Welcome, little one




Aquella habitación se había llenado de una calidez inexplicable, sobrenatural, la única luz encendida era la de Adora y Catra, que se inundaba con un llanto tenue, que se apagó cuando el pequeño castaño sintió la presencia de sus madres, un olor tan conocido, tan familiar, que hizo que el pequeño felino simplemente olfateara con curiosidad.

Esa sensación de lleno, de alegría tomaba por sorpresa a las jóvenes esposas, sabiendo que ese sería el principio de su vida como madres.

Finn, su hijo... aún sonaba surrealista decirlo en voz alta.

La morena observó curiosa los movimientos del pequeño, sus ojos vidriosos y emocionados. La rubia rió cansada, pues no había sido nada fácil traer al felino al mundo.

La cola castaña se movía en el aire, como si tuviera vida propia, esperando atenta cualquier cosa que sucediera.

La ojiazul alejó delicadamente a Finn, quien se removió con un gruñido molesto al no sentir el calor de su madre para luego volver a acomodarse en los brazos de la de ojos bicolor con un ronroneo.

Catra tomó al castaño suavemente, con la misma delicadeza con la que tomó a su esposa hace ya algunos años en el corazón de Etheria, sonriendo y ronroneando fuertemente al tenerlo ahí, respirando suavemente, con su pequeña cola rubia y esponjosa moviéndose apenas.


—Hey, Finn.—Saludó con una suave voz. El pequeño buscó con curiosidad la voz, sus orejas inclinándose inquietas.

Sorpresivamente, Adora y Catra miraron como los ojos de Finn se abrieron, dejando ver unos orbes azules brillantes, curiosos. Una pequeña risa llenó los oídos de ambas, viendo cómo el felino miraba en todas direcciones, apreciando cada detalle del lugar, guardando cada detalle de sus madres en su memoria, su olor, su calidez, cosas que jamás se olvidarían.

Adora acarició el pelaje moreno del pequeño, no tan oscuro como el de Catra, acunando su mejilla con su mano, a la vez que tarareaba una canción, una canción muy familiar para el felino, la melodía que había escuchado desde el interior de su joven madre.

The next thing I know

It's after the war

And you're next to me

Hand in my hand

Together we'll stand

Under the stars

Oh, how I wish I never doubted you

But we'll fix this together

Hand in my hand

Together we'll stand

Under the stars

Finn comenzó a cerrar sus ojitos, intentando por todos los medios no hacerlo, pues caían con pesadez, cerrando sus párpados al escuchar la dulce voz.

Pero finalmente cayó, un pequeño resoplido al hacerlo, su suave respiración indicando que dormía... tan profundamente, tan tranquilo.

Sus madres observaban con ternura, Catra acariciaba el castaño y revuelto cabello brillante, haciéndose un espacio en la cama con Adora.

La rubia la abrazó agotada, suspirando contenta y tranquila mientras volvía a tomar a su hijo entre sus brazos y lo acunaba delicadamente, con una suavidad que no sabía que poseía.

Su instinto la hacía querer protegerlo, cuidarlo de todo mal, de todo problema y de cualquier cosa que le hiciera daño. Sabía que Catra se sentía igual, pues un gruñido salió de su garganta al escuchar pasos cercanos. Solo rió, imaginando quién de las dos sería la más sobreprotectora durante todos los años siguientes.

—Wow.—Soltó la morena de golpe. Acabando de asimilar todo lo sucedido.

—¿Wow, qué?—Cuestionó su esposa, sus ojos fijándose en ella, inamovibles.

—Todo.—Explicó, una sonrisa imborrable en su rostro.—Que Finn esté aquí, ¿sabes? Es como...uh... extraño... ser llamada madre inconscientemente por mi cerebro.—Se sinceró la felina.—Se siente... bien.—Dijo, acariciando el pelaje de su pequeño.

—Creo que lo entiendo... pero me gusta. Somos sus madres... me encantaría escucharlo decirlo ahora mismo.—Confesó mirando a Finn, quien soltó un pequeño maullido mientras movía su manita un poco.

Era surrealista. Estaban hipnotizadas por aquel bebé y sus movimientos, su hijo, único, a todo su futuro se había añadido el felino.

Sentían una conexión tan especial a él, un amor único, inigualable.

El amor, ese amor exclusivo de una madre.

Y finalmente cayeron dormidas junto a su hijo, en un sueño tranquilo, cálido, inigualable.

╰───────────✧──────────────╮

Adora y Catra veían como su pequeño gateaba por el suelo, dejando marcas de garras en él mientras se dirigía hacia sus madres.

Finn murmuraba palabras incompletas, intentos de formular algo coherente entre sus balbuceos.

—Tu puedes hacerlo Finn, dí mamá.—Incitó la rubia.—Ma-má.—Volvió a intentar cuando su hijo balbuceó de nuevo. La morena quiso intentarlo de una forma diferente.

—Vamos, pequeño, mamá confía en tí.—Dijo Catra, levantando al felino y subiéndolo por los aires.

—Ma... mamama—Intentó el castaño.—Mama.—Volvió a decirlo, esta vez correctamente. Adora casi gritó de la emoción y abrazó a Catra de inmediato.

—¡Te llamó mamá! ¡Me llamó mamá!—Gritó eufórica.—¿Lo viste, Catra? ¿Lo has oído?

—Por supuesto que sí, tonta.—Respondió, la emoción contenida en su tono despreocupado.

—¡Mama!—Volvió a decir Finn, una mueca que parecía una sonrisa en su rostro pequeño. La morena acarició sus pequeñas orejas castañas y suaves, observando como el felino se deshacía en ronroneos, que acompasó con los suyos casi sin querer.

Una risita tierna salió de Adora mientras Catra la azotó suavemente con su cola, evidentemente avergonzada.

—Cállate.—Masculló con sus mejillas teñidas de rojo ante la atenta mirada de los dos pares de ojos azules que la miraban.

La rubia volvió a reír, besando delicadamente a sus esposa, haciéndola soltar un gruñido pequeño, pues sabía que le era imposible resistir a aquellas muestras de afecto. Lo siguiente que hizo fue besar cada una de las regordetas mejillas de su hijo, mirando como este sonreía ampliamente con el acto y llenándose de una calidez increíble.

Era sorprendente ver cómo su esposa y su hijo le otorgaban esa paz infinita, interminable, todos los días, desde muy temprano hasta muy tarde.

╰───────────✧──────────────╮

Finn.

Finn era la alegría de toda Etheria, incluso más que los recién nacidos gemelos, hijos de Bow y Glimmer.

Principalmente porque era el hijo de la legendaria guerrera She-ra y de su esposa Catra.

Muchos se preguntaban si heredaría el poder de Adora, pero eso solo se vería con el tiempo.

—¿Podrían quedarse quietos?—Se quejó la reina brillosa, ya cansada de ver como sus amigas y su hijo no podían quedarse en una misma posición por más de una hora.—¡Se supone que este es su cuadro oficial!—Gritó, teletransportandose de nuevo para volver a acomodar a Catra y Adora. Cuando iba a hacer lo mismo con Finn, se dio cuenta que no estaba en el mismo lugar, sino intentando caminar lejos de la furia de Glimmer, aunque no duró mucho, pues el felino podía mantenerse de pie por poco tiempo antes de caerse de nuevo.

Glimmer volvió a teletransportarse hasta él, esta vez usando uno de sus hechizos para que se quedaran en la misma posición durante el mayor tiempo posible.

(...)

Varias horas después, finalmente pudieron terminar aquel cuadro, que reflejaba la felicidad de Adora y Catra y Finn, esas sonrisas imborrables que ahora permanecerían en un cuadro colgado por alguna esquina del inmenso castillo.

╰───────────✧──────────────╮

—¡Finn!—Gritó la rubia a su hijo, que corría sin poder ser alcanzado de un lado a otro por todo el castillo de Bright Moon.—¡Entrapta!—Volvió a gritar, iriitada.—¡Quítale esas cosas ya!—Ordenó a la chica de pelo morado, quien asintió asustada, tomando el control remoto y retirando sus inventos de las patas del felino.

Su hijo se detuvo de inmediato para correr en serio cuando vio a su madre empuñando su espada para seguidamente perseguirlo por todos lados.

Su esposa observaba todo al margen de la situación, siendo consciente de que correría el mismo destino si se acercaba.

—No le digas que fui yo.—Pidió a su amiga con una sonrisa, quien de inmediato asintió, escondiendo todas las evidencias. She-ra volteó y vió la complicidad de Catra con Entrapta y sospechó, su sexto sentido diciéndole qué es lo que había pasado.

La morena, al verse descubierta corrió al lado de su hijo, gritando alarmada mientras ocultaba una risa.

—¡Nos va a matar!—Dijo el pequeño subiéndose sobre su madre, quien saltó por una ventana y escapó con Finn en brazos.

La molestia de Adora se había esfumado al ver a su esposa e hijo saltando por los árboles del bosque, huyendo de ella.

Simplemente río, volviendo a su forma real y suspirando contenta, acariciando su vientre plano.

—Tenemos una familia de locos.—Dijo al aire, con una sonrisa tranquila.

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Hey!

La verdad quería que esto fuera largo... mucho más largo, pero creo que hasta aquí está bien. Quizá siga publicando más de esto, y quería decirles que feliz día de las madres!

Aunque no sé realmente cuándo es día de las madres en otros lugares, pero aquí en mi país es el segundo domingo de marzo, así que decidí hacer esto por lo mismo.

De verdad me encantó explorar un poco más de la maternidad de Adora y Catra, pero no tanto como quisiera porque esto se volvería demasiado largo así que por eso no lo hice.

Espero que les haya gustado este pequeño especial, pronto veré si lo continuo o si lo dejó hasta ahí.

Muchas gracias por leer, cuídense, tomen agua y báñense <3

No se olviden de llamar a sus madres o figuras maternas para felicitarlas porque el trabajo de una madre siempre ha sido duro.

Los quiero <33

Atte: Heiwa

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