Dear Mr. Villain

Géneros: Romance, Humor, Leve Suspenso y Angustia. Pornográfico.

Pareja: Villain!Todoroki x Hero!Bakugo

Advertencias:
🔥MUCHO OoC (actitud fuera de personaje).
🔥Semi Universo Alternativo.
🔥Diferencia de Edad.
🔥Embarazo Masculino (mpreg).
🔥Chantaje/Consentimiento Dudoso.
🔥Escenas Explícitas +18/NSFW/Smut/Lemon.
🔥Crossdressing (travestismo).
🔥Breeding Kink.
🔥Mind Break.
🔥Mención de cosas violentas y muertes de personaje menores.

Bakugou llegó del trabajo cansado. El patrullaje de la tarde había sido bastante pesado porque es fin de semana. Al igual que los trabajos comunes, parecía ser que los villanos estaban más libres los sábados y los domingos que entre semana.

Dejó su maleta con su ropa de héroe en el suelo mientras se quitaba los zapatos. Afortunadamente no llegó tan tarde así que tendrá tiempo para hacer la cena. Sus padres estuvieron renuentes a que se mudara solo, pues apenas tiene 20 años.

Pero realmente no es que estuviera solo.

Se cambió por algo que definitivamente no es más cómodo. Se puso sus calcetas largas de color blanco, un short de mezclilla amarilla que definitivamente pasaría como ropa interior y una camisa de tirantes blanca.

Parecía prostituta.

Soltó un suspiro antes de ponerse sus pantuflas y el delantal para poder comenzar a preparar la cena. Sacó todo lo que necesitaba del frigorífico y de su alacena antes de poner manos a la obra.

Hizo sopa miso, arroz con verduras, espárragos enrollados en tocino y pescado empanizado frito. En la nevera tiene un pedazo de pastel que quedó del que compró ayer cuando regresaba en la noche, así que eso será el postre.

Finalmente está terminando poniendo el agua caliente en la estufa para el té cuando sintió una presencia a sus espaldas. Sus sentidos de héroe le pidieron responder con precaución y defenderse pero ya sabía quién era el intruso en su departamento.

Claro que saberlo no le quitaba la incomodidad.

– Llegas temprano – Dijo sin darse la vuelta.

– Los días pasan rápido cuando no hay nada qué hacer.

Bakugou lo sabía, pues es gracias a él que el otro no tiene qué hacer. Afortunadamente, mantenerlo ocupado es una acción benéfica ya que solo así Musutafu se encuentra en paz.

– Veo que te has puesto lo que te traje.

– ¿Tengo otra opción? – Reclamó enojado, pero manteniendo la seriedad.

Sintió unos brazos rodearle la cintura, que su espalda se pegaba a un pecho amplio y musculoso, así como la respiración en su nuca y en el oído. Su cuerpo tembló ante la cercanía pero se obligó a mantener la compostura.

– Sabes que no – Le contestó el otro mientras colaba sus manos dentro de su camisa, llegando a sus pectorales. Apretó cada pezón con fuerza moderada, sacándole un gemido.

– B-Basta. Hablo en serio – Y como defensa tomó la tetera para defenderse.

Enseguida sintió que el contacto desparecía y que el intruso ponía distancia entre ambos.

– No es gracioso. Baja eso.

– Mantén tus malditas manos quietas – Gruñó – Prometí que dejaría que me follaras pero no que me convertiría en tu puto juguete.

Bakugou mantuvo la tetera con el agua caliente frente a él, para defenderse de cualquier acción no permitida. Cuando observó en los ojos con heterocromía que no haría ningún movimiento, bajó los hombros tensos y pudo terminar el té.

Sirvió las comidas y las llevó a la mesa, luego hizo lo mismo con la bebida y finalmente pudo sentarse, frente a aquel hombre que había entrado en su departamento como si fuera el dueño.

Que le veía con resentimiento por el asunto de la tetera.

– No me veas así. Tú comenzaste – Dijo con molestia.

No hubo respuesta a sus palabras, más que un simple agradecimiento por la cena antes de comenzar a comerla. Bakugou tampoco dijo nada más y se concentró en lo que había hecho.

El resto de la cena transcurrió relativamente tranquila salvo por el sonido al masticar, beber y los cubiertos chocar con la vajilla. Pero el ambiente se seguía sintiendo tenso por el asunto de la tetera.

Cuando los platos se vaciaron, Katsuki los llevó al fregadero. Pero antes de poder hacer el amago de lavarlos, sintió de nuevo la presencia a sus espaldas por lo que se giró para encararlo. Solo que esta vez, el intruso fue más rápido y no pudo defenderse.

– Creí que había quedado claro que yo soy tu dueño – Le apresó con un brazo mientras que le apretaban las mejillas con una mano. Le dolía un poco.

– Suéltame... – Logró decir aunque con dificultad pues el agarre en la cara le impedía mover los labios.

– A la cama. Ahora – Ordenó.

Katsuki asintió como pudo ante el agarre y le dejó libre. Jadeó intentando recuperar aire y se sobó la mandíbula por el apretón, pero no olvidó la orden; así que fue caminando hacia su dormitorio. Claro, con el intruso detrás de él.

Cuando abrió la puerta de la alcoba y entró fue rápidamente tacleado a la cama. Apenas y tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió que era aprisionado por otro cuerpo. Le dieron escalofríos al sentir la lengua por su garganta y sus orejas.

– ¡Para, carajo! ¡Sabes que mis orejas son sensibles!

El otro no hizo caso, continuó en lo mismo para mala suerte de Bakugou. Se tuvo que morder los labios para evitar soltar gemidos que fueran más vergonzosos de los que se escapaban de entre dientes, no se dejaría doblegar tan fácil.

Sintió una de las manos de nuevo en su mandíbula, pero esta vez el toque era más suave que el anterior, solo para hacerle girar el rostro y verlo directamente, metiéndole el pulgar en la boca para que no ocultara sus gemidos

– Sin morder – Le ordenó antes de acercarse y besarlo.

Chupó sus labios antes de entrar por completo en su boca, quitando el pulgar para poder besarse como debían. Tardó un poco pero finalmente cedió y también animó a su propia lengua a jugar con la ajena.

Había pasado tanto tiempo desde que comenzaron a besarse que ya sabía perfectamente cómo le gustaba al otro. No se suponía que él también los disfrutara, pero Bakugou ya había caído profundamente por él.

«Lo odio, odio a este hombre; me ha humillado como desea y aun así... ¡Amo sus besos!».

– ¿Has pensado en mi propuesta? – Preguntó cuándo se separaron del besuqueo.

– No lo sé, Todoroki, yo...

– Sabes que no estás en posición de negarte, pero aun así quiero darte la oportunidad de decidir. Si no quieres no hay problema...

– Dices eso pero Musutafu se iría a la ruina.

– Como dije, sin presión.

Bakugou observó con desafío a los ojos de diferente color del villano. Pasó suavemente una mano por la cicatriz en el lado izquierdo del rostro, con la otra acarició los cabellos que también eran de 2 colores. Todoroki era tan distintivo que era una sorpresa que nadie le haya capturado.

– Dame unos días más.

– ¿Cuántos más? – Preguntó desesperado – Si por mí fuera te daría la vida entera para pensar pero... también estoy presionado. Ninguno tiene tiempo.

Katsuki desvió la mirada, pero no quitó en ningún momento las manos del rostro de Todoroki. Se mordió el labio inconscientemente ante la situación, evaluando sus posibilidades.

– Yo...

– Está bien, dejémoslo así por hoy – Interrumpió el bicolor, mordisqueando el lóbulo de su oreja – Ya veré que hacer.

Por su parte, Katsuki se dejó hacer ante las sensaciones en su cuerpo, entregándose por completo.

Bakugou Katsuki era uno de los pocos novatos que alcanzó la cima muy pronto. Había rotó el récord del héroe alado Hawks como el más joven en entrar en el Top 5. Con 20 años aun, se veía que tendría una carrera prometedora.

Lo fue de hecho, después de su graduación ya era solicitado en varias agencias. Cuando apareció como el héroe número 4 a tan corta edad varias empresas solicitaron su imagen para promocionar sus productos. Incluso se le otorgaron misiones de mayor riesgo.

Fue ahí donde conoció a Todoroki Shouto, alias "Burning Ice". Uno de los villanos más buscados de toda la prefectura, conocido por poner patas arriba sus ataques gracias a sus quirks de hielo y fuego. Ah sí, porque el malnacido tenía dos.

Había ocurrido un atentado contra un edificio de gobierno. Muchos de los políticos ahí se encontraban en peligro pues los pisos de la planta baja y unas más habían sido congelados haciendo imposible su acceso.

Por otro lado, tampoco podrían subir a la azotea para ser rescatados por helicópteros, pues las llamas consumían lentamente en edificio desde arriba como el fuego a una cerilla.

Si no sacaban a la gente de ahí, el fuego continuaría bajando y el hielo desestabilizaría lo que quedaba de la infraestructura, provocando su caída. No solo morirían las personas en el edificio, sino que cuando cayera, terminaría dañando más área y probablemente matando más gente.

Bakugou, gracias a su carrera en ascenso, fue uno de los héroes encargados para evacuar a los civiles y enfrentar a los villanos implicados en el ataque. La mayoría de ellos ya se habían resguardado contando con su ayuda, pero era hora de llegar al causante del desastre.

Lo encontró de lo más tranquilo sentado en una de las sillas de oficina de los pisos intactos. Jugaba con su celular cuando Katsuki llegó hasta donde él, dispuesto a encararlo. El cabrón ni le miró, continuó jugando hasta que sonó una tonta musiquita y solo después apagó el teléfono para prestarle atención a él.

– Buen día, héroe Dynamite. ¿Cómo has estado?

– ¡VETE A LA VERGA, CABRÓN! – Impulsivo como era, el rubio se lanzó sobre él con sus explosiones.

Bakugou era perfecto, bien entrenado pero joven y carente de experiencia. Todoroki tenía 30 años, casi 15 de trabajo desde que comenzó su carrera en la villanía, si se puede llamar a eso así. Ya había causado decesos de varios héroes y siempre era meticuloso cuando los investigaba antes de enfrentarse a ellos.

La mayoría sabía que una vez enfrentado a uno de los miembros de la familia Todoroki, el héroe o heroína ya no volvía para contarlo. Era lanzarse a una muerte segura, Bakugou lo sabía pero aun así no iba a darse por vencido.

Por fortuna para él, este miembro de tan retorcida familia, tenía otras cosas en mente para su persona, más que matarlo por ser una molestia.

– Impulsivo, testarudo y fácil de cegar por la ira – Comentó el bicolor mientras esquivaba con elegancia gracias a sus poderes cada ataque – Tienes que mejorar en esos aspectos.

Bakugou no contestó más que con gruñidos, gritos y continuos ataques violentos. Pero Todoroki evitó todos y cada uno de ellos como si fuera un profesional.

– Me encantaría continuar así todo el día, en serio – Dijo una vez había pasado considerable tiempo – Pero... creo que hay gente arriba que necesita tu ayuda.

Eso logró que la mente de Bakugou recapacitara. Estaba tan furioso y decidido a acabar con el villano que olvidó que aún había civiles en la parte de más arriba, que morirían cuando el fuego llegara hasta ellos o por el humo en el aire.

La mirada de desconcierto y pánico en el rostro del rubio mientras recobraba la compostura envió escalofríos de satisfacción en Shouto.

– Suerte con eso. Porque si los salvas, morirás. Pero si no lo haces, serás la decepción de Musutafu.

Lo sabía, Katsuki lo sabía. Al meterse en un trabajo así era obvio el riesgo. No tanto por su vida, sino por la sociedad, críticas y todo tipo de cosas que podían hundir su carrera y autoestima. Ser llamado cobarde por no salvar a esa gente iba a pegarle duro en el orgullo.

– Maldito malnacido – Logró decir entre dientes.

– Pero en realidad, no me quedé aquí para eso – Aquello llamó la atención de Bakugou – Estoy dispuesto a ayudarte. Con una condición.

Bakugou no contestó, solo entrecerró los ojos mirándolo de forma juzgadora. Todoroki se permitió terminar con la explicación con una sonrisa.

– Necesito una puta.

Afuera, la policía, bomberos, periodistas, otros héroes y civiles solo escucharon el sonido de una explosión y los vidrios cayendo de uno de los pisos.

"...Es así como el héroe Dynamite logró utilizar los trozos de hielo del villano como una rampa donde el resto de personas pudieron salir en el edificio antes de que este colapsara.

Los alrededores fueron evacuados lo más pronto posible y aun se busca al villano sospechoso "Burning Ice". Lastimosamente, 3 personas fallecieron en el atentado.

En otras noticias, Kanagawa..."

Bakugou apagó la televisión antes de desparramarse en el sofá. Se talló los ojos por el cansancio y dejó el control remoto en un lado. Miró el reloj de su celular antes de levantarse para ponerlo a cargar y darse una ducha.

Después de lo de hoy, estaba cansado. Le dolía el cuerpo y todavía sentía el olor del humo en sus ropas. Si quería hacer la cena rápido, más le valía no perder el tiempo en pequeñeces.

«Estúpido mitad-mitad. No caeré en un truco tan sucio. Apenas te tenga, voy a destruirte».

Se dio una ducha rápida y se secó el cabello antes de enrollarse la toalla en la cintura. Como vivía solo no tenía problema en andar desnudo en su departamento, ¿Quién le iba a decir algo?

– Bonita vista. ¿Siempre recibes así a tus invitados?

Bakugou se volteó con brusquedad ante la voz extra en su hogar. Le dio escalofríos pero mantuvo una de las manos fuertemente sostenida en su toalla para evitar que se cayeran del todo.

En el sofá de su pequeña sala, acostado muy cómodamente, se encontraba el villano en cuestión al que se había enfrentado más temprano ese día. A Katsuki casi le da un infarto por la repentina aparición así como atraparlo en su momento más vulnerable.

– ¿Qué mierda haces aquí, fenómeno? – Gruñó entre dientes intentando reemplazar su tono asustado por agresivo.

– Vine por lo que acordamos – Contestó Todoroki encogiéndose de hombros – A menos que quieras que regrese a terminar mi trabajo.

Bakugou no contestó; sabía a lo que se refería. El trato durante el edificio. Ser su puta personal a cambio de ayudarle a evacuar al resto de personas en el edifico, las cuales, eran las principales víctimas de Shouto por cuestiones que Bakugou no lograba entender.

Pero si se negaba, la vida de esas personas terminaría de maneras trágicas. Accedió porque no tenía más opciones en ese momento. Además de que el villano le prometió no atacar la ciudad mientras fuera básicamente su onahole personal.

– Espero que no intentes nada raro. Solo te irá peor – Comentó Todoroki, adivinando sus pensamientos.

Katsuki soltó un gruñido como un gatito indefenso esperando no ser atacado. A Todoroki le pareció que podría divertirse mucho esa noche destrozando al héroe.

– Para hacer las cosas más divertidas... traje unas prendas – Informó mientras se levantaba del sillón y le mostraba una bolsa. Aquello no le dio buena espina.

– Vete a la mierda.

– Adorable cómo crees que puedes defenderte. Pero las reglas son claras. Además – Le dio un rápido vistazo a su toalla – Te hace falta una muda de ropa – Y para recalcar el hecho, le pasó la bolsa de compras.

Katsuki se tomó su tiempo, no dispuesto a tomarla sino solo a ver al villano con el ceño fruncido intentando intimidarlo lo suficiente para vencerlo. Pero Shouto solo sonreía.

Al final, el bicolor decidió darle un incentivo extra.

– Cada minuto sin que te vea con eso puesto, es un alumno de la UA que se muere.

Los ojos rubí se abrieron mucho ante la amenaza. No dudaba en que Todoroki lo hiciera, no podía seguir jugando. Tomó la bolsa de un arrebato y se fue a cambiarse lo más rápido que pudo.

A Todoroki en verdad le causó gracia. Se escondió para guardarse cuando en un rato iba a quedarse desnudo cuando lo follara. Le pareció adorable su pudor.

Se sentó de nuevo en el sofá mientras esperaba que Katsuki se cambiara. Quiso ver su reloj para contar los minutos, pero decidió que solo por esta vez, dejaría vivir a los estudiantes.

Katsuki finalmente estaba vestido. La ropa en cuestión era incómoda, pero si quería salvar a los jóvenes aprendices a héroes, debía hacerlo.

Sus bragas o podía llamarse tanga, era de color negro que se ceñían a sus caderas para no caerse, y un top negro hasta bajo su pecho, sin mangas pero de cuello de tortuga, con una abertura en medio de sus pectorales. Al menos era más decente de lo que pensó.

El bicolor le dio un vistazo a su cuerpo con las nuevas prendas, admirándolo como si fuera diamante en una joyería. Bakugou evitó a toda costa la mirada mientras sentía la cara caliente.

Al final, Shouto se sentó en uno de los sofás donde minutos antes había estado acostado. Le habló con una voz profunda y grave, que hizo temblar las piernas de Katsuki.

– Bien, ven aquí.

Todoroki le atrajo hasta tenerlo arrodillado entre sus piernas, para que estuviera directamente frente a su polla. Se la sacó de los pantalones y los ojos rubí distinguieron el miembro excepcional palpitando. Salivó, aunque de manera inconsciente. No porque estuviera excitado o algo.

– No creo que no sepas qué hacer.

Dispuesto a terminar en lo que se había metido y encontrar una manera rápida de inmovilizar al villano, decidió tomar el pene con una mano y con la lengua afuera, comenzar a pasarla por toda la longitud para lubricarla y facilitar el deslizamiento.

– Intenta besar y chupar el glande – Le guió acariciándole los cabellos – Justo así. Eso se siente bien.

No es que Bakugou disfrutara haciendo eso. Claramente estaba horrorizado pero dispuesto a hacerlo si con eso lograba que Musutafu se encontrara fuera de peligro y le diera una falsa sensación de seguridad al bicolor.

– Ahora abre grande y métela.

Un poco más familiarizado con el tamaño y además con la lubricación gracias a su saliva, pudo deslizar su boca y garganta fácilmente por el miembro. No es que quisiera, pero intentó tomar toda la polla en su boca aunque no lo logró.

Pero con solo lo que alcanzaba resultaba satisfactorio para el villano, que cuidaba que los dientes del rubio no tocaran su miembro y si lo hacían, le tiraba del cabello para alejarlo. Claro que las acciones no tenían un efecto deseado en Bakugou, quien se lo demostraba con su mirada.

– La cara que pones mientras me la mamas no decepciona – Se burló.

Solo bastaron unos movimientos más para que la garganta de Katsuki se relajara lo suficiente antes de ser tomado desprevenido por la cabeza y ser follado oralmente de forma brutal. Quiso detenerse, detener al villano, pero cuando intentó usar su quirk recibió amenazas.

– Ni siquiera lo pienses – Dijo con una voz grave pero amenazadora. Dicho eso, continuó su empuje igual con las caderas a todo lo que podía – ¡Joder! ¡Me voy a correr dentro de tu boca!

Y como si fuera un aviso tardío, el semen salió y con su lengua pudo distinguir el sabor. Como seguía apresado en la mamada mientras Todoroki descansaba mientras continuaba soltando su carga, Katsuki no tenía más opción que tragar.

Cuando Shouto le soltó, Bakugou se quitó rápidamente antes de toser con fuerza y escupir los pocos rastros del semen que no pudo tragar. Sus ojos llorosos miraron con molestia al bicolor.

– Eso fue increíble – Elogió, ignorando la mirada furiosa del héroe – Lo hiciste perfecto, sin duda eres el mejor.

– Tus estúpidos elogios no me hacen para nada feliz – Se quejó con la voz ronca.

Dentro de la cabeza de Bakugou, solo rondaba un pensamiento mientras su lengua se movía de un sitio a otro en su boca cerrada. «Hice que se corriera usando mi boca. Sabe horrible y es amargo pero...». No pudo terminar su oración cuando vio de nuevo la polla erecta.

«Pero ¿no se supone que el pene se encoge después de la eyaculación? ¡Está más grande que antes! Su libido debe ser mucho mayor que el de una persona normal. Es demasiado para mí, tengo que terminar rápido»

– Bien, fueron suficientes mamadas por hoy. Ya es hora que pasemos al evento principal y usar lo que realmente quiero – Dijo mientras lo levantaba y le daba un apretón en las nalgas.

Quedando frente a frente, metió su polla entre sus muslos, sonriendo y tirando de sus bragas. Era el momento perfecto para contraatacar pero cuando el miembro se deslizó en sus piernas toda idea se le fue de la cabeza. No se suponía que pasara esto.

– Espera... – Intentó detenerle.

Pero como era algo obvio, Todoroki no esperó. Con su gran fuerza y tamaño logró cargarlo de sus corvas y meterle el miembro dentro de un empujón. Bakugou soltó un vergonzoso gemido con la lengua colgando y los ojos se torcieron hacia arriba.

Con el movimiento, habían quedado cara a cara de forma directa. Todoroki fue capaz de ver ese perfecto rostro distorsionarse de placer ante sus embestidas. «Mi cabeza se puso en blanco» Fueron los pensamientos del rubio.

– ¡Noo! ¡¿Qué está pasando?! ¡No lo entiendo!

– No me digas que es tu primera vez – Intentó burlarse para distraer su mente.

Claramente no lo era pues Katsuki sabía qué cosas hacer y cómo se sentían. Pero sí era su primera vez con una polla que le hacía perder el control de sus pensamientos tan fácil. La primera vez que realmente disfrutaba del placer.

«No, ¿Por qué esto se siente tan bien?»

Todoroki continuó embistiéndolo una y otra vez, cargándolo y haciendo uso de su gran fuerza de hombre. Katsuki luchaba por soltarse, soltando mini-explosiones que eran detenidas por las amenazas de la voz grave del bicolor.

Si seguía así sería imposible liberarse e inmovilizar al villano. Tal vez debió decirle a alguien de esto, pero Katsuki era tan terco y orgulloso que pensó que podría hacerlo solo. Grave error.

En un movimiento, fue arrojado al sofá, la polla salió de él solo para que Todoroki doblara sus piernas mientras se las ponía casi a los lados de su cabeza, permitiendo más acceso para follarlo.

– Aquí, sostenlas en su lugar – Le ordenó. Katsuki no tuvo más alternativa que obedecer, manteniendo sus piernas abiertas y alzadas, dejando expuestas sus partes íntimas – ¿Acaso no eres un buen chico? – Elogió.

– Jódete... – Intentó seguirse defendiendo. Cosa que solo alimentó el ego de Shouto.

– Ni una palabra si yo no lo digo – Explicó con su voz grave y seria, tomando el cuello de Bakugou con una mano para apretarlo – Ahora yo tengo el control, ¿Entendido?

Al estar con la mano del villano en la garganta, Katsuki no pudo asentir, pero dejó salir un tan quedito y dificultoso por no poder hablar correctamente. Las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos.

– Bien, deja que te recompense.

Sin quitarle la mano del cuello, pero si aflojando el agarre. Todoroki guió su otra mano antes de meter los dedos medio y anular en su entrada, acomodando su mano para que pudiera servir de palanca cuando le masturbara.

Comenzó lento, suave para que Bakugou pudiera sentir a los 2 dedos en su interior y cómo se moverían. Ya cuando fue suficiente advertencia, Shouto se acomodó mejor y volvió al mismo movimiento, solo que más rápido.

Los ruidos que soltó el rubio fueron bestiales, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas e incluso la saliva de su boca salpicaba ante cada grito/gemido. Sin embargo, nunca dejó su agarre en sus piernas tal como el villano le había ordenada. Quien además, seguía asfixiándole.

Un par de movimientos más con la mano y finalmente Katsuki se corrió. Recibió una nalgada de castigo porque Shouto en ningún momento le dijo que lo hiciera, pero la mente del héroe estaba ya tan en blanco y rota que ni la sintió.

– No serás una presa difícil, Katsuki – Le dijo el bicolor antes de alinear su polla y metérsela de un empuje directamente chocando con su útero.

El rubio soltó un jadeo entre dientes, apretando el agarre que tenía sobre sus pies. La mano en su garganta continuó ahí, cortándole el aire de vez en cuando. Las embestidas provocaban que sus pobres piernas temblaran y si Shouto le metía la polla profundamente, no salía de su interior hasta que prácticamente llorara que lo hiciera, regresando a las penetraciones.

Los pensamientos de Bakugou ya estaban revueltos. Si bien sintió lo que sucedía y lo presenció, todo fue olvidado ante la pérdida de memoria cortesía de la tan buena follada. Se desmayó 3 veces en pequeños lapsos de tiempo antes de hacerlo definitivamente.

De hecho, ya estaba amaneciendo. El sol comenzó a aclarar el cielo con sus primeros rayos de luz. La cortina de la ventana ni estaba cerrada, así que la claridad llegó a todo el apartamento para enfocar a las 2 personas en la cama -que ni sabe cómo llegó hasta ahí-.

Todoroki vestido solo con bóxers, sentado en la orilla mientras fumaba un cigarrillo tranquilamente.

Bakugou desnudo, recostado en la cama, con las piernas temblando. Por no mencionar el desastre de semen que era su interior.

Había sido derrotado. Él, el grandioso héroe Dynamite, había sido vencido. Por una polla.

– Kacchan, ¿Quieres salir hoy con los muchachos a beber?

Bakugou desvió la atención del expediente del villano "Burning Ice" que había estado leyendo. Midoriya Izuku –o Deku en horario laboral– se fijó en eso último, cambiando su expresión animada a una seria.

– ¿De nuevo, eh?

– Piérdete, Nerd.

Hacía ya un par de semanas que Bakugou hacía eso, siempre en solitario, sin que nadie ni nada le vea. Escondido del mundo, si podía hasta en el armario del conserje.

Es solo que hoy, la agencia había dialogado con los policías y la carpeta de archivos había sido dejada en su escritorio por el último ataque de Todoroki, aquel donde comenzó todo su martirio.

Querían que reabriera el caso y llevara a ese criminal ante la justicia. Bakugou casi se rio de la situación. Ojalá pudiera hacer eso.

– Kacchan, has estado muy estresado últimamente. Te conozco, has actuado más agresivo, más distante, siempre evitas los sitios con mucha gente. Eso sería normal, pero lo has hecho en un límite tan alto que me está preocupando.

– ¿Quién jodidos te crees? ¿Mi madre?

– ¿Ves? Justo ahora actúas a la defensiva – Puntualizó – Si hay algo que te molesta, puedo ayudarte. Solo dilo, Kacchan, siempre estaré ahí para ti.

Bakugou miró directamente a los ojos esmeraldas de su amigo de la infancia. No había ni una pizca de mentira en su mirada, estaba genuinamente dispuesto a ayudarle. En realidad, el rubio pensó que podría terminar con su tortura si le decía.

Pero detrás de Midoriya, miró asustado la figura de Todoroki. ¿Cómo carajos se había colado a la agencia sin que nadie le viera? Sintió un escalofrío de temor pero lo escondió lo mejor que pudo. El bicolor le hizo un gesto con la cabeza para irse.

– ¡N-No pasa nada! ¡Aléjate de mí, fenómeno! – No pudo evitar el tartamudeo en su voz.

Midoriya soltó un suspiró de resignación mientras dejaba que Bakugou se marchara. Ya conocía a su amigo, cuando necesitara hablar vendría de nuevo. No había que presionarlo.

Por mientras, Katsuki tomó sus cosas antes de salir de la agencia con dirección a su departamento. No volvió a ver a Todoroki por ningún lado pero tenía la sensación de que el villano no estaba para nada contento.

Tragó saliva mientras apuraba el paso, rezando internamente en que todo vaya bien.

Cuando entró a su hogar, notó que algunas de las luces ya estaban encendidas. No había nadie en su cocina ni en la sala, así que dejó sus cosas, se quitó los zapatos y caminó hasta su habitación.

Ahí, sentado en la orilla de la cama, se encontraba Todoroki, mirándole fijamente con aquellos ojos heterocromáticos y su sonrisa encantadora.

– Pensé que nunca llegarías.

Katsuki no contestó, se quedó quieto esperando alguna orden. Sabía que estaba en problemas pero para no despertar la ira del bicolor, debía poder aguantarse la suya.

– No te quedes ahí parado, acércate – El rubio obedeció, acercándose hacia donde Todoroki se encontraba sentado – ¿Por qué no me das una mamada con esa sucia boca que tienes?

Bakugou quiso contestarle de hasta lo que se iba a morir, pero se mordió la lengua para no decir nada de más. Claro, eso no evitó el ceño fruncido y la mirada fulminante hacia Shouto.

– Anda, arrodíllate.

Lo hizo al mismo tiempo que Todoroki se sacaba la polla de los pantalones, todavía no completamente erecta. Se masturbó un poco ante la mirada de los ojos rubí antes de tomarle de la cabeza y acercarlo más a su miembro.

Bakugou tenía la polla frente a él, directamente en su nariz. El olor masculino hacía que su mente girara sin rumbo, que le volvía loco, que de tanto follar era probable que el aroma funcionara también como un afrodisiaco. ¿Loco, no?

– Estaba pensando... Qué tal vez deberíamos terminar el acuerdo – Dijo Todoroki. Bakugou se sorprendió – Hay otro héroe novato que podría ser divertido. Deku, ¿Lo conoces?

«Eh, ¿el imbécil de Deku? Debe ser una broma» Pensó mientras de manera involuntaria abría la boca para chupar la polla frente a él, estirando los labios alrededor de la longitud para poder abarcar una mayor cantidad. Seguro que a los ojos disparejos parecía una aspiradora.

– Oye, con cuidado – El bicolor observó el ceño fruncido de Bakugou mientras le hacía la mamada. Sonrió – Ya entiendo... ¿Estás celoso?

«Celoso... como si eso fuera posible. Odio a este hombre pero...» Se quejó en sus adentros, incapaz de terminar su propia oración por temor a traicionar sus ideales.

– No te atrevas a tocar a Deku o a alguien más – Lo enfrentó sustituyendo su boca por su mano – Tu acuerdo es conmigo; yo a cambio de la seguridad de Musutafu.

– Sí, ya sé – Concordó – Solo creí que estarías cansado de la situación y que tal vez querrías pasarle la tarea a alguien más. He visto en las noticias que no te llevas bien con ese héroe.

– Lo detesto pero no hasta este punto – Gruñó antes de volver a ocupar su boca en la polla.

«Se supone que odio a este villano que me convirtió en una puta. ¡Pero amo su verga!»

– Ojalá pudiera mostrar tu cara pervertida a todos tus fans – Le dijo con burla, acariciándole los cabellos antes de empujarle la cabeza hacia el fondo.

Aunque la garganta de Bakugou ya estaba más que entrenada para ser tratada de esa manera, el acto brusco siempre le dejaba con dolor y no evitaba que frunciera el ceño hacia Todoroki. ¿Pero qué tan intimidante puedes verte con la boca llena de polla y los vellos púbicos rozando tu nariz?

– Dime, ¿Te gustaría eso? – Presionó – ¿Qué todos supieran que eres una puta?

Por obvias razones, Bakugou no podría contestar, pero le envió su mejor mirada amenazante que pudo. Aunque por las lágrimas, parecía más de piedad que de enojo.

– Si vas a mirarme con "molestia" al menos deja de succionar, Katsuki. No me engañas, sé que esto es lo que quieres.

Todoroki le empujó y le mantuvo un tiempo largo con toda su boca llena de polla, hasta que su nariz comenzó a moquear, sus ojos soltaron las lágrimas y el color de su rostro podía compararse a una cereza. Solo entonces le soltaron, haciendo que salga de un tirón jadeando por aire.

– A propósito – Volvió a hablar el mayor – Te traje algo que quiero que te pongas.

Como ya era costumbre, le mostró la bolsa de compras donde estaban las cosas vergonzosas que tenía que usar. Después de tanto tiempo, el pudor ya se había esfumado así que no le importaba ponérselas en ese mismo momento, pero ahora, se extrañó cuando vio que parecían cuerdas.

No, cuerdas no. Eran arneses de cuero que funcionaban también como un bodysuit, pero sin tapar una mierda. También había unas medias negras que si o si tendría que ponerse.

– Tch.

No le quedó de otra que obedecer y comenzar a cambiarse, sentándose en la cama cuando se ponía las medias y pidiendo ayuda a Todoroki para ponerse bien el arnés de cuerpo.

– Je, te ves bien con el arnés – Elogió el bicolor.

– Jódete.

Parecía más un chico de anuncios bondage en una página porno. Con el arnés alrededor de su cuerpo haciendo el papel de "ropa" aunque no cubría nada. Cubrían más sus medias a mitad del muslo, pero la cosa era que las piernas no eran necesarias para tapar en ese momento.

– Tengo algo más para ti – Dijo mientras sacaba de su bolsa un curioso juguete – Siempre te la pasas gritando, a ver si con esto te callas.

Era una mordaza, una mordaza en forma de bolita.

– ¡No me voy a poner esa cosa!

– Créeme, lo harás si no quieres que el orfanato de Tokio sufra un atentado.

La amenaza fue suficiente para cambiar el gesto en la cara del rubio. Katsuki no dijo nada, sino que desvió la mirada para no aceptar directamente que había perdido. Todoroki sonrió de lado cuando se acercó a él para colocarle la mordaza.

– Vamos, di a... Pidió. Bakugou abrió sus labios para dejar que la bola entrara – Buen chico.

Le acarició los cabellos y le sopló en la oreja. Katsuki sintió escalofríos placenteros pero se negó a expresarlos de cualquier modo. El villano no debía enterarse de lo que sus acciones enfermas le hacían a su cuerpo. ¿Pero eso no lo volvía a él el enfermo?

– ¡Hmph! – Se quejó con la mordaza cuando Shouto le tomó de las manos para aprisionarlas detrás de su espalda.

– Shh, buen chico. Solo le doy los últimos toques finales a mi obra maestra – Informó mientras apretaba el nudo y luego le guiaba hacia la cama.

Katsuki observó como el villano se sentaba en la orilla, luego le tomaba y con cuidado debido a su falta de movilidad propia, lo recostaba en sus piernas, con el culo levantado. Ya sabía lo que venía, aquello no iba a gustarle.

– Intentaste acusarme con Midoriya, ¿No es cierto? – Preguntó Shouto, ahora reemplazando su tono burlón por uno serio – A pesar de que te dije que hacerlo iba a resultar perjudicial para ti.

Katsuki quiso explicarse; decir que no es cierto, que no pensaba hacerlo. Simplemente estaba inspeccionando su archivo de villano en la agencia. Pero con la mordaza impidiendo sus palabras, solo soltaba jadeos ahogados.

– Has sido una mala puta – Y con eso vino el primer golpe.

Fue brutal, con una fuerza estupenda. Dejó en blanco la mente de Bakugou por unos segundos, los mismos en que tardó en enrojecer su nalga maltratada. Los gemidos sonaban distorsionados y la saliva se escapaba por los hoyitos de la mordaza, haciendo un desastre en el suelo.

Todoroki fue suficientemente paciente para esperar a que la mente del rubio regresara a la realidad antes de dar la siguiente nalgada, para continuar así, una y otra vez, con el mismo ritmo y la misma fuerza. Los jadeos pronto se convirtieron en sollozos ahogados y las lágrimas poco tardaron en aparecen.

– No quiero perder mi tiempo, así que ahí va la última. Esto te enseñará a que si me traicionas, te va a costar caro; prepárate, Katsuki.

Con ayuda de su quirk izquierdo, calentó su mano lo suficiente y haciendo uso de toda su fuerza, golpeó el trasero del rubio. El sonido que hizo fue opacado por el grito y llanto del afectado. Parecía una vaca, no solo por sus sonidos, sino también por la marca en forma de mano que se había quedado impregnada en su piel.

Y para vergüenza del héroe, la acción cruel que había sufrido en su nalga había sido tan placentera que terminó corriéndose sobre el piso. ¿Con qué cara miraba a su atormentador ahora?

– Buena puta, corriéndose por mí. Pero me alegra saber que conoces tu lugar, Katsuki.

Bakugou logró distinguir la sonrisa torcida de satisfacción del bicolor entre las lágrimas que empañaban sus ojos.

Cada día que pasaba, cedía más a este hombre. «Por favor, que alguien me salve».

Tengo que irme.

¿Qué? ¿Qué hay de nuestro trato?

Considérate libre por ahora.

Bakugou observó como Todoroki se vestía y acomodaba la ropa. Él no se movió de la cama pero no le quitó la mirada de encima. El bicolor se estaba poniendo sus zapatos cuando se animó a preguntarle.

¿Por qué?

Shouto se tomó su tiempo antes de contestar, atando su calzado.

Tengo que... hablar con mis padres – Dicho eso, suspiró y se paró para irse – Volveré en dos o tres semanas, o tal vez más, no lo sé. Yo te aviso.

Y luego salió del departamento dejando al rubio en la cama.

Efectivamente, ya habían pasado 3 semanas y no había rastro del bicolor. Aun así, Bakugou no dejó de negarse a las salidas de sus compañeros, de usar lencería en casa y hacer cenas para más de una persona. Por la noche daba vueltas en la cama hasta que se durmiera, o en todo caso se intentaba masturbar.

Lo conseguía, sí, pero no tan placentero como él hubiese deseado.

Le aterraba pensar que le estaba extrañando.

A él, un villano que le llevaba 10 años y le había chantajeado para poder follárselo. ¿No se suponía que ahora que era libre, al menos por unos días, debía estar feliz?

Además, Shouto se había ido justo después de que le pidiera más tiempo sobre aquella propuesta.

Necesitaba un "heredero". Los Todoroki eran una familia de villanos de temer, más peligrosa que la Yakuza. No faltaba ser un genio para saber que el árbol genealógico debía mantenerse con la sangre pura y cónyuges igual de fuertes.

Ahí entraba él. Afortunadamente, Shouto fue paciente. Incluso cuando tenían tiempo de hablar y se sinceraba. Ahí aprendió toda su historia, su cicatriz, su familia, su pasado. Todo lo importante.

Sí, fue duro con él las primeras veces pero después, cuando comenzaron a acercarse y hablar, tomó confianza para volverse tan tierno y dócil cuando terminaban de coger y le entraba el sueño.

Si tan solo no fuera un villano...

– Tch, ¿Qué carajos estoy pensando? – Bakugou se regañó a sí mismo mientras terminaba de doblar su ropa – Si el cabrón quiere que alguien le dé un hijo, que se busque a una puta.

Terminó el resto de su ropa con furia. Molesto por la ausencia del bicolor así como de sus propias palabras. ¿Qué si Todoroki buscaba a alguien más? ¿Por qué la idea le martillaba el pecho?

– Estúpido bastardo mitad y mitad.

Justo se paraba a guardar su ropa doblada cuando su celular sonó y la pantalla se iluminó. Iba a dejarlo ignorado pero nada le costaba mirar.

Cuando leyó el mensaje, una sutil y suave sonrisa se formó en su rostro.

Ya era de noche, Bakugou estaba dando sus toques finales a su atuendo cuando escuchó el ruido de la puerta abrirse y a Todoroki entrar.

Fue corriendo hacia él con su ridícula lencería púrpura y el delantal de volantes. Casi parecían una pareja de recién casados en la fase de luna de miel, pues se le tiró para abrazarlo y comerle la boca a besos; acción que claramente fue correspondida.

– ¿Me extrañaste? – Preguntó el bicolor en medio del beso.

Katsuki no contestó, sino que le miró de forma amenazante aunque sin dejar de besarlo. Frunció el ceño y de manera vengativa le chupó el labio inferior con fuerza.

– Lo digo por la vestimenta y la rapidez por la que viniste hacia mí – Siguió burlándose el bicolor, apretando el agarre en la cintura del rubio.

– Uh, me vestí así porque tú me lo pediste y solo vine rápido para poder acabar cuanto antes con esto – Respondió, aunque su molestia claramente no fue tomada en serio – Déjame chuparte. Debes estar a punto de explotar...

– En eso te equivocas, donde estuve había mucha gente dispuesta a cumplir mis caprichos.

Solo con decir eso, su labio inferior fue atacado nuevamente, solo que ahora con una mordida. El ceño fruncido de Bakugou se intensificó más y Todoroki pudo jurar ver que se le aguaban los ojos.

– Ouch. Era mentira – Aclaró – No tienes que ser tan celoso.

– ¿Quién está celoso, imbécil?

Todoroki dejó la discusión a medias antes de bajar sus manos hacia las nalgas del menor. Las apretó juguetonamente mientras no se despegaba del beso húmedo, es más parecía más que sus lenguas solo se enredaban una con la otra que besarse realmente.

Bakugou apretó los ojos con fuerza cuando la mano de Todoroki llegó hasta el plug que se había metido, comenzando a moverlo de adentro hacia afuera pero sin sacarlo de su interior.

– Me alegra saber que mis órdenes son seguidas al pie de la letra – Mencionó.

Katsuki lo ignoró en favor de seguirse besando. Claro que había leído el mensaje que le envió esa mañana. El mensaje de un número desconocido -ya que por motivos de que eran "enemigos", Todoroki no había querido darle su número de teléfono-.

Remitente: Desconocido, 9:17 a.m.

Llego hoy en la tarde-noche, espero verte con lo que te envié.

Fue todo el mensaje pero Bakugou ya estaba seguro de quién era. Después de todo, hacia 3 semanas que Todoroki se fue sin decirle a donde, y ayer en la tarde le llegó un extraño paquete que él no había pedido, pero estaba su nombre en la caja.

No es que estuviera emocionado, ni lo hubiera extrañado ni nada. No es que se hubiera masturbado diario pensando en él pero no alcanzando el clímax como deseaba. No estaba ni una pizca feliz de que Shouto hubiese regresado.

Por eso lo besaba con odio. Chupándole la lengua como distracción, mordiéndole los labios como ataque y pasándole su saliva como venganza. Porque todo era hecho con el más puro odio.

– Vamos a tu habitación – Le pidió, rompiendo por fin el beso.

Katsuki en definitiva no estaba desesperado por volver a tener sexo con él. Como había dicho, las cosas las hacía con rapidez porque quería acabar cuanto antes con esto.

– Solo hazlo ya, bastardo mitad-mitad – Le exigió en medio de la sala.

– ¿Alguien está impaciente hoy? – Todoroki se burló, pero estaba más que dispuesto a cumplir con la exigencia del rubio – Bien, ha pasado tanto tiempo que no quiero hacerte esperar.

Shouto se quitó el cinturón y desabrochó sus pantalones, bajándolos con todo y su ropa interior. Ni bien se desnudó de la cintura para abajo, la mano derecha de Katsuki fue hacia el miembro para comenzar a estimularlo.

– ¿Condón? – Pidió excitado, volviendo a besar al mayor.

– Aquí, siempre conmigo. Ya sabes qué hacer.

Todoroki rompió la envoltura del condón antes de pasárselo al rubio, quien lo puso en sus labios y de manera profesional, se puso en cuclillas frente a la verga para poder besarla, claro, con el preservativo en su boca. Una vez lo acomodó bien, le dio una mamada profunda y al salir, el condón estaba puesto perfectamente.

– Buen chico – Le acarició los cabellos y la mejilla, logrando hacer a Bakugou sonreír por el elogio.

Con Katsuki en cuclillas, Shouto también se agachó. Sería más cómodo hacerlo en el piso que parados y a él no le importaba el lugar. Puso al héroe en su regazo, pero de manera que le diera la espalda. Quería torturar al rubio hasta que este mismo rogara voltearse para besarlo.

– ¿Estás listo? – Preguntó mientras retiraba el plug, sacándole un jadeo al menor.

– Sí, sí ¡Termina con esto ya!

Después de su respuesta, vino la primera embestida. Bakugou ni tiempo tuvo de procesar cuando se había alineado con él, pero tampoco es que aquello le importara mucho en ese momento.

No es que lo hubiese estado deseando, pero, finalmente pudo tener dentro de él la polla que tanto había extrañado. La sensación fue estupenda, no se comparaba en nada a cuando se masturbaba él solo. Definitivamente era miles de veces mejor.

No pasó ni el minuto de que por fin estaba teniendo sexo otra vez, cuando su teléfono comenzó a sonar en la mesita de al lado. Al estar en el suelo de la sala, Todoroki pudo fácilmente estirarse para tomarlo sin salirse de su interior.

– Una llamada del héroe Deku – Le informó – No seas maleducado y contesta – Shouto se acercó a su oído y le susurró – Hagamos que escuche tus gemidos.

– ¡N-No! ¡Detente!

– ¡No estás en posición de darme órdenes! – Se burló aumentando la dureza de sus embestidas y pasándole el antebrazo por el cuello, asfixiándolo con mesura.

«Maldita sea, si me folla de esta forma no podré callarme. Deku va a escucharme y querrá saber qué pasa. Pero no puedo pensar claramente con su polla perforándome el útero». La mente de Bakugou estaba en pleito con su cuerpo.

La cara del rubio ya estaba quedando roja de la falta de aire y cubierta de lágrimas, moco y baba. Sus gemidos parecían chillidos de animales.

– Te propongo algo – Habló Todoroki, de fondo el timbre de llamada – Si me dejas follarte sin condón no le contestaré.

– P-Pero... – Jadeó con la lengua afuera, una embestida particularmente profunda le recordó su lugar. No quería ceder pero ¿qué otra opción tenía? – B-Bien... te dejaré hacerlo... solo no contestes.

– Te lo agradezco – Le dijo, dejando que el teléfono continuase sonando pero sin hacer el amago de tomarlo – Espero estés listo.

Le soltó para tirarlo al piso, obviamente sacando su polla de su interior. Completamente avergonzado soltó un gemido ante la pérdida, pero no pasó mucho cuando Todoroki se tiró encima de él y volvió a penetrarle, solo que ahora estaba al natural.

«Su polla se siente muchísimo mejor sin condón, ¡¿Por qué?!»

Desde su primera vez con Todoroki, no lo habían hecho a pelo por el tema de que podría embarazarse. La sensación casi se olvida en la mente de Katsuki de no ser porque la polla del bicolor de nuevo hacia estragos dentro de él. Aquello lo obligaba a recordar.

– Levanta las caderas, quiero follarte como una perra.

Bakugou obedeció. Acomodó su cuerpo en el suelo para apoyarse mejor de sus rodillas y manos. No era un experto, pero Todoroki le ayudó con la postura cuando le sujetó los cabellos rubios y tiró de ellos hacia atrás, formando un arco perfecto con su espalda.

Gimió tanto de dolor como de placer. Más aun cuando una de las manos de Shouto le pegó una nalgada seguida de otra al ritmo de sus embestidas.

Katsuki no sabe por qué pero desde que tiene relaciones con Shouto, se había vuelto un masoquista ante sus tratos bruscos. A veces tenía hasta miedo de enfrentarse en batalla con él durante el trabajo, ya que conocía todos sus puntos débiles.

«Antes de él yo era Dynamite, el héroe más joven en entrar al Top 5. No conocía el miedo ni la derrota. Pero ahora estoy atrapado en el placer que me ofrecen sus brazos. No puedo oponer resistencia y mi cuerpo acepta voluntariamente sus abusos». ¿Hasta dónde había caído por las caricias y besos de un hombre mayor?

– A-Ah, Shouto, yo quiero...

– ¿Sí, Katsuki? – Preguntó sin dejar de penetrarle y tirarle del cabello. Katsuki se mantuvo en silencio pero una embestida particularmente fuerte le sacó otro gemido – Anda, dime en qué piensas.

«No, ¡No puedo decirle la verdad!». Luchó consigo mismo mientras se mordía el labio.

– Te diré que parece que quieres – Habló Todoroki, antes de dar un empujón fuerte – ¡Parece que quieres que me corra dentro! ¿No es así? – Katsuki no contestó, sabía que si decía algo sería su fin – O tal vez me equivoqué... – Dijo sacando su polla.

– ¡N-No! ¡Si lo quiero! ¡Pero...!

– Katsuki, ¿No sé por qué te resistes tanto? Es más que obvio lo que quieres – Shouto se acercó a su oreja antes de susurrarle – Quieres quedar embarazado, ¿No es así?

La revelación de su secreto terminó haciendo que se corriera, machando el delantal y el piso. Las penetraciones fueron cada vez más duras y profundas y el agarre en su cabello nunca se detuvo para evitar que cayera al suelo.

– No tienes que preocuparte, Katsuki. Si tienes a mi hijo, te daré dinero y un buen ambiente, te lo prometo. No tengo ningún problema si te comportas como el mocoso mimado que eres, conmigo.

– ¡Shouto, quiero besarte! – Bingo, las cosas salían rápidas y efectivas. Todoroki dejó el agarre y cambió la posición para darle la vuelta al rubio y ponerlo en su regazo de nuevo, para poder besarlo.

Bakugou enredó manos y piernas en el cuerpo del bicolor, intentando tener puntos de agarre. Le comió la boca a besos mientras ayudaba igual con su movimiento de caderas y que la polla en su interior llegara lo más profundo que pudiese.

«Cada vez que él me toca, me besa... mi cuerpo reacciona. Él es mi dueño, nació para dominarme. Ser conquistado, rendirme y obedecer a este hombre, es el motivo por el que vivo».

– Q-Quiero... – Comenzó a hablar una vez rompió el beso – Quiero que te vengas dentro de mí.

– ¿En serio? – Preguntó Shouto solo para asegurar que era consensuado.

– ¡Sí! ¡Hazlo! ¡Lléname!

– Pero te preñaría... – Recordó – Dime, ¿Estarías dispuesto? ¿Incluso si tuvieras que dejar de ser un héroe por tu embarazo?

– ¡No me importa! ¡Ser preñado es más importante!

Ni bien escuchó el permiso, aumentó la rapidez de sus penetraciones más si era posible. Katsuki sintió como la polla entraba hasta la empuñadura antes de salir y meterse una y otra vez chocando contra la boca de su útero, que se abría para darle acceso directo a su "cuarto de bebés".

Finalmente, podía disfrutar y correrse con un buen polvo como había deseado desde hace días.

– ¡Préñame! – Gimió mientras besaba de nuevo al villano.

Todoroki aprovechó y los recostó a ambos en el piso, con Katsuki en el suelo y él arrodillado, pero ambas entrepiernas aun conectadas. Se colocó bien sobre el rubio para continuar con los movimientos, fuertes, rápidos y profundos, haciendo chillar a Bakugou de placer.

– Kats... – Avisó – ¡Voy a correrme!

Ni bien dijo eso cuando el menor envolvió las piernas en su cintura y apretó. Poco a poco su útero se fue llenando de semen espeso, dejándolo desorientado y hecho un desastre.

Cara roja y sudada, ojos lagrimeando y desenfocados, la nariz moqueando y la lengua fuera de su boca, dejando que la saliva chorreara de manera obscena.

Pero eso sí, la sonrisa no se le iba de la cara.

– Ha-Hagamos muchos niños, Shou-chan...

Hacía un par de meses de que dejó el trabajo de campo y 3 del de la oficina. Ahora estaba confinado a su departamento por su creciente barriga de embarazo.

La prensa lo bombardeó, su agencia, sus amigos y sus padres, pues no teniendo pareja, era extraño que tuviera un vientre con un bebé. Katsuki no dio más información de la necesaria.

Fue durante una noche loca, no recuerda al padre y quiere conservar al bebé.

Sorpresivamente no hubo más preguntas. Sí miles de chismes y teorías, como era de esperarse, pero ninguna pregunta más. Internamente lo agradeció.

Escuchó sonar la entrada de su hogar y se paró con cuidado del sofá, preguntándose internamente quién sería y por qué lo molestaba.

– ¡Oh, Kacchan! ¡Tu barriga está cada vez más grande!

Bakugou soltó un gruñido cuando al abrir la puerta se encontró la figura de Midoriya detrás de ella. Afortunadamente sus tiempos de usar lencería y cosas eróticas ya habían pasado o hubiera sido un problema.

– ¿Qué haces aquí, Deku?

– Solo pasé a ver cómo estabas y traerte algunas cosas.

Midoriya le dio una bolsa donde vagamente pudo distinguir postres dentro. De seguro para complacer esos antojos que le habían estado atormentando desde su embarazo. Los agarró pero no dijo nada, Izuku lo tomó como un agradecimiento silencioso.

– ¿Quieres que me quede a hacerte compañía hoy? – Se ofreció – No es bueno que estés solo.

– Tch, mis padres vendrán a cuidarme. Así que lárgate.

– En ese caso tal vez otro día – Persuadió mientras se estiraba la nuca – Cuídate, Kacchan – Se despidió.

Bakugou cerró la puerta mientras caminaba hasta dejar la comida en la mesa. Regresó a su sofá donde acarició cuidadosamente su vientre después de sentarse. En eso su celular sonó con un tono de llamada. Contestó enseguida.

– ¿Qué quieres, vieja bruja? – Se calló esperando la explicación – Nah, estoy bien. El imbécil de Deku se ha ofrecido a cuidarme hoy. Puedes venir la otra semana – Y colgó sin dar más explicaciones.

Encendió el televisor para ver qué estaban pasando. Se encontró una película genérica y decidió verla para saber qué tal. El tiempo se le pasó volando hasta que una persona entró en su departamento como si fuera su casa.

– Ya llegué.

– Bienvenido, Icyhot – Respondió con una sonrisa.

Todoroki se acercó hasta donde estaba para darle un beso en los labios y acariciar su vientre. Luego fue a dejar la comida de la cena que había "comprado" en la mesa, antes de ir al sofá y sentarse al lado de su amante.

– ¿Cómo estás?

– Lo normal, me duelen los pies y la espalda – Se quejó con un puchero – ¿Qué hay de ti?

– Nada en especial, una masacre con algunos diputados que habían hecho cosas muy malas.

– Me prometiste que no matarías gente – Recriminó por su trabajo. Todoroki le apartó el pelo de la cara.

– A gente buena, Kats, a gente buena – Explicó besándole la frente.

Hay algo que debemos saber; las relaciones siempre son complicadas. Más aún si se trata de un héroe y un villano.

Y del futuro fruto de ambos.

FIN

N/A: ¡Hola! Este escrito fue un pedido/intercambio que tuve con un gran artista. Bueno, ambos queríamos comisionarnos y decidimos crear esto juntos.
¿Y qué mejor día para entregarnos regalos y sorpresas que en el día de San Valentín?

Espero que a ustedes les haya gustado tanto el escrito como a mi escribirlo. ¡Muchas gracias por leer!

PD; esperen el fanart, de seguro será algo increíble 🥰
Actualización: Sí lo fue 👀 wachen la multimedia

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