con una carpeta en la mano y una expresión que parecía neutral, aunque Emma sabía muy bien que nunca nada era completamente inocente con ella.

—Oh, qué casualidad verlos aquí —dijo Jade, acercándose a la mesa con paso seguro—. Rodrick, ¿tienes un momento para hablar sobre el proyecto? Necesito aclarar algunas cosas.

Emma levantó la vista de sus libros, sintiendo una punzada de incomodidad. Sabía que Jade no perdía oportunidad para criticar a Rodrick, pero la forma en que apareció justo en ese momento le pareció un tanto sospechosa. Rodrick, por su parte, se apartó ligeramente de Emma, aunque no con mucha prisa.

—Claro, Jade —respondió él con su habitual despreocupación—. ¿De qué se trata?

Jade esbozó una pequeña sonrisa, pero sus ojos no se apartaban de la cercanía entre Rodrick y Emma. Aunque tenía la carpeta en la mano, estaba claro que lo del proyecto no era lo único que la había llevado hasta allí.

—Es solo que... no estoy segura de cómo vamos a dividir el trabajo. —Jade se sentó en la silla vacía al otro lado de la mesa, colocando la carpeta frente a ella. Su tono era tranquilo, pero había algo en su mirada que traicionaba sus verdaderas intenciones—. Pensé que podríamos hablarlo ahora, ya que los dos estamos aquí.

Emma sintió cómo una pequeña ola de molestia crecía dentro de ella. Sabía que Jade había venido para otra cosa, y aunque confiaba en Rodrick, la insistencia de su amiga siempre lograba ponerla nerviosa.

Rodrick, sin embargo, parecía completamente ajeno a la tensión. Se estiró en su asiento y se encogió de hombros.

—Sí, claro. Podemos repartirlo como prefieras. Yo me encargo de las partes más pesadas si quieres —dijo él, mirando brevemente a Emma antes de volverse hacia Jade.

Emma intentó concentrarse nuevamente en su libro, pero era imposible no sentir la incomodidad en el aire. Jade, aunque parecía hablar en serio sobre el proyecto, lanzaba miradas sutiles hacia Emma y Rodrick, como si estuviera disfrutando de interrumpir el momento.

—Perfecto —dijo Jade, mientras revisaba sus notas sin mucha prisa—. Podemos ver los detalles luego, pero quería asegurarme de que estés de acuerdo con el plan.

Emma se aclaró la garganta, sintiendo que había escuchado suficiente. No iba a dejar que Jade la hiciera sentir incómoda en su propia relación.

—Rodrick, ¿por qué no hablamos del ensayo después? —dijo, con una sonrisa que intentaba parecer tranquila—. Creo que Jade necesita más tu atención en este momento.

Rodrick la miró con una expresión confusa, pero asintió.

—Sí, claro. Luego podemos terminar, no te preocupes.

Jade sonrió satisfecha, aparentemente logrando lo que se había propuesto. Emma sabía que su amiga era complicada, pero algo en la situación le resultaba especialmente frustrante. Sin embargo, decidió no hacer una escena. Al final, la relación entre ella y Rodrick era sólida, y no iba a permitir que Jade la tambaleara, por mucho que intentara entrometerse.

Mientras recogía sus libros, Emma lanzó una última mirada a Jade, quien se veía bastante cómoda sentada junto a Rodrick. A pesar de todo, Emma sabía que no había nada que temer. Pero aun así, no podía sacudirse la ligera sensación de celos que empezaba a formarse en su interior.