Nunca pensé que tendríamos un último beso
Nunca imaginé que terminaríamos así
Tu nombre, por siempre estará en mis labios

Recuerdo ahora tus pasos
El alma de la fiesta, te estas luciendo otra vez
Y yo pongo mis ojos en blanco y entonces me empujas hacía ti
Yo no soy de bailar mucho, pero lo hacía por ti...

•••

Unos retoques en mi carmín y una repasada de brillo labial, contemplo con forzada satisfacción esa imagen de una chica que no soy reflejada en mi espejo, si me amarás por mi sofisticación o mis prendas prefiero que no me ames, estoy cansada de pretender. Con rudeza limpio el brillo labial de mi boca, difumino tanto como puedo el carmín hasta que se hace prácticamente imperceptible, alboroto mi dorada cabellera, ahora si, esto es lo que soy, tan simple, tan natural, tan Taylor.

   Cuatro de la tarde, salgo de mi casa con el corazón a millón, a cada paso que doy, mi mente repasa el guión prefabricado con antelación, no quiero crear incomodidades, ni silencios llenos de ruido, solo quiero poder pasar una tarde agradable, a tu lado. Mi pelo y el vestido carmesí ondean al compás que marca el viento en su suave batir, mi mirada cabizbaja ya se ha vuelto una característica común. Mi móvil suena, sacándome de mis cavilaciones, era un mensaje tuyo.

Estoy en la calle Amnesia pequeña, nos vemos aquí.

4:16 pm

  Lo apague nuevamente introduciéndolo en mi bolso, los nervios crecen y se hacen mas palpables a medida que me acerco, una cuadra más y ya te veía en la distancia, me acerqué un poco más y me saludaste con un beso en la mejilla, sentí mi mundo dar vueltas, ante tan simple roce y entre palabras de bienvenida y destellos solares en nuestros rostros, hicimos entrada en Delicate's.

   Ambos pedimos lo mismo, me sorprende que aún tengamos los mismos gustos, mientras pasaban los minutos la vergüenza se desvanecía al igual que las otras personas que ocupando las otras mesas servían como complemento a nuestra alborotada plática, entre rememoraciones de una infancia disfrutada y sutiles insinuaciones de un posible amor latente de tu parte, pasamos una tarde espectacular. Al salir del café me agarraste de la mano y sin saber muy bien por qué me llevaste a un hermoso parque, rodeados por la vegetación, yo aún me mantenía reticente, mi mirada se negaba a encontrarse con la tuya para mi suerte o mi desgracia, tú tenías más experiencia que yo en esto del amor. En un acto de valentía, acariciaste el óvalo de mi cara, me sobresalté, no soy responsable de mis acciones en este momento, mi cuerpo no responde y las manos me sudan ¿Asi se siente eso que llaman amor?
-¿Por qué no me miras a los ojos?- Se me secó la boca, casi podía sentir su aliento en mi cara. Pestañeé necesitaba procesar la información.
-No, no hagas eso, no ocultes tus hermosos ojos con pestañazos de desaprobación, mientras más intentes alejarte, más cerca me tendrás, ahora y siempre.- Era demasiado, mi corazón se estrujó, era un remolino de emociones en estos instantes, cuando por fin recobre el control de mi ser, me solté de su agarre, rompí el contacto visual y corrí, corrí sin mirar atrás, dejándolo solo.

   Una vez más, soy débil, soy patética, lloré todo el camino a casa de frustración, de felicidad quizás, lágrimas cargadas de sentimiento mancharon mi vestido carmín.

•••

...porque amo tus apretones de mano con mi padre
Amo tu forma de caminar con tus manos en los bolsillos
Cómo me besabas
Cuando estaba a punto de decir algo
No hay un solo día
Que no extrañe esas groseras interrupciones

Y ahora iré
A sentarme en el suelo con tu ropa puesta
Todo lo que sé es que no sé
Como ser algo a lo que extrañes.