Song 002

Song 002

Here Comes The Sun-The Beatles

"Here comes the sun, doo-doo-doo-doo Here comes the sun, and I say It's all right"


Rodrick había sido dejado a cargo de Manny por el día, lo que ya de por sí era un desastre en proceso. Él no era exactamente lo que se podría llamar un "niñero responsable". Desde el momento en que sus padres salieron por la puerta, Manny empezó a hacer berrinche por cualquier cosa, y Rodrick no tenía ni idea de cómo calmarlo.

Después de varios intentos fallidos de distraer a Manny con juguetes y programas de televisión, Rodrick hizo lo único que se le ocurrió: tomar su teléfono y enviarle un mensaje a Emma.

*"Rosie, necesito tu ayuda. Manny está fuera de control y no me escucha. Ayúdame, por favor."*

No pasaron más de diez minutos antes de que Emma llegara a la casa, sonriendo al ver el caos que había dentro. Manny estaba corriendo por el salón, mientras Rodrick intentaba mantener la calma.

-¡Emma! -exclamó Manny, corriendo hacia ella con los brazos abiertos.

Emma se agachó para abrazarlo. Era increíble cómo Manny, quien normalmente no hacía caso a nadie, se convertía en un ángel cuando Emma estaba cerca.

-Vaya, parece que te las arreglas bien -dijo Emma, lanzándole una mirada divertida a Rodrick, quien se veía exhausto.

Rodrick se encogió de hombros, visiblemente aliviado de que Emma estuviera ahí.

-Te lo dejo a ti -bromeó-. ¡Este enano no me respeta!

Emma se rió y se levantó, tomando de la mano a Manny.

-Vamos, Manny. Vamos a jugar un rato mientras tu hermano descansa.

Rodrick soltó un suspiro exagerado de alivio y se dejó caer en el sofá, agradecido por la intervención de Emma. Mientras veía cómo ella cuidaba de su hermano pequeño, Rodrick no pudo evitar sonreír. Tal vez, después de todo, no era tan malo pedir ayuda.

Mientras Emma y Manny jugaban tranquilos en el suelo de la sala con algunos bloques, el teléfono de Emma comenzó a sonar. Era Jade. Sonriendo, Emma deslizó el dedo por la pantalla y contestó.

-¡Hey, Jade! -dijo Emma alegremente mientras Manny concentraba toda su atención en la torre que estaban construyendo juntos.

-¡Emma! -la voz de Jade sonaba emocionada-. Oye, estoy con Zoe, vamos de compras al centro comercial. ¿Te vienes?

Emma miró a Manny, quien le dedicó una sonrisa radiante mientras seguía jugando. Suspiró antes de responder.

-No puedo, Jade. Estoy cuidando a Manny, el hermano pequeño de Rodrick.

Del otro lado de la línea, Jade soltó un bufido.

-¿Otra vez? -se quejó Jade, claramente molesta-. Emma, de verdad, siempre prefieres a ese chico. Te pasa usando de niñera. ¿Por qué no puedes decirle que no por una vez?

Antes de que Emma pudiera responder, escuchó otra voz en el fondo: la de Zoe, quien había estado escuchando la conversación.

-Oh, vamos, Jade. Déjala en paz -intervino Zoe, defendiendo a su amiga-. Rodrick no la está "usando", solo confía en ella. Además, ¿quién no preferiría pasar tiempo con su novio y su adorable hermano pequeño? Ya lo entenderás cuando consigas un novio.

Jade soltó un gruñido sarcástico.

-Sí, claro. Como si me fuera a enamorar de alguien tan molesto como Rodrick.

Emma se rió suavemente, tomando uno de los bloques que Manny le ofrecía.

-Chicas, no es lo que piensan. Me encanta estar con Rodrick y Manny. Además, Manny es un amor -dijo Emma, mientras Manny le sonreía y volvía a concentrarse en sus bloques.

Zoe habló de nuevo, esta vez con un tono más divertido.

-Yo creo que está bien que Emma se quede con ellos. Después de todo, no todos tenemos la suerte de tener una relación tan linda. Déjala disfrutar.

Jade dejó escapar un suspiro resignado.

-Está bien, está bien. Supongo que esta vez te perdono, pero me debes una salida de chicas la próxima semana.

Emma sonrió, agradecida por la comprensión de sus amigas.

-Lo prometo. Nos vemos pronto, Jade. ¡Dale saludos a Zoe!

-¡Lo haré! -respondió Jade antes de colgar.

Emma guardó su teléfono y miró a Manny, quien la observaba con curiosidad.

-¿Quién era? -preguntó el pequeño, aún sosteniendo uno de los bloques.

-Mis amigas, pero por ahora prefiero quedarme contigo y con Rodrick -dijo Emma, acariciando suavemente el cabello de Manny, quien sonrió feliz.

Mientras seguían jugando, Emma no podía evitar sentirse afortunada por tener personas en su vida que la apoyaban, tanto en su relación con Rodrick como en su amistad con Jade y Zoe.

El sonido de la puerta abriéndose indicó la llegada de los padres de Rodrick. Emma, que seguía jugando con Manny en la sala, se levantó justo a tiempo para ver a Susan y Frank entrar, con grandes sonrisas en sus rostros al verla.

-¡Emma, querida! -exclamó Susan, acercándose rápidamente para darle un abrazo afectuoso-. Qué sorpresa tan agradable. Nos encanta verte aquí. ¿Te quedarás a cenar, verdad?

Emma sonrió, algo tímida.

-Oh, no quiero molestar. Solo estaba ayudando a Rodrick con Manny -dijo, aunque no pudo evitar notar cómo la familia parecía realmente encantada de tenerla allí.

-¡Tonterías! -dijo Frank con entusiasmo-. Siempre eres bienvenida. Además, sabemos que Rodrick es un desastre cuando está solo, así que necesitamos a alguien responsable a su lado. -Guiñó un ojo, provocando una risa entre todos.

Susan asintió rápidamente antes de dirigirse a la cocina para revisar cómo iba la cena.

-La comida estará lista en un rato, ¿por qué no se sientan y charlamos un poco? -sugirió Susan, con su usual tono amable.

Mientras esperaban, Susan se levantó de nuevo, pero esta vez fue hacia un mueble en la sala, de donde sacó un álbum viejo y polvoriento. Con una sonrisa nostálgica, lo abrió en una página específica y le mostró a Emma una vieja foto en la que aparecían ella y Rodrick cuando eran niños.

-Mira esto, Emma. No puedo creer cómo han cambiado las cosas -dijo Susan con una risita-. Recuerdo cuando no se soportaban.

Emma miró la foto con sorpresa. Allí estaba ella, de unos siete años, con una expresión de fastidio mientras Rodrick le hacía una burla en el fondo.

-¡No me acordaba de esta foto! -exclamó Emma, entre risas.

Susan asintió y señaló otra foto.

-Aquí también. Te diré algo, Rodrick solía quejarse de ti cuando venías a casa con a dejar a Rowley con Greg -dijo con una sonrisa traviesa-. No entendía por qué pasabas tanto tiempo con él.

Emma soltó una carcajada, recordando los viejos tiempos.

**Flashback**

Emma y Rodrick tenían alrededor de diez años. Era un día de verano, y ambos estaban en el patio trasero de los Heffley. Rodrick, que siempre buscaba la manera de fastidiar a Emma, había decidido que ese día no sería la excepción.

-¿Por qué siempre tienes que estar aquí? -dijo Rodrick, rodando los ojos mientras intentaba concentrarse en tocar la batería-. ¡Es mi casa, vete a la tuya!

Emma, con una expresión desafiante, cruzó los brazos.

-¡Yo estoy aquí por que Rowley vino a jugar con Greg, no por ti! -contestó, molesta-. Además, ¿quién querría estar contigo?

Rodrick le sacó la lengua y, en un impulso infantil, le tiró un globo de agua que tenía a la mano, empapándola por completo.

Emma gritó sorprendida y, sin pensarlo dos veces, corrió tras él para vengarse. Terminaron correteándose por todo el patio, hasta que ambos cayeron agotados en el suelo, cubiertos de agua y tierra.

A pesar de las peleas constantes, siempre había algo entre ellos, aunque entonces ninguno lo reconocía.

**Fin del flashback**

De vuelta en el presente, Emma se rió al recordar aquellos días.

-Sí, Rodrick era un fastidio cuando éramos pequeños. Nunca pensé que terminaría... -se detuvo, pero Susan completó la frase por ella.

-... Siendo tu novio -dijo Susan con una sonrisa-. Lo sé, el destino es gracioso a veces.

Frank, que había estado escuchando la conversación, intervino.

-Es bueno que alguien pueda controlarlo. Y honestamente, Emma, siempre pensamos que eras una buena influencia para él, incluso cuando ustedes dos se llevaban como perros y gatos.

Emma sonrió, sintiéndose cálida por las palabras de la familia Heffley. Estaba claro que no solo Rodrick la apreciaba, sino toda la familia.

-Gracias, señor y señora Heffley. -dijo Emma, sintiendo que, sin importar las circunstancias, siempre podría contar con ellos.

En ese momento, Susan se levantó con una mirada juguetona.

-Bueno, la cena está casi lista, pero Rodrick todavía no ha visto esta foto. Estoy segura de que se va a morir de la vergüenza cuando se la muestre.

Emma se rió mientras se preparaba para la inevitable reacción de Rodrick al ver esa parte de su pasado.

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